2 minute read

El apagón, por Natalia Nieto Teruel

3.º ESO

―¡Atención, clientes, la tienda de instrumentos musicales está a punto de cerrar, les rogamos que vayan terminando, y gracias por pasarse por Rose!

Advertisement

Me dispongo a ordenar todo para cerrar cuando escucho un ruido de fondo, lo que me hace girarme en esa dirección y ver a Damián entrar junto a Elías. ―¡Boom! Yo soy Ironman

Entrando por la puerta Elías añade: ―Y yo su fiel compañero Maquina de Guerra. ―¡Damián! Estás estupendo ―mi comentario hace que Damián me dé una sonrisa― . Y, Elías, tú pareces un cubo de basura. ―He estado tan ocupado trabajando en el traje de Damián que no he tenido tiempo para hacer el mío, pero lo bueno es que sigo siendo un superhéroe.

Elías tenía razón, se había currado tanto el traje de Ironman que incluso llevaba las piedras del infinito, tendría que admitir que mola mucho. ―¡Vaya! Qué disfraz de enfermera tan chulo, Ashley. ―¡Ah! Esto no es un disfraz, trabajo como enfermera. ―¿Desde cuándo trabajas como enfermera? ―pregunta Elías. ―Desde que me despidieron de mi otro trabajo ayer. ―Lo bueno es que te sirve para ir a la fiesta de Halloween de Dylan.

126

―Entonces ya estamos todos listos, y cuando digo todos quiero decir Ariana, prepárate ya, que no tenemos todo el día. ―Dadme un segundo ―cogiendo unas lentes― . ¡Aja! A ver si adivináis quién soy ¿Y bien? ―¿Una chica con lentes? ―pregunta Elías. ―¡No! Soy Karl Polanyi. ―¡Ah! ―dicen todos a la vez

De sopetón la luz se va y las puertas no funcionan, como si hubiera dado un cortocircuito o algo parecido, si no me equivoco. Le dije a mi padre que llamara al electricista o a un mecánico para que lo arreglara, pero veo que no lo hizo. ―Es cosa mía o ha se ha ido la luz y encima estamos encerrados. ―Eso es porque se ha ido la luz ―¡Ah! ―Tranquilos, solo durará unas horas, luego volverá la luz y se abrirán las puertas. ―Genial, nos vamos a perder la fiesta de Dylan. ¿Y mientras qué hacemos? ―Oh, yo tengo una idea. ¿Y si nos contamos historias de miedo? Así aprovechamos que estamos a oscuras ―mi comentario hace reír a todos― . ¿Acaso he dicho algo gracioso? ―¿Tú quieres contar historias de miedo? ¿Segura? ―Sí. ¿Acaso hay algún problema con eso? ―Vamos, Ariana, todos sabemos que te da miedo todo. ―Eso es mentira. ―¿En serio? Está bien. ―¡Buuh! ―dice Elías. ―¡Ah! Elías me has asustado ―exclamo tirada en el suelo por el susto. ―¿Ves, Ariana? Te asustas con nada ―afirma Damián.

127

―Tranquila, Ari, yo te apoyo como tu mejor amiga ―me ofrece su mano para levantarme. ―Gracias, Ashley ―agarro su mano en cuestión de segundo me doy cuenta de que le he arrancado su brazo. ―¡Ah! ¡Oh, dios mío!

Mis gritos provocan que todos se rían. ―¿Ves? Te dijimos que no valías para esto. ―Vale, ¿contentos? Sí, soy un poco miedosa, pero solo un poco. ―¿Un poco? ―Eh, mirad, la luz ha vuelto ―digo para cambiar de tema. ―Cómo te encanta cambiar de tema, ¿eh? ―Como no os deis prisa no llegaréis a la fiesta. ―¡Eh, Ariana, espéranos! ―gritan los tres a la vez.

128

This article is from: