Gran Hotel Neruda / Por Jorge Sagastume
Cuan gratificante es pasar, Por los pies desnudos del Gran Hotel “Neruda” Uno se siente embriagado de su apoteósica poesía Se agolpan; Sus indomables medusas y caracolas marinas Se palpa; Las hebras rizadas de su metáfora Se huele; Las virutas inmortales, sus versos profanos Se percibe; La escarcha transformada en deseo Se intuye; La mujer hecha metáfora, ánfora de otra galaxia Se desata; Una pasión que arranca desde los huesos Y termina en el limbo exacto de tus ojos, Se piensa; En la línea indefinible que demarca el deseo de la lujuria, Se recuerda; Los versos que dieron vida a tantas musas, Se concluye; La mujer epicentro de su universo inequívoco. Santiago, abril, 2014 con un cartílago de frío.