Utopia dominicana - tabloide - pp 18-23

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Un volcán llamado Utopía dominicana derrama su lava hasta arropar el firmamento de la isla Hispaniola...

U U T T O O P P Í Í A A D D O O M M I I N N I I C C A A N N A A


¡Pronto serán ajusticiados los corruptos, mediocres y abusadores del Gobierno y las fuerzas castrenses que, apoyados por los chupasangre de la llamada “sociedad civíl” y los medios de comunicación serviles, los títeres del poder y la oligarquía rancia tradicional, traman inútilmente por detener el espectro de la historia, la cual jamás los absolverá!


Capítulo 21.

LOS BANCOS Y LAS AGENCIAS DE CAMBIO

“LOS BANCOS Y LAS AGENCIAS DE CAMBIO, más otras instituciones financieras, de este país”, dijo El Líder, “hasta ahora han operado sin un verdadero control legal. Mejor dicho, ‘han hecho lo que les ha dado la gana’, a expensa del ‘ciudadano pobre’, o del ahorrador ‘común y corriente’, porque… el rico siempre se ‘cuida’”. En adelante, dichas instituciones serían estrictamente reguladas, bajo los principios

LA “SOLUCIÓN FINAL” AL “PROBLEMA” DE LOS HAITIANOS

“LA ‘SOLUCIÓN FINAL’ AL ‘PROBLEMA’ DE LOS en el país”, dijo El Líder, “sólo requiere tres pasitos…uno, juntarlos a todos; dos, expulsarlos; y, tres, fabricar una muralla impenetrable en la frontera entre República Dominicana y Haití”. “Así lo haremos”, agregó. “Pero no sin primero reconocer algunas verdades amarHAITIANOS

de la integridad personal e institucional. Los bancos, por ejemplo, ya no podrían conducir ningún tipo de negocio con el dinero de sus clientes; sólo servirían para guardar dinero, por lo que cobrarían una nómina mínima. Con el Decreto No. 19: quedarían cerradas todas las casas de cambio; sus “servicios” ahora estarían a cargo de los bancos; el salario de un banquero sería igual al de un maestro de escuela rural (“Ya no se les pagará millones a esos ‘chupasangre’”, dijo El Líder); y el Banco Central sería encabezado por un Centurión de la Patria. Un peso dominicano equivaldría a un dólar estadounidense; y aquel que se atreviera a “vender” o a “comprar” el dólar por más de un peso, sería ejecutado. (Se acabó eso de “ve a la esquina, frente al correo”, o gas pero esclarecedoras, respecto a la histo“donde fulano” a cambiar o comprar unos ria dominico-haitiana…” dólares.) “No me refiero a la ocupación de 1822 a 1844, sino al comportamiento del pueblo dominicano como vecino, después de haber experimentado ese trauma nacional; o sea: cómo nosotros, los dominicanos, hemos maltratado, explotado cruelmente y discriminado injustamente contra los haitianos durante más de 150 años; por lo que pagaremos”. Quedaría terminantemente prohibido emitir tarjetas de crédito (“el robo con arma de plástico”, como diría El Líder), y el usarlas, en República Dominicana. De modo que, en adelante, si usted no tenía dinero en efectivo para comprar o pagar algún servicio, simplemente no lo hacía.

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A la semana, el Estado, “en nombre de todos los dominicanos, vivos y muertos”, admitió “oficial y públicamente”, que “hemos abusado de millones de haitianos durante más de siglo y medio de convivencia en la isla Hispaniola”. Además, depositó 13 mil millones de

constante (24 horas al día, los siete días de la semana) de cámaras con circuito cerrado, estacionadas cada 200 metros —y vigilada por soldados con órdenes de “disparar a matar”—, a través de la división fronteriza. Que se sepa, ningún haitiano jamás volvió a pisar territorio dominicano, ni dominicano

dólares australianos en un fondo especial, que distribuiría la Organización de las Naciones Unidas y la “Liga ChinoAsiática”, en Haití; “indemnizando a los haitianos”, según la declaración oficial, “por los daños que sufrieron a causa del racismo en República Dominicana”. El Líder ordenó, con amenaza de muerte, “que en adelante se respeten, de hecho y no sólo ‘de boca’, los derechos humanos y civiles de cualquier ciudadano de descendencia haitiana”. Pronto desaparecerían los haitianos de República Dominicana, y con ellos “el problema haitiano”. Pero permanecería “la situación de Haití en sí”, más como “dolor de cabeza” para los estadounidenses y franceses que como “problema” para los dominicanos. Sobre la muralla de ladrillo y concreto armado, que ahora dividía los dos países, se levantó una verja electrificada de cuatro metros de altura —desde la costa sur, junto al Mar Caribe, en Pedernales, hasta la costa norte, llegando al Océano Atlántico, en la Bahía de Manzanillo—, bajo observación

volvió a pisar territorio haitiano, a través de la frontera. Los dominicanos de descendencia haitiana —aproximadamente 7.000.000 (o sea, casi toda la población dominicana)—, que desearan visitar sus familiares en Haití, ahora tendrían que hacerlo desde otros países. Se rompieron las relaciones diplomáticas entre las dos naciones; sus intereses ahora serían representados por una tercera nación, no americana (Suiza). A partir de entonces, el trabajo (“las labores”) que anteriormente hacían los haitianos, por tan poco dinero, en República Dominicana, lo harían los propios dominicanos, “quisieran o no quisieran”.

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Capítulo 23.

LA SALUD PÚBLICA Y EL NEGOCIO DE LA MEDICINA

“LA

SALUD PÚBLICA Y EL NEGOCIO DE LA

MEDICINA,

en República Dominicana”, dijo El Líder, “requieren atención inmediata”. “Ante todo, implementaremos una campaña de limpieza e higiene, a nivel nacional y permanente”.

“Además, ahora todo el mundo — incluyendo el rico, y no solamente su sirviente— barrerá frente a su casa, por lo menos dos veces al día, y se lavará las manos frecuentemente, con jabón”. “Por ley, todo dominicano —sin excepción—, estará obligado a hacerse un chequeo médico cada seis meses, como medida preventiva.” “Y cada hogar se regirá por una dieta estricta, basada en alimentos nutritivos y saludables...”. “Por otro lado, vamos a remediar ‘la situación de los médicos’”. “Tomaremos medidas drásticas: en primer lugar, las universidades dejarán de graduar

tantos médicos; pues, esto de “hacer médicos” en República Dominicana, se ha convertido en un relajo; luego, limitaremos el número de médicos que podrá ejercer la profesión en el país, a un médico por cada 8.000 habitantes”. Dado que la población nacional en aquel entonces no pasaba de los 8 millones, solamente se le concedería licencia para practicar medicina a 1.000 personas. (Habría más que suficiente enfermeras, asistentes médicos y técnicos.) Cualquier persona podría estudiar medicina, si lo deseaba (naturalmente); pero, para conseguir una licencia y practicar, tendría que esperar que se jubilara, muriera o quedara incapacitado un médico practicante. Solamente obtendría licencia para practicar medicina el estudiante con las notas más altas en un examen nacional, suministrado anualmente por la Secretaría de Salud Pública. La medicina pública y privada sería una prioridad nacional. Se ofrecería atención médica gratis a toda la población. A los médicos de los hospitales públicos y las clínicas privadas se les pagaría bien, pero nada exagerado. Estaría estrictamente regulado lo que podría cobrar un médico privado. El médico que aceptara dinero, “obsequio” o “regalía” de un “visitador” o representante de una compañía farmacéutica, fábrica de un producto o proveedor de un servicio relacionado a la medicina, sería ejecutado. (Lo mismo les sucedería a los representantes y ejecutivos de la compañía en cuestión.) Se acabó la mafia multimillonaria — cuyas “monedas” eran las recetas y facturas— establecida por ejecutivos de farmacéuticas, hospitales, clínicas, farmacias y laboratorios, afiliados con “capos” vestidos de “visitadores médicos” inescrupulosos y médicos avariciosos. El doctor o administrador de una clínica, hospital o centro médico que cometiera un acto de negligencia médica, o que engañara a un paciente, de cualquier manera, también sería ejecutado.

Capítulo 24.

LA IGLESIA CATÓLICA Y OTRAS INSTITUCIONES RELIGIOSAS

LA IGLESIA CATÓLICA Y OTRAS INSTITUCIONES RELIGIOSAS, por primera vez en más de 500 años, fueron obligadas a pagar impuestos. Por lo que muchas cerraron sus puertas y suspendieron sus funciones. Otras tuvieron que vender todos sus bienes para pagar sus deudas; y sus cabecillas —obispos, “ancianos”, ministros, rabinos, monjes, “maestros”—fueron expulsados del país. “Creo en Dios sobre todas las cosas”, dijo El Líder, “pero no por eso voy a permitir que estas quimeras burocráticas disfrazadas de espiritualidad le sigan chu- pando las energías psíquicas y los recursos económicos al pueblo dominicano”. “Si bien es cierto, como observara el gran Agustín de Hipón —uno de los verdaderos genios de todos los tiempos en Occidente— que ‘la salvación del alma no se realiza con instituciones humanas’, también es cierto que los problemas ‘terrenales’ no se solucionan con rúbricas religiosas”, agregó. “A partir de hoy, los dominicanos atenderemos a nuestras necesidades espirituales

en la intimidad de nuestros corazones o en el seno familiar, junto a nuestros seres queridos”. “No creo que sea necesario acudir a ningún intermediario eclesiástico o pastoral, ni a ninguna institución o edificio público, para comulgar con lo divino”, dijo. “Los servicios sociales que anteriormente prestaban las instituciones religiosas a la comunidad —a través de escuelas, orfanatos, asilos, hospitales, etcétera—, son responsabilidad del Estado, a quien le corresponde velar por El Bien Común”, concluyó. Como era de esperarse, hubo protestas — iniciadas por la maquinaria propagandística de El Vaticano y otras sedes eclesiásticas en

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el exterior—, además de las acostumbradas “tramas y patrañas” confabuladas por el gobierno de EEUU; más algunos actos desenfrenados de fanáticos religiosos criollos con complejo de mártir (quienes fueron sumariamente ejecutados, frente a tales íconos de la Iglesia como: la Catedral “Primada de América”, en Santo Domingo; la Basílica de la Virgen de la Altagracia, en Higüey; y las catedrales de La Vega y Santiago). Nada pudo detener la marcha por el progreso con respecto a la espiritualidad en República Dominicana. Pasaron los años sin religión organizada en el país, pero el mundo entero llegó a apreciar que allí cualquier persona —si de veras lo deseaba—, podía alabar a Dios, sin ninguna intervención eclesiástica o estatal. Además de todos los edificios de la Iglesia católica —incluyendo la Catedral “Primada de América,” en Santo Domingo, más cientos de santuarios, capillas, basílicas, monasterios, conventos, universidades, escuelas, orfanatos y hospitales— que, con el Decreto No. 20, quedaron cerrados—, también se clausuraron todos los edificios de las otras denominaciones religiosas con representación institucional en República Do-

minicana, entre ellos: los templos de adoración, y las escuelas de las iglesias evangélicas, presbiterianas, adventistas, episcopales, bautistas y pentecostales; los templos de los Mormones, hindús y budistas; los salones de los llamados “Testigos de Jehová”; las sinagogas de los judíos; las mezquitas de los musulmanes; hasta las logias de los masones… Y así fue como, seis siglos después de que los españoles eliminaran para siempre a los indígenas de la Hispaniola, se esfumó la “religión organizada” de República Dominicana.

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CANTO III: PROSPERIDAD

Capítulo 26.

LA DEUDA EXTERNA Y LA ECONOMÍA NACIONAL

Capítulo 25.

EL “MILAGRO” DOMINICANO

EL “MILAGRO” DOMINICANO ocurrió cuando un futuro Centurión de la Patria, recién doctorado en ingeniería física por la Universidad de McGill, en el Canadá, regresó al país y estableció un protocolo sencillo, elegante, eficiente y extremadamente económico para transmitir información casi a la velocidad de la luz en un sistema de programación subatómico.

El “milagro” fue denominado así por el profesor Samuel Adams Huntington, del Massachusetts Institute of Technology, según quien, “ese fenómeno en pocos años convirtió a República Dominicana, de una ‘república bananera’, a uno de los países tecnológicamente más avanzados y ricos del mundo”. El Líder aseguró los derechos intelectuales para el programa del joven Centurión, a nivel mundial; y, aprovechando que la combinación de elementos (la materia prima) que se necesitaba para fabricar los “microchips” de dicho sistema de transmisión, se encontraba sólo en territorio dominicano, y que sólo los dominicanos lo

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sabían fabricar correctamente, mantuvo un monopolio absoluto del invento y sus derivados. O sea, que República Dominicana: además de tener la materia prima, controlaba la programación (software), el método de transmisión (hardware) y la mano de obra (labor), del producto. Así, por ejemplo, cuando una compañía deseaba usar el “protocolo dominicano” en un programa de ordenador electrónico, o usar un “chip” ya programado con el protocolo en algún ordenador, tendría que comprárselo al Estado dominicano; y, para fabricar el producto final, tendría que usar la mano de obra dominicana… La “explosión” económica que causó este “milagro” en República Dominicana, fue similar al enriquecimiento “a todo vapor” que ocurrió en el Medio Oriente a principios del siglo XX, cuando descubrieron petróleo en Arabia Saudita. En la primera mitad del siglo XXI, el mundo entero dependría de República Dominicana para suplir los “microchips” de informática e “Inteligencia Artificial” más avanzados; por lo que, al Estado dominicano le entrarían anualmente decenas de miles de millones de Euros, que mejoraría la calidad de vida de los dominicanos enormemente, igualando, o superando, el nivel de vida de los ciudadanos de países “avanzados” como Estados Unidos. Por suerte, mucho antes de que se diera a conocer el “milagro” dominicano, ya El Líder habría establecido las normas necesarias para gozar plena y responsablemente de cualquier tipo de riqueza, sin “perder el control” o indisciplinarse. Además, habría saldado la deuda externa del país y establecido un fondo de ahorros que garantizaba el porvenir de varias generaciones de dominicanos. “Ahora, por fin”, dijo El Líder, en una ocasión entre colegas, “podremos los dominicanos crear y resolver nuestros propios problemas económicos, ¡y mandar al carajo, o ‘darle una patá’ por la nalga’, al Coloso del Norte!”

“LA

DEUDA

EXTERNA Y

LA

Capítulo 27.

LOS INTERESES NACIONALES Y LAS RELACIONES EXTERIORES

ECONOMÍA

NACIONAL”, dijo El Líder, “forman una ‘simbiosis financiera’, también aparentemente relegada al ‘saco del olvido’ por gobiernos anteriores, mientras un grupito se enriquecía “LOS INTERESES NACIONALES Y LAS RELAcon los fondos del Estado”. CIONES EXTERIORES de República Dominicana”, dijo El Líder, “jamás se han vinculado debidamente”.

(A propósito, un “día cualquiera”, El Líder mandó a buscar a varios ex funcionarios, dirigentes políticos y “jerarcas” de familias “adineradas” que todavía quedaban en el país —entre otros, algunos de los Carripio, Grullón, Báez, Bermúdez, Brugal, León, Jiménes, Boneti y Viccini—para informarles que las “reglas del juego” habían cambiado: a partir de entonces, nadie en República Dominicana sería social o económicamente “privilegiado”.)

Con los beneficios del “milagro” dominicano, El Líder pudo rápidamente saldar la deuda externa y, de paso, extirpar al país de los tentáculos del Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial y Banco Interamericano de Desarrollo. La economía, en las últimas décadas de la “decadencia dominicana”, había dependido demasiado del turismo, del narcotráfico, de las “divisas” de los dominicanos en el exterior y de las “donaciones” de Estados Unidos, la Unión Europea, Japón, las dos Chinas y otros países “avanzados”, “lo cual”, observó El Líder, “impedía que el país progresara adecuadamente”. Por lo que emprendería un programa de modernización y capacitación nacional, que convertiría a la República Dominicana en el “Singapur del Caribe”.

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“Siempre se han definido de acuerdo a los intereses del Coloso del Norte; según los caprichos de grandes sociedades anónimas nacionales; compañías multinacionales; personas adineradas (algunas, con ingresos nebulosos), con poder desproporcionado; y la voluntad de funcionarios corruptos”.

Pero esto también cambiaría. “Prometo”, dijo El líder, “que a partir de hoy una de las más altas prioridades para el Gobierno dominicano será: el vinculo de las relaciones exteriores y los intereses nacionales”. “En adelante, todas las decisiones que tomen los funcionarios del Gobierno tendrán como objetivo principal: beneficiar al pueblo dominicano y enaltecer la patria”. Pronto las decisiones que impactarían a nivel nacional girarían alrededor de los intereses del pueblo, sopesando siempre lo que podría resultar en desventaja para los dominicanos en general, cosa que jamás se había hecho antes.


Capítulo 28.

EL COLOSO DEL NORTE: Dos escenarios

EL COLOSO DEL NORTE, en el primer escenario, sería desmembrado varios años después de que El Líder asumiera el poder. Ocurriría como en una película de Hollywood. A continuación, el desenlace de la trama y los personajes principales… Flashback

El 11 de septiembre de 2001, Osama bin Laden destruye las “Torres Gemelas”, en Nueva York, y ataca el “Pentágono”, en Washington, D.C. El 20 de marzo de 2003, George W. Bush, en vez de perseguir a bin Laden en Afganistán, invade Iraq y luego ejecuta al ex amigo de su padre, Saddam Hussein. El 27 de mayo de 2008, Vincent Bugliosi publica su libro “The Prosecution of George W. Bush for Murder”, en el cual prueba que

el Presidente Bush asesinó a más de 4.000 soldados estadounidenses y aproximadamente 100.000 niños, mujeres y hombres inocentes iraquís, en la “Guerra de Iraq”. El 4 de noviembre de 2008, Barack Hussein Obama gana las elecciones presidenciales; y el 20 de enero de 2009 se convierte en el primer Presidente negro en la historia de Estados Unidos. Acción El 22 de noviembre de 20__, Justin Fox Killdare, recién graduado de la facultad de leyes de Yale University, y con sólo tres meses en la posición de District Attorney (fiscal del distrito judicial) de Dallas, Texas, terminaría de leer “The Prosecution of George W. Bush for Murder”; y, enojado al ver como “W” trata de “endiosarse y limpiar su imagen ante la historia con su ‘Biblioteca Presidencial’”, decidiría encausar a Bush por los crimenes enumerados por Bugliosi. Killdare nombraría a Bugliosi “Special Prosecutor” (“fiscal especial”, encargado del caso), aunque éste —probablemente el fiscal más exitoso en la historia de Estados Unidos (habiendo ganado todos los casos de homicidio, 105, en su larga carrera, en el Distrito de Los Angeles, California)—, ya tendría muchos años jubilado. El ex Secretario de Estado James A. Baker III, responsable de robarle las elecciones presidenciales a Al Gore en el 2004, una vez más sirve de “abogado defensor”, o “Godfather” (padrino), de George W.Bush. Miembros de la “Militia of Montana” y otros fanáticos de la extrema derecha, especialmente en los estados de la región Sur del país, como Alabama y Mississippi, le pegarían fuego a la casa de Killdare y amenazarían a Bugliosi, quien en el programa “Face the Nation”, de la cadena de televisión CBS, luego diría: “A mí me tiene sin cuidado lo que esos traidores hagan, pues yo hace mucho tiempo que pasé de los 70 años de edad y, para su información, ¡no le tengo miedo a nadie!” Son tantas las patrañas que hace Baker, no obstante la astucia de Bugliosi, que el caso llegaría al Tribunal Supremo de los Estados Unidos, donde los ideólogos conservadores (que se pudren allí desde hace muchos

años), encabezados por el jefe del tribunal, John Roberts, el “siciliano” Antonin Scalia y Clarence (“Uncle Tom”) Thomas, por segunda vez en menos de 10 años fallarían injustamente a favor de Bush. Se enfrentarían los estados del Sur, encabezados por Texas, Louisiana y Florida, junto a reaccionarios en el Congreso, quienes no soportarían ninguna “agresión contra nuestro hombre” Bush “y, mucho menos, tener a un negro en la Casa Blanca”, además de otros “fruit cakes” (paranoicos “armados hasta los dientes”) de la extrema derecha del Partido Republicano, contra los estados del Norte e izquierdistas de todo el país, encabezados por californianos y neoyorquinos liberales, que favorecerían “the rule of law” (la regla legal). El 4 de abril de 20__, un racista de Virginia asesinaría al Presidente Obama, y miembros del Ku Klux Klan lincharían a Eric Holder, primer Procurador General afro americano de EE.UU., quien habría permitido que el caso contra Bush procediera. Tres días después, “como por órden de Dios”, diría un moreno en Harlem, estallaría una bomba de hidrógeno —que, desde el 5 de febrero de 1958, estuvo “sentada” debajo del mar (a unas 6 millas de la costa del estado de Georgia), donde la tiró un coronel de la Fuerza Aérea Estadounidense, cuyo avión había chocado con otro a 36.000 pies de altura—, incinerando instantáneamente a 27.000.000 de personas. El 12 de abril de 20__, el pueblo estadounidense se “friquearía”: los negros lincharían a los blancos, los inmigrantes abusarían de los “americanos”, los pobres robarían a los ricos, los no creyentes maldecirían a los religiosos, etcétera, hasta que se desatara la Segunda Guerra Civil estadounidense. El 30 de enero de 20___, los jerarcas del Partido Republicano le entregarían “las llaves de la Casa Blanca” a la ex Gobernadora de Alaska, Sarah Palin, quien “gobernaría” por unos meses bajo el patrón fascista, como si Estados Unidos fuera “una plaza comercial gigantesca”. Al día de comprarle un nuevo “juguete” a su esposo Todd, Sarah Palin sufriría un san-

grado menstrual excesivo —“causado”, según su ginecólogo, “por un desbalance hormonal premenopáusico”—, lo cual la enloquecería de tal manera, que se vería “impulsada” a presionar botones arbitrariamente en la “Football”, o “Maletín Negro” (que controlara el arsenal nuclear de EE.UU., asignado a ella como Comandante en Jefe), lanzando misiles “por donde quiera”, hasta que… A partir del 21 de diciembre de 20__, los indios, o “Native Americans” (americanos nativos), una vez más habitarían sus tierras ancestrales en Arizona, South Dakota, North Dakota, Oregon y demás estados. El 4 de julio de 20__, los ingleses “independizarían” las Islas Vírgenes de EE.UU. El 30 de abril de 20__, los franceses “comprarían” el antiguo “Territorio de Luisiana” por unos 15 millones de dólares. El 18 de junio de 20__, los canadienses se “apoderarían” de los Grandes Lagos e “invadirían” los estados de Ohio, Indiana y Michigan. Entre el 23 de febrero y el 6 de marzo de 20__, los mexicanos se “mudarían” permanentemente a Tejas, California, Nuevo Méjico, Colorado y Nevada. El 30 de marzo de 20__, los rusos “comprarían” el estado de Alaska por 7,2 millones de dólares. El 25 de julio de 20__, los españoles “recolonizarían” a Puerto Rico. El 2 de septiembre de 20__, Estados Unidos “entregaría” las Filipinas, Islas Marianas y Guam a los japoneses. El 14 de mayo de 20__, los judíos “convertirían” a Nueva York en un “Estado Libre Asociado” (de Israel). Y una “célula” de terroristas musulmanes, que tendrían casi 20 años “esperando órdenes” de un “Imán” en Jersey City, Nueva Jersey, detonaría una “bomba sucia” en el mismo centro de Times Square, en Manhattan, que envenenaría 4.000.000. Pronto: Israel atacaría a Irán, y todos los otros países del Medio Oriente se “desquitarían” de Israel; Pakistán invadiría la India; Corea torpedearía a Japón; China chocaría con Rusia; y Sarah Palin…apretaría los botones de sus famosos misiles; se desataría la Tercera Guerra Mundial; y, en un holocausto nuclear, se “evaporaría” toda forma de vida del planeta Tierra. Morirían 460.000.000 estadounidenses, y entre ellos 2.000.000 dominicanos, dispersados a través de los 50 estados de la ex unión estadounidense. El “mundo” del Coloso del Norte se acabaría: No con un golpe seco sino un gemido.

Segundo escenario

“El Coloso del Norte”, diría El Líder — refiriéndose a Estados Unidos—, “sigue siendo mucho más poderoso que República Dominicana, pero (aunque sólo sea con la imaginación, como hiciera Julio César Núñez en su obra Utopía dominicana, podríamos ‘vencerlo’ y) jamás permitiremos que vuelva a pisotear la dignidad del pueblo dominicano ni a dictar nuestro destino. A partir de ahora, la soberanía del territorio dominicano es absoluta e inviolable. ¡Ya no somos, ni jamás volveremos a ser,sirvientes de nadie!” UTOPÍA DOMINICANA

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