UNA MIRADA CRISTIANA A LA REALIDAD ACTUAL
AÑO VIII Nº 137 OCTUBRE, 2020 Iglesias Evangélicas Valdenses de: COLONIA / COSMOPOLITA / ROSARIO / TARARIRAS / VALDENSE
La risa es cosa seria Gracias a Dios por la vida del pastor Ricardo Ribeiro página 2
De memorias está hecha la esperanza página 4
Cartelera de actividades páginas 6 - 8
Jorge de Burgos odiaba la risa. Sostenía que era «un viento diabólico que deforma las facciones y hace que los hombres parezcan monos.» El draconiano guardián de la biblioteca benedictina de «El nombre de la rosa» en plena Edad Media, cerraba herméticamente la discusión diciendo que no había evidencia en las Escrituras de que Cristo se hubiese reído. La
risa para él era un regreso a la animalidad. Cuando en 1900 el filósofo francés Henri Bergson escribió su célebre tratado «La risa; ensayo sobre la significación de lo cómico», dio como un hecho que el ser humano es el único animal capaz de reírse. En tal sentido la risa nos humaniza y me arriesgo a decir que nos acerca a Dios en tanto estamos hechos a su imagen y semejanza. «El Señor, el que reina en el cielo, se ríe de ellos», dice el Salmo 2, de los «reyes y gobernantes de la tierra» porque «se rebelan y juntos conspiran contra el Señor». La discusión central me parece es qué nos mueve a risa y qué significado tiene. Hace años me llegó un librito del obispo metodista Juan Gattinoni que se titula «Ríase de mí conmigo». Es una invitación a la risa comunitaria enteramente a su costa. Y para que la risa se produzca tiene que haber algo
Reflexión bíblica «La economía no es sólo cuestión de números»
El reconocimiento del prójimo Hugo N. Santos
página 11 Colonia Valdense
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Cantar es necesario Sábado 24 hora 16.30
No será posible encontrarnos para la Fiesta de Canto como en otros octubres. Estaba previsto en Fray Bentos. El coro, que ha ensayado a pesar de las dificultades y ha procurado acompañar el culto una vez al mes, tendrá ese día una participación especial en el espacio Música en el Templo «porque no podemos ni queremos dejar que la canción se haga ceniza»
que ingrese en el territorio de lo ridículo. En su anecdotario, el obispo Gattinoni se instala él en ese terreno para ofrecer la posibilidad de la risa como un servicio de amor al prójimo. Otras veces la realidad ingresa en el territorio de lo ridículo con cara de solemnidad y tono grandilocuente. La dimensión de la ridiculez es mucho mayor entonces. En setiembre, como todos los años, se entregaron en la Universidad de Harvard, los premios Ig-Nobel, una especie de «anti-Nobel» que premia a la ciencia más absurda del último año. El propósito es «primero hacer reír y luego pensar», dice su creador Marc Abrahams. Entre los premiados, instalados en el terreno de lo ridículo figuran personalidades muy conocidas como los presidentes de Estados Unidos y Brasil por inyectarse desinfectante contra el covid-19 o llamar a una enfermedad que produjo un millón de muertos en su país de «gripecita». Reincidente es el presidente de Bielorrusia que había recibido el IgNobel de la paz en 2013 por la ilegalización de los aplausos en público. La risa surge del ridículo, pero se parece más a la burla de Dios por la estulticia de los poderosos que al servicio amoroso del obispo Gattinoni. Lo bueno sería que el doble propósito del premio se cumpliera, después de reírnos, pensemos.
Gente en obra Orquesta infantil y juvenil de Colonia Valdense página 2 Centro El Pastoreo página 3 Parque 17 de febrero página 9
COMPARTIMOS ESTA EDICIÓN CON: Equipo de redacción: Presbiterio Colonia Sur. Diagramación: Ana Paula Negrín. Impresión: Imprenta Ferreira. Correo Electrónico: cuestiondefe@adinet.com.uy «Cuestión de fe» llega todos los meses gracias a la ofrenda de miembros y amigos. También le dejamos la invitación para que sume la suya por la cual le agradecemos como comunidad de lectores