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Experiencias
Nicolás Rodríguez Barrios
A lo largo de la vida y a mi entender, las personas se hacen acumulando una serie de conocimientos y experiencias que te enriquecen con el paso de los años. Podemos decir que la vida es una escalera la cual tienes q subir peldaño a peldaño. Por lo tanto la vida manantera, no es más que una escalera paralela donde una la va subiendo año tras año, a la vez que te vas enriqueciendo con una serie de vivencias que vas acumulando Semana Santa tras Semana Santa. Yo tuve, el año pasado, la gran suerte de vivir una nueva experiencia en nuestra Semana Santa. Por primera vez lleve a hombros a Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, vamos al “Humilde”, y ¡QUÉ EXPERIENCIA! Todavía me acuerdo cuando mi hermano Jujo llego al grupo diciendo que no había bastoneros suficientes, “por favor, hermanos hay que echar una mano” decía, “si no, no sale”. Un pequeño revuelo se hizo eco en el salón ¿cómo que no sale? decían algunos. La verdad que yo tenía ganas pero como que te pones un poquillo nervioso, ya sabemos “del dicho al hecho va un trecho” pero te armas de valor y ... Rápidamente Nene, Chifarri y yo les dijimos a Jujo que estábamos dispuestos, que venga!! Que si hacia falta, ahí estábamos. A continuación nos dirigimos a la puerta de la iglesia del hospital, abrieron el cocherón y ahí estaba, "hoy no te alumbro” le dije, “hoy te sufro”. Venga cada uno a su sitio, nuestro hermano Jujo nos colocó a cada uno en un lugar libre, todos dentro, a oscuras y "pa lante”. A lo largo del recorrido se habla poco, escuchas a la gente, a la banda de música y algún ¡¡cómo vamos!! desde fuera, ¡¡venga!! ¡¡venga!!. De vez en cuando echas una miradita hacia arriba, para vez al señor, “ayúdame” le dices y te viene a la memoria numerosos hechos, sentimientos por los que echas alguna lágrima, “¡pero pa ti!, esa ni la ve, ni te la quita nadie”.Pasa el tiempo y haces una primera parada en el instituto, cervecita y de nuevo para dentro hasta llegar al cuartel del cirio, donde vamos al grupo a comernos el bocadillo. Allí, momento emotivo cuando paran en la puerta del grupo y los hermanos le cantan, yo me suelo poner en la pared de enfrente a escuchar, mala suerte este año no pararon, la verdad no sé por qué. A continuación y rápidamente nos incorporamos en el cuartel de los Apóstoles y hasta el final. Esto se va acabando, las fuerzas van flaqueando pero queda lo mas bonito y emotivo, la última subida hasta la Ermita sin parar, la banda de música de los Romanos empieza a tocar y nosotros para arriba, despacito, muy despacito, se escucha el griterío de la gente, dentro silencio, los Romanos siguen tocando, no paran y dentro se escucha: – “vamos hermanitos, arriba” – “despacito” – – “haber quien puede más” – “que el sudor se vuelva sangre” – No se si tocaron 7, 8 u 9 veces la marcha, llegamos arriba y para dentro (La verdad es que no quería que se acabara). Te sales, le miras y le dices "hasta el año que viene, si tu quieres”.A continuación le cantamos y giramos para ver el encierro de la Virgen. Mientras que tocan Recuerdo, se te pasa por la cabeza todo el día que has vivido, dándole gracias al Señor y deseando que llegue el siguiente año. Yo tuve la suerte de vivir un día inolvidable y unos de mis mejores momentos vividos en la Semana Santa, que seguiré viviendo mientras pueda.
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¡¡Viva el Humilde!! P.D.: Lástima que este año acorten el recorrido porque aunque seamos pocos disfrutábamos cada momento.