opinión: La salud mental en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios
reportaje: Salud mental comunitaria en Senegal
entrevista: Cooperación internacional para el desarrollo en el ámbito de salud: un problema, dos visiones
Según el último Informe mundial sobre salud mental 2022 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) “Transformar la salud mental para todos”, casi mil millones de personas –entre ellas un 14% de los adolescentes de todo el mundo– están afectadas por un trastorno mental. Las desigualdades sociales y económicas, las emergencias de salud pública, las guerras y las crisis climáticas se encuentran entre las amenazas estructurales para la salud mental presentes en todo el mundo. En todos los países, las personas más pobres y más desfavorecidas de la sociedad son las que mayores riesgos corren de verse afectadas por mala salud mental y también las que menos probabilidades tienen de recibir los servicios adecuados.
Según la Organización de Naciones Unidas (ONU), la mala salud mental es a la vez causa y consecuencia de la pobreza, una educación deficiente, la desigualdad entre los géneros, mala salud y violencia, entre otros problemas. La inclusión de la salud mental como parte integrante del desarrollo es un enfoque relativamente nuevo, y que está afectando cada vez más a la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Tendemos a pensar que las enfermedades mentales afectan más a las personas de países ricos que aquellas que se encuentran en países empobrecidos o sufriendo situaciones de vulnerabilidad, pobreza y exclusión, pues creemos que estas personas son más resilientes o “sienten” menos. Nada más lejos de la realidad. Las personas que viven en contextos vulnerables son más afectadas que las de países enriquecidos por enfermedades relacionadas con la salud mental, y son precisamente las que tienen menos medios a su alcance para ser tratadas de dichas enfermedades. Un ejemplo lo tenemos en Senegal, donde sólo hay 36 psiquiatras en un país de 17 millones de habitantes. El proyecto de Salud Mental Comunitaria desarrollado por nuestro centro Dalal-Xel en Thiès, y apoyado por Juan Ciudad ONGD, es un ejemplo de las necesidades en el ámbito de salud mental que cubrimos en dichos contextos vulnerables.
En las páginas centrales de este número, María Esteve, Técnica de Proyectos de Juan Ciudad ONGD, nos explica el abordaje de la salud mental en un contexto altamente complicado, tanto por la escasez de recursos, como de personal.
Foto portada: Familiares y pacientes del proyecto en el patio de una escuela en Mbacké, una de las localizaciones del proyecto, dentro de la región de Diourbel en Senegal
DIRECTOR ÁREA DE SOLIDARIDAD
Hermano Moisés Martín Boscá
DIRECTOR FUNDACIÓN JUAN CIUDAD
Hermano Juan José Ávila
DIRECTOR JUAN CIUDAD ONGD
Gonzalo Sales Genovés
COORDINACIÓN DE REDACCIÓN Y EDICIÓN
Gonzalo Sales Genovés (Director) y Luciana Atela
EQUIPO DE REDACCIÓN
Editorial
La salud mental en contextos vulnerables 2 OHSJD en España Sensibilización y Voluntariado ......................................................3 Opinión
La salud mental en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios 4 Noticias
Castilla y León, País Vasco y Andalucía 6 Obituario
Hermano Benjamín Cornago 8 Entrevista
Cooperación internacional para el desarrollo en el ámbito de salud: un problema, dos visiones 9 Sobre el terreno
Bolivia
........................................................................................ 12 Polonia 14 Reportaje
Salud mental comunitaria en Senegal 16 Proyectos de cooperación
Nuevos proyectos subidos a la web 19 Detalles de los proyectos de Juan Ciudad ONGD 20 Voluntariado
Presentamos la nueva web de Voluntariado de Juan Ciudad ONGD 22 Campaña médico-quirúrgica Surg For All 23 Campañas
Cuba .......................................................................................... 24
Hermanamientos
Centros hermanados 25 Delegaciones
Juan Ciudad ONGD marca sus objetivos tras el Encuentro Anual de Delegaciones Autonómicas 26 Operaciones
Envíos de equipamiento médico y alimentos a nuestros Centros en África y América Latina 28 Boletín
Promoviendo el acceso a la atención médica en Camerún 29 Colaborador Formulación magistral 31
FOTOGRAFÍAS:
Iratxe Díaz (Operaciones), Belén Jiménez (Voluntariado y Sensibilización), Ana Meyer, María Esteve y Mª Ángeles Lobo (Proyectos), Manuel Muñoz (Servicio de Apoyo Logístico) y Carlos San Félix.
COLABORADORES:
Hermano Calixto A. Plumed Moreno, Raquel Juárez, Eugenio Alonso, Denis Isabel Vargas, Adriana Castro.
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La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios presentó el 1 de octubre la campaña nacional de sensibilización ‘Monólogos de La Vida Misma’, que da voz a las personas mayores y en situación de soledad no deseada, aislamiento y exclusión social en que viven muchas de ellas, animándonos a realizar pequeños gestos que pueden cambiar esta realidad.
“La soledad no deseada es una de las caras más dolorosas y no siempre reconocidas de la vulnerabilidad”, afirmó Juan José Afonso, director general de San Juan de Dios en España, quien destacó que esta campaña es un llamamiento a la sociedad. “Con esta iniciativa hacemos público algo que está en nuestro ADN y que cada día se lleva a cabo en cada centro de San Juan de Dios, de manera íntima y callada: reconocer a la persona vulnerable y situarla en el centro de todo, con mucha responsabilidad, con todo el respeto y, sobre todo, ofreciéndole nuestra hospitalidad sin reservas”.
En el acto de presentación, que tuvo lugar en Granada, la ciudad donde nació la institución hace casi 500 años, han intervenido Carmen, Emilio y Lola, tres personas mayores que han compartido sus vivencias. Sus testimonios han sido grabados en vídeo y pueden verse en los canales de la campaña, mostrando la importancia del intercambio generacional y de los pequeños gestos. Compartir un café, un paseo, una conversación… algo tan sencillo como eso puede suponer un cambio radical en el día a día de las personas que sufren soledad no deseada.
"El Encuentro de Guadarrama ha sido el primero tras la unificación de la Orden, donde hemos expuesto un compromiso global y el sentido de la Misión Hospitalaria, además de compartir sinergias".
POLO GAITÁN: Directora Voluntariado SJD
Entre el 30 de mayo y el 1 de junio se celebró el I Encuentro de Coordinadores de Voluntariado San Juan de Dios de la Provincia de España, en Guadarrama (Madrid).
Este encuentro es doblemente importante, ya que es el primero que se celebra como Provincia de San Juan de Dios de España, y porque hace cinco años que los coordinadores de esta área no se reunían presencialmente. Entre los participantes se encontraban Hermanos y colaboradores de la Orden, implicados desde el Área de Solidaridad de San Juan de Dios, donde se enmarca el Voluntariado, junto a la Obra Social, la Sensibilización y la Cooperación Internacional.
El Hno. Moisés Martín Boscá, director del Área de Solidaridad, inauguró las jornadas, agradeciendo la labor de coordinación del voluntariado en los centros de San Juan de Dios, destacando la importancia de que sigan proyectando la misión de Hospitalidad, “porque se lo debemos a nuestros destinatarios, las personas que atendemos”, así como de compartir sinergias en la construcción de la Provincia de España. “Sin pasión no pasa nada significativo –enfatizó el Hermano–. Pasión para que acompañe a la razón, y compasión para que acompañe a la persona”.
Por su parte, Gracia Polo, directora del Departamento de Voluntariado de San Juan de Dios en España, remarcó la importancia de "encontrarnos de nuevo, rememorando la labor de San Juan de Dios cuando encontraba a las personas necesitadas por las calles de Granada y les dedicaba tiempo y espacio para escucharlas y atenderlas".
"La presencia de un público intergeneracional hizo del acto un homenaje a la sabiduría, resiliencia y experiencia que aportan las personas mayores en nuestra sociedad".DIANA CASELLAS. Coordinadora de Sensibilización Encuentro de Voluntariado Provincia de España
Calixto A. Plumed Moreno o.h. Doctor en Psicología. Psicólogo clínico. Profesor Agregado en la Escuela de Enfermería y Fisioterapia San Juan de Dios. Universidad Pontificia
Desde una perspectiva global, pueden distinguirse en la psiquiatría española tres grandes etapas: el siglo XIX, con dependencia de la psiquiatría francesa, principalmente de las obras de Pinel y Esquirol; el primer tercio del XX que se caracteriza por la profesionalización de la psiquiatría con influencia de Ramón y Cajal. En este periodo, la psiquiatría francesa es desplazada por la alemana que se asimila de la mano de Kraepelin. Y por último el período posterior a la Guerra Civil, en el que hay influencia notoria del enfoque tomista de Vallejo Nájera dando lugar a la reacción fenomenológica y existencial de influencia orteguiana en la psicopatología por Juan José López Ibor.
Luis Simarro, neuropsiquiatra de Valencia, apuntaba que España no podía sino aspirar a alguna contribución relativamente secundaria en psiquiatría hasta 1880. Por su parte, Pedro Antón Fructuoso hacía una descripción de la psiquiatría en el siglo XIX para enmarcar la realidad en la que se desenvuelve el Instituto Manicomio de Sant Boi de Llobregat desde su fundación por el Dr. Pujadas y posteriormente, desde 1895, cuando pertenece a la Orden de San Juan de Dios. Este mismo ambiente se encontrará Benito Menni o.h. en Madrid, y más en concreto en Ciempozuelos. En el periodo siguiente hasta la primera Guerra Mundial, en España, como en el resto de Europa, es la escuela de habla alemana quien introduce sus actuaciones y doctrinas de la mano, en primer lugar, de Emilio Kraepelin, sin el cual no habría podido existir como lo fue, ni siquiera Jaspers.
La labor de la Orden Hospitalaria en sus diversos centros por todo el mundo se ha extendido tanto en psiquiatría como en atención a las personas con discapacidad psíquica en especial. Sin embargo, sus aportaciones en psiquiatría son prácticamente olvidadas en los manuales y tratados de esta ciencia. Una causa del olvido es la escasez de publicaciones que desde la propia Orden Hospitalaria se realizan. No obstante, cabe mencionar al Doctor Rubén Darío Rumbaut, encargado de hacer un reconocimiento público en la A.P.A. (American Psychiatric Association) en su 148º encuentro celebrado en Miami en mayo de 1995 por la contribución a la psiquiatría por parte de San Juan de Dios y su Orden.
Los presupuestos y comportamientos que desde San Juan de Dios se vienen aplicando, desde sus primeros momentos y andaduras por el mundo de la salud y la enfermedad, han sido varios. En primer lugar, la concepción de la alteración mental como enfermedad; en segundo lugar, la experimentación de la crisis de enfermedad e ingreso hospitalario; en tercer lugar, la separación de los enfermos según los síntomas; a continuación, la aplicación de criterios de asistencia y terapia a la enfermedad mental; en quinto lugar, el acercamiento al enfermo para observarle, escucharle y comprenderle; seguido de la práctica eficaz durante más de cuatro siglos de los criterios citados; en séptimo lugar, la construcción de unidades asistenciales según la clínica de los enfermos; también, una política de “puertas abiertas” en la asistencia y la terapia; en noveno lugar, la organización de la asistencia hospitalaria en la protohistoria psiquiátrica; y por último, la iniciativa privada para cubrir el déficit asistencial público.
En el aspecto científico la Casa de Ciempozuelos continuó siendo centro de estudio y prácticas para los estudiantes de medicina que deseaban dedicarse a la psiquiatría. En este lugar, y bajo la dirección del personal médico de la Casa, se organizó un curso completo de enseñanza para enfermeros psiquiátricos. Fue la labor de los hermanos y en especial de Guillermo Llop o.h.
En materia de asistencia al enfermo mental, el compromiso de la Orden de respetar las disposiciones legales lo demuestra su trayectoria histórica, culminada en los años 1950 de manera expresa en la creación del Patronato Nacional de Asistencia Psiquiátrica (PANAP), del que es uno de los principales artífices y promotores y del que forma parte como institución con la presencia de un Hermano. Un segundo momento clave es a partir de los años 50 del siglo XX, cuando la Orden Hospitalaria procura una digna atención, sumergida en la vorágine social del momento por los nuevos tratamientos. En concreto, se centra entonces en el estudio que se realiza a nivel interprovincial sobre la asistencia al enfermo mental con la fuerza que da el hecho de que la tercera parte de los enfermos de España asistieran a sus instituciones. Esta gran labor fue desempeñada por el Dr. Palanca y Hno. Fernando Lorente.
En las primeras décadas del siglo XXI nos preguntamos qué tipo de institución precisamos para la asistencia en salud mental. Al tiempo surge otro interrogante; ¿qué profesional se necesita para poder llevar una práctica basada en hechos y valores? Las respuestas no son nada fáciles. No obstante, podemos brindar una reflexión al respecto, con la influencia de la carga histórica y la larga trayectoria de la Orden Hospitalaria en los diversos avatares seguidos en sus intervenciones para con el enfermo mental; y su gran preocupación constante, ya que, dentro de las patologías, es la persona más marginada.
Algunas instituciones privadas, desde hace muchos años, han trabajado en esta línea movidas por el deseo de delimitar el problema
fundamental (que comporta la deshumanización), llegando a centrarlo en el desequilibrio entre una lógica asistencialista y una lógica evangelizadora. En una lógica asistencialista la enfermedad y el dolor en general, son considerados desde un punto de vista puramente terreno. La asistencia responde a unos sistemas de tipo utilitarista, que se centra, casi exclusivamente, en el aspecto físico del dolor o de la enfermedad. La persona que sufre, en consecuencia, viene reducida a un objeto a ser curado en el menor tiempo posible, sin una visión que tenga en cuenta la rehabilitación de la misma.
Sin embargo, en una lógica evangelizadora se trata de descubrir en el dolor una realidad deshumanizante que repercute en toda la persona. De ver y valorar a la persona como un todo, que espera ser aceptada y servida a la luz de su dignidad personal. Vivir y expresar el servicio caritativo como signo mesiánico que asegura al hombre, sobre todo a los pobres, los enfermos, los marginados, que el Reino está ya presente y Dios ama y se preocupa de la humanidad.
En cuanto a las características de este modelo integral de atención en salud mental, es necesario tener en cuenta que hay una interacción entre familia y enfermo, que la mayoría de las veces es inseparable. Hoy en día, debemos plantearnos la conveniencia de crear y consensuar un modelo de atención en las instituciones de salud. Un modelo de comprensión de la enfermedad y de intervención asistencial, entendiendo la enfermedad mental como un acontecimiento indicativo y significativo en la vida humana, que surge en la historia personal, familiar y social. Y los cuidados han de ser dispensados de manera humanizada y humanizadora. Un modelo de asistencia que tiene en cuenta: Valores y centralidad en el usuario; trabajo en equipo y pivotando en estos tres aspectos: prevención, tratamiento e inserción social.
1. Investigación: Es una línea que se ha abierto en algunos centros de atención en salud mental para no perder el ritmo de la historia que en su momento marcó, siendo pionera en infinidad de aspectos asistenciales e innovadores.
2. Continuar matizando el Modelo de Atención Integral: En estos momentos se viene trabajando en psiquiatría el premo-
delo indicado. En algunos países aún hay cierto estancamiento en el sistema tradicional, falto de iniciativas que hagan época.
3. Psiquiatría transcultural: Si alguna institución puede trabajar en este sentido, es la Orden Hospitalaria, que tiene dispersos por todo el mundo, y en diversas culturas, centros de atención en salud mental. Es necesaria la coordinación para aunar los esfuerzos que lleven a trabajar en una línea coherente según la demanda de cada uno de los lugares y poder traducir el estilo y el modelo propio de atención. Y tenemos algunos atisbos de colaboraciones e intercambios.
El reto está marcado, su realización es viable y demuestra que podrá hacerse realidad en un futuro inmediato la atención más coherente y acorde a las necesidades de la enfermedad mental, englobando al enfermo y a la familia del enfermo. También hay que dejar patente una vez más, que, en salud mental y psiquiatría, las innovaciones en los cuidados y las terapias son un campo inagotable. Y no podemos olvidar que la familia está implicada para paliar lo que se han llamado cuidados no remunerados de la salud que alcanzan cifras asombrosas y, si no cuidamos la familia, si no tratamos bien a la familia, no hay sistema de salud ni sistema sociosanitario que formulen un presupuesto sostenible en ninguna sociedad.
Hoy debemos plantearnos crear y consensuar un modelo de atención en las instituciones de salud con cuidados dispensados de forma humanizada y humanizadora.Secuencia del documental de sensibilización "Des-Nudos".
Música y sorteos han permitido recaudar más de 800 euros que se destinarán a promover la educación inclusiva en Zambia
A lo largo de 2022, Juan Ciudad ONGD ha asistido a distintos eventos con el fin de dar a conocer algunos de los proyectos que se están impulsando. Una de estas ocasiones ocurrió el pasado 11 de junio. Durante todo el día participamos en las Jornadas de Asociacionismo y Voluntariado “Asoci@rte” impulsada por el Ayuntamiento de Laguna de Duero. Para ello contamos con un stand informativo sobre el proyecto "Garantizado el derecho a una educación inclusiva y mejorada la calidad de vida de las personas en la Comunidad de Monze, Zambia".
La jornada resultó ser un éxito de convocatoria y sirvió para sensibilizar y difundir la labor de Juan Ciudad ONGD mediante documentos como las memorias y las revistas que periódicamente se editan. Posteriormente, el 18 de junio instalamos una caseta solidaria con información sobre Juan Ciudad ONGD. También pusimos en marcha una venta de papeletas para el sorteo solidario de un lote de productos ibéricos. Concluimos la jornada con un éxito de aforo y una vez más, pudimos cumplir el objetivo de informar a todas las personas que decidieron visitar la caseta, a los que se les ofreció papeletas para el sorteo, junto al resto de personas participantes en la jornada. Gracias a esta actividad logramos sensibilizar y dar a conocer los proyectos de Juan Ciudad ONGD y además, la recaudación de 429 euros que se han destinado al proyecto de educación inclusiva en Zambia.
Por último, el 24 de junio, el coro Santa Cecilia de Valladolid colaboró con la difusión y preparación del repertorio para la realización del concierto solidario en la parroquia San Andrés de Valladolid. El consistorio también colaboró con la cesión gratuita del espacio. Durante 60 minutos, aproximadamente medio centenar de personas disfrutaron del espectáculo y al finalizar el acto se alcanzó una recaudación de 481 euros destinados al proyecto de educación inclusiva en Zambia.
Una vez más Juan Ciudad ONGD da por enriquecedora su participación, tanto en la presentación de proyectos de voluntariado internacional como de jurado en la comisión de selección del programa de jóvenes vascos cooperantes.
Terminamos esta andadura que comenzó a primeros de año con la incertidumbre de si llegadas las fechas las medidas por la pandemia obligarían a la dirección de juventudes del Gobierno Vasco a suspender el programa.
Esta beca permite a jóvenes desde los 21 a los 32 años de tener una experiencia con los países en vías de desarrollo dándoles la oportunidad de vivir otras realidades.
Todo el proceso, empezando por la selección de personas cuyos perfiles encajen con lo que solicitan las contrapartes, la formación y por último la evaluación de la experiencia y del programa ha hecho que se desarrollen vínculos entre los jóvenes, las ONGD, las contrapartes y la administración.
Continúa otra etapa en la vida diaria de estos jóvenes en la que las sensibilidades que se les han despertado les hagan ser mejores personas.
Federico Gil Álvarez es en la actualidad el director gerente de la Ciudad de San Juan de Dios de Alcalá de Guadaíra, en Sevilla. De origen pacense, forma parte de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios desde 2014. En la actualidad dirige el centro socio-educativo especializado en atención a personas con discapacidad intelectual. El centro ofrece un servicio integral, incluyendo una residencia de personas gravemente afectadas, un colegio de educación especial, la Escuela Hogar, una Unidad de Día, un Centro Especial de Empleo y un Centro de Asistencial Social.
Antes de llegar a Sevilla, Federico trabajó durante siete años como director gerente de la Fundación San Juan de Dios de Extremadura en Almendralejo. Desde allí dirigió el centro socio-sanitario de este municipio, que cuenta entre sus instalaciones con una residencia de mayores y personas dependientes, un hospital de media y larga estancia, servicio de ayuda a domicilio y economato social. Asimismo, durante este periodo, Federico fue delegado autonómico de Juan Ciudad ONGD en Extremadura.
Antes de incorporarse a la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, desarrolló su carrera profesional en el sector público, con diferentes cargos en las filiales del Grupo Tragsa. Entre 2002 y 2005 formó parte del Programa de vigilancia, lucha, control y erradicación de las encefalopatías espongiformes transmisibles y otras enfermedades en Castilla. También ha sido coordinador provincial de Lugo para la implantación y desarrollo del Plan Integral Sanitario de Galicia y jefe de equipo para las provincias de León, Burgos, Palencia y Soria en el
Proyecto de control y erradicación de las Encefalopatías Espongiformes Transmisibles en Castilla y León.
A nivel académico, cuenta desde 2016 con una diplomatura de especialización universitaria en Servicios Integrados de Salud por ESADE Business School de la Universidad Ramón Llull y en 2021 obtuvo un Master en Alta Dirección del Sector Salud por el Instituto Internacional San Telmo. Además, es licenciado en Veterinaria por la Universidad de Extremadura. En este centro universitario, Federico fue durante 5 años alumno interno en el Departamento de genética, donde colaboró en el proyecto de recuperación de la raza bovina Blanca Cacereña y en los estudios correspondientes al Análisis de la variabilidad genética del ganado vacuno mediante marcadores moleculares del ADN.
El pasado agosto nos dejó el Hno. Benjamín Cornago Adurriaga, tolosano de pro del que resumir 68 años de vida religiosa no es fácil. Sirvan estas líneas como homenaje a un hermano que una afición – la de radioaficionado- supuso durante muchos años ser el altavoz de los centros de la Orden Hospitalaria en África y que ayudó a esta ONGD en todo lo que estaba en su mano.
Trabajó como enfermero y fisioterapeuta en Ghana y Liberia durante 8 años -siendo superior y delegado provincial de África- también destinado en Palencia, Guipúzcoa y Vizcaya. Siempre se ocupó y preocupó de la comunicación vía radio con Camerún, Sierra Leona, Liberia… Se ocupó de que las antenas allí se actualizasen (Juan Ciudad las transportaba en contenedores), buscó donaciones para perpetuar esa ventana a través de las ondas que nos permitía comunicarnos donde la línea de fax no llegaba o fallaba.
Creó una red entre congregaciones religiosas del África Occidental, integrada por centros de la Orden Hospitalaria y 3 más de religiosas (Hnas. Hospitalarias del Sagrado Corazón, Hnas. de Santa Ana y las Misioneras de la Inmaculada Concepción). Él coordinaba los enlaces, daba solución a muchos problemas y comunicaba necesidades
que surgían en los distintos hospitales africanos. Igualmente, sirvió de nexo para la comunicación con los familiares de los misioneros y personal voluntario. Esta tarea la siguió realizando en Santurce; especialmente importante fue este servicio para el seguimiento de la casa de Monrovia durante la guerra de Liberia a finales del siglo XX. Además, esta labor contribuyó positivamente a sensibilizar a la sociedad sobre la problemática de los países de Liberia y Sierra Leona.
Gran conocido entre radioaficionados, a través de su estación de HF, a los mandos de su Yaesu FT-747 fue grande la tarea que documentó y grabó en disquetes de 3/4” y que nos entregó con cariño como fruto de su gran labor. Muchas horas en antena, emitiendo y recibiendo mensajes. Años más tarde allá a finales de los 90 una vez las antenas fueron dejando paso a internet, él seguía difundiendo noticias diariamente desde Santurce a través de un teclado a un grupo extenso de amistades.
Desde Juan Ciudad ONGD siempre te recordaremos como un gran trabajador, misionero y amante deIratxe Díaz Villamor. Coordinadora de Operaciones de Juan Ciudad ONGD
El pasado mes de septiembre aprovechamos la visita a España del Hno. Paulinus Toh para entrevistarle junto al Hno. Moisés Martín, y poder conocer de primera mano la situación de los centros de San Juan de Dios en África y su proyección de futuro, además de reflexionar sobre el papel de la cooperación internacional en nuestra sociedad.
Hermano Paulinus Toh (HPT). Superior Provincial de la Provincia Africana de San Agustín.
El Hno. Paulinus Toh nació en Camerún en 1965 y decidió entrar a formar parte de San Juan de Dios al conocer la labor del Centro de Salud de la Orden Hospitalaria en Batibó en 2003. Hizo la profesión solemne como hermano hospitalario en 2006 en Togo, y posteriormente estudió fisioterapia. Desde 2010 hasta 2014 trabajó en el área de rehabilitación del Centro de Salud de San Juan de Dios en Nguti, hasta que fue nombrado Secretario de la Provincia Africana de San Agustín, y este verano de 2022 ha sido nombrado nuevo Superior Provincial.
Hermano Moisés Martín Boscá (HMM). Director del Área de Solidaridad de San Juan de Dios en España.
El Hno. Moisés nació en Alaquàs, Valencia, en 1957, y realizó la profesión solemne como hermano hospitalario en 1984. Tiene formación en Ciencias Bíblicas y es trabajador social máster en Cooperación Internacional. Ha desempeñado diferentes puestos de responsabilidad para la Orden, entre ellos como director de Juan Ciudad ONGD y, posteriormente, como director de la Oficina de Misiones y Cooperación Internacional de la Curia General en Roma. En mayo de 2022 fue nombrado 4º Consejero Provincial de la Provincia San Juan de Dios de España.
HPT. Lo primero que vemos es que la pandemia de COVID-19 que nos ha afectado a todos a nivel mundial, incluida África, está conllevando una recuperación muy lenta a nivel social. La gente tiene dificultades para cubrir sus necesidades, entre ellas las sanitarias. Allí si no tienes dinero es difícil que puedas ir al hospital, porque en la mayoría de los países no hay seguridad social que cubra los gastos sanitarios de los ciudadanos. Esto supone un gran reto, ya que, aunque en nuestros centros entendemos que la gente no tiene dinero para pagar, y buscamos recursos externos para poder sostenerlos, hay una parte privada que ha descendido y esto compromete la sostenibilidad de los servicios sanitarios que prestamos.
¿Cuáles son los principales retos que afrontan ahora los centros sociales y sanitarios de San Juan de Dios en África?El Hermano Moisés Martín Bosca, a la izquierda, junto al Hermano Paulinus Toh
Y de cara al futuro, ¿qué les preocupa?
Otro factor importante a considerar es que, aunque tenemos hospitales y centros en algunas ciudades, en África la mayoría de nuestros centros se encuentran en zonas rurales, donde la población está más dispersa y empobrecida, lo que dificulta más aún su acceso a estos servicios sanitarios, porque muchas veces no pueden cubrir el coste que implica el desplazamiento, por ejemplo.
HMM. Puedo imaginar esa realidad que comenta el hermano Paulinus, ya que si aquí en Europa, en España, la pandemia nos ha revolucionado toda nuestra forma de trabajo, allí todavía es más complejo. La comunicación telefónica y por internet que solucionó una parte, allí no es posible en la mayoría de lugares.
Toda esta situación me recordó lo que vivimos con el ébola en 2014, que aquí nos pillaba lejos, igual que a ellos en un principio también les pilló lejos el COVID-19, pero después les ha ido llegando. Por tanto, yo creo que a nivel sanitario el reto consiste en trabajar más toda el área de prevención, no solo la hospitalización. Aunque estas campañas también necesitan recursos, pero es importante que lleguen a esos poblados más aislados que cuentan con menor protección.
HPT. Esa es la realidad que afrontan la mayoría de nuestros centros y por ello les incentivamos a poner énfasis en la atención primaria, especialmente con las poblaciones que no pueden desplazarse hasta el centro sanitario, pero son campañas costosas de mantener funcionando. En algunos países el gobierno nos da algo de apoyo, pero excepto en Ghana, donde el Ministerio de Salud colabora con los salarios del personal, es realmente muy pequeño. Así que es la Orden sola la que lucha para mantener los servicios abiertos y con calidad, ya que los Estados no cubren las necesidades de sus ciudadanos. Actualmente la malaria sigue siendo la primera causa de muerte, seguida por otras enfermedades infecciosas como el tifus y el sida. Este último, además, está incrementando el número de casos, lo cual es preocupante.
HMM. Yo también añadiría que, como Hermanos de San Juan de Dios, es relevante considerar la atención de la salud mental como complemento a la atención sanitaria y social que ya se viene prestando en tantos países de África. Aunque su realidad es muy distinta a la de España, donde ahora surge la necesidad concreta de atender la salud mental en los jóvenes o a causa de la soledad no deseada, allí también es importante hacer planteamientos para poder atender las nuevas necesidades.
HPT. Es cierto, y en San Juan de Dios tenemos esa sensibilidad y preocupación. Actualmente hay cuatro centros en el continente para atender la salud mental de las personas que lo necesiten, dos en Senegal, uno en Mozambique y otro en Togo. Además, algunos gobiernos están empezando a impulsar algunas iniciativas en ese sentido.
En Ghana, que como ya dije, el gobierno nos apoya, cada hospital debe contar con una unidad de salud mental donde se atiende en consulta externa y se derivan los casos a los centros especializados.
Así que ahora en la mayoría de nuestros centros, entre ellos el hospital de San Juan de Dios en Accra, la capital, cuentan con este servicio, que funciona con seis enfermeras especializadas en salud mental enviadas por el gobierno.
Toda esa gran labor que realizan necesita fondos, sin embargo, la Ayuda Oficial para el Desarrollo está disminuyendo, ya que Europa vive su propia crisis económica post COVID-19 y a causa de la guerra de Rusia en Ucrania. En este escenario, ¿qué papel debería jugar la cooperación internacional?
HPT. Nos gustaría que la cooperación fortaleciera el papel que tiene nuestros centros en África. Para ello, debemos conseguir doctores que puedan de España u otros países y trabajar con nosotros por periodos largos de tiempo, realizando un voluntariado quizá, y también como formadores.
Uno de los mayores problemas que tenemos es que resulta muy difícil conseguir especialistas. Hay que buscarlos fuera y es muy caro mantenerlos.
A través del voluntariado de Juan Ciudad ONGD tenemos buenos ejemplos de cómo puede desarrollarse esta colaboración en la dirección adecuada. El más reciente en Camerún con una doctora que va a regresar en noviembre.
HMM. Estamos en línea, porque yo también pienso que hay que hacer más formación, para ayudar a crecer con autonomía. Además, lo uniría con la figura del hermanamiento entre centros de San Juan de Dios de África y España, porque puede suponer un beneficio mutuo cuando se trata de centros parejos.
Se trata de una colaboración de ida y vuelta, aunque creo que es muy importante que los profesionales de aquí vayan allí, para que esa formación técnica se haga in situ conociendo la realidad concreta, local, y los medios de que disponen.
Por otro lado, cuando se hace un buen hermanamiento, puede hacerse una detección de otras necesidades que se conviertan en un proyecto de cooperación internacional, y ahí ya entraría otra acción distinta de la propia ONG.
"Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer la cooperación internacional desde España y, especialmente, agradecer a Juan Ciudad ONGD su trabajo, porque han estado junto a nosotros en momentos difíciles"
HPT. Esa formación es realmente clave para la mayoría de nuestros centros, y debe ser de dos vías. Recuerdo la intervención de Gonzalo Sales en su última visita a Ghana, que destacó que es necesario hacer la formación en el terreno para detectar las necesidades reales y ser más eficientes, incluso, que si se hace online. La mayor demanda que tenemos está en la formación especializada, tanto para hermanos como para profesionales. Otro aspecto que estamos valorando para ganar autonomía es la identificación de áreas de inversión que nos permitan obtener ingresos que sirvan para aliviar la carga que supone el sostenimiento de los centros. Es algo que estamos reflexionando, ya que nuestra principal misión es atender a las personas más vulnerables, y esto siempre debe guiarnos.
HMM. Recuerdo que en Senegal en una época los Hermanos pusieron granjas. Coincido con que hay que buscar alternativas, y que siempre debe hacerse en el marco filosófico y ético de la institución como organización religiosa. Y desde esos planteamientos la cooperación internacional puede ofrecer oportunidades a través de financiadores que apuesten por iniciativas en línea con nuestras necesidades. La Conferencia Episcopal Italiana, por ejemplo, está apoyado la formación de la que hablábamos antes.
HPT. Quiero aprovechar esta oportunidad para agradecer la cooperación internacional desde España y, especialmente, agradecer a Juan Ciudad ONGD su trabajo, porque han estado junto a nosotros en momentos difíciles y en momentos buenos. Durante la crisis de ébola y ahora con la COVID-19 han estado con nosotros. Así que esperamos continuar colaborando juntos, para seguir fortaleciendo los servicios sanitarios y sociales que presta San Juan de Dios en África y que benefician a tanta gente vulnerable.
HMM. Por mi parte también quiero darle las gracias por seguir confiando en nosotros. Recientemente la Orden en España ha creado el Área de Solidaridad en la que Juan Ciudad ONGD es una parte muy importante, junto con los departamentos de la Obra Social, el Voluntariado y la Sensibilización, porque también queremos que toda esta realidad de servicio que se hace en otros países fuera de nuestro entorno cercano trascienda y sea conocida por la gente que colabora con nosotros porque tenemos vocación de seguir apoyando la Hospitalidad que realiza allí.
En Bolivia aún existen muchas necesidades en salud mental, ya que, no se cuenta con una política, ni un marco legislativo específico en este ámbito. A pesar de que este año se ha anunciado el Plan Nacional de Salud Mental, aún no ha sido socializado y tampoco implementado, debido en parte, al presupuesto limitado que se asigna a salud mental en el país, el cual corresponde al 0,2% del presupuesto total en salud.
En el departamento de Cochabamba no existe una red exclusiva de salud mental; los servicios son limitados y el único centro que cuenta con atención integral y servicio de hospitalización en salud mental en el departamento es el Instituto Psiquiátrico San Juan de Dios.
Soy Denis Vargas, cochabambina de 36 años, casada y con dos pequeños de 11 y 4 años. Mi primer contacto con el centro fue en abril de 2014, cuando inicié mi especialidad médica en psiquiatría. Durante ese tiempo pude evidenciar desde la parte asistencial las necesidades de la población y del centro. Cuando concluí mi residencia, continué como responsable de proyectos. Desde entonces, he colaborado, además, en la jefatura de docencia e investigación y en la jefatura de planificación; siendo posible desde allí formar parte del cambio que se inició en la institución en busca de una mejora en la calidad de atención.
El Instituto antes del 2018 manejaba un modelo asistencial de crónicos, teniendo más de 110 pacientes institucionalizados en un centro de 191 camas.
En esos momentos el Instituto no contaba con los procedimientos y cumplimiento de recomendaciones sobre una prestación de servicios que garantice los derechos humanos de las personas con trastornos mentales. Esta práctica, que además genera mayores gastos y costos para los establecimientos, llevó al centro a un punto insostenible, teniendo un déficit importante en la disponibilidad de medicamentos e insumos necesarios para la atención, así como el adeudo de varios meses de salario a los colaboradores.
Era necesario iniciar un cambio en la gestión, caso contrario el centro cerraría, dejando a la población cochabambina sin la posibilidad de acceder a un servicio de salud mental.
Los cambios que se iniciaron no fueron fáciles, muchos colaboradores tenían los antiguos procesos arraigados en su práctica. Se empe-
zó a trabajar en un modelo integral de rehabilitación psicosocial, para prevenir la cronificación, disminuir las estancias prolongadas y los reingresos, promoviendo la reinserción familiar y social de los usuarios.
Los proyectos realizados gracias al apoyo de Juan Ciudad ONGD, fueron un pilar fundamental en este cambio. Uno de los primeros en ser llevado a cabo fue el proyecto de remodelación de consulta externa; al ser éste el primer punto de contacto era necesario mejorar el servicio, incrementando el número de consultorios a 10, reorganizados de acuerdo con la demanda de atención. Siguieron los proyectos de laboratorio y farmacia, el primero que facilitó la habilitación de un laboratorio clínico general, con el cual el centro no contaba, y el segundo que permitió optimizar el servicio, convirtiendo la farmacia en el referente del departamento en venta de medicamentos de la especialidad. Estos dos servicios hoy en día son un aporte importante para la sostenibilidad del centro, y trabajan con un sistema de apoyo, que permite disminuir los costos de medicación para los usuarios de forma significativa.
Si bien la pandemia tuvo muchos impactos negativos en la institución, así como para la población en general, fue una oportunidad para ir consolidando los cambios iniciados, permitiendo que los colaboradores presten mayor atención a los procesos realizados y se trabaje en mejorar la calidad de atención. En este punto fue fundamental el apoyo de Juan Ciudad, ya que aportó al centro con equipos de protección personal para los colaboradores, material de desinfección y la dotación de bolsas de alimentos a población colindante de escasos recursos o con dificultades económicas por la pandemia.
A finales del año pasado se inició la ejecución del proyecto de remodelación de uno de los edificios más antiguos del centro para convertirlo en lo que hoy en día se constituye el servicio de cuidados intermedios en salud mental, que cuenta con una infraestructura que garantiza la seguridad del paciente, gracias a cámaras de seguridad, duchas empotradas y vidrios blindados, permitiendo un ambiente acogedor a los usuarios que pasan por el centro. Este proyecto por su importancia tuvo la colaboración de Juan Ciudad, de la Provincia de Castilla y de la Provincia de América Latina y El Caribe de la Orden Hospitalaria.
Actualmente, tenemos dos proyectos en ejecución que buscan mejorar el servicio de terapia ocupacional, aportando de esa manera al objetivo de lograr una atención integral; estos son: “Participamos todos”, enfocado en alcanzar el mayor número posible de beneficiarios en todas las áreas de terapia ocupacional y el proyecto “En contacto con las plantas” Huerto Vivero, que ha implementado una nueva actividad ocupacional que permite producir alimentos y tam-
Licenciada Mary Cielo Chura, con paciente en terapia bién desarrollar destrezas y técnicas sobre producción en huertos urbanos e hidroponía como opción de reinserción laboral. Este último proyecto ha tenido el apoyo del Ayuntamiento de Valladolid, a través de nuestra ONG Juan Ciudad.
Todo este trabajo realizado junto a Juan Ciudad y los hermanos de San Juan de Dios nos está ayudando a alcanzar los objetivos propuestos.
Hoy en día el centro es sostenible económicamente, ha logrado la reinserción social de más de 20 pacientes institucionalizados, ha incrementado el número de consultas ambulatorias disminuyendo los reingresos o recaídas de los pacientes, y los nuevos proyectos de infraestructura y equipamiento, ya están siendo gestionados por el mismo centro. Nada de esto sería posible sin el impulso de Juan Ciudad ONGD.
Aún nos queda mucho trabajo por hacer, pero con el apoyo de Dios seguimos adelante en la búsqueda de dar una mejor atención de calidad a las personas con trastornos mentales, cumpliendo la misión de San Juan de Dios en cuanto a la ayuda a las personas más necesitadas.
El pasado mes de noviembre una delegación de San Juan de Dios viajó desde España a Polonia y Ucrania. La formaban el Hno. Ángel López, director de la Oficina de Misiones y Cooperación Internacional de la Curia General de San Juan de Dios en Roma, y Gonzalo Sales, director de Juan Ciudad ONGD. Ambos visitaron a los Hermanos y algunos de sus centros, para mostrar su apoyo con la realidad que viven las personas refugiadas que han huido de la guerra.
Tal y como afirmó Gonzalo Sales a su regreso, "El objetivo del viaje era mostrar la hermandad de la Orden Hospitalaria en España, Francia, Portugal e Italia con los Hermanos de Polonia y Ucrania que están en primera línea, desempeñando la misión juandediana en favor de las personas ucranianas refugiadas”.
El 13 de noviembre la delegación aterrizó en Varsovia, donde fueron recibidos por el Hno. Francis Salezy, Superior Provincial de Orden Hospitalaria en Polonia y Ucrania, y otros Hermanos y miembros de la Comisión de Emergencia para la Ayuda a Ucrania de San Juan de Dios. En el primer encuentro que mantuvieron, el Hno. Ángel López trasladó el agradecimiento del Superior General de la Orden Hospitalaria, el Hno. Jesús Etayo, por el esfuerzo y compromiso de la Provincia Polaca hacia las personas vulnerables afectadas por la guerra, “poniendo en práctica el carisma de San Juan de Dios”.
Al día siguiente viajaron a Cracovia, donde tuvieron un encuentro muy conmovedor con familias que viven el drama de la guerra, la separación de sus seres queridos y la difícil situación de saber que la vida no volverá a ser cómo la conocían. De hecho, todas las personas refugiadas ansían que llegue la paz y poder regresar a su país, para empezar a reconstruir sus vidas, aunque sus hogares han sido destruidos.
Los testimonios de estas personas son desgarradores. En la comunidad de los Hermanos de Cracovia viven acogidos desde el comienzo de la guerra un grupo de refugiados que huyeron de Mariúpol. Alina narró cómo tuvo que huir sola con sus tres hijos, ya que su marido se quedó a combatir en la acería Azovstal. Allí fue hecho prisionero por las tropas rusas y encarcelado. Desde hace medio año no tiene noticias de él, y no sabe si está vivo o muerto.
Anna, sin embargo, pudo huir con sus tres hijos y su marido Sergey, que tiene una discapacidad provocada por un accidente. Atrás
quedaron muchos familiares y amigos. La historia de Svetlana, que no podía parar de llorar mientras contaba su experiencia, describe cómo huyó con este grupo al principio de la guerra, y su marido se quedó a combatir. Fue herido y le tuvieron que amputar una pierna, así que ahora está recuperándose en un hospital ucraniano, que apenas cuenta con personal sanitario ni medicinas. Tienen dos niñas pequeñas y aunque está desesperada, sabe que al menos su marido está con vida.
La mayor preocupación de todos ellos, al igual que el resto del pueblo ucraniano, es la incertidumbre de no saber qué va a ser de sus vidas en el futuro. En este exilio este grupo ha estrechado unos lazos que no quieren romper cuando regresen.
Otra de las consecuencias de la guerra es que la juventud ucraniana está colapsada, ya que el choque a causa del conflicto ha sido brutal y ha destrozado la vida de millones de personas. Los Hermanos calculan que seis millones de personas han pasado por Polonia, y 1,5 millones se han quedado en el país.
“Miles de estas personas refugiadas han sido atendidas en los centros de San Juan de Dios tanto en Ucrania como en el país vecino. A veces con una comida y una ducha para reponerse y seguir el
camino, en otras ocasiones alojadas en los más de 10 centros que tienen los Hermanos en Polonia —explicó Gonzalo Sales—. En Ucrania, donde también visitamos el centro de Drohobich, se reparten alimentos, medicamentos y otros productos de primera necesidad varios días a la semana, y se apoya una escuela-orfanato en Dolhe”.
La delegación, que cruzó la frontera bajo un momento de gran tensión, debido a la explosión de un misil en suelo polaco, continuó con las reuniones y encuentros, siempre acompañados por los Hermanos Francis Salezy y Pawel Kulka, primer Consejero Provincial de la Provincia Polaca. En Drohobich conocieron al Hno. Lawrence Iwanczuck, superior de la comunidad, y a los Hermanos Kazimierz, Jan Grande y Jonasz que viven allí.
También visitaron la Parroquia de San Bartolomé Apóstol y al padre Miroslaw Lech, que colabora estrechamente con los Hermanos para que la ayuda llegue al mayor número posible de personas necesitadas. También se reunieron con el Alcalde de Drohobich y luego con el jefe de la Administración Militar, quienes agradecieron enormemente el apoyo que están recibiendo de la Orden Hospitalaria para socorrer
a las personas refugiadas. Esta localidad ha crecido exponencialmente desde que comenzó la guerra, y los alimentos y otros productos básicos escasean.
El 17 de noviembre, antes de partir de Ucrania, la delegación viajó 40 kilómetros al sur del país para conocer la valiosa labor humanitaria de una escuela-orfanato en la localidad de Dolhe, con la que también colabora la Orden Hospitalaria. Allí viven acogidas 200 personas refugiadas, de los cuales 80 son niños y niñas, y de la mayoría no sabe dónde están sus padres.
Durante el viaje, el Hno. Francis Salezy afirmó que “la falta de electricidad, las sirenas y otras dificultades no han disminuido la fuerza del pueblo ucraniano ni el deseo de servicio de los Hermanos ante esta situación”.
Ya de regreso en Polonia, la delegación conoció el centro de salud mental de San Juan de Dios en Iwonicz, y de allí viajó por carretera hasta Varsovia, bajo una intensa nevada, donde cogieron el avión de regreso a Madrid.
Tras la experiencia, el Hno. Ángel López recapituló que “No sabemos cuándo acabará la guerra, ojalá sea pronto, pero reconstruir el país llevará mucho tiempo y mucho dinero. Esperemos que no caigan en el olvido las consecuencias que está teniendo en las personas y cómo reconstruirlas a nivel psicológico y emocional; a madres sin esposos, a hijos sin padres, a familias sin casas, ni trabajo, ni sustento. Los que cooperan con ellos en Ucrania y Polonia necesitan nuestro apoyo, y ellos necesitan saber que estamos ahí y que no les hemos dejado solos”.
Por eso, la Orden Hospitalaria seguirá trabajando en la Comisión de Emergencia para la Ayuda a Ucrania de San Juan de Dios, y agradece a todas las personas su colaboración con esta campaña.
La salud mental se considera como parte integral de la salud y el bienestar, tal y como se refleja en la constitución de la Organización Mundial de la Salud, OMS. Y, como otros aspectos de la salud, ésta puede verse afectada por una serie de factores sociales, culturales, económicos, políticos y ambientales. El contexto local en el que se sitúan determinados grupos vulnerables como familias en situación de pobreza, personas con problemas de salud crónicos, niños y niñas expuestos a situaciones de maltrato o abandono, grupos minoritarios sometidos a discriminaciones y violaciones de los Derechos Humanos, personas mayores, mujeres, etc. puede incrementar considerablemente el riesgo de sufrir problemas de salud mental.
Las personas que padecen trastornos mentales son estigmatizadas y discriminadas con frecuencia en países con un bajo índice de desarrollo debido a la falta de educación y desconocimiento de la población, falta de capacidades de los centros sanitarios y prácticas terapéuticas nocivas. Como consecuencia, le son negados los derechos civiles y políticos, el derecho a la salud, a la educación, al desarrollo profesional, etc, llevándolos, junto a sus familiares, a vivir en situaciones de pobreza, condiciones de vida insalubres, maltratos físicos y abusos sexuales. En su Plan de Acción Integral de Salud Mental, la OMS también informa que las personas con trastornos mentales presentan tasas desproporcionadamente elevadas de discapacidad y mortalidad. Así, por ejemplo, las personas con depresión mayor o esquizofrenia tienen una probabilidad de muerte prematura entre un 40%-60% mayor que la población general, debido a los problemas de salud física, que a menudo no son atendidos.
Senegal es un país donde la salud mental ha sufrido un descuido generalizado. A pesar de los esfuerzos del Gobierno para integrar la salud mental en el sistema de salud, el número total de camas es de 3 por cada 100.000 habitantes, frente a 27 por cada 100.000 habitantes en España, según los datos de 2019 del Plan Estratégico de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud para 2022-2028. El número de personal médico psiquiatra en Senegal es de tan sólo 1,6 por cada millón de habitantes según cifras del PNUD para 2017. En comparación, en España, la proporción de psiquiatras vinculados a centros públicos del SNS, en 2018 fue de 8,6 por cada 100.000 habitantes.
En total, el Ministerio de Salud tiene registradas 14 estructuras de salud mental, pero sólo seis son centros especializados, el resto, son áreas dentro de un hospital general. Casi todas las estructuras están centralizadas en Dakar, que alberga el único Centro Hospitalario Psiquiátrico Nacional. En los hospitales regionales (Louga y Saint Louis) y ciertos centros médicos con unidad quirúrgica, hay servicios psiquiátricos gestionados por una sola persona sin recursos. Según cifras de la División de Salud Mental del Ministerio de Salud, 36 psiquiatras ejercen en 2018 en Senegal, de los cuales tan sólo siete de ellos (15,2%) están destinados fuera de la región de Dakar.
Esta situación muestra la dificultad en el acceso a los servicios de atención psiquiátrica en el país y la desigual distribución de la atención de la salud mental, resultando innegable que sólo una minoría de senegaleses afectados por trastornos mentales se benefician de un servicio de atención a través de los establecimientos de salud.
Estas deficiencias generan una serie de impactos negativos, como retraso en el diagnóstico y el tratamiento, la privación del acceso a los servicios de la población, una gran desinformación generalizada sobre las distintas enfermedades y el uso indiscriminado de prácticas tradicionales.
Dentro de este contexto, se encuentran los dos centros especializados en salud mental de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Senegal, los centros Dalal-Xel en la ciudad de Thiès, y la ciudad de Fatick. Ambos centros son los principales referentes de salud mental especializada en todo el país y forman parte de los 6 únicos centros especializados existentes.
El centro Dalal-Xel Thiès fue el primero en fundarse y tiene una trayectoria de más de 20 años. Atiende a una media de 20.000 personas al año, de las cuales, un 45% es diagnosticada con algún tipo de enfermedad mental. La esquizofrenia, la psicosis aguda y la epilepsia constituyen el 80% de las patologías atendidas. Para el desarrollo de su labor diaria, el centro debe conocer las limitaciones que se presentan en su entorno y buscar soluciones eficientes que le permitan funcionar con visión de largo plazo. Este es también el caso de su homólogo, el centro Dalal Xel de Fatick, que comenzó a funcionar unos años después en la zona sureste del país y apoya al centro de Thiès en las actividades que se llevan a cabo en su área de influencia.
En respuesta a esta situación, y desde el año 2013, los centros Dalal-Xel, comenzaron a extender su actividad a aquellas comunidades de donde procedían la mayoría de sus pacientes. A medida que estas acciones se han ido consolidando en proyectos, los centros Dalal-Xel han ido intentando abordar, en la medida de sus posibilidades, otras problemáticas entre la población, como el estigma social o el sesgo de género en la salud mental, dado que son las únicas instituciones del país que ofrecen este servicio deslocalizado, a través de un refuerzo de las actividades de formación y sensibilización.
El Hno. Étienne señala que la estigmatización es una acción o palabra que convierte una característica, un comportamiento, una discapacidad o un impedimento de una persona en una marca negativa o de inferioridad, lo que en Senegal se traduce en que las familias pueden llegar a rechazar o negar la realidad de este tipo de enfermedades entre sus familiares; en que las personas afectadas no tengan ningún tipo de relación o lazos sociales y vivan con niveles de precariedad muy elevados, pudiendo incluso terminar en una situación de abandono en la calle. O pudiendo derivar su situación en otras enfermedades; en que tengan problemas para recibir un tratamiento médico continuado; en problemas de reinserción familiar una vez se encuentren en una situación más estable y sobre todo en que la salud mental es un tema tabú por desconocimiento de la población y por creencias o mitos tradicionales.
En palabras del Director del Centro de Thiès, el Hno. Étienne Sené, los principales retos a los que se enfrenta el país en la actualidad son la falta y ruptura de provisiones de medicamentos psicotrópicos; la falta de personal sanitario en las estructuras psiquiátricas para garantizar la prevención, el cuidado y tratamiento de las personas con enfermedades mentales; descentralizar los servicios de atención psiquiátrica para poder cubrir las demandas de la población que no vive en la capital o principales ciudades; establecer estructuras de reinserción social; luchar contra la estigmatización y los tabúes ligados a la salud mental y que se disponga de un presupuesto público para salud mental que permita apoyar la investigación y atender a la población abandonada, sin recursos.
Gracias al profundo conocimiento del contexto y la vinculación de los centros Dalal-Xel con las personas y su entorno, y gracias a su vocación como Orden Hospitalaria y su compromiso con la salud mental, desde hace varios años, fueron identificando que, la mayoría de las familias y acompañantes las personas atendidas tenían que hacer grandes esfuerzos económicos para cubrir los gastos médicos, el transporte, alojamiento y manutención, ya que tenían que desplazarse distancias muy largas. Se dieron cuenta, identificando los distintos lugares de procedencia, que las atenciones se podían concentrar en puntos estratégicos deslocalizados más cercanos, para que fuese más accesible, ya que la realidad a la que se enfrentaban repercutía, en muchos casos, en el abandono del tratamiento y seguimiento médico por agotamiento físico, económico y moral de las personas atendidas y sus familiares.
Es debido a esta realidad que, desde el año 2019 hasta el presente, el centro Dalal-Xel de Thiès, en coordinación con Juan Ciudad ONGD y con el apoyo de múltiples entidades públicas y privadas
como el Gobierno de Baleares, del Parc Sanitari Sant Joan de Déu, el Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat, la Fundación Carasso y Farmamundi, está trabajando en un programa de atención primaria de salud mental en cuatro localidades rurales pertenecientes a regiones del centro y norte del país, que gira en torno a cuatro metas:
• Facilitar el acceso de la población a los servicios de atención para la salud mental a través de la reducción o supresión de las barreras geográficas, económicas y socioculturales a las cuales se enfrentan diariamente.
• Establecer y fortalecer redes locales de intervención que secunden y colaboren con el programa de atención primaria para la salud mental.
• Empoderar y capacitar a las personas beneficiarias, pacientes y familiares, en los cuidados médicos y personales que requiere el tratamiento de enfermedades mentales, fortaleciendo sus conocimientos en salud pública y comunitaria.
• Mejorar la calidad de los servicios de la asistencia médica ambulatoria a través de la capacitación del personal médico, refuerzo de material y compra de equipos.
Esta intervención está teniendo un impacto anual de aproximadamente unas 18.000 personas. Se realizan tres salidas al mes a zonas rurales estratégicamente elegidas por ser puntos neurálgicos de las principales localidades de donde proceden las personas registradas por la clínica. El equipo médico de atención primaria está conformado por profesionales del Centro Dalal-Xel Thiès, que trabajan de lunes a viernes en la propia institución y los sábados realizan las visitas comunitarias. Está integrado por cuatro médicos psiquiatras, tres de ellos son médicos que están finalizando la especialización en psiquiatría en un Hospital referente de Senegal con el que el centro Dalal-Xel tiene un convenio para realizar prácticas. El equipo también está conformado por dos enfermeros/as, dos auxiliares de enfermería, una asistente social, un conductor y un voluntario o voluntaria por cada localidad que les apoyan en la difusión del proyecto, a convocar a la gente, a localizar nuevos pacientes, y en la traducción de las lenguas locales. El proyecto colabora estrechamente con los centros de salud de la zona, otras instituciones religiosas y líderes religiosos
tradicionales, como los marabúes, que les ayudan también a difundir el proyecto y derivar a la gente que lo necesita a que participen en el proyecto y acudan a las consultas.
Los lugares donde realizan el proyecto son generalmente escuelas, donde aprovechan los patios como zona de espera y triaje para hacer sensibilización con los y las pacientes y sus familias y organizar los turnos de consultación, para lo que utilizan las aulas. Dentro de las actividades del programa se incluye también la venta de medicamentos homologados, porque, como mencionó el director del centro, uno de los mayores problemas es la falta de medicamentos en las farmacias y dispensarios y su elevado coste.
El centro Dalal-Xel de Fatick también realiza un programa de salud comunitaria muy similar, pero con una logística de salidas diferente, ya que el centro atiende a un número menor de pacientes en sus instalaciones y eso le permite realizar más visitas a más localidades varios días a la semana. Actualmente abarca siete localidades de la zona centro sur de Senegal y ha recibido apoyo de la Asociación para la Ayuda de Personas con Discapacidad (AAJIPH). Actualmente está gestionando el proyecto, de forma limitada, con sus propios recursos.
Gracias a los testimonios de las personas atendidas, familiares, trabajadores, voluntarios y voluntarias y otros agentes implicados se puede constatar que el proyecto está teniendo mucha repercusión y un gran impacto en la población. Los niveles de participación son muy altos y está mejorando mucho la situación y la salud de todas las personas atendidas.
Pero, existen todavía muchos retos a los que hacer frente, sobre todo reducir los tiempos de espera; lograr llegar a muchas más localidades; poder atender a la población en espacios mejor acondicionados para la actividad sanitaria; poder disponer de más medicamentos; de un equipo especializado únicamente para las actividades de salud comunitaria en las comunidades... El objetivo es atender a más personas, con mejor calidad y de forma más accesible, así como romper la barrera del estigma y el rechazo social y, en definitiva, mejorar la salud y la vida de las personas en Senegal.
«La inversión en salud mental es una inversión en una vida y un futuro mejores para todos».
Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesu, Director General de la OMS
Juan Ciudad ONGD despliega la nueva web de Voluntariado que ha estado desarrollando en los últimos meses con el fin de poder hacer más fácil e intuitivo el acceso a la información y propuestas de participación voluntaria. El objetivo es promover un voluntariado cada vez más alineado a la actividad de cooperación internacional.
Con esta iniciativa Juan Ciudad continua con su labor de sensibilizar y despertar actitudes solidarias entre la ciudadanía para favorecer el acercamiento e intercambio de experiencias con las que apoyar la labor que en los centros sanitarios y hospitales se llevan a cabo para la atención integral a la persona enferma o en situación de exclusión social. Así también, parte del voluntariado se implica en apoyar el fortalecimiento de las capacidades locales, a través de acciones formativas y apoyo técnico, según las propuestas de los centros de la OHSJD en los países de África y América Latina en los que tiene presencia.
Esta nueva página se prevé que esté en funcionamiento y disponible a finales de año, para acceder, de forma rápida y sencilla, a las distintas
propuestas de voluntariado internacional mediante la sección “Voluntariado” de nuestra web www.juanciudad.org.
En ella están accesibles las propuestas de participación del voluntariado, tanto en modo virtual como presencial en los diferentes países. Cada propuesta tiene una descripción de la colaboración que se precisa, así como la información de detalle imprescindible de la iniciativa: el perfil profesional demandado, el centro de destino, la fecha recomendada para su realización, la duración mínima necesaria para la actividad y la modalidad. Asimismo, se podrán filtrar las propuestas de participación clasificadas según su estado (libre o cubierta), tipología, modalidad (presencial o virtual), perfil solicitado o país.
Descubre toda la información y únete a nuestros programas de voluntariado para seguir construyendo un mundo más solidario y humano mediante la defensa del derecho a la salud y el desarrollo humano sostenible en América Latina, África y Asia.
Juan Ciudad ONGD facilita la realización de campañas médico-quirúrgicas a los centros de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en África y América Latina
Surg For All es una asociación sin ánimo de lucro declarada de utilidad pública cuya actividad comenzó en 2015. El objetivo de Surg For All es mejorar la calidad de la asistencia sanitaria en países necesitados con escasos recursos a través de la formación de su personal y la dotación de instrumental. Desde sus inicios se ha formado directamente a 31 profesionales y se han invertido más de 100.000 euros en instrumental en las 27 actuaciones realizadas.
En 2022 Surg For All ha realizado dos misiones al St. Joseph Catholic Hospital de Monrovia dentro del proyecto para conseguir establecer un servicio de urología permanente. La primera misión, en julio, contó con la participación de 8 profesionales y la segunda, en octubre, de 5. Solo una persona ha repetido en estas misiones, así que 12 profesionales (urólogos, anestesiólogos, internista y enfermeras) han ayudado a mejorar la salud de los pacientes del St. Joseph.
Lo que sigue son las impresiones de dos urólogos sobre cómo les ha marcado su experiencia en Monrovia.
“La primera vez que escuché, de primera mano, de África, fue en quinto, tendría como unos 11 años. Un monje supervisor recién volvía de Kenia, la zona del lago Victoria, de una misión que ayudaba a instalar un sistema escolar en una zona rural con escasos medios. Sonaba muy triste la pobreza y la falta de todo, pero al mismo tiempo esperanzado, emocionante y fascinante. Desde el primer momento la pregunta fue, por qué ellos tienen tan poco, y a nosotros nos sobra tanto.
Más tarde, al estudiar medicina, siempre me llamaron la atención los proyectos de ayuda de distintas ONGs en zonas derrumbadas o en desarrollo. Pero, ¿qué hace un urólogo allí? Investigando encontré a Surg For All - cirugía y especialmente cirugía urológica para todos. Todavía no he digerido todas las experiencias de mi primera misión y ya tenemos fecha para la siguiente. La pregunta hoy ya no es la misma, hay muchas explicaciones y razones. Las preguntas hoy son qué hacemos con tanto. ¿Por qué no sabemos valorarlo? Y por qué nos cuesta tanto compartirlo. Y eso es lo que quiero, compartir las posibilidades que yo he tenido, de estudiar medicina y de aprender urología, con los que no la han tenido. Ayudar, a estos pacientes que operamos, pero especialmente enseñar a los médicos y enfermeros allí y aplicarlo cuando volvemos. Y
hay una cosa muy clara, me he llevado mucho más de lo que he dado. Gratitud por todo lo que tengo, me lo haya currado yo, o simplemente por la casualidad de haber nacido dónde y en el momento que he nacido.”
“La ilusión con la que emprendimos el viaje a Monrovia en octubre era enorme, las ganas de que todo saliera bien eran proporcionales a la responsabilidad que nos producía estar a la altura de la misión encargada por Surg For All. Desde el primer día, cada momento suponía un reto por lo que nos podíamos encontrar y cómo resolverlo de la mejor manera. Conforme iban pasando los días pudimos darnos cuenta de lo que suponía estar poco más de una semana allí.
Todo ha sido positivo: trabajar codo con codo entre nosotros; compartir con los profesionales del hospital nuestras experiencias, aprender de su forma de trabajar y aportar nuestra visión, a veces un poco alejada de su realidad; y, sobre todo, escuchar, ver y sentir las dificultades por las que pasan los pacientes, intentando aportarles alivio. Cada vez que un paciente era dado de alta era un pequeño triunfo que, por suerte, se ha repetido todos los días sin tener que lamentar grandes complicaciones y solventando las que pudieron surgir.
Hemos compartido muchos momentos, a nivel profesional y personal, y en todos ellos hay un aprendizaje, un momento de crecimiento personal y una satisfacción que es difícil de explicar si no la vives en primera persona. Nos hemos traído más de lo que hayamos podido dejar y, si hemos conseguido que algunos tengan una vida un poco más fácil, hemos cumplido con creces nuestro objetivo.”
La primera es la visión de un neófito en África y la segunda de un urólogo que ya sabía lo que iba a encontrar. En ambos casos, aparece la misma sensación de volver algo más “llenos”.
Además, su generosidad ha permitido seguir con el entrenamiento de los profesionales formados en Valencia y de otro personal del hospital, así como consolidar la cirugía de hipertrofia benigna de próstata y una endourología básica. Algo básico en nuestro mundo pero que, en un país donde una sonda puede ser para siempre reduce considerablemente las probabilidades de morir de una infección secundaria.
Como todos los años el Hermano Superior General lanza la campaña anual de recaudación solidaria para ayudar a los centros de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en Cuba. En esta oportunidad se ha previsto contribuir con dos proyectos para habilitar la unidad Santa Ana en el Sanatorio Psiquiátrico SJD y también con el Hogar San Rafael, donde recientemente se ha abierto una Unidad de Cuidados Paliativos, ambos en La Habana.
La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (OHSJD) cuenta con tres centros en Cuba, hermanados con el Hospital San Juan de Dios de Zaragoza, que prestan servicios en las áreas de la salud mental y la geriatría, donde la situación es compleja por los muchos retos que hay. Se trata de uno de los países más envejecidos de América Latina, en el que a los problemas existentes se han unido otros como la pandemia, lo que ha agudizado aún más las dificultades económicas.
Razones para afianzar la colaboración y seguir acompañando y apoyando al pueblo cubano, desde la hospitalidad, la esperanza y el carisma de San Juan de Dios en las obras cubanas, dedicadas a la salud mental y a los ancianos y las ancianas. La ejecución del proyecto “Construyendo la esperanza en Cuba” tiene por finalidad conseguir los recursos económicos necesarios para mejorar la calidad de vida de las personas asistidas en nuestros centros de Cuba. Se necesitan 236.216,75 euros.
El Hospital actual tiene sus antecedentes en el hospital de San Felipe y Santiago del siglo XVI y que fue sustituido por otro en el emplazamiento actual. En 1942 fue inaugurado, manteniendo su actividad hasta 1959, y a partir de entonces hasta los 90 fue residencia de enfermos mentales. Posteriormente comenzó a dinamizar programas asistenciales de servicios de salud mental y actualmente mantiene su actividad como residencia y atención de personas en salud mental.
Es un centro organizado en pabellones y con amplias zonas ajardinadas.
Fue fundado el 25 de diciembre de 1949, inicialmente para atender a niños pobres con patologías osteomusculares y fue convertido en Hogar de ancianos en los años 80 del siglo XX.
La residencia que cuenta con especialidades de Geriatría, Fisiatría, Odontología, Urología, Traumatología, Angiología, Cardiología, Trabajo Social, Bioanálisis. También funciona como Hogar de día.
Atiende una población total de unas 140 personas mayores, entre personas independientes y personas discapacitadas.
En cuanto a Obra Social, desde el Hogar se atiende la pobreza extrema en el vecino barrio de Pogolotti, mediante un comedor social para 30 personas, y también proporciona ducha y aseo.
Es un centro dedicado a residencia geriátrica que amplió sus instalaciones entre 2009 y 2016. Ahora también desarrolla servicios de Rehabilitación y hospitalización de Cuidados Paliativos. Además, cocina para un comedor social que atiende situaciones de pobreza y vulnerabilidad en un barrio de Camagüey.
Fundación Instituto San José (Madrid)
Hospital San Juan de Dios (Zaragoza)
Campus Docent Sant Joan de Déu (Barcelona)
Hospital Sant Joan de Déu (Palma de Mallorca)
Parc Sanitari Sant Joan de Déu Sant Boi de Llobregat (Barcelona)
Sant Joan de Déu Terres de Lleide (Lleida)
Fundación Jesús Abandonado (Murcia)
Sant Joan de Déu Serveis Sociosanitaris (Barcelona)
Fundació Althaia (Manresa-Barcelona)
Campus Docent Sant Joan de Déu (Barcelona)
Hospital Maternoinfantil Sant Joan de Déu (Barcelona)
Parc Sanitari Sant Joan de Déu Sant Boi de Llobregat (Barcelona)
Hospital San Juan de Dios (Pamplona)
Hospital San Juan de Dios (Aljarafe)
Hospital San Juan de Dios (Córdoba)
En América Latina
Hogar San Rafael de La Habana (Cuba)
Centro Asistencial Hogar Padre Olallo de Camagüey (Cuba)
Escuela para auxiliares de enfermería San Rafael de Bogotá (Colombia) Escuela de Enfermería de la Ceja-Antioquía de Medellín (Colombia)
Clínica San Juan de Dios de Cuzco (Perú)
Sanatorio San Juan de Dios de La Habana (Cuba)
Hospital Cristo de las Américas de Sucre (Bolivia)
Instituto Psiquiátrico “San Juan de Dios” de Cochabamba (Bolivia)
Centro de reposo y albergue San Juan de Dios de Quito (Ecuador) Hogar de Ancianos de San José de la Rioja (Argentina)
Hôpital Saint Jean de Dieu de Thiès (Senegal)
School of Nursing of Saint John of God Missionary Hospital (Sierra Leona)
Saint John of God Hospital de Lunsar (Sierra Leona)
Centro de Salud Mental "Dalal Xel" de Thiés y "Dalal Xel" de Fatick (Senegal)
Saint Joseph Hospital Koforidua (Ghana)
Saint John of God Catholic Hospital de Tigania (Kenia)
Centre de Sante et Orthopédique Catholique des Frères Hospitaliers de Saint Jean de Dieu de Douala (Camerún)
Saint John of God Health Centre de Batibó (Camerún)
Del 14 al 16 de septiembre Juan Ciudad ONGD ha celebrado en Granada la reunión anual con sus 14 Delegaciones Autonómicas, la cual se ha convertido en un encuentro con el resto de departamentos que componen el Área de Solidaridad.
Entre los 23 asistentes se encontraba el equipo de la ONGD al completo ubicado en la sede de Madrid, así como gran parte de las 14 delegaciones autonómicas y los miembros del Área de Solidaridad
de la Provincia San Juan de Dios de España, que incluye Obra Social, Voluntariado y Sensibilización.
En la apertura del encuentro, que corrió a cargo del Hno. Moisés Martín Boscá, director del Área de Solidaridad de San Juan de Dios en España, se puso de relieve que, en el contexto actual internacional, la cooperación sigue siendo fundamental para continuar con la misión hospitalaria en tantos lugares de África, América Latina y Asia.
Uno de los objetivos principales de esta reunión-encuentro era que los equipos que conforman los distintos ámbitos de trabajo se conocieran más y pudieran estrechar lazos de cara a trabajar conjuntamente. Por ello, se planteó una dinámica de “no reunión”, es decir, evitar las presentaciones, discursos o explicaciones y cambiar estas actividades por espacios de convivencia informal. Así, lo más valorado por los asistentes fue la dinámica de conocimiento de todos los participantes, cuyo objetivo era que cada uno de los 23 asistentes conociera en profundidad al resto, teniendo que demostrar este conocimiento al final de los 3 días de convivencia presentando cada uno de ellos a otro designado aleatoriamente.
Como resultado de lo anterior estas fueron las palabras que mejor representaron el encuentro:
Esta armonía entre las distintas personas participantes ha permitido trabajar en profundidad cuatro grandes temas orientados a consolidar e impulsar la misión de cooperación internacional de San Juan de Dios, partiendo de las diversas realidades en las que cada delegación autonómica, las Unidades Territoriales y el Área de Solidaridad desarrollan su labor.
Estos cuatro temas centrales han sido: la coordinación territorial entre las delegaciones autonómicas de Juan Ciudad ONGD, las Unidades Territoriales y los centros de San Juan de Dios, las relaciones institucionales a nivel autonómico en el ecosistema de cooperación, las actividades a desarrollar anualmente y la sensibilización y educación para el desarrollo.
El encuentro ha concluido con una hoja de ruta que se irá completando a medida que se empiecen a llevar a cabo los objetivos propuestos en este encuentro, entre los que destacan tres. Por un lado, lograr mayor presencia en las redes de cooperación de las distintas Comunidades Autónomas; por otro, crear un itinerario formativo sobre cooperación dirigido a personal de San Juan de Dios tanto de las delegaciones de Juan Ciudad ONGD como de otras áreas transversales implicadas; y por último, impulsar la Sensibilización sobre cooperación y educación para el desarrollo dentro y fuera de la Orden Hospitalaria.
Gonzalo Sales, director de Juan Ciudad ONGD, destacó que uno de los aspectos que los participantes han valorado más positivamente ha sido el espacio de conocimiento mutuo que se ha generado, “abierto a compartir y debatir los distintos aspectos de la cooperación internacional que atañen a todos los departamentos del área de Solidaridad”.
Todos los asistentes agradecen a la comunidad de hermanos del Hospital San Rafael en Granada su cercanía y generosidad, al Hno. Víctor por su magnífica visita a la basílica, a Teresa Valor por su absoluta entrega y disposición, a Ana Mª García por facilitar tantos detalles, al personal de la hospedería que con tanto mimo prepararon la estancia, a Rocío Arredondo por su atención, a Francisco Benavides por su buen hacer y acompañamiento, a Juan de la Chica por su amabilidad y al personal de cocina y restauración que nos deleitaron con manjares y sonrisas.
Según se indica en la Memoria Anual 2021 de Juan Ciudad ONGD, la organización trabajó en 41 proyectos de desarrollo en 15 países, siendo sus contrapartes los centros de San Juan de Dios, con 400.000 personas beneficiarias directas, además del envío de 14 contenedores con más de 100 toneladas de ayuda y la gestión de 25 personas que han colaborado en el voluntariado internacional.
Desde el servicio de apoyo logístico de Juan Ciudad ONGD se organizan las donaciones recibidas de centros de San Juan de Dios en España, empresas y particulares y las campañas de recogida específicas que se organizan desde nuestras delegaciones autonómicas. Desde aquí se comparten materiales que nuestras contrapartes, los centros sanitarios de San Juan de Dios en América Latina y África, solicitan. Son alimentos, materiales sanitarios, sábanas, uniformes y un largo etcétera dependiendo de la especialidad del centro receptor, que no pueden ser adquiridos en esos países por su alto coste o escasez y que desde nuestro almacén, han de ser seleccionados, empaquetados y listados para ser enviados mediante contenedores por vía marítima.
Durante este 2022 hemos podido enviar 13 contenedores (siendo 3 de ellos de doble capacidad) a 13 centros sociosanitarios en 8 países diferentes. Cerca de 95 toneladas valoradas en aproximadamente 765.000€ de todo lo recibido en nuestro almacén, que suma un total de 915.877 € y que está aún por enviarse durante los primeros meses del año próximo.
Seguimos agradeciendo la solidaridad de todas las personas que nos apoyan, facilitan y permiten hacer realidad estos envíos, tanto por el contenido como no olvidemos el coste económico que conllevan. Esperamos poder seguir aumentando esta red de solidaridad para un reparto más justo de recursos. ¡GRACIAS!
Promoviendo el acceso a la atención médica en Camerún
Con motivo de las fiestas navideñas es posible colaborar en este proyecto que busca cambiar las vidas de las comunidades en Boko y Yassa. Con un coste de 97.015,7 euros, el programa beneficiará de forma directa e indirecta a más de 132.500 personas de la zona que no tienen acceso a servicios sanitarios
La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios cuenta con tres centros de salud en el país; uno de ellos se ubica en Douala, una ciudad ubicada en la región litoral. Se trata de la urbe más densamente poblada de Camerún, superando los 3,5 millones de habitantes que se enfrentan habitualmente a brotes de enfermedades como el cólera,
Las colaboraciones económicas realizadas a Juan Ciudad ONGD tienen derecho a deducción tanto en el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas, como en el Impuesto de Sociedades.¡Infórmate! www.juanciudad.org
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De conformidad con lo establecido en la L.O.P.D. le solicitamos el consentimiento para el tratamiento de sus datos personales en Ficheros titularidad de la Fundación Juan Ciudad con la finalidad de una adecuada gestión económico administrativa y de comunicación informativa con nuestros colaboradores. Igualmente le informamos que sus datos serán cedidos a la entidad bancaria para el cobro domiciliado de su donación y a la Agencia Estatal de Administración Tributaria, para la aplicación de las deducciones tributarias por donación que le corresponden. Se ponen a disposición de los interesados los formularios para poder ejercitar los derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición de sus datos personales en la dirección de la Fundación Juan Ciudad. Herreros de Tejada, Nº 3, 28016 - Madrid. También puede solicitarlo en fjc.lopd@sjd.es y consultar www.juanciudad.org.
el sarampión, altas tasas de malaria, infección por gusanos y diarrea en niños y mujeres embarazadas.
Los servicios de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios se ubican en el distrito de Bassa, con cobertura para los habitantes de Boko y Yassa. El proyecto que queremos desarrollar se enfoca en el tratamiento de enfermedades en niños y mujeres embarazadas; la inmunización y vacunación a mujeres y niños contra enfermedades mortales; el establecimiento de una unidad de atención primaria de salud en los centros para atender la atención prenatal y posnatal; intervenciones de agua, saneamiento e higiene en las comunidades y el uso del modelo de Atención Primaria de Salud (APS) para llegar a las comunidades.
Como en el resto del país, a nivel sanitario, la población de la zona se encuentra con numerosas dificultades para acceder a atención médica sostenible y de calidad. En líneas generales, las infraestructuras de salud se encuentran mal equipadas y son inadecuadas en todo el país, desde los hospitales hasta los laboratorios.
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CIUDAD ONGD C/Herreros de Tejada, 3 28016 MADRID
Desde Juan Ciudad ONGD se busca llevar a cabo un proyecto que ayude a paliar y mejorar los servicios de atención sanitarios en la zona y de esta forma, cambiar las vidas de las comunidades dentro de las áreas de salud de Boko y Yassa abordando sus necesidades inmediatas de salud
Para nosotros era fácil elaborar ciertos medicamentos, al fin y al cabo lo hacíamos a diario en nuestro laboratorio de Oficina de Farmacia. Los que nos pidieron eran tan básicos y necesarios que decidimos ir allí a elaborarlos y así fue como, hace ya 12 años, montamos en Etiopía un laboratorio de formulación magistral, para poder elaborar sustancias tan simples y necesarias como tintura de yodo, jarabes simples para soluciones pediátricas o cápsulas con la correcta y exacta dosificación.
Después de aquella experiencia y viendo las ventajas que obtuvieron en la zona, quisimos replicarla en otros lugares aunque siempre nos topamos con las mismas dificultades: ningún proyecto nos garantizaba la continuidad requerida y que para nosotros era fundamental; al fin y al cabo buscar instalaciones para el laboratorio e instalar la maquinaria básica se podía hacer con mayor o menor dificultad casi en cualquier sitio, pero lo que íbamos buscando es que sirviera para mejorar las condiciones del entorno y que se integrara en el sistema de salud de su zona.
Con el tiempo lo fuimos viendo todo más claro: el laboratorio tenía que servir para paliar en parte los continuos desabastecimientos de medicamentos esenciales; por supuesto teníamos que hacerlo con todas las garantías sanitarias y legales del país. También era fundamental formar a técnicos y farmacéuticos de allí para aumentar sus capacidades de cara a entrar en un mercado laboral tan difícil como el suyo.
Para soportar todo el proyecto necesitábamos los mejores cimientos, de lo contrario sería imposible darle la imprescindible continuidad.
Y aparecieron. En mitad de la pandemia encontramos unos compañeros de viaje que lo entendieron, nos apoyaron y coincidían plenamente con nuestra visión de futuro para un proyecto de desarrollo.
Actualmente, de la mano de la Fundación Juan Ciudad, del Grupo Hefame, de nuestra matriz LASEMI y de todos los que formamos LASEMI COOPERACION, hemos montado un laboratorio de formulación magistral en el Hospital San Juan de Dios de Thiès, Senegal; contamos con toda la ayuda y apoyo de su dirección y de los Hermanos que llevan el Hospital. Gracias a esta confianza que nos dan, año y medio después de nuestro viaje inicial tenemos listo el laboratorio, hemos ayudado a remodelar el servicio de farmacia, hemos formado al personal técnico y farmacéutico en formulación magistral con cursos realizados tanto allí como en España, estamos acabando la Guía Farmacoterapéutica del Hospital para mejorar la comunicación entre la Farmacia y los demás servicios, hacemos un seguimiento constante de las actividades del laboratorio, tenemos
allí en el hospital una rotación de farmacéuticos españoles que, en colaboración con los colegas senegaleses, van aumentando las elaboraciones que se realizan.
En definitiva, sentimos que estamos en el sitio idóneo, con los compañeros de viaje adecuados y bien sujetos por una organización y confianza que nos brinda tanto el Hospital como la Fundación Juan Ciudad.
Ahora el laboratorio crecerá, ahora podremos formar a más personal nativo y ahora, en definitiva, sabemos que nuestro trabajo le servirá al Hospital a corto y a largo plazo. Y todos los esfuerzos se volcarán tanto en los pacientes como en el desarrollo de la región.
Y eso queremos, tratar de que cada paciente reciba la medicación exacta que precisa y ayudar al desarrollo enseñando lo que sabemos hacer: elaborar medicamentos en un laboratorio de farmacia.
Gracias a gente como tú podemos atender a miles de personas en hospitales y centros sociales y sanitarios de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en África, América Latina y Asia.
Juan Ciudad ONGD Sede Herreros de Tejada, 3. 28016 Madrid Tel.: +34 913 874 483 juanciudad.ongd@sjd.es
Andalucía: Ciudad San Juan de Dios. Autovía Sevilla - Málaga, Km 14,5 - Apdo 38. 41500 Alcalá de Guadaíra (Sevilla)
Aragón: Hospital San Juan de Dios. Pº Colón, 14. 50006 Zaragoza
Asturias: Sanatorio Marítimo. Avda. José García Bernardo nº 708. 33203 Gijón
Baleares: Fundació Sant Joan de Déu. Camí Vell de Bunyola, 9. 07011 Palma de Mallorca
Canarias: Ciudad San Juan de Dios. Carretera Ciudad San Juan de Dios, nº 1. El Lasso 35016 Las Palmas de G.C.
Cantabria: Hospital Santa Clotilde. C/ General Dávila 35. 39006 Santander
Castilla y León: Centro San Juan de Dios. Avda. de Madrid. 68. 47008 Valladolid
Cataluña: Germans de Sant Joan de Déu. C/Dr. Antoni Pujadas nº 40. 08830 Sant Boi de Llobregat (Barcelona)
Galicia: Hogar y Clínica San Rafael. C/ San Juan de Dios, 1. 36208 Vigo (Pontevedra)
Madrid: Fundación Instituto San José. Av. de la Hospitalidad, s/n. 28054 Madrid
Murcia: Albergue Jesús Abandonado. Ctra. Santa Catalina, 55. 30012 Murcia
Navarra: Hospital San Juan de Dios. C/ Beloso Alto,3. 31006 Pamplona
País Vasco: Hospital San Juan de Dios. C/ Gesalibar Auzoa, 14. 20509 Arrasate (Gipuzkoa)
Valencia: Sant Joan de Déu Serveis Socials. C/ Luz Casanova, 8. 46009 Valencia
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