LA BOCA DE LEÓN

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ADAPTACIÓN MATERIAL DIDÁCTICO ÁREA DE LENGUA. PROYECTO “LA CASA DEL SABER” DE LA EDITORIAL SANTILLANA. 4º EDUCACIÓN PRIMARIA. ADAPTACIÓN PARA UN NCC DE 2º‐3º DE EP. ANA QUEVEDO MONTES (PT DEL CEIP AMÓS DE ESCALANTE. CANTABRIA).

¿Te gustan los cuentos? Un cuento puede ser entretenido sin contar grandes aventuras. A veces, puede ser muy entretenido contando una historia sencilla o una simple anécdota. Como en la historia de esta unidad. Todo va a ocurrir a partir de un bostezo. ¿No te lo crees? Pues, lee con atención.

Antes de comenzar a leer “La boca del león” me gustaría enseñarte algunos lugares del mundo que se nombran en esta historia. Fíjate en el mapa y pincha con el ratón en los puntos rojos.

Japón

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na noche, un hombre que vivía en Buenos Aires soñó con un león que vivía en la selva. En su sueño el león estaba a punto de comerse a un niño.

Cuando el león estaba a punto de comerse al niño, el hombre se despertó. Todavía asustado por la pesadilla, el hombre saltó de la cama, se acercó a la ventana de su habitación y bostezó muy fuerte.

Un ciclista que pasaba por la calle vio al hombre bostezar en la ventana y también bostezó. Justo en ese momento frenó su bicicleta para que pasara un autobús.

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El conductor del autobús miró al ciclista y se contagió con su bostezo. El pasajero que iba en la última fila del autobús vio por el espejo que bostezaba el conductor y también bostezó mientras sacaba la cabeza por la ventanilla.

Cuando pasó el autobús, una viejecita que estaba esperando a que pasara el coche del presidente de Argentina bostezó contagiada por el hombre del autobús. También iba en el coche el presidente de Senegal.

Al pasar saludando, el presidente de Argentina vio a la viejecita y también bostezó. Pidió disculpas a su colega el presiente de Senegal y éste también bostezó.

La imagen de los dos presidentes bostezando pudo verse en el televisor de un hotel de Senegal.

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En ese momento, un grupo de turistas japoneses salía del hotel. El último japonés en salir vio en la tele de la recepción a los dos presidentes bostezando. El turista japonés bostezó antes de subir al autobús turístico y contagió a un guardabosques que pasaba por allí a toda velocidad en un todoterreno.

Al bostezar, el guardabosques contagió al jefe de los zulúes que estaba escondido entre las palmeras que había junto al camino.

Uno a uno fueron bostezando los quinientos zulúes, y el último de los zulúes contagió el bostezo a un gran pájaro verde y rojo que pasó volando sobre su cabeza.

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El gran pájaro verde y rojo se posó sobre la rama de un árbol y abrió su enorme pico. Esto demuestra que los pájaros también bostezan. Debajo del árbol había un león a punto de comerse a un chico.

Al ver bostezar al pájaro, el león abrió su gran boca sin poder evitar el bostezo. El león además de bostezar dio un rugido tan grande que asustó a toda la selva. Entonces, el chico aprovechó el enorme y larguísimo bostezo del león para escapar.

Pero el bostezo siguió contagiando y contagiando a miles de personas en el mundo, porque hay un solo bostezo, siempre es el mismo, que va de un lado para otro y que justo ahora viene hacia aquí. ¡Uaaaaaa……!

Adaptación del texto de Ricardo Mariño Botella al mar. Alfaguara Argentina.

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