
1 minute read
Víctor Max López
B O L I V I A
Víctor Max López
Advertisement
Fantasmas de la guerra
Era el mes de junio de aquel año 33 Manuel con apenas 16, era obligado a defender la patria.
Entre llanto y congoja era extraído del seno de su familia desde el corazón del altiplano fue llevado a selvas vírgenes del chaco.
Desde el primer día tuvo que empuñar las armas, noches de sed y hambre se apoderaron de su frágil cuerpo.
Horas y horas caminando en busca alimento y agua, con la voz ronca y amoratado los labios dónde muchos perecieron.
Por el camino de la sed y el hambre los campos sembrados de cadáveres dónde el peor enemigo era el clima las enfermedades, la falta de agua,
la poca habituidad al terreno y por último los soldados paraguayos.
Las enfermedades la malaria y el paludismo se apoderaron de los reclutas más de cincuenta mil almas sembradas en las tierras polvorientas de Villa Montes.
Hoy el chaco está poblado de fantasmas, hoy Manuel es un recluta más, de ese Ejército de fantasmas, que defendieron ese territorio, aún a costa de sus inocentes vidas.