5 minute read

Bolivia

En Bolivia aún existen muchas necesidades en salud mental, ya que, no se cuenta con una política, ni un marco legislativo específico en este ámbito. A pesar de que este año se ha anunciado el Plan Nacional de Salud Mental, aún no ha sido socializado y tampoco implementado, debido en parte, al presupuesto limitado que se asigna a salud mental en el país, el cual corresponde al 0,2% del presupuesto total en salud.

En el departamento de Cochabamba no existe una red exclusiva de salud mental; los servicios son limitados y el único centro que cuenta con atención integral y servicio de hospitalización en salud mental en el departamento es el Instituto Psiquiátrico San Juan de Dios. Cochabamba: gestión innovadora de la salud mental

Denis Isabel Vargas Blanco. Jefa de planificación y proyectos en el Instituto Psiquiátrico San Juan de Dios.

Soy Denis Vargas, cochabambina de 36 años, casada y con dos pequeños de 11 y 4 años. Mi primer contacto con el centro fue en abril de 2014, cuando inicié mi especialidad médica en psiquiatría. Durante ese tiempo pude evidenciar desde la parte asistencial las necesidades de la población y del centro. Cuando concluí mi residencia, continué como responsable de proyectos. Desde entonces, he colaborado, además, en la jefatura de docencia e investigación y en la jefatura de planificación; siendo posible desde allí formar parte del cambio que se inició en la institución en busca de una mejora en la calidad de atención.

El Instituto antes del 2018 manejaba un modelo asistencial de crónicos, teniendo más de 110 pacientes institucionalizados en un centro de 191 camas.

En esos momentos el Instituto no contaba con los procedimientos y cumplimiento de recomendaciones sobre una prestación de servicios que garantice los derechos humanos de las personas con trastornos mentales. Esta práctica, que además genera mayores gastos y costos para los establecimientos, llevó al centro a un punto insostenible, teniendo un déficit importante en la disponibilidad de medicamentos e insumos necesarios para la atención, así como el adeudo de varios meses de salario a los colaboradores.

Era necesario iniciar un cambio en la gestión, caso contrario el centro cerraría, dejando a la población cochabambina sin la posibilidad de acceder a un servicio de salud mental.

Los cambios que se iniciaron no fueron fáciles, muchos colaboradores tenían los antiguos procesos arraigados en su práctica. Se empe-

Doctora Denis Isabel Vargas Blanco, Médica psiquiatra en el Instituto Psiquiátrico San Juan de Dios

zó a trabajar en un modelo integral de rehabilitación psicosocial, para prevenir la cronificación, disminuir las estancias prolongadas y los reingresos, promoviendo la reinserción familiar y social de los usuarios.

Los proyectos realizados gracias al apoyo de Juan Ciudad ONGD, fueron un pilar fundamental en este cambio. Uno de los primeros en ser llevado a cabo fue el proyecto de remodelación de consulta externa; al ser éste el primer punto de contacto era necesario mejorar el servicio, incrementando el número de consultorios a 10, reorganizados de acuerdo con la demanda de atención. Siguieron los proyectos de laboratorio y farmacia, el primero que facilitó la habilitación de un laboratorio clínico general, con el cual el centro no contaba, y el segundo que permitió optimizar el servicio, convirtiendo la farmacia en el referente del departamento en venta de medicamentos de la especialidad. Estos dos servicios hoy en día son un aporte importante para la sostenibilidad del centro, y trabajan con un sistema de apoyo, que permite disminuir los costos de medicación para los usuarios de forma significativa.

Si bien la pandemia tuvo muchos impactos negativos en la institución, así como para la población en general, fue una oportunidad para ir consolidando los cambios iniciados, permitiendo que los colaboradores presten mayor atención a los procesos realizados y se trabaje en mejorar la calidad de atención. En este punto fue fundamental el apoyo de Juan Ciudad, ya que aportó al centro con equipos de protección personal para los colaboradores, material de desinfección y la dotación de bolsas de alimentos a población colindante de escasos recursos o con dificultades económicas por la pandemia.

A finales del año pasado se inició la ejecución del proyecto de remodelación de uno de los edificios más antiguos del centro para convertirlo en lo que hoy en día se constituye el servicio de cuidados intermedios en salud mental, que cuenta con una infraestructura que garantiza la seguridad del paciente, gracias a cámaras de seguridad, duchas empotradas y vidrios blindados, permitiendo un ambiente acogedor a los usuarios que pasan por el centro. Este proyecto por su importancia tuvo la colaboración de Juan Ciudad, de la Provincia de Castilla y de la Provincia de América Latina y El Caribe de la Orden Hospitalaria.

Actualmente, tenemos dos proyectos en ejecución que buscan mejorar el servicio de terapia ocupacional, aportando de esa manera al objetivo de lograr una atención integral; estos son: “Participamos todos”, enfocado en alcanzar el mayor número posible de beneficiarios en todas las áreas de terapia ocupacional y el proyecto “En contacto con las plantas” Huerto Vivero, que ha implementado una nueva actividad ocupacional que permite producir alimentos y tam-

Doctora Karen Mamani, en la farmacia del centro Licenciada Mary Cielo Chura, con paciente en terapia

bién desarrollar destrezas y técnicas sobre producción en huertos urbanos e hidroponía como opción de reinserción laboral. Este último proyecto ha tenido el apoyo del Ayuntamiento de Valladolid, a través de nuestra ONG Juan Ciudad.

Todo este trabajo realizado junto a Juan Ciudad y los hermanos de San Juan de Dios nos está ayudando a alcanzar los objetivos propuestos.

Hoy en día el centro es sostenible económicamente, ha logrado la reinserción social de más de 20 pacientes institucionalizados, ha incrementado el número de consultas ambulatorias disminuyendo los reingresos o recaídas de los pacientes, y los nuevos proyectos de infraestructura y equipamiento, ya están siendo gestionados por el mismo centro. Nada de esto sería posible sin el impulso de Juan Ciudad ONGD.

Aún nos queda mucho trabajo por hacer, pero con el apoyo de Dios seguimos adelante en la búsqueda de dar una mejor atención de calidad a las personas con trastornos mentales, cumpliendo la misión de San Juan de Dios en cuanto a la ayuda a las personas más necesitadas.