Por : José Maeda Ascencio Batán Grande, el "Edén del Algarrobo", ubicado en la Provincia de Ferreñafe, Perú, es uno de los escasos ecosistemas que aún se conservan en el Perú, con denodados esfuerzos y siempre ante el inminente peligro de olas de invasores de la serranía que han depredado aproximadamente más de 15 mil hectáreas en casi dos décadas de sistemático exterminio de la naturaleza. El autor alerta sobre el peligro de depredación de El Zanjón, que se describe aquí. Batán Grande en la Región Lambayeque, fue un paraíso hace menos de un siglo. Las sistemáticas olas de invasores depredadores, casi exterminaron su naturaleza viva. Es sede del Santuario Histórico de Pomach, uno de los bosques que con esfuerzo se conserva. Una de sus áreas naturales extraordinarias, es El Zanjón, quebrada natural que nace en la Pampa de Chaparrí, también amenazada. Solo en los meses de verano suele llenar su cauce con quebradas que bajan de los cerros de la gran planicie aluvial. En los meses secos, se convierte en un bosque arbustivo sin par. Los agricultores inmigrantes de la sierra, están amenazando con invadirlo. RELICTO DE FAUNA QUE TIENEN DERECHO A DISFRUTAR SU AMBIENTE A unos 45 kilómetros de Chiclayo, se ubica Batàn Grande, en la Provincia de Ferreñafe, conocido por ser la sede de la cultura prehisórica Sicán, que floreció después del colapso político de los Mochicas, ca. 550 al 600 d.C. El Zanjòn es una gran quebrada natural que se origina en la Pampa de Chaparrí, conocida área natural en donde se hacen esfuerzos por conservar la naturaleza y los osos de anteojos y otras especies. Su nombre se debe a la gran montaña, nunca escalada y centro de leyendas que se transmiten por varias generaciones. El autor ha rescatado la leyenda que hace famosa a la gran montaña Chaparrí. La población arbustiva de especies nativas, caracteriza a El Zanjón en los meses de verano, después de las feraces lluvias que caen cada verano en Batán Grande, valle medio de La Leche. Su cauce sube al máximo, llevándose incluso caballos y animales que intentan cruzarlo. Desemboca en el río La Leche a la altura del poblado La Zaranda a unos diez kilómetros de Batán Grande. Recientemente, parceleros que llegaron hace pocos años, algunos como invasores, depredaron mas de 1,200 hectáreas del gran bosque de algarrobos de La Calera, nombre que se debe al cerro adjunto. Desaparecieron muchas especies faunísticas ,algunas ya extinguidas en el valle. Lugareños batangrandinos en coordinación con funcionarios del Museo Sicán de Ferreñafe, Dr Carlos Elera Arévalo,han realizado inspección en el lugar con riesgo a ser agredidos por los depredadores. Durante el período de invasión de bosques