

LAMENTE CRIMINAL
(Estudios desarrollados bajo el enfoque de las disciplinas Psicológica, Sociológica y Criminológica)
LAMENTE CRIMINAL UnviajealasprofundidadesdelaPsiquehumana
LACONDUCTACRIMINALCOMOFENÓMENOCOMPLEJO
La conducta criminal es un fenómeno multifacético con causas diversas que varían según el contexto histórico, cultural y socioeconómico. A lo largo de la historia, las explicaciones sobre la conducta criminal han evolucionado desde perspectivas religiosas y morales hasta enfoques científicos y multidisciplinarios. En la actualidad, se entiende como un fenómeno social complejo y multicausal, influenciadoporfactoresindividuales,sociales,económicosypolíticos.
DISCIPLINAS QUE ESTUDIAN LA CONDUCTA CRIMINAL
Psicología de la conducta criminal: Estudia los procesos mentales y emocionales que pueden llevar a una persona a cometer un delito.
Modelos individuales: Se centran en características personales como rasgos de personalidad, trastornos mentales o experiencias traumáticas.
Modelos psicosociales: Destacan la influencia del entorno social y familiar, como la pobreza, la exclusión social o la violencia familiar.
Modelos integradores: Combinan factores individuales y sociales para ofrecer una explicación más completa.
Sociología de la criminalidad: Examina el delito como un fenómeno social, estudiando las estructuras sociales, normas y valores que influyen en la conducta delictiva.
Teoría de la tensión: Propone que las personas delinquen cuando experimentan una tensión entre sus aspiraciones y las oportunidades legítimas.
Teoría del aprendizaje social: Sostiene que las personas aprenden a delinquir a través de la interacción con otros
Teoría del etiquetado: Se centra en cómo la sociedad define y etiqueta a ciertas personas como "delincuentes".
Criminología: Estudia el delito desde diversas perspectivas, incluyendo la jurídica, psicológica, sociológica y victimológica
Diplomado: Psicología Criminal
Universidad Bicentenaria de Aragua
Prof.: Avelino Rodríguez Licenciado Psicología -Abogado.
Autor: Justo González.




LA MENTE CRIMINAL Y EL LADO OSCURO DE LA PSIQUE HUMANA
Cuando se estudia el comportamiento humano, la mente criminal contiene en si aspectos que resultan sorprendentes y perturbadores a la vez. En este sentido surge una pregunta: ¿Qué lleva a un individuo a pasar los límites de la norma y los valores de convivencia, generando daño y a contravenir los valores fundamentales de la sociedad? En el ejercicio de la psicología criminal se busca intervenir en las profundidades de la mente criminal, en búsqueda de respuestas en los laberintos de la genética, la neurociencia, la psicología del desarrollo y los factores sociales que influyen en estas conductas.
LA NATURALEZA MÚLTIPLE DE LA MENTE CRIMINAL
Se infiere en que no se puede determinar una sola faceta criminal en la mente de un individuo, por el contrario, se puede encontrar una diversidad de individuos, con su propias historias, motivaciones y patrones de pensamiento, los mismos pueden resultar de traumas de la infancia, desórdenes mentales no diagnosticados, y también por una combinación muy compleja de factores biológicos y ambientales. La capacidad de un individuo criminal, de ponerse en el lugar del otro y comprender su sufrimiento, teniendo empatía, es prácticamente nula; esta falta de empatía, promueve a generar actos con mayor índice de agresividad, ello se debe a que este individuo criminal, no internaliza el dolor que estaría generando.
IMPORTANCIA QUE JUEGA LA SOCIEDAD Y EL ENTORNO
Es de gran importancia en el estudio de las conductas criminales, el estudio del entorno social y cultural en la que se ha formado y se ha desarrollado la mente de un criminal. Factores como la exposición a la violencia, discriminación, pobreza extrema, y la falta de oportunidades o de inclusión social, coadyuvan en el riesgo de que un individuo se involucre en actividades delictivas.
LA PROMOCIÓN DE ACTOS QUE CONLLEVEN A LA COMPRENSIÓN DE LAS CONDUCTAS
Acerca de la producción
Comprender la mente criminal es un trabajo muy importante y complejo, el cual requiere un enfoque multidisciplinario, de la mano de los psicólogos, criminólogos, sociólogos y otros profesionales inclusive, que en conjunto se acerquen en la forma de como se estructura la mente criminal, con el fin último de crear y promover estrategias que prevengan las conductas y generen la intervención oportuna.



Introducción
El estudio de la criminalidad, como un fenómeno social, ha sido un tema central en diversas disciplinas, especialmente en psicología, sociología y criminología, por tanto, que, cada una de estas perspectivas aporta herramientas y diferentes enfoques únicos, que buscan comprender las causas y consecuencias del comportamiento delictivo de los individuos en sociedad. La presente investigación, es un análisis que busca integrar estos diferentes puntos de vista para dar a conocer una visión más completa del fenómeno criminal, con un enfoque particular en las tendencias actuales y su aplicación a la realidad.
Importancia del enfoque con sentido multidisciplinario para una mejor comprensión de la mente criminal: Tener comprensión de la mente de un criminal, es un gran desafío, así como muy complejo, el cual requiere un enfoque multidisciplinario, en el que coadyuven la psicología, la sociología y la criminología. Teniendo en cuenta que, cada una de estas disciplinas, aporta conocimientos y elementos prácticos para adentrarse en los factores que influyen en la conducta delictiva desde la propia psiquis del criminal.
La Psicología: la mente individual
La psicología se centra en los procesos mentales y emocionales del individuo. Explora cómo los rasgos de personalidad, los trastornos mentales, las experiencias traumáticas y otros factores psicológicos pueden contribuir a la conducta criminal Comprender estos aspectos individuales es fundamental para evaluar el riesgo de reincidencia y diseñar programas de tratamiento y rehabilitación personalizados.

La Sociología, enfoque en el entorno social
La sociología busca examinar el delito propiamente dicho como un fenómeno social, donde se estudian las estructuras sociales, las normas, los valores y las interacciones sociales que influyen directamente en la conducta delictiva. Es, por tanto, que factores propios del entorno como la pobreza, la desigualdad, la exclusión social, violencia intrafamiliar, pueden acrecentar el riesgo de que un individuo, cometa un delito. El análisis de los diferentes factores sociales, son fundamentales en la proposición, y creación de políticas públicas que vienen a mejorar las causas subyacentes de la criminalidad, reduciendo así sus consecuencias.
La Criminología, como integración de la síntesis
La criminología es una disciplina que juega un papel interdisciplinario, que viene dado por la integración de diferentes conocimientos derivados de la psicología, la sociología, el derecho y áreas externas que estudian el delito de una forma integral. En la criminología, se analizan las causas del delito, sus formas de aparición, sus consecuencias y cuales son las estrategias que conlleven a su prevención y control. En este sentido, la criminología busca comprender cómo interactúan los factores de forma individual y en sociedad para producir una conducta delictiva y, sus formas de intervención de manera efectiva, resultando en una reducción significativa de la criminalidad. 3
Por Justo González | Diplomado Piscología Criminal
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En referencia a la conducta criminal, se puede inferir en que es un fenómeno complejo y de múltiples facetas, no es un fenómeno aislado o de poca intervención de sus causas, por su parte, ha sido objeto de estudio a lo largo de la historia y en diversas culturas inclusive. En este sentido, desde las antiguas civilizaciones y culturas, hasta llegar a la sociedad contemporánea, la figura del Delito ha permanecido de una forma manifiesta de la desviación social, y sus valores de convivencia, y por ello sus posibles causas y consecuencias varían de acuerdo al contextohistórico,culturalysocioeconómicodondesehaproducido.
La Evidencia Histórica de las conductas criminales en el tiempo
Con el paso del tiempo en la historia de la humanidad, diversas teorías han intentado dar una explicación acerca de la conducta criminal; partiendo de la antigüedad, las explicaciones religiosas y morales predominantes, atribuían el delito a la posesión demoníaca, o a la falta de virtud individual del individuo. Luego, en la Edad Media, con el surgimiento del Derecho Canónico, y el Derecho Penal, los aportes se centraron en el castigo del pecado y el delito como formas de transgresión a la norma divina y humana. Posteriormente, en la Edad Moderna, con el denominado surgimiento del Estado-nación y la Ilustración, se promueve una visión más secular y racional del delito. De la mano de Autores reconocidos como Cesare Beccaria y Jeremy Bentham, quienes abogaron por la proporcionalidad de las penas y la prevención del delito a través de la educación y la reforma social.
Es en el siglo XIX, cuando la criminología, que nace como ciencia autónoma, inicia el estudio del delito desde una perspectiva empírica y multidisciplinaria; promovido por autores como Cesare Lombroso y Enrico Ferri, se buscó identificar los factores biológicos, psicológicos y sociales que predisponían a la conducta criminal. En la actualidad, la conducta criminal se analiza como un fenómeno social complejo y multicausal, que surge como consecuencia directa de factores individuales, sociales, económicos y políticos.
Por su parte, y de necesaria comprensión, la situación de Venezuela en las conductas criminales, se caracterizan por una combinación de factores que contribuyen a la alta tasa de criminalidad, incluyendo la pobreza, la desigualdad social, la impunidad, la corrupción, la falta de oportunidades y la crisis política y económica. Teniendo en cuenta que no se puede obtener una observación desde la opinión de una sola disciplina, es necesaria la interacción de forma multidisciplinarias de varias disciplinas.
La Psicología de la conducta criminal
Se introduce en los procesos mentales y emocionales que pueden llevar a una persona a cometer un delito De su estudio se han desarrollado diversos modelos para explicar la conducta criminal, de los cuales se puede hacer mención a:
Modelos individuales: se centran en las características personales del individuo, como rasgos de personalidad (impulsividad, baja empatía), trastornos mentales (psicopatía, trastorno antisocial de la personalidad) o experiencias traumáticas en la infancia. Modelos psicosociales: resaltan la influencia del entorno social y familiar en el desarrollo de la conducta delictiva. Factores como la pobreza, la exclusión social, la violencia familiar o la exposición a modelos delictivos pueden aumentar el riesgo de que una persona cometa un delito.
Modelos integradores: combinan factores individuales y sociales para ofrecer una explicación más completa de la conducta criminal. Estos modelos reconocen que la interacción entre la persona y su entorno es fundamental para entender por qué alguien delinque.
La Sociología de la criminalidad
Viene a examinar el delito propiamente dicho como un fenómeno social, estudiando en sí, las estructuras sociales, su entorno, las normas y los valores que influyen en la conducta delictiva. De estos estudios se derivan algunas teorías sociológicas:
Teoría de la tensión: propone que las personas pueden delinquir cuando experimentan una tensión entre sus aspiraciones y las oportunidades legítimas para alcanzarlas.
Teoría del aprendizaje social: sostiene que las personas aprenden a delinquir a través de la interacción con otros, especialmente en grupos de pares
Teoría del etiquetado: se centra en cómo la sociedad define y etiqueta a ciertas personas como "delincuentes", lo que puede llevar a la estigmatización y a la reincidencia.


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La Criminología en el fenómeno conductual
Por ser una disciplina interdisciplinaria estudia el delito desde diversas perspectivas, que incluye la jurídica, la psicológica, la sociológica y la victimológica, en este sentido, se analizan las causas del delito, las formas en que se manifiesta, sus consecuencias y las estrategias para su prevención y control. La criminología coadyuva en el desarrollo de estudios como:
Neuro criminología: que estudia la relación entre el cerebro y la conducta delictiva, buscando identificar factores neurobiológicos que puedan aumentar el riesgo de delinquir.
Criminología ambiental: que analiza cómo el entorno físico y social influye en la comisión de delitos, buscando diseñar estrategias de prevención situacional.
Ciberdelincuencia: que estudia los delitos que se cometen a través de internet y las nuevas tecnologías, como el fraude online, el hacking o la pornografía infantil.
El delito en sí: Estudia las características del delito, cómo se comete, dónde y cuándo ocurre, etc.
El delincuente: Analiza los factores que pueden haber influido en la persona que cometió el delito, como su personalidad, su entorno social, sus experiencias, etc.
La víctima: Investiga el papel de la víctima en el delito, si fue un factor desencadenante o si fue elegida por alguna razón en particular.
El control social: Examina cómo la sociedad reacciona ante el delito, las leyes, las instituciones encargadas de hacerlas cumplir, etc.
La Psicología Social es considerada una herramienta fundamental para comprender la Criminalidad, por tanto, la psicología social, como rama de la psicología que estudia la interacción de los individuos en su entorno social, ha demostrado ser de gran relevancia en el campo de la criminología. Sus diversas teorías y conceptos nos permiten analizar y comprender el complejo fenómeno de la criminalidad desde una perspectiva ...
psicosocial, explorando cómo los factores sociales, cognitivos y emocionales influyen en el comportamiento delictivo. Actitudes, Atribución y Disonancia Cognitiva, resulta ser una Triada de la Influencia Social, según los estudios sobre las actitudes humanas revelan que, si bien las actitudes pueden ser un factor predisponente, no siempre se traducen directamente en conductas. La relación entre actitud y conducta es compleja y está mediada por procesos cognitivos y emocionales.
La teoría de la atribución social nos muestra cómo las personas tienden a buscar explicaciones causales para los comportamientos, ya sean factores internos (características personales) o externos (circunstancias). Esta atribución puede influir en la percepción y el juicio sobre los demás, así como en la propia conducta. La teoría de la disonancia cognitiva, por su parte, explica cómo las personas buscan mantener la coherencia entre sus creencias y acciones. Cuando existe una discrepancia, se produce una tensión psicológica que puede llevar a cambios en las actitudes o conductas para reducir la disonancia.
Procesos Grupales y Desindividualización y el Poder del Contexto Social
Los estudios sobre procesos grupales demuestran que el comportamiento individual se ve influenciado por la dinámica del grupo. La presencia de otros puede generar fenómenos como la influencia social, donde las personas adoptan las opiniones y conductas del grupo, y la desindividualización, donde la pérdida de identidad individual en el grupo puede llevar a comportamientos impulsivos o desviados
El Comportamiento Criminal
Es crucial distinguir entre la definición legal de criminalidad y el comportamiento antisocial desde una perspectiva psicológica. No todos los actos antisociales son delitos, y no todos los delitos son detectados o sancionados legalmente. Por lo tanto, es importante estudiar el comportamiento antisocial en un espectro más amplio, considerando tanto las acciones ilegales como aquellas que violan normas sociales.

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Factores de Riesgo
El comportamiento criminal es el resultado de una interacción compleja de factores de riesgo sociales, familiares y psicológicos. La pobreza, el rechazo social, las experiencias familiares disfuncionales, los problemas cognitivos o de lenguaje, la falta de empatía y los trastornos de conducta son algunos de los factores que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar un comportamiento antisocial persistente.
La Influencia de la Genética y el Entorno
Tanto la genética como el entorno juegan un papel en el comportamiento antisocial. La genética puede influir en la predisposición a ciertos rasgos de personalidad o trastornos mentales, mientras que el entorno moldea el desarrollo y la expresión de estos rasgos. Es la interacción entre ambos lo que determina en gran medida el comportamiento de un individuo
Psicopatía y Criminalidad como relación Compleja
La psicopatía es un trastorno de personalidad caracterizado por rasgos como la falta de empatía, la manipulación, el egocentrismo y la impulsividad Si bien no todos los psicópatas son criminales, existe una mayor prevalencia de psicopatía en poblaciones carcelarias. La psicopatía puede ser un factor de riesgo para la comisión de delitos, especialmente aquellos que implican violencia o manipulación.
Trastornos Mentales y Comportamiento Criminal
Es importante destacar que la mayoría de las personas con trastornos mentales no son violentas ni representan un peligro para la sociedad. Sin embargo, algunos trastornos mentales, como la esquizofrenia o el trastorno bipolar, pueden estar asociados a un mayor riesgo de comportamiento antisocial en ciertos contextos. Es fundamental abordar esta relación con matices y evitar generalizaciones estigmatizantes La psicología social, con sus teorías y conceptos, nos brinda herramientas valiosas para comprender la complejidad del comportamiento criminal. Al analizar las actitudes, la atribución, la disonancia cognitiva, los procesos grupales, la desindividualización, los factores de riesgo, la influencia genética y ambiental, la psicopatía y los trastornos mentales, podemos obtener una visión más completa y matizada de la criminalidad
Es fundamental adoptar un enfoque multidisciplinario que integre los conocimientos de la psicología social con otras disciplinas, como la criminología, la sociología, el derecho y la neurociencia, para desarrollar estrategias de prevención e intervención más efectivas y abordar de manera integral el problema de la criminalidad.
La Tipología Criminal y sus Trastornos
La psicología criminal, como disciplina que estudia la mente del delincuente y los factores que influyen en su comportamiento, ha desarrollado diversas tipologías criminales para comprender y clasificar a los delincuentes. Estas tipologías son el resultado de una interacción compleja entre factores biológicos, psicológicos y sociales.
Tipologías Criminales
A lo largo de la historia, se han propuesto diversas tipologías criminales, cada una con sus propios criterios y enfoques. Algunas tipologías son:
Tipologías basadas en la motivación delictiva
Delincuente impulsivo: Actúa sin planificación, movido por la emoción del momento.
Delincuente premeditado: Planifica cuidadosamente sus acciones, buscando un objetivo concreto
Delincuente pasional: Actúa impulsado por emociones intensas como la ira, el odio o los celos.
Delincuente utilitario: Busca un beneficio material o personal a través del delito.
Tipologías basadas en el tipo de delito
Delitos violentos: Agresiones, homicidios, violaciones.
Delitos contra la propiedad: Robos, hurtos, fraudes.
Delitos sexuales: Abusos, exhibicionismo, pedofilia.
Delitos informáticos: Hackeo, phishing, robo de identidad
Tipologías basadas en la personalidad del delincuente
Psicópata:
Individuo con falta de empatía, manipulación, egocentrismo y tendencia a la impulsividad y la violencia.

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Sociópata:
Individuo con dificultades para adaptarse a las normas sociales, impulsividad, irresponsabilidad y falta de remordimiento.
Neurótico:
Individuo con ansiedad, inseguridad y baja autoestima, que puede delinquir como una forma de escape o compensación.
Psicótico:
Individuo con alteraciones en la percepción de la realidad, como delirios y alucinaciones, que pueden influir en su conducta delictiva.
Trastornos Mentales y Criminalidad
Si bien no todos los delincuentes tienen trastornos mentales, existe una mayor prevalencia de ciertos trastornos en poblaciones carcelarias. Algunos de los trastornos que se asocian a la criminalidad son:
Trastorno de Personalidad Antisocial: Se caracteriza por un patrón de desprecio y violación de los derechos de los demás, impulsividad, irresponsabilidad y falta de remordimiento
Trastorno Límite de la Personalidad: Se caracteriza por inestabilidad emocional, impulsividad, dificultades en las relaciones interpersonales y riesgo de autolesiones
Trastornos Psicóticos: Como la esquizofrenia, pueden generar delirios y alucinaciones que influyen en la conducta delictiva
Trastornos del Estado de Ánimo: Como la depresión o el trastorno bipolar, pueden aumentar la impulsividad y el riesgo de conductas de delictivas
Es importante destacar que la relación entre trastornos mentales y criminalidad es compleja y multifactorial. No todos los individuos con estos trastornos cometen delitos, y la mayoría de los delincuentes no tienen trastornos mentales diagnosticados.
El Entorno y los Factores Influyentes
La psicología criminal reconoce que la conducta delictiva no es el resultado únicamente de factores individuales, sino también de la interacción con el entorno y otros factores influyentes. Algunos de los más relevantes son:
Familias disfuncionales: La ausencia de figuras parentales, la violencia doméstica, el maltrato infantil y la falta de supervisión pueden aumentar el riesgo de desarrollar comportamientos antisociales
Abusos: Haber sufrido maltrato físico, psicológico o sexual durante la infancia o la adolescencia puede tener un impacto duradero en la salud mental y la conducta.
Factores ambientales: La pobreza, la exclusión social, la falta de oportunidades, la exposición a la violencia y la delincuencia en el entorno pueden contribuir al desarrollo de comportamientos delictivos.
Factores neurológicos: Lesiones cerebrales, alteraciones en neurotransmisores y desequilibrios hormonales pueden influir en la impulsividad, la agresividad y la toma de decisiones.


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La psicología, como una disciplina que estudia la mente y el comportamiento humano, representa de forma esencial un mecanismo en el ámbito de la intervención criminal. Su aplicación aborda diferentes áreas, desde la evaluación y diagnóstico de delincuentes hasta la prevención del delito y el apoyo a las víctimas.
Evaluación y Diagnóstico, como base para la Intervención Efectiva
La psicología forense, una rama especializada de la psicología, se encarga de evaluar y diagnosticar a personas involucradas en el sistema legal. Esta evaluación es fundamental para tomar decisiones informadas en diversas etapas del proceso judicial y penitenciario. En primer lugar, la evaluación de la peligrosidad es fundamental para determinar el riesgo de reincidencia de un individuo. Los psicólogos forenses emplean diversas herramientas y técnicas para analizar factores de riesgo tanto estáticos (antecedentes penales, etc ) como dinámicos (actitudes y creencias). Esta evaluación es influyente en decisiones judiciales como la libertad condicional y la duración de las penas
La evaluación de la capacidad mental es otro aspecto fundamental, con la que se busca determinar si un acusado comprende los cargos de los cuales se le acusa, y si puede participar activamente en su propia defensa, es decir que tenga capacidad Esta evaluación es especialmente relevante en casos de personas con discapacidad intelectual o trastornos mentales Por su parte, el diagnóstico de trastornos mentales es esencial para comprender el comportamiento delictivo y diseñar intervenciones adecuadas. Trastornos como la psicopatía o el trastorno antisocial de la personalidad pueden influir en la comisión de delitos y requerir enfoques de tratamiento específicos.


Conclusiones
El estudio de la criminalidad, como fenómeno de las conductas de un individuo en sociedad, es un campo en constante evolución. La integración de perspectivas psicológicas, sociológicas y criminológicas, así como de otras disciplinas del propio Derecho, permite una comprensión más profunda de la complejidad que representa como piensa un delincuente En Venezuela, como en el resto del mundo, es fundamental abordar la criminalidad desde una perspectiva multifactorial y desarrollar políticas públicas basadas en la evidencia, la conducta criminal es un fenómeno resultado de una compleja interacción entre factores biológicos, psicológicos y sociales.
La importancia en su prevención, viene dada por la necesidad de desarrollar programas de prevención que aborden los múltiples factores de riesgo, la necesidad de un enfoque integral de los conocimientos de diferentes disciplinas, es fundamental para abordar de manera efectiva el problema de la criminalidad. La mente de un criminal, es un campo de estudio complejo y en constante evolución. La Importancia de generar un enfoque multidisciplinario resultará en:
Identificar los factores de riesgo.
Diseñar estrategias de prevención.
Evaluar el riesgo de reincidencia.
Desarrollar programas de tratamiento y rehabilitación.
En el caso Venezuela, la alta tasa de criminalidad se debe a una combinación de factores como la pobreza, la desigualdad social, la impunidad, la corrupción, la falta de oportunidades y la crisis política y económica. Es necesario un enfoque multidisciplinario para comprender y abordar la complejidad de la conducta criminal en el país, teniendo en cuenta que entrar en la mente criminal, conlleva a un estudio complejo e integral de diferentes enfoques, que resulten en un acercamiento a una posible mejora conductual

