colaboración
José Martín Martín
Las satisfacciones ciudadanas que tenemos gratis Muchas veces he pensado en la ampliación que debería hacerse de las unidades físicas: el metro, el litro, el gramo…, para introducir (es un ejemplo, una propuesta) la “algia” y la “gozada”; la primera cuantificaría los dolores (los dolores físicos) a base de “algias”, unidad que se definiría como “dolor producido al golpear ortogonalmente con un mazo cúbico de hierro sobre un occipucio con la fuerza de una dina”; la “gozada” se definiría de manera semejante, haciendo intervenir a las rascadas por entre los dedos de los pies cuando el prurito allí localizado hace acto de presencia. Muchas cosas de la vida sí tenemos claro a qué concepto, positivo o negativo, pertenecen, y en qué hay que medirlas; de otras, como el tiempo de la meteorología -tan cambiante-, no hay seguridad en cuanto al “tiempo bueno” o “tiempo malo”. Nos conforma de esto que hay vivencias de la vida ciudadana con bastantes unidades de satisfacción. Pongamos como ejemplo lo que llamaríamos “la gran parada de la gran parada de la gran parada”; la primera de ellas es la del apagón de casi todos los semáforos; entonces, si hay un peatón que ha de pasar, es suya la absoluta preferencia sobre el coche que ha llegado,
y tiene (el coche) que pararse, mientras el de a pie, consciente de su privilegio, finge rémoras imprevisibles. Casi no hay zapatos de cordones ahora; pero si se llevan, ése es el instante de ajustarlos. (Y es de imaginar este momento de sainete: El niño llega a casa: -“Que papá está detenido…”. -“¿En la comisaría?” -”No: En un paso-cebra”)… Libre de cualquier impuesto, nuestra calle enseña más que una lucida vicetiple de revista. Gracias a lo que podemos ver en nuestras calles, conocemos que existen “scrapbookings”, cosa suficiente mientras esperamos la segunda parte: en qué consisten. La dificultad para un carácter tan enciclopédico de nuestro municipio, es la escasez de espacio disponible -ocupación casi totalen exteriores, lo que impide dar detalles. Se puede leer “artículos para despedidas de solter@s por encargo”, sin que expliquen luego qué se encarga o se ha encargado previamente; y, para mentes con más recovecos, si el “encargo” tiene algo que ver, y mucho, con el hecho de borrarse de la soltería. Fuera de estas pequeñeces, queda claro que, desde los tiempos de la melodía “el humo ciega tus
ojos”, nuestra vista ha mejorado aquí a ojos vistas: Vemos que se anuncia una audición moderna de esta forma: “Déjame decirte ‘veo voces’” -y hay dos ojos dibujados-, lo cual permitimos que nos diga (“déjame decirte”, dice) por lo original de semejante conexión de dos sentidos corporales, “viendo voces”, con ahorro de elementos; lo que nunca, y ahora menos, viene mal. …La calle multiforme de Monzón, la calle, que contiene cualquier cosa: Hemos podido ver -si alguien no ha coincidido en verlo, ésa es su culpa- un hombre con un dragón chino auténtico, no de cartón o tela; el hombre iba tirando de él mediante una robusta soga con que lo llevaba; es que el dragón -razón tendría- se paraba en todos los escaparates. Tanto incomodó el dragón al hombre, que éste, ya harto, le hizo una amenaza decisiva y contundente: -“¡Vale ya! ¡Si continúas fastidiándome, cojo y me tomo una aspirina, y se acabó el dragón…!”…
COMUNIDAD DE REGANTES DE ADAMIL CONVOCA JUNTA GENERAL ORDINARIA, para el día 30 de Marzo de 2012 a las 19:30h en la primera convocatoria y 20:00h en segunda. En el salón de actos de la casa de la cultura de Monzón Fdo. el Presidente D. Manuel Galindo