ohsjd en españa: Diez años desde la declaración de la epidemia de Ébola en África Occidental
entrevista: Hermano José María
Viadero, ex-director de Juan Ciudad ONGD campaña: Hermano General 2024, Senegal
Nº 35 Revista de Juan Ciudad ONGD - 1er semestre 2024Hace diez años, el 22 de marzo de 2014, Guinea declaró un brote de Ébola en su territorio, que terminó extendiéndose por Liberia y Sierra Leona, y causó más de 28.600 casos y provocó la muerte a más de 11.300 personas, entre ellas muchas personas profesionales sanitarias.
Esta epidemia les costó la vida a 18 personas vinculadas a San Juan de Dios: cuatro hermanos de San Juan de Dios, una hermana colaboradora y trece profesionales, a quienes quiero mencionar a continuación: Hno. Manuel García Viejo, OH, Hno. Patrick Nshamdze, OH, Hno. Miguel Pajares, OH, Hno. George Combey, OH, Hna. Chantal Mutwameme, MIC, Fatmata Bangura, Michealla Conteh, Teete Dogba, Aminata K. Kamara, Mamusu Kamara, Isata Kanu, Umar Kanu, Richar Kollie, Mohamed Kuyateh, Salamatu Sesay, Laurene Togba, Dominic Wesseh y Laysin Wilson.
Su entrega desinteresada al servicio de la misión les supuso pagar con lo más preciado: la vida. Hoy siguen siendo un ejemplo, no sólo para los que formamos parte de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, sino para todas aquellas personas que siguen luchando por el acceso al Derecho Humano a la Salud.
En 2015, tras un duro trabajo para readaptar sus infraestructuras y protocolos de seguridad a un escenario epidémico de estas características, la Orden Hospitalaria consiguió reabrir progresivamente sus servicios sanitarios y sociales en Sierra Leona y Liberia.
Diez años después, San Juan de Dios España, a través de su organización de cooperación internacional Juan Ciudad ONGD, y junto a los centros de San Juan de Dios en los países más empobrecidos y vulnerables, y como resultado de las lecciones aprendidas de aquella terrible experiencia, ha ido readaptando su estrategia de Cooperación Internacional y de atención a las personas más vulnerables impulsando proyectos de atención primaria y comunitaria, los cuales se han manifestado como la estrategia más eficiente de lucha contra las epidemias y de mejora de la salud de la población. Así, en 2023 desarrollamos en América Latina y África 14 proyectos de Salud Comunitaria (el 43% del total de proyectos) y 11 proyectos de Formación Sanitaria (el 20% del total de proyectos) como claves de bóveda de una estrategia de cooperación sanitaria enfocada en la prevención y tratamiento temprano de las enfermedades más prevalentes en dichos contextos.
Uno de los ejemplos de la eficiencia de esta estrategia enfocada en la Salud Comunitaria fue la lucha contra la pandemia del COVID, aplicando en nuestros centros de América Latina y África los protocolos establecidos tras la epidemia de Ébola, los cuales resultaron decisivos a la hora de reducir el número de infecciones, previniendo los contagios y tratando tempranamente a las personas afectadas.
Y de cara al futuro, seguimos estando en alerta, aprendiendo y adaptándonos a la incertidumbre que generan las nuevas epidemias en un mundo cada vez más globalizado.
Gonzalo Sales Genovés. Director, Juan Ciudad ONGD
en España Diez años desde la declaración de la epidemia de Ébola en África Occidental 3
Opinión
Situación actual de la Provincia africana de Saint Richard Pampuri: principales desafíos y perspectivas sociales en Togo y Benín 4
Entrevista
Entrevista Hermano José María Viadero. Director de Juan Ciudad ONGD en la epidemia de Ébola de África Occidental 2014-2016 6 Making off del vídeo del 10º Aniversario Ébola 10
Voluntariado Internacional El trabajo bien hecho, la satisfacción de lograrlo y el aprecio ganado 14
15 Jornada de Formación Voluntariado Internacional 2024 15
Hermanamientos
Nuevo impulso al hermanamiento entre el Albergue de Quito y la Fundación Jesús Abandonado 16 Parc Sanitari Sant Joan de Déu - Hospital Cristo de las Américas 17
de cooperación 18 Delegaciones
Reunión de Delegaciones de Juan Ciudad ONGD, Delegaciones de Navarra, Cantabria y Castilla y León 20
Campaña anual del Superior General 23
Colaborador
Juan Ciudad ONGD y Fundación Ingenieros ICAI renuevan su Convenio de Colaboración 24
DIRECTOR ÁREA DE SOLIDARIDAD
Hermano Moisés Martín Boscá
DIRECTOR FUNDACIÓN JUAN CIUDAD
Hermano Juan José Ávila
DIRECTOR JUAN CIUDAD ONGD
Gonzalo Sales Genovés
COORDINACIÓN DE REDACCIÓN Y EDICIÓN
Gonzalo Sales Genovés y Luciana Atela
EQUIPO DE REDACCIÓN
Iratxe Díaz (Operaciones), Mª de los Ángeles Lobo (Voluntariado), Ana Meyer y María Esteve (Proyectos) y Manuel Muñoz (Servicio de Apoyo Logístico)
COLABORADORES
Adriana Castro, Hermano Hugues Assou, Laura García Valero, Ana Caballero, Remy Méndez Belmar, Hno. Moisés Martín y Javier Notivol
DISEÑO, MAQUETACIÓN Y CORRECCIONES
Luciana Atela Studio
FOTOGRAFÍAS
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IMPRESIÓN
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25 marzo 2024. Se han cumplido ya diez años, concretamente el 22 de marzo de 2014, desde que Guinea declaró un brote de Ébola en su territorio. Un virus que terminó extendiéndose por Liberia y Sierra Leona, y causó más de 28.600 casos y provocó la muerte a más de 11.300 personas, entre ellas muchos sanitarios.
Esta epidemia fue la primera que se registró en África Occidental y que llegó hasta ciudades densamente pobladas, saltando incluso fuera del continente con casos aislados a países como España o Estados Unidos. Duró hasta junio de 2016 y dejó secuelas en miles de supervivientes, además de diezmar las infraestructuras sanitarias sobre el terreno.
San Juan de Dios, que está presente en Liberia y Sierra Leona desde la década de 1960, tuvo que cerrar temporalmente sus dos hospita-
les y otros dispositivos, tras el contagio de algunos de sus trabajadores. Además, fallecieron cuatro hermanos, una hermana colaboradora y trece profesionales a causa del Ébola.
COMPROMISO CON POBLACIONES DESATENDIDAS
Tras un duro trabajo para readaptar sus infraestructuras y protocolos de seguridad a un escenario epidémico de estas características, la Orden Hospitalaria consiguió reabrir progresivamente sus servicios sanitarios y sociales. En estos diez años ha impulsado la atención primaria y comunitaria como una de las lecciones aprendidas.
San Juan de Dios España, a través de su organización de cooperación internacional Juan Ciudad ONGD, ha llevado a cabo diferentes proyectos que pronto os contaremos con más detalle.
Hermano Hugues Assou. Superior Provincial Provincia de San Ricardo Pampuri de África (Togo y Benín).
La Provincia de África de Saint Richard Pampuri (PSRPA), con sus seis (6) establecimientos sociosanitarios ubicados en Benín, Togo y Burkina Faso, opera principalmente en regiones rurales o periurbanas de estos países. Las estructuras sociosanitarias de la provincia son: Hospital Saint Jean de Dieu de Afagnan (TOGO, 1964), Hospital Saint Jean de Dieu de Tanguiéta (BENIN, 1970), Escuela Estatal de Enfermería Saint Jean de Dieu de Afagnan (TOGO, 1986), Centro de Salud de Porga (BENIN, 2001), Centro de Salud Mental Saint Jean de Dieu en Agoè-Nyivé (TOGO, 2006), Clínica Saint Jean de Dieu en Cotonou (BENIN, 2014), Maison Saint Jean de Dieu de Ouagadougou (Burkina Faso, 2018).
Con casi 740 empleados, la PSRPA acoge a más de 74.000 pacientes al año, con un total de unas 800 camas de hospital.
Estos establecimientos se esfuerzan por brindar atención de calidad, comparable a la de los establecimientos de salud en áreas urbanas, a una base variada de pacientes sin distinción de categorías sociales, étnicas o religiosas.
Además, estos servicios se ven reforzados, en la mayoría de los casos, por misiones de cooperación sanitaria extranjeras y universitarias que desplazan a las poblaciones beneficiarias miles de kilómetros hacia nuestros centros (más de 700 kilómetros procedentes a veces del sur de Benin, Togo, Burkina Faso, etc.).
A pesar de los cambios socioeconómicos, culturales y sanitarios, las necesidades básicas de las poblaciones permanecen relativamente sin cambios. Sin embargo, tradiciones legendarias de solidaridad africana se están desmoronando gradualmente, dejando a ciertas
poblaciones a su suerte. Frente a estos cambios sociales, la provincia africana de Saint Richard Pampuri debe adoptar un enfoque resiliente para seguir satisfaciendo las necesidades de salud de estas poblaciones.
Teniendo esto en cuenta, ¿cómo puede el PSRPA mantener una oferta de atención de calidad a costos sociales asequibles para los más desfavorecidos, preservando al mismo tiempo las oportunidades para las generaciones futuras?
Aún hoy, el compromiso de las obras con las poblaciones locales es innegable, con una afluencia constante de pacientes atraídos por la
calidad de los servicios ofrecidos y apoyados por frecuentes colaboraciones con misiones sanitarias extranjeras y universitarias.
No obstante, es imperativo revitalizar las cadenas de solidaridad, tanto a nivel regional como internacional, para maximizar el impacto de sus acciones.
Mientras tanto, los centros de la provincia siguen cumpliendo eficazmente su misión sanitaria, combinando, por un lado, la contribución social de los pacientes a su atención sanitaria y, por otro, un enfoque tradicional de movilización con organizaciones benéficas y filantrópicas de nuestros países y una mejor adhesión de los colaboradores a la visión y valores de San Juan de Dios. A pesar de más de cincuenta años de compromiso humanitario y médico, algunas estructuras e instalaciones de los establecimientos hospitalarios de la provincia africana de Saint Richard Pampuri se ven hoy afectadas por los efectos del tiempo y de la actividad humana.
Hasta entonces, las principales inversiones de nuestros centros siguen basándose en donaciones y subvenciones a falta de mecanismos más estructurados que aseguren su renovación.
Así, para compensar este déficit, la administración central de la provincia se está consolidando con profesionales en sus oficinas de Proyectos, movilización de recursos y comunicación.
Hoy en día, los establecimientos sanitarios de la provincia se han vuelto bastante grandes en cuanto a tamaño y actividades, por lo que su sistema de gestión, que no ha cambiado durante décadas, se adapta cada vez menos a las exigencias del momento.
Esto también constituye un obstáculo para la movilización de los recursos necesarios para la ampliación de la misión. Para responder a estos nuevos desafíos, la organización ha emprendido profundas reformas administrativas y financieras durante los últimos cinco años para estandarizar el funcionamiento de sus servicios y garantizar su
viabilidad a largo plazo. Si bien estos cambios pueden percibirse como una disyunción abrupta, son esenciales para consolidar los logros de varias décadas de servicio a las comunidades hospitalarias.
Estas reformas estructurales ya han comenzado a dar frutos con sistemas de gestión cada vez más profesionales y carismáticos en la organización de nuestros establecimientos de salud.
En esta perspectiva, el PSRPA ha adoptado un Plan Estratégico 2024-2028, con el apoyo de la ONG Juan Ciudad de la provincia de España, encaminado a consolidar su condición de organización sociosanitaria de utilidad pública financieramente viable, preservando al mismo tiempo el carisma de hospitalidad de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.
Se espera que estas iniciativas den frutos a medio y largo plazo, sujeto a un compromiso continuo con las poblaciones más vulnerables y un mayor apoyo de los socios locales e internacionales.
Aunque nació y se crió en Cantabria, rodeado de verdes pastos junto el mar, desde joven sintió la vocación misionera por ayudar a las personas vulnerables en países desfavorecidos. Enfermero especializado en cooperación internacional, ha recorrido medio mundo, aunque parte de su corazón y su vida están en África, donde ha trabajado 26 años. En 2014 tuvo que afrontar una de las situaciones más difíciles como director de Juan Ciudad ONGD y portavoz de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios durante la peor epidemia de Ébola conocida, que tuvo lugar en África Occidental.
¿Cómo fue la primera vez que viajaste a África?
Y eso que tú eres de Cantabria y has visto llover toda la vida…
Iba acompañado de otros hermanos españoles y era el 6 de septiembre de 1980. Lo recuerdo perfectamente, igual que las primeras imágenes desde el avión cuando hicimos escala en Freetown, y vi todo el horizonte lleno de palmeras y cocoteros. Recuerdo esos primeros olores y la bocanada de aire cálido y húmedo.
Luego pasamos varios días en Liberia, en el Hospital Católico San José de Monrovia, donde aún era la época de lluvias y caían unos aguaceros enormes.
Sí, pero nunca había visto semejante forma de llover. Los vientos del Atlántico traían unas cortinas de agua que no se veía nada y, aun así, los coches seguían conduciendo.
Pero como mi primer destino era Ghana, en el Hospital de San Juan de Dios de Asafo, seguí viaje pasando también por el Hospital de Koforidua. Para mí todo eran novedades.
¿Cuánto tiempo has vivido en África como misionero hospitalario de San Juan de Dios?
Y en marzo de 2014, cuando eras el director de Juan Ciudad ONGD, viajaste a la clausura del 50 Aniversario del Hospital Católico San José de Monrovia en Liberia, país vecino de Guinea, donde en ese momento se declara un brote por el virus del Ébola.
En total, 26 años, repartidos en los centros que tiene la Orden en Ghana y Liberia, que incluyen varios hospitales y algunas clínicas.
Fui con el Hno. Amador Fernández y el Hno. Justino Izquierdo, entre otros hermanos, y no recuerdo escuchar nada aún de la epidemia. Más tarde sí.
La celebración fue muy alegre, como son todas las celebraciones normalmente en África, y muy protocolaria y con muchas autoridades. Estuvo la presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf. Fue un día de discursos, también, de alegrías y de recuerdos de los 50 años de servicio del Hospital Católico San José a la población liberiana, donde es un centro referente.
Para la Orden Hospitalaria en España, concretamente lo que entonces era la Provincia de Castilla, había sido una misión muy importante por la que se apostó en todos los sentidos, recursos humanos, hermanos, recursos económicos…
Aún así no era fácil. Recuerdo que en los años 80, que era muy diferente a hoy en día, los recursos eran limitados y las necesidades y expectativas muy elevadas.
¿Y en qué situación estaba el hospital ese marzo de 2014?
En esos momentos el hospital estaba en pleno funcionamiento y acababa de pasar por una transición en la que los hermanos europeos habían pasado el testigo a los hermanos africanos, encargados de la dirección y gestión. Aunque allí aún estaba el hermano Miguel Pajares como superior, que tenía previsto regresar a España a mediados de ese año 2014.
El hospital seguía su itinerario normal y estaba funcionando al cien por cien, siempre con los retos y problemas que puede haber en un hospital de unas 120 camas en una ciudad como Monrovia.
Revista “Entre todos” Nº 35 - 1er Semestre 2024
Éramos como un trípode. Una pata estaba aquí en Juan Ciudad ONGD, otra pata estaba allí, en Liberia y la otra pata dependía de autoridades como los organismos internacionales y el Ministerio. Al estar en una situación de pandemia ya no se podía trabajar por libre.
Y una vez que regresas a España esa primavera de 2014, ¿qué recuerdas del virus del Ébola?
Lo primero que me viene a la memoria es el lugar donde se había iniciado la epidemia, que era una zona que se veía como muy lejana, fronteriza entre tres países; diríamos algo así como en tierra de nadie.
Pero poco a poco los hermanos allí y nosotros aquí en España, también, nos empezamos a preocupar, porque veíamos que se nos venía encima un desafío muy importante que nunca antes había visto.
Sí que habíamos afrontado desafíos sobre cómo gestionar un centro y esas necesidades que hay que atender de la población pero no es fácil cubrir. Pero un desafío como una posible pandemia que nadie sabe por dónde van a ir las cosas…
Y según pasaron los meses la situación se fue complicando porque los casos de Ébola no paraban de aumentar, llegando incluso a ciudades densamente pobladas como Monrovia en junio de 2014.
Este cúmulo de cosas desató en agosto de 2014 una crisis sin precedentes que duró meses, donde miles de personas murieron de Ébola y de otras enfermedades que quedaron desatendidas. ¿Cómo afectó al Hospital Católico San José de Monrovia?
En ese momento las comunicaciones se hicieron más frecuentes y nos trasladaron que no tenían materiales suficientes de protección, así que empezamos a gestionar la ayuda.
Recuerdo que les insistía en que se coordinaran con las autoridades sanitarias, pero había bastantes dudas e incertidumbre y lo que nos llegaba es que la colaboración era prácticamente inexistente sobre el terreno.
Y los organismos internacionales tampoco reaccionaron suficientemente rápido.
Creo que al principio no supimos reaccionar, no estábamos preparados, y nadie estuvo a la altura de las circunstancias.
Sin embargo, también creo que los hermanos sí estuvieron a la altura de las circunstancias en el sentido de que siguieron atendiendo a la población con los recursos y el conocimiento que había en ese momento, cuando había mucho miedo y las mujeres que iban a dar a luz eran rechazadas en todas partes y, por eso, fuimos el último hospital que cerró el Ministerio de Sanidad de Liberia, cuando se contagió el Hno. Patrick Nshamdze, enfermero y director del hospital, precisamente por atender a una mujer embarazada en maternidad que murió y más tarde se confirmó que fue de Ébola.
A partir de aquí el relato de todas las cosas que pasaron puede variar, según quien las cuente, porque hubo mucha confusión. Fue muy doloroso. Fallecieron los tres hermanos de la comunidad del hospital de Monrovia, entre ellos el Hno. Miguel Pajares, así como varios colaboradores y una Hermana de las Misioneras de la Inmaculada Concepción (MIC).
Tras este duro golpe, ¿cómo se logra reabrir el hospital en Monrovia?
En ese momento nadie quería ir allí. Pero finalmente se pudo organizar un viaje desde Madrid con el Hno. Justino Izquierdo, la Hna. de las MIC Mª Ángeles y Roberto Lorenzo que fue muy importante.
Cuando llegaron aquello estaba desierto, guardado por dos colaboradores que lo cuidaban, y poco a poco, con algunas personas voluntarias se acometió la limpieza del hospital, la reor-
ganización de los espacios, el contacto con los trabajadores… También se encontró material que permanecía almacenado.
Pero el futuro del hospital no estaba claro porque la pandemia seguía fuera de control.
Ante la magnitud de la situación, la lucha frente al Ébola tuvo que orquestarse. ¿Cómo fue la colaboración con otras entidades?
Yo recuerdo que en las entrevistas que me hicieron siempre repetía que nosotros, San Juan de Dios, “vamos a ir porque hay que reabrir el hospital”. Lo tenía claro, aunque no tenía ni idea cómo íbamos a lograrlo, porque sabía que si no íbamos, aquello no se reabría. Y la gente estaba desatendida y moría porque todo estaba cerrado, excepto los hospitales para Ébola. Entonces, ¿qué pasaba con las mujeres que tenían que dar a luz y el resto de enfermedades?
Pero como la situación en el terreno era muy complicada y había mucho miedo, decir que íbamos a mandar gente allí también producía reacciones en contra, porque el peligro era real.
Éramos como un trípode. Una pata estaba aquí en Juan Ciudad ONGD, otra pata estaba allí, en Liberia y la otra pata dependía de autoridades como los organismos internacionales y el Ministerio. Al estar en una situación de pandemia ya no se podía trabajar por libre.
Hubo situaciones muy complejas, como por ejemplo durante la repatriación del Hno. Miguel Pajares, porque cuando llegó el equipo del Ejército de la UMAER (Unidad Médica de Aeroevacuación) al aeropuerto de Monrovia a recogerle no estaba porque no había ambulancia, y solo tenían permiso para permanecer unas horas. Así que gracias a las gestiones de varios actores, entre ellos un representante del Ministerio de Asuntos Exteriores, la UMAER y las autoridades liberianas, pudieron desbloquear la situación e ir a buscarlo y trasladarlo a España, con la Hna. Juliana Bonoha. Fue tremendo porque el resto de miembros de la comunidad tuvo que quedarse. Además, recuerdo que hubo presión mediática y socialmente había gente a favor y gente en contra.
Meses más tarde, en noviembre de 2014, usted mismo fue al Hospital Católico San José de Monrovia. ¿Cómo lo encontró?
En Sierra Leona también se vio afectado el Hospital de San Juan de Dios de Lunsar. ¿Cómo fue allí la situación?
Viajé con Chardey Kodjo como asesor y dos médicos voluntarios, Guillermo Vázquez y Tarsicio Martín, para dar el relevo al equipo español que había ido en agosto.
Encontré el hospital en plena ebullición. Se estaban haciendo cambios en algunas estructuras para que hubiese itinerarios seguros para los pacientes, el triaje, además de que los profesionales entrenaban constantemente para integrar los protocolos de prevención y control del Ébola. Diariamente se evaluaba lo que se hacía bien y lo que había que mejorar o cambiar.
Varias veces a la semana había reuniones con el ministerio de sanidad liberiano, Naciones Unidas, cooperantes de otras ONG… recibimos algunas visitas, como Cáritas Internacional, para interesarse por nuestro trabajo. Creo que fue un acierto todo este trabajo conjunto, aunque viniese forzado por la situación.
A finales de noviembre el hospital reabrió sus puertas con la Unidad de Maternidad en colaboración con el Comité Internacional de la Cruz Roja y se atendieron las primeras cesáreas. En ese momento era de muy alto riesgo, pero nadie se volvió a contagiar.
Sí, efectivamente allí también hay un hospital que también ha cumplido ya 50 años, en el que estaba el Hno. Manuel García Viejo, director médico y cirujano, que también se infectó y falleció en Madrid, tras ser repatriado en septiembre de ese 2014.
¿Cómo pudieron sufragar todas esas acciones durante la emergencia?
Así que también fue clausurado, dos veces, porque se infectaron algunos profesionales y algunos murieron a causa del Ébola… Todo esto hizo que trabajáramos más unidos, y el Hno. Michael Koroma, director del hospital, impulsó con un equipo de salud comunitaria una campaña muy importante de apoyo y seguimiento de las cuarentenas de cientos de aldeas que estaba confinadas y recibieron alimentos, medicinas, productos de higiene y escucha por parte de San Juan de Dios.
En diciembre de 2014 el hospital abrió un Holding Center (Centro de Acogida) para enfermos de Ébola en colaboración con International Medical Corps (IMC) y Oxfam Sierra Leona, mientras se trabajaba en la reapertura para enfermos de no-Ébola.
Y a principios de enero de 2015 se reabrieron los servicios ambulatorios y aunque la gente tenía miedo de ir a los centros de salud, poco a poco se fue ganando la confianza nuevamente.
Nos ayudó muchísima gente y entidades de la propia Orden Hospitalaria, de la Iglesia y de España, como Mujeres por África, y otros países. Es imposible enumerarlas a todas, pero esa ola de solidaridad, que no solo fue económica, nos dio fuerza en momentos tan duros como los que vivimos.
Desde Juan Ciudad ONGD, además de coordinar los fondos y la primera ayuda de emergencia, se impulsaron proyectos para las necesidades concretas de cada hospital, en función de sus demandas y el contexto de cada uno, que es muy diferente, porque Monrovia es una capital y Lunsar está en un entorno rural. Este último, además, está hermanado con el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.
Para terminar, tras estos diez años que han pasado desde la epidemia de Ébola en África
Occidental, ¿crees que los retos sanitarios han cambiado?
Hace unos meses he visitado Liberia y Sierra Leona y creo que los hospitales han evolucionado mucho desde entonces y siguen en la batalla.
De esa herida, diríamos, que fue el Ébola, han podido curarse bien y ampliar su visión. En Sierra Leona, por ejemplo, se han seguido impulsando los programas de atención primaria en estrecha relación con actores locales y líderes comunitarios. Esto es muy importante en la África rural. Además, están muy abiertos a colaboraciones con equipos de alta tecnología a nivel de cirugía que van desde Barcelona o Alemania, lo que muestra que son muy dinámicos.
En Lunsar también tienen la Escuela de Enfermería que ahora ya es universitaria.
Así que los centros creo que sí están avanzando. Otra cosa son los países, donde no puedo dar una opinión porque no conozco tanto.
En Liberia también reaccionaron y siguen adaptándose a las necesidades. En el hospital de Monrovia también reciben equipos médicos especialistas y están creando un área nueva de urología en colaboración con Surg for All de Valencia.
A veces podemos pensar que en estos países, como son pobres y están atrasados, etcétera, no merecen tener determinada tecnología. Pero nada más lejos de la realidad. Creo que hay que ser muy sensatos y el equipamiento debe estar en sintonía con su capacidad de gestión, pero no hay que negarles su derecho a tener tecnología para el diagnóstico u otras áreas como determinadas cirugías, como cualquier otro país.
La salud es un derecho universal y desde San Juan de Dios seguimos trabajando para que sea una realidad.
Pablo Tosco, reputado narrador visual y productor de contenidos multimedia, además de Premio World Press Photo 2021, y Adriana Castro, miembro de Comunicación Corporativa de San Juan de Dios Provincia España, viajaron en enero de 2024 a Liberia y Sierra Leona durante dos semanas para recopilar testimonios y material audiovisual con el fin de crear un vídeo documental en conmemoración del X Aniversario de la epidemia del virus del Ébola de 2014-2016 en África Occidental, en la que se vieron gravemente afectados dos de hospitales de la Orden Hospitalaria en Monrovia (Liberia) y Lunsar (Sierra Leona), así como otros dispositivos dependientes de estos, especialmente durante el verano de 2014.
Pablo y Adriana filmaron en diferentes localizaciones la actividad de San Juan de Dios y la vida cotidiana en estos países, y entrevistaron a 14 personas que contaron su experiencia frente a la peor epidemia del Ébola de la historia, que afectó a África Occidental.
El resultado de este trabajo es un documental que fue presentado internamente a los directivos de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios en España el pasado 5 de junio y cuya presentación oficial al público se celebró el 10 de junio en el Cine Doré de la Filmoteca Española, en Madrid.
En este link/QR puedes acceder al documental de conmemoración de los 10 años de la crisis del Ébola.
El presidente de Hefame y su Fundación, Enrique Ayuso, destaca la importante labor de LaSemi Cooperación y Juan Ciudad ONGD para llevar a cabo el proyecto sobre el terreno
El presidente de Hefame y su Fundación, Enrique Ayuso, se ha reunido con el presidente de LaSemi Cooperación, Santiago Gómez; el director de Juan Ciudad ONGD, Gonzalo Sales; la coordinadora de área social de Jesús Abandonado, Ana Caballero, y otros directivos de la cooperativa para abordar la culminación del proyecto humanitario 'Construyendo juntos una farmacia en Senegal', cuyo fin ha sido la construcción de una farmacia con laboratorio de formulación magistral en la ciudad de Thiès, tercera en importancia de Senegal, donde viven actualmente unas 50.000 personas.
El objetivo de esta iniciativa es cubrir la falta de medicamentos y lograr que la atención farmacéutica llegue a los más vulnerables, especialmente mujeres y niños y favorecer la formación profesional de jóvenes, principalmente mujeres, para promocionar la igualdad de género y unas condiciones de trabajo dignas.
'Construyendo juntos una farmacia en Senegal’ ayuda, bajo este prisma, a impulsar el desarrollo económico de la región, al tiempo que sienta las bases para crear un contexto de investigación-acción, en un entorno multicultural, para integrar a estudiantes de Senegal y España, a través de acuerdos de colaboración de distintas universidades.
El presidente de Hefame, Enrique Ayuso, ha destacado la complejidad de este proyecto "que no habría sido posible sin la participación e implicación de todas las entidades que han trabajado y coordinado las tareas sobre el terreno", y ha mostrado su satisfacción por "que la farmacia y su laboratorio de fórmulas están contribuyendo a mejorar la calidad de vida de tantas personas en una zona muy deprimida del país".
Para lograr los fondos necesarios para cubrir las necesidades de este proyecto, desde Hefame se han llevado a cabo distintas acciones como la venta de cremas y vinos solidarios, en las que han participado el departamento de servicios H+ y Marketing de la cooperativa, y en cuya venta han colaborado las farmacias socias de la cooperativa, empleados y la población en general. Los empleados han colaborado mediante la compra de cremas y vino solidario; H+ ha instalado ordenadores, y la marca propia de Hefame, Interapothek 'ia', ha enviado producto para equipar la farmacia y que los pacientes puedan cubrir también sus necesidades de parafarmacia.
Ayuso ha destacado el valor de esta acción, "que ha contado desde el principio con la colaboración de los socios, que siempre se implican con los proyectos solidarios de Hefame, y a quienes agradecemos especialmente su respaldo e implicación", y ha subrayado que "el proyecto se ajusta a los objetivos prioritarios de nuestra Fundación, en particular al fomento de la investigación y la docencia en áreas de la Salud y a la mejora de las condiciones de vida de las personas y de la sociedad en su conjunto".
El presidente ha recordado que Hefame lleva años trabajando para ayudar a personas que viven en condiciones muy precarias en países en vías de desarrollo, a través de su programa 'Construyendo juntos', con el que también construyeron 14 viviendas para familias vulnerables en varias aldeas al sur de la India.
'Construyendo juntos una farmacia en Senegal' cumple con distintos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) incluidos en el plan establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas para alcanzar un mundo mejor y más justo, entre los que se encuentran: el objetivo 3 que garantiza una vida sana y promueve el bienestar para todos en todas las edades o el 4 que busca una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida, objetivos que coinciden con los que persigue Hefame desde su Fundación y que son el motor que les mueve cada día.
En abril de 2024 tuve la oportunidad de acompañar al equipo de Pueblo de Dios (TVE) a grabar tres reportajes en centros de Bolivia de los hermanos de San Juan de Dios. Una experiencia única que me permitió descubrir la labor que realiza la Orden en un país totalmente desconocido para mí, abrir la mente al contacto cotidiano con personas con patologías mentales y conocer realidades muy diferentes en las comunidades rurales. Por eso, siento la necesidad de compartir algunas de la vivencias y aprendizajes que me ha dejado este viaje.
En la ciudad más alta de Bolivia, La Paz, hicimos nuestra primera parada. Llegamos al Centro de Rehabilitación y Salud Mental San Juan de Dios, un refugio para aquellos que sufren el estigma de la enfermedad mental. Durante cuatro días, nos sumergimos en la rutina diaria del centro, documentando cómo los hermanos y el personal sanitario tratan las patologías, otorgando dignidad y esperanza a los pacientes. Las cámaras de Pueblo de Dios recogieron historias desgarradoras de personas abandonas en la calle, por su situación de enfermedad mental, que encontraron un nuevo hogar en San Juan de Dios. Eran relatos de dolor transformados en esperanza, vidas rescatadas que volvían a reír, sentir y vivir con dignidad. La empatía y la calidad humana que presenciamos allí fueron un ejemplo vivo de hospitalidad, una constante que iríamos reencontrando en los siguientes lugares que visitamos.
El quinto día dejamos La Paz y nos dirigimos a Cochabamba, al Instituto Psiquiátrico San Juan de Dios. Allí los hermanos trabajan desde hace más de 70 años en la mejora del acceso a los derechos humanos y libertades fundamentales de las personas con enfermedad mental. En una de las entrevistas más emotivas del viaje, el Hno. Juan Ruíz resumió su misión con una frase que no pude olvidar: “Los hermanos somos los ojos, la boca, las manos y los pies de estos enfermos. Debemos ser su voz, protestar por ellos, pedir y manifestar lo
"Este viaje me ha permitido comprobar que la hospitalidad de San Juan de Dios trasciende cualquier frontera"
Laura García Valero
que ellos sienten”. Unas palabras que reflejaban fielmente el trabajo que observamos durante nuestra estancia en el instituto.
En Cochabamba también descubrimos cómo algo tan sencillo como cuidar de las plantas o cocinar pueden ser herramientas muy poderosas para los pacientes. En el huerto y en la cocina los pacientes encontraban una libertad renovada y un medio para socializar, a veces incluso despertando vocaciones que fortalecían su autonomía.
Tras Cochabamba, nuestro último destino fue Sucre, capital histórica y constitucional de Bolivia. Nos centramos en documentar cómo trabaja la Orden en las comunidades rurales del departamento de Chuquisaca, donde se esfuerzan por garantizar el derecho a la salud en zonas aisladas, marcadas por la ausencia de infraestructura vial y el acceso limitado a una salud de calidad. Ante esta problemática, el Hospital Cristo de las Américas SJD y Juan Ciudad ONGD llevan a cabo un proyecto para formar a Autoridades Locales de la Salud (ALS), líderes comunitarios que actúan como puente entre la comunidad y los profesionales sanitarios. De este modo, se consigue reducir la incidencia de enfermedades, así como la mejora de la nutrición de la comunidad. Para retratar esta realidad recorrimos las comunidades de Labran Mayu, Potolo, Jatun Ckacka y Yotala. Allí nos encontramos con Genaro, Cirila, Rosalía y Ciro, que nos abrieron las puertas de sus hogares y contaron a las cámaras de TVE cómo vivían y cómo se formaban en salud con la esperanza que hacer prosperar a toda su comunidad. También pudimos comprobar el fuerte arraigo identitario y cultural que existe en estas zonas, que les ayuda a tener una sólida organización y movilización comunitaria.
En definitiva, este viaje me ha permitido comprobar que la hospitalidad de San Juan de Dios trasciende cualquier frontera, que el carisma que nació hace más de cuatrocientos años sigue vivo y que en Bolivia,
como en tantos otros sitios del mundo, trabajan incansablemente para dar vida y dignidad a las personas más desfavorecidas. También me llevo en la mochila para siempre a todas las personas con las que nos encontramos en el camino: hermanos, pacientes, profesionales, beneficiarios y voluntarios de San Juan de Dios, quienes nos recibieron y acogieron como si fuésemos familia. Desde nuestra llegada hasta nuestra partida, sentimos el apoyo constante de todos ellos.
No puedo terminar estas palabras sin agradecer a Juan Ciudad ONGD, por gestionar y coordinar todo de manera impecable, y por permitirme ser parte de esta experiencia. También al equipo de Pueblo de Dios, que me dejó conocer de primera mano la gran labor que realizan, y que, con su profesionalidad, compromiso y entrega, hicieron que esta aventura fuese un verdadero placer.
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AEROMAR CARGO
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Según la RAE ‘Aprecio’ significa “estimación afectuosa de alguien”. Sinónimos como cariño, estima, afecto, amistad, apego, respeto, estimación son palabras que cualquier persona que haya entablado relación laboral o personal con ella ha podido sentir en una u otra medida. Si además de este carácter le sumamos empatía, profesionalidad, amante de su trabajo, fiel a sus principios y persistente la mezcla resulta única e irrepetible: Belén Jiménez de Miguel.
La bióloga que contaba con cariño su vida pasada en Paraguay, la madre que compartía sus desvelos, la compañera pendiente de todo y todos. La mujer a la que le encanta la meditación, las infusiones y los gatos…y una dedicación de 23 años por el voluntariado internacional de San Juan de Dios desarrollada con mimo, cariño, sensibilidad y mucha, mucha profesionalidad. Años de formación continua para dar lo mejor a las personas que anhelan y se ofrecen a vivir una experiencia única y enriquecedora. Experiencias que hay que preparar tanto en lo formativo como en lo personal, en las que buscar a la persona idónea para que ambas partes involucradas salgan satisfechas del esfuerzo invertido. Calidez con cada persona voluntaria que viene a la oficina, escucha activa constante y sin prisa, trato personalizado y capacidad de intermediar en momentos menos amables.
Escribir sobre una compañera y amiga de hace tanto tiempo no es tarea fácil, pues se tiende a escribir desde el corazón, pero verdaderamente no es posible hacerlo de otra manera tratándose de ella. Aunque la verdad sea dicha, si yo misma pudiese escribir objetivamente el resultado sería el mismo: persona con una luz especial, trato amable, afable y calmado con un saber y una visión del voluntariado internacional -con todas las variables que conlleva- como pocas personas en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios pueden hacerlo.
Alguien que empezó por una suplencia por maternidad y que enseguida se convirtió en una pieza clave para el incremento de la demanda en experiencias de voluntariado internacional allá en el año 2000. Su afán
por avanzar y mejorar por y para los demás ha sido un fiel reflejo de los valores de la Orden: con Hospitalidad, acogiendo al otro tal cual es; Respeto y con él el clima de confianza generado; Espiritualidad, su propia dimensión humana y trascendente que infundía en su día a día; con Calidad, mucho más allá de la calidad técnica, el afán por conseguir la excelencia y también con gran Responsabilidad, con actitud de compromiso hasta el último momento de su tarea.
Han sido muchos días, semanas de planificación, formación, muchos encuentros de voluntariado, muchas entrevistas realizadas, muchos contactos, muchas charlas, más de 1.000 personas voluntarias seleccionadas, formadas y motivadas, mucho trabajo bien hecho…querida Belén, dejas esta tu casa con la satisfacción de lograrlo pero te quedas con nosotros como parte imborrable de esta historia sobre cooperación internacional y de JUAN CIUDAD ONGD con todo el aprecio ganado… GRACIAS
Tras la marcha de Belén Jiménez después de 23 años de incansable servicio a la misión de San Juan de Dios, María de los Ángeles Lobo ocupará la posición de Coordinadora de Voluntariado Internacional de Juan Ciudad ONGD.
María de los Ángeles ha sido Técnica de Proyectos de Cooperación al Desarrollo en Juan Ciudad ONGD los últimos 4 años. Es licenciada en Economía y Ciencias Políticas por la Universidad de los Andes, Venezuela, ejerciendo como becaria investigadora en el Grupo de Investigación en Gestión de Políticas Públicas (GIGEP) de dicha universidad. Asimismo, cuenta con un Máster en Cooperación Internacional, Gestión de Políticas Públicas y Proyectos de Desarrollo, realizado en el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Madrid y un Máster en Ciencias políticas por la Universidad de los Andes.
Por lo tanto, agradecemos a Belén el legado que nos ha dejado, lleno de calidad humana y profesional, y deseamos a Ángeles un fantástico trabajo al frente del departamento.
María de los Ángeles Lobo. Coordinadora de Voluntariado Internacional de Juan Ciudad ONGD
El pasado 18 de mayo de 2024 tuvieron lugar en las instalaciones del Edificio de la Curia Provincial de San Juan de Dios en Madrid, las Jornadas de Formación de Voluntariado Internacional 2024 de Juan Ciudad ONGD y Fundación Benito Menni. Como cada año se convocaron a las personas interesadas en hacer voluntariado internacional en los centros sociales y sanitarios de ambas organizaciones en países de América Latina, África y Asia, con el objetivo de prepararles y darles las herramientas necesarias para que puedan desempeñar exitosamente su actividad voluntaria en el terreno.
Este año contamos con 19 participantes, venidos de todas partes de España (Barcelona, Cádiz, Huelva, Islas Baleares, Lleida y Madrid). La primera parte de la jornada estuvo a cargo la psicóloga, Lydia Polo, quien habló sobre la resolución de conflictos y gestión emocional en el voluntariado internacional. Posteriormente, la mediadora intercultural, Fadhila Mammar, adentró a los voluntarios en los temas de Interculturalidad y comunicación intercultural en el voluntariado internacional, ambas hicieron la experiencia muy amena con numerosas dinámicas de grupo y trabajo en equipo.
La segunda parte de la Jornada contó con la intervención de Ángeles Lobo y la Hna. Rosa Izquierdo, responsables del voluntariado de JCONGD y FBM respectivamente, quienes explicaron los aspectos prácticos a tener en cuentan antes, durante y al regresar
del voluntariado internacional. El cierre se hizo finalmente con los testimonios del Dr. Juan Carlos Valladares, quien ha viajado en varias ocasiones a Liberia y Basilio Goñi, voluntario en el Hospital San Juan de Dios de Pamplona, quien actualmente se encuentra desarrollando su voluntariado en el Albergue de SJD de Quito. Ambos contaron su experiencia a los asistentes vía online.
Cuenta el Hno. José Luis García Imas, que la presencia de la Orden en el país, en el siglo XX, es del año 1960.
El albergue inicia su actividad en el año 1987, si bien es en el año 2002 cuando pasa al actual edificio gracias a la intervención de Juan Ciudad ONGD y el apoyo solidario de entidades desde España.
Inicialmente el Albergue de Quito fue un proyecto al estilo del plan de trabajo de los primeros años de la Fundación Jesús Abandonado: Cobertura de necesidades básicas en torno a comida, cama, aseo e higiene, donde Hermanos y colaboradores llevaban a cabo el trabajo que precisaban esos servicios; con una financiación que venía de la mano de promover campañas de apoyo solidario.
Desde ahí el Albergue de San Juan de Dios de Quito y la Fundación Jesús Abandonado de Murcia han ido evolucionando hacia planteamientos de programas de acción social con más sostén profesional, con la presencia de los Hermanos de San Juan de Dios y la suma de voluntarios y cooperantes internacionales.
Y es en este momento donde emana la riqueza y todas las ventajas de un hermanamiento entre dos instituciones que, al estilo de San Juan de Dios, están dedicadas en cuerpo y alma al cuidado de las personas más vulnerables, sin olvidar el cuidado de los que cuidan. Nuestra experiencia de hermanamiento con Quito “nos mantiene con los pies en la tierra” compartimos que las personas acogidas constituyen el centro de nuestra misión. Los programas y servicios que ofrecemos van dirigidos a la atención de personas que desde el primer momento han de sentirse acogidas, aceptadas y queri-
das. Nuestro gran reto es que recobren la esperanza y la confianza en sí misma y libremente inicien un trabajo rehabilitador e integral, incluyendo la dimensión espiritual, que les ayude a rehacer, en la medida de lo posible, sus vidas.
Un reto que compartimos también Quito y Murcia es la implicación de la ciudadanía, las instituciones públicas y privadas y los gobiernos regionales en el cuidado y atención de las personas en exclusión social y/o en riesgo de estarlo, como responsabilidad de todos. Cada país y ciudad desde su idiosincrasia, realizando incidencia política al estilo de San Juan de Dios.
El Hermano Martín Cuenca destaca que desde la firma del convenio de hermanamiento Albergue de Quito-Fundación Jesús Abandonado de Murcia, se ha trabajado poco a poco pero con pasos firmes y el trabajo realizado está reflejando resultados muy interesantes.
Tuvimos una reunión online donde se acordó una propuesta de temas de conocimiento y funcionamiento de los distintos programas y servicios de ambos centros que mensualmente se trabajan online por profesionales asistenciales del área social de Quito y Murcia. Experiencia que los participantes evalúan como win to win.
Ahora tenemos la mirada puesta y el compromiso institucional en la visita al terreno, para conocer insitu la realidad de los centros en terrero, programadas para 2025-2026 para continuar compartiendo nuestros sueños con nuestros hermanos de Quito.
Ana Caballero, Delegada de Juan Ciudad ONGD en Murcia
El Hospital Cristo de las Américas de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, desde hace más de diez años se ha fortalecido mediante un Convenio de Hermanamiento con el Hospital Parc Sanitari de Sant Joan de Déu.
El Hermanamiento ha permitido realizar procesos de formación y capacitación al personal de salud, con cursos de actualización en forma virtual en diversos temas en el área de enfermería (administración de medicamentos, atención a pacientes politraumatizados en urgencias, cuidados de drenajes y sondas y otros). Estos programas de capacitación han contado con la participación de todas las enfermeras del Hospital Cristo de las Américas.
En el Hospital Parc Sanitari de Sant Joan de Déu se capacitó al personal ejecutivo y administrativos, a médicos del Servico de Urgencia y a enfermeras en el área de quirúrgica.
En el marco del Convenio de Hermanamiento, en el Hospital Cristo de las Américas se recibió estudiantes voluntarias de enfermería de Barcelona, España.
El personal de salud del Hospital Parc Sanitari de Sant Joan de Déu, en el año 2017 y 2019 con su alto compromiso social hacia la población de la ciudad de Sucre, realizó las cirugías gratuitas en traumatología y urología llegando a población de escasos recursos económicos.
Durante 2024, continúa el proceso de capacitación que realizan desde el Hospital Parc Sanitari de Sant Joan de Déu, en las áreas de: ecografía, laboratorio y servicio de urgencias. Asimismo, se realizan reuniones de capacitación y ateneo internacional.
Fachada del Hospital SJD Cristo de las Américas, Sucre, Bolivia.
Salud comunitaria
La Salud Comunitaria es un pilar fundamental en los proyectos de Juan Ciudad ONGD para garantizar el acceso a la salud de las poblaciones vulnerables de los países en los que trabajamos, especialmente en África, que se enfrenta a desafíos significativos:
• Triple carga de enfermedades: África lucha contra enfermedades transmisibles (como la malaria), enfermedades no transmisibles (como las enfermedades cardíacas) y lesiones/traumatismos. Esta carga afecta negativamente el desarrollo del continente.
• Sistema de salud de pago: En África, el sistema de salud es predominantemente de pago, lo que dificulta el acceso para aquellos con bajos ingresos.
• Prevención insuficiente y diagnósticos tardíos: La prevención de enfermedades no está suficientemente enfocada en África, y los diagnósticos a menudo se realizan demasiado tarde, dificultando el tratamiento efectivo.
• Escasez de personal y recursos técnicos: La falta de personal y recursos técnicos afecta la calidad de la atención médica y la disponibilidad de servicios.
• Financiación limitada: El sistema de salud africano recibe solo el 1% de la financiación mundial, lo que limita la mejora de infraestructuras y la prestación de servicios de calidad.
• Mortalidad materna elevada: Las tasas de mortalidad materna en África son casi 50 veces más altas que en Europa debido a la falta de acceso a atención prenatal y complicaciones durante el parto.
• Desafíos adicionales: Emergencias de salud pública, desastres naturales y conflictos políticos y sociales también afectan la salud en África.
El enfoque de atención primaria de salud fortalece la resiliencia de los sistemas de salud, previene la necesidad de atención secundaria y terciaria mucho más costosa y es especialmente relevante en el contexto africano. En América Latina, aunque los desafíos son diferentes, la salud comunitaria también es pertinente en ciertos contextos, como la Amazonía peruana o las zonas rurales de Bolivia.
Proyectos destacados:
Derecho a la salud y promoción de hábitos de vida saludables en cuatro asentamientos humanos del barrio de San Juan Bautista, en el municipio de Iquitos. Financiado por la Diputación de Zaragoza convocatoria 2023.
Salud Mental Comunitaria (Senegal). Financiado por el Gobierno de Baleares 2023.
Salud Comunitaria (Sierra Leona). Financiado por JCONGD 2023.
Empoderamiento femenino
En los países donde trabajamos, una de las principales barreras para acceder a la atención médica es la falta de recursos de la población. En estos contextos, las mujeres suelen cargar con la responsabilidad de cuidar de sus familias, pero a menudo carecen de los recursos y la autonomía necesarios para garantizar una vida saludable para ellas mismas y sus hijos e hijas. Esto incluye buenos hábitos de higiene, una alimentación adecuada, acceso a atención médica cuando sea necesario y la posibilidad de acceder a la educación. Es por ello que los proyectos de empoderamiento femenino son otro pilar fundamental para Juan Ciudad ONGD. En Bogotá, Colombia, desarrollamos un proyecto de formación en auxiliar de enfermería a mujeres en situación de vulnerabilidad que residen en un asentamiento informal en Soacha. El programa ha cambiado la vida de muchas mujeres, que han pasado de no tener oportunidades laborales, o de trabajar en el mercado informal, a trabajar como auxiliares en clínicas y hospitales con contratos indefinidos.
En África, desarrollamos proyectos en Ghana, Liberia y Togo que se centran en la formación de talleres de artesanía (como la fabricación de jabón, el estampado de telas y la creación de abalorios) y en la gestión empresarial básica. Estos talleres permiten a las mujeres producir y vender sus productos, brindándoles un sistema de subsistencia, autonomía y estabilidad.
Para apoyar estos proyectos puedes hacer una donación mediante:
Banco Santander ES63 0049 6096 4225 1013 7261 ó Bizum a 04106
Proyectos destacados:
Auxiliar Enfermería Soacha. Financiado por ISS 2023.
Empoderamiento económico y social de las mujeres del Distrito de Koose a través de talleres de producción artesanal y emprendimiento, Ghana (Fase V). Financiado por Ayto. Esplugues y JCONGD 2023.
El acceso a la energía en África es uno de los mayores retos, especialmente para los hospitales. La mayoría de los sistemas eléctricos en África subsahariana son inestables y no llegan a las zonas rurales, lo que genera altos costos y daña equipos. Muchos centros de la Orden Hospitalaria en África dependen de generadores para tener luz y mantener operativos los servicios. Sin embargo, muchos de estos centros no pueden cubrir el gasto de combustible necesario para suministrar luz las 24 horas del día.
Juan Ciudad ONGD apuesta y promueve el desarrollo de instalaciones de energía solar en los centros y hospitales en África. Ayuda a reducir la dependencia de fuentes de energía no renovables. Los centros pueden reducir sus costos operativos relacionados con la electricidad y, potencialmente, destinar esos recursos a otras áreas importantes. Permite mantener los servicios críticos como urgencias, quirófanos, unidades de cuidados intensivos, o neonatología abiertos durante 24 horas.
Proyectos destacados:
Hôpital Saint Jean De Dieu Yassa-Douala (Camerún). Instalación de un sistema fotovoltaico de 30 kWp con sistema de almacenamiento útil de 72 kWh y con una potencia de 36 kVA trifásico. Financiado por JCONGD/Eki Foundation.
Saint Joseph’s Catholic Hospital Monrovia (Liberia).Instalación de un sistema de energía solar de 205 kW obtenida de los 405 paneles solares colocados. Financiado por CEI y Curia General (Roma)
New Kru Town Clinic Monrovia (Liberia). Instalación de un sistema de energía solar de 16,2 kW obtenida de los 36 paneles solares colocados. Financiado por JCONGD/Eki Foundation.
2024
Centro Dalal-Xel Thiès (Senegal). Instalación de un sistema fotovoltaico de 51,7 kW de potencia solar con 2 inversores de 25 kVA y 33,6 kWh de almacenamiento con baterías de litio.
Hospital SJD Lunsar-Mabesseneh (Sierra Leona). Instalación de un sistema fotovoltaico de 323 paneles 125 kW y 16 baterías de 246 kwh de almacenamiento con baterías de litio.
En el mes de enero se celebró en Madrid el encuentro anual de las delegaciones autonómicas. En esta ocasión, Gonzalo Sales, director de Juan Ciudad ONGD, agradeció a los Hermanos Amador y Moisés su "asistencia, apoyo y aliento en nuestra misión". También agradeció el tiempo, la dedicación, el interés y la disponibilidad de todas las delegaciones en "un espacio de trabajo fructífero, con contenidos importantes y en un entorno sosegado".
Destacó algunos de objetivos generales para este 2024:
1. Conseguir donaciones para poder seguir enviando nuestros contenedores, en especial de los artículos que en el listado adjunto se referencian.
2. Seguir dando a conocer la Cooperación Internacional de la Provincia de España en los centros de cada comunidad autónoma..
3. Ser guías en la participación de los centros y su personal en la Cooperación, tanto en el apoyo a los proyectos, en el Voluntariado Internacional y en las donaciones (monetarias y en especie).
4. Estar ojo avizor de las convocatorias (públicas y privadas) que se publiquen.
También habló de la importancia de continuar trabajando para que se cumplan los objetivos específicos de cada delegación.
Por último dedicó unos minutos para dar a conocer el listado de necesidades de alimentos más importantes para este año, entre las cuales incluyen::
La edición de este año del tradicional Mercadillo Solidario Navideño del Hospital Santa Clotilde, recuperado después de su paréntesis a causa de la pandemia de COVID 19 y que se realizó en la Sala Beato Jacinto Hoyuelos, logró una recaudación, una vez descontado los gastos de organización y adquisición de regalos puestos a la venta de 6.320,10 euros, cantidad que cubre el objetivo marcado inicialmente por el Centro.
En esta ocasión, la cantidad obtenida por la venta de artículos donados y realizados en Centros de la Orden de San Juan de Dios, se destina al proyecto de Cooperación Internacional “Huertomanía” para el Desarrollo de Habilidades en pacientes con adicciones enfocado a facilitar sus habilidades para la siembra y cosecha de frutas y verduras que se desarrolla en el Hospital Especializado de San Juan de Dios en Quito (Ecuador).
El Mercadillo Solidario Navideño de 2023 contó, como Madrina de Honor, con la jugadora internacional cántabra –Solares- del Real Madrid, Athenea del Castillo, que conquistó con España el título mundial de selecciones en Sudáfrica y Nueva Zelanda.
LA SOLIDARIDAD NO TIENE FRONTERAS
Desde los orígenes de la Orden Hospitalaria hace casi 500 años, los Hermanos de San Juan de Dios empezaron a trabajar en numero-
sos países sin recursos. Fue en 1991 cuando se fundó Juan Ciudad ONGD, como el instrumento de la Orden en España para ejecutar la Cooperación Internacional, entendiendo ésta como la proyección universal de la solidaridad institucional, junto con la misión, visión y valores de la institución (web https://obrasocialsanjuandedios.es/).
Al igual que esta iniciativa solidaria, son muchas las acciones que la Obra Social de San Juan de Dios lleva a cabo día a día. Por esta razón, aportaciones de personas como tú ahora son ahora más importante que nunca. Tu apoyo ahora es más necesario que nunca.
El proyecto de la organización no gubernamental para el desarrollo ‘Juan Ciudad’ tiene un coste de 37.793,50€ y la aportación del Consistorio se sitúa en 26.404,30€. La presentación del programa y de la ONGD ha sido ofrecida al público en el Hospital San Juan de Dios de Pamplona
Nota de prensa por Mónica Ruiz de la Cuesta Belzunce. Responsable de Comunicación del Hospital SJD de Pamplona
Con el objetivo de garantizar el derecho a la salud de las mujeres y de la población infantil menor de 5 años de New Kru Town, un barrio marginal costero de Monrovia (Liberia, África occidental), la ONGD Juan Ciudad continúa impulsando la actividad de una Clínica de Atención Comunitaria dependiente del Hospital San José de la capital de Liberia. New Kru Town es un suburbio costero del noroeste de Monrovia, ubicado en el extremo norte de Bushrod Island, en Liberia. Este país que presenta un índice de Desarrollo Humano bajo cuenta con un sistema de salud que se encuentra entre los más pobres del mundo.
María Esteve Cantón, técnica de proyectos de la ONGD, presentó el programa en el Hospital San Juan de Dios de Pamplona en un acto en el que ofreció también información acerca de las actuaciones de cooperación de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios en España, así como sobre la necesidad de donaciones, especialmente de alimentos, y de la incorporación de voluntarios con formación para colaborar en los programas de cooperación internacional.
En concreto, el proyecto de promoción de la salud de New Kru Town tiene carácter de continuidad. De hecho, el centro asistencial abrió sus puertas en 2010. En la fase actual de implantación, el coste total del programa asciende a 37.793,50€, de los que 26.404,30€ están financiados por el Ayuntamiento de Pamplona.
El contexto socioeconómico en el que se desarrolla este proyecto es el de un país, Liberia, donde la esperanza de vida es de 63,73 años y la tasa mortalidad infantil afecta a 50,6 x 1.000 nacimientos (en España 3,3). En New Kru Town, la mortalidad materna e infantil es todavía mayor que en el resto de la capital, Monrovia.
Además, el acceso al agua potable y el saneamiento resultan muy deficientes y la proliferación de VIH, malaria, cólera o la anemia son endémicas en la zona.
Con tal motivo, el objetivo principal de este programa de cooperación internacional de ‘Juan Ciudad’ se centra en la promoción de la salud, especialmente en mujeres y niños, para conseguir que la población adopte hábitos de vida saludable.
Los profesionales de este centro de atención comunitaria impartirán formación a sus usuarios para enseñarles a reconocer signos y síntomas de enfermedades prevalentes y mostrarles cómo actuar.
Mediante estas actuaciones, el plan se propone reducir la incidencia de dichas enfermedades prevalentes derivadas mayoritariamente de tres factores:
• Consumo de agua en mal estado (cólera / EDAS).
• Transmisión por vectores (malaria / IRAS).
• Contagio de persona a persona (VIH).
Para obtener información más detallada pueden acceder al proyecto a través del siguiente enlace: https://proyectos.juanciudad.org
asistentes
Alrededor de 60 personas asistieron en abril en el Colegio Oficial de Enfermeras de Navarra a la mesa redonda sobre oportunidades de voluntariado en cooperación sanitaria internacional. en la que tomaron parte representantes de cinco ONG.
El encuentro, organizado por el Área de Cooperación Enfermera Internacional del Colegio, fue presentado por su coordinadora, Alicia Beguiristáin, y contó con la presencia de la Asociación Navarra de amigos y amigas de la República Árabe Saharaui Democrática (ANARASD), AMBALA, Fundación Juan Ciudad, Fundación Elena Barraquer y Flores de Kiskeya.
Cada una de las ONG participantes explicó los proyectos que lleva a cabo en distintos países, con testimonios personales de personas cooperantes. En concreto, ANARASD lleva a cabo proyectos de atención primaria y salud mental en campos de población refugiada saharaui en Argelia. AMBALA desarrolla proyectos de salud asistencial y atención a mujeres en situación de preparatoria y parto en Camerún. Por su parte, la Fundación Juan Ciudad gestiona proyectos de salud mental y discapacidad en África y América Latina, la Fundación Elena Barraquer organiza expediciones médico-quirúrgicas a lugares de todo el mundo para realizar operaciones de cataratas y, por último, Flores de Kiskeya, se dedica a la promoción de la autonomía, independencia y desarrollo de mujeres y menores en Haití y República Dominicana.
Al finalizar las exposiciones, las personas asistentes, entre los que se encontraban cerca de una treintena de estudiantes de Enfermería de la
Un año más, en las fechas próximas a la festividad de San Juan de Dios, el Centro de San Juan de Dios de Valladolid y el Centro Asistencial San Juan de Dios de Palencia, junto a varios centros colaboradores de ambas ciudades y provincias (parroquias, cofradías, centros educativos, centros sociales..) han hecho posible la realización de una nueva edición de la Campaña Danos la Lata que precisamente tuvo sus orígenes en Castilla y León, concretamente en la villa burgalesa de Aranda de Duero.
Es una gran satisfacción comprobar que cada lata y cada euro suman y entre todos/as conseguimos llegar un poco más lejos en la necesaria corriente de solidaridad, que este año tiene su destino en los centros de San Juan de Dios de Senegal donde se enviará en
Universidad de Navarra y Universidad Pública de Navarra, formularon distintas consultas sobre la actividad de cada ONG.
En representación de las ONG intervinieron Allende Pérez y Valles Iraburu (responsable de voluntariado y vicepresidenta de AMBALA, respectivamente), Marisa Pardo y Mª Ángeles Lobo (delegada en Navarra y responsable de voluntariado de la Fundación Juan Ciudad, respectivamente), Mª Eugenia Ariz (voluntaria de ANARASD), Helena Torres (voluntaria de la Fundación Elena Barraquer) y Carla Elorz (voluntaria de Flores de Kiskeya).
Noticia: https://coenav.com/new/661cfd4a8ba0de61bdb8683
las próximas semanas un contenedor con todas las latas recogidas y las que comprarán con los donativos recaudados. El resultado total han sido 628Kg de alimentos y 1.755€ (con los que podrán comprar unos 3.000kg más).
Desde aquí queremos tener unas palabras de agradecimiento a todas las personas que estáis implicadas en la realización de esta campaña: en las tareas de organización, establecimiento de contactos con colaboradores, cartelería y difusión de la campaña, clasificación y empaquetado de las latas, transporte a las sedes locales, a la sede central y preparación para su envío a Senegal, recogida y envío de donativos, compra de latas con los donativos… Sabemos que sois muchas las personas que apoyáis en las diferentes tareas y que no buscáis ningún reconocimiento, pero de verdad que es un verdadero lujo seguir sumando vuestro apoyo, cercanía y sensibilidad a favor de los que más lo necesitan.
Campaña anual del Superior General
Un año más se nos hace llegar la Campaña que el Superior General, inicia en este mes marzo del 2024 hasta marzo del 2025, a favor de una realidad que precisa nuestra solidaridad, denominada
No puede haber salud, sin salud mental
Para lo cual el proyecto es construir un Centro de Atención Primaria en Salud Mental en Kolda (Senegal) al sur del país, cerca de la frontera con Guinea-Bissau.
El objetivo del proyecto es disponer de instalaciones para mejorar la atención de salud mental ofrecida a los beneficiarios de nuestros servicios que viven en zonas remotas sin centros de atención psiquiátrica, y así poner en marcha un programa de atención, prevención y educación sobre los riesgos asociados a las enfermedades mentales, prestando apoyo y sensibilizando a las comunidades desfavorecidas.
La Orden llegó a Senegal en 1975 por invitación del obispo diocesano, e inició su misión en el Hospital San Juan de Dios de Thiès. Unos años más tarde, dadas las necesidades, los Hermanos se dedicaron a ayudar a personas que sufrían trastornos o enfermedades mentales con la fundación de un centro en Thiès en 1995. Siete años más tarde, con un índice de ocupación muy elevado y un gran número de pacientes, el reto fue abrir otro centro en Fatick, a 120 km de Thiès, en 2003.
Desde el principio, los dos centros han ofrecido consultas de salud mental abiertas a todos y un centro de hospitalización para quienes lo requieran, así como acogida, tratamiento y rehabilitación para los pacientes. Años más tarde, ambos centros iniciaron la deslocalización de la atención primaria de salud mental, hacia el norte y este del país, que comenzó con visitas a distintas ciudades, para acercar la atención a la población. Los beneficiarios de los servicios de los centros viven en zonas alejadas de las instalaciones de salud mental existentes.
Acogemos la invitación, a todas las Provincias de la Orden, a seguir construyendo esta HOSPITALIDAD UNIVERSAL, colaborando con nuestros Hermanos de Senegal, en palabras del Papa Francisco: “Nosotros existimos en relación con nuestros hermanos y hermanas, ante los que tenemos una responsabilidad y con los cuales actuamos en solidaridad. Fuera de esta relación, seríamos menos humanos...No tengáis miedo de recorrer los caminos de la fraternidad y de construir puentes de solidaridad. La indiferencia consolida la injusticia y los desequilibrios sociales”.
Hno. Moisés Martín Boscá Director Área de Solidaridad
Ambas organizaciones suscribieron en 2021 un convenio con el objeto de colaborar en actividades de asesoramiento técnico y búsqueda, análisis y apoyo a la implementación de soluciones técnicas que mejoren el desempeño de las labores de JCONGD en el ámbito de la instalación de sistemas fotovoltaicos en los centros sanitarios de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios en América Latina y África.
En 2024 se ha renovado el convenio de colaboración, en el que la Fundación Ingenieros ICAI ha aportado asesoramiento técnico de forma altruista, a través de los voluntarios de la Fundación Javier Notivol y Marta de Prada, Ingenieros ICAI. Los dos proyectos en los que han colaborado estas personas voluntarias han sido:
SAINT JOSEPH’S CATHOLIC HOSPITAL MONROVIA, LIBERIA: Instalación de un sistema de energía solar de 205 kW obtenida de los 405 paneles solares.
HOSPITAL SJD LUNSAR-MABESSENEH, SIERRA LEONA: Instalación de un sistema fotovoltaico de 323 paneles 125 kW y 16 baterías de litio de 246 kW.
En esta nueva etapa, la Fundación Ingenieros ICAI y Juan Ciudad ONGD se centrarán en estrechar la colaboración con una visión más integral de los proyectos, añadiendo la optimización de las explotaciones sacando el máximo provecho de las nuevas instalaciones a través del análisis y propuestas sobre la información accesible por internet.
Experiencias en el acuerdo de colaboración Fundación Ingenieros de ICAI para el Desarrollo y Fundación Juan Ciudad
La idea de colaboración entre ambas Fundaciones nació de complementar las necesidades de una de ellas, que no tenían suficientes medios técnicos para analizar un proceso de instalaciones de energía fotovoltaica sostenible y el concepto de trabajo de una Fundación de Ingenieros que busca colaborar actuando de consultores en campos de energía sostenible, electricidad, agua, etc.
Juntos nos hemos movido durante los tres últimos años en el desarrollo de instalaciones en Liberia, Sierra Leona y la más reciente de Senegal en el entorno de Hospitales. Por parte de la F. ICAI, inicialmente, se actuó como Consultora en las fases de proyecto, instalación y puesta en operación y juntos hemos descubierto que se puede ampliar, el acuerdo satisfactorio que tenemos, a otras fases también importantes alrededor de estas instalaciones, por lo que, ya que ambas organizaciones estamos en sintonía, gracias al buen entendimiento entre las personas tanto de la Fundación Juan Ciudad, como los voluntarios de FICAI, hemos creado un equipo que trabajará en tres áreas de colaboración, desarrollando los protocolos de mantenimiento de las instalaciones en el continente africano de la F. Juan Ciudad, buscando la optimización del aprovechamiento integral de la energía generada al menor coste posible y por último establecer un sistema de control a distancia de los sistemas instalados que nos permita en todo momento analizar resultados.
Damos las gracias, especialmente a Gonzalo Sales y María Esteve de la Fundación Juan Ciudad, por habernos permitido alcanzar el acuerdo y al Equipo de voluntarios de F. ICAI, que estará constituido por cinco personas, y que realizará estos trabajos en estrecha colaboración con la Fundación Juan Ciudad.
Una colaboración satisfactoria para un objetivo común.
Reforzamos nuestro compromiso con la transparencia y rendición de cuentas, difundiendo nuestra actividad de cooperación internacional al desarrollo para mejorar la salud en países empobrecidos. A través de esta Memoria Anual 2023.
Un año más, seguimos liderando el apoyo a los centros de San Juan de Dios en los países más empobrecidos de África, América Latina y Asia, a través de la coordinación con los representantes de sus centros sanitarios y otras organizaciones de apoyo de San Juan de Dios en Europa. Esto nos ha permitido mejorar la eficiencia de nuestras actuaciones a través del desarrollo de 36 proyectos, por un importe total de 1,3 millones de euros, de los que se han beneficiado de forma directa casi 300.000 personas. El perfil de los proyectos que desarrollamos se enfoca en el fomento de la Salud Primaria y Comunitaria en las poblaciones de los alrededores de nuestros centros, la Formación Profesional Sanitaria a nuestros profesionales y también a través de nuestras Escuelas de Enfermería en Sierra Leona y Togo, y la dotación de energía solar a los centros sanitarios.
La cooperación para el desarrollo también se realiza a través de aquellas personas que, de forma voluntaria, participan en el intercambio de experiencias y conocimiento, y que apoyan con su tiempo y esfuerzo a las personas más necesitadas. En 2023, han participado 16 personas voluntarias, la mayoría profesionales sanitarios, en 7 centros de 5 países. También hemos organizado 6 misiones médico-quirúrgicas con distintas entidades del ámbito sanitario para atender a las personas más vulnerables en Senegal, Ghana, Liberia y Camerún.
Agradeciendo muy sinceramente tu ayuda en nombre de todas las personas que hemos podido atender, para mejorar su salud y bienestar, recibe un afectuoso saludo de todo el equipo.
Gonzalo Sales Genovés Director de Juan Ciudad ONGD
Para verla completa visita nuestra web: www.juanciudad.org
Desde la década de los 60, el gobierno cubano ha implementado un programa de asistencia alimentaria a través de la entrega de algunos productos de la canasta básica, pero debido a las constantes crisis que ha sufrido el país en los últimos años, muchas familias reclaman que no tienen comida ni siquiera para cubrir las necesidades mínimas.
En 2020 el PIB cubano se desplomó un 10,9 %, su peor caída en más de dos décadas. En 2021 la recuperación fue de un 1,3%. En 2022 el PIB creció menos de la mitad de lo esperado, un 1,8%. A pesar del embargo comercial estadounidense y de no ser una economía de mercado, Cuba es muy dependiente del exterior. Esa dependencia del exterior se ha convertido en el mayor freno al crecimiento económico. En los últimos años, el déficit comercial en la balanza de bienes no ha sido compensado por un superávit en la balanza de servicios, como sucedía tradicionalmente. Destacan la exportación de servicios de salud y de servicios turísticos. Fuertemente afectados por las restricciones a los viajes internacionales entre 2020 y 2022, los ingresos por turismo todavía no han recuperado su nivel de 2019.
Siempre atentos a las necesidades de nuestros centros en África y América Latina donde calendarizamos anualmente envíos por vía marítima, no podíamos hacer oídos sordos a una situación de semejante calibre: Cuba necesita alimento.
La isla ha pedido ayuda -por primera vez en su historia- de manera “urgente” al Programa Mundial de Alimentos (PMA), organismo dependiente de Naciones Unidas, para que facilite el envío de leche a los menores de siete años. Y es que son muchos meses sin poder cumplir con el reparto de alimentos a la población.
Siempre atentos a las necesidades expresadas desde nuestros centros de San Juan de Dios en África y América Latina donde calendarizamos anualmente envíos por vía marítima, hace unos meses no podíamos hacer oídos sordos a una situación de semejante calibre: Cuba necesita alimento.
La isla afronta una crisis histórica, aunque no la primera, en la que ya hay atisbos de malnutrición entre la población. En 2023 ya incrementamos nuestro apoyo de emergencia alimentaria a nuestros 3 centros (dos en La Habana y uno en Camagüey), así como a un barrio adyacente a uno de nuestros centros, Pogolotti.
En octubre pasado nos informaron que en reunión extraordinaria efectuada con las principales autoridades y el gobierno de la provincia de Matanzas se informó que se declaraba el país en contingencia
general, contingencia energética, alimentaria, logística; almacenes del Ministerio del Comercio interior de Cuba (MINCIN) estaban desabastecidos, no se podría garantizar la canasta básica al 100% de la población, y muchos productos de la canasta básica dejarían de ser abastecidos o se reducirían drásticamente. Quedaban suspendidas las clases de los internos en todos los niveles de enseñanza hasta nuevo aviso, nada de transporte (ni público ni estatal), 0 abastecimiento de combustible en las gasolineras, 0 combustibles para la generación eléctrica de grupos electrógenos, escaso crudo cubano para el funcionamiento de termoeléctricas (algunas termoeléctricas tendrían que detenerse por falta de combustible), crítica situación con el abastecimiento y bombeo de agua, además las comunicaciones colapsarían por los apagones.
Han pasado los meses y la situación no ha mejorado, por el contrario, el gobierno sigue comunicando a través de sus redes sociales que están a un 67% del reparto para ponerse al día de las donaciones de arroz del gobierno de China pero la población “denuncia” la falta de alimentos en general. Cada semana además se suceden cortes de luz durante horas.
Según publicaba el MINCIN en mayo: “A pesar de las insatisfacciones que generan en la población las demoras y el fraccionamiento en la distribución y comercialización de la canasta familiar normada, garantizar la entrega de cada producto disponible es y será un principio irrenunciable”. La realidad es que será irrenunciable, pero en absoluto alcanzable y la población no tiene más opción que pasar hambre y esperar a que el producto esté disponible y además se reparta justa y equitativamente.
Desde JUAN CIUDAD ONGD en 2023 ya hemos enviado 3 contenedores por un peso total de 18.300kg de alimentos, material para higiene y otros productos solicitados expresamente, con un valor total de 50.800€.
En 2024 seguimos en el empeño de paliar algo toda esta crisis que afecta por supuesto también a nuestros centros y por ello estamos organizando con la participación de la Fundación Fabre un segundo envío extra de alimentación para toda esa población atendida en nuestros centros de la isla, además de los dos ya programados.
La salud mental, especialmente en los países en desarrollo, especialmente en África, no ocupa un lugar destacado en términos de política de salud y parece estar descuidada. Afecta a unos 450 millones de personas en todo el mundo y a 116 millones en África. Y el 10% de la población tiene acceso a la atención de la salud mental.
“No puede haber salud sin salud mental” ¿Te sumas?
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La Orden Hospitalaria en Senegal, con sus dos estructuras y la atención sanitaria comunitaria, ofrece una cobertura del 50% de la psiquiatría en Senegal.
Objetivo:
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Una campaña de
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