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Editorial

REMANDO HACIA EL HORIZONTE

La rueda de la vida gira con su implacable ritmo, regalando canas a aquellos que se enfrentan a ella. Los años caen como la lluvia del otoño, mientras te agarras al remo inestable de tu pequeña barca… Pero la vida sigue, acaricia los meses y llena de historias los calendarios. En ese abrir y cerrar de ojos que pintase Valdés Leal para el barroco sevillano, terminó otro ciclo en nuestra casa. 4 años intensos donde hemos visto culminar proyectos brillantes: la calle para el Señor, el retablo de nuestra capilla, los 25 años de reglas… “

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Pero la rueda de molino sigue girando mientras muele el grano. Una nueva legislatura se presenta en la calle Albaicín, donde nuevas caras llenas de ilusión se suman al viejo barco que sigue remando hacia el horizonte del futuro. Un barco cargado de marineros de corazón rojo intenso, que tienen un sentimiento común desde pequeños, sus titulares. Un barco que busca esquivar las tempestades bajo el faro de la luz de Cristo, que asoma sobre un tenue horizonte, apenas sugerido como una suave acuarela.

Los próximos años, vienen cargados de la ilusión de nueva gente con ganas de trabajar, junto a los que ya estaban dentro del barco. Gente joven que busca agarrar los remos de la esperanza para llevar a su Hermandad a un nuevo puerto. Nuevos proyectos en caridad, en patrimonio, en actividades que harán más grande a la familia del Miércoles Santo. El recuerdo fresco de los que ya no están ahí, pero arropan con su aliento. Una Hermandad de todos y para todos sus hermanos. Una Hermandad abierta a la participación, a la convivencia, a la ayuda común, al recuerdo a nuestros difuntos y al amor a los nuevos hermanos que juran cada año nuestras reglas. Una Hermandad abierta al futuro, con las miras puestas en un horizonte común, hacia el que navegamos con todas las velas de nuestro barco desplegadas, viento en popa, y a toda vela hacia ese horizonte dibujado de nubes, con la cara del Cautivo y la Amargura como bandera en el palo mayor de nuestros corazones.