PLAYBACK - Egor Mardones

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Egor M ardones

PLAYBACK



Egor Mardones

PLAYBACK


©: Egor Mard0nes © Foto portada: Pamela Alvarado Álvarez Diseño portada y libro: HARI Rodriguez Impreso en Santiago de Chile Registro de Propiedad Intelectual: 288811 Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de este documento por cualquier medio sin el previo y expreso consentimiento por escrito del autor.


Teloneros



Me gusta cuando la escucho a través de la pared de un hotel. Me gusta viniendo de un parlante malo a una cuadra de distancia.

Tom Waits, sobre escuchar música

Cantaba esa canción con voz ronca y vengativa, como si la hubiera escrito él mismo.

Sam Shepard

La ausencia de significado trascendental extiende hasta el infinito el campo y el juego de la significación. Jacques Derrida



Intro



CERTEZA (3,1415926) Quien habla no es quien escribe quien escribe no es quien existe. Roland Barthes

A estas alturas de la Vida solo tengo una certeza: LA CERVEZA (que bebo sin apuro en la barra del tristemente célebre BAR EL MUNDANAL RUIDO (1) rodeado por apenas Cuatro Gatos Descarriados con The beautiful people del estrafalario Marilyn Manson saturando a todo volumen el ambiente adicto y alien como feroz original soundtrack pirata).

Ego Sum Qui Sum vía zapping por los mil y un canales de la noche qué quieres que te diga.

(1) El Mundanal Ruido Bar es el antro de Night Citi más frecuentado por sobrevivientes actores del cine mudo, viejas estrellas de rock, figuritas porno y artistas underground. (N del E).

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Lo demás: Puras Dudas, puras dudas, PURAS DUDAS (y EL SILENCIO ES VIOLENCIA como aseguran dijo Monsieur Bataille al oído de una muchacha en flor al dar la última batalla carnal en el cuartito azul del Miramar Hotel ninguna estrella).

/MUTE/

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Play


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PERFECT DAY

La poesía se hace en un lecho como el amor.

André Breton

Amanecer con un poema a punto de estallarte en los ojos, acto seguido amar intensamente a la voluptuosa varona con la que has dado vuelta la noche en ese legendario Hotel Y VOLVERNOS A DORMIR COMO MALDITOS.

Perfect day, del viejo Lou Reed, sonando a toda oreja en el estéreo le vendría de maravillas a este video filmado en un blanco y negro por demás discreto.

ENTONCES FIN.

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ALL APOLOGIES Para Carmen Mardones

Kurt Cobain está sobre el escenario puteando All apologies, desgarrado, grunge y distante como nunca. El concierto termina y su desarrollo ha sido festoneado con lo de siempre: con gritos, con silbidos, con empujones y patadas celestiales propinadas a todo ritmo y con bronca en plena boca del cariacontecido Lobo.

Después la soledad, la droga, los infames dolores… Entonces te equivocas de dedo, Cobain, y con el índice y no con el que te hiciste famoso en todas las portadas de las revistas de rock pones en funcionamiento la leyenda cargador grueso calibre de por medio.

ES MEJOR MORIRSE DE GOLPE QUE SUFRIR DÍA A DÍA, escribiste al momento del sic transit gloria mundi.

MI MÚSICA YA NO ES SINCERA, TODO EL MUNDO SE HA DADO CUENTA, declaraste en arrebato de rockero agotado que ya no está ni ahí

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y pensando seriamente en una larga temporada de relajo en el Nirvana Hotel.

Nosotros, heavys de oído, fanáticos, malos pa’l inglés y muy a este lado del mundo de los discos, la verdad todavía no nos damos cuenta ni nos vamos a dar, te lo aseguro.

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POETRY IN MOTION Hasta más vernos, señora. William Gibson

Le dijo una & mil veces que en latín su santo nombre era Poema como otras tantas también que sus generosos pechos le recordaban por motivos evidentes la pintura de Dávila -¡JuAn DoMingo DáVila!y que ya se la imaginaba a todo glamour en un set protagonizando feroz video porno y gritando ronca su gozo a un close up lento y orgásmico como si de veras ahora sí estuvieran dándole por culo dándole por culo allá fuera de cuadro.(1) YDALECONLAPOESÍA YDALECONLAPOESÍA YDALECONLAMALDITAPOESÍA La erigió en musa hasta que la pasión durara (2) sobre la primera cama del motel que encontraron más calientes que el demonio una noche a la salida del mítico Chatsubo Bar al que habían llegado por algo más de droga para salvar la jornada que se venía hardcore por el lado más oscuro (1) “Me gusta la pornografía y me ha salvado de la soledad. Adoro mirar a dos personas cuando hacen el amor. No veo nada malo en ello. En mis días solitarios durante el rodaje del telefilme, en Vancouver, consumí decenas de videos porno”. David Duchovny, “Archivos secretos X”, a la revista Playboy, 1998.  (2) “Cicciolina,/ yo te quiero, yo te amo, yo te adoro,/ porque eres cochina”. Los Peores de Chile.

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del corazón. Y SE EMPEZÓ A ESCRIBIR DESMESURADAMENTE EL POEMA Jamás se había sentido tan lejos de Todo/tan cerca de Nada como cuando Ella le decía al oído en lo más alto del amor: “Si muero, lo siento por todas las cosas malas que te hice. Y si vivo, lo siento por todas las cosas malas que te voy a hacer” (1) y salían batiendo alas, ebrias, las extrañas mariposas tatuadas en sus glúteos (2) por los excesos de la orgía in motion. Y ESE FUE SIEMPRE LEJOS EL MEJOR POEMA Así rodó súbito el tiempo hasta que sobrevino lo acostumbrado: “La barca del amor varó en lo vulgar…”. (3) Entonces se vistieron despacio porque ya no existía ninguna prisa, dejaron atrás el triste cuarto de motel con un portazo de película y pusieron punto final hasta nunca (4) o próximo aviso a este pésimo poema de amantes que fueron antes solo un par de solitarios gatos en celo bajo este cielo de agosto y sucia noche americana desbordando la pantalla del TV sintonizado en un canal muerto hace mucho en algún lugar remoto de Night Citi/

(1) Roy Scheider, en All that jazz, de Bob Fosse. (2) “Las nalgas, no lo olvidemos, son la más linda exquisitez que podamos imaginarnos en el sexo femenino”. Gilles Neret. (3) Maiakovsky, 12-04-1930. (4) “Lo repito: diviértanse, pero no amen; no se preocupen tampoco por ser amadas:lo necesario es no extenuarse en lamentos, suplicios, miradas, cartitas dulces, poemas; lo necesario es coger, multiplicar los fornicadores y cambiarlos a menudo y, sobre todo, oponerse a que uno solo quiera cautivarlas, porque el objetivo de ese amor constante sería, al atarlas a él, impedir que se entreguen a otro, cruel egoísmo que resultará fatal para sus placeres”. El Divino Marqués, La filosofía en el tocador.

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CONCEPCIÓN REVISITED Yo junto estas palabras para cuatro personas, algunos más pueden llegar a oírlas, oh, mundo, lo siento por ti, porque tú no conoces a estas cuatro personas. Ezra Pound

Tomen nota: nada se concibe en Concepción: solo se vive de paso y de prisa hasta que de madrugada los primeros trenes, buses, aviones envueltos en la niebla mora del Bío-Bío te arrastran fuera de cuadro con todo y huesos culeados a ninguna parte lejos de aquí -congelada y sin glamour la imagen en las flamantes gafas oscuras-, pero se vuelve a Ella como el asesino cabrón al lugar del crimen y el sueño sudaamericano. (1)

Es decir, a la maldita poesía de salón a los bares periféricos inclementes y drogos a los amores perros y pornográficos de la Sargento Pepper y su banda de felatiadores solidarios a ritmo de estruendoso heavy metal (hay unos labios furiosamente rojos susurrándote al oído “SOLO SIGUE EL COMPÁS”) y a los fabulosos cuatro gatos amigos arañando de aquí a la eternidad la fresca memoria del olvido que sangra y sangra sin parar igual que en algún cuento de Edgard Allan Poe. (1) “Los artista y los asesinos siempre vuelven al lugar del crimen”. Robert Rauschenberg.

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Como les venía diciendo hace unas cuantas cervezas a Concepción siempre se va / nadie se queda ni nunca ni mañana ni pasado por la Diagonal Los Tres.

(CONTINUARÁ):

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UNA BLANCA PALIDEZ

Nunca el vino del estío me supo tan dulce, nunca, como bebido contigo directamente de la botella antes, durante o después de sucumbir a los embates del amor un ardiente verano al sur del mundo -como arrancado a la imaginación del propio Edward Hopper, te digodonde dejábamos irse lentamente los días al son estrepitoso y falaz de un rock finales del 60: eso era vivir, partir, morir un poco/ ESO ERA TODO LO QUE HABÍA y una larga y blanca palidez que te dura putamente hasta la mismísima masmédula del día de hoy.

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4'33'' (JOHN CAGE)

“Tacet”

“No entendieron su objetivo. No existe eso llamado silencio. Lo que pensaron que era silencio, porque no sabían cómo escuchar, estaba lleno de sonidos accidentales. Podías oír el viento golpeando fuera durante el primer movimiento. Durante el segundo, gotas de lluvia comenzaron a golpetear sobre el techo, y durante el tercero la propia gente hacía todo tipo de sonidos interesantes a medida que hablaban o salían”. El autor sobre el estreno de 4'3''

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YO NO QUIERO VOLVERME TAN LOCO (o la tragedia del héroe rock) Señora, yo tengo este trabajo. Soy una estrella de rock: a mí me pagan por bajarme los pantalones, demoler hoteles, violar chicas. Charly García

A Sergio Parra

Y bueno la cosa es así, literalmente: he demolido hoteles en Buenos Aires, Rio de Janeiro, Santiago de Chile y el demonio sabe qué más y por dónde, pero siempre ha sido porque la cama estaba en llamas cuando me acosté.

En cierta ocasión me bajé los pantalones en un concierto de caridad para que dejaran de jorobarme unos pelotudos con pinta de fachos:

Ya no violo chicas, es cierto, AHORA ELLAS ME VIOLAN A MÍ: La última tentación de disco,

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una piba de 17 que me tuvo de los pelos y por la que me trencé a piñas con la policía, la progenitora y el padre que resultó ser mi más devoto fan desde los mismísimos tiempos de Sui Generis, mirá vos.

¿La tragedia de un rockstar enfundado en sus audífonos y sus grammys y sus groupies? A veces me voy de viaje lejos/ muy lejos/ a los confines De mí: Casandra Lange, Say No More, La Vanguardia Es Así, esa onda, viste.

Lo único claro a estas horas del peor show de mi vida es que voy a morir aullando un rock sudaca, desafinado y de la reputamadre en el último salto al vacío forever unplugged con los dientes rotos y el cielo las 24 horas abierto de BAR END BAR:

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(GROUPIES A Pamela Des Barres

Solo Ellas -casi musas, casi desnudos ángeles de la guardia guaripola, casi todolograban todavía el celeste milagro en esta oscura sima: que las giras, los conciertos, los hoteles, las resacas los periodistas fustigados por la lengua viperina de Frank Zappa (1) no acabaran con nosotros esta misma noche de estrellas fugaces, no nos volvieran locos para siempre sin destino en el turbión.

(1) “El periodismo musical consiste en gente que no sabe escribir entrevistando a gente que no sabe hablar, para gente que no sabe leer”.

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PARA JANIS JOPLIN, de Alejandra Pizarnik (Cover)

A cantar dulce y a morirse luego. no: a ladrar.

Así como duerme la gitana de Rousseau. Así cantás, más las lecciones de terror.

Hay que llorar hasta romperse para crear o decir una pequeña canción, gritar tanto para cubrir los agujeros de la ausencia eso hiciste vos, eso yo. Me pregunto si eso no aumentó el error.

Hiciste bien en morir. Por eso te hablo, por eso me confío a una niña monstruo.

(Bis).

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19 DÍAS Y 500 NOCHES Dónde quedó la canción que me hiciste cuando eras poeta. J.S.

En un domingo zombi escucho un reconocido disco de un afamado crooner “Como tú eres poeta, seguro te va a gustar”, me dijeron queriéndome decir un no sé qué que quedó balbuciendo en medio de la noche volante del último fin de semana.

El cantante desgrana la cantilena de siempre con su anochecida voz y aguardentosa paseándose por bares de copas, historias baratas y amores perdidos.

Por ahí le escucho la de una mujer que lo ha dejado en medio de la calle descorazonado sin saber qué hacer y a la que tardó en olvidar 19 días y 500 noches. Qué canción popular en un momento de descuido no ha retratado a alguien de pies a cabeza.

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A mí me llevó unos años atrás a recordar una historia parecida. La femme fatale era de allende los mares virtuales, larga de piernas, generosa de pechos y con unos lánguidos ojos color verde marihuana que me calaban hasta más allá del horizonte de mis huesos como una sicodélica visión de rayos x.

El amor -como siempre- fue eterno mientras duró sazonado y batido todo con viajes, T.S. Eliot y rocanrol hasta que se fue una mañana del más cruel mes de abril que recuerde la historia de la humanidad todavía diciéndome lo mucho que me amaba junto con otras frases igualmente de rigor, dejándome el corazón en tinieblas y con un boquerón más grande que la zona cero por donde aún no ha vuelto a brotar siquiera una flor artificial.

Una diferencia, coño, a mí me llevó olvidarla 69 días y mil y una noches marcadas a fuego vivo como hacen los presos en los descoloridos muros de su imaginación.

Pero aquí entre nosotros, y para serte franco, la verdad todavía la recuerdo algunas noches que no terminan nunca algunos días difíciles de remontar.

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SHADOWLAND (The Residents) A la memoria de Fito Neira, siempre

“En la primera parte analizamos a la muerte, en la segunda, al sexo y en esta última, los nacimientos renacimientos, reencarnaciones y experiencias cercanas a la muerte (ECM).

¡OJO con sombrero de copa!: Estamos aquí cubiertos por el anonimato y con el deber irrenunciable de enviar sin mayor trámite todo al mismísimo Cuerno.

Somos un voluminoso canto rodado golpeando con machacona insidia las poltronas orejas de las esquivas audiencias hasta dejarlas hechas polvo o sordas irremediable mente”.

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OTRA TEMPORADA EN EL MISMO INFIERNO ¿Qué está escribiendo en su libro de notas?, preguntó alguien. Compone fue la respuesta, pero lo que escribe no son notas sino palabras. Y así era en efecto. Anotaba ordinariamente con palabras el movimiento ideal de una composición, y apenas sí añadía al escribir un par de notas musicales. Thomas Mann, Doctor Faustus

De vuelta de una larga temporada en el infierno de la desintoxicación los del showbiz y la Rolling Stone me preguntan cómo estoy. Me va de perlas, les digo, aproveché el tiempo para escuchar la musiquilla de las pobres esferas del rock nacional releer las obras completas de Antonin Artaud, el suicidado por la sociedad del derecho de autor, y escribir unas fracturadas canciones que hablaban atropelladamente detrastornosmentalescabezasrapadasyamoresdifíciles.

Como un estúpido sin remedio las grabé sin antipop, las escuché con distancia, las tiré sin asco a los oídos de los perros románticos una madrugada en llamas y luego las olvidé como se olvidan todas las cosas de dudable importancia y urgencia ninguna.

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Así se sucedieron los malos días y los medicamentos de colorido lisérgico, las terapias alternativas, las visitas indeseadas, el vil electroshock; sucedió todo el largo invierno lerdamente; sucedieron los aullidos partiendo en dos la delirante noche del amanecer.

A fines del mórbido verano unas bellas letras me espantaron la caricaturesca modorra de sexo, drogas y rocanrol: había ganado un concurso, un puñado de dólares algunas portadas sin ton ni son allá en la recta provincia y de pasadita tocado el culo al cielo azulado de laureles en flor. The best of…

Ahora con el alta en la mano y la frente marchita juegan a mi haber cinco inmerecidos minutos de fama, dinero fácil bailando frenéticamente en los bolsillos rotos y una musa de piernas abiertas a todos los juegos de la imaginación periférica aguardándome en el mítico cuartito azul del Miramar Hotel Ninguna Estrella.

Todo okey hasta aquí, druguitos míos del podrido corazón, solo esperando que más temprano que tarde la malavida me dé una nueva licencia poética para matar otra temporada en el mismo infierno, que en lo posible resulte tan fructífera como esta, si no es mucho pedir. (“Ojalá dios te oiga y el diablo se haga el sordo, el leso

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o se haga caca”. Pisan, Citi Nostra, 1958-1984, muerte por inmersión a la manera de Flebas, el fenicio que fue como tú loco y alto).

Cuento corto y ojalá con performance y voz del Maestro que decora el odeón eterno: El mundo, como se ignora, signora, es ancho de oído y frecuentemente ajeno de todo lo demás: La entrada es gratis. La salida, vemos.

(Aplausos voluminosos y pregrabados).

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ROAD DISC Show me the way to the next whisky bar. Alabama song, de Kurt Weill, según Jim Morrison en el disco The Doors, 1967

Aviado de whisky, Mallarme y The Doors me volqué más que raudo a la procelosa carretera en pos de Ti.

Después de innúmeras peripecias y odiseas al canto y justo cuando menos lo esperaba al final de la accidentada vía di Contigo.

Mayores informaciones a vuelta de gira o en próximo disco.


EL SHOW DEBE SEGUIR

Estuve en el Lado Oscuro de la Poesía volví de allí aferrado a un destartalado Libro de tapas negras y lomo colorado que sangra y se desangra y puro quiere ver la Luz y me webea y me webea y me webea y me machaca los oídos día y noche con la puta y eterna canción: “MEHR LICHT: EL SHOW DEBE SEGUIR DE AQUÍ A LA ETERNIDAT!!!”.

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Bonus track

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SOUNDTRACK

Nunca he puesto ninguna canción en una película mía que no me guste. Este soundtrack es básicamente mi colección personal de música. Edgard Wright

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ROCK & ROLL TOUR (cover) ¿Por qué somos estrellas de rock? Porque somos idiotas. Alice Cooper

El día se me fue como por un tubo desmadejado en la cama, rascándome los cojones, parándole oreja a los discos de todos los ángeles caídos en combate muchísimo antes que yo, aporreando a punta de riffs una vieja guitarra oxidada y extraviado a morir en los drogos atardeceres de un cuarto de hotel en esta última gira del año por el culo del mundo.

Dicho de otro modo: las giras son lo peor de lo peor, loco, lo peor de lo peor y me quedo corto porque siempre nos falta de Esto y nos zozobra de Aquello. Siempre, siempre, siempre: No me lo vas a creer Sí.

En otras ocasiones de horas muertas me descubro girando en redondo,

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haciendo zapping en el vacío de los cientos de canales disponibles para el taedium vitae (TV) de un condenado a moribundo rockstar varando siempre irremediablemente en una de gángsters o algún que otro musical de Martin Scorsese.

Qué sé yo, así casi siempre es la mía rutina previa a un concierto de rock. Fuck you! Sorry, mi fan terrible:

(Para Alex Mardones Torres, la oreja más descarriada de la Sagrada Familia

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)



HIDDEN TRACK

(…)

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PASARON SÍLABAS CANTANDO. San Agustín:

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GUASAP DEL OYENTE-LECTOR Para Isidora Neira, por su infinita paciencia ante mi infinita ignorancia del rock actual y sus “circunstancias”.

PISTA ESCONDIDA = ÁLBUM DEL DÍA / TÍTULO: Playback, tercera publicación de Egor Mardones (1957), su AUTOR e INTÉRPRETE. SURCOS o PISTAS o TEMAS: 18. DURACIÓN: depende del lector…: de su interés, de su rapidez, de su parsimonia. Y, ahora, vayamos al wurlitzer (burlitser) o vellonera o rocola o sinfonola o vitrola o gramola o juke-box, y elijamos una grabación. Aclaremos que para no desafinar…

SURCO 1 = Desde muy al comienzo, Playback es música, y como cualquier buen recital –de banda o de solista- se inicia con “TELONEROS”: tres epígrafes lo completan, e integran esta primera parte, engarzando –en su decir- la música y la literatura, inseparables en todo el texto. El trío de citas agrega, asimismo, y como de soslayo, a partir de sus firmantes y de sus actividades: el cine (una de las preferencias profundas de Mardones, y Taxi Driver, su primer libro, es innegable

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indicio), el video, el teatro, la filosofía, la pintura, entre otras artes y disciplinas. Sólo “Certeza (3,1415926)” compone “INTRO”, el segmento siguiente de Playback, y es una verdadera declaración de principios, donde contrasta de modo radical su título, acompañado del número Pi (¿una justificación científica?), con la frase “puras dudas”, repetida tres veces, con énfasis y amplificaciones, logradas, además, por el uso de bastardillas y mayúsculas, como para que nadie se equivoque y crea que existen seguridades absolutas. Y así es a lo largo de este libro-disco-poemario-recital pues, incluso, en las historias de algunos de los poemas narrativos (historias de personas “de carne y hueso”: en especial, actores, bandas musicales, cantantes: Kurt Cobain, Charly García, por ejemplo), siempre hay una incógnita suspendida, que no se resuelve y que exige no sólo una lectura atenta sino, también, ir más allá de la evidencia aparente y de hechos ya conocidos y, sabiendo de la falta definitiva de respuestas, lleva a volver a preguntarse; a interrogarse de nuevo, casi sin detención, en cadena, ya que la “duda” hace tambalear la “certeza” y conduce a una fluidez y apertura de puntos de vista, de visiones, de pareceres. Esta perspectiva cuestionadora sintoniza con las palabras de Jacques Derrida, uno de los “TELONEROS”: “La ausencia de significado trascendental extiende hasta el infinito el campo y el juego de la significación.” Como Playback está en armonía con ellas, la libertad del lector es inmensa, tanta que -en un primer acercamiento- le es posible optar por ciertas pistas (o surcos o temas) y seguir una sola “hebra” (o nota) por ser muy numerosos, y diferentes, los datos que se dan y los guiños que se hacen a distintos campos semánticos y a los deslices entre ellos. Esta amplitud hace que el “trabajo” de comprensión/interpretación/ traducción (y no sólo de idiomas, claro está) casi no tenga freno para él, tal como ayer no hubo límites para la “imaginación periférica” del autor ni para el / los hablante(s) y sus múltiples voces, provengan de donde provengan. SURCO 2 = Recitado. Sin música de fondo = “VENTRÍLOCUO, -a (del

lat.”ventriloquus”) adj y n. Se aplica a la persona que tiene la habilidad de

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dar a su voz distintas entonaciones y modificarla de modo que parece proceder de distintos sitios, con lo cual puede simular un diálogo entre varias personas.” (María Moliner: Diccionario del uso del español).

Veo / Leo a Egor Mardones como ventrílocuo, y este término casi se me vuelve sinónimo del título, Playback. Y cuando pienso en ventrílocuo, no hay ninguna carga peyorativa, muy por el contrario, con este nombre privilegio y destaco, admirándolos, el talento, destreza y coraje -del escritor - para hacer suyas voces ajenas y unirlas, incluso con la propia, organizándolas, como en un coro. Si me sitúo en otra área, puedo percibir esta polifonía como una costura, de puntadas y elementos mezclados y nada homogéneos, ni solos ni entre ellos: menciones, fracturas y retazos (una “estética del fragmento”, quizá), tonos varios, locutores y lugares de emisión diversos, sonidos y ruidos y silencios, terminología de especialidades, muchos códigos y lenguajes, sin reparar en jerarquías ni respetarlas, y su soltura para des-centrar y hacer mudanzas, traslaciones, paráfrasis, torceduras, apropiaciones, establecer oposiciones y ambigüedades, me sorprende y asombra. El poeta Mardones toma de todas partes y recoge y aprovecha partes, “usadas” y “nuevas”, para construir un texto diferente (digo “texto”: “obra” es demasiado rígida, según Barthes), valiéndose de la técnica del “pegoteo”, trascendiendo el mero “pedazo” aislado al armar una estructura, un conjunto coherente que se sostiene en sí mismo. Y por trabajar con unidades ya existentes, hasta sería factible llamarle “bricoleur” o “maestro chasquilla” (de acuerdo a la traducción “a la chilena” del buen poeta y editor, Gustavo, Grillo, Mujica). Desde otro ángulo, Egor podría ser considerado un “ladrón”, un buen ladrón, y por su escritura y producciones tiene muchos años de perdón (tantos como los que se demora entre libro y libro). SURCO 3 = ¡DALE “PLAY”!… Digamos mejor: Al leer “PLAY” y dar vuelta las hojas del exacto centro del tomo, su tercera sección, encontramos catorce poemas, ocho de cuyos títulos responden a nombres de canciones: “Perfect Day” (de Lou Reed), la inaugura, y termina con “El show debe seguir” (de “Queen”, con Freddy Mercury, de vocalista). Entre las denominaciones, la mitad respeta el inglés del original (¿será

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que sus seguidores (o fans) los desconocen en español? O, tal vez, la máxima del hablante sea: “el que sabe, sabe…”). En ellos, sus “intérpretes” varían aún en un escrito individual, otorgando una movilidad y un movimiento, acorde con el apelativo del tercero: “Poetry in motion” (uno de los pocos rocks –nombrados- de la década del 60): en ocasiones, una ágil perspectiva: un ojo que se hace voz; en otras, una tercera persona o una primera plural o, incluso, un YO a través de citas: “MI MÚSICA YA NO ES SINCERA, / TODO EL MUNDO SE HA DADO CUENTA”: son palabras de Kurt Cobain, reproducidas en “All Apologies”, cuando alguien da a conocer y le relata al propio músico, momentos de su rutina sobre el escenario y la tristeza y el impacto provocados por su fin, el “sic transit gloria mundi” (así: ¡en latín!) de un “rockero agotado”. También se manifiesta “directamente” Charly García en “Yo no quiero volverme tan loco (o la tragedia del héroe rock)”, una larga explicación (¿justificación?), posible “rock sudaca”, cantado por él, donde concluye aludiendo a su final –“último salto al vacío forever unplugged”-: final ausente de este poema que acaba en dos puntos: “:”, como si fuera a continuar (¿y si se prolongara en la admirada mirada de Pedro Lemebel?: “era como saltar al cielo, pero al revés”: señala el cronista chileno, estupefacto de la proeza aérea del argentino cuando saltó a una piscina desde un noveno o décimo piso). Igualmente personales –además de imaginadas y re-elaboradas- son las enunciaciones de “Shadowland (The Residents)”, esta agrupación estadounidense que, durante sus cuarenta años de existencia, tras máscaras verdaderas y palpables, ha logrado defender su identidad “… cubiertos por el anonimato”. “Qué canción popular en un momento de descuido / no ha retratado a alguien de pies a cabeza”, reconoce un hablante, todavía enamorado, identificándose con “19 días y 500 noches”, título de Joaquín Sabina, y del texto. Mientras en “Una blanca palidez” (traducción de “A Whiter Shade of Pale”, cantada por la banda inglesa “Procol Harum”), un amante recuerda un verano de amor. Por su lado, “Road Disc” es un escrito con denominación tránsfuga, transportada desde los ya clásicos géneros de las “road movies” y las “road novels” o “literatura de carretera”:

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“Mayores informaciones a vuelta de gira / o en próximo disco.” SURCO 4 = De diversa manera se prolonga la música en ciertas composiciones restantes de “PLAY”. Hay dos muy únicas: “4’33’’ (John Cage)”, que si no recogiera el testimonio de este maestro estadounidense sobre la imposibilidad del silencio sería casi tan abstracto e insonoro como su referente: la obra citada en la “etiqueta” superior. Tampoco deja de llamar la atención: “PARA JANIS JOPLIN, de Alejandra Pizarnik (Cover)”: un calco, una copia exacta del poema de la escritora argentina; transcribirlo = una nueva “interpretación”, o sea: un “cover”. Ella se reconoce en la cantante que, en 1970, por morir a esa edad, pertenece al “Club de los 27”. Dos años después, en 1972, Pizarnik eligió terminar su vida, a sus 36. “(Bis).”: es la mínima intervención/ indicación del hablanteorganizador. Mínima y fundamental, al mismo tiempo, ya que de aplicarse la sugerencia, habría que repetir el texto al infinito…, como un disco rayado, y volver a oír y oír, una y otra vez, la tristeza, la soledad, la necesidad de comunicarse, el ruego de ser escuchada… para no silenciarse para siempre, quizá. ¿Podrá imaginarse el medio del rock sin drogas y sin seguidor@s incondicionales de cantantes y bandas? Las respuestas están en “(Groupies” y su ambiente de “estrellas fugaces” (de la noche y del escenario), donde un músico enfoca, con simpatía, a las mujeres que los siguen y persiguen y, a veces, los consiguen: “Solo Ellas / -casi musas, casi desnudos ángeles…”. Mientras, “Otra temporada en el mismo infierno”, dicho por alguien (¿será el propio Charly?) “De vuelta de una larga temporada en el infierno / de la desintoxicación”, juega y trastroca títulos, comenzando por la … temporada en el infierno, de Rimbaud (uno de Enrique Lihn, de Antonin Artaud, de una película, versos de T. S. Eliot, de Charly García, de un tango…), y provoca ambigüedades y cambios abruptos de sentidos y significados, y el final imprevisto: “(Aplausos voluminosos y pregrabados).”, redunda en tal giro que la poesía parece metamorfosearse en representación teatral, amalgama de espontaneidad y simulacro; como los recitales: un espectáculo (¡no olvidar: “sociedad del espectáculo” / “cultura del espectáculo”: definitorias de nuestra época!) donde conviven, simul-

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táneamente, el placer, el tedio, la alegría, el desahogo, la exigencia, el agotamiento y la soledad extrema: temples y ánimos enraizados, familiares a/en Playback. ¿Estará drogado, el “druguito” (me hago eco del acogido “nadsat”, idioma de “La naranja mecánica”)? SURCO 5 = Que Egor Mardones es un constructor es una obviedad: lo evidencia Playback, el libro que estamos leyendo. Lo evidencia: Taxi Driver y Miramar Hotel, sus otras publicaciones e, individualmente, los escritos que forman cada uno de los volúmenes de esta trilogía que, siendo unidades independientes, luego podrían entenderse como conjunto –una saga, acaso- al notar la cantidad de elementos y perspectivas y modos de armarlos y de aproximarse y manipular el lenguaje y, muy en especial, por las copiosas y misceláneas fuentes a las que acude y desde donde construye su imaginario, tan prolífico en su conocimiento –erudición, digamos sin miedo- del pop, de los medios: el cine, la prensa, el rock, el cómic, la música, complementado con pintura y literatura (letras de canciones, incluidas), de tiempos, géneros, “niveles”, de una cultura escrita, visual y oral, muy mixtos, todos. Por esta hibridez, nuestra lectura de Egor Mardones exige referirse en plural a su mundo: mundos, entonces, como origen de su literatura y mundos originales como resultado de su quehacer artístico; universo (uni-verso) poético cuyo plural se amplía y metamorfosea en multiverso (multi-verso) que, por ser comunes y comunicantes, combinan y cruzan significaciones, enriqueciéndose. “Concepción revisited” se llama otro de los componentes de “PLAY”: es distinto porque alude a una localidad específica, bien conocida -y “revisitada”- por el autor y su ”doble”/su “sombra”, quien se expresa con una visión crítica, desencantada y poco mitificadora de la capital de la región del Bío-Bío, a la que regresa como obligado, casi como a una condena: “… se vuelve a Ella como el asesino cabrón / al lugar del crimen y el sueño suda- / americano”. Al igual que los dos volúmenes anteriores, Playback fue publicado en esta ciudad: luego, es muy posible que el potencial lector primero sea penquista y, de alguna manera, se sienta agredido por la imagen citadina que se entrega, y la perciba como una provocación, agudizada por su forma

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apelativa a un ”ustedes”. Nada claro es, pues, el “(CONTINUARÁ):”, uno de los frecuentes finales no previstos y no clausuradores que -lo señalé-, modifican los significados y los significantes (paréntesis, dos puntos, puntos suspensivos, etc., como en “Hidden Track (…)”). Con referencias a la pintura, la literatura, al cine, la canción, la música, a la ciudad misma, desde su rótulo (con el añadido de: “la niebla mora / del Bío-Bío”; “… los bares periféricos inclementes y drogos”; “… los amores perros y pornográficos …”; “… la Diagonal / Los Tres.”), el poema es una nueva mirada y un aporte adicional a la “construcción” (imaginaria) de Concepción. Más que arquitecto, Egor Mardones es urbanista y cartógrafo y es uno de los numerosos escritores –y artistas- que desde Pedro de Valdivia (y, tal vez antes, antes de la conquista: de boca a oído o por “radio bemba”) han colaborado a dibujar y fundar este espacio con su palabra y su mirada. En ocasiones, cuando recuerda a Pisan, p.ej., Egor centra su perspectiva y se detiene en su natal “galaxia de Tomé” (utilizo un apodo de Alfonso Alcalde). Aquí, no hay descripciones geográficas completas y las simples y breves pinceladas, unidas, no siempre se pretenden figurativas o directas: “Night Citi”, el “Bar El Mundanal Ruido” (¡qué extra-ordinaria denominación!), el “Cuartito azul del Miramar Hotel / ninguna estrella”, no concretan una ubicación precisa y serían encontrables en cualquier paraje, si bien varios son un “rebote” desde otros escritos de Mardones y aludirían a Concepción…, a cómo él la percibe y concibe, como un cronista de lo visible e “invisible”-laberíntico-y-nocturno de esta urbe. De todos modos, me parece que la ciudad “real” y la “ficticia” deberían sumarse y superponerse y ensancharían la “realidad”, asemejando el producto artístico (canción, película, poema, crónica, foto, pintura u otro) a un palimpsesto que se está “escribiendo”: a varias manos, a varias voces, a varias ópticas (y no me refiero sólo a Concepción ni sólo a Mardones ni sólo a la literatura). En ocasiones, con un mínimo desliz y “exceso” de invención, el autor concentra y, sin explicar, expande conocimientos: así, “… la Diagonal / Los Tres.”, sintetiza una historia, la de Concepción “cuna del rock chileno”, y junto a “Los Tres” (“concebidos” allí), están o estuvieron: “Los Bunkers”, “De Saloon”, “Santos Dumont”, “Emociones

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Clandestinas”, “Machuca”, “Julius Popper”… y más. SURCO 6 =Las dos partes restantes –“BONUS TRACK” y “HIDDEN TRACK (…)”-, que terminan el volumen, son breves, al igual que las dos iniciales. Ambas designaciones pertenecen al ámbito discográfico, pero no están siempre presentes en las grabaciones. “BONUS TRACK” significa: “pista adicional” y, como un regalo, se añade a los temas ya establecidos y se incluye entre ellos. En este caso, el complemento es doble y doblemente desconcertante: “Soundtrack” (“banda sonora”) se asemeja a un epígrafe (pero está titulado) y reproduce, con exactitud, palabras ajenas, de modo muy similar a un texto de “PLAY”, que –se vio- citaba completo otro de Alejandra Pizarnik sobre Janis Joplin. “Cover” se le llamó; sin embargo, ahora, este apelativo se reserva para “Rock & Roll Tour (cover)” que, de cierta manera y nada fielmente, re-elabora “Domingo”, de la primera publicación de Mardones: Taxi Driver, en especial por la actitud del “rockstar”-protagonista y su tono desencantado e indolente. “HIDDEN TRACK (…)”, en cambio, es una total sorpresa en ciertos discos por estar escondida e, incluso, no ser fácilmente detectable. En esta “pista oculta”, nos encontramos, nuevamente, con una cita, unas pocas palabras –inesperadas por su alcance y por su firmaque se vuelcan sobre el libro todo y le otorgan una dimensión otra: de belleza, de significación, de trascendencia: “PASARON SÍLABAS CANTANDO. San Agustín:”. Además, por terminar en dos puntos se patentiza una voluntad de apertura a indefinidas interpretaciones y “melodías”, sin punto de remate. La elección de este “límite abierto y sin límite” demuestra, una vez más, el “buen oído” de Egor Mardones, aún para el… silencio. SURCO 7 = Como se ve, he tratado de privilegiar el español y utilizar traducciones de los términos en inglés. Mi molestia ante la avalancha del vocabulario anglo, (de)muestra mi ingenuidad y… mi antigüedad: “¿Seremos entregados a los bárbaros fieros? / ¿Tantos millones de hombres hablaremos inglés? / ¿Ya no hay nobles hidalgos ni bravos caballeros? / ¿Callaremos ahora para llorar después?”, era el grito de aviso y temor que Rubén Darío lanzaba, adelantándose al presente,

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hace más de un siglo. SURCO ADICIONAL = ¡ADVERTENCIA! = (Warning!) = Son bastantes los aspectos, de Playback, que han ido quedando “en el tintero” (¡expresión pre-computacional!): he puesto el énfasis en la presencia de la música y las canciones, sin relacionar con una afirmación temprana que concibe el volumen como: “… este video filmado / en un blanco y negro, por demás discreto.” (“Perfect Day”): de nuevo, por lo tanto, la ambigüedad y el derrumbe de simplicidades. Aclaro, por lo demás, que no es la única reflexión meta-literaria (ver: “Poetry in Motion”). Y engarzo, ahora, con las exigencias de la lectura: desde mi punto de vista, Egor Mardones supone y reclama intereses, conocimientos y ritmos similares a los suyos, coincidiendo con Baudelaire, cuando éste llama “Al lector”: “mi semejante / mi hermano”, para que se acompañen en el trayecto de la escritura-lectura, repleto –también aquí- de buscados desarreglos: con idiomas sin traducir; abundancia de epígrafes, indicaciones, notas, de procedencias disímiles; con una movilidad casi frenética entre circuitos desemejantes; con supuestos desenlaces a través de signos o palabras agregadas; con un modo personal de oír y vivir la música, etc., etc., y todo, al parecer, se da por dominado, por sabido, por conocido. ¿Habrá un “lector (tan) cómplice”?, me pregunto. Y mi duda me lleva a terminar con puntos suspensivos. PISTA ESCONDIDA = Y la consulta me la hago a mí misma por las dificultades que tuve para entender una incontable, literalmente incontable, cantidad de alusiones: yo, ¡una “hija de la Nueva Canción Chilena”! Antes, hubiera tenido que acudir a enciclopedias y diccionarios y a personas enciclopédicas. Al presente, me inclino y reconozco: “Gracias, San Google, por favor concedido”. ¿Qué hice, yo, para merecer escribir esto?, pensaba (en palabras de Almodóvar), mientras me demoraba y eternizaba y no cerraba este “Epílogo”. Sin saber el atolladero al que me metía, sé, no obstante, la causa de mi aceptación, por mi interés por seguir conociendo la poesía de Egor Mardones: su imaginario, su seriedad, su factura, su modestia, su hacer, me atraían y atraen mi respeto a su persona y a su escritura.

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PISTA ESCONDIDA = “No ha quedado demostrado, ni mucho menos, que el lenguaje de las palabras sea el mejor posible.” (Antonin Artaud). Soledad BIANCHI Santiago, noviembre del 2017.

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Este libro fue compuesto con tipografía Adelle y diseñado por HARI Rodríguez. El papel interior es bond ahuesado de 80 gramos y la tapa de cartulina dúplex de 250 gramos. Fue impreso en Santiago, Chile, en 2018.




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