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1-3 Otro pésimo arbitraje enturbia un partido en El Coso

La juez de línea, entre mofas, manifestó al final del partido: Vaya mierda de pueblo

Redacción

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A estas alturas de la película ya no nos sorprende ningún giro dramático. En este film de terror que es el arbitraje en esta temporada, donde la víctima es siempre el Guadalcanal CD al malo lo vemos venir desde lejos. Sin embargo, no por ello nos terminamos de acostumbrar a la indignación que sentimos jornada tras jornada. Esta semana le tocó al equipo femenino.

Nos enfrentábamos al Triana, que hace dos años era el Servalaba- ri y el año pasado el Nervión. Tanto cambio de barrio y aún no habían superado la frustración de sus dos derrotas precedentes en El Coso. Tal vez por ello el pique por su parte era más que evidente. A ello se sumaba el equilibrio de fuerzas que reinó en todos los partidos precedentes, y por supuesto en el de la primera vuelta.

Con este coctel de emociones tan solo faltaba un mal arbitraje para terminar de prender fuego a la colmena. Y claro está, este no iba a faltar. El Coso, una vez más, fue laboratorio de experimentos. Un lugar en el que, por distancia con la dichosa capital, al trío arbitral le compensa venir por la cuestión económica, aunque luego renieguen del mismo con expresiones como “vaya mierda de pueblo”. Esta perla salió de la boca de una de las juezas de línea. La misma que se rió del entrenador cuando fue expulsado. La misma que se inventó la falta del 1 a 2. La misma que no vio el fuera de juego clamoroso del

1 a 3. La misma que no pitó un solo fuera de juego al Triana en toda la segunda parte, entre otras cosas porque siempre llegaba tarde. Con esta nefasta actuación la colegiada principal quedó en un segundo plano, aunque de su boca también salió otra perla para la posteridad: “no puedo pitar un penalti tan pronto”, en referencia a la patada que recibió Elena en el área. Ni tarde ni pronto, si es penalti lo es en el 90 o en el 1. En fin, el laboratorio de experimentos El Coso sigue abierto. Antes de terminar la crónica arbitral también destacaremos la doble vara de medir a la hora de sacar tarjetas o la peinata que una de las jugadoras dedicó a la grada en el 1 a 3.

En la crónica deportiva destacó un buen Guadalcanal que mereció más premio del cosechado, con dos mitades bien igualadas lo justo hu- biese sido el empate. Bea adelantó a las nuestras, y el Triana empató quince minutos después. En la segunda mitad Bea volvió a tener en sus pies la mejor ocasión de las nuestras y el Triana apenas inquietó más que a balón parado con dos goles que nunca debieron subir al marcador.

La alegría, dicen, va por barrios y al Servalabari/Nervión parece que el barrio que le va bien es el de Triana. A ver cual traen el año que viene. En cuanto a la juez de línea si tan poquito le gusta el pueblo que haga por no venir, aquí no la vamos a echar en falta. A la árbitra tampoco.

Antonio Murillo, Muri, fue homenajeado antes del partido

Redacción. Aunque el horroroso arbitraje empañara el partido de nuestras chicas nada en el mundo podrá borrar de la memoria el bonito acto de homenaje que tuvo lugar antes del inicio del encuentro. Y es que, el partido de nuestras féminas ante el Triana sirivió para hacer entrega de una camiseta conmemorativa a Antonio Murillo “Muri”. Una persona que consagró su vida al fútbol y al Guadalcanal CD, siendo jugador, entrenador de varias categorías. En su última etapa se dedicó al fútbol base. Hoy ya jubilado no pasa inadvertido y sigue siendo leyenda en el club de sus amores, el Guadalcanal CD

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