ETIOPÍA: EL ARCA AMENAZADA Biodiversidad y conservación en el país de los emperadores y el café Jose Luis Vivero Pol
Etiopía es uno de los países más singulares de Africa y posiblemente del mundo debido a las particulares circunstancias políticas, culturales y geográficas que en él confluyen. Desde el punto de vista histórico-político, Etiopía es de los pocos estados actuales que son a la vez una civilización en sí misma. Es el único país de Africa, junto a Liberia, que no fue colonizado por las potencias europeas, y presenta particularidades tales como una larga historia de emperadores descendientes del rey Salomón, la custodia del Arca de la Alianza del pueblo judío, y una convivencia cultural entre cristianos, musulmanes y judíos que data de hace más de mil años. Además es considerada como la cuna de la humanidad, el lugar donde los antepasados del Homo sapiens dieron sus primeros pasos (los restos más antiguos de un Australopitecus, conocido como Lucy, fueron descubiertos en la región Afar). Conviene subrayar que aunque Etiopía y Eritrea se separaron en dos estados soberanos en 1991, desde el punto de vista biogeográfico forman una unidad homogénea y nos referiremos en muchos casos a ambos países en general, precisando aspectos exclusivos de Etiopía cuando sea necesario. Etiopía, con más de 1 millón de km2, se distingue del resto de países africanos por la gran extensión de las tierras altas, zonas por encima de los 1.800 metros sobre el nivel del mar. Concretamente, el 15% del territorio Etíope está por encima de esa cota y un 2% por encima de los 3.000 metros, en lo que se denomina el dominio Afroalpino. Una de las características básicas de la destacada singularidad biogeográfica de Etiopía reside en ese dominio Afroalpino, que representa el 80% del total africano. Esas dos grandes mesetas en las que se divide el altiplano, la norte y la sureste separadas por la depresión del Gran Valle del Rift, se encuentran casi íntegramente en territorio Etíope. Las numerosas especies de animales y plantas endémicas que allí se han originado caracterizan una de las floras y faunas más peculiares de todo el continente. Etiopía tiene nueve sistemas montañosos con alturas de más de 4.000 metros. La alta meseta Etíope ha sido un área de refugio para especies relictas de montaña, así como un dinamizador para la radiación evolutiva, tanto de animales como de plantas. DIVERSIDAD DE ECOSISTEMAS, ANIMALES Y PLANTAS Etiopía, por su papel de cruce de caminos entre Europa, Arabia y Africa, ha conocido numerosas y diferentes migraciones de animales y plantas, que han contribuido al enriquecimiento de su biodiversidad. La gran variación altitudinal produce un rango de climas que afectan notablemente a la distribución de animales, plantas y hombres. La presencia de una extensa meseta ha contribuido en gran medida a favorecer la diversificación por aislamiento y especiación gradual. Las montañas de Etiopía presentan numerosas ejemplos tanto de vicarianza geográfica, como de una radiación brusca que trajo como consecuencia una gran diversidad en ciertos géneros presentes en las zonas altas, tanto de plantas (Aloe, Senecio) como de aves (Cisticola, Serinus). En la extensa meseta que ocupa el corazón del país, la vegetación original ha sido casi eliminada debido sobre todo a la fuerte presión humana y ganadera. Etiopía es un país muy poblado (con densidades de más de 200 personas/km2 en muchas zonas de la meseta) y posee 1