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■ MAR DEL PLATA ■ DOMINGO 21 DE NOVIEMBRE DE 2010

IDA Y VUELTA: cultura@lacapitalmdq.com.ar

ALBERTO FUGUET ANALIZA SU LIBRO “MISSING”

“Está muy claro, lo que yo hago es cultura pop” En lo que constituyen sus declaraciones más polémicas desde el inicio de su carrera literaria, el escritor chileno arremete sin piedad contra las anquilosadas estructuras sociales en una charla en la que desnuda sus verdaderas pasiones. por Gabriel Imparato

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ientras en Chile en estas horas el autor promociona la salida de su nueva publicación “Aeropuertos”, horas antes de brindar un nuevo bebé literario a sus conciudadanos, el exitoso escritor chileno Alberto Fuguet recaló en Argentina para promocionar su popular novela “Missing”, una visita que lo tuvo durante varios días encerrado en el piso 14 de la Editorial Alfaguara. Fue justamente esta editorial la que lo trajo al país para realizar algunas entrevistas promocionales. Visiblemente harto del verso que significa la estructura de las coproducciones fílmicas con España, o disgustado con las mafias que dominan algunas zonas del continente, Fuguet admite que no son sanos los celos en el mundo literario y también desnuda su pasión por el sinforock o su faz progresiva. Entusiasmado con la reciente visita de Rush, el literario trasandino recaló en su país para entrevistar a los músicos de Sur-H, una banda tributo como germen para un nuevo trabajo literario. Divertido y con un entusiasmo inagotable, el autor de “Missing” dialogó de manera extensa con este medio, charla que deparó estas apreciaciones: -¿Qué injerencia cultural tuvo

en su faz literaria haber vivido en los Estados Unidos y cómo congenió después su rol de escritor con el de periodista entre ambos contextos sociales? -Vivir en Estados Unidos me cambió menos de lo que la gente cree, pero si sé que no sería escritor si me hubiese quedado en Norteamérica, sí se dio en Chile tal vez fue por una necesidad al no saber castellano, fue más un problema de idioma

más que una cuestión de pasión, pues en realidad mi pasión fue el cine. Me crié viendo televisión, no soy un escritor que se crió sólo leyendo libros o textos antiguos. En Estados Unidos yo esperaba al “Mesías” y poco a poco me fui dando cuenta que América latina se fue volviendo muy norteamericana. Chile en realidad se portó muy bien conmigo, pues más que cambiar yo, los que cambiaron fueron ellos.

Está claro que en su momento Chile estaba en blanco y negro, era la época en que las series color se veían así en USA, “Tiburón” llegaba a Chile un año y medio después del estreno mundial, ahora no sólo somos parte de la aldea global sino que estamos influenciados por la cultura norteamericana. En esos tiempos y con mi otro rol, descubrí que lo más importante de un periodista es la curiosidad y que uno ade-

más es un testigo privilegiado de lo que está ocurriendo, eso es la materia prima de uno, es una ventaja y me separa de mis colegas que tienden a ver al periodismo como algo de segunda. Con un presente en perspectiva, a mí hoy me interesa ver el ahora, eso es muy de periodista. -¿Qué significaba antes la cultura pop y cómo encaja ella ahora al contemplar todo lo ocurrido? -De chico en los Estados Unidos advertí que no tenía capacidad de cuestionamiento, era aire que respiraba, pero aquí en Chile vi que había “distintos tipos de brisa”, pero lo que menos había era la cultura pop norteamericana. Sí estaban la cultura mexicana muy trash con Televisa que no me gustaba nada, pero también Argentina influía ahí con Andrea del Boca. Por suerte la cosa se puso más cool con la llegada de Soda Stereo, pero antes Del Boca era como una Shirley Temple latinoamericana. Estaba Europa y la pelea de la cultura progre, pero ahora todo es cultura pop y todo está dividido en miles de nidos, es cultura pop y se volvió algo genérico. Estados Unidos mueve la maquinaria de cultura a pesar del cambio que hay, pero es indudable que la étnica le copó la parada. Lo que yo hago es cultura pop, me dedico muy fuerte a ella. Está claro que escribo para el que lee libros, no creo que los celulares, el I-Pad o los mails sean el final de la literatura, siempre parece que la literatura se termina y hay miles de enemigos, en México explotó el asunto por otro lado pues twiitearon el libro, algunas frases y es increíble como eso me ayudaba a difundirlo. Estando allá, como ocurre en una parte del año cuando me alejo de casa, apelo a las imágenes para equilibrar las cosas, ahora son las series de mi vida, cuando necesito orden mental y seguridad, estando muy lejos de mi familia, busco refugio en las series y ahora estoy con Los Soprano, paso que nunca la había visto, sentía que ya no tenía edad para no seguir viéndola, me sentía muy culpable y ahora terminé la tercera temporada. (Continúa en página 4)

Las 8 preguntas para Marcelo Gobello(*)

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¿Qué error le molesta más advertir en un texto literario y cuál es el último que halló en el libro que está leyendo o que acaba de leer? -Lo que más me molesta son las malas traducciones: cuando terminé de leer las obras completas de William Shakespeare en su idioma

original me di cuenta que una muy importante y prestigiosa editorial española me había estafado durante años. La traducción no sólo era mediocre sino que tergiversaba gran parte del contenido de obras capitales ¡como el mismísimo Hamlet!

(*) Marcelo Gobello es periodista, escritor y gestor cultural. Trabajó en medios gráficos como "Cerdos & Peces", "Gente", "Rock & Pop" y en otros de España e Inglaterra. Está especializado en música, cine y cultura de masas. Escribió guiones de comics para la mítica Editorial La Urraca (Humor y Sex Humor) y para documentales. Algunos de sus libros son “El Alarido de la mariposa” (poesía) 1986, “Jim Morrison, Un jinete en la tormenta”, 1990, “The Beatles - Retrospectivo”, 1990, “1977, La Revolución Punk”, 1991, “Guns & Roses, nacidos para ser salvajes", 1991. Su último libro es “Medio siglo con Los Rolling Stones”, 2010.


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CARACTERIZA A UNA NOVELA DE IMPARABLE EXITO DE VIVIANA RIVERO

Una trama bien urdida Es y será la muerte

‘Secretos bien guardados’, cuya primera tirada se agotó en Córdoba en quince días y va por la sexta edición, llega a Buenos Aires con una historia de amor ambientada en el hotel Edén de La Falda, que albergó a personajes ligados al nazismo.

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a c o r d o b e s a Vi v i a n a R i v e r o cuenta “soy abogada y jamás me imaginé escribiendo una novela y menos histórica. Mi mamá siempre decía: ‘tarde o temprano te atrapan las pasiones‘, y a mí me pasó ahora...”. Sin ajustarse demasiado a las reglas de la novela histórica, Rivero incluye un apéndice histórico al final del libro para explicar hechos y situaciones cuya explicación dentro de la trama le hubiera quitado agilidad al relato. El libro comienza en la época actual con una joven que viaja de la Argentina a España y a través de amigos de su abuela fallecida recibe un sobre en cuyo interior hay una serie de escritos reveladores de un secreto de familia, transcurrido durante la Segunda Guerra Mundial, desarrollado en parte en el hotel Edén. Un escrito que revela el pasado de su abuela, Amalia Kiev -hija de un matrimonio judío- y el vínculo que la une con Marthin Muller, un diplomático alemán que busca repatriar a los marinos nazis, obligados a desembarcar en Montevideo del acorazado alemán Almirante Graf Spee. El barco, que había llevado a cabo una lucha en aguas del Río de la Plata contra tres flotas británicas a fines de 1939, fue llevado por su capitán, Hans Wilhelm Langsdorff al puerto de Montevideo. EL ESCENARIO El escenario del hotel Edén, fundado en 1898, que ha sido elegido en varias oportunidades para enmarcar diferentes historias, además de las leyendas que rodean la propia, fue sin duda un acicate para los lectores cordobeses. “El hotel serrano era famoso no sólo por el lujo y el servicio sino también por las personalidades que de continuo albergaba: presidentes, artistas como Rubén Darío, príncipes europeos y el propio Albert Einstein lo habían visitado”, describe la narradora en el libro, recién publicado por Emecé. Luego de su época de esplendor, situada entre la década del 30 y co-

Por Sebastián Chilano sebastianchilano.blogspot.com

Viviana Rivero.

mienzos de los 40, el hotel comienza un período de decadencia que no tendrá retorno, quizá por el hecho de que sus dueños apoyaron al gobierno nazi y el establecimiento terminó por cerrar sus puertas. “Desde donde estoy veo el hotel, está semidestruido pero se lo ve imponente, majestuoso, bello a pesar de todo. Puedo imaginar con detalle su antiguo esplendor”, escribe Rivero. “La idea de situar la historia en el hotel surgió después de una visita que hice con mi familia, se trató de ‘un amor a primera vista‘“, reconoce sobre este lugar “mágico, lleno de historias y fotografías que me transportaron a otra época”.

original fue buscarle una trama inesperada para que los protagonistas estuvieran dispuestos a hacer grandes cambios en sus vidas por un sentimiento que hiciera trastabillar todo lo que habían aprendido de chicos”, apunta Rivero, quien fue productora y conductora de programas de televisión. Y con esa premisa, la novel autora arma una historia que tienen todos los ingredientes de un folletín, donde los personajes se debaten en medio de pasiones, equívocos y situaciones límites sin tregua en un vértigo que logró alterar el ritmo de la siesta cordobesa ■

EPOCA DE GUERRA Antes de sentarse a escribir, Rivero investigó “la época de la guerra, lo que pasaba en el hotel entonces, acerca de la cultura judía, realizó una exégesis de los diarios locales (La Voz del Interior), además de revisar el lenguaje, leer boletines de la marina mercante y estudiar la flora y fauna en común entre La Falda y Alemania. “Mi idea

–La experimentación en humanos es riesgosa –dijo René Conforti. –Depende en qué... –quiso hablar Márquez. –Te lo digo yo que traté de salvar a mi padre y sólo logré que su alcoholismo lo dejara ciego. –La experiencia personal confunde. No se puede comparar tu intento individual con estudios aleatorizados de fase 4 multicéntricos... Al menos vos querías salvar a tu padre, el profesor Ham sólo quería la fama... –Mirá que el profesor Ham siempre se negó a experimentar en humanos –volvió a interrumpir René Conforti–. Si lo hizo, debió ser porque encontró resultados irrefutables. –O su hija lo incentivó –arriesgó Márquez. –¿Qué querés decir? –se inquietó René Conforti. –La belleza de una mujer no se mira, se siente en su perfume –dijo Márquez. –¿Conociste a la señorita Hem? –Jamás la vi. Pero sí conseguí sus fotos. Las fotos (las pocas que hay) son de tamaño natural y de ellas emana su esencia de mujer. La hija del profesor Ham era morena, casi negra, pero no tanto, y tenía los ojos rasgados pero menos que un oriental, con el pelo lacio y perfecto. Al menos tres razas fueron mezcladas para producir esos rasgos perfectos por donde se los mirara. No debió padecer ningún tipo de sufrimiento fetal al momento del parto, por eso creo que era tan perfecta. –Siempre me dan tristeza los partos –confesó René Conforti–. No me gusta pensar que cuando los niños nacen se quema el útero artificial en que crecieron. Sé que es el procedimiento de rutina. Yo mismo lo vi. Los neonatos caen del útero artificial en la incubadora donde queda suspendido en el líquido amniótico recombinado con más de seis mil ochocientos quince virus mortales aislados desde la instauración del Código Sanitario, y luego se quema el útero, mezclándolo con el líquido recombinado, donde los padres agregan las esencias que le darán el olor particular al recién nacido. Ese olor se lleva en la piel toda la vida, hasta la depresión final. –Mi mujer, que fumaba a mi lado cuando nació nuestra primera hija, no se decidía por ningún perfume –confesó Márquez. –¿Tiene hijos? –preguntó René Conforti. –Dos. Los dos tienen un perfume espantoso. Supongo que por culpa del olfato atrofiado de mi mujer... nos separamos hace años, después de mi éxito con los ácido ribonucleicos, se lo digo porque supongo que era su siguiente pregunta... ¿Y usted, Conforti? ¿También tiene hijos? –No. Nunca me casé. Siempre viví para mis padres... –No se deprima. –No. Sólo pensaba en la experimentación con humanos. –Mire, Conforti. En realidad la experimentación no es más peligrosa que un parto natural. Una serie de eventos y circunstancias hacen que alguien pueda morir por tomar un medicamento legal o por una sustancia alucinógena. El mismo riesgo lo comparten la aspirina que la propaganda de televisión te la vende como el elixir entre imágenes de ancianos felices cobijados por su familia y las drogas que nos dan el perfume desde el útero artificial que nos cobija. El efecto adverso puede ser impredecible... –La muerte es lo único impredecible. –La muerte, espero, será siempre la última frontera que la Ciencia no podrá atravesar ■

Las 8 preguntas para Marcelo Gobello

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¿Qué situación de su vida cotidiana encontró reflejada con sorpresiva exactitud en un libro, una película, una canción o cualquier otra obra de arte?

-Siento una gran identificación con el personaje de “Dude” en la película “El Gran Lebowski” de los hermanos Cohen, una de mis cintas preferidas de todos los tiempos, con

esa combinación de maravillosos perdedores enmarcados en una trama de ribetes Chandlereanos (por el escritor Raymond Chandler, otro de mis preferidos).


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APARECIÓ "LA CIENCIA DEL COLOR", DE ANA VON REBEUR

Los pigmentos también tienen sus historias La escritora y periodista Ana Von Rebeur analiza, en "La ciencia del color. Historias y pasiones en torno a los pigmentos" (Siglo Veintiuno Editores), dos cuestiones fascinantes que siempre la maravillaron y que, aunque no parezca, van de la mano: las ciencias y las artes. "Que el color esté en el cerebro no quiere decir que los colores no tengan sus historias, sus guerras, sus mitos. Distintas culturas identificaron los colores con los puntos cardinales, o con los elementos químicos (y también con los elementos mitológicos, como

Aristóteles dando color básico a la tierra, el agua, el aire y el fuego), con los alimentos o con los estados de ánimo. Este libro cuenta muchas de esas historias, en un paseo multicolor por caminos rojos voraces, verdes esperanzados y azules marinos, muchas veces con condimentos inesperados, negocios, batallas y obsesiones en busca de los tonos más puros", señaló Diego Golombek, director de la colección "Ciencia que ladra", de este sello editor. A continuación, LA CAPITAL publica un fragmento de este flamante libro.

Zambullidos en el arco íris ¿Qué son los colores? Si somos capaces de pasar media hora en una tienda dudando sobre qué tono elegir para una pared o qué zapatillas combinan mejor con nuestra ropa, es porque los colores nos importan… y mucho. Es que, para bien o para mal, ellos nos afectan profundamente. Los pigmentos siempre obsesionaron a la humanidad. Desde que el primer cavernícola garabateó un bisonte en una cueva, pasando por el impresionista Claude Monet, que vivía abrumado por hallar colores que no mutaran una vez secos, o el propio Vincent van Gogh, que aguardaba siempre con ansiedad que su hermano Theo le enviara algún pomo de pintura, todos anhelaron tener mejores colores. La búsqueda del color perfecto es una historia plagada de tragedia, pasión y obcecada indagación de la fórmula química exacta que permitiera un rojo puro, un blanco luminoso o un negro contundente. Los primeros pigmentos se obtuvieron a partir de raíces, de distintas tierras, de piedras preciosas, de insectos y otros animales, de metales y hasta de cadáveres. El procedimiento solía ser muy costoso, y hubo quienes hasta llegaron a cometer asesinatos para conseguirlos, mientras que otros entregaron sus vidas para conservarlos. En este libro, los colores nos cuentan sus mayores secretos, para que sepamos de dónde vienen y para qué sirven. Muchos esconden historias trágicas, románticas y apasionantes. Sabremos por qué el azul ocasionó un genocidio en el Caribe, cómo incidió el verde en la muerte de Napoleón Bonaparte, y conoceremos la relación entre la palabra “violencia” y el color violeta. Descubriremos por qué los dólares son verdes, qué tienen en común las tarjetas de crédito y los uniformes de la policía, por qué los automóviles deportivos son mayormente rojos o negros, por qué las empresas petroleras y las panaderías eligen el amarillo, por qué es blanca la bandera de la paz y azul el jean, y por qué las mu-

Ana von Rebeur.

jeres se pintan los labios de rojo. Cada capítulo cuenta la historia de un color: sus lenguajes, sus expresiones, sus usos. Como privilegiados testigos de la era del color estable, en vibrantes gamas para todos los gustos, ahora podemos tener el arcoíris en la palma de la mano. Bienvenidos a ese mundo multicolor. ¿QUIÉN NECESITA EL COLOR? Durante más de un siglo miramos fotografías en blanco y negro, sin problemas. Lo mismo hicimos con la televisión durante veinte años. Entonces, ¿quién necesita el color? ¿Un mundo en blanco y negro sería tan terrible? Después de todo, el negro es un color de moda bastante elegante. En un mundo sin colores, no tendríamos que redecorar la casa tan seguido y sería mucho más fácil

combinar la ropa antes de salir. Claro que los parques de diversiones perderían todo su encanto y no tendría mucho sentido contratar a un jardinero. Además de que no podríamos distinguir una comida saludable de una en mal estado. Como mínimo, acabaríamos intoxicados. ¡Ajá! ¿Será por eso que precisamos los colores? ¿Para no intoxicarnos? Muchos antropólogos y científicos que estudian la evolución aseguran que así es. En el fondo de nuestras retinas tenemos dos veces más células sensibles al movimiento y las formas que al color. Así, la mayoría de los mamíferos ven sólo en matices de azul y amarillo, es decir que son dicrómatas. Pero los hombres, junto a algunos simios también frugívoros, somos tricrómatas: captamos más colores para distinguir la fruta madura entre los infinitos matices de la luz diurna. De

modo que nos importa mucho más encontrar frutos apetitosos que percibir para qué lado se escapa una vaca. Los colores hacen nuestra vida más variada y atractiva… y con menos dolores de estómago. ¿DE DÓNDE SALEN LOS COLORES? En realidad, no hay colores: hay luz o no la hay. O sea que el mundo es blanco cuando hay luz o negro si la apagamos. Muchísimos estudiosos trataron de indagar por qué vemos colores. Platón creía que nuestros ojos emitían un rayo invisible que los detectaba, como si fuéramos superhéroes de historieta. Inspirado en el arcoíris, Aristóteles sugirió que los tonos se dividían en escalas similares a las de la escala musical. Muchos otros repitieron estos conceptos, porque a los griegos clásicos no se les

discute nada. Pero todo cambió en 1665, tras un descubrimiento que realizó un joven de 22 años en la casa de su mamá en Lincolnshire, lejos de la Universidad de Cambridge, que por entonces era asolada por la peste. Rodeado de los cuidados maternos, este inquieto observador gozó de dieciocho meses de tranquilidad para investigar lo que tuviera en mente sin sufrir presiones, algo que cualquier científico le envidiaría hoy en día. Estaba fascinado porque veinte años atrás René Descartes había detectado que, al atravesar un prisma, la luz se descomponía en colores como los del arcoíris, por lo que dedujo que se producían dentro del cristal. Entonces él decidió usar otro lente para unir nuevamente los haces y vio que formaban una luz blanca. Así supo que la luz blanca está compuesta, en realidad, por distintos colores. Ese muchacho era Isaac Newton, y el mismo experimento se puede realizar usando linternas envueltas en celofán rojo, amarillo y azul (los colores primarios) y apuntándolas contra una pared blanca. Allí donde todos los colores se unen, la pared aparece iluminada de blanco. Lo curioso de la experiencia es que la mezcla de luz roja y luz verde da amarillo, de azul y verde da cian (turquesa) y de azul y roja, magenta (un rosa intenso). Y de la mezcla de esos tres colores primarios se obtiene la luz blanca. Si hacemos lo mismo con témperas, no obtendremos blanco, sino un marrón oscuro. Pero si pintamos un disco de cartón con los colores del arco íris y lo hacemos girar a gran velocidad, se verá casi blanco, lo que prueba que es mejor no discutir la teoría de Newton. Sin embargo, en su época fue rechazada porque se sabía que la mezcla de todos los colores da sólo un pardo oscuro. El dilema se resolvió cuando, mucho tiempo después, el escocés James Clerk Maxwell demostró que mezclar luz (mezcla aditiva) no es lo mismo que mezclar pigmentos (mezcla sustractiva). Hoy en día, en impresión en papel se logran todos los colores a partir de la mezcla de cian, magenta y amarillo. Pero para el negro... se usa negro ■

Las 8 preguntas para Marcelo Gobello

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¿De qué lugar, personaje común o circunstancia en general que ofrece Mar del Plata se apropiaría para incorporarlo como pasaje central de alguna de sus

obras? -Hace años que planeo escribir una suerte de novela policial negra centrada en el submundo delictivo y “pesado” de

Mar del Plata, una ciudad que puede ser bien “heavy” a pesar de su fachada frívola y familiera.


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Está muy claro... (Continúa de página 1) -¿Los reconocimientos de varios medios mundiales tuvieron incidencia en la forma de comportarse públicamente después? ¿Qué ocurriría si Susana Giménez atrapada por esto lo llama para estar en su ciclo televisivo? -La CNN y The Time me ubicaron como una de las 50 personas que más influencia ejercía en ese 2001, estas cosas se inventan, soy periodista y lo entiendo, pero en cambio que NewsWeek me declarara una de las personalidades del año fue fuerte, fue la chance de conocer a Ingrid Betancourt, y mirá como terminó, por lo menos no he sido secuestrado, igual lo de NewsWeek fue más complicado y mucho más mediático, me asusté un poco, cuando vi la portada señalé “mierda, ¿cómo no me avisaron?”, luego muchos me criticaron por eso, finalmente aprendí a controlar esas cosas, a ser portada de algunas publicaciones. Un autor con mucha fama deja de ser escritor y se vuelve un tema de conversación. Sobre la segunda parte consultada, si mañana Susana Giménez me invita a su programa, que es el más visto, siento que no vale la pena ir porque no me siento cómodo, a la mitad de la audiencia no le voy a interesar, por otro lado si algún lector me ve ahí le parecerá algo malo, no hay que tener esa obsesión, es más interesante responder en un blog o en los post-cast, o aparecer en esas radios medio raras que tienen otro alcance. -¿Muchos a esta altura tratando de encasillarlo no saben si poner su obra en el mundo fílmico o literario, cómo lo ve? -El cine es lo que he querido hacer, siempre quise ser director de cine, nunca quise ser escritor, pero no estoy renegando del escritor, ¡ojo!, cuando vi que me costaba ser director de cine, pensé que podía ser un crítico de cine, quería estar ligado a ese mundo. Ahora, al ser escritor eso me acercó al cine de una manera más cuidada, el cine siempre es un buen guión, punto. Hay gente que no cree en eso, pero no coincido con esa mirada, las películas que estoy haciendo se aprovechan del lado mío como escritor. En “Missing” mi libro se beneficia más de un lado cinematográfico. Lo cierto es que descubrí que tenía un arma y era ser escritor, los libros se hacen gratis, con un par de tazas de café, otra cosa es que los publiquen, para hacer un libro no hay que pedirle permiso al Estado, de tu país o el que sea. -Se las ingenia para conjugar literatura, rock y cine, mundos en los que no todo está servido para dar una justa mezcla. -Mi primera pasión es el cine, pero al darme cuenta que no podía filmar pensando que era para algunos bendecidos por el establishment, lo más parecido a hacer cine o rock era escribir, no era un rockero y sin armas para el cine, mis lectores finalmente son como yo, son parte de la pobla-

ción, leen, ven y escuchan. Ver significa ver tele y cine, tal vez mañana haría “las series de mi vida”, me atrae de las series que la gente habla de ellas mucho más que de las películas, como que el cine perdió clase, ahora hay muchos que están de acuerdo que ese cine en 3-D es una gran mierda, pero decir eso antes te podía costar perder una amistad. En otro plano, admito que tengo un buen nexo con la música pero no me siento un rockero o ex cronista de la Rolling Stone o algo por el estilo, la música es el arte que más capta, lo que ocurre, más que la literatura, capta lo que sucede en el aire. Escucho mucho “Arcade Fire” y su tema “Mi cuerpo es una celda”, me enloquece Trent Reznor y eso lo perciben todos. -Antes de la renovada popularidad de su libro, el título en cuestión siempre estuvo asociado al filme de Jack Lemmon y Sissy Spacek. ¿Cómo recuerda aquellos tiempos? -La película “Missing” nunca se vio en Chile, entonces usar esa palabra lo permitía por otro lado, la gente me contaba que ese film estaba prohibido, aquí en Argentina se dio y fue una de las películas de los tiempos de Alfonsín. En su momento sentía que el libro era americano, si bien estaba escrito en español e inglés, sentía que era un libro fronterizo, eso me gustaría para todos mis trabajos en el futuro. De hecho me inspiraron libros norteamericanos, luego surgió la palabra “Missing” por la película de Costa Gravas, que fue su realización más famosa en el mundo mientras en Chile estaba prohibida. Pinochet decía que era una “película contra Chile” y entonces daban ganas de verla. La palabra “perdido” no la podía usar pues tenía esa aplicación en el otro filme y desaparecido tenía otras connotaciones en América latina.

-Manifiesta otra forma de desaparecer y al mismo tiempo puso en apuros a quienes querían cambiarle el título a su obra. Parece haber creado un interuniverso paralelo. -Tú puedes desaparecer también sin que surja una presión de terceros para que eso suceda, por eso al aplicar la palabra quería darle otra lectura, entonces ahora había otro tipo de desaparecidos, mi tío Carlos no se perdió porque supo dónde estaba. En España me decían “nadie entiende esa palabra” y primero dije “a mí España no me importa tanto”, segundo que los lectores entienden dónde quiero llegar, ¿ok?...Jack Lemmon, a la larga hay que escribir para gente parecida a uno, si un amigo no lo entiende, que no lo lea, no debería forzarlo para que suceda lo contrario. Ahora que sé la historia, lo que hizo mi tío Carlos me parece adelantado a su tiempo, se suicidó en vida alguien que rompió con todo, fue valiente, sano, a pesar que él terminó pagando las consecuencias de esa opción, pero no dañó al resto de su familia, si se hubiese quedado en el círculo social él y la familia hubiesen terminado mal, al romper hizo algo valiente, ahora la gente se atreve a hacerlo, en el futuro la gente se perderá “por decisión propia” en sus mundos o sus “matrix”, no hay que irse del país, uno puede perderse en Buenos Aires y crear su propia atmósfera. -En Argentina el autor y humorista Enrique Pinti alude a la gran necesidad de mantener viva la memoria para no padecer dolores en el futuro ante la ausencia de ella. ¿Cómo se lleva con un tema que no siempre suena simpático en el análisis? -Hice un libro que se llama “Por favor, rebobinar”, a partir de ahí admití que la memoria es parte fundamental de uno, hoy se habla mucho de los discos rígidos o los pendrives, pero el

LA CONMOVEDORA TRAYECTORIA DE VICTOR HUGO VISCARRA

verdadero tema de recordar es volver a sentir eso de nuevo y eso me parece interesante, sea un recuerdo negativo o positivo, no hay que hacer una evocación política, siento que el pasado tal vez pueda ayudar aunque no sea nostálgico, pero obviamente en lo temporal prefiero el futuro, soy el “Anti Cinema Paradiso”, siento que todo tiempo pasado fue peor, el presente tiene algo fascinante para descubrir y en el futuro está todo por venir. -El último libro publicado lo halla criticando bastante todo lo que significa la muerte en el primer país del mundo, sin olvidar que la soledad de sus habitantes tiene una gran incidencia. ¿Temió criticar esto en su última obra? -Estados Unidos tiene muchas cosas fascinantes, pero una que le juega en contra, es fuerte el aprecio o respeto a la individualidad que hace que sea un país lleno de gente sola, ellos terminan muertos antes de “morirse” por el grado de soledad, no usan el teléfono por miedo a interrumpir “tu espacio”. Esa soledad americana que no existe en ninguna parte, por eso“Missing” es un libro americano, en ese sentido, siento que América latina se vuelve más norteamericana en ese sentido. Las críticas vienen con el territorio, lo digo sin llorar, es totalmente legítimo que te critiquen, es como el peaje mínimo después de hacer lo que uno quiere hacer, prefiero que sean muy positivas o negativas, no soy tan permeable a ellas, por suerte las críticas a este libro fueron muy buenas o positivas, pensé que serían más fuertes y provocarme muchas más erecciones (risas). -Sé que en estas horas está publicando un nuevo libro en Chile, ¿le interesa que el mismo salga en su versión de I-Pad? ¿Qué puede adelantar de los proyectos actualmente en curso sin ocultar su infatigable manera de trabajar? -El libro no va a desaparecer, no le tengo miedo al libro electrónico, pero no sé si voy a participar de ese formato, uno tendrá lo que quiere tener en esos objetos. Por ejemplo, ¿es necesario tener un LP de Air Supply? Entonces uno optará, algunos libros estarán en un formato físico y otros que se quieren leer rápido estarán en ese aparato. Está en lo correcto, tengo un nuevo libro que sale en estas horas, estoy feliz, se llama “Aeropuertos” y viene con un epígrafe de Arthur Healy, el autor de la saga “Airport”, tengo una película lista que se llama “Mística Campesina” y fue filmada en Nashville, aquí la traeré en el 2011 para el Festival Bafici, será un gusto volver a esta nación donde tan bien me reciben. -La última consulta: Chile este año estuvo en el foco mundial por un devastador terremoto en febrero, la buena campaña de Bielsa en el mundial y ahora el milagroso rescate de los 33 mineros. ¿Se percibe otra lectura de la realidad chilena? ¿Hay o existió una manipula-

¿Cuál es el mejor diálogo que recuerda entre dos personajes de ficción? -Uno de los que más recuerdo es el delirante (pero genial) diálogo entre el Capitán Geoffrey T. Spaulding (Groucho

Marx) y el Signore Emanuel Ravelli (Chico Marx) sobre el final de la película “El conflicto de los Marx” (“Animal Crackers”, 1930) cuando tratan de buscar la manera de descubrir al ladrón de un valioso cuadro entre los asistentes de

(fotografía de autor)

Días de vino y rosas

“Cerati me ayudó mucho a escribir” -Siendo un amante de la cultura rock, ¿cómo lo tomó el duro revés físico que experimento Gustavo Cerati en mayo pasado durante un concierto en Venezuela? -Siento que lo de Gustavo Cerati marca que el tiempo no pasa en vano, como dicen los padres, que los excesos son duros y hay que cuidarse, he admirado mucho a Cerati como letrista, no sólo como músico, me sirvió mucho lo que hacía para darme cuenta que el castellano podía ser algo juguetón, tirar ironías como “telekinesis” o “jetset”, fue mi apoyo moral al enseñarme que el castellano podía tener futuro, antes era muy pesado, era un plomo, Cerati me ayudó mucho a escribir y se lo agradezco de todo corazón, ojalá pueda recuperarse en verdad, sé que es muy duro lo que está viviendo ■ ción política del rescate de los obreros en la mina? -El slogan de Chile en el extranjero lo quieren cambiar, el actual es “Always suprising” y lo quieren reemplazar por “The Chilean Way”, a Piñera esa idea le pareció fascinante, Chile tiene una cosa telúrica que sorprende, cada tanto cambia el eje y eso me parece atractivo, por ser más chico se pone histérico y se vuelve un solo tema, no sé si les ocurre acá en Argentina, es así, me entretengo con Chile, me interesa y me da material. Es más que obvio que el rescate de los 33 mineros chilenos fue manipulado políticamente, sin dudas, pero la manipulación partió desde afuera, el gobierno se benefició con eso, sé que el estado de ánimo cambió, jamás pensé que era un tema extranjero y eso que soy alguien muy globalizado, pero después vi que el gobierno y la TV chilena lo instalaron, no sé por qué fue un tema mundial, pero los obreros son obreros en todas partes ■

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una fiesta en la casa donde están parando. Mis respetos y admiración al gran guionista Morrie Ryskind, escritor del impresionante material clásico de las dos primeras películas de los Hermanos Marx

“Nací viejo...”, dice en su inicio el libro ‘Borracho estaba, pero me acuerdo’, escrito por un biógrafo de la noche y la marginación paceñas, muerto a los cuarenta y nueve años de cirrosis y cuya obra se acaba de editar por primera vez en la Argentina.

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l de ‘Borracho estaba, pero me acuerdo’ es un relato descarnado, muestra de la crueldad que por las noches recorre las calles frías de La Paz, habitadas por indigentes, para quienes el alcohol es el único resguardo. “Lo que lo convierte en un buen escritor es la reflexión de la materia prima”, explicó Virginia Ayllon, escritora y amiga de Viscarra. Se opone a centrarlo como un buen escritor por el relato de su vida y el exotismo que eso puede implicar. “Eso iría en contra de las concepciones que yo tengo de la literatura y que tenía también Víctor Hugo”, afirmó. Viscarra vivió, desde los ocho años, en la calle. Allí se formó, creció y siguió andando, más allá de sus publicaciones y su reconocimiento como escritor. ‘Borracho estaba, pero me acuerdo’ es, tal vez, la obra que más da cuenta de esa vida dura, pero fue ‘Coba: lenguaje secreto del hampa boliviano’, de 1981, lo que le dio mayor trascendencia. LO MARGINAL Coba es el lenguaje de los marginados, de las cárceles bolivianas, y Viscarra lo compiló, lo hizo diccionario y hasta la policía se apropió de él comprando el 80 por ciento de la primera edición. “El hecho de haber escrito, indagado, hurgado en ese lenguaje y a partir de ahí plasmar la obra, lo hace muy grande. Reflejar está bien, pero aquel momento fundamental es cuando el escritor reflexiona sobre ese lenguaje. Ese es el símbolo literario de Víctor Hugo”, manifestó la escritora. En 1980, cuando Luis García Meza Tejada encabezó el último golpe militar boliviano, ella era dirigente universitaria y comenzó a ser perseguida. Sin saber dónde ir, alguien le sugirió que el único que podía ayudarla era un indigente llamado Víctor Hugo Viscarra. El la ocultó y le salvó la vida. La escondió en esas traguerías que sólo un conocedor de aquellos lugares podía encontrar. Se hicieron amigos íntimos, muy hermanos, de los

que comparten y discuten. FORMA DE VIDA Para Ayllon, “el tema de que haya conseguido fama o que haya tenido acceso al dinero nunca logró curar las heridas de su vivencia en la calle desde los ocho años. Era una forma de vida”. Tanto ella como el resto de sus amigos consideraban una falta de respeto querer cambiarlo, pero sí les preocupaba -principalmente a Humberto Quino- que él no tuviera la oportunidad de hacerse escritor de oficio. “Nos parecía injusto que él no pudiera acceder al mundo del libro”, dijo. Unos años antes de su muerte, en 2006, enfermo de tuberculosis, accedió a internarse y a cumplir el tratamiento de no tomar alcohol por dos años. A 18 días de ese plazo volvió a tomar y allí comenzó la caída final, como la describe su amiga. “Una de las cosas que he dicho y he hablado y discutido con él es que es cierto que este tipo de vida que él describe en ‘Borracho estaba...’ existe, como existe en Buenos Aires o en Nueva York. Me niego, sin embargo, a que sea un producto antropológico. Es una fascinación por la exotización”, protestó la escritora, quien destacó que Jaime Sáenz es quien mejor retrató ese mundo de La Paz. “Alcoholatum y otros drinks” es, según Ayllon, lo más destacado de la obra de Viscarra. “Hay cuentos maravillosos, muy bien hechos, muy bien estructurados. Y en el dibujo de la noche ‘Borracho estaba...’ es más biográfico”, dijo. LLEGADA TARDIA Este libro, publicado en 2002, pero que llega recién ahora a la Argentina, ahonda en su infancia, en la supervivencia en las noches paceñas, en los personajes de los patronatos, de las iglesias, de los hospicios psiquiátricos, las “traguerías”, el sexo ocasional en la noche, la enfermedad y la muerte, siempre presente, siempre silenciosa. “Soy un antropólogo porque alguien tiene que reventarse por mi gente y eso me da premio. Además me tratan de alcohólico, me gusta el alcohol. Como te decía, he vivido en la calle y gracias al alcohol he sobrevivido. El diablo fue mi padrino de bautizo. La cosa es que el cielo es frío, en el inf i e r n o h a y c a l e f a cción. Prefiero estar abajo. Sé que moriré en la calle. Solo como un perro, alcoholizado. Y es más, no creo que me den el premio Nobel, porque como no tengo pasaporte ¿cómo voy a llegar a Suecia?”, dijo Viscarra en una entrevista al diario chileno La Nación. Quienes lo conocieron cuentan que escribía en papeles que guardaba en sus bolsillos, que a veces olvidaba en algún sitio, que no necesitaba, porque de su cabeza emergían todos esos relatos, esas vivencias, esos personajes ■

Mundo perdido Por Ricardo Tamalet

Si bien trabajo como reportero gráfico, la naturaleza siempre me llamó bastante. Es lo más simple, lo más puro. Creo que fotografiar la naturaleza me genera una conexión mayor conmigo mismo. Estas tres fotos que muestro fueron sacadas este año en Perú, en Machu Pichu, una experiencia que fue muy rica fotográficamente, aunque también a otro nivel. Me detuve en retratar una parte de un mundo perdido, antiguo. En la fotografía busco expresar lo que siento más allá de lo que veo y de la imagen que retrato. Sé que la fotografía es subjetiva y que hay miles de puntos de vista, casi puntos de vista infinitos. Aspiro a que el espectador sienta lo mismo que yo, pero bueno, sé que en el proceso de recepción siempre aparecen otras cosas ■

Las 8 preguntas para Marcelo Gobello

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Si le permitieran ingresar en una ficción y ayudar a un personaje, ¿cuál sería y qué haría?

-Me metería en “Madame Bovary” de Gustave Flaubert y trataría de enamorar a Emma, alejándola lo más lejos posi-

ble de Yonville antes de que se suicide.


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C U LT U R A ESCRIBIÓ "JUST KIDS"

Grandes libros, pequeños lectores MAYOR Y MENOR, de Chanti Buenos Aires, Sudamericana, 2008.

CUIDADO CON LA OSA, Laura Devetach, Ilustrador: María Wernicke, Buenos Aires, Sudamericana, 2008

Por María Marta Martínez Integrante de la ONG Jitanjáfora

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ayor y Menor recrea en historieta las anécdotas e historias que surgen con la llegada de un nuevo integrante a la familia de Nacho. Las vivencias, expectativas previas y el imaginario que se retroalimenta con la aparición en escena del hermano menor -y crece junto con él- están dibujadas por Chanti (seudónimo del historietista mendocino Santiago González Riga). Si bien la mirada y el rol del hermano mayor son protagonistas, la historieta bucea en los relatos del núcleo familiar completo (incluidos tíos y padrinos). Reacciones esperables como los celos, los temores y vacilaciones propias de la paternidad y lo extraordinario de lo cotidiano están mediados y resignificados por el humor. Mayor y Menor es un libro de historietas para niños. El formato es un aspecto para mencionar ya que las tiras fueron publicadas originariamente en revistas. La publicación bajo este soporte supone una forma de circulación poco común para las historietas dedicadas especialmente al público infantil. Este libro le da otra vuelta de tuerca a la lectura compartida con los más pequeños, siempre son los grandes los que leen a los chicos, Mayor y Menor es para leer junto con ellos.

Patti Smith, la "madrina del punk", ganó el Premio de Literatura de EE.UU.

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l relato comienza cuando la osa despierta de un largo sueño de invierno en el polo norte. Esta es la punta del ovillo de un texto que oculta otros ( Cuidado con la osa guarda otros relatos que están escritos en los recuerdos de nuestras lecturas). También forman parte de la trama una gallina valiente, una hormiga astuta y un zorro, como otros, muy hambriento, que surcan los mares del polo sur. Nunca nadie sabe qué cosas pueden suceder cada vez que abrimos un nuevo libro. Laura Devetach trabaja y construye un relato a partir de este desconcierto que es siempre una invitación a la lectura. La imagen del texto como tejido quizá sea la más trillada pero ilustra el camino que se inicia junto a la lectura de Cuidado con la osa ■

Robert Mapplethorpe y Patti Smith, en la década del '60.

El libro reconstruye la relación que tuvo con su amigo, el fotógrafo Robert Mapplethorpe que, como ella, también es un icono de la contracultura estadounidense. Contiene fotografías, esquemas y dibujos de los dos protagonistas.

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a cantante Patti Smith, conocida como la "madrina del punk", ganó el Premio Nacional de Literatura de EE.UU.

Emilce Strucchi presenta en Villa Victoria "Palabras pozo" La escritora Emilce Strucchi presentará hoy a las 19 en Villa Victoria (Matheu 1851) su último libro "Palabras pozo. Historias de apasionadas", editado por Ediciones Godot. Narradora y poeta, Strucchi es también autora del libro de poemas "Amansalva" (2006), de la novela "Andar ligero" (2007) y de los cuentos "Pleno de ausencia" (2001), entre muchos otros. En este poemario, Strucchi, quien también es psicóloga y está radica-

da en Buenos Aires, aborda el tema del límite del lenguaje. "Es la desesperación del yo poético por encontrar esa palabra poética, ahí es donde empieza a tejerse el vínculo entre dos representantes femeninos: mi yo poético de mujer y una palabra poética que por momentos se escapa -explicó-. Y tanta es esa imposibilidad y esa desesperación que finalmente el yo poético va a llevar al extremo esos límites y se va a encerrar adentro de

un mueble, de un placard". "Palabras pozo interroga al mundo en busca de las imposibles utópicas respuestas a la fragilidad de la condición humana. Frente al espejo, frente al dolor -color- emblemático de Frida Kalho, frente al lenguaje, Emilce Strucchi nos involucra en su búsqueda de conocimiento y en su suntuosidad verbal", señaló Paulina Vinderman sobre este libro ■

Las 8 preguntas para Marcelo Gobello

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Domingo 21•11•2010

¿Recuerda haber robado un libro alguna vez? ¿Cuál o cuáles?

-Nunca robé un libro.

por el libro de memorias que relata su amistad con el fotógrafo Robert Mapplethorpe. "Just kids" ("Eramos unos niños") un retrato de la relación entre los dos iconos de la contracultura estadounidense y de la efervescencia cultural de los '70, se hizo anoche con el prestigioso galardón en la categoría de no ficción, en la que Smith era la clara favorita. "Soñaba con tener un libro propio, con escribir uno que pudiera poner en mi estantería", dijo la rockera en su discurso de aceptación. Y recordó el contexto en el que conoció al afamado fotógrafo, en 1967: "Fue el verano en que murió Coltrane. Los hippies alzaron sus brazos vacíos y China hizo detonar la bomba de hidrógeno. Jimi Hendrix prendió fuego a su guitarra en Monterrey. Fue el verano del amor. Y en aquel clima cambiante e inhóspito, un encuentro casual cam-

bió el curso de mi vida". Entonces, ella tenía 20 años y decidió mudarse a Nueva York en busca de algo distinto. Allí conoció a Mapplethorpe, que años después le pidió que plasmara sobre el papel aquellos años de experimentación con el arte y con la ciudad de Nueva York como telón de fondo. Tras la muerte del fotógrafo, que perdió la batalla contra el sida en 1989, Smith comenzó a trabajar para cumplir su promesa y creó una romántica obra adornada por un compendio de fotografías, esquemas y dibujos de los dos protagonistas. "Just Kids", publicado en Estados Unidos en enero de este año, no es la primera incursión en la literatura de la musa del punk, que dejó una huella indeleble en ese género musical con su disco de 1975 "Horses". Centrada principalmente en la poesía, la cantante imprimió su admiración por Arthur Rimbaud en su ópera prima "Seventh Heaven" en 1972, y desde entonces ha colocado escritos como "Witt", "Babel" o "The Coral Sea" en las librerías de medio mundo. La cantante sigue además muy activa en el terreno musical, a través de su grupo "Patti Smith & Her Band", con el que dedicó recientemente una canción al escritor chileno Roberto Bolaño, fallecido hace siete años. En la categoría de ficción, la ganadora fue la novela de Jaimy Gordon "Lord of Misrule", publicada por una editorial independiente y ambientada en el estado de Virginia Occidental, que narra los entresijos del "despiadado" mundo de las carreras de caballos. Durante la gala de entrega de los premios, Smith, de 63 años (nació en Chicago en 1946), pidió a su audiencia que, independientemente de los avances tecnológicos, "no abandone el libro". "No hay nada en nuestro mundo material más bello que el libro", opinó ■


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C U LT U R A

Domingo 21•11•2010

SE CUMPLIERON CIEN AÑOS DE LA MUERTE DEL ESCRITOR RUSO

Expertos coinciden en que León Tolstói sería hoy un blogger Murió un 20 de noviembre de 1910. Amaba las nuevas tecnologías que había en su época. Dicen que su visión de la ortodoxia, del Estado y de la relación entre el poder y el pueblo, seguiría desagradando a las autoridades.

R

usia recordó ayer el centenario de la muerte de León Tolstói, autor de clásicos de la literatura mundial como "Guerra y paz" y "Ana Karenina". Para muchos rusos, si el escritor viviera hoy sería un disidente. "Viendo sus escritos filosóficos y religiosos, yo diría que hoy lo meterían en grandes problemas debido a nuestras leyes sobre el extremismo en Rusia", afirmó el escritor y director de teatro Mijaíl Ugárov. Si a Tolstói, que se definía como anarquista cristiano y pacifista, le hubiera tocado vivir en la Rusia contemporánea, el novelista sería un blogger opositor al gobierno y a la Iglesia Ortodoxa, y sus puntos de vista de seguro que lo llevarían a la cárcel, agregó. "Estoy convencido de que la doctrina de la Iglesia (ortodoxa) es teóri-

León Tolstoi.

camente insidiosa y mentirosa, una sarta de las mayores supersticiones y supercherías que esconden el verdadero significado de la enseñanza cristiana", dijo en su momento el gran escritor. Tal afirmación, en un juicio celebrado en 2009 en relación con el cierre de una iglesia de los Testigos de Jehová en Taganrog, en el sur de Rusia, hizo que el tribunal dictaminara que Tolstói era un extremista y que sus ideas provocaban hostilidad religiosa.

Seleccionaron revistas culturales para concurso nacional El Concurso Nacional de Nuevas Revistas Culturales “Abelardo Castillo”, creado con el propósito de impulsar la producción editorial, ya tiene los diez ganadores del subsidio 2010. Cada una de las propuestas recibirá un subsidio por un monto máximo total de 20.000 pesos, destinados a la edición y publicación de los cuatro primeros números de la nueva revista. Después de varios meses de deliberaciones, el jurado integrado por Jorge Boccanera, Luis Bruchstein, Alejandro Kaufman y Daniel Samoilovich emitió su veredicto. Esta primera edición del Concurso, organizado por la Dirección Nacional de Industrias Culturales, invitó a organizaciones civiles -con personería jurídica- a presentar proyectos editoriales en los campos de la música, las artes escénicas o visuales, la literatura, el

diseño, el cine y los medios audiovisuales, y el pensamiento aplicado a la política, las ciencias sociales, la filosofía y la historia. La convocatoria se lanzó el 1 de abril y cerró el 17 de mayo. En ese breve lapso, se recibieron 122 carpetas provenientes de todo el país. Los seleccionados fueron: Revista Underground (Capital Federal), 5 sentidos NOA (Salta), NAN (Lomas de Zamora, Buenos Aires), Mestiza (Oncativo, Córdoba), Clítoris (Claypole, Buenos Aires), En ciernes. Epistolarias (Capital Federal), La luz artificial (Bahía Blanca, Buenos Aires), Blanco sobre blanco (Capital Federal), Inquieta (Rosario, Santa Fe), Indómita Luz (Capital Federal) El acto formal para dar a conocer la nómina de premiados se realizará el 1 de diciembre a las 19, en la Sala Cané de la Secretaría de Cultura de la Nación, avenida Alvear 1690 ■

"Hoy en Rusia se puede publicar todo. El Tolstói 'prohibido' no está vetado, pero, igual que hace cien años, su visión de la ortodoxia, el Estado y la relación entre el poder y el pueblo, desagrada e irrita a las autoridades", afirmó el director del Museo Estatal de Tolstói, Vítali Rémizov. En declaraciones al periódico "Rossíiskaya Gazeta", Rémizov se lamentó de que en Rusia Tolstói sea considerado sólo un escritor costumbrista y de que "no se le aprecie como filósofo y gran ilustrador". Por su parte, el archimandrita Tijón, secretario del patriarca de los ortodoxos rusos, Kiril, afirmaba que la Iglesia jamás perdonaría a Tolstói, anematizado en 1901 por su inconformismo religioso. También "Rosíiskaya Gazeta" publicó una carta al patriarca de Serguéi Stepashin, jefe del Tribunal de Cuentas de Rusia y presidente de la Unión de Libreros, pidiéndole el perdón para el clásico de la literatura universal. "No es posible para la Iglesia Orto-

doxa Rusa cumplir este deseo, ya que León Tolstói nunca se reconcilió con la Iglesia", explicó el archimandrita en su respuesta a Stepashin. De hecho, Tolstói partió en peregrinaje desde su hacienda de Yásnaya Poliana, situada a unos 200 kilómetros de Moscú, al monasterio ortodoxo de Optina, pero jamás llegó a su destino: murió en el camino, en la estación de Astápovo, a la edad de 82 años. Expertos de la Iglesia Ortodoxa Rusa afirman que, aunque hubiera llegado al monasterio, la Iglesia igualmente no le habría perdonado. En tanto, los comunistas, que en tiempos soviéticos perseguían a los admiradores de Tolstói, hoy se muestran más condescendientes con el clásico ruso. "Creo que Tolstói no habría estado de acuerdo con la Iglesia Ortodoxa Rusa de ahora, porque la Iglesia apoya a nuestro Gobierno, y Tolstói se habría opuesto a esto", señala Serguéi Malinkovich, líder de los Comunis-

■ Lecturas

tas de San Petersburgo y la región de Leningrado. En lo que coinciden todos los expertos es en que el novelista se habría sentido en la blogosfera como pez en el agua. "Le encantaba ser interactivo y le fascinaban las tecnologías. Llegó a usar para escribir incluso un prototipo de una estilográfica", dice Pavel Basinski, autor de "Huida del paraíso", que cuenta los últimos diez días de vida de Tolstói. Según Malinkovich, su consciencia social le habría llevado a criticar duramente a los actuales líderes en el poder. Malinkovich recordó que, "de hecho, incluso Lenin le calificó de espejo de la Revolución rusa". Tolstói murió el 7 de noviembre de 1910 según el calendario juliano, por el que entonces se regía Rusia, día que corresponde al 20 de noviembre del actual calendario gregoriano, adoptado después de la revolución bolchevique, en 1917 ■

Fuente: Cámara de Libreros del Sudeste de la provincia de Buenos Aires.

Los libros más vendidos de la semana FICCION 1 "LOS PADECIENTES” 2 "SI ME QUERÉS, QUEREME TRANSA” 3 "EL FANTASISTA”

Gabriel Rolón. Cristian Alarcón. Hernán Rivera Letelier.

Emecé. $72. Norma. $59. Alfaguara. $59.

NO FICCION 1 "YO NO VENGO A DECIR UN DISCURSO” Gabriel García Márquez. 2 "LIBERTADORES DE AMÉRICA” Felipe Pigna. 3 "FIRMENICH. LA HISTORIA JAMÁS CONTADA DEL JEFE MONTONERO” Felipe Celesia y Pablo Waisberg.

Sudamericana. $69 Planeta. $72. Aguilar. $69.

RECOMENDADOS 1 "UNIVERSO SIN DIOSES”. Alberto de la Torre. 2 "MONOAMBIENTES. MICRORELATOS DEL NOROESTE ARGENTINO”. 3 "CONTRA EL REVÉS DEL CIELO”

Jimena Busefi.

Eudem. $45. Ed. Desde la gente. $18. Ediciones del árbol. $38.

Recomendados:

Fragmento de “Sexo, drogas y biología”,

de Diego Golombek (Siglo XXI) Cosita loca llamada amor Sus latidos cardíacos –los de ella- llegaban a 200 pulsaciones por minuto. Mientras tanto, su frecuencia respiratoria –la de él- no bajaba de 20. Las mejillas –las de los dos- estaban inequívocamente sonrojadas, y el sudor les caía por la piel. Por sobre todo, sus zonas sexuales más activas –el hipocampo, el cíngulo y el resto del sistema límbico- estaban en un pico de actividad.

No cabía duda: estaban enamorados. Porque, ¿qué es el amor sino una serie de reacciones fisiológicas? ¿De qué hablaba Pablo Neruda cuando escribía “aquí te amo y en vano te oculta el horizonte”, o Manolito cuando afirmaba que estar enamorado es como estar “hamacándose en la plaza tirándole cascotazos a un tambor”? Pues bien: ni más ni menos, eso es lo que algunos científicos predican desde el laboratorio ■

Las 8 preguntas para Marcelo Gobello

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Un extraño hongo se esparce por su biblioteca y consume de manera irrefrenable los libros. Sólo dispone de unos segundos para actuar y salvar a tres de ellos. Lo que usted hace para ganar tiempo es arrojar a la voracidad del hongo a otros tres libros. ¿Cuáles serían los

sacrificados y cuáles los salvados? -Arrojaría al fuego tres de los peores libros que yo escribí, ya que el resto de los volúmenes de mi biblioteca fueron seleccionados con mucho criterio y no acopio libros porque sí, los que no me gustan los regalo o vendo.

Salvaría "La canción del verdugo" de Norman Mailer, "Tiempos difíciles" de Charles Dickens y "Cantos" de Giacomo Leopardi.


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C U LT U R A

Domingo 21•11•2010

El odio es mutuo Por Vicente Armendariz

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a luz de un día nublado irrumpe al sueño en molesto despertar. Con una mueca de desagrado, se levanta lentamente, semidesnudo. Entre las tinieblas, atina a vestirse tambaleándose, apoyándose contra las paredes de su habitación. Luego se prepara un café negro sin azúcar, porque no tiene. Lo toma con sosiego, observando la dulce llovizna a través del sucio ventanal. Ya con su sobretodo puesto, cruza el umbral de su puerta y sale a la calle encendiendo un cigarrillo. Camina errabundo, cabizbajo, cubriendo el pucho del agua. Mientras fuma, con su otra mano va dibujando algo en el cielo, que se completa cuando larga la humareda, que se convierte en nube. No hay ningún auto en la calle, ninguna persona, ningún ruido: sólo la llovizna y su paso bailarín de salta charcos. Al llegar a la esquina dobla a la izquierda con intención de dar una vuelta manzana. Meditabundo, siente cómo las nubes lo desprecian también, lanzando lágrimas como estocadas finas. Entonces levanta la mirada, rencoroso, entrecerrando los ojos. Se detiene un momento para proferir algo, pero el cigarrillo sucumbe y refunfuña brazas. La melancolía es parte de la ciudad, el gris y la humedad ya despojaron al viento de su viveza y al hombre de su alegría.

Los árboles están de luto, y sus hojas enterradas en el barro. Desnudos muestran su flaqueza; sólo son alambres delatados por su fugacidad. Reconoce la baldosa rota, y de nuevo el umbral de su casa. Se da vuelta, para ver si hay alguien a quien invitar a tomar algo, pero sólo la nada lo acompaña dentro. Deja el sobretodo algo mojado sobre el perchero, se saca sus zapatos, y va al baño. Observa frente al espejo sus ojeras demacradas por el insomnio, su rostro descompuesto por la resignación y los ojos translúcidos de dolor. Palpa su cuerpo: costillas, hombros, espalda, piernas…Todo delata una figura cadavérica, hambreada por angustia y alumbrada por una luz que titila molestamente. Dejándose caer, con un movimiento taciturno, se sienta en la tapa del inodoro, sin dejar de contemplar crispado su reflejo en el espejo. Y comienza a odiarse. Y comienza a odiarlo. No hay prueba más real de sí mismo que ésta, no hay prueba real más fehaciente que ver reflejada su propia miseria. La realidad lo golpea crudamente, y las máscaras caen, desfondado los ojos negros. Asqueado, aparta su vista de aquella imagen terrible; terrible como el cuadro de Dorian Gray. Una ira profunda lo invade, y, sin embargo, no se levanta de su postura encorvada. Los codos siguen en sus rodillas, la

cabeza caída y el pelo suelto que tapa toda su cara. Abre los ojos, mira las baldosas gastadas y levanta la mirada. Concentrado, enfoca a su reflejo con un odio concentrado, y con los dedos de la mano derecha iguala la forma de un revólver. Ahora sí, apunta decidido, aunque de manera nostálgica. Recuerda aquellos tiempos en que solía tener amigos, tal vez un sol, un jardín, una mujer a su lado y felicidad, que más tarde sabría que es tan efímera como él. Pero no puede dudar, peor para él. Sabe que lo espera sino termina con este martirio de vida. Ya no quiere más, ya no aguanta un segundo más sentado en la tapa del inodoro, todavía respirando dolor. Cierra los ojos y, con un ademán de su mano, dispara. Es entonces cuando cae abatido, golpeándose la nuca contra la pared, con un hilo de sangre entre ceja y ceja. Y, aunque el espejo sigue íntegro, su reflejo se pintó de escarlata, para alimentar su vacío. Levantándose, dirige una última mirada al cadáver, enciende un cigarrillo, y sale de su casa ■ La ilustración pertenece a Rocío Ramos, alumna de la carrera de Ilustración de la Escuela de Artes Visuales "Martín Malharro".

Iuarbiatiful Por Arturo Francis tercerasalida@hotmail.com

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upermercado. Góndola de yerbas y otras mentiras de almacén. Está loca, remató Javier, mientras interpretaba la oferta como engañosa. Creo, empecé a argumentar o defender o lo que sea sin saber a ciencia cierta, si es que eso no es una contradicción entre los términos, a dónde me iba a llevar el discurso finalmente que no está de más decir que, según me enseñó Javier, tal vez punto no tenga pero para ir salvando las distancias, el creo para comenzar una frase y el "puede ser todo lo contrario" para terminarla, no vienen nada mal, y yo venía diciendo creo, creo que no es una loca, es más, dije ya más convencido o metido en el baile dialéctico de absurdos tras absurdos encadenados en lo más causa y efecto y causa efecto,

para mí espera algo o alguien. Rotundamente: mostré la hilacha. ¿Por qué? Porque la chica que cruzaba todos los santos días a la salida de mi trabajo no tiene ningún indicio verificable o incuestionable de que busque algo o alguien, es simplemente, para brutalidad de simplezas, una chica que siempre se viste igual. Ahí va con su boina, su sobretodo ajustado a la cintura y zapatos negros. Sé que es rubia porque de la boina caen los mechones de pelos parejos y lacios; sé que es rubia y que espera a alguien -pensé pero no se lo dije a Javier. Él ya estaba ocupado en decirme que boina no se usa, ya hace calor para sobretodo, y tal vez sea una peluca. Con menos puede enamorarse un hombre, retruqué. Pero el tenía no una carta en la manga sino que era el dueño del mazo. Un hombre por lo general se enamora de lo que le genera a sí mismo la otra persona, y ya más misterioso dijo algo

así como que la carta era carta porque alguien rompe el sobre. Cómo cansa cuando saca a Lacan del bolsillo para explicar que sin sentido tras sin sentido apenas se acercan a un objeto en el punto final. Y darle uno, dos veinticinco sentidos a la fragilidad del abecedario que nada nos dice. Ya más carnicero me dijo que todo puede resumirse en un punto ge. No me dejó más opción que dar mi manotazo de ahogado, que consistió en un simple el mejor punto final es el dedo acariciando un lunar. ¿Y vos a todo esto? Bendito lenguaje que con tan poco hacemos tanto. La mayoría de las vidas las contamos con cinco palabras, y planteamos nuestra existencia (dejando de lado el contexto, que nada de malo tiene ya que un supermercado tiene más de realidad que la misma iglesia), con frases de ¿Y todo bien?

Pero por lo menos le hablaste. No, cada vez que pasa le canturreo una cancioncita, para que vaya sabiendo que soy el que siempre hace lo mismo. Haciendo lo mismo a la que siempre se viste igual, dijo como quien cita una frase famosa, y luego sentenció: tiene lógica. ¿Lógica? Sí, no es amor pero es cursi... pobre. Y como me quedé mirando, tal vez por compasión, por ser una alma misericordiosa, tal vez por maldad siguió hablando, diciendo que sí, que eso era cursi, que la gente va y habla, pero que te metieron el cuento y no sólo el cuento, sino la estructura... el mito del fin y del principio. Uso principios y finales para comentarte un poco el ahora. El problema, dijo ya cuando estábamos en la caja, es que esta historia empieza mañana ■

Las 8 preguntas para Marcelo Gobello

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Se le concede la extraordinaria excepción de hacerle una única pregunta a uno de sus tantos escritores

predilectos. ¿Qué le preguntaría? -Le preguntaría a Arthur Miller que tal era Marilyn

Monroe en la intimidad.


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