El roble, el guayabo y siqueros

Page 1

El Roble, un pueblo que ansía escuchar de nuevo el ruido del molino de azúcar Don Tomás Peraza lo fundó en 1845 PRIMERA PARTE Por Juan Lizárraga T. NOROESTE-Mazatlán, 1° de mayo de 1981. Miel derramada sobre la cual se aglutinan las hormigas, semejan las industrias acarreadoras de hombres y fundadoras de pueblos, primero y de ciudades después. Así surgió El Roble. Creció y al desaparecer su ingenio azucarero se estancó, enmudeció y ahora sus habitantes, llenos de esperanza, esperan de nuevo la vida, esperan la rehabilitación del ingenio azucarero, prometida por el gobierno del Estado, en el cual tienen plena confianza. Lo que fue el origen de El Roble se encuentra mucho antes del ingenio, pero fue esta industria azucarera, enverdecedora de la tierra con robustas cañas, la que le permitió un crecimiento acelerado y su casi desaparición, su estancamiento instantáneo. Raúl Enciso Peraza, Juez Menor y titular del Registro Civil de ese ejido, que es sindicatura de Mazatlán, narró la historia de ese poblado. En 1845, don Tomás Peraza (abuelo del abuelo del narrador) se instaló bajo un árbol llamado roble, en un humilde local que hoy es la hacienda del poblado, porque el sitio era pasada de arrieros que llevaban mercancías de Durango a Villa Unión y


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.
El roble, el guayabo y siqueros by Juan Lizárraga Tisnado - Issuu