Arquitectura moderna de Japón

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Arquitectura moderna de Japón Javier

Vives

Colección Satori Arte Directora: Yayoi Kawamura

Arquitectura moderna de Japón Primera edición: octubre de 2019

© del texto: Javier Vives Rego, 2017 Diseño de cubiertas: Jin Taira

© Satori Ediciones Calle Perú, 12, 33213 Gijón, España www.satoriediciones.com

Impresión: Gráficas Summa

ISNB: 978-84-17419-27-1 Depósito Legal: AS-02887-2019

Impreso en España – Printed in Spain

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INTRODUCCIÓN

Tabla de contenido

................ 10

De la introducción de Arquitectura tradicional de Japón ................ 11

PERIODO MEIJI (1868-1912) ......... 16

La arquitectura meiji 17

El caso de Ginza .................. 18

El caso de la Dieta Nacional ......... 19 Los arquitectos europeos ........... 21 Thomas James Waters 22 Charles Alfred de Boinville 24 Giovanni Vincenzo Cappelletti ...... 24 Josiah Conder................... 25 Ende y Böckmann ............... 28

Los maestros carpinteros 30 Shimizu Kisuke II ............... 30 Tateishi Seijū ................... 32

Los primeros arquitectos japoneses .... 33 Tatsuno Kingo .................. 33 Katayama Tōkuma 37 Sone Tatsuzō ................... 40

PERIODOS TAISHŌ Y SHŌWA

HASTA 1945 42

La arquitectura entre 1912 y 1945 ..... 43 Itō Chūta ...................... 44

El campus Hongō ................ 47 Uchida Yoshikazu ............... 47 El comienzo de la modernidad ....... 48 Sano Riki ..................... 49 La Bunriha y la Sōusha ............. 49 Horiguchi Sutemi 51 Ishimoto Kikuji ................. 52 Yamada Mamoru 53 Yamaguchi Bunzō ............... 55 Yoshida Tetsurō 56 La Dōjunkai ..................... 57 Las escuelas municipales ............ 58 Dos extranjeros en Japón ........... 58 Frank Lloyd Wright .............. 59 Antonin Raymond ............... 60

Los maestros de la modernidad ...... 61 Sakakura Junzō 63 Maekawa Kunio ................ 64 Tange Kenzō 65

La arquitectura colonial ............. 66 Taiwán .......................... 67 Urbanismo..................... 68

La arquitectura religiosa ........... 68 La arquitectura civil .............. 69 Corea .......................... 73 Urbanismo 74

La arquitectura religiosa ........... 75 La arquitectura civil .............. 75 Manchuria ...................... 80 Urbanismo..................... 81 La arquitectura civil .............. 84

PERIODOS SHŌWA, DESDE 1945, Y HEISEI ........................ 90

Los años cincuenta ................. 91 Los tres maestros 91 Sakakura Junzō ................. 92 Maekawa Kunio ................ 94 Tange Kenzō 98 Un occidental en Japón ............ 113 Antonin Raymond ............... 113

Los años sesenta ................... 116

Los arquitectos metabolistas 116 Kikutake Kiyonori ............... 116 Kurokawa Kishō................. 123 Maki Fumihiko 130 Ōtaka Masato .................. 136 Más allá del metabolismo ........... 138 Ōtani Sachio 139

Los independientes................ 141 Murano Tōgo ................... 141 Shinohara Kazuo ................ 144

El árbol genealógico japonés 147

Los años setenta ................... 148 Isozaki Arata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148 Takeyama Minoru 154

Los años ochenta .................. 156 Hara Hiroshi ................... 156 Taniguchi Yoshio ................ 159

Andō Tadao .................... 163 Itō Toyo’o ...................... 170 Takamatsu Shin ................. 178 Los años noventa 181 Ban Shigeru .................... 181 Kuma Kengo ................... 185 Sejima Kazuyo y Nishizawa Ryūe 192 Sejima Kazuyo .................. 192 Nishizawa Ryūe ................. 194 SANAA ....................... 196 Tezuka Takaharu y Tezuka Yui ...... 200 El siglo xxi ....................... 203 Fujimoto Sou ................... 203 Ishigami Jun’ya 208 MAESTROS Y DISCÍPULOS ......... 210

PASADO PRESENTE Y FUTURO ..... 216

CONSTANTES EN LA ARQUITECTURA JAPONESA ....... 224

CONCLUSIÓN 234

ANEXOS .......................... 236 Periodos históricos de Japón ....... 237 Glosario de términos japoneses 238 Glosario onomástico .............. 242 Bibliografía ..................... 245 Páginas en Internet 251 Webs de arquitectos japoneses ...... 253 Crédito de las ilustraciones ....... 257 Índice general ................... 266

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Arquitectura moderna de Japón

La entrada al centro se realiza a través de una plaza elevada a la que se accede por varias escaleras muy bien jerarquizadas. Una serie de paredes nunca ortogonales dirigen la circula ción hacia el acceso y el vestíbulo. Los muros se ejecutaron con hormigón armado y la cu bierta con acero. En este caso, Kikutake tras ladó el concepto de flexibilidad al interior del auditorio, para lo cual diseñó un sofisticado sistema de pantallas basculantes que permiten dividirlo en tres salas independientes.

Aquapolis

Los diferentes esbozos y versiones de la Ma rine City que Kikutake elaboró durante los años cincuenta y sesenta, pudo verlos al fin parcialmente realizados en la Exposición de Okinawa de 1975. Para ese evento, Japón decidió presentar una plataforma flotante que bautizó con el nombre de Aquapolis y que pretendía ser el prototipo de una célula de ciudad en el mar. Se trataba de una estructura que se levantada dieciocho metros por encima de la superficie del agua mediante dieciséis pi lares cilíndricos. Su planta cuadrada medía una hectárea, un módulo que a Kikutake le parecía el más adecuado como generador de un núcleo urbano.

En realidad, la materialización de la idea del arquitecto japonés se llevó a cabo gracias a las investigaciones que pudo realizar en la

Universidad de Estudios Marinos de Hawái en 1971. Esa institución lo había invitado para participar en el proyecto de construcción de una plataforma marina en la que se debían ubicar apartamentos, oficinas, un hotel, un área comercial, un centro de inves tigación, una sala de exposiciones y un he lipuerto, todo ello comunicado con las islas vecinas mediante un monorraíl y un servicio de hydrofoil. La experiencia convenció a Ki kutake de que sus ideas podían hacerse realidad y en 1973 se le presentó la oportunidad que esperaba.

En Okinawa, el esquema fue más senci llo que el estudiado en Hawái, pero a pesar de ello Aquapolis disponía de apartamentos para cuarenta personas y espacios para ofici nas y servicios públicos de todo tipo. Tam bién incluía sus propias centrales desaliniza dora, depuradora y de energía, así como un sofisticado sistema que le permitía soportar grandes tormentas desnivelándose menos de un grado. En ese caso, la plataforma estaba comunicada con tierra mediante una pasare la de doscientos cincuenta metros. En 1993 se clausuró la estructura flotante y en el año 2000 se vendió a empresas norteamericanas para proceder a su reciclaje.

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127. Kikutake Kiyonori: el Centro Cívico de Kurume, 1969. Prefectura de Fukuoka. 128. Kikutake Kiyonori: vista aérea de Aquapolis, 1975. Okinawa.

El Museo Edo-Tokio se inauguró en 1993, pero Kikutake estuvo trabajando en su pro yecto durante diez años. Su edificio impresio na no tanto por su altura total de sesenta y dos metros como por la de sus pilares de más de quince y la casi inverosímil luz de ciento cuarenta con la que se cubre su explanada de acceso. La escala del conjunto empequeñece al visitante. El complejo se divide en tres zo nas o ambientes. En los dos sótanos se sitúan las oficinas, una biblioteca y un auditorio. Su enorme plaza cubierta, de unos nueve mil metros cuadrados, sirve de vestíbulo exterior de donde parten los ascensores y las escaleras mecánicas que conducen a los niveles inferiores y al museo propiamente dicho situado en el superior. La forma general del inmueble re memora los tradicionales almacenes japoneses elevados del suelo.

Durante la última década del siglo xx y principios del nuevo milenio, Kikutake cons truyó una serie de obras de gran escala, como el Kitakyūshū Media Dome de 1998, el Mu seo de Arte de la Prefectura de Shimane de 1999 o el Museo Nacional de Kyūshū de 2005, entre otras.

Kurokawa Kishō

Kurokawa Kishō finalizó su carrera de Arqui tectura en la Universidad de Kioto en 1957. Después de obtener su licenciatura, se tras ladó a la capital para ampliar estudios en el Laboratorio que Tange dirigía en la Universidad de Tokio. Allí permaneció dos años hasta obtener su posgrado, tras lo cual comenzó a trabajar en la oficina de Tange. Fue en esa época cuando, junto con Maki e Isozaki, tam bién colaboradores del maestro, se comenzó a gestar el manifiesto metabolista que presen

El Museo Edo-Tokio 129. Kikutake Kiyonori: el Museo Edo-Tokio, 1990. Tokio.

taron en la Conferencia Mundial de Diseño celebrada en 1960 en Tokio. En 1963 se independizó y abrió su propio despacho.

Los pabellones de la Expo

En 1970, la Exposición Universal de Osaka se vislumbró como el lugar perfecto donde con vertir en realidad los ideales vanguardistas teo rizados en la proclama metabolista diez años antes. Kurokawa no desaprovechó la ocasión. Sus pabellones para Toshiba y Takara Beautilion le sirvieron para comprobar las posibilidades del empleo en la construcción de cápsu las prefabricadas, un término acuñado por él y semejante al movenett de Kikutake que acabo de comentar en el apartado anterior.

El estand Takara Beautilion consistía en una malla metálica tridimensional que se montó en solo seis días y que, además, permitía expandirse a voluntad. En sus huecos se insertaron módulos industrializados que podían sustituirse o trasladarse en cualquier momento. Esa flexibilidad y capacidad de cambio resultaba mucho más compleja y so fisticada en el pabellón de Toshiba. En este, de su estructura tetraédrica de planchas me tálicas se suspendía un casquete esférico, de color rojo y veintiséis metros de diámetro, que era el techo técnico de un auditorio para quinientos espectadores cuyo suelo ascendía o

descendía mediante sistema hidráulico aloja do en un gigantesco pilar. En la segunda mitad de los años sesenta y en los setenta, la investigación de Kurokawa se centró en la puesta a punto de módulos prefabricados para la construcción de edifi cios. Su objetivo consistía en crear cápsulas industrializadas para las diferentes estancias de una vivienda, de manera que el coste y la ejecución de las obras pudieran ser menores que en los sistemas tradicionales.

El Ayuntamiento de Sakura

El Ayuntamiento de Sakura, inaugurado en 1971, fue un buen ejemplo del empleo de mé todos industrializados para ejecutar, en un plazo relativamente corto, un complejo pro grama que incluía una torre de oficinas muni cipales, una zona de actividades públicas y una sala de conferencias. El bloque principal de cinco pisos se construyó levantando, mediante encofrado deslizante, dos torres de hormigón en cada extremo de la planta, en las cuales se ubicaban escaleras, ascensores, aseos y almacenes. Al mismo tiempo, las losas de los

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Arquitectura moderna de Japón
130. Kurokawa Kishō: el pabellón Toshiba, 1970. Expo sición Universal de Osaka. 131. Kurokawa Kishō: el Ayuntamiento de Sakura, 1971. Prefectura de Chiba.

forjados se iban ejecutando in situ sobre el te rreno para, posteriormente, elevarlas hasta la altura correspondiente. Los módulos prefabricados de sus fachadas parecían corresponder a unidades independientes conectadas por conductos metálicos vistos.

El edificio Nakagin

El edificio Nakagin, finalizado en 1972, se ha convertido en uno de los iconos del movimiento metabolista nipón y el más claro ejemplo del empleo de una cápsula prefabricada como célula generadora de un proyecto. Tras la experiencia de Kurokawa en la Expo de Osaka y en concreto con los módulos de la estructura del pabellón Takara Beautilion, un promotor propuso al arquitecto construir en pleno centro de Tokio, en el barrio de Ginza, una torre de apartamentos mínimos, pero con todos los servicios. Su cliente consideraba que muchos pequeños negocios, profesionales o trabajadores de fuera de la capital necesita ban un local de pocos metros cuadrados, que podía ser oficina o vivienda, pero muy bien situado, una condición que satisfacía el solar del que disponía.

El edificio Nakagin se erigió a partir de dos núcleos cuadrados de hormigón armado, de once y trece pisos, en cuyo interior se ubicaron la caja del ascensor con los pasos de instalaciones y una escalera de tres tramos a su alrededor. Desde cada uno de los descan sillos se accedía a dos apartamentos, y desde el rellano mayor, a otros cuatro. Ambas torres se reforzaron con elementos metálicos en los puntos donde se debían anclar las ciento cua renta cápsulas, las cuales, debido a la diferente altura a la que se acoplaban y a sus distintas orientaciones, proporcionaban variedad y dinamismo a las fachadas.

Los módulos del Nakagin se fabricaron en la vecina Chiba utilizando la experiencia de la industria naval japonesa, tanto en lo que se re

fería a los métodos de construcción como a los de transporte. Por ese motivo, su tamaño se ajustaba a las medidas de los contenedores ma rítimos, dos metros y medio de ancho y cuatro de largo. Su armazón se ejecutó en acero y sus muros se crearon con paneles sándwich con una chapa metálica exterior, el aislamiento y

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Periodos
Shōwa, desde 1945, y Heisei 132. Kurokawa Kishō: el edificio Nakagin, 1972. Tokio. 133. Kurokawa Kishō: réplica del interior de una cápsu la del edificio Nakagin.

un acabado interior de material sintético. La única ventana circular, de metro treinta de diámetro, incluía una persiana plegable radialmente. El aseo de cada unidad estaba formado por dos carcasas de plástico moldeado en las que la minibañera, el lavabo y el inodoro que daban integrados en las paredes. Esas cápsulas llevaban incorporadas sus instalaciones de tal manera que cuando se montaban en obra solo había que conectarlas a los ramales generales. Cada apartamento disponía de una cama, un escritorio, armarios y los últimos adelantos de la época en aparatos electrónicos: calculadora, televisión, equipo de cinta magnetofónica, ra dio despertador y aire acondicionado.

El deseo inicial de que el Nakagin ampliara o renovara sus cápsulas no se ha cumplido.

En más de cuarenta años de vida, nunca se ha realizado ninguna sustitución de módulos. El reducido mantenimiento realizado a lo largo de esos decenios ha provocado la paulatina degradación de todo el inmueble, especial mente de sus instalaciones y de los elemen tos metálicos exteriores, hasta forzar su cierre para decidir su futuro. Sea cual fuera este, la obra de Kurokawa ha pasado ya a la historia de la arquitectura mundial de la segunda mi tad del siglo xx.

El edificio Sony

El edificio Sony de Kurokawa se finalizó en 1976 y se derribó en el año 2006. El inmueble se levantaba hasta los setenta metros de altu

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134. Kurokawa Kishō: el edificio Sony, 1976, Osaka. Derribado en el año 2006. 135. Kurokawa Kishō: el edificio Sony, 1976, Osaka. Derribado en el año 2006. Detalle de las cápsulas y los conductos de instalaciones.

ra en un pequeño solar en esquina del centro de Osaka. Su función consistía en exponer los productos de la firma nipona de manera que el público pudiera utilizarlos sin limitación alguna. Como en el Nakagin, construido cuatro años antes, su proyecto se basó en pre supuestos metabolistas, pero el resultado fue muy diferente. En este caso, las cápsulas, de un impoluto acero inoxidable, se emplearon solo para las cabinas de los aseos y se situa ron aisladamente en fachada para facilitar su mantenimiento o reposición. Los conductos de cobre de sus instalaciones también discurrían vistos por el exterior junto a esos módu los de servicios. En la esquina de la torre se encontraban los ascensores panorámicos, y en la fachada principal, las escaleras mecánicas acristaladas. El edificio se remataba con un cuerpo ciego que ocultaba la maquinaria de los equipos.

El Museo de Arte Moderno de Saitama

En los años ochenta, Kurokawa realizó una serie de obras en las que alteraba sus planteamientos metabolistas iniciales. En ellas susti tuía el empleo de las cápsulas por la implan tación de un orden geométrico generador que aludía de otra manera a un hipotético creci miento. Como ejemplo de esta etapa debe citarse el Museo de Arte Moderno de Saita ma, de 1982. La idea general de su proyecto consistió en diluir el concepto de cerramiento para interconectar interior y exterior mediante una transición suave entre ambos espacios. Eso lo consiguió prolongando su estructura hasta la plaza de acceso, de tal forma que los vacíos creados por pilares y jácenas definie ran ese ambiente intermedio e invitaran a los transeúntes a entrar en el museo. En 1987, Kurokawa utilizó un lenguaje semejante en

Periodos
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Shōwa,
desde 1945, y Heisei 136. Kurokawa Kishō: el Museo de Arte Moderno de Saitama, 1982. Urawa, prefectura de Saitama.

El edificio Wacoal

El edificio Wacoal, sede principal de esa empresa de moda femenina, se finalizó en 1984 en el centro de Tokio. En sus pisos del primero al séptimo se distribuyeron oficinas y alma cenes, mientras que en la última planta, cu bierta con una bóveda semicilíndrica, se situó

una zona de recepciones y un jardín japonés. En esos años Kurokawa ya estaba inmerso en desarrollar una arquitectura con multiplici dad de significados y relaciones espaciales am biguas, algo que le acercaba al movimiento posmodernista. Como muestra de algunos de esos guiños ya presentes en esta obra, debe mencionarse el óculo de su fachada lateral, diseñado a partir de una carta astrológica ja ponesa de principios del siglo xix, o la brújula dibujada en el pavimento del vestíbulo.

el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de Nagoya. 137. Kurokawa Kishō: el edificio Wacoal, 1984. Tokio.

El Museo de Arte Contemporáneo de Hiroshima

El Museo de Arte Contemporáneo de Hiros hima, de 1988, se proyectó teniendo en cuenta su emplazamiento en una colina. Su reduci da altura, su implantación creando pequeñas plazas abrazadas por las alas de los diferentes espacios de exposición, incluso sus referencias formales respondían muy bien al concepto de «arquitectura de simbiosis» acuñado por el ja ponés en esta época.

Las últimas obras

Ya en el nuevo milenio, Kurokawa realizó una serie de obras de gran envergadura en las que aplicaba su teoría de la «arquitectura de simbiosis», a la vez que confiaba en los recursos que le aportaba la tecnología más avanzada. Una de ellas fue el Centro Internacional de Convenciones de Osaka, finalizado el año 2000. Su programa demandaba un conjunto de espacios, destinados a exposiciones, con gresos y conferencias, a los que se exigía que estuvieran libres de pilares. La solución que propuso Kurokawa consistió en un compacto volumen con una estructura de enormes vigas de celosía apoyadas cada dos pisos en seis columnas perimetrales y que en las fa chadas laterales mostraban sus elementos en diagonal.

El estadio de Ōita, más conocido por el nombre de Big Eye, se inauguró en el año 2001. Ubicado en un parque, Kurokawa creó una planta circular para englobar un campo de fútbol y una pista de atletismo. Su cubier ta, con forma de casquete esférico, consta de una parte fija que protege a un aforo de cua renta y tres mil espectadores y otra retráctil que permite cubrir a voluntad el terreno de juego. Como soporte de ambas, siete arcos de vigas en celosía atraviesan el recinto para apo yarse únicamente en su perímetro. En caso de lluvia, el techo translúcido de teflón se extien de mediante un sistema informático que con trola la tensión exacta del material durante esa operación.

Periodos Shōwa, desde
y Heisei 129
1945,
138. Kurokawa Kishō: el Museo de Arte Contemporáneo de Hiroshima, 1988. 139. Kurokawa Kishō: el Centro Internacional de Con venciones de Osaka, 2000.

La última gran obra de Kurokawa fue el Centro Nacional de Arte en Roppongi, in augurado el mismo año de su fallecimiento, el 2007. Con sus casi cincuenta mil metros cuadrados y su enorme vestíbulo, se alza como el mayor edificio destinado a exposiciones de todo Japón. Su ondulada fachada de vidrio en cierra un gigantesco atrio de casi veintidós me tros de altura, donde aparecen dos troncos de cono exentos e invertidos en los que se ubican servicios, guardarropía y, en su parte superior, sendos cafés comunicados con las plantas del centro mediante pasarelas. Desde ese amplio espacio, varios ascensores y escaleras mecánicas permiten acceder a las diferentes salas de exhibición, cuyas superficies de entre mil y

dos mil metros cuadrados pueden subdividirse a voluntad mediante paneles móviles.

Maki Fumihiko se graduó, en 1952, en el de partamento que dirigía Tange en la Univer sidad de Tokio. Ese mismo año se trasladó a Estados Unidos, donde obtuvo un máster en Arquitectura por la Escuela de Diseño de Harvard en 1954. Posteriormente, entró a trabajar en la oficina de Sert en Cambridge y luego en la de Skidmore, Owings y Merril en Nueva York. A partir de 1956 impartió clases en varias universidades americanas y en 1958 realizó un largo viaje por Europa becado por la Fundación Graham. En 1960 regresó a Ja pón para colaborar en el despacho de Tange. En 1965 se independizó.

Hillside Terrace

En 1969, Maki finalizó una de las obras que mejor ilustra su evolución a lo largo de casi veinticinco años, desde la inauguración de su primera fase hasta la conclusión de la última en 1992. Se trata de los apartamentos conoci dos como Hillside Terrace y situados a ambos lados de una avenida del barrio de Shibuya en Tokio. Desde la década de los sesenta hasta el último decenio del siglo xx, un mismo promotor encargó a Maki seis proyectos de pequeños bloques de viviendas y locales, de entre tres y cuatro plantas, que se fueron construyendo a lo largo de unos doscientos metros de la mencionada calle. En 1979 y en el extremo del solar, también diseñó la emba jada de Dinamarca, con una fachada curva y un acabado de cerámica marrón que reflejaban su distinto uso. En las sucesivas etapas del Hillside Terrace se aprecian las diferentes ma neras de organizar las circulaciones de acceso a los apartamentos y comercios, y su relación con la vía pública.

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140. Kurokawa Kishō: el estadio de Ōita, 2001. 141. Kurokawa Kishō: el Centro Nacional de las Artes, 2007. Tokio.

En la primera y segunda fases, finalizadas en 1969 y 1973, el planteamiento de Maki to davía resultaba ortodoxo, tanto en sus mate riales y acabados como en una implantación que mantenía casi estrictamente la alineación a la calle. No obstante, en su segundo proyec to dividió el bloque en dos alas con las que

abrazaba un espacio interior a modo de plaza, que así quedaba aislada de la bulliciosa ave nida. En ese caso, aquella relación con la vía pública se estableció mediante un pasaje lon gitudinal, por el que se accedía a los locales de la planta baja y a las oficinas situadas en el primer piso. Los apartamentos se ubicaban en el segundo. Los acabados exteriores seguían siendo los mismos que en el primer proyecto, un discreto revoco de color gris.

La mayor anchura del solar destinado a la tercera fase, finalizada en 1977, permitió a Maki crear un espacio interior ajardinado que flanqueó con un bloque en forma de L y otro rectangular. En esta ocasión, el cambio en los planteamientos se reflejó también en los materiales de las fachadas, un inmaculado revestimiento cerámico blanco.

La cuarta fase, de 1985, la proyectó el arqui tecto Motokura Makoto, un antiguo colabo rador de Maki. La quinta, de 1987, consistió

142. Maki Fumihiko: el complejo residencial Hillside Terrace, fase 1, 1969. Tokio. 143. Maki Fumihiko: el complejo residencial Hillside Terrace, fase 2, 1973. Tokio.

en la construcción de una sala multifuncional ubicada bajo la plaza situada entre el primer y segundo edificios. La última, finalizada en 1992, se encuentra en el lado opuesto de la avenida. En ella, Maki creó tres bloques aisla dos de diferente tamaño en los que utilizó de manera decidida el vidrio y el aluminio, unos acabados que otorgaron a la obra un aspecto más ligero que el resto del conjunto.

El Centro de Deportes de Takaishi

El Centro de Deportes de Takaishi, finalizado en 1972, se construyó junto a un canal, entre un área industrial y otra residencial de la pe riferia de Osaka. El proyecto de Maki asignó a cada uno de los usos previstos un volumen independiente situado a ambos lados de un pasillo de más de cien metros. Una piscina, dos pistas polideportivas, una zona de admi nistración y un restaurante se distribuyeron a lo largo de ese corredor de tal modo que, gracias a su doble altura, podía accederse a las canchas desde la planta baja y a las gradas desde su piso.

La cubierta del centro se estudió para mon tarla in situ a partir de elementos prefabrica dos. Cada una de sus unidades se construyó en taller con vigas en celosía de perfil curvo para darles forma de huso. Una vez en la obra, se les incorporó el acabado exterior, el aisla miento, las instalaciones y finalmente el falso techo que correspondía a los diferentes usos. Cuando se completaron todos esos ensamblajes, cada módulo se izó con grúas para apoyar lo sobre las grandes jácenas cilíndricas que se habían encajado con anterioridad en pilares de hormigón.

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Arquitectura moderna de Japón
144. Maki Fumihiko: el complejo residencial Hillside Terrace, fase 3, 1977. Tokio. 145. Maki Fumihiko: el complejo residencial Hillside Terrace, fase 6, 1992. Tokio. 146. Maki Fumihiko: el Centro de Deportes de Takai shi, 1972. Osaka.

La nueva biblioteca en el campus Mita de la Universidad de Keio, finalizada en 1981, se en cuentra muy cerca de la proyectada por Sone Tatsuzō que comenté en el apartado «Los pri meros arquitectos japoneses» del capítulo dedicado al periodo Meiji. Una vez más, Maki mostró su conocida discreción planteando un respetuoso diálogo con ese entorno histórico. Por un lado, reculó los últimos pisos para re ducir el volumen aparente. A continuación, para fusionarse con el cromatismo de los dos edificios vecinos ya centenarios, utilizó un re vestimiento cerámico de color siena, como el empleado en la embajada danesa junto al mencionado Hillside Terrace. En este caso, la estructura se generó a partir de una retícula de ocho por ocho metros que correspondía a la altura de dos plantas. A partir de ese módulo, se diseñaron los alzados subdividiéndolos con aberturas cuyos machones variaban de anchura sutilmente. De esa manera, Maki logró adaptar la escala de las cuatro fachadas a las de sus respectivos entornos, muy diferentes entre sí.

El edificio Spiral

El edificio Spiral, inaugurado en 1985 en la avenida Aoyama de Tokio, es un complejo

cultural promovido por la empresa Wacoal, cuya sede diseñada por Kurokawa he comentado en el apartado anterior. El Spiral se alzó como una de las obras maestras de Maki desde el mismo día de su apertura. Su programa, desarrollado en sótano, planta baja y ocho pisos, incluye espacios para exposiciones, ca fetería, restaurante, tiendas, estudio de graba ción, salas de reuniones y un auditorio. Todo ese entramado de usos se refleja en un alzado principal en el que se utilizó un buen número de alusiones a la historia de la arquitectura del siglo xx y también a la tradicional de Japón. En su fachada asoma una escalera acris talada, un canto de forjado que sobresale del cerramiento, pilares exentos, un prominente cono, un muro serpenteante y otros detalles mil veces empleados en edificios modernos. Por otro lado, los grandes ventanales cuadra

Periodos Shōwa,
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desde 1945, y Heisei
La Biblioteca Hiyoshi de la Universidad de Keio 147. Maki Fumihiko: la fachada posterior de la Biblio teca Hiyoshi de la Universidad de Keio, 1981. Tokio. 148. Maki Fumihiko: el edificio Spiral, 1985. Tokio.

dos que cubren tres plantas y se cierran con vidrios translúcidos aparecen como una sutil referencia a los shōji japoneses. El mérito de Maki consistió en lograr que esos elementos discordantes quedaran integrados entre sí en una composición, a modo de collage, comple ja pero muy sugerente.

Nada más atravesar la entrada del Spiral, un amplio vestíbulo ofrece tres posibilidades. A la izquierda, los ascensores. A la dere cha, el arranque de una escalera que, después de dos quiebros, recorre la fachada acristala da para llegar al segundo piso donde se halla un auditorio para trescientas personas. En la parte trasera, tras pasar junto a la cafetería, se descubre un atrio, de triple altura e ilu minado cenitalmente, que acoge una rampa circular que conduce a la primera planta donde se ubican las tiendas. En la cuarta, se encuentra un restaurante y un jardín. En las superiores se distribuyen diversos espacios polivalentes.

En el edificio Spiral, Maki aplicó con suma inteligencia el concepto posmodernista de la yuxtaposición de elementos heterogéneos, pero identificables, para crear una composi ción que expandió las reglas y cánones de la ortodoxia del movimiento moderno sin en trar en contradicción con ellos.

El Gimnasio Metropolitano de Tokio

El Gimnasio de Fujisawa, finalizado en 1984, marcó un punto de inflexión en la carrera de Maki y una nueva forma de enfocar el pro yecto de ese tipo de instalaciones. Seis años más tarde, el arquitecto pudo aplicar los mis mos planteamientos, pero a mayor escala, en el Gimnasio Metropolitano de Tokio inaugurado en 1990. El programa de este último incluía, además de un pabellón para diez mil espectadores, otro espacio polivalente menor, dos piscinas, una con gradería para novecien tas personas, y una pista de atletismo al aire li

149. Maki Fumihiko: el Gimnasio Metropolitano de Tokio, 1990.

bre. Dado su emplazamiento en un parque, la normativa urbanística exigía que ninguna de sus construcciones sobrepasara los treinta metros de altura. Maki resolvió ese condicionante enterrando parte de los edificios, de tal forma que, como sucedía en la piscina olímpica de Tange, la cubierta de su gimnasio se convir tió en la verdadera protagonista del comple jo deportivo. Sin embargo, a diferencia de su maestro, Maki decidió que sus tres recintos tuvieran un sistema estructural distinto y, en consecuencia, un aspecto también desigual.

Para la planta rectangular de las piscinas utilizó un modelo convencional con faldones inclinados, con la única particularidad de que su parte central la cubrió con tejido de Te flón. De esa manera, el interior disfrutaba de una gran luminosidad, pero muy tamizada. Para los más de mil trescientos metros de la sala polivalente empleó una forma escalonada tipo zigurat. Finalmente, en el pabellón principal, Maki desplegó todos sus recursos en una cubierta, sin duda espectacular, que ha provocado un sinfín de interpretaciones más o menos subjetivas.

Para la concepción de la estructura del Gimnasio de Tokio, Maki partió de la idea de un casquete esférico bastante plano y apoyado sobre un anillo definido por una planta circular de ciento veinte metros de diámetro. A continuación, quebró esa superficie para crear dos segmentos simétricos que suspendió de un par de vigas curvas y casi tangentes en el centro. El resultado de tan imaginativa mani pulación de unas formas inicialmente simples fue sorprendente por la complejidad visual que se generaba. Pero ese efecto se acentuó aún más con la incorporación de un segundo anillo perimetral que se separó del primero con una estrecha faja de vidrio. De esa manera, la cubierta parecía flotar en el aire. Cuan do los rayos del sol se reflejan en su brillante acabado de acero inoxidable, aumenta toda vía más esa impresión de ligereza.

150. Maki Fumihiko: la primera fase del Makuhari Messe, 1990. Chiba.

El Makuhari Messe

El Makuhari Messe, también conocido como Nippon Convention Center, se construyó en unos terrenos recuperados al mar en la bahía de Tokio. El complejo se ejecutó en dos fases, inauguradas en 1990 y 1997, para las que Maki realizó proyectos diferentes. El primero incluía un edificio de planta circular, con un aspecto similar a los gimnasios de Fujisawa y Tokio y en el que se ubicaban un centro de conferen cias y una sala multifuncional. Ambos espacios se situaron junto a una nave rectangular, de más de quinientos metros de longitud y cinco hectáreas de superficie, diseñada a modo de espina dorsal para albergar todo tipo de eventos.

Como había hecho en el Hillside Terrace, cinco años más tarde, Maki reconsideró sus planteamientos iniciales. Por un lado, situó una nueva nave perpendicularmente a la de la primera fase, de forma que aquel pabellón circular ejercía de rótula virtual entre ambas. Por otro, su cubierta se construyó a partir de una estructura suspendida de grandes mástiles estabilizados mediante cables. Las distintas soluciones para cada fase o edificio y las suaves ondulaciones de los techos de acero son rasgos presentes en las últimas obras de Maki que también se encuentran en el Makuhari Messe.

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Periodos
Shōwa, desde 1945, y Heisei

151. Maki Fumihiko: la segunda fase del Makuhari Messe, 1997. Chiba.

A partir de la última década del siglo xx, con su Centro para la Artes de Yerba Buena en San Francisco inaugurado en 1993, la actividad de Maki se fue extendiendo al ex tranjero. Entre sus últimos proyectos merecen citarse el nuevo Media Lab del MIT en Mas sachusetts, de 2009, o el Museo Aga Khan en Toronto, de 2014.

Ōtaka Masato

Ōtaka Masato, el integrante de mayor edad del grupo metabolista, colaboró con Maki en la elaboración del artículo titulado «Hacia la forma colectiva», uno de los ensayos incluidos en el manifiesto que presentaron en la Con ferencia Mundial de Diseño de 1960. Tras li cenciarse en la Universidad de Tokio en 1947 y completar su posgrado dos años más tarde en el departamento de Tange, entró a trabajar en la oficina de Maekawa. Allí colaboró en los proyectos del bloque de Harumi y la Sala de Conciertos en Ueno, ambos ya reseñados en el apartado dedicado a ese arquitecto. En 1961

se independizó abriendo su propio despacho. Ōtaka puso en práctica la idea medular del ensayo que realizó con Maki en dos obras fi nalizadas esa misma década, el Centro Cultu ral y la Biblioteca de la Prefectura de Chiba.

El Centro Cultural y la Biblioteca de la Prefectura de Chiba

Construido en 1967, el Centro Cultural de la Prefectura de Chiba es un inmueble compac-

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Ōtaka Masato: el vestíbulo del Centro Cultural de la Prefectura de Chiba, 1967.

to y sensiblemente paralelepipédico en el que destaca el volumen de paredes inclinadas de su teatro. Su sala, con capacidad para casi mil ochocientas personas, comparte con un aula de conferencias y otras zonas de servicios un espacio de acceso que cruza toda la planta y que se transforma en un distribuidor octogonal con muros desplomados de gran altura, los cuales se manifiestan al exterior para seña lar la entrada al edificio. El paso al vestíbulo del auditorio se realiza a través de unas gigan tescas puertas trapezoidales.

La Biblioteca de la Prefectura de Chiba, inaugurada en 1968, se construyó muy cerca del comentado Centro Cultural y con un esquema semejante, aunque a una escala menor. Cuenta con dos zonas de lectura de di ferente tamaño que se ubican a ambos lados de un amplio espacio que perfora su volumen creando una transparencia norte-sur. En esta obra, Ōtaka empleó un sistema prefabricado compuesto por columnas de hormigón de sección cruciforme, jácenas en forma de V postensadas in situ y placas de forjados también industrializadas. Todo el sistema se basa en una retícula cuadrada de dos metros cua renta. A partir de esa medida, los pilares se situaron a una distancia mínima de cuatro de esos módulos, y las vigas, cada sesenta centí

metros, precisamente la anchura de las losas prefabricadas de los suelos. Ōtaka utilizó ese modelo estructural como elemento generador de la composición de su proyecto.

El Centro de Conferencias de la Prefectura de Tochigi

El Centro de Conferencias de la Prefectura de Tochigi en Utsonomiya, finalizado en 1969, es una pequeña pero interesante obra en la que Ōtaka empleó un esquema semejante al de su biblioteca en Chiba. Su programa se desarrolla en una planta baja casi cuadrada y dos pisos donde se dispone una zona de ofi cinas y una sala de conferencias que despliega su techo inclinado por encima de la cubierta plana. Los despachos y espacios operativos ro dean al auditorio por tres de sus lados y todos comparten un vestíbulo de triple altura iluminado cenitalmente. Unas jácenas de gran canto, de hormigón moldeado in situ y apoyadas a nueve metros de altura sobre robustos pilares cruciformes, actúan como una supe restructura de la que se cuelgan los elementos prefabricados postensados del primer piso y en la que se apoyan los del segundo.

Los apartamentos en Motomachi

En 1968, se encargó a Ōtaka un plan urbanístico para construir un total de cuatro mil qui nientos apartamentos en un terreno de casi treinta hectáreas cerca del antiguo castillo de Hiroshima, en el barrio de Motomachi. En ese momento, era el primer proyecto de Ja pón en el que se planeaba levantar edificios de gran altura para alcanzar una densidad de mil cuatrocientos habitantes por hectárea. Ōtaka comenzó situando los más bajos, de solo ocho plantas, cerca de la fortaleza, para a medida que se separaban de ella ir aumentando ese número hasta llegar a los catorce pisos. Por otro lado, decidió no crear simples bloques

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desde 1945, y Heisei
153. Ōtaka Masato: la Biblioteca de la Prefectura de Chi ba, 1968.

154. Ōtaka Masato: los bloques de apartamentos en Motomachi, 1969-1978. Hiroshima. En la zona verde se aprecian los lucernarios del centro comercial subte rráneo.

rectangulares, sino retranquearlos para me jorar la orientación, las vistas y la privacidad de los apartamentos. De esa manera, se podía aumentar su longitud real sin crear la sensa ción de pantalla plana.

El esquema estructural y circulatorio que adoptó Ōtaka se inspiró en el edificio de Ha rumi de Maekawa, en cuyo proyecto y cons trucción había colaborado diez años antes. Igual que allí, utilizó una disposición general formada por jácenas cada dos plantas y pilares separados casi diez metros. En ese módulo encajó otro menor para los cuatro apartamentos que se insertaban en él. Como en la obra de Maekawa, también situó el pasillo de acceso a las viviendas solo cada dos pisos, lo que im plicaba que para llegar a las de la planta infe rior se debía descender una escalera. Con esa solución, estas últimas, de solo cuarenta y dos metros cuadrados, disfrutaban de ventilación cruzada con habitaciones en ambas fachadas. Las situadas al mismo nivel que los corredores tenían una superficie menor.

Las azoteas de los bloques se ajardinaron incorporando bancos, zona de juegos y rin

cones con vistas en todas direcciones. De esa manera, y gracias a su gran desarrollo y a la diferencia de altura que se producía en algunos de los quiebros de su planta, los terrados se convirtieron en un verdadero paseo.

Al conjunto de la urbanización se lo dotó de una serie de servicios muy completos, como escuela, parque de bomberos, central de policía, baños públicos y locales comerciales soterrados pero iluminados con lucernarios. Los accesos de vehículos quedaban relegados a ese nivel inferior, mientras que su cubierta se ajardinó completamente para uso exclusivo de las personas.

Más allá del metabolismo

El movimiento metabolista y sus cuatro fun dadores ejercieron una influencia más que notable en muchos arquitectos japoneses, aunque no siempre de forma muy perceptible. Ejemplo de ello fueron los dos Sky Building de Watanabe Yōji de 1970 y 1971, en To kio; el Castillo de la Juventud de Nakajima Tatsuhiko de 1972, en Kibōgaoka; el templo Taiseki-ji en Fujinomiya de Yokoyama Ki mio, de 1972, pero derribado en 1998; o el Centro Internacional de Congresos de Kioto de Ōtani Sachio de 1966, del que hablo a continuación.

155. Watanabe Yōji: el Sky Building n.º 3, 1970. Tokio.

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Arquitectura moderna de Japón

Sachio

Ōtani Sachio se graduó en la Universidad de Tokio en 1946 y finalizó su máster en 1951.

Durante la década de los cincuenta trabajó en la oficina de Tange, donde colaboró en los proyectos del Parque de la Paz de Hiroshima y del antiguo Ayuntamiento de Tokio. En 1961 se independizó para abrir su propio despacho.

La sede de Tenshō kōtai jingūkyō

Una de las primeras obras de Ōtani fue la sede central para uno de los nuevos grupos religio sos que aparecieron en Japón en la posguerra, el denominado Tenshō kōtai jingūkyō. El complejo se inauguró en 1964 en Tabuse, prefectura de Yamaguchi, y sus más de trece mil metros cuadrados se desarrollan en cuatro bloques independientes pero comunicados entre sí. Además de una zona de oficinas y otra destinada al hospedaje de visitantes, dispone de dos salas de oración pavimentadas con ta tami, una con capacidad para tres mil personas y otra para quinientas. Ōtani estudió las circulaciones muy metódicamente y las que conducen a los salones de rezos las convirtió en un tránsito casi iniciático muy adecuado a su función. Grandes voladizos, antepechos inclinados y fachadas escalonadas otorgan monumentalidad a los volúmenes exteriores de un perfecto hormigón visto, mientras que en los espacios interiores rige la austeridad en los acabados y la ausencia total de cualquier tipo de ornamentación.

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156. Nakajima Tatsuhiko: el castillo de la juventud de Kibōgaoka, 1972. Prefectura de Chiga. 157. Yokoyama Kimio: el templo Taiseki-ji en Fujino miya, 1973. Prefectura de Shizuoka. Derribado en 1998. 158. Ōtani Sachio: la sede de Tenshō kōtai jingūkyō en Tabuse, 1964. Prefectura de Yamaguchi. Ōtani

El Centro Internacional de Congresos de Kioto

En 1962, Ōtani ganó el primer premio de un concurso convocado para la construcción de un centro de congresos en Kioto, al que Kiku take también se había presentado con un pro yecto muy elaborado. Las obras se finalizaron en 1966 tras dos años de trabajos y el edificio se convirtió muy pronto en un verdadero ico no moderno de la antigua capital japonesa. Situado al borde de un lago en el norte de la ciudad, su programa no ha dejado de aumentar en sucesivas ampliaciones llevadas a cabo en 1973, 1985 y 1998, de forma que la superfi cie inicial de treinta y tres mil metros cuadra dos ha alcanzado los casi cuarenta y seis mil. Partiendo de las instalaciones existentes en la primera fase, en cada una de las adiciones se han ido incorporando nuevos auditorios de diferentes tamaños, salas de exposiciones, áreas de prensa, espacios multiuso, cafeterías, así como más oficinas y despachos necesarios para la administración y funcionamiento del centro.

Ōtani agrupó cada una de las zonas alrede dor de grandes vestíbulos, pero, y ahí radicó su singularidad, decidió crear una geometría específica basada en una sección trapezoidal en vez de la convencional rectangular u orto-

gonal. Todas las paredes interiores y exterio res, los pilares o los acristalamientos renun cian a la verticalidad y se desploman en un sentido o en otro siguiendo el orden impuesto por el arquitecto. Incluso las cabinas de los traductores y de los técnicos de instalaciones vuelan inclinándose en sentido contrario al del paramento en el que se encuentran. El dinamismo formal del Centro Internacional de Congresos de Kioto adquiere casi un aire teatral. A pesar de su modernidad, su aspecto futurista y sus toques metabolistas, la obra de Ōtani logra establecer una sutil vinculación con ciertos elementos de la tradición nipona y, en concreto, con la de los monasterios sintoístas.

Los apartamentos en Kawara-chō

En 1969, se encomendó a Ōtani un plan para construir un complejo urbanístico con una densidad de mil habitantes por hectárea en un terreno de casi catorce de la ciudad de Kawasaki. Su encargo se parecía al que había recibido Ōtaka en Hiroshima un año antes y que he comentado en el apartado precedente. Para alcanzar la ocupación exigida, Ōtani utilizó edificios de catorce pisos, agrupándo los por parejas y emplazándolos en dirección

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159. Ōtani Sachio: el Centro de Congresos de Kioto, 1966-1998. 160. Ōtani Sachio: pasillo interior del Centro de Con gresos de Kioto, 1966-1998.

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norte-sur, para que las viviendas tuvieran la doble orientación este-oeste, la más adecuada para obtener la máxima insolación en invier no. Para evitar que los apartamentos inferio res perdiesen horas de asoleamiento, adelan tó las primeras ocho plantas escalonándolas para que pudieran disfrutar del sol en sus terrazas. Además, esa solución permitía crear entre cada dos bloques un espacio a modo de atrio para uso de los residentes y cuya forma piramidal recordaba el centro de congresos de Kioto.

Los independientes

Ante los jóvenes y vanguardistas arquitectos metabolistas, cuyas radicales y utópicas pro puestas apenas podían ir más allá del papel, unos pocos preferían mantenerse al margen y realizar proyectos menos atrevidos y extra

vagantes, pero que se construían. Dos de los más conspicuos representantes de esa posición, mucho más realista aunque con menos atractivo mediático, fueron Murano Tōgo y Shinohara Kazuo.

Murano Tōgo

Por edad, Murano Tōgo perteneció a una generación anterior a la de todos los arqui tectos que he mencionado en este apartado, incluso a la de Sakakura. Nacido en el periodo Meiji y formado en el Taishō, su trayec toria profesional abarcó más de sesenta años. Tras graduarse en la Universidad de Waseda en 1918, se trasladó a Osaka, donde entró a trabajar en la oficina de Watanabe Setsu hasta 1929, cuando decidió establecerse por cuenta propia. En 1920 y 1930 recorrió Estados Uni dos, Rusia y Europa para conocer las últimas tendencias internacionales in situ. Desde los inicios de su carrera se decantó por una po sición ecléctica. En su opinión, el mundo de la ceremonia del té podía inspirarle en la creación de una arquitectura innovadora que no estuviera tan alejada del hombre como, según él, las obras que abrazaban los postula dos más ortodoxos del movimiento moderno y que había conocido en sus viajes. Murano comenzó a recibir encargos de cierta entidad muy pronto, algo con lo que ninguno de sus colegas, con la excepción de Raymond, podía competir.

Las obras de los años treinta El primer proyecto importante de Murano fue el edificio de oficinas Morigo en Tokio, fi nalizado en 1931 y todavía hoy operativo, aunque con el nombre de Kinsan. El arquitecto japonés diseñó sus dos fachadas planas con un acabado de ladrillo visto y ventanas casi enrasadas, y remató sus siete pisos con una sencilla cornisa ligeramente volada. Ya desde

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Ōtani Sachio: los bloques de apartamentos en Kawara-chō, 1974. Kawasaki. Ōtani Sachio: el atrio entre dos bloques de aparta mentos en Kawara-chō, 1974. Kawasaki.

sus inicios profesionales, sus obras se distanciaban de la ortodoxia del movimiento inter nacional. Su búsqueda de la simplicidad com positiva y de la economía estructural situaba a sus proyectos por encima de una pretendida modernidad demasiado intransigente. Mura no no tuvo ningún complejo en utilizar citas literales de elementos tradicionales. Ejemplo de ello son los bordes ondulados de estilo karahafu en la fachada del teatro Shin-kabuki-za de Osaka, de 1958. Asimismo, nunca mostró interés alguno en la fama, a diferencia de al gunos de sus colegas.

El antiguo Centro Cívico de Ube, en la prefectura de Yamaguchi, es otra de las obras de Murano anteriores a la guerra mundial to davía en funcionamiento y que aún mantiene incólume su modernidad. Finalizado en 1937, el edificio muestra las ideas que sostenía el arquitecto japonés ya en los comienzos de su carrera. A pesar de su búsqueda conceptual de la sencillez en las formas y la naturalidad en

los materiales, Murano nunca dudaba en apli car en sus proyectos cierto toque de fantasía. En Ube, eligió como acabado exterior un ladrillo visto de tono ocre oscuro, casi grisáceo que unificaba un gran volumen que fue esca lonando desde la fachada de acceso hasta la posterior. La planeidad de los alzados apenas la rompió en el principal curvándolo ligera mente. Frente a él creó una pequeña plaza de acceso un poco elevada y remarcada con dos grupos de tres columnas exentas de sección trapezoidal.

El centro incluye un auditorio con un an fiteatro, una sala de conferencias y todos los servicios complementarios. En sus acabados interiores domina el tono blanco, incluso en las paredes y techos del teatro, pero aquí y allí aparecen elementos que introducen un cierto toque festivo. Los pavimentos ajedrezados, las columnas cilíndricas, los discretos toques de color en sus capiteles, las lámparas, los medallones y otros muchos detalles crean en los vestíbulos, pasillos y escaleras un agradable ambiente art déco.

Las obras de madurez

La catedral de Hiroshima, consagrada en 1953, refleja muy bien la filosofía y método de trabajo de Murano. Su aspecto exterior quizás pueda sorprender, pero respondía perfectamente al entorno en el que se levantó, una ciudad devastada por la bomba atómica. Para su construcción, el arquitecto japonés utilizó solo dos materiales, el hormigón y el ladrillo, este último fabricado con cenizas de edificios destruidos con la explosión nuclear. Ambos los manejó con modestia y enorme expresividad, dejándolos vistos, sin revestimiento alguno. De esa manera, resaltaba su propia sencillez y naturalidad, dos conceptos que conocía muy bien por formar parte de los preceptos de la ceremonia del té. Murano eli gió para la iglesia una planta basilical con una

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163. Murano Tōgo: el teatro Shin-kabuki-za de Osaka, 1958. 164. Murano Tōgo: el Centro Conmemorativo Wata nabe, 1937. Ube, prefectura de Yamaguchi.

nave central, dos laterales, una cúpula sobre el altar y un campanario exento. En su interior, los arcos de medio punto, tanto el travesero como los que separan las naves crean un am biente intemporal que recuerda los templos románicos europeos.

Ya desde el mismo día de su inauguración en 1963, el edificio Nissei de Murano Tōgo se convirtió en un revulsivo contra los van guardismos tecnológicos de los arquitectos metabolistas y afines, en esos años en plena efervescencia mediática. Situado en un solar en esquina en el centro de Tokio, sus dos fa chadas de granito rosáceo, sus robustísimos pilares de la zona porticada en planta baja y sus huecos tripartitos con elaboradas barandi llas metálicas no son más que el preludio de lo que oculta su auditorio, una verdadera explo sión de decorativismo gaudiniano. Los techos sinuosos, las barandillas doradas, el mármol de las escaleras, los tonos rojizos, todo con tribuye a crear un ambiente subyugante que culmina en una sala para mil doscientos es pectadores, un inesperado fogonazo de fan

tasía provocado por Murano. El patio de bu tacas y los dos anfiteatros quedan sumergidos en una atmósfera marina. Ni una sola arista surge de las paredes, todas revestidas de piezas vidriadas de suaves tonos rosáceos, dorados y blanquecinos. Ni tampoco del ondulante te cho que parece flotar en el aire cubierto de conchas tornasoladas. El ambiguo exterior del edificio Nissei y el mágico interior de su audi torio reflejan el rechazo de las modas y orto doxias arquitectónicas que siempre mantuvo Murano. La negación de la correspondencia entre forma y función, pues originariamente albergaba oficinas de una compañía asegura dora y un teatro, y su sensual decoración no podían sino escandalizar a los modernistas.

La iglesia de Takarazuka se consagró en 1966 en esa población de la prefectura de Hyōgo. En su proyecto, Murano utilizó una planta triangular para crear una capilla sencilla pero muy acogedora. La sinuosa cubierta metálica parte de la zona posterior, la de entrada al templo, para ascender suavemen te y sin quiebro alguno por una torre que se levanta veinticinco metros por encima de la sacristía para acabar en un afilado remate que sostiene una cruz. Las formas curvas y la rugosa textura de los muros, perforados por unas pocas ventanas, dominan todo el conjunto. En su interior, un pequeño rasgado en

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165. Murano Tōgo: la catedral de Hiroshima, 1953. 166. Murano Tōgo: el edificio Nissei, 1963. Tokio.
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