POR: GARY MCKECHNIE
E
n julio de 2014, el célebre chef Norman van Aken, creador de la cocina estilo New World y chef de Norman’s en el Ritz-Carlton Grande Lakes de Orlando, convocó a una reunión especial en el East End Market de la ciudad, conocido por los residentes como “el mercado de barrio y eje culinario del área”. Algunos de los nombres más reconocidos del ámbito culinario floridano llegaron desde el centro de la Florida: Hari Pulapaka del restaurante DeLand’s Cress, Brandon McGlamery de Luma en Park y Prato en Winter Park, Kevin Fonzo de K Restaurant y Kathleen Blake del Rusty Spoon en Orlando, todos semifinalistas ‘Best Chef’ del James Beard Foundation. Ellos y otros chefs, granjeros, proveedores de mariscos y artesanos del área de Orlando estuvieron presentes para incluir sus firmas en el Greater Orlando Food
De la granja a la mesa en Orlando En gastronomía, no todo es comida rápida y producción en masa. En Orlando, un grupo de chefs reconocidos internacionalmente se reunieron con granjeros, proveedores de mariscos y artesanos para crear una propuesta culinaria basada en ingredientes locales y diseñada para reunir a amistades, familias y a la comunidad.
Leaders Alliance (goFLA) Manifesto, un compromiso de 350 palabras y ocho puntos cuyo objetivo era poner un freno a la comida rápida. Acordaron que las comidas que prepararían serían a base de ingredientes locales y diseñadas para reunir a amistades, familias y la comunidad. “Nos comprometemos a promover la abundancia que proviene de la tierra, los océanos y los productores del centro de la Florida, y a desarrollar maneras ori-
ginales de usar los ingredientes de la región”. El interés de regresar a una gastronomía local data de 1986 con el comienzo del movimiento International Slow Food, que se enfocó en el cultivo y la preparación de platos regionales con cosechas, semillas y ganado de la localidad. Los chefs, críticos de comida y comensales consideraron que su región representaba los me-
jores aspectos de la filosofía de la granja a la mesa. En cierto modo declaraban que Orlando era el epicentro del movimiento estatal en pos de la cocina lenta. “Orlando está a un tiro de piedra del pescado fresco que se pesca en el Golfo y el Atlántico”, dijo Kathleen Blake, quien inauguró The Rusty Spoon en 2011. “Estamos rodeados de decenas de granjas propiedad de familias, donde puedo conseguir productos orgánicos. Lo único que tengo que hacer es mirar a mi alrededor para encontrar carne y aves frescas”, añadió. Para apreciar hasta dónde puede llegar Blake con el fin de preparar platos de una mane-
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