Viento Y
luz
Año VIII N° 99 Julio 2019
Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. Proverbios 22:6
La biblia nos dice que los hijos son un don de Dios (Salmo 127:3). Sin duda entonces, pareciera adecuado reflexionar el sabio consejo de Salomón para formarlos correctamente. De hecho, el valor que Dios ha puesto cuando le enseñamos a nuestros hijos la verdad, se observa claramente en Moisés cuando le enfatizó a su pueblo la importancia de enseñar a sus hijos acerca de Dios, de Sus mandamientos y leyes: “y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas” (Deuteronomio 6:7-9). Siguiendo lo que Moisés nos dejó como legado, en Jacinto Arauz y General San Martín, con los niños y maestras de la escuela bíblica estamos trabajando la importancia de crecer en y con fe. En cada pueblo, una vez por semana durante una hora y media nos juntamos a compartir cantos, danzas, lecturas, reflexiones, trabajos, y desde ya una riquísima merienda. En cada escuelita hay alrededor de 20 niños. Es de vital importancia que las familias guíen, acompañen e incentiven a los pequeños a participar. También en ambas localidades funcionan los grupos de adolescentes. Actividad que es valorable, dado que vivimos en una sociedad donde hacerse un tiempo para la iglesia y la fe a esa edad es admirable, felicitamos a esos adolescentes y familias y a quienes los acompañan e instruyen cada encuentro. ¡Agradecemos y pedimos a Dios que nos siga acompañando y guiando en esta noble misión de llevar su palabra y hacer crecer la fe en cada niño!