INTEGRACIÓN 61

Page 1

Año 12 / Diciembre 2021 Edición 0 6 1

Además Alexander Chang hace click en Gamarra Psiquiatra José Luis Li Ning el doliente en la poética de José Watanabe El Llamado de la Tierra empresarios chinos en la agricultura peruana Julia Wong Fake love con Keanu Reeves

Iván Guillermo Ayón-Rivas Tenor tusán ganador del primer premio masculino Operalia 2021




Contenido 12/2021

Edición anterior

0 60

Lou Ann Torres, autora del cuento ‘Hogar’ que obtuvo el primer puesto en su categoría en el concurso de Relatos Cortos APCH Literaria 2021.

Directorio Director Erasmo Wong Lu

Pág.

Subdirectora Patricia Von León

10

Editora General Ruth Lozada Dejo

El Tenor Tusán

Iván Guillermo Ayón-Rivas Colaboradores María Elena Cornejo, Mariella Checa, Giuliana Lévano, Sergio Carrasco

14 Emprendimiento

36

22 Bomberos tusanes

El fake love de Julia Wong

Gamarra click

Culturales

Dragones al rescate

40 APCH Literaria 2021 Cuento y anécdota

48 Salud

El enfermo en la poesía

Diseño y diagramación Luis Cabellos Gárate Fotografía Juanjo Calvo, José Vilca, Alberto Távara, Agencia Reuters Corrección María Jiménez Rivas Gerente General Olinda Chang Telf.: 2021152 email: ochang@apch.com.pe Gerente de Publicidad Juanita Núñez Telf.: 5781513 email: publicidad.integracion@apch.com.pe Asesora Comercial Rosario Zuloaga Cuadros

28 Juan XXIII

El buen retorno a clases

52 El Llamado de la Tierra

32 Alexia Lam

La semilla de los agricultores chinos

De vocación pintora

REVISTA DE LA ASOCIACIÓN PERUANO CHINA APCH Jr. M. Utrillo 261 Dpto. 101 Urb. Ampliación San Borja. Teléfono: 6954638 e-mail: prensa.integracion@apch.com.pe /Revista-Integración @apchpe

4

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA

Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2012-12340 Razón Social: Asociación Peruano China Avenida Siete 229, Urb. Rinconada Baja, La Molina Impresor: Quad/Graphics Perú S.R.L. Distribución Gratuita



SECCIÓN

PERFILES

Elaine King Fundadora de Family and Money Matters,Gastroenterólogo institución orientada e internista peruano a empoderar el capital financiero radicado en Estados y humano de la familia.

Unidos, es elegido miembro de America’s Top Doctors

Promotora de la educación financiera, creadora del primer programa financiero familiar en Latinoamérica y ganadora del premio Best Latin Book, estudió primaria y parte de la secundaria en Lima, antes de iniciarse en Nueva York en la industria financiera. “Empecé mi carrera en Manhattan asesorando a un grupo de 5,000 consultores financieros en un servicio de administración de inversiones de 13 billones de dólares”, recuerda. Ha estudiado y trabajado en Austria, Canadá, Japón y México, lo que la ha ayudado a adaptarse a diferentes culturas y familias. Su padre trabajaba para una multinacional y cada dos años se mudaban de ciudad. No obstante la distancia, desde EE.UU. ha trabajado frecuentemente con familias peruanas especializándose en planificación financiera familiar para negocios multigeneracionales. Hay, asimismo, otro lazo que la vincula fuertemente al Perú: el recuerdo de su abuela inmigrante, originaria de Hong Kong, de familia cantonesa, con quien siempre celebraba las festividades chinas como el año nuevo junto con sus tíos abuelos chinos. “Con su ejemplo me enseñó cómo ser empresaria y cultivar la igualdad de género en la familia. Ella estudió ingeniería química, llegó a tener varias farmacias y ayudó a su comunidad cuando había enfermos”, comenta. Su abuela y sus tíos abuelos llegaron con su bisabuelo, de profesión doctor, estableciéndose en Pacasmayo y se dedicaron a la agricultura echando raíces en el país. Cuando Elaine tuvo que elegir dónde casarse, optó por el Perú. También es el lugar que ha escogido para pasar sus últimos años en la tierra. “Es mi hogar y me encanta ayudar a los peruanos a salir adelante y hacer del dinero una fuerza positiva”, subraya. En cuanto a su filiación china, señala que está en su ADN. “Tengo esa enzima hereditaria relacionada al ‘rubor asiático’ que se activa hasta con una copa de vino”, afirma. Y cuando contrajo matrimonio escogió un vestido blanco con rojo “sin saber que era una tradición china”.

6

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA



SECCIÓN

PERFILES

Ernesto Chang

Propietario del fundo vitivinícola La Mora, en Pisco, celebra el premio internacional Gran Cinve obtenido por partida triple por su pisco San Gallán.

Economista de profesión, antes de dedicarse a la vitivinicultura fue funcionario de SUNAT y luego asesor contable. Lanzado al cultivo de la vid, se formó como Sommelier Internacional graduándose en la Escuela Española de Cata. Con esas credenciales es hoy, además de ejecutivo principal de la bodega, Master Destiller de pisco San Gallán. Fue en el transcurso de la vendimia de 1994 cuando surgió su interés por nuestra bebida de bandera. “A los 24 años uno se queda maravillado del proceso de elaboración. Mi amor y pasión hicieron que investigara procesos de mejora, desde el cuidado y conducción de la vid hasta el destilado”, recapitula. Contó con el respaldo de una receta que viene de antepasados del valle de Casalla, donde tiene su fundo. Y sobre la base del recurrente ejercicio de prueba y error, asistido por técnicos en destilados, fue aprendiendo y perfeccionando.

8

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA

“Soy muy exigente conmigo mismo”, confiesa. Con ese rigor, desde 2020 también produce vinos blanco y rosado secos Copero de Casalla a base de cepas patrimoniales (uvas pisqueras). En cuanto al pisco San Gallán, sigue siendo un producto de elaboración artesanal a base de uvas pisqueras “con mejoras de ciertas tecnologías para mantener la inocuidad y salubridad del producto”. El Gran CINVE lo acredita: se otorga cuando la totalidad de jurados coinciden que la muestra catada tiene calidad superlativa. Este año recayó en su pisco Puro Italia, que también recibió la Medalla Gran Oro al igual que su Puro Torontel. Nieto de Antonio Chang y Angélica Liau, inmigrantes de Cantón que llegaron en 1927 e instalaron una pulpería en la calle San Francisco 400, en Pisco, preserva en casa las creencias e historias de sus ancestros.



MÚSICA

El Tenor

Tusán

Ganador del prestigioso Concurso Internacional de Canto de Plácido Domingo, Iván Guillermo Ayón-Rivas pasa revista a sus inicios en la música, su carrera en Italia y su ascendencia china. Transcurridos unos días desde la obtención del primer premio masculino en el Teatro Bolshói, en Moscú, atemperadas las emociones y aligerados los requerimientos de los medios de prensa peruanos, el tenor piurano, residente junto con sus padres en Rapallo, Génova, se da un tiempo entre sus compromisos laborales para responder a la distancia a “INTEGRACIÓN”. Entrevista Sergio Carrasco -¿Qué antepasado tuyo es el que vino de China? ¿De qué lugar llegó y qué sabes de él? Mi bisabuelo fue quien emigró al Perú desde Cantón. Hay muchas historias que mis tíos abuelos cuentan de mi bisabuelo, lo sabio que era. -¿Te reconoces a ti mismo como tusán o dirías que las singularidades de tu filiación se han diluido? Sí, me reconozco como tusán, hay muchas costumbres que han quedado a lo largo de los años. Nosotros provenimos de una de las dinastías más grandes y de más historia en el mundo. -Empezaste a cantar de niño interpretando rancheras en el grupo de mariachis de tu padre, pero al terminar el colegio elegiste estudiar administración. ¿Cuál fue tu relación con la música en

10

ı

ıA

SOCIACIÓN

Por vez primera el prestigioso Teatro Bolshói de Moscú acogió a los finalistas de Operalia y a las estrellas emergentes de su 28° edición.

esos años previos a tu decisión de dedicarte a esta disciplina de manera profesional? Siempre he llevado la música de manera profesional, trabajando con el grupo de mariachis de mi papá. He estudiado siempre mú-

PERUANO CHINA

sica, desde que tengo memoria, tanto la guitarra, el violín, la trompeta como el pianoforte. -¿De dónde surge esta tradición musical en tu familia paterna? Mi abuelita cantaba con su gui-


Flanqueando al creador de Operalia, el tenor Plácido Domingo, los premiados Victoria Karkacheva, mezzosoprano rusa, y el tenor peruano Iván Ayón-Rivas.

tarra como pasatiempo, pero mi tío abuelo constituyó uno de los primeros grupos de mariachis en Lima. Entonces mi papá, que al igual que su mamá cantaba con la guitarra, comenzó a dedicarse a la música mexicana. Mi abuelito era un apasionado de la música, le gustaban todos los géneros musicales y tenía una gran colección de long plays.

Una intensa semana de ensayo y competición precedió al Concierto de Gala Final realizado el pasado 24 de octubre.

-Entre la música popular y la música culta los puentes suelen ser borrosos o inexistentes. ¿Cómo diste ese salto? En realidad, no hay ‘puentes borrosos’ entre la música popular mexicana (música de mariachi) y la música académica. El mariachi requiere de tanto estudio del instrumento y tanta técnica para poder ejecutar con calidad la música. La impostación que se usa para cantar la música de mariachi tiene una base clásica, como lo demuestran los grandes de la historia: Jorge Negrete, Pedro Infante, Javier Solís.

Conservatorio, hoy Universidad Nacional de Música? Significó muchísimo, pues fue como si se me abriera un nuevo mundo. Ya no era el extraño de la escuela, todos eran músicos y hablar entre nosotros era muy enriquecedor. Me hizo conocer amistades que duran hasta ahora y que tienen mucho valor sentimental.

-¿Cuánto tiempo duró y qué significó para ti tu paso por el

-¿Cómo se produjo tu migración a Italia? ¿Cuánto ayudó el hecho

de que conocieras de manera azarosa, tras ganar el concurso de Filarmonía, a quien es hoy tu maestro? Migrar a otro país va a ser siempre difícil, esto es, entrar en la cultura o hablar el idioma con fluidez. Hay muchos compatriotas que aún no entran en la mentalidad europea, comenzando por el idioma. Es difícil pero al final creas una realidad multicultural, que es lo que hace rico culturalmente un país. No defino para nada como azaroso el

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

11


MÚSICA camino que recorrí para conocer a mi maestro; fue algo que sucedió y agradezco por eso a Ernesto Palacio, quien me lo presentó en la final del concurso Spiros Argiris en Sarzana, y a mi maestra María Eloísa Aguirre, quien, gracias a la gran amistad que tiene con la esposa de mi maestro, me recomendó de la mejor manera. -¿Cómo describirías las enseñanzas más valiosas que has recibido de él? La enseñanza más grande que me ha podido dar es el valor del compromiso. Comprometerse con la carrera y con la palabra es una cosa que tiene que ser más fuerte que uno mismo. -¿Participar en Operalia y eventualmente ganar, como ocurrió, estaba dentro de tus planes al mudarte a Italia, o concursar ha sido una decisión circunstancial? Operalia fue una linda consecuencia y una confirmación de que voy por buen camino, que todo ha valido la pena. Los concursos que he ganado [premio de Canto de Radio Filarmonía (Lima, 2013), Luciano Pavarotti (Italia, 2015) y Canto Tenor Viñas (España, 2019)] no han sido objetivos que siempre he tenido, han sido siempre decisiones del momento, pero con la conciencia de que podía hacer las cosas bien y cantar de la mejor manera. -¿Cómo evolucionó tu formación y tu carrera al mudarte a Italia?

Después de los correspondientes a Radio Filarmonía (Lima, 2013), Luciano Pavarotti (Italia, 2015) y Canto Tenor Viñas (España, 2019) el de Operalia es su cuarto premio. En la foto, en el Teatro Regio Torino, en la Ópera Rigoletto.

Cuando tomé la decisión de mudarme a Italia no tenía nada seguro, lo único que tenía claro era que tenía que estudiar con todas las fuerzas. Fue recién aquí que comencé la carrera. -¿Qué relación tienes hoy con nuestro país? ¿Cómo lo ves a la distancia? La relación que tengo con el Perú fue siempre de amor/odio. Amaba mi país pero al mismo tiempo me dolía y me molestaba mucho el sistema en el que vivía. -¿Hay algo que extrañas? Ahora no extraño absolutamente nada de ese sistema; por otro lado, extraño la cultura real peruana, no la popular, extraño la comida y el resto de mi familia y amigos.

Afiche de su presentación en el Bolshói. Reflexionando sobre el alcance del premio obtenido, el tenor afirma que “Operalia fue una confirmación de que voy por buen camino”.

12

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA

-¿Qué rumbo esperas que tome tu carrera a partir del premio obtenido en Operalia? Digamos que es muy pronto poder ver cómo cambiará la carrera. Por ahora quiero concentrarme en seguir estudiando y realizar con éxito y responsabilidad los contratos que ya tengo firmados. -¿Qué es lo que más aprecias de tu vida en Italia? Lo que más aprecio aquí es la tranquilidad, su gente y su cultura rica en historia. Italia es un país con muchas culturas dentro de un solo territorio, con dialectos y costumbres diversos. Hay muchísimo que aprender de este país maravilloso. -¿Qué futuro crees que tiene en el Perú un joven que, como tú, apuesta por la música profesionalmente? Digamos que un joven como yo tiene un futuro incierto y muy limitado. La ayuda del gobierno tiene que ser fundamental para formar y perfeccionar el talento de tantos jóvenes peruanos, y crear un sistema educativo donde se pueda percibir desde muy pequeños cual es la pasión y los talentos que se tiene.



EMPRENDIMIENTO

Compras en un click

Gamarra

Digital Un tusán y sus tres socios vieron en la pandemia una oportunidad para ayudar a los empresarios de La Victoria a dar el salto hacia las ventas digitales. Una buena idea que va camino a la expansión.

Escribe Giuliana Lévano

A

lexander Chang, graduado en el Reino Unido y con experiencia en el sector turismo, tenía un trabajo seguro y bien remunerado pero también una inquietud por iniciar el negocio propio. Con unos amigos venía madurando un proyecto desde el 2019: digitalizar las ventas en Gamarra. Iban de cuando en cuando a la zona, conversaban con los comerciantes. Parecía una buena idea para emprender. De pronto vino la pandemia y la consiguiente paralización del comercio. Las 500 mil personas que llegaban diariamente a la zona estaban ahora encerradas en sus casas. Los pequeños comerciantes se encontraban al borde de la quiebra, con la mercadería apilada en las galerías vacías. Era el momento preciso para que la venta digital los sacara del cierre inminente.

Oswaldo Nomura y Alexander Chang, dos de los socios de Gamarra Click, en su elemento. El 2021 fue el lanzamiento de su proyecto.

14

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA


ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

15


FOTO: ANDINA

EMPRENDIMIENTO

La pandemia afectó gravemente a los comerciantes que pugnaban por ingresar a sus locales a retirar mercadería.

16

ı

FOTO: ANDINA

Los afiliados a la plataforma digital han aumentado sus ventas hasta en 30 % mensual en promedio.

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA


gamarraclick.com

La web permite comprar en Gamarra desde casa con descuentos, ofertas y garantía de devolución.

trabaja solo con los comerciantes formales que “Era un ‘ahora o nunca’”, dice Chang. “Me di tienen RUC y emiten facturas. “Vendemos texcuenta de que, si me quedaba en turismo, no iba a hacer nada. Todo el 2020 estuvimos tratiles y calzado para hombres, mujeres, niños y bebés. Lo que limita nuestro crecimiento es que bajando en esto, haciendo estudios de mercano trabajamos con imitaciones, y buena parte do y hablando con stakeholders, así como con de la producción en la zona es imitación”, dice. potenciales clientes. Comenzamos a venderles “Nosotros no cobramos un fee. Tenemos la idea. En octubre uno de los socios, Oswaldo una comisión fija sobre las ventas”, puntualiza Nomura, se decidió a trabajar a tiempo comChang. Según las encuestas que han realizapleto en desarrollar el proyecto”, añade. Ahora tres de los cuatro involucrados ya dedo entre sus socios, las ventas adicionales que dican la jornada entera estos obtienen al mes a esta iniciativa. “Emcon el e-commerce pezamos con fuerza en son de al menos 10 %, enero de este año, en “Lo que limita nuestro crecimiento es que no aunque el promedio es trabajamos con imitaciones, y buena parte marcha blanca y con de 30 %. 25 socios, para proMuchos comerciande la producción en la zona es imitación”. bar que este modelo tes de la zona ya venmínimo era viable. Hoy Alexander Chang. dían por el canal digitenemos más de 250 tal, promocionándose socios y más de 2 mil a través de Facebook ventas. De enero a la e Instagram. El problefecha hemos incrementado nuestra facturación ma con este modelo es que la venta “no termina mensual en más de 900 %”, añade Alex Chang. de ser manual”, como explica Alex Chang. “Las medidas en Gamarra no son estándar: cada productor tiene sus propias medidas. EntonSolo con formales ces había mucha ida y vuelta de consultas de En Gamarra hay entre 40 y 50 mil tiendas, los clientes y eso desenfocaba al productor de el 60 % de las cuales ya reabrió. Gamarra Click ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

17


EMPRENDIMIENTO sus obligaciones de ir al taller, buscar telas, ver la confección y, encima, atender al delivery. Nosotros detectamos esta oportunidad para darles un servicio end to end, desde el marketing de sus prendas hasta el servicio posventa”, añade.

Sociedad de cuatro

Las cuatro mentes detrás de Gamarra Click vienen de distintas experiencias profesionales, todas las cuales confluyen para hacer de este un emprendimiento bien orientado. Alexander tiene experiencia en e-commerce; Oswaldo Nomura tiene una maestría en Design Thinking, que observa y analiza las necesidades y debilidades del cliente; Luis Granda viene de una familia que trabaja desde hace mucho tiempo en Gamarra y conoce perfectamente ese mercado, y Gerardo Ruiz González, quien se incorporó en marzo de este año, es el responsable de las finanzas. Él se encarga de preparar una ronda de inversiones para levantar fondos en marzo del próximo año. Esa inyección de capital será clave para el crecimiento un piloto de entregas en 72 horas, que en reade Gamarra Click. Actualmente tienen un equilidad serán 48 horas o menos. Queremos que po de ventas compuesto por solo tres persolos compradores confíen en que recibirán sus nas. El trabajo de ellos y la publicidad ‘boca a productos a tiempo boca’ son su motor de para la Nochebuena”, impulso. “La mayoría asegura Chang. de socios son gamarri"La mayoría de socios son gamarrinos La vena emprennos jóvenes; es decir, la tercera generación jóvenes; es decir, la tercera generación dedora le viene a Alex su padre, quien es que recién se famique recién se familiariza con el negocio de comerciante en la galiariza con el negocio digital y está más dispuesta a probar". lería El Dorado, del digital y está más discentro de Lima. “Yo soy puesta a probar”, dice Chang Li, así que soy Chang. tusán por ambos laEsta campaña nados”, dice. “Mi abuelo paterno vino de Cantón y videña, la primera para Gamarra Click, viene formó una empresa distribuidora de alimentos. fuerte y comenzó ya a fines de octubre. Así como Mi bisabuelo por línea materna también llegó para las grandes tiendas la Navidad represende China. Mi papá siempre está inclinado a emta el 30 % de la venta del año, se espera que en prender negocios, y quizás eso es lo que me ha el circuito victoriano haya un repunte que puellevado a apostarlo todo a Gamarra Click”. de estar entre el 20 y 30 %. “Estamos lanzando

18

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA


COLUMNA

Herederos del Dragón Por: Humberto Rodríguez Pastor

Cañete: Chinos en la Guerra del Pacífico1 Poco después de las batallas de San Juan y Miraflores durante la Guerra del Pacífico, en el verano de 1881, en el valle de Cañete se produjeron desórdenes ocasionados por los pobladores pobres –a los que llamaban plebe– que habían recibido apoyo de montoneros que luchaban a salto de mata contra los chilenos. El detonante fue un hecho circunstancial que generó una pelea entre un chino y varios negros. A partir de ese instante la persecución a los chinos fue masiva y descontrolada. La turba, compuesta por “negros” y “cholos”, persiguió a los chinos y llegó a matar a mil de ellos e incendió los cañaverales de las haciendas, “una por una”. El numeroso grupo de culíes, acompañados de dependientes (empleados) de los fundos, tuvo que atrincherarse apresuradamente en la hacienda Casa Blanca, en el distrito de San Luis. Allí opusieron resistencia durante cuatro meses; los sitiadores trajeron un cañoncito, lo montaron con grandes precauciones y al primer disparo... reventó. Por lo tanto, fue abandonado. Los sitiados se defendían activa e ingeniosamente. Los tubos de los alambiques y las cañerías los convirtieron en armas de fuego. Efectuaban así algunos tiros a los sitiadores; también los amedrentaban lanzándoles botellas llenas de pólvora y fragmentos cortantes, a las que ponían una mecha encendida. Con una especie de cañonazo que lograron crear, hicieron tres víctimas en el campo enemigo. Los chinos buscaron el apoyo de sus connacionales de fuera de la región. Con ingenio hicieron llegar hasta el puerto de Cerro Azul un cajón de naranjas en cuyo fondo iba escondido uno de ellos, quien llevó la noticia a Lima “...de los apuros en los que estaban sus paisanos...”. Así fue como los jefes militares chilenos –ya bien instalados en la capital peruana– se enteraron de ese asedio. Por su parte, los hacendados ofrecieron un buen pago y consiguieron que una fuerza chilena fuese a Cañete a controlar esa contienda local. Recién el 15 de junio de 1881 una división de las fuerzas chilenas, con 500 hombres armados, llegó al puerto de Cerro Azul.

Cuarta entrega de la serie ocurrencias y situación de las comunidades chinas asentadas en provincias peruanas entre 1850 y 1930

Después de la Batalla de Miraflores se produjeron desórdenes que detonaron la persecución a los chinos.

Las tropas chilenas pusieron fin a la situación de los sitiados liberando a 3,000 chinos parapetados en la hacienda Casa Blanca. Y así empezó el éxodo de los asiáticos: una procesión de fantasmas, de espectros lívidos, de hombres desfigurados por el hambre, los sufrimientos y el terror. El siguiente éxito logrado en el intento del apaciguamiento fue en la hacienda Montalván, luego se dirigieron a Cañete y de allí a Imperial. Esta última aldea fue reducida a cenizas, pues, según una de las varias explicaciones, fueron los montoneros, junto con los pobladores del lugar, los que habían matado a 1,086 chinos posiblemente como represalia por su colaboración con los chilenos. Los chinos liberados suplicaron que no los abandonaran. Los chilenos les permitieron partir a Pisco y para que se defendieran les entregaron 100 fusiles. Un mes después el diario “La Situación” (Nº 39, Lima, 21 de julio de 1881, p.2) daba la siguiente noticia sobre los culíes del valle de Cañete: “...hartos y repletos de las pasadas experiencias, en número como de dos mil... habían emprendido camino hacia Pisco... [lo hacían porque, añade el diario con ironía e irrespeto]... los zambos se habían propuesto liberarlos de su dura peregrinación sobre la tierra, para enviarlos en un santiamén al paraíso del opio inextinguible y de los pericotes eternos”.

1 Mucho de este artículo se debe a la siguiente información: ARONA, Juan. La Inmigración en el Perú. Academia Diplomática del Perú, 1972, Lima. Así como de fuentes chilenas.

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

19




BOMBEROS

TUSANES

Dragones

al Rescate Los bomberos voluntarios de origen chino. Ellos no lanzan fuego, lo apagan para salvar vidas. 22

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA


Susan Tong, una de las pocas mujeres bombero. Maneja la autobomba en la Garibaldi 6 de Chorrillos. Junto a ella la bomba a brazos contra incendios donada por la comunidad peruano china en 1921.

Texto y fotos: Lewis Mejía

S

i todos los bomberos voluntarios peruanos de origen chino se juntaran, bien podrían conformar, ellos solos, una completa estación para atender los incendios y otras emergencias. Según las estadísticas del Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú (CGBVP), actualmente suman alrededor de 30 los efectivos con apellido de origen chino en nuestro país. Bisnieto de Beijing Uno de ellos es Víctor Manuel Wong Zegarra, arequipeño, ingeniero mecatrónico de profesión, que trabaja actualmente en una empresa textil de tejido de lana de alpaca para la exportación. Una vez terminada su jornada laboral, este joven se dirige a su Compañía de Bomberos, la Yanahuara 140, donde tiene año y medio de experiencia luchando contra los incendios, su especialidad. “Mi bisabuelo, Gregorio Wong Li, llegó al Callao a principios del siglo XX buscando hacerse un porvenir. Viajó por todo el Perú y, otra vez en Lima, trabajó en panadería. Ahí conoció a una muchacha, también de origen chino, que

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

23


BOMBEROS

TUSANES

Adrián Lou Ku, de la Bomba Antonio Alarco 60 del Callao. Es también rescatista aeronáutico en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.

se convirtió en mi bisabuela. Ella se apellidaba Xiang pero lo cambió por Calderón”, recuerda. Y aunque Víctor Manuel no entiende ni una palabra del idioma de sus ancestros, sí tiene el ferviente deseo de viajar a la ciudad de Beijing, de donde proviene su familia. “Es un sueño que haré realidad”, lo dice con firmeza antes de subir a la autobomba. Cantonés en casa El caso de Susan Tong Laurel es un tanto diferente: su propio padre es nativo

24

ı

ıA

SOCIACIÓN

"Visten con honor el

uniforme rojo, un color que también representa la vitalidad, el éxito y la buena fortuna". de Cantón, de donde llegó al Perú muy niño con toda su familia. Años después, se casó con una dama del Cusco. Vaya encuentro intercultural... Ella está culminando sus estudios de Negocios InternaPERUANO CHINA

cionales en la universidad y, a la vez, es una de las pocas mujeres-bombero peruanas con la máxima categoría en licencia de conducir que le permite manejar las enormes escalas telescópicas como si nada. “Mi familia tuvo un negocio de transporte pesado, yo quise participar y me enseñaron a manejar camiones. Ahora me sirve para desempeñarme como piloto voluntaria en la compañía de bomberos Garibaldi 6 de Chorrillos, donde ya tengo 21 años de servicio”, resalta. Cuenta que sus abuelos Tong Choc Kiu y Kam Lai Wa


Víctor Manuel Wong, ingeniero mecatrónico. Es voluntario desde hace año y medio en la Compañía Yanahuara 140 de Arequipa.

llegaron de Cantón y que su papá, Félix Tong Kcont –que habla, escribe y lee en chino–, escucha la ópera en esa lengua y ve los canales de televisión de China. En general, en casa se viven todas las festividades del calendario respectivo; también se disfruta del auténtico menú oriental

que su mamá, Tania Laurel, aprendió a preparar, y cuyo aroma despierta el apetito en todo el barrio. Desde Macao En el Callao y listo para salvar vidas, aguarda el bombero voluntario Adrián Lou Ku, de la Compañía Antonio Alarco

60 del distrito de Bellavista, quien a nivel profesional también trabaja como rescatista aeronáutico en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. Sus ancestros proceden de dos vertientes: el apellido Lou, del territorio de Macao, y Ku, de la ciudad de Cantón, según le contaron sus padres que, a

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

25


BOMBEROS

FOTO: JUAN FARFÁN

TUSANES

Julio Pedro Li Yarlequé, bombero de la Compañía Morropón 151, Piura. También lo son tres de sus cinco hijos.

su vez, son hijos de inmigrantes chinos llegados a principios del siglo pasado a Trujillo y luego a Huacho. “Me siento bien con mis dos apellidos, mis compañeros me dicen chino y yo me siento bien chino. Sin embargo, conozco apenas una que otra palabra y me gustaría aprender”, dice sonriente. Tiene dos hijas a las cuales sí les ha despertado el interés por conocer más la tierra de sus antepasados, y estaría feliz de que alguna de ellas lograra estudiar en China. Familia de rojo Julio Pedro Li Yarlequé es parte de la Compañía Mo-

26

ı

ıA

SOCIACIÓN

rropón 151 en Piura desde el año 1999; también lo son tres de sus cinco hijos: Pedro Jesús –que por ahora trabaja fuera de la provincia–, Brando Mocsen y Katia Yahaira Li Neyra. “Mi apellido procede de Shanghái, de donde llegó mi abuelo Julio Li Chung en 1920. Bajó en el puerto piurano de Paita con dos baúles, unos libros y un ábaco. Se instaló en Sullana, donde se casó con mi abuela, que se apellidaba Wong”. Recuerda que su padre, don Julio Li Wong, fue enviado a Lima a estudiar en el colegio chino situado en Barrios Altos, donde aprendió a hablar en

PERUANO CHINA

mandarín y tener todos los modales chinos. Pero se olvidó de compartirlo con la familia. “Creo que mis hijos se hicieron bomberos al verme salir tantas veces a los incendios en la madrugada y volver oliendo a quemado; querían saber qué hacía con el fuego”, lo dice en son de broma justo antes de recibir la llamada que rápidamente lo conduce a otro siniestro. Orgullosos de su pasado y optimistas con su futuro, estos son los bravos bomberos peruano-chinos que visten con honor el uniforme rojo, un color que también representa la vitalidad, el éxito y la buena fortuna.


¡La Cena está servida! Sepárela hasta el 22 de diciembre

NAVIDEÑO POLLO BBQ 4 PERSONAS S/ 120.00

TRADICIÓN NAVIDEÑA 4 PERSONAS S/ 240.00

BELÉN 4 PERSONAS

1 pollo BBQ o Brasa + Papas fritas familiares o arroz 600 g (1 variedad) + Ensalada coleslaw o a escoger 1 kg (2 variedades) + Puré 500 g

Pavo al horno 800 g + Arroz 1.2 kg (2 variedades) + Ensalada 1 kg (2 variedades) + Puré 1 kg (2 variedades)

Chanchito al horno 400 g + Pavo al horno 400 g + Arroz 1.2 kg (2 variedades) + Ensalada 1 kg (2 variedades) + Puré 1 kg (2 variedades)

Chanchito al horno 800 g + Arroz 1.2 kg (2 variedades) + Ensalada 1 kg (2 variedades) + Puré 1 kg (2 variedades)

6 PERSONAS

Chanchito al horno 1.2 kg + Arroz 1.8 kg (3 variedades) + Ensalada 1.5 kg (3 variedades) + Puré 1.5 kg (2 variedades)

Opciones a elegir

6 PERSONAS

S/ 340.00

Chanchito al horno 600 g + Pavo al horno 600 g + Arroz 1.8 kg (3 variedades) + Ensalada 1.5 kg (3 variedades) + Puré 1.5 kg (2 variedades)

Arroces: Árabe, Aceituna, Campesino Ensaladas: 2 quesos, Hawaiana y Waldorf Purés: Camote, Manzana

Med Pedidos: mediterraneo.res mediterraneo.rest

S/ 330.00

Pavo al horno 1.2 kg + Arroz 1.8 kg (3 variedades) + Ensalada 1.5 kg (3 variedades) + Puré 1.5 kg (2 variedades)

S/ 245.00

MEDITERRÁNEO DE REYES 4 PERSONAS S/ 250.00

6 PERSONAS

S/ 350.00

Agregue a su orden:

• Purés 500 g • Ensaladas 500 g • Arroces 600 g

mediterraneo.com.pe

S/ 9.90 S/16.90 S/17.90

715 5555 MediterraneoPaginaOficial

Válido para salón, llevar y pedidos a domicilio a través de nuestra web o central telefónica. Se reciben pedidos hasta el 22 de diciembre o hasta agotar stock. Entregas a partir del 20 de diciembre. Los pedidos que se realicen desde el día 20 deben hacerse con 24 horas de anticipación. Imágenes referenciales.


EDUCACIÓN Escribe: Giuliana Lévano

L

os niños volverán plenamente a clases el próximo año. ¿Lograrán adecuarse a las nuevas normas de convivencia social? En el Colegio Peruano Chino Juan XXIII han ensayado algunas respuestas y el resultado ha sido óptimo. Después de casi dos períodos escolares completos sin que los chicos tengan contacto físico ni cercanía entre sí, y solo con la interacción que permiten las clases virtuales, han comenzado a acudir al plantel para participar en talleres complementarios en los que se integran y refuerzan sus habilidades a través de juegos. “La participación de los alumnos alcanza hasta el 85 %, lo cual demuestra que los padres confían en el cuidado que les brinda el colegio”, comenta con orgullo Jennifer Paján Lan, desde hace seis años directora del Juan XXIII. “La fuerte relación escuela-familia hace posible que podamos llevar adelante esta experiencia”, añade. El colegio, que a lo largo de la pandemia ha ido reacomodando sus estrategias para dar a los niños el apoyo que necesitaban en una situación inédita, alistó un Co-

Cuestión de La directora del Colegio Peruano Chino Juan XXIII Jennifer Paján Lan, encabeza estrategias creativas para el retorno a clases bajo nuevas pautas. El fuerte vínculo de padres y alumnos con la institución ayuda mucho en esta etapa.

El apoyo pastoral fue clave para las familias durante los momentos críticos de la pandemia.

28

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA


Confianza Jennifer Paján, directora del colegio Juan XXIII, una institución importante para la comunidad china y próxima a cumplir 60 años de creación. FOTO: ALBERTO TÁVARA

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

29


EDUCACIÓN mité del Buen Retorno, conformado por miembros de todos los estamentos del plantel. Primero se hizo una revisión de los espacios para comprobar cuáles tenían ventilación cruzada, qué materiales debían desechar, los puntos de agua, zonas de desinfección al alcance, señalética, etc. “Comprobamos que el 75 % de las aulas cumple las condiciones técnicas de calidad, y adaptamos otros lugares existentes para recibir a los niños, con aforos que van del 30 % al 50 % de ocupación”, añade Jennifer Paján. Sin duda la extensión del colegio, de más de 18 mil metros cuadrados y con muchos espacios diferenciados, contribuye a la reubicación de los alumnos. Esta institución, que cumplirá 60 años de actividades en el 2022, alberga también a la Vicaría Episcopal de la Comunidad China “San Francisco de Asís” y a la Asociación Deportiva Juan XXIII. “Se notaba que los chicos estaban con muchas ganas de regresar”, cuenta la directora, quien tiene formación como profesora de Educación Inicial y una maestría en Gestión Educativa. “Han sabido respetar los espacios colocados para mantener la distancia. Las profesoras los hicieron jugar, cantar y pasar algunos retos. Cada niño trajo una mochila con los juguetes que iba a utilizar para no tener que prestarse de sus compañeros y así evitar el contacto físico”, dice.

El apoyo de todos

“Cuando se inició la pandemia fuimos muy transparentes en decir que iríamos haciendo ajustes en el camino y tomando decisiones desde nuestras casas con lo que tuviéramos a la mano. Un grupo de papás, que están en profesio-

30

ı

ıA

SOCIACIÓN

Los talleres complementarios tienen lugar por las tardes y en ellos se refuerza la importancia de la distancia física, el uso de ambientes ventilados y la higiene continua.

nes vinculadas a sistemas y tecnologías de información y comunicación (TIC), nos convocó para ayudar. Éramos un grupo humano viviendo la misma dinámica y nos tendimos la mano para salir adelante”, sostiene la directora. Pero si al principio el objetivo

PERUANO CHINA

fue el aprendizaje, con el pasar de las semanas y la expansión de la pandemia la situación dio un vuelco. “Los alumnos comenzaron a perder familiares cercanos. Las noticias eran alarmantes, no había oxígeno. Las familias estaban impactadas y los chicos empe-


Al 30 % del aforo, el gran espacio de la Vicaría alberga a 150 personas. Sin embargo, para administrar los sacramentos se utilizó el patio principal.

zaron a expresar temor. El papá de una alumna falleció por Covid y lo primero que ella hizo fue llamar a su tutora”, recuerda. “Hay una identificación muy fuerte entre alumnos y tutores, quienes los acompañan durante todos los años de secundaria”, afirma. Rápidamente se dieron cuenta de que debían priorizar el bienestar socio-emocional de los estudiantes, poniéndolo por encima del objetivo de aprendizaje. “Creamos tres líneas de gestión: gestión de los aprendizajes con el uso de las TIC, gestión de la formación humano-cristiana (la pastoral) y las vivencias socio-emocionales. Todos nos hacíamos cargo de estas tres líneas. Lo que nos quedaba claro es que en el centro debíamos poner a los estudiantes y sus familias”, continúa. Algunas actividades propuestas unieron y dieron bienestar. Una de ellas fue El huerto en casa. Niños, papás, exalumnos y toda la familia partici-

paban en el Club del Huerto y eso ayudaba a integrar y escapar por un momento del estrés. Un profesor experto en filosofía del té les compartió su pasión. Empezaron las cadenas de oración. Los rosarios de los jueves. Todo contribuía a aliviar y proteger. Como ocurrió en todas partes, el personal docente tuvo que aprender en el camino y adeActividades manuales, juegos y pequeños retos forman parte de la estrategia en los talleres complementarios.

cuar sus contenidos educativos al mundo digital, solo que aquí tuvieron el apoyo de expertos en gamificación, que consiste en juegos en plataformas virtuales que ayudan en la adquisición del aprendizaje. Hubo un gran esfuerzo de todos para capacitarse. “El personal administrativo quedó a cargo de las salas zoom y han sido una parte muy eficaz en la asistencia a los profesores”, dice Jennifer Paján. ¿Y cómo vivió ella este período de cambios? Responde: “Al igual que todos, necesitaba un aliento. Esto de tomar decisiones sabiendo que no vamos a tener la respuesta perfecta sino que lo vamos a vivir juntos, me hace pensar que es el cargo más vulnerable si me lo pienso sola. Pero te fortaleces al trabajar en equipo y ver que todos quieren poner de su parte. Hemos aprendido unos de otros”.

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

31


ARTE

FOTOS: JUANJO CALVO

Alexia Lam nos deja un regalo navideño en acuarela, una de sus técnicas favoritas junto con el acrílico.

32

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA


Alexia Lam

De vocación, Pintora Es autodidacta y ha encontrado en la pintura una forma de expresar sus sentimientos más íntimos. El arte corre por las venas de esta joven tusán.

A

lexia Lam Rodríguez tiene 20 años y estudia Administración Hotelera en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas. Vive con sus papás, tiene dos hermanos y un perrito cuyas travesuras podemos seguir en su propia página de Instagram. Hasta ahí, Alexia parece una chica como muchas otras, que vive una alegre y despreocupada juventud.

Pero hay más detrás de esa imagen superficial. Cuando surgió la pandemia y vino el consecuente encierro, Alexia se sumió en una depresión que la llevó al consultorio de una psicóloga. Siempre le fue difícil expresarse y ahora no sabía cómo volcar esa angustia que la hacía ver todo negro. Entonces tomó unos sketchbooks y acuarelas que su hermana, quien estudió arquitectura, había dejado olvidados por ahí. Y comenzó a pintar.

En su página de Instagram exhibe sus trabajos para decorar salas y otros ambientes.

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

33


ARTE

La figura femenina predomina en sus lienzos. En ellos, dice, encuentra un vehículo para expresar sus propios sentimientos.

“Empecé entre mayo y junio del 2020”, recuerda ahora. “Me levantaba sin ganas de nada y lo único que quería hacer era pintar. Comencé a comprar lienzos, pinceles y pinturas por delivery. Todos los sentimientos, las emociones que tuve guardados por tanto tiempo los plasmé en mis lienzos”, dice. Es sorprendente ver lo que Alexia ha logrado en sus cuadros, en los que predomina la figura femenina. “Me gustan la naturaleza, los paisajes, el cuerpo humano. Los rostros, en especial, porque mis trabajos son muy personales: cada pintura o dibujo tiene un porqué, una descripción, un nombre, un poema que lo acompaña. Cada uno tiene su personalidad: son mis hijos”, sostiene.

34

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA

Ese deseo íntimo de expresarse encuentra otras vertientes. La escritura, por ejemplo (poesía, especialmente). O la posibilidad de crear música o cerámica. Para “INTEGRACIÓN” pintó un árbol de Navidad que representa también un tiempo de renovación, el comienzo de un ciclo en el que se reafirma la fe a través del nacimiento de un Niño. Alexia, quien es tusán por su bisabuelo paterno que vino de China, confiesa que su meta para el futuro es vivir del arte. “Me gustaría que la gente lo disfrute, que pueda ayudar a tocar corazones y sanar heridas, e inspire a quienes sienten igual que yo. Esto es lo que amo hacer”, dice.



CULTURALES

o t s Exi

as para “salir del chifa” m e o P

o g e u Creo, l FOTO: CARLOS CHONG

Poeta, narradora y gestora cultural, con más de veinte libros en su haber, Julia Wong dedica su último poemario a la diáspora china que pobló California y permitió fundar la cinematografía moderna.

36

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA


FOTO: REUTERS

Con el lanzamiento de este nuevo trabajo, la escritora Julia Wong salda una deuda que tenía consigo misma: vincular lo latino, lo gringo y lo chino, destacando a la vez a California como el lugar donde están las raíces de la migración china; y lo hace mostrando su sensibilidad ante lo fragmentado y reconociéndose en los fragmentos: “Así como tomas, das”, es el mensaje. Escribe Mariella Checa

J

ulia Wong está convencida de que son los libros los que tocan a la puerta de sus autores cuando llega el momento en que deben ser publicados. Así cuenta que les sucede por lo menos a ella y a otros escritores independientes y de textos cortos, cuya literatura busca ser un trabajo estético y de reflexión que nada tiene que ver con un mercado. En el caso de su nueva publicación, “18 poemas de fake love para Keanu Reeves”, cuenta que el tema llevaba bastante tiempo aguardándola y rondándola, hasta que la llegada de la pandemia se convirtió en la luz verde que puso en movimiento la

Arriba, actor Keanu Reeves, leitmotiv del poemario. “Me puse a seguirlo y a ponerle likes en Instagram… y en una de esas, ¡me contesta!”.

cadena de circunstancias favorables a la materialización de la idea: La obligatoria permanencia en casa no solo se tradujo en más lecturas de las habituales –que en su caso ya son muchas–, sino también en más consumo de películas vía Netflix y en lo que para ella fue una asombrosa novedad: el uso de redes sociales, un medio que hasta entonces había rechazado contundentemente. De entre la enorme variedad que ofrece el streaming, Julia optó por los largometrajes protagonizados por el actor de raíces chinas Keanu Reeves, cuyos trabajos iniciales había seguido y aplaudido, pero a cuya trayectoria posterior a “Matrix” le había perdido el interés. “Y hay, pues, películas en las que sentí que ya no era buen actor. Se había vuelto muy de acción y ya no me gustó. Decía: ‘cómo un actor tan guapo, que ha hecho otras tan buenas películas, se puede haber convertido en un avatar, que salta por todos lados… casi como

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

37


CULTURALES un kung fu panda’. Y entonces me puse a seguirlo y a ponerle likes en Instagram… y en una de esas, ¡me contesta!”. Cuenta la poeta que para iniciar los intensos diálogos que sostuvieron a la distancia, su interlocutor la invitó a vincularse a través del sistema Hangouts. “Entonces, durante año y medio he chateado con esta persona; nos hemos enamorado incluso. Ha habido toda una relación, pero obviamente yo no creo que sea Keanu Reeves”, dice. De esta manera, Julia sustenta el título del libro y subraya también la naturaleza “fake” de Hollywood, un ambiente aparentemente ideal, donde todo connota éxito y belleza, y donde, sin embargo, no son raros los casos de pedofilia, acoso, racismo, etc. Precisamente a este respecto, Wong señala el importantísimo rol que, de manera silenciosa, jugaron los migrantes chinos en los orígenes del cine hollywoodense, donde realizaron trabajos de mantenimiento y asistencia, pero nunca fueron protagonistas, a pesar de que China era lo más exótico para la filmografía de la época. “Fueron los europeos, como Bertolucci al hacer ‘El último emperador’, quienes empezaron a incluir a actores chinos en sus producciones”, reflexiona. Obligado lugar de tránsito entre Asia y otras localidades del continente americano, California fue también, a decir de la gestora cultural, lugar de destino para muchos chinos que llegaron a los Estados Unidos para trabajar en toda la costa oeste del país, en el tendido de la línea férrea, y para ayudar en la búsqueda de oro. Recuerda que ella misma solía hacer un alto en su ruta para visitar a su tía, residente en Los Ángeles, cuando de niña viajaba a Macao, donde vivía su padre, y que parte de esa estadía era la visita al Chinese Theater, en cuya

38

ı

ıA

SOCIACIÓN

En Barcelona brindó un recital poético antes de viajar a la Feria de Guadalajara. La acompañan el escritor Juan Manuel Chávez y Juan Pablo Roa, de la editorial y librería ‘Animal Sospechoso’.

entrada están impresas las hue- te, reflexivo, creador de arte, de llas de muchos famosos de la pan- vínculos, de posibilidades hacia el talla grande. “Sin embargo, si no futuro”. Sensible ante todo lo chifuera por Bruce Lee, que rompió no, Julia valora especialmente en algunos paradigmas, los chinos la estrella su existencia ajena a seguirían siendo dobles o jalan- las comparaciones, la competendo cables”, reclama Julia, quien cia o el conflicto. “Él simplemente da cuenta, así, de es, y nadie se preuna inquietud que gunta si es chino, siempre había esde Hollywood, de "El paradigma tado latente en ella Canadá; si es homtusán ha y que finalmente bre o mujer, viejo trascendido ha podido expresar o joven. Se ha mea través de este tido a europeos, fronteras nuevo poemario. gringos y chinos geográficas y Detonante o en el bolsillo. ¡¿Y políticas y se ha catalizador para quién logra eso?! la confección de ¡No es nada fácil! convertido en la la obra fueron las creación de un ser Y es que él no está charlas con el real en conflicto con su pensante, reflexivo, nacionalidad, sino o supuesto Keacreador de arte". nu Reeves, pues al que es alguien que ser el exitoso actor está haciendo. Es hijo de padre chino, un creador. EntonJulia Wong lo considera un repre- ces, pienso que los tusanes, si nos sentante del chino híbrido, que ya agobia la procedencia, tendríaes universal, y, como tal, un ejem- mos que seguir creando, porque plo a seguir: “El paradigma tusán en la creación, en la creatividad, ha trascendido fronteras geográ- se soluciona este conflicto con el ficas y políticas y se ha convertido origen”, finaliza. en la creación de un ser pensan-

PERUANO CHINA


BASES

Concurso “Arte Tradicional en tiempos de virtualidad 2022” La Asociación Peruano China convoca a la II edición de su concurso artístico con motivo del Año Nuevo chino 2022 “Año del Tigre”.

E

l concurso está dirigido al público en general (adultos, jóvenes y/o niños), sean amateurs o profesionales, con el objetivo de brindar a las nuevas generaciones la oportunidad de adquirir experiencias, fomentar su talento y potenciar sus expectativas de desarrollo personal.

y limpieza, pulcritud y composición (pintura en acuarela).

Para apoyar a los participantes en la mejor presentación de sus trabajos se realizarán seminarios por cada tema del concurso, los que se dictarán vía Zoom y Facebook Live de APCH. A continuación, el detalle de las bases y la fecha de los talleres:

Cronograma:

Temas: 1. Papel doblado

Seminario: 9 de diciembre a las 7:30 p.m. con el profesor Ludwing Lay.

2. Teatro de sombras

Envío de materiales: las fotos y/o videos se

enviarán al correo institucional eventos@apch.com.pe o en USB a la recepción de Av. Siete 229, La Molina.

Convocatoria: 8 de noviembre. Fecha máxima de entrega de fotos y/o videos: 27 de enero de 2022. Precalificación por el jurado: 28 de enero de 2022. Final para los seleccionados: 31 de enero de 2022. Ceremonia de premiación: 2 de febrero de 2022.

Seminario Teatro de sombras Piyingxi: 6 de enero de 2022 a las 7:30 p.m. con el profesor Arq. Renzo Wong.

Jurado: compuesto por 5 personas, 3 de la

3. Faroles chinos

Seminario: 6 de enero de 2022 a las 7:30 p.m. con el profesor Eduardo Tang.

Modalidad: El jurado elegirá 3 propuestas ganadoras por tema, las cuales participarán en la final. Será un ganador por categoría.

4. Talento musical: canto

Premios para los primeros puestos:

Seminario Talento musical y pronunciación en chino: 16 de diciembre a las 7:30 p.m. con los profesores Valeria Azabache y Gaby Xiao.

5. Pintura en acuarela

APCH y 2 artistas profesionales con experiencia y trayectoria en el ámbito artístico.

- Diploma al mérito. - Un vale por un banquete para 5 personas en el Chifa Min Ying.

Seminario: 13 de enero a las 7:30 p.m. con la profesora Flor Calderón.

- Premio especial por categoría.

Criterios de evaluación

- Beca para un taller en el Centro de la Amistad Peruano China.

En canto: interpretación, afinación, entonación y dicción. En las obras artísticas: destreza, estética y creatividad, además de dificultad (papel doblado), unidad familiar (teatro de sombras), simetría, complejidad, tamaño y estructura (faroles chinos),

Inscripciones: El público podrá inscribirse en: https://bit.ly/3qbRxgX

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

39


APCH LITERARIO

2021

Letras Brillantes A continuación el cuento y la anécdota que obtuvieron el segundo puesto en el concurso de Relatos Cortos de APCH

Antípodas

Autor del texto e ilustraciones: Gonzalo Sebastián Macalopú Chiu Segundo lugar categoría Cuento

Ilustrador y dibujante con varios premios que celebran su creatividad y talento, siendo el más reciente el 2º Concurso Nacional de Narrativa Gráfica, Gonzalo Macalopú Chiu también está dotado para la literatura como lo vemos en el siguiente cuento en el que la casa ancestral es el personaje a través del cual se traducen los significados de la identidad, el arraigo y los cambios en el espacio urbano.

N

o recuerdo muy bien a mi abuelo ya que entonces yo era muy pequeño y despistado. Físicamente sé cómo es él solo por fotos, la mayoría son a color, cuando era ya muy anciano. Allí estaba él, fotografiado discretamente frente al estanque de la casa; o a un lado reservado de un retrato de mi familia materna en algún cumpleaños; o sentado a mi lado en el gran sofá de la sala y yo era el niño más feliz de la cuadra. Él, en cambio, jamás sonreía. Hay otras fotos de él no muy numerosas a blanco y negro, cuando él era mozo, allá en los años cuarenta. Entonces él, junto a su enorme baúl de madera ajustado por gruesos metales, había descendido del barco que lo había traído del otro lado del mundo, allá donde nace el sol, escapando de la guerra y la crisis política de su país hacia alguna populosa ciudad portuaria de Sudamérica donde crecerían sus hijos que tendrían los ojos rasgados y la piel tostada como él, como mi madre, como yo. Quizá la imagen mental más vívida que tengo de mi abuelo, aunque no muy clara debido a mi edad, fue una noche cuando tuvo una descompensación al corazón y llamaron a una ambulancia para internarlo. Mientras lo sacaban de su estudio, subido en una camilla cual procesión a través de las escaleras flotantes de madera, él permanecía tranquilo y decía que era muy exagerado armar tanto alboroto, que no quería dejar a sus carpas sin comer y que solo le había dado el aire. De haber sabido que no volvería, al menos le hubieran dado tiempo de despedirse adecuadamente de la casa que tanto esfuerzo le costó construir. Rescatando algún otro recuerdo difuso y aislado de esa época, podría ser las veces que me quedaba los findes a pernoctar en aquella casa, lugar que para mí era un oasis ante el terror y la violencia que significaba estar con mis padres y, con ellos, los deberes escolares. Entonces yo me atrevía a escabullirme en el estudio de mi abuelo, que siempre estaba empolvado, atiborrado de sus libros encuadernados con hilos, estatuas de tipos bigotudos con rostro severo, incienso, tabaco desparramado, algo de humedad y remedios a base de ginseng. Nunca mi abuelo me recriminó por interrumpir su trance hipnótico de la tarde. Estábamos en ese cuarto celeste por horas, en mutuo silencio, él mirando su querido bulevar que iba desapareciendo por la autopista y yo inspeccionando minuciosamente sus revistas en ideogramas, pero sin hacerle alguna pregunta por sus significados. Por momentos, él ponía la radio y sus boleros. Tosía mucho, creo. Siempre su mesita de noche estaba llena de medicamentos, estampitas religiosas y, cómo olvidar, su dentadura postiza remojada en agua. Su fugaz presencia en mi vida fue tan misteriosa como los cuadros de tela colgados por toda la casa, en especial el de la sala, aquel del centenar de aves multicolores que sobrevuelan el cielo blanco calado por nubes que acarician a lo lejos unas montañas verdes ondulantes. Él era de frente amplia, de cabellos delgados echados para atrás. Recuerdo más las arrugas que se formaban en las comisuras de su boca, y las recuerdo porque son las mismas que tiene mi madre ahora. Su piel más bien era cobriza, heredada de la región de calor donde había crecido. Cachetes enjutos, por no decir escasos, y tensados por pómulos angulosos y prominentes, ojos muy rasgados pero que eran cubiertos por una eterna sombra que hacían sus párpados de pocos pliegues. Su voz era delgada y muy áspera, como si le costara trabajo respirar. Llevaba sandalias con medias, pantalón chavo y una chompa marrón oscura con franjas geométricas. Poco más

40

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA


de metro cincuenta, aunque encorvado por dolores de espalda, siempre subía y bajaba las escaleras como un joven, andaba estoico en su estudio, mirando desde su balcón el bulevar y el parque donde, en años pasados, había sacado a pasear a sus pastores alemanes junto a sus cinco hijos. Según me han contado, cuando todos dejaron el nido, mi abuelo se volvió más huraño, embebido en sus libros y sus quehaceres. Casi nunca contaba sus cosas, ni siquiera a mi abuela, que era la única fiel a su lado. No pude encontrar algún diario suyo donde dejara registro de sus memorias, pero está el baúl de madera con el que vino a este país, donde suele guardarse fotos a blanco y negro de él posando al lado de un mundo que hoy ya no existe más, sus documentos de migración y la correspondencia en ideogramas con su hermano gemelo que se quedó a vivir en su pueblo de su país natal. No recuerdo alguna palabra que me haya dicho directamente, no hay grabación, no hay testimonios. Lo que tengo de él para reconstruir su persona, que de alguna forma la siento cercana y llena de calidez, fue quizá la arquitectura perfecta de la casa que mandó edificar y donde vivió la mayor parte de su vida. Ubicada dentro de un distrito portuario que años antes parecía la recreación de un pueblo pequeño provinciano, se trataba de una casa en esquina entre una calle y un bulevar. Construida dentro de un lote cuadrado con un patio interior, tenía dos pisos con una azotea. Su influencia modernista de los años 60 le otorgaba unos enormes ventanales para que la luz y la naturaleza de la calle se fundieran con los ambientes interiores. Tenía dos ingresos, pero no se usaba el principal sino solo el que daba por la cochera. Luego de atravesarla se podía estar en el jardín con el estanque de carpas, un rosedal y un jazmín. Separado por una mampara de vidrio y con piso de parquet, estaba el comedor que tenía acceso a la cocina, donde solo se cortaban los alimentos para ser llevados al jardín donde mi abuela los cocinaba con un fogón de gas. Del comedor se podía ir a la sala y de allí a las escaleras flotantes que llevaban a los dormitorios y al estudio de mi abuelo donde tenía su balcón. Mi abuela, por su parte, tenía su propia habitación y desde su terraza se podía acceder a la azotea donde estaba el tendal, la lavandería y el invernadero. Mucho antes de que yo naciera mi abuelo había criado pericos y canarios australianos. Decían que siempre en las mañanas a las cinco les daba alpiste, se ponía a limpiarlos y apreciarlos. Con el tiempo empezó a ser tedioso cuidarlos así que decidió venderlos y en cambio se dedicó a construir un pequeño invernadero donde cultivaba pak choi y hortalizas a las que dedicaba gran parte de la mañana en su cuidado y, solo cuando acababa, se acostaba en su tumbona a la puesta de sol.

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

41


APCH LITERARIO

2021

Durante mis primeros años de universidad había decidido que ya no quería vivir en casa de mis padres donde también vivían unos tíos, mis primos y dos de mis sobrinos. Si bien la calle era tranquila, sentía que estaba dentro de una jaula de grillos en la que no podía concentrarme en mis estudios. Bebés llorando, baños ocupados, cenas ruidosas y a destiempo, peleas constantes por quién tenía que pagar qué cosa y el televisor siempre encendido. Un día, tras varias discusiones explosivas e hirientes, hice mis cosas y me mudé a la casa de mis abuelos que para entonces estaba abandonada. Cuando llegué, las telarañas y la mala hierba estaban por todas partes, el invernadero estaba en pésimas condiciones y el estanque, naturalmente, seco. Decidí refaccionar todo ello, cultivar como mi abuelo lo hubiera hecho y, aunque no llené el estanque de carpas, al menos puse un centenar de guppies en su memoria. Poco antes de acabar mi carrera, decidí convivir con mi pareja en dicha casa. Aunque la noticia fue un escándalo colosal para mi familia materna, al final quedaron tranquilos cuando conocieron a mi novia en persona. Notaron que era alguien que inspiraba confianza y que trabajaba por su cuenta. Fue así que nos mantuvimos en relativa calma durante unos años en los que los dos trabajábamos de forma virtual y no teníamos la necesidad de salir. No tenía apoyo de mis tíos para renovar la casa, ellos se habían ido a vivir en sendos departamentos al sur de la ciudad y se habían desentendido de todo. A mi madre también le daba lo mismo si la casa se caía a pedazos. Parecía que la trataba como un auto viejo del que había que deshacerse pues ya no le encontraba futuro alguno. Junto a mi pareja hicimos algunas remodelaciones más. El dormitorio estudio de mi abuelo se quedó como tal, pero retiramos su cama, que ya estaba muy apolillada, y colocamos unos escritorios donde nos sentábamos con nuestras laptops a trabajar. Los dormitorios de mi madre y mis tíos estaban cerrados y casi no los usábamos excepto cuando alguno de los dos deseaba ocuparlo debido a alguna discusión o un arrebato de independencia. Sin embargo, usualmente dormíamos en el cuarto de mi abuela, que era el más amplio y acogedor, aun habíamos dejado su máquina de coser y su tocador, cambiamos sus persianas empolvadas por cortinas y criado orquídeas puesto que el sol daba de forma indirecta y perfecta ahí. Mis amigos siempre habían temido a sus abuelos por alguna razón, y les daba repelús saber que yo dormía en el cuarto de un difunto. Jamás entendí eso, pero ni yo ni mi pareja sentimos ese malestar de ultratumba. De hecho, decían que mi casa era lúgubre a pesar de que tenía amplios ventanales y casi no había zonas totalmente oscuras. Muchos por eso se negaron a pernoctar ahí, por lo que usualmente sentíamos que estábamos aislados del mundo, aunque no sería por mucho tiempo. Nadie nunca planifica el futuro del lugar donde va a vivir. El destino del barrio donde vivíamos era el de ser popular y condicionado por la bulla. La aglomeración de gente y el sopor urbano siempre han sido mis enemigos. Amo el silencio, la independencia, estar a solas con mi pareja. Eso yo aprecio más que tener éxito económico, un auto y una buena casa, como deseaban mis padres. A mí me basta tener a las personas que más quiero cerca, un par de cosas para trabajar y tranquilidad. Pero cada vez más, después de haber demolido parte del bulevar para ampliar los carriles de la avenida y haber vendido el parque a una empresa privada que lo convirtió en un supermercado, el barrio perdió todo el brillo que a mi parecer había tenido antaño y que mi abuelo había jurado que siempre iba a ser así. Casas coetáneas a la mía empezaron a venderse para convertirse en multifamiliares. Abrían pequeñas tiendas de restaurantes y abarrotes cuyos clientes estacionaban sus autos del año en la acera y estos activaban su alarma ante la más mínima perturbación. Había más basura en las esquinas y las bocinas empezaban a las cinco de la mañana y se prolongaban hasta muy entrada la noche, de lunes a domingo. Los pregoneros circulaban por las calles con sus altavoces vendiendo cualquier clase de mercancía y decenas de motos rugían con el mayor estrépito posible sin motivo alguno. Para más inri, mi esquina se había vuelto un paradero de taxis y por más que presenté queja, nunca obtuve respuesta. Hasta cierto punto se podía tolerar todo ello pero entonces la avenida fue trazada como vía metropolitana. A partir de aquí, cuando me paraba en las tardes en mi balcón, podía toparme, a pocos metros, con enormes camiones y cisternas corriendo a velocidad. Luego vinieron aviones, carros policías, autos de bomberos, desfiles por cualquier motivo y hasta procesiones milagrosas. Las pistas se quebrantaron y se hicieron baches profundos como cortes en una piel vieja a la que nadie daba mantenimiento. Por las noches, los containers venidos del puerto llegaban a velocidad y al pasar por los huecos y rompemuelles, estos saltaban y, cuando caían, su peso hacía retumbar toda la avenida, que se estremecía como si cayeran bombas de guerra. Parte del yeso que recubría el techo de la casa empezó a quebrarse y a caerse, los muros comenzaron a rajarse a pesar de que eran de material noble y bien estructurados. Y así fue durante varios tormentosos años sin que alguien pudiera hacer algo. Llegó un punto en que la bulla empezó a afectar nuestras vidas. Decíamos que los cristales parecían de papel, así que pensamos cambiarlos por lunas acústicas y renovar los viejos marcos de madera por aluminio. Sin embargo, toda esa reforma era carísima y además eso implicaba cambiar las puertas huecas y ni pensar en el calor que haría en verano al impedir el flujo de aire. Lo peor era que, a pesar de que hiciéramos eso, aún podían persistir las vibraciones de los camiones y el ruido de los aviones. De pronto, dormir en la habitación de mi abuela, que tenía la

42

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA


ventana al pie del paradero de los taxis, se había vuelto insoportable y nos tuvimos que atrincherar en un pequeño cuarto de la azotea donde mi abuelo guardaba sus canarios. Tapamos las ventanas y pusimos una puerta de acero para que no se filtrara la bulla. Como supusimos, las vibraciones externas parecían ser más potentes que cualquier búnker antimisiles. Nos despertábamos a medianoche y conciliábamos recién el sueño tras horas de dar vueltas. Estábamos alterados todo el día, entre café, galletas sin azúcar y cigarros, mirando con tristeza el jardín cada vez más descuidado, sin hablar, cocinando sin ganas en un silencio incómodo y cuando hablábamos era solo para discutir por cualquier cosa. Nos habíamos vuelto seres insoportables y ya ni siquiera teníamos independencia. Lo más fuerte ocurrió después de Navidad. No dormíamos bien durante tres días y ante el ruido de los cohetes, alarmas y camiones, nos dijimos de todo y ella, al pasar las fiestas, alistó sus cosas y prefirió regresarse a casa de sus padres, en provincia. Y yo me quedé solo otra vez, en aquel tremendo caserón que amaba, pero sentía que se estaba hundiendo y cayendo por fuerzas que no podía controlar. Sentía que traicionaba a mi abuelo, que escapaba y lo dejaba atrás. Pero si permanecía allí, probablemente a lo mejor iba a perecer con este. Con el dolor más profundo, no había otra alternativa que salir antes de que fuera peor. Todo lo de la casa fue embalado o regalado a la caridad. Recuerdo, con una opresiva tristeza, cómo se deshicieron de las colecciones de libros de mis abuelos, sus muebles y los guppies del estanque, se llevaron algunas plantas valiosas y dejaron otras, destinadas a una muerte segura. Después, aquello de valor lo pusimos en una pila, en medio de la sala: los cuadros de parajes rurales, de palacetes y pajaritos, las joyas de perlas y jade, los jarrones de porcelana, las fundas de seda y los antiquísimos libros familiares de nuestras dinastías pasadas. Allí lo fuimos sorteando apresuradamente entre mis tíos y mi madre. De aquella carnicería pude conservar, tras una cruenta batalla, el cuadro principal de la sala, aquel de las mil aves, y el baúl de mi abuelo donde estaban sus objetos personales. Después de eso se hizo la venta de la casa. No quise presenciar el desguace, solo supe que una inmobiliaria la compró de inmediato. Debía de huir de aquella horrible ciudad. Pensaba que podía ser al interior del país, quizá, en las montañas, buscando el silencio que me había sido negado, pero por lo pronto, debía volver a la casa de mis padres. Una vez allí, sentía que ni siquiera podía llorar por la pérdida debido al estrés y a la constante de la atmósfera de trajín. Comía callado en medio de debates banales, dormía en camarote con dos personas más y a veces prefería encerrarme en el baño por horas para disfrutar mis lecturas con calma. El cuadro de la sala y el baúl eran los únicos sobrevivientes del naufragio. Una mañana decidí encerar el empolvado baúl aprovechando que mi familia se había ido al zoológico por el cumpleaños de un tío paterno. Al ordenar los papeles de su interior, hice un hallazgo fabuloso. Debajo de un

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

43


APCH LITERARIO

2021

falso fondo, había un álbum de fotos que jamás había visto. Había fotos a blanco y negro de mi abuelo, aún adolescente, junto a su hermano gemelo en su pueblo natal. Pero había un detalle en ese álbum que me puso perplejo, poniendo mi mundo de cabeza. En las fotos aparecía una casa de dos pisos construida en madera. Excepto por el techo de tejas negras, era desconcertantemente idéntica a la casa que mi abuelo construiría décadas más tarde en este país, tanto en la proporción de sus puertas y ventanas y la distribución de sus ambientes, en especial, su jardín y su estanque. Lo curioso es que esta casa estaba invertida, era el espejo de la casa que había hecho mi abuelo. O más bien, la casa del bulevar era el espejo de la casa original de tejas y madera. En la noche, pregunté a mi madre por aquellas fotos. Ella, con cierta desazón e indiferencia, me dijo que en esa casa había vivido mi abuelo con sus padres antes de su gran viaje, pero no sabía mucho al respecto ya que no había tenido contacto con dicha familia. Mi madre había creado una cortina de hierro, quizá un deseo de desligarse del rastro de la familia del otro lado del mundo, como un resentimiento injustificado, una desconfianza hacia lo desconocido y sus costumbres extrañas. Estaba preocupada de que su hijo hiciera alguna locura, en cambio yo me sentía entusiasmado ante dicha revelación y, en cierta medida, lo vi como una esperanza que se cimentaba más que en mi intuición. No tenía nada que perder, así que me atreví a indagar más sobre la casa gemela. Empecé a revisar minuciosamente el resto del álbum, las fotos viejas y hasta en Internet. Hice traducciones, llamadas a familiares lejanos y a los hijos de los amigos de mi abuelo y, al cabo de un año, llegué a la siguiente conclusión: el hermano de mi abuelo había estado viviendo en su pueblo natal. Al fallecer, una nieta suya había decidido quedarse en dicha casa puesto que deseaba la pasividad del campo. Sus dos hermanos y sus padres, en cambio, habían preferido vivir en las comodidades de la ciudad cosmopolita de dicha región. De alguna forma me las hice para contactar a mi prima por correo electrónico. Me contestó amablemente y me dijo, y hasta me animó, que podía ir a visitarla. Tomé mis ahorros y parte del dinero de la venta, me parecía lo justo, y emprendí, contra la voluntad de mi madre, el vuelo hacia el pueblo de mi abuelo a ver la dichosa casa que tanta intriga me causaba. Es un pueblo rural mediano que tiene todo lo necesario para una vida tranquila. Está cerca de la capital de la región, se va en moto o bicicleta y se puede comprar de todo, insumos y animales vivos para trozarlos frente al fogón. Hay tecnología actual, pero la gente prefiere vivir a la antigua usanza y en parte me recuerda al interior de mi país. Hay campos de arroz en las cercanías y bueyes de agua pastando. A lo lejos está la niebla que por las tardes se desliza desde las altas montañas verdes y suelta una ligera lluvia caliente sobre las tejas oscuras y mohosas del pueblo. No costó encontrar la casa natal de mis abuelos. Queda en esquina, en una calle reservada, cerca de un bosque de abetos. El tamaño de sus ventanas se justifica por las vistas que captura para su interior. Y si quitara los ornamentos, los detalles en madera, las cornisas orientales recargadas, los dos leones de las entradas, las enredaderas y la techumbre, es la misma casa del bulevar. Mi prima y su esposo me recibieron antes de llegar a la puerta. Deseaba abrazarles como estaba acostumbrado de donde yo venía, pero seguramente se iban a incomodar, así que les alcé la mano y ellos hicieron lo mismo. Sus sonrisas, que se desbordaban de sus pequeñas mandíbulas, delataban cierto afecto y curiosidad hacia mí. La casa, como era de esperar, tiene dos ingresos, pero aquí se usa más la puerta principal, directa a la sala, y no por la cochera que es un taller y donde antes se guardaban los carruajes. El piso es un entablado que siempre cruje ante las pisadas. Al encontrarme con la sala, sentí que había vuelto a un lugar familiar que ahora ya no existía. No hay cuadros, solo paredes desnudas llenas de un poco de hollín y humedad y uno que otro adorno de buena suerte o abundancia, el resto es un mobiliario oscuro y desgastado pero útil, y la mesa es robusta con las patas esculpidas en piedra. El jardín está ahí, con un horno hecho de cal y barro. Y con un estanque de carpas. Y un rosedal y un jazmín. En un impulso de emoción, sin pedir permiso, me atreví a subir las escaleras, que eran macizas, y encontré lo que era el estudio y me asomé al balcón. Luego me di cuenta de que no había necesidad de tener cuadros o un invernadero o criar canarios aquí. Por momentos, no veía las aves, pero por su canto sé que estaban alrededor y eran más de mil y de muchos colores, saltando y volando entre las ramitas de los abetos. Exhausto, fui al baño, y mientras me mojaba la cara hice otro descubrimiento. Identifiqué las bolsas de amanecida, los párpados caídos, las arrugas, el rostro sin mejillas, las canas echadas hacia atrás y las grandes entradas que ahora tenía. Entonces supe que era él quien me había hablado al fin. Él me había insistido en dejarlo todo y volver. Siempre, en silencio.

44

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA


FOTO: SHUTTERSTOCK

APCH LITERARIO

2021

La canción que no se olvida Autor: Joseph Celio Arellano Cerna Segundo lugar categoría Anécdota

FOTO: JOSÉ VILCA

La crisis sanitaria ha dejado pendientes sus estudios de ingeniería ambiental, pero no su vocación literaria. Es así como, a pocos días del plazo final del concurso organizado por APCH, puso manos a la obra y envió la siguiente anécdota que explora los prejuicios y estereotipos de la vejez. Es, además, lector entusiasta de autores como Julio Ramón Ribeyro, Julio Cortázar y Mario Vargas Llosa.

R

ecuerdo aquella tarde de verano, acogedor febrero, el sol calentando las cabecitas de los presurosos transeúntes. Estaba yo —vestido floreado y sandalias bajas—, impaciente, esperando a alguien en un parque cercano (¿un amigo?). Tenía la costumbre de llegar tarde a las citas y esta no parecía ser una grata excepción. Transcurrían los minutos y, mientras disimulaba el disgusto en mi rostro tarareando canciones imaginarias, me pareció oír una agradable melodía. Alcé la mirada, buscando la fuente del sonido, y encontré, a escasas bancas de distancia, a una persona mayor que, ensimismada, le robaba a las cuerdas de su guitarra las más apasionadas notas. Lo reconocí en el acto: era el mismo anciano que solía ir al parque a cantar. Vestía una camisa roja bastante desgastada y un pantalón negro despintadísimo. Había algunos rumores de que andaba mal de la cabeza e incluso algunas voces indiscretas afirmaban que era un prófugo de la justicia. Sin embargo, tenía unas ganas terribles de matar el tiempo, así que fui directo a esa banquita de cemento. Cuando me senté a su lado, pareció no reparar en mi presencia, pues seguía atrapado en su hipnosis musical. Solo después de unos minutos, me atreví a decirle, decidida: —¿Qué canciones sabe tocar?

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

45


APCH LITERARIO

2021

Sacándolo de su trance, me miró desconcertado y, luego de mirar a ambos lados como buscando una aprobación externa, me respondió: —¿Disculpa? —Dije, pues —repetí luego de una pausa nerviosa—, que si me podría mencionar qué canciones sabe tocar. —Es raro que alguien se acerque a mí y es más raro aún que alguien me hable —explicó con una voz grave pero cordial, que se contradecía completamente con su apariencia—, pero te diré que me encanta el rock. —Ah… ya somos dos —repliqué, cómplice. Entonces empezó a fluir una conversación muy amigable: hablamos de música, artistas, canciones y una que otra cuestión de la vida, demostrando una gran sabiduría macerada con el tiempo y la experiencia. Pasamos ya largo rato conversando, hasta que le pregunté, mirándolo con ojos inquisidores: —¿Por qué siempre canta en este mismo parque?

—Aquí, en este parque, conocí al amor de mi vida. Éramos jóvenes, como dicen algunos, en la flor de la edad. Yo solía venir aquí a tocar porque ella vivía en una casita del frente. Quería llamar su atención, así que, en las mañanas, venía y le cantaba. Tenía que ser cuidadoso para que sus padres no se enteraran, pero lo suficientemente osado para que ella escuchara las canciones que le dedicaba. A veces, tenía éxito y salía a verme por unos minutos. Estuve cantándole por meses, hasta que, una mañana de verano, se sentó a mi lado y fui el hombre más feliz del mundo. Conversamos esa vez y muchas otras más. Entre risas y miradas, nos conocimos mejor, nos gustamos, nos quisimos. Fuimos enamorados, novios y finalmente esposos. Pasé con ella los mejores momentos de mi vida y me

46

ı

ıA

SOCIACIÓN

FOTO: SHUTTERSTOCK

Él bajó la mirada, rascándose la crecida barba blanca que lo adornaba y, suspirando, empezó a contarme:

ayudó también a atravesar los más difíciles. Fue mi única mujer. Pero ella falleció de cáncer hace 7 años y, desde entonces, para que sepa que su memoria la guardo intacta, vengo a cantarle todos los días, así como lo hacía en el hospital, hasta el último día que se fue. Sé que ella, esté donde esté, aún está encantada escuchándome como siempre lo hacía. Me quedé conmovida con aquella historia y, como iba anochecien-

PERUANO CHINA

do, me tuve que despedir. De regreso a casa, estuve pensando todo el camino que si, así como con él, había yo dejado de conocer grandiosas personas solo por dejarme llevar por prejuicios. Que también un baúl aparentemente viejo y empolvado puede poseer en su interior diversos tesoros escondidos. Quizás ese día perdí una cita, pero gané un amigo. Incluso hasta me alegro de que me hayan dejado plantada.


Cada uno a

Disfrute de los más deliciosos BANQUETES Navideños

179

S/

Contámos con los más deliciosos banquetes navideños para todos los gustos: Pavo, brazuelo y panceta al horno, variedad de ensaladas, arroces y purés navideños. Solicítelo también a través de nuestra central telefónica: 219-9000


SALUD

A la ciencia por las

Letras

Psiquiatra José Luis Li Ning analiza síntomas y metáforas de la enfermedad en la poética de José Watanabe. El ser humano detrás del paciente. Escribe Mariella Checa

Una larga trayectoria en salas de hospital y aulas universitarias ha convencido al doctor en Psiquiatría José Luis Li Ning de la necesidad de rescatar para los médicos la dimensión humana que se oculta tras los lamentos de todo paciente. Para lograrlo, toma las expresiones –ricas en forma y contenido– de quizás el más sensible de los dolientes: el desaparecido poeta José Watanabe.

A

mbos nacieron en Trujillo, en la misma época; los dos eran de ascendencia asiática e incluso tocayos. Por si todo eso fuera poco, compartían un vivo interés por el arte, la cultura y, al pa-

Última Noticia Esta es tu última noticia, cuerpo: una radiografía de tus pulmones, brumas inquietantes, manchas de musgo sobre la nieve sucia. La tierra espera que algún día todos los órganos, como los perros, la husmeen buscando la hierba benéfica. Tus pulmones, entre hojas sedosas, lucirán sanos y tersos como recién nacidos y concertarán con un joven buey el ritmo amplio de su respiración. Al fondo FOTO: ANDINA

habrá un cielo luminoso y ninguna sombra, sobre todo ninguna sombra aciaga.

José Watanabe Varas José Watanabe y el doctor Li Ning cultivaron una estrecha amistad desde muy jóvenes. Son cerca de 50 textos del poeta de Laredo los que se examinan en la obra.

48

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA

Tomado de Banderas detrás de la niebla, Lima: Peisa, p. 24.


Médico psiquiatra Luis Li Ning y doctor en Historia del Arte por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, acaba de ser elegido presidente de la Asociación Psiquiátrica Peruana. FOTO: ALBERTO TÁVARA

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

49


SALUD recer, por la naturaleza y el ser humano. No sorprende, entonces, que sus rutas los condujeran a un encuentro y a una amistad que se mantuvo durante décadas y que ha dado por fruto, entre otros trabajos, el libro “Síntomas y metáforas: Vivencia de la enfermedad en la poesía de José Watanabe”. Su autor, el doctor José Luis Li Ning Anticona, obtuvo la publicación al resultar ganador de la Cuarta Convocatoria de Proyectos Editoriales del Fondo Editorial de la Asociación Peruano Japonesa. “Fue una sorpresa”, confiesa el psiquiatra, ex jefe del Departamento de Salud Mental del Hospital Rebagliati, hoy en retiro. Cuenta que participó de la competencia por invitación y sin mayores expectativas, pero también comparte su esperanza en que el contenido del libro se difunda entre los médicos: “Porque, en realidad, yo he escrito para ellos. No he querido entrar en lo literario, porque los literatos tienen su mundo y sus reglas. Entonces, no es un libro de crítica literaria. A lo que Watanabe dice yo no le agrego nada. Él ya está reconocido. La calidad no hay que defenderla. Yo lo que veo es cómo la enfermedad interviene en ciertos usos de metáforas”, aclara. Médico cirujano por la Universidad Nacional de Trujillo, especializado en Psiquiatría por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y doctorado en Medicina, también por la UNMSM, el doctor Li Ning reconoce que al pasar tanto tiempo escuchando los lamentos de los pacientes, los galenos terminan acostumbrándose a ellos. “Lo que he querido presentar son esas quejas en verso, con la idea de que los colegas puedan tenerlas en otro registro, en otras formas, poéticas, y puedan recordar al ser humano que está detrás de un enfermo. Entonces, es ampliar

50

ı

ıA

SOCIACIÓN

Dos obras de Li Ning. En la primera examina, desde la psicología médica, el rol protector de la familia, y en la segunda, el código artístico de la cerámica precolombina, desde la estética.

la sensibilidad de los médicos y dar también a los pacientes la posibilidad de verse reflejados”, refiere. Profesor cesante de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Federico Villarreal y de la Facultad de Medicina en

PERUANO CHINA

la UNMSM, el doctor Li Ning explica que su interés al respecto está estrechamente relacionado con los cursos que en la Decana reciben los estudiantes sobre la relación médico-paciente y sobre la psicología del enfermo. En tal sentido, comenta que preocupaciones compartidas por quienes pierden la salud suelen ser el miedo a morir, la conciencia de la fragilidad humana, el temor a las operaciones y la soledad existencial: “El enfermo está solo con su enfermedad. No está enfermo el vecino, ni la mamá, ni el papá, ni el hijo; él está enfermo. Todos caminan normal por la calle y el paciente no puede ni levantarse”, explica. Según anota el investigador, José Watanabe no fue la excepción. Con tres diagnósticos sucesivos de cáncer, a cada uno de los pulmones y al esófago, el escritor expresa todas esas sensaciones y emociones en buena parte de su obra, asegura Li Ning: “En muchos poemas se imagina cómo mueren los seres. Por ejemplo, ve a las malaguas y se pregunta si cuando ellas mueren se disuelven en el agua. Él dice: ‘Yo no tengo miedo a morir. Tengo miedo a la forma de morir’. Se imagina como los animales que van a hibernar, que se meten en la montaña y, una vez que se duermen, se convierten en la montaña. Esas son fantasías de cómo morir sin dolor, o de resurrección”, comenta. Del mismo modo, recuerda la serie de poemas reunidos en la sección “Krankenhaus” del poemario “Huso de la palabra”, donde, por ejemplo, una visita de su hermana al hospital alemán en el que estuvo internado le permite expresar la soledad del paciente expatriado al convertir, en sus evocaciones, el chorro de un caño o del tanque de un inodoro en las aguas del río Moche o del río Chao; también “El lenguado”,


La obra ofrece a los médicos el registro poético de los sentimientos que aquejan al paciente durante la enfermedad.

donde el miedo del pez lo lleva a que fue su tesis para obtener el cursos de pintura china, en los que tuvo una participación desrefugiarse en el fondo marino y doctorado en Medicina. así hacerse uno con su inmensiHijo de padre chino y madre tacada. Además, es autor del tradad, y “El guardián del hielo”, que peruana, José Luis Li Ning Anti- bajo “Desórdenes psiquiátricos alude a la fugacidad de la vida. cona no recuerda que en su ho- de los inmigrantes chinos del siA lo largo de 282 páginas y si- gar se haya conservado o culti- glo XIX”, que ha sido publicado en guiendo una estructura de histo- vado expresiones de la cultura de dos partes en la revista “Anales ria clínica, “Síntomas y metáforas: sus ancestros paternos, más allá de la Facultad de Medicina”: “InVivencia de la enfermedad en la de las ligadas a la gastronomía: migrantes chinos en el Manicomio poesía de José Watanabe” revi- consumo de sillao, uso de pali- del Cercado de Lima entre 1879 sa cerca de 50 poemas de quien tos para comer. Sin embargo, ha y 1902” y “Condiciones de vida y es considerado uno de los poetas tratado siempre de mantenerse salud mental de los inmigrantes peruanos más importantes. “Sus ligado a ella: matriculó a sus hi- chinos entre 1865 y 1900”. conclusiones son fáciles de enten- jos en el colegio “10 de Octubre”, Poseedor de una vena artístider y digamos que se expanden se hizo socio del club “Villa Tusán”, ca que lo llevó a los talleres de la más allá de la anécdota. No sé si intentó aprender chino y siguió Escuela Regional de Bellas Artes, tienen enseñanzas, pero en Trujillo, y a obtener un sí provocan que expedoctorado en Historia rimente cosas que uno del Arte en San Marcos, "El enfermo está solo con su actualmente espera la puede haber sentido ya, enfermedad. No está enfermo el publicación por la edipero no las puede expresar”, subraya el autor, vecino, ni la mamá, ni el papá, ni el hijo; torial del Congreso de quien revela, además, la República de su tesis él está enfermo”. que la publicación es una doctoral “El desnudo en versión adaptada de la el arte Mochica”.

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

51


AGRICULTORES

CHINOS

Arriba: Santiago Escudero Whu y Ezequiel Chan Kan (en círculo a la derecha), timoneles de Hop On Wing & Co. y Pow On & Co., fueron también algodoneros.

El llamado de Escribe Sergio Carrasco

H

acia 1930, los intereses de los hombres de negocios de la comunidad china en el país, principal pero no exclusivamente de Lima, se habían extendido a la actividad agrícola y ganadera y habían echado algunas raíces. Se hallaban bajo la batuta de algunos de sus prominentes miembros: las haciendas La Estrella (caña de azúcar y su destilado), ubicada en Santa Clara, Ate, Villa (algodón y leche), Huachipa (azúcar, para el mercado exterior), Pedreros, Bocanegra (algodón), Chancayllo (algodón, pasto, ganado vacuno y porcino), situada en Chancay (Huaral, Lima), Casa Vieja (algodón),

52

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA

en Sayán (Huaura, Lima), Upaca (algodón y caña de azúcar), en Pativilca (Barranca, Lima), y finalmente Santa Rosa (leche) y Carolina (arroz), en Lambayeque, y Boza y San José, ambas dedicadas al cultivo de algodón Tangüis, en Chancay, Lima. Los empresarios agrícolas y ganaderos, con intereses en el comercio internacional y guiados por un afán de diversificación de sus actividades, eran, respectivamente, Aurelio Pow Sang Chia, accionista principal de Pow Lung & Co. (creada en Hong Kong en 1886); Santiago Escudero Whu, timonel de Pow On y Co. y, luego, también de Escudero Kencham (Kenchau, según otras fuentes) y Co., Escudero Leey y Co., Hop San Lung y Co.; y Ezequiel Chan Kan, cabeza de Hop


Casa hacienda de La Estrella (azucarera) de Pow Lung y Co., y (arriba) Pablo Cham Po Lim, sucesor de Ezequiel Chan Kan.

la Tierra On Wing & Co. (establecida en 1893), reemplazado tras su fallecimiento por Pablo Chan Po Lim, asistido el primero por Carlos Tay, en calidad de administrador, y Carlos Chan Kampó, cogerente. Esta última empresa gestionaba, además, a través de subsidiarias, las haciendas algodoneras Mazo y Chacaca, en Huaura, y Tambo Viejo y Araya Grande, en el valle de Supe (Barranca, Lima). Subsidiaria de una casa matriz de Hong Kong (On Wing Chang & Co.), Hop On Wing, dedicada originalmente al comercio, fue establecida y conducida por personal proveniente de ese bullente territorio insular y tejió una amplia red comercial en Lima y la costa norte. Wing Hop & Co., subsidiaria en Supe a cargo de Julio Chang Mancion,

La presencia de los empresarios de origen chino en la agricultura y su impulso al cultivo del arroz.

tenía a su cargo las operaciones agrícolas y comerciales de Tambo Viejo y Araya Grande, orientadas al mercado internacional. Arturo Chan Gim llegó al Perú hacia 1903 enviado a Supe desde la matriz de Hong Kong. Estableció su propia empresa comercial en 1918, en Huaral, y se mantuvo ligado a su antigua empleadora encargado de la administración de Chacaca, que utilizaba trabajadores chinos y peruanos. Fundada en 1855 como filial de la matriz china Pow Hing Chong & Co., finalmente Pow On y Co., había sido adquirida por Escudero Whu en sociedad con Máximo León, Hoyshiong Chong, Fabián E. Whu, Santiago León y José Kencham. Aquel poseía además, a título personal, la hacienda algodonera Su-

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

53


AGRICULTORES

CHINOS

La innovación permanente

No solamente introdujo mejoras significativas en el cultivo del arroz. Según revela Jian Gao (From Macacos to Paisanos: The History of Integration and Development of Chinese Peruvians, 1849-1870, 1871-1956, 1957-present), a mediados de la década de 1950 construyó un moderno sistema de molienda para procesar mejor el trigo. Asimismo renovó el sistema de alimentación porcina a base de cáscara de arroz (tenía criadero en Cultambo y en otra hacienda en el norte del país) y creó el primer centro de crianza experimental de cerdos del país. Jian Gao refiere además que en la década siguiente estableció un centro de tecnología de cultivo de arroz con la idea de que la producción de arroz se multiplicara de tres a cinco veces. “Muchos peruanos indigentes pudieron tener arroz y carne para sus comidas gracias a estas tecnologías inventadas por Dai”, afirma. Consultada al respecto, Angélica Tay Wu de Chau, hija del tan ingenioso como solidario empresario, señala no recordar la existencia de un centro semejante formalmente constituido. Lo cierto es que a fines del primer gobierno de Belaúnde, pocos días antes del golpe de Estado que lo defenestró, el entonces ministro de Agricultura y Pesquería, Orlando Olcese, suscribió la Resolución Suprema por la cual se le concedió la Orden del Mérito Agrícola en el Grado de Oficial, “en mérito a su esforzada labor en beneficio de la agri-

FOTO: JOSÉ VILCA

Jorge Tay Chun Joy introdujo mejoras y novedades tanto en la actividad agrícola como en la pecuaria. El Estado reconoció su aporte y lo distinguió en 1968.

Angélica Tay, hija de Jorge Tay Chun Joy, atesora distinción y recuerdos del empresario que mejoró el cultivo del arroz.

cultura y su gran sensibilidad social en beneficio del agricultor”. El nuevo gobierno ratificó tácitamente la distinción y el general José Benavides Benavides, ministro de Agricultura entrante, le entregó la distinción en noviembre del mismo año. Coincidentemente, ese mes se cumplieron 50 años de la llegada al Perú del empresario.

La distinción fue otorgada por el último ministro de Agricultura del primer gobierno de Belaúnde y lo condecoró el sucesor en el gobierno de Velasco.

54

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA


chiman, en Chimbote, Áncash (aunque algunas fuen- a lo largo del virreinato y de las primeras décadas tes la consignan como propiedad de la empresa), y la de la República fue un cultivo secundario. El hábito hacienda Caballero, en Lima. Los hermanos Ramón, de consumo del mismo que se fue creando alcanzó Santiago, Armando y Alberto Geng, originarios de nuevas cotas a partir de la llegada de los culíes, que Macao pero vinculados a una antigua familia china, trajeron consigo sus costumbres alimenticias y, como a su vez, explotaban la hacienda algodonera Gallina- manifestación de resistencia cultural, no se desprenzo, ubicada en Carabayllo. Por su parte, el referido dieron de ellas, luego de lo cual –especialmente tras Carlos Tay era también gerente de Tay Hermanos & la guerra con Chile, cuando, dejando atrás las laboCo., en 1924, en la hacienda Pacasmayo (algodón), res agrícolas, muchos culíes incursionaron en el nepropiedad de la familia Acuña, con Gerardo Tayjotan gocio de la comida: las fondas, digo, propagando a en calidad de administrador, y de la hacienda Casa punta de sazón el evangelio del consumo del arroz– Blanca (algodón), dirigida por Allí Lay. se produjo una expansión imparable de su cultivo a Este último había llegado en 1897 y casi inmedia- la par que se convirtió en insumo esencial de la dieta tamente, en sociedad con otros compatriotas, esta- nacional. Para 1930, después del azúcar y el algodón, bleció el comercio de abarrotes Kwon Fa & Co., pero el arroz era uno de los principales cultivos de la costa. no tardó en volcarse, con fortuna, a la agricultura. En cifras puras y duras, baste señalar, a manera de Primero lo hizo en el fundo San Miguel, luego en la referencia, que en 1865 se consumieron 20 mil toneantes mencionada Casa Blanca, con fulgurante éxi- ladas de arroz (13,600 de ellas producidas en nuesto, y seguidamente en una segunda hacienda, Loza tro país). En 1950 se produjeron 74,915 toneladas (azúcar y algodón), en Huacho (donde desarrolló ac- métricas y la demanda interna aparente (la suma de tividad gremial), y posteriormente en una tercera, producción local e importada) alcanzó las 110,915 toal alimón con Hop On Wing, en Araya Grande. Otros empresarios agrícolas de origen chino volcados a la actividad en Lima son José Ajoy que, en sociedad con Benjamín León (Sociedad Agrícola Lurín), explotaba las haciendas algodoneras Buena Vista (propiedad de los hermanos Bazo y Arciniega) y Mamacona, en Lurín; Ramón Geng, de manera individual (o tal vez en calidad de administrador de los bienes del conjunto de hermanos), era titular de las haciendas algodoneras Márquez, en Lima, y, hacia 1920, Pacasmayo, en Chancay; Carlos Chin Pannam, vinculado a la Casa Fox On Co. de Chancay, arrendatario hacia 1898, con G. Echecopar, de la hacienda Planta de La Estrella, en Santa Clara, donde se producía azúcar y destilados. Pariachi (caña de azúcar y algodón), en También procesaba caña de azúcar de la hacienda Huachipa. el otrora distrito de Ate (hoy Chaclacayo); y Chongkong Fu, que cultivaba algodón en la hacienda Huachipuqui, en Canta. neladas métricas. (Por cierto, a principios del siglo XX También en otros puntos, principalmente de la entre los importadores, naturalmente, había emprecosta, inmigrantes chinos atendieron al llamado de sas de chinos inmigrantes, como Tac Long y Cía., de la tierra e iniciaron diversos negocios en los men- San Pedro de Lloc). cionados rubros. Es el caso de Pacasmayo, La LiHubo también empresas agrícolas cuyos interebertad, donde entre 1876 y 1884 el cultivo de arroz ses estaban focalizados en el norte del país. Kong germinó profusamente en casi todo el valle del Je- Fat Long & Co. (Fac Long Alen o Fang Long, según quetepeque. otras fuentes), dirigida por Pedro Koosau, explotaSi bien el cultivo de arroz en el Perú puede ras- ba las haciendas San Gregorio, en Samaco, Piura, y trearse hasta la segunda mitad del siglo XVI, cuando Cultambo, en Pacasmayo, ambas algodoneras. La se cultivó en el valle de Cañete, y, de otro lado, hasta empresa era propiedad de Guillermo Ch. Kong Fook, la encomienda de indios del conquistador Diego de quien llegó a Lima en 1909 y fue por un tiempo emMora en los valles de Chicama y Moche (La Libertad), pleado de la casa Sau Siong del Callao, y Javier Koo,

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

55


AGRICULTORES

CHINOS

doctor en jurisprudencia graduado en China, quien lo precedió en el periplo interoceánico en 1897 y, ade"Trabajadores y empresarios agrícolas más de sus negocios particulares, realizó actividad de origen chino introdujeron variedades gremial como tesorero de la Asociación de Comerciantes Chinos del Perú. y técnicas de riego en el cultivo del Según una nota publicada en la revista Oriental arroz. Y el evangelio de su consumo se en 1937, la administración de Fac Log Alen [sic] en propagó a través de las fondas”. Cultambo estuvo tres décadas a cargo de Ricardo Cheng Alen, originario de Cantón, quien llegó al Perú a los 22 años. Luego fundó una sucursal de la misma (y administró a lo largo de una década) en la hacienda arrocera Limoncarro, en Guadalupe (Pacasmayo, muchas otras instituciones, del colegio “San José” de La Libertad). Finalmente, “poseedor de una vasta Pacasmayo, cuya construcción financió en 1971. experiencia en los cultivos y de una gran capacidad En efecto, Jorge Tay Chun Joy, quien desempeñó de trabajo”, asistido por su primogénito, Alcibia- labores agrícolas en su natal Guangzhou, en la prodes Cheng Hora, formado en China, Cheng Alen se vincia de Guangdong, y migró al Perú sin compañía a convirtió en arrendatario de la hacienda Lurifico, en los 16 años, también inventó hacia 1942 un novedoChepén, La Libertad. Esta hacienda, por cierto, ha- so sistema de irrigación apropiado para el territorio bía sido una de muchas de la costa en donde otrora árido en el que cultivaba: el método de riego curvo los culíes realizaron labor agrícola bajo la modalidad en llanura, elevando así significativamente la prode “enganche”. Las haciendas Pucalá y Cayaltí, en ductividad. Cultambo poseía un ingenio que también Lambayeque, estando regentadas por Win On Tay y Cía., tenían también bajo contrato a trabajadores culíes. Por otro lado, Limoncarro pasó luego a manos del grupo liderado por Juan Gildemeister y llegó a ser la primera productora de arroz del Perú y la tercera de Sudamérica. Hasta las dos primeras décadas del siglo XX, el arroz cultivado de mayor antigüedad era el Jamaica o Tambo y el Carolino Dorado, a los que se conocía como “variedades peruanas”, así como las de Estaquilla y Chino colorado –ambas bastante rústicas y productivas aunque de ínfima calidad–, además de otras menos productivas pero de mejor calidad: Chino blanco, Español, Gigante, Carlos Chin Panam, vinculado a Fox On Co. de Chancay y arrendatario de la Honduras, Java Barba Azul, Java Barba hacienda Pariachi (caña de azúcar y algodón), en Chaclacayo. Blanca. Para la década de 1940, gracias a la labor de la Estación Agronómica de Lambayeque, creada en 1927, se habían introducido prestaba servicio de pilado a pequeños agricultores nuevas variedades de arroz. Entre ellas, la Siam Gar- de la zona, y Tay, a su vez, era poseedor del don de la den, conocida comúnmente como arroz Canario, que solidaridad, por lo que la técnica de riego que introtrajo del oriente Jorge Tay Chun Joy (Tay Chun Joy, dujo se extendió de manera natural, sin contrapresen cantonés; Dai Zong Han, en mandarín, 戴宗汉). Este tación alguna, a los pequeños agricultores de la zona. pujante empresario agrícola inicialmente tomó la haQue el norte del país, Lambayeque y La Libertad, cienda Cultambo en alquiler de Jorge Wong Shung en particular, sean zonas arroceras hoy se explica no (socio de Wasan Wong & Co., de Chepén) y luego fue solamente por la antigua presencia del cultivo en la gravitante conductor de la misma. Y más aún. Como zona, que se remonta al siglo XVI, sino también a la consigna Antonio Vergara en De Machu Picchu a la introducción de variedades y técnicas de riego, entre Gran Muralla (1980), Tay Chun Joy “ayudó mucho al otras, que, cabe suponer, muy posiblemente practidesarrollo de la agricultura del Perú, a la enseñanza caron los culíes e introdujeron los empresarios agrídel cultivo del arroz” y fue, además, benefactor, entre colas de origen chino.

56

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA



SECCIÓN

Zoom

2021

La Asociación Peruano China, junto con diferentes instituciones de la comunidad peruano china en el país, rindió homenaje a los primeros inmigrantes al cumplirse 172 años de su llegada a las costas peruanas.

El gobernador regional del Callao, Dante Mandriotti, con el presidente de la APCH, Erasmo Wong Lu.

El monumento al Inmigrante Chino está ubicado en el Parque Temático de la Policia en el Callao.

Lazos de hermandad Escribe Mariella Sausa Fotos: Gobierno Regional del Callao

Ocurrió hace 172 años. Un 15 de octubre de 1849. Los primeros 75 inmigrantes chinos llegaron al Perú, por el puerto del Callao, cargados de ilusiones y esperanzas de un futuro prometedor. Entonces nadie imaginaba el inmenso significado de ese viaje, los enormes desafíos que se pre-

58

ı

ıA

SOCIACIÓN

sentarían y la gran contribución que harían esos primeros migrantes a la fusión de dos culturas milenarias. Hoy, en medio de la pandemia por la COVID-19, los retos siguen latentes; sin embargo, también está vigente el ejemplo de empuje y tesón de los primeros chinos que valientemente cruza-

PERUANO CHINA

ron el más grande de los océanos y tendieron un puente para vivir mejor y contribuir al desarrollo del pueblo peruano. Para rendir homenaje a ese trascendental viaje y recordar su aporte a la historia y a la cultura del Perú, la Asociación Peruano China realizó una emotiva cere-


monia presencial, con todas las medidas de bioseguridad, en el Monumento al Inmigrante Chino colocado en el Parque Temático de la Policía, en la provincia del Callao. La bienvenida al acto estuvo a cargo de la tradicional y colorida danza de los leones chinos y prosiguió con un minuto de silencio en honor a la memoria de todos los inmigrantes chinos fallecidos y la colocación de ofrendas florales. Claudia Choy Pun, hija del fenecido arquitecto Augusto Choy Ma, creador del monumento, tuvo a su cargo el discurso de orden y recordó cómo los primeros inmigrantes llegaron al Perú en condiciones desventajosas y quienes, gracias a su perseverancia y espíritu emprendedor, superaron todas las adversidades, creciendo hasta ubicarse entre los comerciantes más reconocidos del país y colaborando con el desarrollo peruano. El gobernador regional del Callao, Dante Mandriotti, destacó, por su parte, que China es actualmente el principal socio comercial del Perú y el destino más importante de las exportaciones peruanas. Refirió que China también es uno de los países preferidos por los peruanos jóvenes para completar su formación profesional y concretar sus sueños; muestra de ello es que los recién graduados de la Escuela de Talentos de la región, que lograron ganar becas de estudios universitarios, escogieron diversas y prestigiosas universidades chinas para continuar su preparación profesional, en vista de su avanzada tecnología y su visión de futuro. “Hoy conmemoramos el encuentro de dos mundos, de dos

Como ya es tradicional, las diferentes instituciones de la comunidad peruano china se hicieron presentes en el homenaje. Abajo, la bienvenida de la danza de los leones.

grandes culturas imperiales cuyos lazos y vínculos de amistad, cooperación y entendimiento se fortalecen una vez más. Aunque a causa de la pandemia hubo una disminución de actividades en diversas áreas, la crisis ha servido para unirnos y hermanarnos más. China ha sido de los primeros países en hacer su aporte y donación de equipos y vacunas para el Perú y existe la voluntad de seguir contribuyendo en su desarrollo”, destacó Eduardo Yong Motta,

presidente del Instituto Cultural Peruano Chino.

Dato

En la ceremonia colocaron sus ofrendas florales la Asociación Peruano China, la Asociación de Damas de la Colonia China, el Centro Cutural Peruano Chino, el Instituto Cultural Peruano Chino, la Sociedad Central de Beneficiencia China, el Gobierno Regional del Callao y la Municipalidad Provincial del Callao, entre otros.

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

59


SECCIÓN

Zoom

2021

Embajador del Perú en China, Luis Quesada, con el embajador Qiu, representante de la Cancillería China, en el brindis de honor con pisco sour.

Noche Peruana en Con una cena denominada “Noche Peruana” en el hotel Kempinski de Beijing la Embajada del Perú en China celebró el pasado 2 de noviembre el 50 aniversario de relaciones diplomáticas entre ambos países.

Beijing Al evento asistieron altas autoridades chinas y representantes de empresas vinculadas al despegue y desarrollo de la fructífera relación bilateral. Entre otros, estuvieron presentes el anfitrión, el embajador Luis Quesada, el repre-

Miembros de la comunidad peruana en Beijing ofrecieron coreografías de danzas típicas como el huaylarsh y valicha.

60

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA


Embajador Quesada acompañado por los representantes de “China Three Gorges Corporation”, ”Shougang Group”, ”Aluminium Corporation of China” (Chinalco), ”Huawei” y ”Alibaba Group”, a quienes se entregó una placa de agradecimiento por su apoyo al Perú en la lucha contra la COVID-19.

Muestra fotográfica con imágenes de INTEGRACIÓN en la que los invitados pudieron apreciar la historia de la relación bilateral entre ambos países, retratos de familias de los inmigrantes, actividades y festividades de la comunidad peruano china.

Se obsequió a los asistentes productos peruanos de lana de alpaca, así como paltas de Prohass, arándanos de la empresa Camposol y ‘toritos de Pucará’ de la asociación de artesanos Señor de Huanca de Puno.

sentante de la Cancillería de China, embajador Qiu, así como representantes de China de Three Gorges Corporation, Shougang Group, Aluminium Corporation of China (Chinalco), Huawei y Alibaba Group, a quienes se entregó una placa de agradecimiento por su apoyo al Perú en la lucha contra la COVID-19. Miembros de la comunidad peruana en Beijing se sumaron al festejo interpretando animadas danzas como el huaylarsh y la valicha. Por su parte, las esposas de funcionarios de la embajada y de la Agregaduría de Defensa presentaron un desfile de trajes típicos de Cusco y Áncash. A la distancia, la revista “INTEGRACIÓN” sumó su colaboración enviando una selección de retratos de personajes así como de actividades de la comunidad tusán en el país, representativas de la riqueza y diversidad del aporte de la presencia china en el Perú actual.

ASOCIACIÓN PERUANO CHINA

ı

ı

61


SECCIÓN

Zoom

2021

Íntima Celebración Cristina Peña Loo y Rodolfo Peña Ortega tenían previsto casarse por el rito católico en 2020, sin siquiera imaginar lo que sobrevendría. Se habían conocido en Huancayo, a donde ella viajó por trabajo en 2008. Tras un noviazgo relativamente corto se casaron por civil, se mudaron a Lima y planearon hacer que el matrimonio religioso coincidiera con el décimo aniversario de boda civil. Sin embargo, tuvieron que esperar un año más de lo inicialmente previsto. No estuvo mal la espera. En el lapso recibieron su “regalo más grande”. Su bebé nació en enero pasado, justo el mismo día que lo hizo Rodolfo, su esposo. A su vez, la boda se celebró el 23 de

Rodolfo Peña Ortega y Cristina Peña Loo el día del feliz acontecimiento en la Vicaría Pastoral de la Comunidad China San Francisco de Asís.

La pareja con sus tíos Lucía y Jorge Loo, sus respectivos padres Elena Loo y Carlos Peña, y Claudia Peña, hermana.

octubre –aunque con menos invitados y siguiendo los protocolos de bioseguridad– en la Vicaría Pastoral de la Comunidad China San Francisco de Asís, parroquia donde “la ceremonia es muy bonita”, sostiene Cristina. Asistieron las personas más cercanas, incluyendo los padres de Rodolfo, que pudieron venir desde Colombia. Integrante de la primera promoción del colegio Juan XXIII, la mamá de Cristina es nieta de Enrique Loo Tinchong, quien se estableció en Breña, donde trabajó en una fábrica de jabón que luego adquirió y legó a su hijo, abuelo de Cristina, Lorenzo Enrique Loo Samanez.

62

ı

ıA

SOCIACIÓN

PERUANO CHINA

Con su primogénito y “más grande regalo”. El bebé nació en enero, el mismo día del cumpleaños de su papá Rodolfo.




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.