Una mirada íntima, profunda y respetuosa a esta manifestación cultural tradicional venezolana es lo que nos brinda Gustavo Solórzano con este libro. Es también una mirada que busca plantear algo nuevo: ver a los Diablos Danzantes desde su cotidianidad, desde su interioridad, ahondando en el misticismo que envuelve todo lo que rodea su ritual, las experiencias óptimas y el fluir de sus promeseras y promeseros, así como de otras personas que se involucran fervientemente, año a año, en la celebración del Corpus Christi en la población de San Francisco de Yare, desde el Presidente de la Cofradía hasta la señora que se dedica a hacer una corona de flores o una muestra artesanal como un asunto de ofrenda de vida al Santísimo Sacramento. Una religiosidad individual, en esas personas, que supera incluso la estricta doctrina eclesiástica. Así es como Gustavo Solórzano revela y devela al ser humano que se oculta detrás de la tradición de los Diablos.