Utopia dominicana - tabloide - pp 9-17

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a realidad, sin embargo, es mucho A los 11 años, exactamente al mes de más compleja y fascinante que la morir sus padres en un accidente autoleyenda, como atestigua la siguiente movilístico muy sospechoso, se fue a vivir cronología abreviada. con cuatro tías paternas que tenía en Puerto Plata, donde —además de ciencias y matemáticas, literatura, historia y filosofía—, estudió composición musical, dibujo y pintura, con tutores privados. A los 12, debatió exitosamente sobre la Santísima Trinidad con tres sacerdotes jesuitas del Recinto Santo Tomás de Aquino, en Santo Domingo; y, sobre la dialéctica materialista, con cinco dirigentes del Partido Comunista Dominicano, en Salcedo. A los 13 años, resolvió seis de los 23 problemas que presentó David Hilbert en el Congreso Internacional de Matemáticos en 1900, en Paris. A los 14, según su tía Elena, decidió viajar a Europa “por unos meses para ilustrar un poco más la mente”. (De hecho, permanecería fuera del país durante los próximos 28 años.) Partió en el buque mercante chileno Atlantis, destinado a Rótterdam, ciudad Según versiones ampliamente documen- porteña holandesa, donde inicialmente pasó tadas, Silvestre Apolinar _______ García, seis meses, “aprendiendo el idioma, visialias El Líder, nació el 24 de abril de 19__, tando museos y conociendo gente”; y, en ________; hijo único de don Benito ___, donde, varios años después, inició sus agrimensor, y doña Eusebia García de actividades revolucionarias. _____, profesora de escuela rural. A los 15, viajó —a pie, en autobús y Fue apodado “El Líder” por su tío tren—, por Bélgica, Alemania, Suiza, Italia, materno Martín García ___, “porque”, España, Portugal y Francia. según éste, “ya a la edad de cuatro años A los 16 años, cruzó el Canal Inglés y anmandaba como un hombrecito”. duvo por todo el Reino Unido, hasta que Su precocidad —tanto en las lenguas llegó a Oxford, donde se matriculó en modernas y antiguas, como en las ciencias, Balliol College; y tres años después, obtuvo matemáticas, artes y humanidades—, se una licenciatura en lenguas clásicas. hizo evidente a muy temprana edad. A los 18, pasó a la Universidad de A los seis años: hablaba, leía y escribía Cambridge, de donde, al año, se graduó con perfectamente, no sólo el castellano, sino una Maestría en lenguas semitas. también el francés, inglés y alemán. Tan pronto salió de Cambridge, ingresó en la Real Academia Militar de Sanhurst, donde brilló como estudiante, líder y estratega. Al graduarse, cuatro años después, recibió ofertas y comisiones de las principales instituciones castrenses del Reino Unido, pero A los siete: dominaba, entre otras mate- prefirió continuar la vida académica. rias avanzadas, el cálculo diferencial, la A los 22, obtuvo un doctorado (Ph.D.) en lógica matemática, la informática y la cos- Teoría Social y Política, de la London mología; más el latín y el griego. School of Economics. A los ocho, participó exitosamente en el Luego —en vez de iniciar los estudios Programa Para Niños Superdotados de la post-graduados, que habían recomendado Universidad de Johns Hopkins, en Balti- sus profesores—, optó por ingresar en la more, Maryland. Solo que al terminar la Legión Extranjera Francesa, en la cual perprimera etapa, en vez de continuar su pro- maneció 10 años. metedora carrera académica en Estados Nadie, ni los más insistentes chivatos e inUnidos, como muchos esperaban, prefirió vestigadores de la CIA, pudo establecer regresar a la República Dominicana. adónde fue, ni qué hizo, durante ese períoA la edad de nueve años y cuatro meses: do; aunque, hubo especulación al respecto. fue electo presidente del gobierno estuUn ex agente del servicio de inteligencia diantil, y se graduó con los más altos ho- israelita (Mossad), por ejemplo, dijo —sin nores, del Liceo Regional “Ramón Emilio que nadie lo desmintiera—, que El Líder Lozada”. “participó en numerosas campañas bélicas”, A los 10, sorprendió a los académicos, no en diferentes áreas de África, Asia y, “posisólo de República Dominicana sino también blemente”, América; y, que “por unos del mundo entero, cuando obtuvo el Primer Lugar y la Medalla de Oro en el XIV Concurso Internacional de Historia y Literatura Clásica, patrocinado por las universidades de Bolonia (Italia) y Santiago (Chile), con un estudio magistral sobre Marco Aurelio, que más tarde publicara en una edición especial la revista Studi vita et philosophia di M. Aureli Anton.

años”, estudió metalúrgica y física nuclear en la Universidad Estatal de Moscú. Además, el chivato judío dijo que años después El Líder apareció, “tan misteriosamente como había desaparecido”: en medio de una tertulia de literatos exiliados, en un suburbio de Rótterdam, donde empezó a reclutar los futuros Centuriones de la Patria. Con ese propósito, visitó 69 países y dio 80 vueltas al mundo. Fue en medio de ese agitado itinerario que lo llamó la enana Felipa; cuando, a la edad de 42 años y siete meses, regresó a Santo Domingo y asumió el poder....

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e aquí, algunas observaciones y datos adicionales —cualidades físicas, intelectuales y morales; hábitos, características y costumbres—, que podrían plasmar mejor su imagen y esclarecer su mando:

Era físicamente imponente —medía 6’4” de estatura— y, aunque delgado, musculoso, enérgico y ágil, como un atleta. Tenía piel canela, pelo lacio y ojos oscuros, como azabaches; más una voz — suave, clara y precisa— que, cuando hablaba en público, se proyectaba como la de un actor de teatro. Poseía una inteligencia aguda; y una mente sintetizadora, sutil y analítica. Era creativo, intrépido, meticuloso, sereno y contemplativo; como un monje budista: paradójicamente, “un visionario con sentido práctico”: valiente, prudente, sabio y, sobre todo, justo. Según sus contemporáneos, El Líder, “aún con más de 92 años —50 de ellos en “la vida pública” (ejerciendo “arduo raciocinio”)—, disfru- taba de gran vitalidad y cordura. “Yo diría” —comentó el ex embajador venezolano en Santo Domingo, Hugo Chávez Sánchez Roldán, quien lo observara de cerca y en circunstancias variadas—, “que El Líder, al cumplir una centuria, estaba más lúcido y viril que cualquier estadounidense de 40 o 50 años”. Nunca se enfermó, ni jamás se lesionó accidental o intencionalmente, no obstante el sinnúmero de atentados contra su persona, casi todos instigados por el Coloso del Norte. Leía mucho y dormía poco; mas, su dieta consistía exclusivamente de vegetales, legumbres, frutas, helados, batidas, jugos y agua. Aunque era prudente, y tomaba todas las medidas necesarias para proteger su vida, variaba poco su rutina diaria: trabajaba 18 horas al día, los siete días de la semana, los 365 días del año. Acostumbraba levantarse a las 6:00 a.m., y ya a las 6:45 a.m. estaba en su despacho, listo para atender sus faenas. A las 10:15 a.m., salía a inspeccionar alguna que otra obra en progreso, o a cumplir con las ceremonias públicas usuales.

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A las 12:00 meridiano, regresaba a su oficina, donde trabajaba continuamente hasta las 3:00 p.m. De 3:15 a 4:00 p.m., daba una caminata en los jardines del Palacio, si estaba en la Capital; en la falda de la Cordillera Septentrional, si se encontraba en el interior del país; o a la orilla del Río Guayubín, si andaba por la Línea Noroeste. De 4:15 a 7:20 p.m., impartía instrucciones en la Academia de Centuriones, la cual fundó y dirigió durante 49 años. A las 8:00 p.m., regresaba a su despacho, donde cenaba, escuchaba música clásica y disfrutaba de una breve siesta. De 9:00 a 11:00 p.m., consultaba con sus principales allegados por teléfono. De 11:20 p.m. a 2:15 a.m., escribía sus discursos, decretos y memorandos. De 2:30 a 3:00 a.m., meditaba, pintaba y tocaba flauta. A las 3:30 a.m.,…se acostaba. Era evidentemente irresistible para las mujeres, con quienes siempre disfrutó, pero nunca permitió que lo conquistaran. (Dedicó su vida entera y todas sus energías físicas y mentales a la lucha por la Patria.) Contrario a la gran mayoría de los gobernantes dominicanos anteriores, quienes —cuando no corruptos o traicioneros, fueron sádicos, ladrones, locos, ineptos o retardados—, El Líder fue íntegro en sus relaciones, pulcro en sus intenciones y totalmente leal al pueblo. Que se sepa, en su larga vida sólo mató a tres hombres personalmente: Al doctor Ángel Luis Salcedo Reid Viccini, tercer Canciller de la República (y uno de los primeros Centuriones reclutados por el propio Líder, en Boston, Massachusetts), a quien le cortó la cabeza ritualmente con una espada de samurái, ante una multitud, en La Vega. (“Jamás perdonaré a Reid Viccini; no debió haber traicionado la Patria por un puñado de dólares” —dijo El Líder—, después de dejar caer la espada en el cuello de su antiguo aliado.) Al capitán de la Guardia Nacional Eduardo Vilera y Vilera, a quien le voló los sesos con una pistola calibre 45, “por incumplimiento profesional e irrespeto al pueblo dominicano”, al verse involucrado en el narcotráfico en la frontera con Haití. Y, a un agente de la CIA llamado John Foster Morin —quien por años se había hecho pasar por “anciano” de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (“Los Mormones”), en Jarabacoa, Constanza y Santiago Rodríguez—, le arrancó la cabeza con sus propias manos, “por haber instigado contra la soberanía y dignidad del pueblo dominicano”. (“Ahí tiene usted”, le dijo El Líder al entonces embajador estadounidense en Santo Domingo, Karl Rove, tirándole la cabeza de Morin en los pies, “¡aún más evidencia de la intervención acostumbrada por los estadounidenses en mi país y el resto de América Latina! Ahora puede usted, señor embajador, regresar a Washington, D.C., y decirle al presidente Jeb Bush, y a su vicepresidenta, Jenna Bush, que si la dinastía Bush de veras quiere matarme o seguir violando la integridad dominicana, ¡tendrá que hacerlo de otra manera!”) 9


Capítulo 7.

LOS CENTURIONES DE LA PATRIA

LOS CENTURIONES DE LA PATRIA, como El Líder, estaban rodeados de un gran misterio. De ellos sólo se sabe que fueron hombres y mujeres íntegros, a quienes él mismo reclutó y entrenó para servir al pueblo dominicano. Como los jesuitas ante el Papa, los Centuriones respondían única y exclusivamente al Líder; y, para evitar complicaciones, se sometían al régimen del celibato. (En esto, eran totalmente diferentes al resto de sus compatriotas.) Vivían de acuerdo al “código del samurái”, según el cual —más allá de la plenitud existencial, el honor, la disciplina y la lealtad del individuo—, está la armonía con el universo. Operaban con las reglas feudales de la mafia siciliana; sabían que el incumplimiento —ante las órdenes de El Líder, las necesidades del pueblo, la Patria y los valores de la integridad personal— implicaba una muerte segura. Sabían que si fallaban en sus deberes, tendrían que suicidarse ritualmente; de lo contrario, serían eliminados públicamente, con la previa autorización de El Líder. Siempre vestían formalmente: con traje azul, camisa blanca y corbata, roja, azul o amarilla. Además, cada uno en su pecho llevaba una estampa cicatrizada, que decía: “Integridad, Patria y Disciplina”; y, para su protección personal portaba un revólver Mágnum calibre 357, una pistola Barreta calibre 38, un rifle M-16, una espada de samurái y un puñal del ritual sepúcu. En el transcurso de su largo mando, El Líder tuvo por lo menos 64.000 Centuriones de la Patria a la disposición, la mayo-ría: jóvenes universitarios a quienes él mismo había reclutado, en Holanda, Francia, España y Estados Unidos. (Durante la gestación del Movimiento, en Holanda, El Líder contaba con 360 candidatos a Centurión, de los cuales mandó a ejecutar 88, “por poner en peligro la seguridad de la operación”.) Cuando ascendió al poder, tenía 6.000 Centuriones infiltrados en el país, y 4.000 ubicados en otras partes del mundo, “por si acaso”. Se desconoce cómo pudo reclutar, entrenar y transportar tantos hombres a República Dominicana, sin que ni siquiera un chivato de la CIA se diera cuenta. Los Centuriones de la Patria llegaron a ocupar todas las posiciones importantes en el Gobierno, desde la Cancillería hasta la más insignificante sindicatura. Si bien Duarte, Sánchez y Mella fueron los “Padres” de la antigua Patria, El Líder y los Centuriones fueron, por lo menos, los “Padrinos” de la nueva República Dominicana. 10

empresas privadas y dirigentes de organizaciones de cualquier tipo; no a simples LA INTEGRIDAD PERSONAL ‘preferencias personales’, tales como: la ‘sexualidad’ de una persona, cosa que no debe importar a nadie más que a él o ella; pero que, en línea con los principios de la integridad personal, si fuese necesario, uno de bería estar dispuesto a afirmar, públicamente…” “Por ejemplo,” dijo, “todo el mundo sabe “LA INTEGRIDAD PERSONAL será la base sobre la cual forjaremos la nueva República Do- —aunque no lo admita—, que en este país minicana”, dijo El Líder, en su primer dis- varios homosexuales han habitado el Palacio Nacional (además del Congreso, la curso a la nación. “Para quienes desconocen dicho concepto Suprema Corte, las Fuerzas Armadas y la (serán millones)” —puntualizó, con su im- Iglesia); pero ninguno de estos, aunque haya sido acusado, se ha atrevido a admitirlo públicamente, lo cual es muestra de cobardía moral; en fin, una falta de integridad personal…” Capítulo 8.

agen plasmada en extremo “close-up”, ante las multitudes que lo escuchaban y miraban en “pantalla grande” frente al Palacio Nacional y en el Palacio de los Deportes, en Santo Domingo, más en “pantalla chica”, en miles de centros comunales, escuelas, iglesias, bares, auditorios, estadios y cientos de miles de hogares, a través de la nación—, “esto significa que, a partir de hoy, cada uno y todos los dominicanos —incluyéndome a mí, por supuesto, así como también a mis subalternos y demás empleados públicos— deberá someterse a un estricto procedimiento ético-moral, que icluye los siguientes pasos. “Primero: Antes de actuar, deberá preguntarse, hasta encontrar una respuesta satisfactoria, si, a su juicio, lo que propone hacer sería correcto o incorrecto, bueno o malo; determinar exactamente cómo podría su conducta afectar a otra persona; o sea, si lo que propone hacer causaría daño a otro. “Segundo: Al concluir dicho escrutinio, deberá actuar decididamente, según dicte su conciencia. “Tercero: Deberá afirmar —ante el mundo entero, si fuese necesario—, por qué actuó de esa manera (o sea, rendir cuenta al prójimo), y estar dispuesto a morir por ello”… Entonces, basado en el procedimiento que acababa de exponer, procedió a establecer su “posición personal” ante “la realidad dominicana”: lo que él estaría dispuesto a hacer, hasta dónde llegaría, para restaurar “la dignidad de la patria”. Además, afirmó su “razón de ser”, su “reto existencial”, y concluyó con las siguientes palabras: “Como he dicho, he regresado a mi país para hacer justicia, establecer la seguridad pública (sin lo cual no hay paz) y poner fin a la inmoralidad institucional… “Cuando digo ‘inmoralidad institucional’, me refiero a infracciones morales y crímenes serios —tales como: la mentira, el engaño, la traición, el abuso, la violación y el homicidio (con impunidad)— de parte de funcionarios del Gobierno, ejecutivos de

“Ustedes pueden estar seguros que, si yo fuera homosexual, ‘gay’ —o como se le quiera llamar a la persona que prefiere tener relaciones sexuales con otra persona de su mismo género—, lo diría; y, más aún, demostraría mi afecto, públicamente: contrario a los ‘gays’ hipócritas que han ocupado la cúpula del poder en República Dominicana. “Repito: la integridad personal es la base sobre la cual forjaremos la nueva República Dominicana...” El pueblo dominicano jamás había escuchado palabras como esas —mucho menos de parte de un mandatario—, por lo que quedó atónito. Pero El Líder tenía muchas otras cosas “pesadas” que decir, especialmente respecto al proceso de reflexión, acción y comunicación, conjugado en el concepto de la integridad… Sabía que tomaría largo tiempo ejecutar su “plan de implementación”. Reafirmó su idea al decir: “pero eventualmente lo lograremos”… Indicó que, antes de alcanzar su “meta para todos los dominicanos”, tendría que enfrentar y superar muchísimos obstáculos, falacias, mentiras y calumnias, como aque-

lla que, una vez, levantara un italiano pedante en La Romana (adonde dijo haber venido a pasarse “unas breves vacaciones”)... “Los dominicanos en general”, dijo el italiano, son personas “cursi, indisciplinadas e inmorales”; dizque, “debido a su

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mala crianza, falta de educación y circunstancias ambientales”, lo cual rechazó El Líder como “pura xenofobia”. Además, refutó aquello de que “para ningún dominicano sería posible” hacer el sacrificio necesario para “dignificarse personalmente y al mismo tiempo exaltar la patria”, como en otra ocasión dijera un sacerdote holandés. Señaló que, si bien es cierto que algunos

dominicanos —entre ellos los incapacitados mentales, “para quienes”, dijo, “lamentablemente es imposible razonar rigurosamente y considerar principios éticos y morales”; los niños menores de tres años, “quienes todavía no han podido establecer buenos hábitos, desarrollar el carácter y ejercer virtudes personales y cívicas”; los desesperados por la miseria, “cuya preocupación principal es la subsistencia”; y los abusadores empedernidos, quienes “desgraciadamente han predominado en la historia de República Dominicana, y para quienes el Bien Común como concepto y norma, más la responsabilidad como base de la conducta personal, son deshonras o maldiciones”, no pueden cumplir con lo que exige la integridad personal y el esfuerzo patriótico, …“también es cierto”, dijo, “que la mayoría de dominicanos consiste de personas sencillas y virtuosas que sí pueden cumplir con el reto de la integridad personal”. “No vamos a concluir”, agregó, “que, porque algunos no puedan cumplir con su obligación personal y cívica, nadie puede cumplir con su deber; ni que, por lo tanto, haya que exonerar a nadie de lo que exige el deber patriótico y moral, lo cual sería ilógico”. “En particular, exijo integridad de parte de los dirigentes de los organismos estatales y empresas privadas —entre ellas, obviamente, las sociedades anónimas, o compañías por acciones (‘personas jurídicas’ éstas, recordemos, que tienen ‘vida’ solamente porque las constituyen personas de carne y hueso—, sujetas a los principios de la moral y ética). “También exijo que República Dominicana, como nación, se comporte con inte-


gridad; porque, aunque a veces lo olvidamos, ella es miembro de una comunidad de naciones, con las que compartimos un solo planeta. “Repito: a partir de hoy, todos los organismos gubernamentales, sobre todo los que sirven a las secretarías de la Presidencia, seguirán el patrón de comportamiento delineado por la integridad personal. También lo harán las otras instituciones estatales (las fuerzas armadas, consulados, escuelas, etcétera); más las empresas comerciales (negocios grandes y pequeños) y organizaciones no gubernamentales (sobre todo las instituciones “benéficas”). “Además de cumplir con las leyes correspondientes, y de seguir los reglamentos pertinentes, toda entidad jurídica tendrá que establecer mecanismos procesales que incorporen la integridad personal como base fundamental de sus funciones”, dijo. Tres días después, creó dos nuevos organismos: la Secretaría de Integridad Personal, cuya función sería determinar hasta qué punto cumplían los encargados (principalmente oficiales y ejecutivos) de los organismos gubernamentales y entidades privadas, con las directrices sobre la integridad personal; y la Secretaría de Control de Calidad, cuyo objetivo sería garantizar la excelencia (asegurar la mejor calidad y máxima eficiencia) en los servicios del Gobierno y los productos del sector privado; evitar defectos, faltas y deficiencias; más determinar exactamente dónde se encontraba cualquier error o falla; e identificar los responsa-bles de cualquier irregularidad, por medio de inspecciones frecuentes. Indicó, que él mismo revisaría los resultados de dichos organismos, a diario; que tomaría las medidas necesarias para corregir cualquier infracción o deficiencia; y que castigaría “severamente” a los culpables. Así fue como El Líder por fin eliminó la irresponsabilidad institucional en República Dominicana; y cómo desapareció la mala costumbre, que tenían cientos de miles de dominicanos y extranjeros en el país, de violar leyes y cometer graves infracciones morales, porque sabían que se podrían “limpiar con billetes”. ¡Por fin, pasó a la historia el soborno en República Dominicana! Se acabó la aberración aquella —que los dominicanos conocen como las “relaciones”, los “enllaves” y los “tecnicismos legales”—o sea, la compra y venta de funcionarios, abogados y jueces, por dinero, mujeres o cualquier otro vicio. Los ejecutivos de las grandes empresas nacionales e internacionales ya no podrían “agacharse” detrás del “velo corporativo”; además, desaparecería aquella falsedad, inventada por los italianos hace cuatro o cinco siglos, denominada “privilegio de abogado y cliente”; y se extinguiría una de las mentiras más grandes que haya promulgado el hombre desde los tiempos de Hipócrates: la llamada “confidencialidad entre médico y paciente”, detrás de la cual se han cometido tantas atrocidades… “Creo”, concluyó El Líder, “que, con la integridad personal como principio y la excelencia como meta nacional, realizaremos el potencial del pueblo dominicano”.

Capítulo 9.

LA EXCELENCIA COMO META NACIONAL

LA EXCELENCIA COMO META NACIONAL transformaría la sociedad dominicana en general: fortalecería la economía, particularmente la industria y el comercio; cambiaría el comportamiento laboral, en su esencia; y mejoraría la imagen de los dominicanos, como tal.

Pronto hasta los chinos de Beijín conocerían a República Dominicana, como “la tierra de las excelencias”, o como “el paisito de las contiendas, concursos y competencias”; y a los dominicanos, como “los mejores trabajadores”, o como “la gente más agresiva, orgullosa, próspera y magnánima del planeta”. Para lograr dicha metamorfosis, El Líder —como solía hacer en todo lo que emprendía—, utilizó un método simple, pero efectivo: promovió la calidad en todo, y sobre todo; premió las cosas bien hechas; descontinuó las cosas defectuosas o imperfectas; mas castigó a los que, aún capacitados, aceptaban o se conformaban con la mediocridad. En consulta con expertos en el rendimiento y la eficiencia en el trabajo — ingenieros industriales, economistas, psicólogos, sociólogos, etcétera— dominicanos y extranjeros, estableció criterios para cuantificar el mejoramiento y el progreso en diversas áreas laborales, más normas para garantizar la calidad en un sinnúmero de productos y servicios. Además, contrató y trajo al país —de la India, Japón, China, Holanda, Dinamarca, Francia, España, Italia y otros países mundialmente reconocidos por la calidad de sus productos y servicios— grandes maestros en artesanía (carpintería, albañilería, quesería, herrería, etcétera)—, para que compartieran sus conocimientos con miles de artesanos dominicanos.

Así mejoraron cientos de miles de efectos y productos industriales y domésticos; y aumentó la eficiencia operacional de fábricas, oficinas y fincas en todo el país. Centralizó el “proceso de excelencia” (término suyo) en la Superintendencia Nacional de Eficiencia y Control de Calidad (SNECC), y en el Centro de Concursos y Competiciones (CCC), que regulaba y promovía los premios y galardones patrocinados por empresas y organizaciones comunales a través del territorio nacional. El CCC anualmente seleccionaba, y el SNECC certificaba, “Lo Mejor de lo Mejor” a nivel nacional, entre una amplia gama de especialistas, actividades y productos a nivel de barrio, pueblo, ciudad, provincia y región —que incluía, entre muchísimos otros (a continuación, enumerados al azar): el mejor veterinario; el mejor ingeniero; el mejor administrador de empresa; el mejor neurólogo; el mejor oculista; el mejor odontólogo; el mejor historiador; el mejor químico; el mejor matemático; el mejor cocinero; el mejor comentarista de noticias; el mejor contador; el mejor director (de teatro, cine, televisión); el mejor orador; el mejor electricista; el mejor ensayista; el mejor farmacéutico; el mejor fotógrafo; el mejor tamborero; el mejor jardinero; el mejor maestro; el mejor barbero; el mejor albañil; el mejor chofer; el mejor mecánico; el mejor gomero; el mejor herrero; el mejor secretario; el mejor pediatra; el mejor buzo; el mejor pescador; el mejor relacionador público; el mejor técnico; el mejor mesero; el mejor vendedor; el mejor oficinista; el mejor zapatero… Además, seleccionaba: el mejor chicharrón; el mejor banquero; el mejor pescador; el jardín más bonito; el departamento más productivo; el descubrimiento científico más importante; el procedimiento médico más innovador; el pueblo más limpio; el mejor café; el mejor chivo guisado; el mejor libro; el mejor vegetal; el mejor ñame; el mejor sancocho; el mejor pollo al horno; el mejor motor de “concho”; la mejor batata; el mejor zapato; el mejor aguacate; el mejor guineo; el

mejor mango; el mejor cajüil; el mejor anón; el mejor bizcocho; el mejor ponche de crema; el mejor queso; el mejor jugo; el mejor helado; el mejor dulce… Como también: la piscina más popular; la chiva más lechera; la mejor figura varonil; la mejor mantequilla; la mejor leche; la mejor papa; la mejor batata; la mejor lechuga; la mejor naranja; la mejor carretera; la mejor tallota; la mejor clínica; la mejor composición musical; la mejor escultura; la mejor miel; la mejor novela; la mejor pintura; la mejor playa; la oficina más eficiente... En ningún otro país, ni en la antigua Grecia, donde, según los eruditos, para todo,

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y en todo, se concursaba —no sólo en las olimpiadas, sino también en la cosecha, el teatro, la filosofía y la poesía—, se competía tanto como en República Dominicana. Tanto deseaba el carpintero que elogiaran la butaca que había fabricado, como anhelaba el “laboratorista” que apreciaran su análisis, como soñaba el cosechero en obtener la medalla de oro —por sus maravillosas arvejas, aves, cerdos y frutos—, como quería el ganadero la cinta azul, por sus vacas, chivos y ovejas… Más, tanto quería el escultor que lo admiraran por su bella estatua, como deseaba el

“granjero” felicitaciones por el buen gallo “canelo” que criaba; como aspiraba el carpintero o albañil a obtener un reconocimiento —por su mecedora, puerta o cama, o, por haber terminado un piso de mosaico bien equilibrado y a tiempo; o, el artesano por la linda muñeca, anillo o collar, que había forjado— como quería el costurero elogios por su camisa, el ingeniero civil un certificado o bono, por su extraordinario puente, edificio o alcantarillado, y

el jardinero un premio por sus be-llas flores; como quería la secretaria felicitaciones, flores y un aumento, por su excelente taquigrafía… Dondequiera que uno iba, había un concurso o una “competencia”: tanto en las urbanizaciones ricas de Santiago o Santo Domingo, como en los “caseríos” más pobres de San Pedro de Macorís, San Cristóbal o Mao.

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Capítulo 10.

LA EDUCACIÓN DE UN PUEBLO

LA EDUCACIÓN DE UN PUEBLO requiere grandes sacrificios, personales e institucionales. Además de un esfuerzo colectivo, exige También se realizaban concursos en mercuantiosos recursos económicos y humanos, cados, fábricas, fincas, clubes y organizaespecialmente cuando la meta es transforciones culturales y artísticas; más en los mar su conducta “de arriba a abajo y de exbarrios, pueblos y campos, donde se escogía tremo a extremo”; cuando se propone alterar el mejor buey, el mejor plátano o aguacate; irrevocablemente la vida cotidiana de todos la mejor “habichuela con dulce”; el mejor los habitantes —hombres, mujeres y cantero; el mejor coordinador de activiniños—, en todas las clases económicas, dades; el mejor lechero; el mejor pintor; la culturales y sociales. mejor obra teatral; el mejor diseño arquitectónico; la mejor composición musical o literaria…

Habría un cambio total en la conducta de la ciudadanía dominicana, hasta tal punto que —aún no habiendo cambiado la esencia humana de nadie, como persona única y singular—, impactó profundamente a todos: cada dominicano, no obstante sus orígenes socio-económicos o tendencias ideológicas, color o genero sexual…, a partir de entonces tendría amplia razón para sentirse orgulloso de ser un ciudadano dominicano.

Saturó al pueblo con folletos informativos, suplementos y secciones especiales, en revistas y periódicos —en los cuales, de manera concisa, definía varios conceptos fundamentales en la vida política de cualquier pueblo consciente de sus responsabilidades. Entre otros términos cardinales, definió lo que significa “Ciudadano”, “Pueblo”, “Gobierno” y “Estado”—concluyendo con las siguientes palabras. “El ciudadano no sólo tiene derechos políticos, también tiene deberes personales (con su familia, por ejemplo), aparte de responsabilidades cívicas y morales”.

Más, fue eso precisamente lo que propuso hacer El Líder, en los primeros cuatro años de su gobierno…

Y, lo mismo ocurría en los negocios. Ya no era necesario exagerar o mentir, por ejemplo —como anteriormente solían hacer las agencias de publicidad y mercadeo—, no sólo porque de hacerlo sus ejecutivos arriesgaban que les cortaran la cabeza, sino porque ahora los productos y servicios que promovían eran verdaderamente excelentes. Así, cuando —por periódico, radio o televisión— se anunciaba un producto o servicio —queso, zapato, contabilidad, gomería, etcétera—; y se decía: “‘X’ es el mejor ‘Y’”, era porque, de hecho, “X” era el mejor “Y”. La combinación de esfuerzo y rigurosidad que, con su “programa de excelencia”, exigía El Líder de todos y en todo, hizo que desapareciera la mediocridad generalizada en República Dominicana; y, que los dominicanos se destacaran por la calidad de sus productos y la eficiencia con que trabajaban. 12

“Por lo que, en adelante —agregó—, no será suficiente para el ciudadano dominicano participar regularmente en las gestiones políticas locales, regionales y nacionales (participar en la política, propiamente hablando, no en la bobería que se practicaba anteriormente). Además, tendrá que cumplir con sus responsabilidades personales, más sus deberes cívicos y morales; porque, si no lo hace, se arriesga a perder la ciudadanía, ¡y hasta la cabeza!...” Indicó que, para el gobernante, el concepto “Pueblo” es sin duda “aún más Usó los medios de comunicación para educar y preparar al pueblo, no sólo para importante”. que aceptara, con mínima rebeldía y protesta, los grandes cambios que transformarían la sociedad; también implementó una serie de medidas —especialmente en el sistema judicial y político—, que facilitaría cambios radicales en la vida de todos los dominicanos. Propuso convencer, informar y hacer “Al pueblo lo constituimos todos los ciucomprender dicha transformación con una campaña informativa sin precedente en la dadanos, tanto el ‘pobre y humilde’ como el ‘rico y pudiente’. Es al Pueblo a ‘quien’ historia de República Dominicana. Por radio, televisión e Internet; en debemos rendirle ‘cuenta’ los que goberperiódicos y revistas; con volantes y le- namos; sin el Pueblo, no tendríamos Estado treros, memorandos y folletos; en escuelas, ni Gobierno…” “Recordemos”, explicó, “que el Gocomercios y clubes sociales; fábricas, fincas, playas, hoteles, bares y hogares —día bierno básicamente consiste de los empleay noche, día tras día, durante casi un año, y dos públicos (incluyendo al Presidente de la a un costo de aproximadamente $2,5 mil República); cosa que estos, y el resto de la millones de pesos—, transmitió un simple, ciudadanía, evidentemente parece que han olvidado”. pero poderoso, mensaje… UTOPÍA DOMINICANA

“Además, recordemos que los funcionarios del Gobierno son personas a quienes se les paga para servir al Pueblo, para desempeñar determinadas funciones, no para que se apoderen de las riendas del Gobierno periódicamente, ni para que las utilicen para enriquecerse con los bienes que justamente pertenecen al Pueblo...”

Así mismo el Estado, subrayó, “en su esencia no es nada más que una abstracción con ‘tentáculos tangibles’, cuya principal función es garantizar y proteger la propiedad del Pueblo”.

Luego inició programas importantes para la participación ciudadana, como la instalación de un sistema computarizado —similar al que, durante años, tuvo la ciudad de Nueva York (antes de que los terroristas musulmanes la destruyeran)—, que permitía a cualquier ciudadano enterarse directamente de cómo funcionaban las diferentes agencias gubernamentales, y de activar las facilidades que ofrecían para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. (Por medio de dicho sistema, cualquier ciudadano, con sólo marcar el “666”, podía obtener mejor servicio del Gobierno; al reportar, por ejemplo, un problema: desde un hoyo en la calle hasta el abuso de poder por algún funcionario en el Palacio Nacional. En menos de 24 horas tendría los recursos necesarios para solucionarlo.)


Capítulo 11.

EL SISTEMA JUDICIAL, LA CORRUPCIÓN Y EL ABUSO DE PODER

“EL SISTEMA JUDICIAL, LA CORRUPCIÓN Y EL ABUSO DE PODER; la mediocridad, el nepotismo, la ‘camaradería’, el ‘compadrazgo’... ¡da vergüenza articular esas frases en una misma oración!” dijo El Líder, al inaugurar el Palacio de los Ajusticiamientos, en el nuevo Distrito Nacional, Santiago de los Caballeros. “Pero, tal ha sido nuestra ‘realidad judicial’, por décadas”, agregó, “que hoy día tanto el escrúpulo personal como la ética profesional, y el amor patrio, nos obligan a pronunciar esas y otras palabras incongruentes, en un mismo aliento”. “No podemos negar que la corrupción, impide el funcionamiento adecuado de una de las más importantes instituciones de esta, o cualquier otra, sociedad; no podemos ignorar ese ‘cáncer social’, el abuso de poder, que heredamos de los españoles, franceses y estadounidenses; no podemos obviar ese ‘tumor maligno’, la mediocridad, que por desgracia cultivamos desde que Cristóbal Colón llegó al terroncito que hoy llamamos República Dominicana… “Evidentemente, al pueblo dominicano le ha tocado más de esa desgracia que a todos los otros pueblos latinoamericanos, combinados. Lástima que hayamos empeorado la situación con nuestro propio híbrido de vicios, crímenes y pecados… Pero, todo eso pronto cambiará”, agregó. “Ya hemos empezado a remediar la situación”, dijo. “Extirparemos la corrupción, el abuso de poder, el nepotismo y la mediocridad en el sistema judicial, al mismo tiempo que ‘curamos’ tales ‘males’ como el narcotráfico, la delincuencia y el crimen organizado”, concluyó. (Pronto se iniciaría El Ajusticiamiento.) Entre los cientos de miles de ejecutados durante El Ajusticiamiento, estarían docenas de jueces, fiscales y funcionarios del Gobierno, que —junto a miles de ejecutivos de empresas nacionales e internacionales, y dirigentes de organizaciones “filantrópicas”—, por años abusaron de sus cargos y posiciones para enriquecerse. Al mes de asumir el poder, El Líder revisó cientos de leyes y miles de dictámenes, que por décadas habían “acumulado polvo” en tomos jurídicos —con atención especial a la ley de bienes raíces, o propiedad privada— , la cual, “como una niña de tres años”, enfatizó, “había sido violada por ladrones con título de abogado”.

“Ya no podrá ningún funcionario del Gobierno prácticamente obsequiar contratas multimillonarias con agencias gubernamentales —o sea, para supuestamente realizar obras financiadas con fondos del Estado— a ‘representantes’ de compañías extranjeras, con impunidad. Pues, tendremos los mecanismos adecuados para detectar el soborno, y la voluntad necesaria para ejecutar a los culpables”.

“Ya jamás podrá ningún abogadito”, dijo El Líder, en otra ocasión, en San Cristóbal, “mejor dicho: mientras yo mande, ningún ‘banquero’ o ladrón encorbatado —ni general, sacerdote, médico o ejecutivo de ‘sociedad anó-nima’—, se ‘apoderará’ de la propiedad de nadie, o del patrimonio nacional, con impunidad; ni podrá ningún diputado, coronel o simple ‘avivato’, robarle la tierrita’ a un ciudadano, porque supuestamente tiene en su posesión ‘los “Y, que ni se le ocurra a un ‘abogado’, papeles correspondientes’; o sea, porque ‘relacionador público’ o ‘periodista’ barato cuenta con el respaldo de funcionarios y —de los tantos que andan por ahí, en los jueces corruptos, dispuestos a ‘desaparecer’ pasillos de los tribunales y del Palacio cualquier título. Nacional—, defender a un narcotraficante o corrupto en el Gobierno”, agregó, “porque también será ejecutado”. “Tradicionalmente, en los países ‘civilizados’”, continuó, “el sistema judicial ha sido el mecanismo ideal para implementar la ley y administrar justicia… “Pero, en este país, lamentablemente, las cosas nunca han sido así; en República Dominicana por más de 150 años el sistema judicial ha existido principalmente para mantener el estatus quo; mejor dicho: no para imponer la ley equitativamente —ni “Tampoco podrá ningún despiadado con para proteger los derechos de personas dinero —o con ‘enllaves’ en el poder ejecuinocentes—, sino para defender los interetivo, legislativo o judicial—, por ejemplo, ses de una clase adinerada y criminal; lo aplastar con su ‘yipeta’, camioneta, camión cual también está a punto de cambiar”, o carro a un peatón (hombre, mujer, niño o concluyó. viejo), sin preocupación alguna, porque Se aceleró el proceso judicial: en adesabe que podrá ‘limpiarse’ con ‘un buen selante, toda persona acusada de un delito guro’ o cuantiosa cantidad de dinero en sería juzgada, sentenciada y castigada (o efectivo. liberada) en menos de 72 horas. Las penalidades, aunque “dracónicas”, serían sumamente limitadas; sólo había dos: en casos capitales se aplicaría la pena de muerte; en casos menos severos se mutilarían las extremidades. Ya nadie iría a la cárcel; ni jamás se impondría multa. Entre las infracciones y crímenes sancionados con la pena de muerte estarían: la traición a la Patria; el asesinato premeditado; el espionaje; el abuso de poder, de cualquier tipo; el sabotaje a bienes del “Ni podrá ningún ‘viejo verde’ —o ‘hijo Estado o de empresa privada; la extorsión; de papi y mami’, ricachón, funcionario del la violación sexual; el abuso de menores; el Gobierno, abogado, productor de televisión fraude; más el tráfico, la venta y el consumo o ejecutivo de empresa privada— violar de cualquier droga ilícita. sexualmente a su sirvienta o empleada, o Recibiría un castigo menos severo (sólo abusar de una campesina, haitiana o menor se le cortaría una extremidad) quien cometía de edad cualquiera, porque sabe que alguna crímenes tales como: el contrabando, el enley, costumbre o ‘tradición’ arcaica lo gaño o la estafa, la falsificación de docuprotege”. UTOPÍA DOMINICANA

mentos, la participación en juego por dinero, la prostitución y la venta o consumo de alcohol y cigarrillos. Al convicto de este tipo de infracción sólo se le amputaría una mano, un ojo, un pie, un seno, la lengua o una nalga.

(Al que robaba, la primera vez se le amputaría una mano; la segunda vez se le amputaría la otra mano, más ambos pies y un ojo; la tercera vez, se le ejecutaría.) El número de abogados en el país se reduciría a 800, en total. (“En República Dominicana”, observó El Líder, “hay más abogados que ratas en la ciudad de Nueva York”); o sea, que ahora sólo estaría autorizada a ejercer la abogacía: una persona por cada 10.000 habitantes, ya que la población del país en aquel entonces no superaba 8.000.000; y la mayoría de los abogados se dedicaría a explicar cuáles serían las consecuencias para quienes violaban las leyes, no a “defender” a nadie. (Sólo se le concedería licencia para ejercer como abogado al estudiante de leyes que obtuviera las notas más altas, en un examen anual suministrado a nivel nacional por la Secretaría de Justicia.) En el nuevo sistema judicial —como en el tradicional—, al acusado se le consideraba “inocente”, hasta que se probara lo contrario… Sólo que, ahora, si los jueces (todos Centuriones de la Patria, incorruptibles) fallaban contra el acusado —en otras palabras, si determinaban que, de hecho, éste era “culpable”—, tanto él como su abogado defensor y los testigos a favor, serían ejecutados o mutilados, sin compasión. O, viceversa, si los Centuriones fallaban a su favor, entonces quienes recibirían ese castigo serían: el acusante, más el fiscal y los testigos correspondientes. Por lo que, en la nueva República Dominicana, la gente —tanto los “civiles” como los funcionarios del Gobierno—, sopesaba las cosas muy bien, antes de ‘hacer una querella”, o acusar a alguien de haber cometido un delito y comparecer ante un tribunal como abogado defensor, testigo o “experto”. Bajo esas condiciones se haría justicia — se procesaría la acusación, se juzgaría el caso y se ajusticiaría— en menos de 72 horas, en la nueva República Dominicana… Otra “curiosidad” del nuevo sistema judicial: Los padres serían responsables del comportamiento de sus hijos menores de 18 años; hasta tal punto que, si un joven, por ejemplo, cometía un crimen cuyo castigo era la mutilación de una pierna o una mano, los padres recibirían el mismo castigo, lo cual era más que suficiente “motivación” para corregir a los hijos, en casa, antes de que se convirtieran en delincuentes. 13


Capítulo 12.

LOS PARTIDOS POLÍTICOS, LA JUNTA CENTRAL ELECTORAL Y LA LIGA MUNICIPAL DOMINICANA

“LOS

JUNTA CENELECTORAL Y LA LIGA MUNICIPAL DOMINICANA”, dijo El Líder, antes de eliminar dichas entidades, “constituyen una mafia legalizada, con la cual varias generaciones de bandidos, ladrones y oportunistas han logrado ultrajar la Patria y desfalcar al pueblo”. “Pero, como el mundo entero ya sabrá, a este pueblo ha llegado un nuevo ‘sheriff’; y, puedo asegurarles, señores, que este ‘alguacil de policía’ que ustedes ven aquí no tolera ‘mafia’ de ningún tipo. TRAL

PARTIDOS POLÍTICOS, LA

Capítulo 13.

Dichas instituciones serían reestructuradas de la siguiente manera: La Agencia LA POLICÍA NACIONAL Y de Seguridad Ciudadana, la cual habría LAS FUERZAS ARMADAS reemplazado a la Policía Nacional, retendría 250.000 agentes y la encabezaría un “Comisionado”; el Departamento de Defensa Territorial, el cual habría reemplazado la Guardia Nacional, retendría 400.000 soldados y lo administraría una “Secretaría”; la Línea de Protección Aérea, la cual habría reemplazado la Fuerza Aérea, retendría 200.000 efectivos y 547 aviones supersónicos armados con misiles tecnológicamente avanzados, y la pilotearía un “Gerente”; y LA POLICÍA NACIONAL Y LAS FUERZAS la “Naval”, la cual habría sustituído la Marina de Guerra, retendría 50.000 “costeros” Anteriormente a los policías, guardias, ARMADAS dominicanas, establecidas por El y la guiaría un“Naviero”. marinos, etc. “se los estaba llevando el Coloso del Norte, a comienzos del siglo XX, Diablo”, debido al mísero salario que recibían, por lo que muchos se veían “obligados” a ser sobornados. Por lo que, tan pronto El Líder destituyó a los viejos oficiales, instituyó una nueva fuerza de seguridad nacional, a cuyos miembros pagaría un salario conmensurable con el de los antiguos directores de escuela, abogados y médicos. (También aumentaría sustancialmente el salario de éstos, “para que no vuelvan a caer en la tentación de usando a Trujillo como instrumento, para ‘hacer dinero’ a costa de la ciudadanía”, dijo proteger sus intereses en la “Cuenca del El Líder.) Caribe”, por décadas han sido refugio y cenYa en República Dominicana no habría tro de recreo de sádicos, “matuteros” y desesperados, quienes —aún no se dieran generales, ni coroneles, ni mayores, ni capicuenta—, servirían a las familias adineradas tanes, ni almirantes, ni contraalmirantes. del país, para acaparar aún más riqueza, y Eso pasó a la historia. El Líder habría rechazado los títulos tradide “perros de ataque” para megalomaníacionales para oficiales con rango superior al cos, “doctores” y políticos inescrupulosos. Estos organismos serían dirigidos ahora por de teniente, “para jamás tener que pronunCenturiones de la Patria, estrictamente para ciarlos”, dijo, “ni tener que recordar los mantener la paz y garantizar la seguridad tiempos aque-llos, cuando en este país cualquier ‘juandelospalotes’ con rango de del pueblo. oficial, y a veces con sólo vestir uniforme de policía o militar, hacía lo que le daba la gana”.

“Esos ‘organismos del sistema democrático’ pronto serán extirpados de la sociedad dominicana, y sus ‘agentes’ recibirán el castigo que merecen”, dijo El Líder. “Sabrán que no voy a ‘cultivar terreno donde existe hierba mala’”, dijo en otra ocasión. “Ni usaré ‘piezas intercambiables’ de un mecanismo nefasto, diseñado —única y exclusivamente—, para enriquecer y mantener en el poder a un grupito de ladrones encorbatados”. “Además”, concluyó diciendo —tres días antes de mandar a “cerrar las puertas” de los partidos políticos en todo el país—, “tengo un mensaje para los cientos de miles de adulones que, increíblemente, todavía rinden tributo a los ‘caudillos’ de finales del siglo XX: “¡Señores, desmonten los altares! ¡OlvíEl país contaría con 950.000 efectivos dense de esos difuntos —Bosch, Peña Gómez, Balaguer et al—, que ellos ya no los militares, todos ciudadanos “comunes y corpueden ayudar; y no sólo porque están rientes” reclutados bajo el servicio militar obligatorio; más 50.000 Centuriones de la muertos!” Patria, a quienes dirigiría personalmente El Líder. (O sea, que República Dominicana, en aquel entonces con una población de aproximadamente 8.000.000, por cada 32 habitantes, tendría un efectivo militar activo: más que suficiente para defender el territorio nacional.) Se acabaron los “líos”, antes, durante y después de las elecciones en la Junta Central Electoral; cesó el “déficit” perenne de la Liga Municipal Dominicana; y desapareció el “caos organizado” conocido por las siglas PRD, PLD y PRSC. Jamás volverían esos “organismos” a contaminar la sociedad dominicana. Punto, coma y final de este capítulo.

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Los nuevos organismos de seguridad nacional —nutridos por el servicio militar obligatorio, en el cual servirían todos los dominicanos (no sólo los pobres, sino también los ricos) entre los 17 y 57 años de edad, durante un período de por lo menos tres meses al año, bajo la supervisión de los Centuriones de la Patria—, cumplirían cabalmente con sus misiones.

Las instituciones castrenses serían totalmente “profesionalizadas”; entiéndase, que ahora sus miembros serían profesionales, en el sentido tradicional —o sea: médicos, ingenieros, maestros, enfermeras, abogados, etcétera—, y seguirían las directrices de la integridad personal. (“La ‘profesionalización’ de la policía y las fuerzas armadas” ya no sería un simulacro, como aquel que, en años anteriores, “implementaran” los gobiernos reformistas, perredeístas y peledeístas.) Durante el largo período de transición que experimentaron los organismos de seguridad nacional, El Coloso del Norte y China (la otra “Superpotencia” de aquel entonces), en varias ocasiones tratarían de imponer su voluntad en República Dominicana (por medio de sabotajes, y hasta con atentados contra El Líder), invocando la Doctrina de Ya no serían instrumentos de represión, Monroe (El Coloso) y otras boberías sino ejemplares de la integridad y eficien- (China), inventadas para “legalmente” viocia institucional. Mantendrían el órden lar la soberanía de los países latinoameripúblico, protegerían los bienes de la ciu- canos, en general, y de República dadanía y defenderían la soberanía nacional, Dominicana, en particular; pero El Líder como nunca antes. jamás lo permitiría.

UTOPÍA DOMINICANA


Capítulo 14.

LOS LEGISLADORES, FUNCIONARIOS Y OTROS EMPLEADOS PÚBLICOS

“LOS LEGISLADORES, FUNCIONARIOS Y OTROS EMPLEADOS PÚBLICOS, hasta ahora”, dijo El Líder, “han ‘ordeñado’ al pueblo dominicano como si fuera ‘una vaca sin dueño’; pero, esos charlatanes pronto aprenderán a respetar la integridad de la patria y la voluntad del pueblo…” “En adelante”, agregó, “cualquier empleado público que abuse de su posición, será sumariamente ejecutado”. De vez en cuando, se descubría algún funcionario charlatán, ejecutivo de “dos caras” o empleado público ladrón; pero, ya que todo el corrupto sería ejecutado, en el Gobierno pronto sólo quedarían mujeres y hombres honestos y trabajadores. Serían muy pocos los que abusaran del poder y sucumbieran a la “tentación” del “macuteo” tradicional dominicano. “Nuestros empleados públicos y privados se han acostumbrado a operar bajo un sistema totalmente ineficiente, y que premia la corrupción; lo cual ha impedido el progreso y promovido la deslealtad”, dijo El Líder. Ahora de ellos se exigiría: eficiencia, estricta puntualidad y calidad de trabajo; y recibirían entrenamiento continuo, mejores salarios e importantes beneficios laborales (incluyendo el seguro médico más completo del continente). Con el Decreto No. 13, todo ciudadano dominicano mayor de 18 años tendría que trabajar por lo menos 30 días al año, limpiando parques, talando bosques, llenando hoyos de calles y carreteras, etcétera, bajo la supervisión de Centuriones de la Patria; “y no por ninguna ideología ‘comunista’”, señaló El Líder, “sino por el Bien Común”. Tal era la fuerza propulsora del nuevo gobierno dominicano; sólo que ahora, detrás de ese “filo de espada”, había toda una filosofía de “la cosa pública”…

Por primera vez en la historia de Occidente, la administración de un país seguiría los principios del antiguo sabio chino Confucio, según quien, el gobernante ideal guiaría a su pueblo o súbitos hacia la paz, la prosperidad y la gloria, con el simple ejemplo de su buena conducta. El Líder aplicaba la visión confuciana, la cual valoraba sobre todo: la verdad, la honestidad (la esencia de la integridad personal), el estudio (de la sociedad y la naturaleza) y la nobleza; salvo que, cuando era necesario —si, por ejemplo, algún funcionario o empleado público, en vez de servir al pueblo con integridad y profesionalidad, abusaba de su posición (por charlatán, ladrón o mediocre)—, le cortaba la cabeza. En adelante, también implementaría un sistema de selección que utilizaba pruebas y exámenes sumamente rigurosos para identificar conocimientos, habilidades y destrezas, además de una revisión total del carácter y comportamiento, público y privado, de cada candidato, antes de llenar cualquier cargo en el Gobierno. (De igual manera, por lo menos dos veces al año se harían revisiones para determinar la capacidad mental y física de cada empleado que deseaba continuar desenvolviendo su posición.) Ya no sería necesario “resolver” con los legisladores; pues, el mismo día que El Líder “disolvió” la Cámara de Diputados y el Senado, también “rompió” todas las “botellas” engavetadas por años en el Gobierno, y empezó a ajusticiar a los miles de traidores y delincuentes que, por décadas, habían impedido la seguridad, la paz y el progreso del país. El nuevo sistema de reclutamiento y retención garantizaría la integridad y profesionalidad en todas las empresas gubernamentales e impediría que el país cayera, una vez más, en mano de mediocre, corrupto y abusador. Ahora el Gobierno tendría sólo tres grados o niveles de empleomanía: el ministerial, que ocuparían los Centuriones de la Patria; el gerencial, que desempeñarían los expertos; y el burocrático, que cubrirían los especialistas o veteranos. Además, para inspirar confianza, motivar y evitar la tentación del “macuteo”, los empleados públicos recibirían salarios a la par con, o superiores a, los que entonces recibían empleados de empresas privadas en los “países desarrollados”. Por primera vez en más de 150 años de “independencia”, la administración pública de República Dominicana se distinguiría mundialmente por su eficiencia, profesionalidad y alto grado productivo y servicial.

Capítulo 15. LOS CONSULADOS Y LAS EMBAJADAS

Los consulados tendrían una regla inviolable: a la persona que compareciera con algún asunto relacionado al consulado, se le resolvería rápidamente: se le renovaba o expedía un pasaporte, certificaba un poder, etcétera, en menos de tres horas; y, de no ser así, el servicio sería gratis. “Se acabó el ‘figureo’ y el ‘compadrazgo’ en las embajadas; se acabó el ‘macuteo’ en los consulados; se acabaron todas las ‘exoneraciones’ (particularmente las de los partidos políticos); más, se acabó el contrabando y el tráfico ilícito —especialmente de droga— a través de los aeropuertos, los muelles y la frontera”, dijo El Líder. Dichos organismos cumplirían cabalmente con su mandato, aseguró: servirían al pueblo, no para enriquecer o engrandecer a nadie, ni para “llenar” miles de “botellas” políticas. Serían dirigidos por Centuriones de la Patria, y su personal consistiría de pro“LOS CONSULADOS Y LAS EMBAJADAS do- fesionales sin ninguna afiliación política. La principal función de las embajadas minicanas,” dijo El Líder, “hasta ahora, han sería verdaderamente representar los interesido ‘botellas’ para inflar los egos y llenar los bolsillos de amigos personales y allega- ses de República Dominicana en el dos del presidente de la República y otros exterior. ‘jerarcas’ de los partidos políticos”. “Con rara excepción, nuestros dirigentes ‘diplomáticos’ a nivel consular”, agregó, “en vez de servir estrictamente al pueblo y defender los intereses del país en el exterior, en vez de sólo brindar servicio a nuestros ciudadanos y los extranjeros que desean visitar o negociar en nuestro país, han usado sus puestos para enriquecerse. “Pero eso ya se acabó. En adelante, las embajadas y consulados dominicanos no serán ‘botellas’ ni ‘macutos’ de nadie”. Con el Decreto No. 14, quedaron despedidos todos los empleados diplomáticos de gobiernos anteriores. Serían inmediatamente reevaluados; y, sólo aquellos que mostraran competencia profesional, volLa de los consulados sería verdaderaverían a sus empleos, bajo la supervisión de Centuriones de la Patria, quienes en ade- mente servir a los dominicanos en otros lante ocuparían las posiciones de emba- países, principalmente emitiendo y actualizando documentos para criollos, más facilijadores y cónsules. A partir de entonces, las embajadas y con- tando trámites para extranjeros que sulados serían lo que siempre debieron deseaban visitar o negociar con República haber sido: estaciones de asistencia y Dominicana. El Estado dominicano ya no alquilaría los orientación para los dominicanos en el exlocales donde se ubicaban las embajadas y terior, y “ventanales” a través de los cuales podría cualquier extranjero “ver” a consulados, sino que compraría los edificios. (Pues, “si otros países son propietaRepública Dominicana. La Cancillería tendría requisitos muy es- rios, en vez de inquilinos”, dijo El Líder, trictos con respecto a las personas que po- “¿por qué no República Dominicana?”) Se haría una auditoría independiente drían salir del país; por ejemplo, no anualmente para determinar exactamente permitiría salir a nadie sin primero haber obtenido un título universitario y estable- cuáles serían los ingresos y egresos de cada cido una familia (más no podría salir la per- consulado. (Ahora sería imposible “jugar sona que tuviera hijos menores de 14 años). con los numeritos” o hacer un simulacro de Además, si la persona deseaba pasar más cumplimiento.) Siempre habría una correlación directa, y de un año fuera del país, tendría que obtener real, entre las tarifas y los gastos de cada una matricula aprobada por alguna universidad o colegio donde esperaba residir en el oficina gubernamental. (Ningún funcionario exterior. Y, si al año de salir de República podría “ocultar” o robar dinero mientras deDominicana no regresaba, a ninguno de sus sempeñaba sus funciones.) Así, por ejemplo, cuando se informaba: familiares jamás se le permitiría salir del “la tarifa por un pasaporte es $30 pesos”, era país. porque los gastos (administrativos, etc.) incurridos para emitir ese pasaporte verdaderamente sumaban $30 pesos; y ni un centavo quedaría en el bolsillo del cónsul de turno, ni de los vicecónsules, “botellas” o “chupasangre” políticos del consulado.

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Capítulo 16.

LAS ADUANAS, LOS MUELLES Y LOS AEROPUERTOS

“LAS ADUANAS, LOS MUELLES Y LOS AEROPUERTOS de República Dominicana”, dijo El Líder, “en tiempos pasados, en vez de ser simples puntos de entrada y salida al territorio nacional, eran, además, centros de actividades ilícitas, contrabando y ‘macuteo’, controlados por un cartel, o federación de mafiosos, que se extendían desde el Aeropuerto Internacional de las Américas hasta la orilla del Río Haina y los portales del

Aeropuerto Internacional Cibao; desde la frontera con Haití, en Dajabón y Jimaní, hasta los despachos de ejecutivos de diversas compañías nacionales e internacionales y las mansiones de algunas de las familias más ‘respetables’ del país”, en Santo Domingo, Puerto Plata, Santiago y la Romana; desde un simple cuartel en la frontera hasta el despacho de un oficial de las fuerzas armadas, diputado, juez o funcionario, en la Capital”.

Con el Decreto No. 15, quedarían despedidos los empleados de las aduanas, muelles y aeropuertos. En adelante, dichos establecimientos serían administrados por Centuriones de la Patria. Serían lo que siempre debieron haber sido: lugares donde el Estado controlaría la entrada y salida de personas y productos lícitos al país. Y así fue cómo, por fin, cesó el contrabando; cómo, por fin, se puso órden al “entrar y salir” de República Dominicana; cómo, por fin, pudo el Estado recaudar las divisas multimillonarias que anualmente se “embolsillaban” los mafiosos.

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Capítulo 17.

LA “INDUSTRIA” DEL TURISMO Y LA PROSTITUCIÓN

“¡TODO ESO, Y MÁS, LO HAN VENDIDO ESOS BANDIDOS!” “Me refiero a los ladrones encorbatados, que hasta recientemente encabezaron el PRSC, PRD y PLD, quienes, en los últimos 45 años, no se conformaron con prácticamente regalar el patrimonio nacional (incluyendo las más importantes minas de oro, níquel y baucita), sino que, como dirían los chilenos: ‘¡también se quedaron con toda la plata!’...”

“LA ‘INDUSTRIA’ DEL TURISMO Y LA PROSTITUCIÓN, más sus derivados —la pornografía, el abuso de menores y la explotación de trabajadores—, han hecho un daño enorme al pueblo dominicano”, dijo El Líder. “Pero quizás el peor resultado de esta ‘industria’ sea”, agregó, “la venta de nuestros bienes nacionales a ciertos ‘intereses’ extranjeros, y la contaminación ambiental —el desastre natural—, que han causado los famosos ‘resorts’ y hoteles de lujo, donde anualmente gozaban millones de turistas”.

“Cuando digo ‘prostitución’”, prosiguió, “no sólo me refiero a lo que, según el diccionario, significa ‘prostitución’, en el sentido estricto de la palabra: ‘Actividad a la que se dedica quien mantiene relaciones sexuales con otras personas, a cambio de dinero’, sino también a lo que, en el sentido general, quiere decir la palabra ‘prostituir’: ‘Deshonrar, vender su empleo, autoridad, etc., abusando bajamente de ella por interés o por adulación’; o sea, lo que siempre han hecho los ‘funcionarios’ del Gobierno en este país”. “Los promotores del turismo señalan lo obvio, que dicha ‘industria’ genera ‘grandes divisas y empleos’ en República Domini“Todos los gobiernos dominicanos, sin cana. Sí, como también genera ‘grandes diexcepción —desde la primera adminisvisas y empleos’ la prostitución en éste y en tración de Joaquín Balaguer, en la década de cualquier otro país”. 1970, a la más reciente administración de Leonel Fernández, en la década del 2000: han vendido los bienes nacionales, sin importarles las consecuencias —incluyendo el mundialmente famoso ‘anillo de arena blanca y agua cristalina’, las playas que se extienden desde Monte Cristi a Puerto Plata y Samaná, desde Santo Domingo a la Romana y Barahona—, a compañías “Lo que ellos no dicen es, que ninguna españolas, italianas, canadienses y estacantidad de dinero, ni número de empleos, dounidenses, ¡hasta los marcianos, si justifica la explotación de miles y miles de existieran y pagaran!… las playas más niños, mujeres y hombres dominicanos por extranjeros degenerados”. “Debo informar a los millones de canadienses, italianos, españoles, alemanes y nacionales de otros países, que vienen aquí anualmente ‘a disfrutar del agradable clima y la belleza panorámica de Quisqueya’ — pero que terminan abusando de nuestras mujeres, niños y hombres, a veces con la bellas, los lugares panorámicos ‘siniguales’, vergonzosa complicidad de dominicanos— en suma, lo más extraordinario que tenemos que ya en República Dominicana no se tolelos dominicanos, la única y verdadera rará el llamado ‘turismo sexual’”, agregó. riqueza, aparte de lo humano, que indis“Definitivamente, estamos orgullosos de cutiblemente tiene este país: la belleza natula belleza natural y humana de nuestro país; ral de estas ‘tres cuartas partes de isla”, que y, con mucho gusto, la seguiremos comparocupamos en el Caribe…” tiendo con cualquiera que la respete. Pero, no por eso vamos a seguir prostituyendo, no sólo nuestras mujeres, hombres y niños, sino también nuestros bienes naturales. “A partir de hoy, seremos los dominicanos quienes principalmente disfrutaremos del clima y la naturaleza de este país. Seremos nosotros, quienes utilizaremos las excelentes condiciones infraestructurales y ventajas comerciales que, hasta ahora, los UTOPÍA DOMINICANA

ladrones encorbatados en el Gobierno dominicano han ofrecido prácticamente gratis a millones de extranjeros en los “resorts” de República Dominicana”. Y así fue como, con el Decreto No. 16, por fin pasaron todas las playas y lujosos hoteles y “resorts” de República Dominicana…a mano del Estado, para el deleite de TODOS los dominicanos. “En adelante”, informó El Líder, “sólo permitiremos extranjeros en República Dominicana bajo las siguientes condiciones: la persona visitará el país no más de una vez por vida, y por no más de tres días; no obtendrá propiedad de ningún tipo en el país; entrará literalmente desnudo (tendría que comprar con qué vestirse en el aeropuerto), con no más de 1.000 pesos y su boleto de regreso en el ‘bolsillo’”. A la semana, ordenaría que pusieran el siguiente letrero en todos los aero-puertos y muelles. ¡Bienvenido a República Dominicana! Deseamos que usted y los suyos disfruten mucho en nuestro país. Estamos orgullosos de la belleza natural y humana de nuestra tierra, la cual esperamos pueda apreciar y disfrutar plenamente. Pero, le advertimos: ¡evite violar nuestras leyes! Pues, aquí no toleramos ningún tipo de criminalidad o inmoralidad, y las penalidades por cualquier violación son severas. Podría costarle caro, ¡desde un dedo, hasta la cabeza! Por favor, note que en República Dominicana se prohíbe terminantemente el consumo, la venta y el tráfico de ciertas drogas (cocaína, heroína, marihuana, “extasy”, etcétera). Al extranjero convicto de este delito, se le dará una tremenda paliza e impondrá una multa de por lo menos 50.000 pesos (1 peso equivale a 1 dólar estadounidense); luego se le expulsará del país, sin ninguna consideración. Sepa, además, que la prostitución (la venta o compra del acto sexual), que evidentemente atrae a tantos turistas y ‘negociantes’ extranjeros a ciertos países, en República Dominicana es un crimen sumamente serio. Tome en cuenta que el abuso sexual de menores y la violación sexual en general, en este país, implica la pena de muerte, ya sea el convicto dominicano o de otra nacionalidad. Recuerde, que en este país también está estrictamente prohibido todo tipo de juego, el soborno y la pornografía. Promovemos un turismo para toda la familia. Por lo tanto, le recomendamos que lea cuidadosamente el folleto titulado Bienvenido a República Dominicana, que debió haber obtenido antes de pisar territorio dominicano. En él se detallan las principales prohibiciones en el país. Si no tiene un ejemplar, pídalo urgentemente a cualquier oficial de inmigración, aduana o policía, pues le sería muy útil. Hasta le podría salvar la vida. Muchas gracias, y ¡que tenga un feliz viaje!


Capítulo 18.

EL RON, LA CERVEZA Y LA LOTERÍA

“EL RON, LA CERVEZA Y LA LOTERÍA son síntomas de algunos (aunque, no los peores) vicios por lo que damos ‘gracias’ a los españoles”, dijo El Líder. “De ellos también heredamos: el alcoholismo y el jugar compulsivamente; además de la adicción al sexo y la bendita política; la envidia, la corrupción, el abuso de poder; la mediocridad, el ‘bochincheo’ (o peor aún, el ‘qué dirán’) y la haraganería; a lo que nosotros sumamos: la adicción a todo tipo de droga destructiva. “Lo irónico es que, en los últimos años, sean los españoles quienes principalmente importan esas drogas, de República Dominicana”, agregó. Con el Decreto No. 17, El Líder prohibió la bebida alcohólica, más todo tipo de droga; y ordenó que inmediatamente se cerraran los bares, clubes y otros establecimientos de esa índole; lo cual tuvo muchas “repercusiones cuantificables”; entre otras: se acabó el relajo de conducir “borracho”, y se redujo el número de personas que morían anualmente a causa de las “parrandas” y “bebederas”, de miles a cero. Más ordenó que, si por casualidad aparecía algún conductor embriagado, se le revocara la licencia permanentemente. Y si la misma persona, de alguna manera, se la “ingeniaba” para conseguir una bebida ilegalmente, se le cortaba un pie. Si volvía a conducir sin licencia, se le cortaba el otro pie, la mano izquierda y la lengua. (Fueron muchos los —“riquitos”, “tutunpotes”, “licenciados”, “doctores”, “hijos de mami y papi”…y “chulos”—, que quedaron “mancos” y sin lengua, por haber violado esta ley.) Quedaría estrictamente prohibido apostar dinero en todo tipo de juego, incluyendo: “rifas”, “poker”, pelea de gallos, pelota, etc.

Capítulo 19.

LAS DROGAS Y LOS CIGARRILLOS

Capítulo 20.

EL MEDIO AMBIENTE Y EL BANDIDAJE

“EL MEDIO AMBIENTE Y EL BANDIDAJE — mejor dicho, la contaminación del agua y el aire, la deforestación, en general, la explotación de los bienes naturales— por bandidos, irresponsables y desconsiderados, a quienes no les importa en absoluto las consecuencias negativas de sus actos: el daño que hacen a cosas indispensables “LAS DROGAS Y LOS CIGARRILLOS han sido (como el agua y el aire) para la vida humana factores predominantes en la decadencia social y la alta tasa de mortalidad de los dominicanos, en los últimos años”, dijo El Líder. “Por lo tanto, con el Decreto No. 18, queda terminantemente prohibido el consumo, la venta y el tráfico de dichas sustany la de otros seres vivientes, siempre han cias tóxicas”. Para asegurar el cumplimiento con la estado íntimamente vinculados con los nueva ley, se harían pruebas al azar, que intereses económicos de avariciosos e determinarían si una persona había con- inescrupulosos, beneficiados por el ‘macusumido cualquier tipo de droga ilícita teo’, el abuso de poder y la corrupción”. “Pero eso ya aquí se acabó”, dijo recientemente. La primera vez que violara esta ley, se le El Líder. “Tendremos las leyes más estrictas cortaría la lengua; la segunda, se le cortaría del planeta respecto al medio ambiente. Ya una mano y un pie; la tercera, se le no toleraremos las barbaridades que por siglos han destruido nuestra flora y fauna”. ejecutaría. Decretó que, a partir de entonces, todo río, lago, montaña y bosque en territorio dominicano sería considerado “patrimonio nacional”; y, que quien violara la integridad de “dichos fenómenos de la naturaleza”, o que matara un “animal protegido” (las cotorras, “barrancolíes”, “zumbadores”, etc.), sería sumariamente ejecutado. Estableció un “cordón verde” de cuatro kilómetros de ancho, alrededor del territorio nacional; un área “inviolable”, donde no se permitiría fabricar nada.

Al que se agarraba vendiendo, traficando o consumiendo droga, alcohol o cigarrillo —no importaba la clase o cantidad —, se le ejecutaría, a vece por el camino, antes de llegar al “Escenario” del verdugo “Lelé”, en el Malecón. El resultado de todo esto fue, que en República Dominicana se redujo considerablemente el número de personas que morían Cesaría la Lotería Nacional y desapare- de cáncer de los pulmones, infartos y cerían tales juegos y establecimientos como enfermedades relacionadas. Además, se “La Caraquita”, “el Loto”, los hipódromos, redujo dramáticamente el número de las galleras y los casinos. crímenes relacionados con las drogas.

“Ya no permitiremos que ninguna empresa, hotel o ‘ricachón’ contamine nuestros ríos, playas y aire; ni que ningún bandido, por conseguir ‘unos pesitos’, acabe con nuestros bosques o destruya la tierra arable de este país, con impunidad”. Ya jamás podría ningún empresario o magnate “meterse en el bolsillo” a un Secretario de Bienes Nacionales, legislador o funcionario corrupto, que se hiciera de la “vista gorda” al cometerse cualquier violación de ley relacionada con el medio ambiente.

“Se acabaron las ‘exoneraciones’ para importadores de vehículos (sin principios pero ‘bien enllavados’ con funcionarios del Gobierno), cuya ‘especialidad’ era la venta de las infames ‘yipetas’ y otros vehículos sin control de emisión, a lo que evidentemente estaban adictos los dominicanos”. Ya no se permitiría, por ejemplo, que las fábricas, hoteles, hospitales y clínicas arrojaran aguas contaminadas en los ríos o el mar; ni que los campesinos usaran insecticidas y otros químicos dañinos, en la agricultura o en la crianza de animales (ganadería, granjas de pollos, etcétera). Los abonos serían orgánicos.

Sería ejecutado (frente a su casa, para que lo vieran sus vecinos): todo aquel que “tirara” o “depositara” una sustancia tóxica en el medio ambiente (aire, agua o tierra), o que cortara un árbol. (Sólo el Estado podría cortar árboles, para realizar proyectos indispensables para el Bien Común.) Igualmente, sería ejecutada la persona que ordenara o permitiera tal cosa; tampoco se salvaría el dueño o jefe de empresa que diera la órden para que un subalterno contaMandó a demoler todos los hoteles, minara el medio ambiente; y así también “resorts”, cabañas, viviendas y cualquier sería castigado el empleado público que lo tipo de establecimiento comercial o privado, permitiera. acumulado allí durante el siglo XX y “lo que va” del siglo XXI. Ordenó que se realizara una investigación exhaustiva de todas las personas (especialmente los antiguos líderes políticos, funcionarios y otros empleados del Gobierno) que habían “invertido”, “comprado” o fabricado en Jarabacoa, Constanza y sus entornos a partir de 1950; que todos ellos fueran “desterrados”; y, que quienes por ellos protestaran, fueran ejecutados...

UTOPÍA DOMINICANA

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