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Circunvalación

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Lázaro Cárdenas

Lázaro Cárdenas

Crónica

Hasta ahora los estudios sobre contaminación del aire se enfocan en las partículas que se miden en micras, pero no en las que miden nanómetros.

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conductas y el desempeño de los niños, adolescentes y adultos jóvenes.

La investigación apoya la idea de que la exposición a nanopartículas debería incluirse en cualquier evaluación del perfil de riesgo neurodegenerativo de los individuos expuestos, ya que independientemente del portal de entrada, la exposición crónica a nanopartículas altamente toxicas induce estrés oxidativo y neuroinflamación.

El control de las fuentes de emisiones de partículas finas menores a 2.5 micras y a las nanopartículas debe de ser un meta urgente para la protección de millones de habitantes que residimos en el área metropolitana de la CDMX. Nadie está exento de los efectos negativos de los contaminantes, independiente de la edad, el sexo o el estado socioeconómico y como se ha publicado por numerosos investigadores, el control de los vehículos pesados (diesel) debe de estar incluido en la lista de emisores contaminantes graves.

La presencia de nanopartículas conteniendo metales neurotóxicos en áreas de suma importancia en el cerebro de los capitalinos, es una muestra más del daño severo que están sufriendo los residentes de la Zona Metropolitana de la CDMX con las exposiciones sostenidas de PM2.5 a niveles muy por encima de los estándares de la EPA en los USA y ciertamente de la OMS. El daño cerebral es severo y muy probablemente es irreversible con consecuencias graves a corto y a largo plazo, es la conclusión del equipo multidisciplinario participando en este trabajo. multinacional de científicos de Estados Unidos, México e India señaló la presencia de nanopartículas ricas en hierro en células cardiacas humanas.

La presencia de esas partículas está vinculada a la exposición de contaminantes y puede acelerar el proceso de isquemia, producir vasoconstrucción y daño severo isquémico del miocardio, es decir, infarto al miocardio. Esto enfatiza la necesidad de priorizar el control de la contaminación del aire por partículas.

La investigación titulada “Nanopartículas magnéticas de contaminación atmosférica derivadas de la combustión —y la fricción— en corazones humanos”, fue publicada en la revista científica Journal research.

En este esfuerzo participó un equipo multidisciplinario de la Universidad de Montana, Instituto Nacional de Pediatría, Instituto de Estadística de la India, Hospital HMG de México, Universidad Nacional Autónoma de México, Universidad de Virginia, Universidad de Oxford, y el Centro de magnetismo ambiental y paleomagnetismo, Lancaster Environment Center, Universidad de Lancaster.

En la investigación analizaron 72 corazones humanos provenientes de autopsias a personas fallecidas de entre 9 y 24 años; 63 de ellos eran de residentes de la zona metropolitana de la Ciudad de México y 9 controles de quienes vivieron en áreas con menos contaminación.

La exposición a nanopartículas debería incluirse en cualquier evaluación del perfi l de riesgo neurodegenerativo

Descifran por qué los machos de hormigas y abejas no tienen padre

Una hormiga.

Investigadores presentaron la primera evidencia empírica que respalda una hipótesis sobre la evolución de la haplodiploidía, el raro sistema de determinación del sexo propio de hormigas o abejas.

El sistema de determinación del sexo más familiar es el sistema XX/XY, en el que las hembras tienden a tener un par de cromosomas sexuales X y los machos tienen un X y un Y. En muchas especies (como los humanos), un espermatozoide y un óvulo, células haploides que cada uno contiene una sola copia de material genético que incluye un solo cromosoma sexual; se unen para crear un individuo diploide con dos copias de material genético.

Sin embargo, en la haplodiploidía, las hembras siguen el sistema óvulo-espermatozoide mientras que los machos surgen solo de un óvulo. Esto significa que los machos solo tienen la mitad de la información genética de sus contrapartes femeninas (toda de su madre).

“Hay una especie de rompecabezas fundamental en biología, que es ¿cómo es que hay cosas raras?”, explica en un comunicado el autor del estudio Scott Roy, profesor asociado de Biología en la Universidad de San Francisco State. “O la cosa extraña evolucionó en un solo paso o tuvo que haber sucedido en una serie de pasos, cada uno de los cuales fue aceptado por la evolución”.

El problema es que es difícil explicar la transición evolutiva del sistema de determinación del sexo más familiar a la haplodiploidía, dice Roy. Dado que los machos haploides tienen menos material genético y no tienen genes paternos (lo que reduce la diversidad genética), esperaríamos que tuvieran menos posibilidades de supervivencia. Entonces, ¿cómo han mantenido las especies a los machos haploides?

La clave podría estar en los conflictos intragenómicos (es decir, conflictos entre diferentes genes dentro de un individuo) que desestabilizan los sistemas genéticos y promueven el origen de nuevos sistemas (como la haplodiploidía). De acuerdo con esta hipótesis, los genes vinculados al cromosoma X del padre podrían estar sesgando la producción de espermatozoides para producir más espermatozoides que contengan X, lo que daría lugar a más hijas (XX) que hijos. Si es así, esto podría impulsar la producción de machos haploides para reequilibrar la proporción de machos y hembras. Los investigadores sospechan que esto sucedería en presencia de un cromosoma X más grande.

“La idea de que el conflicto entre genes en un solo organismo podría estar impulsando la evolución ha existido por un tiempo. Pero hasta la fecha hay muy pocas o ninguna prueba empírica al respecto”, dijo Roy. (Europa Press).

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