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Bienvenidos
Antonio Ortiz Gama
En los últimos años, muchos hermanos de esta Corporación manejábamos la posibilidad de que de un modo u otro incorporásemos nuevos miembros a la misma. Evidentemente era preciso y necesario, y yo diría más, era lo ideal para dar un nuevo impulso a nuestra familia de “EL PEZ”. Se trataba de introducir nuevos aires, nuevos sentimientos y nuevas formas de ver las cosas; por supuesto la Grandeza no solo se mide por el tamaño de las cosas, por el número de hermanos en este caso. La Grandeza de esta Corporación ya viene avalada por los pocos, pero intensos años transcurridos, por sus actuaciones y maneras de hacer las cosas en la Semana Santa de Puente Genil; pero en efecto el incremento de hermanos y la juventud de los mismos aportarían un elemento muy importante a esa Grandeza de la que hablamos. Ese deseo se cumplió; como no se tenía ninguna prisa llegó el año que tuvo que llegar, y la Semana Santa de 2002 ya estabais aquí; inquietos, inexpertos, ilusionados y ávidos de aprender. Reconozco que los primeros pasos por ambas partes eran prudentes y mesurados, como corresponde a la primera toma de contacto, no se podía negar la diferencia generacional existente, con pocos hermanos que pudieran servir de puente. Una observación personal ha sido que en ocasiones sentíais la fuerte responsabilidad de representar a esta Corporación e intentabais quedar a veces al margen, pero poco a poco se ha ido corrigiendo. Aunque quizás vosotros no lo apreciáis, pero es manifiesto que vuestra presencia esta influyendo en ciertos aspectos en los modos de la Corporación, son a veces pequeños detalles o no tanto, que poco a poco van calando en las personas que os rodean, y no sería justo rechazar las novedades que el colectivo pueda asimilar y hacerlas propias. Pero no todo iba a ser un camino de rosas, no resultaría tan fácil; porque los pasos importantes de esta vida son aquellos que en un principio nos darán más problemas, pero una vez asentados resultarán fuertes pilares que soportarán los años y los avatares de los mismos. Aquellas leves diferencias quedaron diluidas en poco espacio de tiempo, y hoy incluso podemos tomarlo de lección para reflexionar e intentar hacerlo mejor. De corazón deseo, y esto estoy seguro que está en el ánimo de todos mis hermanos de Corporación, que ese paso que disteis hace un año solo os reporte a lo largo de una, espero que dilatada, vida, todos los sueños y deseos que buscabais en la Semana Santa; y ser conscientes que sois herederos de todo esto, y no me refiero precisamente a lo material, sino a aquello que los ojos no ven pero el corazón siente con cierta facilidad. Y no seréis los últimos, porque esto se dilatará en el tiempo, y vendrán otros, y otros, y todos iremos formando parte de esta Historia. Por lo tanto que mantengáis el ánimo y sentiros orgullosos de formar parte de “EL PEZ”. Bienvenidos a esta vuestra casa.
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Cuaresma 2003