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conductos laterales, que llegan al patio y finalmente sale por las aberturas en el techo. Otro aporte de Godin que aún se usa, son los “shut” de basura. Aire, espacio y luz, estas eran las necesidades esenciales humanas, que Godin definió para su arquitectura y que un siglo después Le Corbusier retomaría y los revolucionaría. Sin duda Godin es uno de los personajes más brillantes que han habitado en Europa o quizás en el mundo. Los desarrollos tecnológicos que él aportó, junto con sus ideologías, son factores aún vigentes. Tanto es así, que en la actualidad los departamentos aún son habitados por personas que valoran este tipo arquitectura. Este es uno de los modelos de arquitectura utópica más efectivos y también de los más longevos. Y todo por la mente de un hombre que entendió que la higiene y el confort, llegarían a cambiar al hombre, convirtiéndolo en un producto social. Por eso el familisterio, fue toda una obra experimentalista y pragmática, toda una proeza arquitectónica. Donde el pragmatismo extremo lleva a la utopía de un mundo totalmente mesurable y calculable. Tal vez aquí la arquitectura fue capaz de cambiar al mundo. “Uno puede desarrollar planes en libros pero cuando se trata de ponerlo en práctica, uno tiene que confrontarse con los deseos contradictorios de los hombres a los que están dirigidos. Han fracasado tantas veces los pocos intentos de reforma social que se trata de soñadores a los hombres que las impulsan. Tal vez lo mismo se diga de mí, pero yo he sido un hombre de acción. He hecho realidad mis ideas. Las puse en práctica antes de teorizar. No puedo ser acusado de quedarme en el terreno de las utopías”. (Jean-Baptiste André Godin.). De acuerdo
con lo que Godin dice, su obra y él, no son aptos para catalogarlos como utópicos, pues la realización del familisterio demuestra lo contrario. Sin embargo sus influencias son claras y fuertes, por ello lo incluyo en este capítulo.