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Categorías de los TEA
El DSM III-R (1987) supuso una modificación radical, no solo de los criterios, sino también de la denominación. Se sustituyó la denominación de autismo infantil por trastorno autista6 Con ello, el autismo quedaba incorporado a la condición de “trastorno” (disorder), término que se usa en los manuales para definir genéricamente los problemas mentales, marcando así una distancia conceptual con la terminología propia de los problemas médicos de etiología y fisiopatología conocida total o parcialmente. En los años posteriores aparecieron respectivamente el DSM-IV (1994) y el DSM IV-TR (2000) que, aunque no plantearon modificaciones sustanciales entre ellos, representaron un nuevo cambio radical Por una parte, se definieron 5 categorías de autismo:

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El autismo
El término «autista» proviene del griego autos, que significa «sí mismo». Este término lo usó por primera vez el psiquiatra suizo Bleuler, en 1911, cuando al describir enfermos esquizofrénicos hablaba de la evasión fuera de la realidad y el ensimismamiento interior La persona autista es aquella a la cual las otras personas le resultan opacas e impredecibles y que vive como ausente (mentalmente ausente) con respecto a quienes le rodean (Rivière, 1999) La soledad autista no tiene nada que ver con estar solo físicamente, sino con estarlo mentalmente (Frith, 1991)
El síndrome de Rett
El síndrome de Rett es mucho menos frecuente que el trastorno autista y sólo ha sido diagnosticado en mujeres Se cree que se vincula a una mutación genética en el cromosoma X, que daría lugar a inviabilidad de los embriones de varón Tras una fase inicial de desarrollo normal, se asiste a una detención del desarrollo y luego a un retroceso o pérdida de las capacidades adquiridas. Se observa una disminución de la velocidad de desarrollo del cráneo (de tamaño normal al nacimiento) con respecto del resto del cuerpo entre los primeros cinco y los 48 meses de vida; un desarrollo psicomotor normal dentro de los primeros cinco meses de vida que posteriormente
El trastorno desintegrativo infantil
El trastorno o síndrome desintegrativo de la infancia, también conocido como «síndrome de Heller» o «psicosis desintegrativa», constituye un trastorno muy raro que implica una pérdida de funciones y capacidades previamente adquiridas por el niño, y los datos más recientes sugieren una mayor frecuencia en el sexo masculino. Este trastorno se caracteriza por una aparición tardía (entre los dos y los diez años de edad, aunque lo más frecuente es que se produzca entre los tres y los cuatro años) Puede aparecer tanto de forma insidiosa como súbita, aunque suele haber signos premonitorios consistentes en niveles de actividad incrementados, irritabilidad y pérdida del habla y de otras habilidades.
El Síndrome de Asperger
Rivière (cit en Padrón Pulido, 2006) sintetiza las características que definen el trastorno de Asperger:
Trastorno cualitativo de la relación: incapacidad para relacionarse con iguales. Falta de sensibilidad a las señales sociales Alteraciones de las pautas de relación expresiva no verbal
Inflexibilidad mental y comportamental: interés absorbente y excesivo por ciertos contenidos Rituales Actitudes perfeccionistas extremas que dan lugar a gran lentitud en la ejecución de tareas
Problemas de habla y lenguaje: retraso en la adquisición del lenguaje, con anomalías en la forma de adquirirlo Empleo de lenguaje pedante, formalmente excesivo, inexpresivo, con alteraciones prosódicas y características extrañas del tono, ritmo, modulación, etc
Alteraciones de la expresión emocional y motora: limitaciones y anomalías en el uso de gestos Falta de correspondencia entre gestos expresivos y sus referentes Capacidad normal de «inteligencia impersonal»: frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas
El trastorno generalizado del desarrollo no especificado
Esta categoría debe emplearse cuando existe una alteración grave y generalizada del desarrollo de la interacción social recíproca o de las habilidades de comunicación verbal o no verbal, o cuando hay comportamientos, intereses y actividades estereotipados, pero no se cumplen los criterios de un trastorno generalizado del desarrollo específico, esquizofrenia, trastorno esquizotípico de la personalidad o trastorno de la personalidad por evitación