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AÑO X I . - V O L . X I . - N Ú M . 1S6.
Madrid, junio 1933.
T R A N S P O R T E S
Coordinación Por C.
CONSIDERACIONES
GENERALES.
Parece procedente excusarse con los posibles lectores por insistir sobre un tema tan manoseado. No pretendemos decir nada nuevo, porque comprendemos que es imposible. Pero si acertamos a decir cosas razonables, ni aquéllos ni nosotros habremos perdido el tiempo. A juicio de muchos, la copiosa literatura que se vierte actualmente sobre el tema es el epitafio del ferrocarril. Tanto se ha dicho, por el contrario, que cada medio de transporte tiene su campo propio de aplicación, que es pueril insistir sobre ello; pero es una gran verdad que conviene recordar, porque en ella se encierra toda la filosofía del problema, que estriba en buscar la coordinación, huyendo de la competencia. Esta coordinación es más necesaria a los transportistas por carretera que a los ferrocarriles. En la situación actual pierden generalmente más dinero aquéllos que éstos, y si de una manera simplista se habla del perjuicio que el autobús causa al ferrocarril, ello se debe, principalmente, a que en el caso del primero faltan estadísticas, y en su administración no es muy corriente el empleo de una contabilidad que permita valorar las pérdidas en la compleja organización de suministradores, socios capitalistas y socios industriales que sirven habitualmente de base al llamado negocio de transportes por carretera; mientras la solvencia de las explotaciones ferroviarias se plasma en la publicación de sus resultados anuales, sensibles a la más pequeña influencia. Esto que afirrnamos es un hecho comprobable a través de las vicisitudes que sufren la mayoría de los transportes carreteros. Y lo es no obstante la desigualdad del trato fiscal aplicado a los ferrocarriles y a los autobuses, que tanto favorece a estos últimos. Y sigue siendo cierto incluso en muchísimos casos de piratería, realizados sin conocimiento del Fisco, posibles económicamente (!) merced al despojo de que son -víctimas tantos espíritus simples que sólo tie(1)
Ingeniero de Caminos. Director del Ferrocarril Cantábrico.
y
competenci
BOTIN(^) nen para meterse en el negocio de transportes el dinero necesario para escarmentar en una prueba descabellada. Contrastando con esta clase de transportistas existe el grupo de los que, con una visión certera del problema, se limitan a realizar servicios combinados con el ferrocarril. No es raro encontrar entre ellos los
i'igura 1." Omnibimes de construcción nacional, con motor de E-.isolina "Naval-Somua".
que administran negocios muy saneados por haberse mantenido inmunes contra los ataques del microbio de la competencia. Son corrientes en estos casos tarifas de doce, catorce y hasta diez y ocho céntimos por viajero/Km., que justifican la posibilidad económica del negocio. Pero hay alguno entre ellos que atacados por aquel morbo, u obligados por competencias clandestinas, en lugar de rendir viaje en la estación ferroviaria más próxima, corren paralelos a la línea al llegar a ella, perdiendo al hacerlo la posibilidad de aplicar unas tarifas remuneradoras por el pie forzado que supone una competencia.