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Los cambios que deberían hacerse a la Constitución de 1993

El debate sobre una reforma o cambio constitucional no es reciente. Lleva más de dos décadas desde que el país recuperó la democracia en 2001. Actualmente, casi el 70 % de peruanos está de acuerdo con modificar o cambiar en su totalidad la actual Carta Magna. Uno de los más lúcidos promotores de un cambio constitucional mediante una Asamblea Constituyente era Javier Diez Canseco.

Sustentó en varios debates por qué deberíamos impulsar una nueva carta constitucional y puso sobre la mesa lo que consideraba las desventajas de la Constitución fujimorista. Es oportuno en el actual contexto recordar sus planteamientos.

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Diez Canseco decía que había que cambiar la Carta del 93 porque avala un régimen político desprestigiado, con la falta de rendición de cuentas y control ciudadano sobre las autoridades y el abuso de poder que éstas cometen.

Sostenía que debía cambiar el manejo económico, entiéndase capítulo económico, que margina de sus beneficios a la gran mayoría de los peruanos y “que nos ha quitado soberanía sobre nuestros propios recursos”.

Planteaba cambiar a un régimen social que permita recuperar, por ejemplo, la educación y la salud pública gratuitas y de calidad para todos los peruanos frente a los procesos de privatización de los servicios básicos. La educación, decía, se ha convertido en un instrumento de lucro en lugar de ser un servicio social de calidad controlado por el Estado.

Para Diez Canseco, era necesario modificar la Constitución porque avala los contratos de estabilidad tributaria que impiden al Estado, una vez que se firmaron estos contratos, cambiar los tributos que deben pagar las empresas, a pesar de que sus utilidades crezcan enormemente como ha ocurrido con la minería.

Debería cambiarse también porque la Constitución actual permite la existencia de los oligopolios, es decir, que un conglomerado tenga una posición absolutamente dominante en el mercado y tenga la posibilidad de fijar precios y tarifas que les den la gana. Ejemplos hay varios: sistema financiero, productos de primera necesidad, productos farmacéuticos, etc.

Diez Canseco también consideraba un cambio necesario de esta constitución ese punto que establece que el Estado es el dueño del recurso natural mientras esté bajo tierra, una vez que sale de la tierra el concesionario decide su uso y por eso no podemos usar el íntegro del gas de Camisea para nuestro desarrollo energético.

En suma, Diez Canseco apostaba por una Constitución que instaure un modelo con mayor justicia social y crecimiento con inclusión social para todos los peruanos.

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