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Se hizo realidad

erminó la Semana Santa, todos los muchachos que pertenecíamos a “Las Tres Caídas”, recogimos los T enseres y nos preparamos para la posible mudanza que se avecinaba, pues en esta época era normal que los cuarteles no duraran más de dos o tres años, y la preocupación se centraba en donde poder guardar todas nuestras pertenencias.

Atrás quedó la salida procesional con el Cristo del Calvario y Nuestras Señora del Consuelo, atrás quedó ser testigos de los desfiles procesionales, a la vez que la ilusión nos embargaba cada vez que veíamos alguna Figura Bíblica, pues siempre estábamos hablando de poder constituirnos en Corporación Bíblica.

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Con las vivencias adquiridas en la recientemente pasada Semana Santa, las cuales se encontraban muy a flor de piel, nos reuníamos los fines de semana en el estanco que trabajaba nuestro amigo Paco Romero y posterior hermano, y allí hacíamos cábalas acerca de poder solicitar a la Agrupación de Cofradías la aprobación para hacer algunas Figuras. También nos hacíamos eco de las “comidillas” sobre las ventas de Figuras.

Dio la casualidad que un día, llegaron hasta el mencionado establecimiento, algunos de los componentes de la Corporación “La Historia de Tobías”, y le hicimos varias preguntas, medio en broma y medio en serio, acerca de que si pensaban disolverse y vender sus Personajes Bíblicos. La verdad es que no tuvimos respuesta alguna, pero por si acaso les invitamos a que nos comunicaran su posible venta ya que estábamos muy interesados en adquirirlas.

Esta invitación les hizo recapacitar a los propietarios de las citadas Figuras Bíblicas, y nos contestaron que lo pensarían, pues había la posibilidad, ante la marcha a otras Corporaciones de muchos hermanos, que nos las pudieran vender. A partir de estos momentos la impaciencia iba creciendo, a la vez que la incertidumbre, pues la verdad es que no sabíamos exactamente si se inclinarían por otro mejor postor, y si éramos los afortunados desconocíamos la cantidad a pedir y si tendríamos medios económicos suficientes.

Poco tiempo después hubo un primer contacto y se nos comunicó que efectivamente, al quedarse muy pocos, pretendían deshacerse de las Figuras, por lo que nos las ofrecían por 14.000 pesetas. Se les pidió un poco de tiempo para que pudiéramos reunirnos, cosa que aceptaron, aunque con la condición de no demorarnos demasiado y dar la contestación rápida, pues parecía que otros Grupos estaban interesados en la compra.

Esta noticia fue llevada a una improvisada junta por el hermano Lorenzo Jurado Luque-Romero, quien expuso todos los hechos acontecidos hasta el momento, al igual que el precio de compra. La decisión fue unánime, pues todos estábamos de acuerdo en adquirir estos Personajes Bíblicos, aunque el problema surgió en poder acumular la cantidad que nos pedían, pues en estas fechas las arcas estaban totalmente vacías, de tal manera que se acordó que en poco tiempo se presentaran propuestas para sacar el dinero necesario.

A los pocos días, ya que el tiempo nos apremiaba, nuevamente nos reunimos, y la verdad es que no se nos ocurría algo rápido para atesorar las 14.000 pesetas que nos hacían falta, pues todo circulaba a base de poner una caseta de feria, una rifa de un

cuadro de Jesús Nazareno y poco más. Estos momentos fueron un poco tristes, ya que no veíamos la forma de conseguir el dinero; pero como siempre alguien se acordó de los padres, y esa fue la solución, pues decidimos hablar con algunos de ellos para que nos adelantaran el dinero, por lo que Miguel González y Alejandro González, padres de José Javier González Solano y Alejandro González Torres, estaban dispuestos a adelantarnos esa cantidad para después devolvérsela, de manera que ya teníamos solucionado el problema.

Por mediación de Lorenzo Jurado Luque-Romero, hermano que había quedado en hacer el trato, se citó a los componentes de la Corporación Bíblica de “La Historia de Tobías” para cerrarlo, de manera que nos dimos cita en la casa de uno de sus hermanos, Rafael Moreno Chacón, varios miembros de “Las Tres Caídas”, y además del propietario estuvieron presentes Rafael Fernández Reina y Rafael Estrada Amo.

En el citado domicilio le expusimos nuestra propuesta, que consistía en que estábamos de acuerdo con el precio, pero que teníamos el pequeño problema de no tener la cantidad en su totalidad, de tal manera que llegamos al acuerdo de dar una primera entrega de 10.000 pesetas y que antes de la Semana Santa del año 1977 quedara saldada la cuenta con las 4.000 pesetas restantes. Tras un pequeño tira y afloja quedó cerrado el trato, citándonos algunos días después para hacerles entrega del dinero a la vez que recogíamos todas las pertenencias de las Figuras Bíblicas.

El día 25 de mayo de 1976, aproximadamente a las 13 horas nos citamos en el estanco en que trabajaba Paco Romero, punto de partida de toda esta operación, y tras la entrega del dinero a Rafael Estrada Amo, y hacer el consabido “contrato”, aunque al carecer de papel idóneo para el mismo, se hizo en una pequeña hoja con publicidad de las Bodegas Delgado, nos dirigimos a una casa en la calle Francisco Domínguez para traernos los ropajes, algunos martirios, la casa de Tobías Padre y el aro de la pecera de Tobías Hijo, dos pelucas y el rostrillo de Sara, pertenencias que trasladamos al domicilio de Lorenzo Jurado LuqueRomero, entre éste y Alejandro González Torres.

Poco nos importó que no estuvieran completas “nuestras” tres Figuras recién adquiridas, pues a partir de ese momento éramos afortunados por tenerlas, y además nos sentíamos felices porque nuestro sueño se hizo realidad.

Lorenzo Jurado Luque-Romero. 19 de febrero de 2001 Festividad de San Álvaro de Córdoba

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