Marta y Félix Revista La Exclusiva de la boda by laexclusiva

boda de

MARTA & FÉLIX tOdos los detalles de

su gran día El pasado 4 de mayo de 2019, tras más de 12 años de relación, Marta y Félix dieron el paso de formalizar su historia de amor. 150 invitados acompañaron a la pareja que se unió en matrimonio en la Parroquia San juan de la Palma de Sevilla. A continuación, recién casados, familiares y amigos se desplazaron hasta la Hacienda Tierra Blanca en Salteras donde tuvo lugar el banquete y una fiesta posterior inolvidables.

SEVILLA, 4 MAYO 2019

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SUMARIO

EXCLUSIVA

Especial MARTA & FÉLIX

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EL NOVIO eligió la casa de su padre en Triana para su puesta de largo.

MARTA, maquillada y peinada por Gaby, de MAC.

SAN JUAN DE LA PALMA, testigo “Sí, quiero”.

LAS ALIANZAS de oro clasico, el mejor recuerdo de sus abuelas.

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4 mayo 2019

CONFETI, arroz y pétalos aguardaban a la sallida.

CÓCTEL, con una decoración de lo más vintage. BANQUETE El menú hizo las delicias de los paladares más exigentes.

SORPRESAS

Fue una velada repleta de sorpresas de novios a invitados y viceversa.

LA IMAGEN DE LA FELICIDAD

La pareja nos demostró durante la sesión de fotos que su amor es sólido y sin fisuras.

UNA FIESTA

INOLVIDABLE

LA EXCLUSIVA DE LA BODA marca registrada por Imagen and Media Comunicacion SL. © Copyright Leyenda | Todos los derechos reservados DEPOSITO LEGAL: CO 773-2012. Email: quiero@laexclusivadelaboda.es Edición impresa en Madrid 2018. Prohibida su venta y distribución.

UNA CASA LLENA DE RECUERDOS

Las predicciones meteorológicas se cumplieron. El 4 de mayo de 2019 fue una jornada marcada por el sol y una temperatura de lo más agradable que rozó los 30 grados. Afortunadamente el día, aunque caluroso no lo fue tanto como los anteriores donde Andalucía sufrió una ola de calor que levantó todas las alarmas en la familia. De hecho la mañana despertó fresca y con nubes amenazantes que finalmente respetaron y dieron paso a una jornada rasa. Los novios eligieron esta fecha porque era la única disponible en la iglesia donde querían casarse y de la que se sienten muy unidos. Del mismo modo Marta trabaja en una Escuela Infantil y mayo era el mes idóneo para ella y su hermana que reside en Londres y verano es su temporada alta. Cuando cerraron la fecha se dieron cuenta que la Feria de Abril arrancaba con el alumbrado esa misma noche por lo que la postboda prometía...

MUY ARROPADO

El equipo de Exclusiva llegó a las 10.00 horas a la calle Ardilla, 9 del barrio de Triana en Sevilla, domicilio familiar donde el novio dio, literalmente, sus primeros pasos. Sus paredes guardan para Félix un gran valor sentimental. “Cuando tenía 3 años mis padres se separaron y mi hermano y yo nos fuimos a un pueblo de Huelva con mi madre. Desde entonces, venir a Sevilla, Triana, significa estar con mi padre, con mi abuela y mi tía. Es algo más que una casa, es un patio de vecinos con vivencias de toda una infancia y de toda una vida. Además ¡Triana es Triana y la amo con locura!”, nos explicaba el protagonista al que encontramos sereno, disfrutando de cada instante, con los tiempos medidos y controlados. “Esta es mi forma de hacer las cosas”, afirmaba categórico en su puesta de largo. Junto a él, su madre María Dolores, su padre Nicolás, sus hermanos Rodrigo y Lola, sus abuelos Rodrigo, Juana y Dolores, sus primos Javi y Laura y sus tíos Javi, Juani y Loli que, además, ejercería de madrina. Todos ellos, de alguna manera u otra colaborarían activamente en lo que el novio necesitaba mientras ultimaban detalles para el inminente enlace. En el hogar se palpaba un ambiente propio del evento que se estaba fraguando. Félix logró descansar en su noche previa. Su cara irradiaba tranquilidad y felicidad que se trasmitía a los allí presentes. Mientras el novio se preparaba nos contaba cómo había pasado la noche anterior, así como la última conversación que mantuvo con su futura mujer. “Fui a cenar con mi familia más cercana de Sevilla y de Barcelona así como con tres buenos amigos a la plazuela de Santa Ana, en Triana. Nos lo pasamos genial. Me sentí pletórico e inquieto porque llegara hoy pero traté de descansar lo máximo posible. Me levanté de la cama para darle un abrazo a mi hermano recién llegado de Barcelona y seguí durmiendo como unas 7 horas. Lo primero que he hecho nada más despertar es enviarle un audio a Marta”, nos confesaba. No era un audio cualquiera, sino un poema escrito para su prometida. El lado romántico del novio quedaba de manifiesto con este detalle que seguro provocó una sonrisa mágica en la receptora.

CON LOS NERVIOS BAJO CONTROL

TRAJE Y COMPLEMENTOS

El novio, que decidió vestirse en los corredores de la casa entre macetas y persianas, -imágenes que forman parte de su posada más reciente-, tenía preparados los complementos y la pieza fundamental de su outfit: el traje. Se trataba de un modelo de la firma Etiem con un color bautizado por el propio protagonista como “azul baratillo”. Se lo compró en la calle Rioja, en London Trajes, y se lo probó por primera vez con su hermano. A ambos les gustó y poco después convocó a su madre, su tía y su suegra para que le dieran la aprobación que no tardó en llegar. El traje lo tuvo claro desde un principio. Con los complementos fue algo más indeciso. La novia no tenía ni idea de su elección así que para ambos, el diseño de vestuario para su boda era una sorpresa que estaba a punto de ser desvelada. Junto al traje, los complementos seleccionados concienzudamente por nuestro protagonista. Los zapatos eran un regalo de sus suegros. La corbata, burdeos con estampados florales, fue un presente de su madre. Su tía Loli quiso obsequiarle con el resto de los complementos y el propio traje. Ella fue la causante de los nervios de Félix durante este proceso. “Es raro que no esté aquí ya”, nos decía preocupado. Tanto sus padres como sus hermanos le ayudaron a vestirse. Fue muy emotivo tanto por su presencia como por el lugar donde lo hacía. El entorno no podía ser más apropiado tanto para el novio como para los objetivos de Manuel y Nacho. El resultado lo están viendo: espectacular. A excepción del novio, todos eran un manojo de nervios. El bizcocho elaborado por la tita Loli y un buen café consiguió apaciguarlos. Mientras tanto la peluquera y maquilladora hacía lo propio con la madrina y la abuela del novio.

SU FAMILIA, UNA PIEZA CLAVE EN SU VIDA

Una vez el novio concluyó con su puesta de largo tuvimos la oportunidad de fotografiarlo junto a los suyos en esta corrala tan especial para Félix. Todos los que le acompañaban son piezas clave en su vida. “Sin ellos no sería quien soy”, manifestaba tajante. “En un día como el de hoy es inevitable echar en falta a seres queridos que ya no están con nosotros como es el caso de mi abuelo Félix al que no tuve la suerte de conocer pero es una figura que siempre está presente”, nos contaba. Era la cuenta atrás. El protagonista parecía ser consciente de que el encuentro con su prometida era cuestión de minutos. “Tengo muchas ganas de verla. Seguro que está

guapísima”, sentenciaba previo a una salida que creaba expectación entre los vecinos, partícipes de su puesta de largo apoyados en sus barandillas y testigos, muchos de ellos, de su evolución de niño a hombre y como persona. En el coche le acompañarían su madre y su tía. En el recorrido tenía previsto hacer una parada en la capilla de la Esperanza de Triana, para rezar y entregarle un ramo de flores con una tarjeta que ponía: “Hoy vengo a pedirte perdón Reina, Madre y capitana. Mi amor es de Sevilla. No puedo casarme en Triana”.

A tan solo 20 minutos de la casa del novio, en la Avenida de la Mujer Trabajadora, bloque 37 7B de Sevilla, la novia se preparaba para su gran día. Lo hacía en casa de sus padres. “En un principio pensé arreglarme en casa de mis abuelos. Mi abuela falleció y me hacia ilusión que estuviera de alguna manera conmigo pero luego, pensando en todas las personas que me acompañarían -maquilladores, peluqueros,más todo lo que había que llevar pensé que lo mejor era hacerlo aquí. También era un día difícil para mi abuelo y cuanto más tranquilo estuviera, mejor”, nos contaba la protagonista. Eran las 10.00 horas. Marta se encontraba en el salón. Gaby, de MAC, terminaba de maquillarla. La novia había apostado con su asesoramiento basado en tonos suaves y tierra acordes con su personalidad con un peinado campano con el que estaba realmente espectacular. Junto a ella, sus padres Marta y Antonio, su hermana María y su novio Juanma, que no le quitaban ojo y se ofrecían para cualquier cosa que la novia demandaba. Marta estaba bastante nerviosa pero con muchas ganas de salir y que la vieran todos. Había dormido relativamente poco, con pastilla para relajarse incluida, reto complicado. “Me dormí en torno a las 23.00 horas. A las 04.30 horas me despertó el trinar de un pájaro bastante pesaíto y ya no volví a dormir más. A las 06.00 horas se levantó mi madre y me sumé a ella. Al momento, apareció mi hermana y ya nos pusimos en marcha”, relata.

Los PREPARATIVOS

DE LA NOVIA

El vestido era un St. Patrick, modelo Albeniz en color blanco, de crep, completamente liso, de espalda baja y con encajes en el escote y en la espalda.

vestido y complementos

CUMPLIENDO CON LA TRADICIÓN

El secreto mejor guardado colgaba inmaculado. Todo lo que llevaba puesto ese día se lo regalaron sus padres. “No me costó decidirme. Fue el primero que me probé y le gustó mucho a mi madre. Aunque me puse diez más que yo misma elegí, como este ninguno. Ese día me acompañaron mi madre, mi hermana y la tita Loli. Fue algo casi improvisado que acabó genial. Yo no quería ver vestidos aún y salió todo redondo”, nos contaba. Muy cerca de él, sobre la cama, se encontraban todos los complementos y accesorios que luciría en uno de los días más importantes de su vida, entre ellos, aquellos con los que cumpliría con la tradición: algo viejo, nuevo, algo azul y algo prestado. La peina se la regaló Andrés Macías, el dependiente de la tienda donde adquirió su vestido. Los zapatos eran de color granate y con tacones de 10 centímetros de altura con colores brillantes. Entre todos los complementos, uno muy especial, los pendientes burdeos de su abuela, realmente favorecedores. Acertó plenamente. Era un conjunto sencillo pero muy elegante, como ella..

CON LOS SUYOS

Una vez maquillada, Marta se dirigió hasta el dormitorio para vivir un episodio muy ansiado, quizás el que más: llegaba el momento de ponerse su vestido de novia, pero no lo haría sola. Su madre, su hermana y su padre abrocharon los botones de mangas. Ellos colaboraron activamente en su puesta de largo. Parecían estilistas. Con mucha profesionalidad, dejaron a la novia con un look final impecable. Incluso la fotógrafa le echó una mano también. Cuando culminó el proceso, tuvimos ocasión de hablar con la protagonista. “¡Me encanta! ¡Es súper cómodo y me lo pondría todos los días!”, exclamaba feliz. En un día tan señalado, Marta echarían en falta a sus abuelas que no podía ni nombrarlas “A ellas les hubiera encantado compartir este día con nosotros. Aunque no estén físicamente, las llevo en mi corazón, hoy y siempre”, afirmaba.

Ahora sĂ, la novia aparecĂa reluciente en la estancia principal de la vivienda. Los piropos no cesaban. No era para menos. A la novia se le veĂa radiante a tan solo unos minutos de encontrarse con su futuro marido.

UNA SALIDA ESPECTACULAR

Cada uno de sus familiares y amigos que le acompañaban en su puesta de largo quisieron tener una imagen para el recuerdo con la que pronto se convertiría en una mujer casada, con la que en breve comenzaría una nueva etapa. Los primeros en posar con la estrella de la jornada fueron sus padres y hermanos que se mostraron felices y complacientes por lo que estaban viviendo. “Está preciosa. Se merece que todo salga tal y como ha planeado con tanto cariño y dedicación”, nos decían. Tras la sesión de fotos llegaba el momento de partir hasta lugar de celebración. Su padre habilitó una alfombra larga que llegaba desde el portal hasta el coche. En el recorrido, flores por todos lados. Una decoración a la altura de la situación. Todo estaba precioso. Su padre, junto a su amiga Anita y Ocaña, han sido los que más le han ayudado en la organización de la boda. Marta tenía muchas ganas de llegar a la iglesia y ver a todo el mundo. “¡Sobre todo al novio!, sentenciaba entre risas.

San Juan de los PANETES,

LA IGLESIA TESTIGO MUDO DEL ENLACE SAN JUAN DE LA PALMA

El lugar donde la pareja quería celebrar su unión matrimonial era la Iglesia San Juan de la Palma de Sevilla. Se trataba de un templo cristiano de estilo gótico-mudéjar, sede de la Hermandad de la Amargura. En su interior, la Virgen de la Amargura presidiendo el retablo mayor. Los novios estudiaron varios emplazamientos pero este resultaba idóneo ya que Marta pertenece a la Macarena y Félix, a Triana. Ambos son hermanos de la Hermandad de la Amargura y, por tanto, San Juan de la Palma era un punto intermedio y significativo para celebrar su boda. Cuando llegamos encontramos a muchos de los invitados en el acceso principal esperando con inquietud la presencia de los contrayentes. Los más previsores buscaban asiento en el interior. La iluminación, cálida y tenue, nos dejaba ver detalles decorativos que los novios habían dispuesto para embellecer y personalizar aún más el espacio: claveles blancos para el altar mayor y rojos para el altar del Cristo. También dos ramos de claveles blancos sobre dos columnas a ambos lados de la puerta interior de la entrada. Para los asistentes repartieron abanicos y pañuelos para lágrimas de felicidad.

La iglesia elegida por la pareja para la ceremonia es, sin duda, un lugar emblemático de la capital aragonesa situado muy cerca de la plaza del Pilar. En la imagen de la derecha, la torre octogonal queda reflejada sobre uno de los ventanales de cristal que se pueden encontrar en la calle Salduba.

El colorido de las pamelas y vestidos de las invitadas daban una luz especial al lugar. De igual modo decidieron habilitar una alfombra roja para aportar glamour y subrayar la importancia del acto del que estábamos a punto de ser testigos. El primero en llegar, tal y como manda la tradición, fue el novio, a las 11.40 horas. Lo hacía en un Mercedes, sonriente y relajado junto a su madre y su madrina que lucía un impresionante vestido verde de crep con algo de cola, peina de carey y mantilla marfil. Así de elegantes y sonrientes, novio y madrina desfilaron entre las miradas de afecto y complicidad de los suyos. Los acordes a piano y violín de la Salve Marinera de la Esperanza de Triana se convirtió en la banda sonora original de este instante mágico. Solo quedaba ver aparecer a la novia. Era cuestión de minutos.

Y LLEGÓ LA NOVIA

A la hora prevista, a las 12.00 horas en punto, la novia entraba en escena. Lo hizo en el Rolls Roice gris oscuro con asientos de piel beige conducido por Manu y en compañía de su padre Antonio que se mostró orgulloso y encantado desde un principio con la idea de llevar a su hija hasta el altar. Con suma delicadeza y consciente de lo que estaba a punto de desvelar, el padrino con traje azul y chalequillo de cachemir en tonos turquesa y azul, le abrió la puerta. Ella bajó sonriente del coche. A pesar del nerviosismo del momento, derrochaba felicidad. Marta se agarró fuerte al brazo de su padre mientras arrancaba la banda sonora de “La Misión”. El mítico tema de la película estaba interpretado por su cuñado Rodry que amaneció algo afónico con una pequeña faringitis que finalmente no le impidió cantar. La elección la hizo él mismo pocos días antes de la boda. Desde entonces la novia no para de escuchar el tema elegido para su encuentro con Félix.

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EL ENCUENTRO

El silencio y la expectación inundaban la sala. Marta hacía su entrada triunfal. El novio, emocionado, la esperaba en el altar en compañía de su tía. Ahora se les veía mucho más nerviosos que cuando estuvimos con ellos durante su puesta de largo. Los invitados fotografiaban a la novia y le piropeaban. Ella respondía a los halagos con una sonrisa en señal de agradecimiento. Delante de la protagonista, el cortejo nupcial compuesto por Laura, de 8 años, portadora de los anillos; Nubia, de 6 años, hija de su amiga Lidia, con las arras; María, de 17 meses iba de la mano de Paula, prima de la novia, que sostenía un bastidor de la abuela paterna de la novia que bordaron con un mensaje más que significativo. Tanto María como Laura, hermanas, son como sobrinas para la novia. Marta cuidaba de Laura cuando era un bebé. Ahora tiene la suerte de tener a María en su escuela ¡No podía estar mejor acompañada! Cada una de ellas con su función y con ropita a juego. Al encontrarse los novios se saludaron con dos tímidos besos en la mejilla. Fue un instante algo frío con los nervios del momento. Estaban más pendientes de María, que estaba llorando, y de la canción que de ellos mismos. “Si nos volviésemos a casar disfrutaríamos más de este instante”, nos confesaron los novios al término de la ceremonia que no tardó en arrancar. Manolo, tío de la novia, y su madre, se afanaban en colocar la cola del vestido.

en el ALTAR

Alfonso, sacerdote, consiguió desde un principio que todo resultase cercano, agradable y que novios e invitados se sintieran a gusto en este día tan señalado. La novia, que pertenece al cuerpo de acólitos de la Amargura, lo conoció en unos de los cultos de la Hermandad y le propuso llevar a cabo la homilía completa que le uniría en matrimonio. No fueron las suyas las únicas palabras dirigidas al matrimonio durante el acto religioso. Por el micrófono desfilaron familiares de la pareja que se prestaron encantados a proceder a las lecturas de pasajes bíblicos que habían preparado con ahínco desde que los novios les propusieron su intervención. Era un honor pero también una responsabilidad. Fueron tres los elegidos: Marta, Lucía y Alfredo, fichaje de última hora tras la baja de la hermana del novio que no quiso leer por miedo escénico.

UNA CEREMONIA EMOTIVA Y CERCANA

a ceremonia comenzaba a las 12.10 horas. En primera fila, junto a los novios, sus padrinos que escuchaban atentamente las palabras del sacerdote que se dirigía de manera cálida y cercana a los allí presentes, especialmente a los cónyuges. Era evidente el vínculo de párroco con la pareja. La música jugó un papel relevante a lo largo de la ceremonia. En ella pudimos escuchar temas en directo que amenizaron cada uno de los pasajes claves del enlace como el Ave María de Caccini interpretado por Gertrudis, tía de la novia y una compañera de la coral. Cada una de las melodías estuvieron acompañadas por violín y piano. Marta, madre de la novia, Lucía, prima y Alfonso, primo del novio, fueron los encargados de subir hasta el atril para poner voz a las lecturas bíblicas. Eran palabras de Dios cargadas de significado. Todos estaban pendiente de las reacciones de los novios. La temperatura era perfecta.

ARRAS Y ALIANZAS

Las alianzas eran de oro clásico de 3mm y pertenecían a sus abuelas. Así las tendrán con ellos para siempre. Las arras las componían 13 monedas que representaban los horóscopos. Fueron las mismas que emplearon los padres de la novia en su boda.

MARTA Y FÉLIX

UNI D O S PARA S I E M PRE Marta y Félix se pusieron en pie para recibir los votos matrimoniales, un paso que sellaba el profundo amor que se tienen y que no ha parado de crecer desde que se conocieron hace doce años. Un rotundo “Sí, quiero” salió de los labios de Félix prometiendo ser fiel a Marta “en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad para así amarla y respetarla todos los días de su vida”. La novia también respondió afirmativamente y sin contemplaciones. El compromiso de los contrayentes dio paso a dos símbolos que se convertirán en el recuerdo más especial de su unión: las alianzas y arras. En el

intercambio de las monedas la novia se confundió y dijo “Yo Félix, te entrego a ti...”, lo que provocó la risas de los presentes. Laura fue la encargada de llevarles los anillos que se los entrecruzaron sin mayor inconvenientes. Nubia hizo lo propio con las arras como representación de todas aquellos bienes materiales que Marta y Félix compartirían en el futuro. Las pequeños ejercieron su papel a la perfección y los novios realizaron el ritual sin incidentes. A continuación, el ya matrimonio se fundió en un beso que provocó el aplauso de los presentes.

LA BENDICIÓN del sacerdote Alfonso cerró una

ceremonia con misa completa que pasó como un suspiro.

LA FIRMA DE NOVIOS Y TESTIGOS

Al término de la ceremonia, los novios firmaron los documentos oficiales para dejar constancia y formalizar de esta manera el enlace. Marta y Félix posaron sonrientes ante nuestras cámaras mientras procedían a estampar sus rúbricas en los impresos correspondientes. Junto a ellos, procedieron los padrinos y testigos de la ceremonia: Loli, Antonio como padrinos y, como testigos, Anita, compañera de Marta, y Ocaña, amigo en común que hicieron lo propio dando fe de lo que acababa de ocurrir. Tanto Anita como Ocaña fueron cómplices de la pedida de mano de los novios así que nadie mejor que ellos para acometer este papel tan relevante. Se escuchaba una y otra vez los piropos a los contrayentes. Ellos saludaban a los suyos entre foto y foto sin objeciones. Estaban exultantes. A pesar de haber sido una misa completa, se hizo corta. “Ha sido algo sublime y perfecto. La iglesia y la Virgen de la Amargura estaban mejor que nunca, una belleza que, junto con el aroma de las flores, ha hecho todo mucho mas especial si cabe”, nos explicaban los novios. Eran sus primeras declaraciones convertidos en marido y mujer.

LLUVIA DE ARROZ, CONFETI Y PÉTALOS Los asistentes a la ceremonia formaron un amplio y colorido pasillo donde, por fin, hizo presencia la lluvia de confeti, pétalos y arroz de la que los novios intentaron resguardarse sin éxito. El cereal, símbolo de la prosperidad de la pareja, bañó a los recién casados entre la algarabía y vítores de los allí congregados.

sus PRIMEROS PASOS COMO MARIDO Y MUJER

Antes de salir los novios tuvieron un momento íntimo en el que hicieron un rápido balance de lo acontecido. Félix no paraba de sonreír mirando a su ya esposa, repitiéndole, una y otra vez, lo guapa que estaba. Se les veía mucho más relajados. Se notaba en sus caras y en su forma de hablar. Fuimos testigos de numerosos gestos cómplices y de cariño entre ellos. De este modo, y cuando la cola del vestido lucía por entero, estuvieron listos para salir, sin ser conscientes realmente de la gran avalancha de gente que les esperaba. Sonaba, solemne, la Marcha de la Amargura. Eran las 13.00 horas. Los recién casados aparecieron sigilosamente en el exterior tapando sus ojos para protegerse del arroz pero no había escudo posible porque los granos, pétalos y confeti llegaban desde cualquier ángulo. Después de las felicitaciones de amigos y familiares, los abrazos, los buenos deseos y augurios a la pareja los protagonistas se prestaron encantados a posar para nuestro fotógrafo. Sería su primera sesión oficial de fotos como marido y mujer. Ambos se adentraron en el vehículo que minutos antes había llevado a la novia. La situación ahora era bien distinta.

AMOR SÓLIDO

Los exteriores de la Hacienda Torrijos fueron el escenario en el que Marta y Félix quisieron tomarse las primeras fotografías como marido y mujer. Era un espacio bucólico y perfecto para ello. Allí, los recién casados pasearon eufóricos su amor, con un corazón que latía con fuerza después de lo que acababan de vivir y por lo que aún les esperaba. Tras más de 12 años de relación, Marta y Félix han decidido dar el paso y emprender una nueva etapa en sus vidas más unidos que nunca. Se conocieron en Huelva, en septiembre de 2006, siendo compañeros en la misma clase en un grado medio de informática. Era un aula plagada de chicos, mayoría aplastante frente a tres chicas. Poco a poco se dieron cuenta que tenían en común muchísimas cosas, la primera Sevilla y todo lo que ello conlleva. El 26 de enero de 2007 es la fecha en la que oficialmente emprendieron su relación, aunque hubo un paréntesis de casi dos años al año y medio de comenzar. “Cuando la conocí me impactaron sus ojazos y sus bonitos labios, además de que era sevillana. Con este denominador común podíamos compartir muchos momentos en nuestra ciudad”, relata el novio. Por su parte Marta confiesa que lo que le conquistó de él en un inicio fue su mirada y su voz, “que traspasa”.

“Marta es muy exigente y mandona. A veces tiene muy poca paciencia y se enfada con bastante frecuencia, sin embargo, evidentemente, pesa más lo bueno. Marta es como una tortuga: por fuera puede parecer muy dura, de hecho lo es, muy guerrera y luchadora pero por dentro es cariñosa, sobre todo en la intimidad y con los niños es increíble. Estoy seguro que va a ser la mejor madre del mundo.”

Ellos son Marta Ruíz Martín (29) y Félix Blanco Quintero (29).

Tanto Marta como Félix llevan viviendo juntos desde agosto de 2015. Desde entonces han cambiado hasta en cuatro ocasiones de destino. Empezaron en Triana y actualmente residen en el barrio sevillano de Pino Montano, en la calle Cortijo de LAS Casillas, 8. La novia es sevillana y trabaja como Educadora Infantil, una vocación que le ha llevado a abrir su propio centro. Félix nació también en Sevilla y es informático. Todos los que los conocen dicen que se complementan a la perfección. Ellos están de acuerdo. Su unión sigue intacta y con la misma fuerza con respecto al día que se conocieron, hace algo más de 12 años. Son amigos, amantes pero sobre todo, compañeros de vida que se entienden a la perfección sin apenas mediar palabra. Sus miradas lo dicen todo. Están hechos el uno para el otro. Ahora miran al futuro con optimismo. Es infinito, como lo que sienten el uno por el otro.

PEDIDA DEMANO Después de una semana llena de sorpresas, el novio engañó a Marta

diciéndole que se preparara para pasar un fin de semana fuera. Era un viernes de agosto. Cogieron el coche y Félix, tras dar un rodeo por la ciudad, aparcó en Triana. Se bajaron y fueron andando hasta el río. Allí esperaba un barco con música y con una mesa preparada ya con tapas clásicas para ser degustadas. Mientras estaban dando el paseo, dos cómplices, compañera de trabajo de la novia y un amigo, aparecieron con una pancarta en el puente de Triana que decía: “¿Quieres casarte conmigo?”. “Justo el día después de la pedida ya empezamos a pensar e imaginar cómo queríamos que fuera nuestra boda, a llamar haciendas, visitar y coger cita en la Iglesia”, nos aclaran. “De esta manera empezó la aventura de la boda, con el estrés y la alegría que ello conlleva”, sentencian.

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“

Félix me da mucha tranquilidad y confianza algo que necesito en mi día a día”

Marta me aporta mucha seguridad. Ella va un paso por delante cuando aparecen los problemas y tira de mí. Me da mucha confianza y a veces paz, porque en otras ocasiones es de las que están todo el día discutiendo pero así es ella y la quiero tal y como es”

“

“Félix es expresivo, muy alegre, con un carácter un tanto especial. Cuando se tuerce, se tuerce. Tiene sus límites inquebrantables”

HACIENDA Tierra Blanca EL ESPACIO ELEGIDO PARA CELEBRAR SU CÓCTEL Y BANQUETE ERA UN LUGAR muy acogedor LLENO DE ENCANTO Y EN PLENA NATURALEZA

Mientras el matrimonio nos hablaba sobre su historia de amor durante la sesión de fotos, sus invitados disfrutaban de un cóctel delicioso de bienvenida compuesto entre otros por surtido de canapés fríos y sándwiches, cono de ensaladilla, cóctel de marisco, piruleta de foie, salmorejo, chicharrón de Cádiz, mini hamburguesa, brocheta langostino con guacamole, pollo al curri con mostaza y miel, morcilla con piñones, twister de langostino, dátiles con beicon, cazuelas de arroz negro, bacalao, pisto con huevo y amplios córner de quesos y fritos con croquetas, adobo y tortillas de camarones. Llegado este momento lo único importante era disfrutar. La ubicación no podía ser mejor. La temperatura,

ideal. Alrededor de las mesas de cóctel los invitados se repartían en grupos mientras disfrutaban de la comida y bebida que no paraban de circular de mano de los camareros. La velada discurría entre risas y buena conversación cuando aparecieron los novios. Los protagonistas llegaron al banquete en coche con una sonrisa de oreja a oreja y al ritmo de “Hasta mi final” de Il Divo. Todos los flashes estaban preparados para dejar constancia de su llegada. Eran las 15.15 horas. Marta y Félix cogidos de la mano, entraron bajo la atenta mirada de los presentes que dieron paso a reencuentros, besos y abrazos multiplicados que emocionaron a más de uno.

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Aprovechamos este momento de distensión para hablar con algunos de los invitados. Queríamos que nos contasen cómo estaban viviendo esta jornada y que nos dijesen algunas palabras sobre el matrimonio. Si algo nos llamó la atención fue que al hablar de la pareja a casi todos se les saltaron las lágrimas mientras hacían hincapié en lo buenas personas que son y en lo guapos que les veían en este día. Algunos no podían ni terminar de hablar. Coincidieron en desearles lo mejor en esta nueva etapa que comenzaban y que siempre estarían a su lado para lo que necesitasen.

FAMILIARES Y AMIGOS DISFRUTARON DE UNA celebración INOLVIDABLE los novios aprovecharon para hacerse fotos con los invitados El ambiente era inigualable y así de orgullosos presumían de felicidad todos los invitados. En grupos, los familiares y amigos posaron junto a los novios en lo que se convertiría en un recuerdo inolvidable de este día tan especial. Entre conversación, felicitaciones y buenas palabras, los recién casados fueron recorriendo el cóctel para poder disfrutar de cada uno de sus seres queridos. Marta y Félix tenían muy claro que no solo ellos eran los protagonistas, sino también todos los que habían querido acompañarles en uno de los días más importantes de su vida. “Solo esperamos que disfruten porque hemos preparado esto para ellos, para que estén bien y recuerden este día siempre”, afirmaban.

LAS INSTANTร NEAS no dejaron de sucederse a lo largo del cรณctel.

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un menú

delicioso

Marta y Félix se decantaron por una comida riquísima basada en la cocina tradicional con toques innovadores que hizo las delicias de los paladares más exigentes. Los novios estuvieron rodeados de más de 150 invitados entre familiares y amigos que no quisieron perderse esta unión tan esperada. Todos disfrutaron de lo lindo de un banquete pensado para cada uno de ellos. El catering fue elaborado por la propia hacienda. El convite estuvo compuesto por cuatro platos que hicieron las delicias de los paladares más exigentes. En una elegante minuta se descubrió el festín gastronómico.

50 44 ENTRANTE: Gambas y Chacina ibérica.

ENTREPLATO: Sorbete de limón.

con mucho gusto

El salón era espectacular en sus dimensiones. La temática sevillana de la boda quedó latente y de manifiesto tanto en la decoración como del seatting plan. Aquí, cada asistente podía encontrar su lugar asignado. La composición de las mesas era muy sencilla, vestida con mantelería en color beige sobre burdeos así como coquetas y cómodas sillas en sintonía con el conjunto. En el centro dela mesa, un candelabro y un presente recuerdo de este día para cada uno de ellos: un saquito con incienso Tres reyes y Gótico con su correspondiente pastilla de carbón. Ambos se confiesan muy cofrades por lo que no había regalo más adecuado. Dado que los novios se sentaron solos en la mesa presidencial, la familia más cercana se ubicó a ambos lados. Por su parte, amigos y compañeros de trabajo en las mesas centrales. Acudieron al protocolo nupcial con los invitados de la novia y novia a izquierda y derecha. Fueron 16 mesas en total..

PRINCIPALES: Carrillera de cerdo ibérico con patatas panaderas y salsa al Oporto.

DE POSTRE: Tiramisú y Tarta de Soufflé de Limón.

UN BANQUETE DE LO MÁS ANIMADO Rosa, la mejor amiga de Marina y Esther, hermana de Alejandro, preparadas para mostrar su videofriend. Un gran trabajó que logró su objetivo: emocionar a los novios y, de paso, a todos los presentes.

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CUMPLEAÑOS

Nada podía hacer sospechar a Alzhara que su prima Lorena tendría el detalle de preparar una tarta temática especial por coincidir su 30 cumpleaños con el día de la boda. La novia, siempre detallista, encargó una tarta de fondant que recreaba una montaña que estaba siendo escalada por una simpática rubia con cierto parecido a Alzhara. Este bonito detalle emocionó a la cumpleañera quien no pudo evitar lanzarse a los brazos de los novios.

UNA TARTA PARA LOS MÁS GOLOSOS

donde se celebraría el banquete estaba repleto de invitados Evidalquesalón ocuparon sus asientos a la espera de que la mesa principal cobrara con los protagonistas de la jornada. A las 16.00 horas y al ritmo de la marcha nupcial que se vio de manera inesperada interrumpida por unas sevillanas de los Cantores de Híspalis, los novios entraron al salón. Llegaron los últimos, como manda la tradición, y con muchas ganas de marcha. Algunos de sus invitados se levantaron en un baile improvisado que se desplegó por todo el espacio. A la fiesta se unieron, cómo no, gran parte de los asistentes ¡Lo dieron todo! En pocos minutos el salón era un ir y venir de camareros y platos. Todos coincidían en lo bueno que estaba todo. Brindis, risas y mucha alegría. La comida trascurrió, tal y como habían deseado nuestros novios, de lo más animada. Una cita con las personas más importantes de su vida con la que festejaron su amor.

BRINDIS

Durante el banquete, el equipo de Exclusiva paseó por el salón, mesa por mesa, para captar las mejores instantáneas de los comensales. En este nuevo espacio tampoco nadie puso obstáculo alguno a dejarse inmortalizar por nuestras cámaras, más bien todo lo contrario. Durante la cena fueron varias las ocasiones en las que los invitados reclamaron un beso a los novios. Una demanda que no puede faltar en cualquier banquete que se precie. Toda una tradición a la que Marta y Félix sucumbieron encantados. El ambiente era único, íntimo y muy familiar. Los amigos de del matrimonio no podían dejar pasar la oportunidad de felicitar a los contrayentes por la emotiva ceremonia y, por supuesto, por el lugar elegido para la celebración.

Para los novios, la presencia de cada uno de sus invitados era clave. Era un número importante, 150

asistentes, llegados desde Sevilla, Huelva, Madrid, Barcelona y Londres pero como bien subrayaban los novios: “No hay ningún compromiso. Todos los que nos acompañan son importantes para nosotros. Estamos encantados con que estén aquí en un día tan destacado”, nos decían. Las muestras de cariño y los gestos de complicidad hacia la pareja fueron una constante.

Una imagen vale mĂĄs que mil palabras. Marina y Alejandro, bailando como dos tortolitos o...Âżcomo dos patitos?

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UNA TARDE LLENA

DE S O R P RESAS que se cruzaron entre invitados y novios a lo largo de la velada con la FE CRISTIANA como denominador

Los novios son, además de generosos, dos personas muy agradecidas. Desde el inicio de su relación el apoyo que han recibido de algunos integrantes de su familia ha sido incondicional. Conscientes de este fenómeno, algunos invitados quisieron homenajear a los recién casados para agradecerles su dedicación y cariño constantes. En primer lugar fue Pruden quien se dirigió a la mesa presidencia. El vecino de la novia y gran amigo de la familia le hizo entrega de un cuadro con una imagen realizada por él mismo en pan de oro de la Virgen de la Amargura, un detalle que Marta lleva reclamándole desde que tiene uso de razón.

Otro amigo, Juanfran les sorprendió con otro cuadro, en este caso con la imagen de las dos Esperanzas, la de Triana y Macarena mirándose entre ellas. Así no crearía conflicto en el matrimonio teniendo en cuenta que Marta es de la Macarena y Félix, de Triana. Como no hay dos sin tres, Kofi y Ocaña le regalaron otro cuadro también cofrade, en esta ocasión un ancla de Triana, una pluma de armao, un escudo de cada Hermandad así como una foto con los dos vestidos, cada uno de su banda. Los novios se quedaron perplejos ante los detalles de sus seres queridos. “Son los mejores”, nos decían con la mirada emocionada.

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MUY

DULCE Los novios quisieron cumplir con la tradición que aún sigue muy presente y vigente en la mayoría de las celebraciones nupciales: el corte de tarta. En su caso era una impresionante tarta de tres alturas elaborada con soufflé de limón que estaba para chuparse los dedos, de hecho muchos los hicieron. Marta y Félix se pusieron en pie y cogieron el sable para proceder al corte abriendo así el turno del postre. Lo hicieron bajo la atenta mirada de sus invitados que no pudieron evitar aplaudir este momento imprescindible en un banquete. Se escuchaba a Marc Anthony. El brindis no se hizo esperar.

BAILE

Tras tanto comer, beber y reír ahora tocaba ¡¡bailar!! Pero primero les tocó a ellos, evidentemente, a nuestros protagonistas, que dejaron a todos los presentes boquiabiertos con el baile de apertura que habían preparado, especialmente la novia que no sabía nada de lo que le esperaba. Marta no había organizado nada para el baile. Félix le dijo que confiara en él y llegado el momento, ella se dejó llevar. Empezaron bailando un vals pero uno de los integrantes del grupo musical que amenizaba la velada, interrumpió diciendo que estaban en Sevilla, en Feria y que tenían que bailar unas sevillanas. El novio, haciendo un gran papel, se negó rotundo. Los invitados lo animaron y vitorearon hasta que finalmente accedió. Marta si sabe bailar sevillanas pero Félix, no. Sin ella saberlo, se apuntó a un curso intensivo en la Academia de Alba Ortiz para sorprender a su mujer con unas sevillanas bailadas como Dios manda interpretadas en directo por el grupo. Era una composición propia de Enrique Casellas. Durante el baile el novio se lió un poco con la cola de la novia que a veces la recogía y otras, con salero, la derramaba sobre el suelo. El novio defendió las cuatro partes a las mil maravillas. Con esta sorpresa mayúscula para la novia y para muchos de los asistentes, se abrió la barra libre. La canción para este emocionante instante fue una muy especial para la pareja, “Pecados de amor” que, sin duda, es una de las más significativas del grupo que amenizó la velada.

SECUENCIA COMPLETA:

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Así comenzaron a bailar, mirándose a los ojos, muy cerca el uno del otro y pensando en la vida unida y feliz que les esperaba. Ambos reían sin parar. Fue un momento lleno de magia y, sobre todo, de mucho amor y complicidad. Con todos los invitados observándolos y fotografiándolos en la zona de baile habilitada, Marta y Félix demostraron, en compañía de los suyos, su amor y su gran sentido del humor. Al término del baile nupcial se sumaron los padres del matrimonio. Sin duda, el broche de oro. Fue entonces cuando a los recién casados les rodearon familiares y amigos con el que les demostraron todo su cariño.

UNA FIESTA INOLVIDABLE 56

Tras el baile de apertura, la fiesta siguió y ya no paró hasta bien avanzada la tarde. Eran las 19.30 horas. En la pista ya estaba todo listo: un espacio diáfano en el que el matrimonio tenía reservada alguna que otra sorpresa como photocall, DJ, animador, recena de pizza y montaditos, libro de firmas y cómo no, el grupo de música en directo con sevillanas y la mejor rumba. Los invitados no podían esperar más para arrancarse. Así que, poco a poco, fueron sumándose al baile, que, diez minutos más tarde, ¡parecía un festival! Las ganas de fiesta eran evidentes y nadie se quedó sin pisar la pista de baile. El disfrute fue general. Los recién casados bailaban a gusto y compartían risas con los suyos. Grandes y pequeños celebraban su amor.

Rosa, la mejor amiga de Marina y Esther, hermana de Alejandro, preparadas para mostrar su videofriend. Un gran trabajó que logró su objetivo: emocionar a los novios y, de paso, a todos los presentes.

CUMPLEAÑOS

CUMPLIENDO LAS EXPECTATIVAS “La boda ha sido perfecta. Excepto algunos cambios de última hora insignificantes, todo ha salido según lo esperado. Hemos visto en las caras de los invitados que se lo han pasado en

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grande. Además, así nos lo han transmitido. Todo ha pasado muy rápido. Si no fuera por lo que cuesta, nos volveríamos a casar año tras año”, declaraban los novios poco antes de marcharse.

UNA TARTA PARA LOS MÁS GOLOSOS

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CUMPLEAÑOS

UNA TARTA PARA LOS MÁS GOLOSOS

El novio, durante la barra libre, fue llamado por el grupo y subió al escenario. Todo estaba ensayado y preparado. Cantó cuatro sevillanas, las dos primeras las compuso él expresamente, y hacía alusión a la Pedida: “Entre Sevilla y Triana, donde yo te lo pedi...”, cantaba. Las dos siguientes fueron dos sevillanas muy bonitas que hablaban una de Sevilla y la otra de Triana, de su Triana.

QUE EL RITMO NO PARE

Ahora sí, tras tantas emociones y sentimientos compartidos, los novios dieron rienda suelta a la diversión. La fiesta estaba muy animada con canciones y melodías de la tierra que llenaban la pista de baile de alegría y júbilo. Los novios disfrutaron enormemente de una jornada cargada de sorpresas y de momentos emocionantes e inolvidables.

Tres días más tarde, emprenderían un tour que los llevaría a Croacia, Bosnia y Eslovenia. “Hemos elegido esos destinos porque teníamos claro que queríamos hacer recorrido en bus, nada de cruceros, ni de cruzar el charco. Yo ya he viajado anteriormente por Europa y desde la agencia me recomendaron estos países por su combinación atractiva de cultura, naturaleza, ciudades y capitales”, nos explicaba la novia. En los países del Este vivirían con pasión su Luna de Miel.

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A las 23.30 horas, mientras sonaba en el recinto marchas de Semana Santa, novios e invitados salieron de la Hacienda alumbrada para la ocasión con candelabros y cirios. El fin de fiesta no podía ser de otra manera. Desde el equipo de Exclusiva os deseamos todo lo mejor. ¡Sed muy felices! .

¡Sed muy felices!