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HOLANDA | Eurocopa 1988
Immel, el portero del Stuttgart que tanto tiempo había El partido fue una constante donde los holandeses maresperado su oportunidad a la sombra del impetuoso caban el ritmo gracias a su superioridad técnica y por el Schumacher, ocupaba una portería que le pesaba dema- contrario los alemanes lo endurecían ante la permisivisiado. Del resto de un once con mucho físico y poco ta- dad arbitral. lento, destacaba la aparición del que sería una referencia En los primeros compases del segundo período, un pedefensiva, el anteriormente citado Kohler, un magnífico nalti de Rijkaard al habilidoso Klinsmann fue aprodefensa central, rígido en la marca vechado por Matthäus para como pocos. La confirmación poner el 1-0. Sin embargo, HoDespués de la final del mediocampista Matthäus landa no se amilanó y otro pedel Mundial de 1974, como estrella alemana, el polinalty, en este caso de Kohler a valente y ambidiestro Brehme Holanda había buscado Van Basten, fue anotado por por el carril zurdo y la velociquien nunca fallaba desde los acabar con su bestia dad y definición de la que sería once metros, Ronald Koeman. su gran dupla atacante dos años negra alemana. Por fin lo Alemania, que se había pasado después, el joven Klinsmann y consiguió en la Euro 88” todo el partido más pendiente de el romanista Rudi Völler. las marcas individuales a las figuMientras, Holanda había llegado hasta allí con cinco fi- ras holandesas que de su propio fútbol, lo terminó paguras europeas como el portero Van Breukelen, la pareja gando muy caro. Así Van Basten, cuando el partido central Koeman-Rijkaard y la atacante Gullit-Van Bas- se marchaba sin remedio a la prórroga, recogió un ten, rodeados de obreros como Van Aerle, Wouters y pase profundo dentro del área, se deshizo de Kohler Erwin Koeman. Todos ellos formaban un once más y puso el definitivo 2-1 que significaba el billete para práctico y menos preciosista de lo que se pueda imagi- la final de Munich. nar. Guía Kaiser Vintage