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La sombra negra, por Ainhoa Guijarro Fernández

3.º ESO

Una noche de sábado, mi familia y yo salimos a cenar por Murcia, eran sobre las doce y media. Ya listos para volver a casa, al arrancar el coche escuchamos ruidos que salían de él, como si estuviera roto, no nos preocupamos lo bastante ya que a los dos minutos paró. Echamos camino para casa, cantamos, nos reímos y de todo, a mitad del camino volvimos a escuchar el mismo sonido que antes de montarnos en el al principio. Bajamos la ventanilla y apagamos la radio para ver cuánto tiempo duraba el ruido. Viendo que el sonido seguía después de seis minutos, paramos el coche y bajó mi padre para ver de dónde procedía.

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Mi hermano estaba durmiendo, mi madre con el móvil y yo haciendo tiktoks. Algo extraño vi en el TikTok después de ver el resultado, no le di importancia, ya que pensé que era porque tenía sueño. Mi padre terminó de revisar el coche y, según él, no había nada ni le pasaba nada. Seguimos la ruta a casa, nos quedaban treinta minutos para llegar, mientras tanto mi padre me puso en la pantalla del coche una peli de Netflix de miedo que se estrenaba ese mismo día. Llevaba quince minutos de peli cuando en una esquina de la pantalla se reflejaba la misma sombra todo el rato, me di cuenta de que no formaba parte de la peli, sino que algo extraño estaba ocurriendo. Pensando todo el rato en eso me acordé del vídeo que hice y que algo raro se veía en él, abrí la aplicación, me metí en el borrador y comparando la sombra de la esquina de la pantalla y la de mi vídeo, vi que eran la misma, me asusté, se lo comenté a mis padres y les enseñé el vídeo. Al enseñárselo, mi padre se desconcentró de la carretera

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y un camión nos empezó a pitar, ya que por el despiste de mi padre nos cambiamos de carril y casi nos estrellamos. Consiguió volver a cambiarse de carril y eso quedó en un susto.

A los cinco minutos mi padre miró por el espejo a mi hermano a ver si seguía durmiendo, pero al mirar la sombra apareció, y mi padre no pudo evitar, del susto, cambiarse de carril y chocamos con el coche que venía de frente. Todos estábamos boca abajo e inconscientes. Empecé a escuchar el ruido de sirenas de policías, ambulancias, etc. Me asusté al ver a mis padres y mi hermano con sangre e inconscientes, intenté salir del coche pero al desabrocharme el cinturón me di un golpe en la cabeza y me corté el codo con los cristales. Pude salir del coche, pero yo quería que se despertaran mis padres y mi hermano. Fui a la policía corriendo, pero al hablarles no me hacían caso y las ambulancias y demás policías solo estaban pendientes del otro coche y no lo entendía, porque en aquel coche no había nadie, ni si quiera conductor, me resultó extraño, y con las mismas me volví al coche a ayudar a mi familia. Al llegar no estaban y ahí empecé a aterrorizarme aún más, volví a la ambulancia y a los policías, a ver si los habían visto o alguna ambulancia se los había llevado, pero nadie respondía, solo me miraban y volvían a mirar a la nada. En ese momento estaba sola, y esa palabra me aterrorizaba aún más. Tenía que volver al coche a buscar alguna prueba o algo, pero, al llegar, había desaparecido el coche. Empecé a volverme loca, porque no podía ser que cada vez que me movía, las cosas iban desapareciendo. Volví hacia la policía y seguía sin darme ninguna explicación, ni siquiera mirarme a la cara ni dirigírmela palabra.

Me senté en el suelo pensando o buscando alguna señal de que mi familia no me había dejado sola, pasaron dos horas y yo seguía ahí, sin hacer absolutamente nada, ya que no me creía lo que estaba ocurriendo. Empezó a hacer un viento fuerte pero ni

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las hojas de los árboles ni la hierba se movían, ahí sí que empecé a volverme loca de verdad. Eché camino a casa pero a la mitad del trayecto se me apareció la misma sombra que creo que causó todo este desastre, se me ocurrió tocarla, y al tocarla desperté en mi cama, me levanté corriendo, miré el móvil que tenía en la mesilla y era domingo, fui a la habitación de mis padres y estaban durmiendo con mi hermano, no entendía nada, pues resultó ser una pesadilla.

Dos meses después, estaba arreglándome porque iba a salir con mis amigas a cenar y al mirarme al espejo la sombra volvió a aparecer…

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