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A Manolo Barrios
El año pasado, en nuestra corporación celebramos el XXV aniversario, motivo por el cual nos desbordaba la alegría, era motivo de celebración, de emotivos momentos entre los hermanos que la componen y amigos que nos acompañaron.
Pero en ese año de celebraciones no pude compartir mesa contigo......... Contigo tuve la suerte y dicha de compartir mis primeros actos mananteros, comida de Hermandad de Jesús Nazareno... ¿Te acuerdas?, compartir mesa en tu corporación, en tu Imperio, más tarde en nuestro Pez......, vibrar juntos con la saeta de nuestro hermano Franci, de la que decías: “Tu saeta es el grito de la llaga, Es un pájaro que nace herido y muere en su primera volada”
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No puedo, no quiero estar triste, debo estar contento por poder recordar y por haber vivido contigo tanto. No tuve la suerte de tener un padrino en mi cuartel, pero sí tener el mejor padrino en nuestra Semana Santa, el mejor padrino que cualquier manantero puede tener, su padre.
Como siempre, te levantas en tu mesa... Gracias, hermano Juanfe .... os miro ... y compruebo, veo que de vuestros ojos mana felicidad, serenidad, fraternidad ...
Hermano ... que sencilla y sincera es la auténtica belleza, la belleza del sentimiento, de la comprensión .... sentimiento que nos une a todos todos hermanos, pues todos llevamos al Pez en nuestro corazón .... .. .. Gracias hermano manantero. Gracias Papá, por haberme dado tanto. Tú siempre estarás aquí, en nuestra mesa, en nuestro cuartel.
Francisco J. Barrios