vida
E n e ro / F e b re ro 2 0 1 9 AÑO LV N°514
de la Iglesia Evangélica Valdense de Montevideo y Libertad En su sexagésimo sexto aniversario y Quincuagésimo año de la dedicación del Templo “Quien tenga sed, venga y beba gratuitamente del agua de la vida” (Apocalipsis 22,17)
U n a ñ o " n u e vo " , u n a ñ o " b u e n o " . Los ciclos naturales motivados por el giro de este planeta alrededor del sol han generado ciclos en la vida de todo elemento vivo en la tierra, desde los líquenes hasta los hombres si es que una vez más nos colocamos cómo abanderados de la evolución. A esos ciclos naturales los denominamos "años", término adoptado por las civi lizaciones cristianas hispanoparlantes. Definen la siembra y la cosecha, el abrigo y la brisa fresca, las migraciones de las aves, los ciclones y los monzones. También han dado lugar, en la sociedad urbana y "moderna" a un ciclo del (mal o buen) humor, que se hace más evidente entre los meses de noviembre y marzo. A principios de ese ciclo se abren las gateras de una histeria colectiva que mezcla un cansancio inventado que sólo sirve para justificar un descanso justificado, "all inclusive". Estamos para los que nos toca en el enero de la siesta, de las chancletas, donde nos zambullimos donde podemos, del comienzo del carnaval, de los restos
del lechón y los turrones de fin de año, del aumento de los combustibles. Todavía no hemos reaccionado de la patada en el hígado que nos van a significar la 6 cuotas de todo lo que juntamos en los shoppings y esas cajas armadas de pirotecnia que por la módica suma de ocho mil pesos nos permitieron ser los admirados del barrio. Y este estado de gran pueblo somnoliento va a seguir, aunque bajando los decibeles hasta que la parte trasera del tubo de la rueda posterior del último ciclista ingresa al velódromo (frase tan antigua como cierta, en la filosofía popular). Y allí, de mal humor y con lagañas en el cerebro sólo nos queda mirar el almanaque para ver cuantos feriados pasan a lunes o viernes. Cómo las tarjetas ahora son digitales, seguramente ya las borramos para no ocupar espacio en el disco duro. Casi todas contenían la políticamente correcta frase de "próspero año nuevo". La Real Academia española define la prosperidad cómo "Buena suerte o éxito