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EL DUENDE DE LA NAVIDAD JuanJosé Sancho Carrera
Había una vez un duende que estaba en las alcantarillas, él se llamaba Rodó. Estaba solo triste y sin familia pero un día salió de las alcantarillas y se fue a una montaña. Era la montaña más alta que él había visto entonces subió a lo más alto de la montaña y vio unas luces y escuchó unos cascabeles, Santa Claus estaba ahí. El duende dijo:
– ¿Santa qué haces aquí?
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– Estoy aquí por ti– contestó Santa –quiero que vengas conmigo.
Entonces el duende le dijo a Santa – Pero yo no soy mágico como los demás duendes, ¿por qué viniste por mi? Y Santa le dijo – Porque eres especial. – Entonces el duende se fue con Santa al Polo Norte.
El duende nunca había visto una cosa más hermosa, había luces por todos lados, tantos juguetes que ni siquiera puedes contar, había renos, duendes, galletas de jengibre, elfos, muñecos de nieve. Rodó estaba muy asustado pero Santa le dijo “Tranquilo todos son muy amigables”, entonces Rodó se calmó un poquito pero seguía asustado. Cuando Rodó y Santa se bajaron del trineo fueron a la cabaña de Santa y Santa le dio a Rodó un traje de duende y su bastón de caramelo. Entonces se fue al cuarto de trabajo y vio a dos duendes muy amigables, se llamaba Fofo y Guille, entonces se hicieron amigos.
Cuando terminó la hora de trabajo Rodó le preguntó a Santa si podía compartir cabaña con Fofo y Guille y Santa le dijo que sí. Entonces Rodó les contó todo sobre cómo llegó al Polo Norte y que él no tenía magia pero Guille le dijo a Rodó: “Pero todos los duendes tienen magia, creo que tú si tienes magia pero no lo sabes”. Las palabras de Guille se quedaron grabadas en la memoria de Rodó, entonces un día salió de la cabaña a hablar con Santa:
– Guille me dijo que todos los duendes tienen magia, ¿por qué yo no?
Entonces Santa le dijo: “Ya será tu hora”. Rodó se fue a su cabaña a dormir pero no podía dormir pensando en lo que le dijo Santa, lo repitió mil veces pero no tenía sentido. Un día fue con el reno más sabio del Polo Norte que se llamaba Ruo. Entonces Rodó le preguntó a Ruo “¿Qué significa ya será tu hora?” Entonces Ruo le dijo “Significa que cuando estés listo tendrás magia”.
Había una vez un niño que le encantaba la Navidad, por esa época una empresa creó el mejor videojuego del mundo. Había una tienda de videojuegos a lado de su casa pero el niño no sabía jugar videojuegos. Se dedicó a ver videos de gamers y aprendió a jugar. Compró el videojuego pero el niño no tenía una consola, estaban muy caras. El niño vio a alguien que vendía una Xbox y el día de Navidad jugó con su familia. Al otro día llegó Santa y le trajo una consola nueva, estaba muy feliz y fueron felices para siempre.
NAVIDAD, CASA LLENA
Por Nicolás Valadés
Hola, en este cuento no se empieza con un Había una vez porque esto pasara en el futuro. Bueno empecemos, la Navidad será increíble, mamá y papá y toda mi familia estará reunida por fin porque mamá y papá siempre están trabajan así que nos toca a mi y mi hermano Alex y yo por cierto me llamo Enolo que significa árabes aleno en español solo.
Llego la navidad, al fin vendrán todos... ¡Tin,tin,tin! Deben de ser ellos:
–¡Hola familia! No podremos ir porque hubo un retraso del vuelo.
– Bueno, hasta la próxima. Al bueno al menos estarán mis papas y mi hermano.
Al día siguiente...
¡Pero qué emoción! Voy a alistar todo. Mis papás bajan y dicen: “Lo siento, no podemos estar en esta Navidad porque tenemos muchísimo trabajo… Bueno, pues Feliz Navidad tenemos que irnos”
– Tac – se cierra la puerta – Bueno yo también tengo que irme, sabía que pasaría esto entonces me voy con mis amigos. Deberías estar en onda, no sé... con una fiesta o algo asi porque no tienes amigos y asi puedes hacer amigos
MENSAJE:
Hola a todos va a ver una fiesta aquí en mi casa les mando ubicación :) :) :)
10 minutos después…
¡Fiestaaaaaaa! Oye, nada de alcohol, no queremos policías. – Ahorita vengo, necesito un respiro.
–Troc, troc, troc.
¿Qué es eso? ¿Qué es?
¡¡Es Santa y sus elfos!!
La Navidad Oculta
Por Pablo Villena
Un día antes de Navidad John estaba muy contento, le ayudó a decorar el árbol a sus papás y la casa era la más brillante del vecindario. John ya se iba a dormir pero escuchó un gran sonido afuera de su casa no le dio importancia la primera vez que sonó pero ya no lo dejaba dormir ese ruido asi que se puso una bufanda y un abrigo y salió. Vio a un lindo reno y un trineo helado se acercó y vio a alguien dentro del trineo se asustó y gritó “¡AAAAAAAAAA!” pero era Santa Claus, quien le dijo “No te espantes John, soy yo, Santa. ¿Quieres ayudarme a repartir los regalos?” John dijo que sí y se subió al trineo y volaron a Florida. Llegaron pero Santa no cabía por la chimenea y le dijo a John “¿Me podrías ayudar por favor?” y John se metió dejo los regalos y se salió. Ya estaba amaneciendo, fueron a México rápidamente y repartieron todos los regalos. Luego fue a dejar a John a Londres, Santa se despidió y John igual. Al día siguiente John se despertó y abrió sus regalos.
LOS PERROS-ELFOS
Por María José Benet
Érase una vez en Navidad mientras Rodolfo y Santa contaban a sus elfos se preguntaron si había pocos elfos. A Rodolfo se le ocurrió convertir a las mascotas en elfos y cada vez que un niño pedía elfos, las mascotas se movían y hacían travesuras. Un día, un perro se movió de lugar y la mama lo vio pero por suerte se estaba haciendo un cafecito. Los perros le ayudaban a Santa a dar regalos, además los niños eran más felices porque cuando los perros se iban a morir resucitaban por la magia de Santa.
Una Navidad Felina
Por Melissa Sánchez
Un 21 de diciembre una familia de gatos algo grande iba llegando a la casa en la que acordaron reunirse, la casa era de una señora que tenía 7 gatos que eran una familia. La mamá gata, el papá gato, 2 gatitas bebé y 2 gatitos niño. La mamá tenía a un bebé gato de 2 semanas de nacido y los otros gatos eran los abuelos y los tíos gatos iban a llevar comida porque la señora que les daba de comer salió a ver a sus hijas a Manhattan y ellos estaban en Acapulco.Luego llegaron los primos y amigos y luego llegaron los bisabuelos y cenaron juntos.
EL GRINCH NAVIDEÑO Por Arantza Contreras
Había una vez un vecindario, el vecindario de los Quien, ellos odiaban la Navidad y hacían todo lo posible para evitarla pero había una sola persona que le gustaba la navidad su nombre era el Grinch. Era la única persona que adornaba en Navidad y se sonrojaba al ver las luces navideñas.Todos los años justo el 01 de diciembre ponía su árbol y lo adornaba. Hasta el año 2020 cuando comenzó una pandemia llamada NaviNo, es decir que en la Navidad no puedes adornar, a todos los flojos que no les gustaba adornar les encanto ya que no tenían que adornar cosa que les encantaba pero el Grinch cayó en depresión.
LA CATÁSTROFE DE NAVIDAD Por Elías Estévez
Había una vez un pueblo llamado Villa Navideña en donde celebraban la mejor época del año ¡Navidad! La gente celebraba como si fuera el último día de sus vidas. ¡Llegó el 1 de Diciembre! Todo mundo estaba muy feliz hasta que un científico viejo vio algo grande llegar desde lejos. Al verlo se asustó pero dijo “Seguro estoy imaginando cosas”. Pero al paso del tiempo se iba haciendo más grande. El viejo estaba asustado entonces empezó a hacer un plan de defensa, pensó: “Calculando va a llegar…¡¡En Nochebuena!!”.
El 15 de diciembre, el viejo le dijo al pueblo “VA A LLEGAR UN MONSTRUO QUE VIENE A COMERSE EL PUEBLO. TENEMOS QUE ACTUAR Y PREPARARNOS”. La gente pensó que el viejo estaba demente y no le hizo caso. Un ingeniero se dio cuenta por el reflejo de su ventana y dijo “El viejo no está demente nos ha dicho la verdad todo este tiempo.” El ingeniero fue a la casa del científico:
–No nos estabas mintiendo, es verdad lo del monstruo. –Pues claro, lo vi desde el 1 de diciembre.
Pasaron los días. El 20 de diciembre no se veía nada, solo la sombra del monstruo y toda la gente se dio cuenta de que no era una mentira. Cuando la gente lo vio ya no tenían tiempo de defender el pueblo, la única esperanza era el científico y el ingeniero que se prepararon para la batalla.
El 24 todo mundo escapó. Llegó el monstruo, era inmensamente grande.
El monstruo llegó y dijo “Tengo hambre de Navidad”.
El viejo empezó con su plan, había creado un lanzador de pociones pero no le pasaba nada al monstruo. El viejo se puso nervioso: “Si eso no servía, lo demás iba a ser inútil”. Era turno del ingeniero, él creó una nave gigante llamada “El derribador”. La nave tenía misiles y soltaba dronesitos que disparaban. El plan funcionaba hasta que el monstruo le pegó a la nave, la nave se incendió y cayó en el pueblo. El viejo se dio cuenta de que el monstruo tenía un circuito que hacía que tuviera mucha resistencia. Le dijo al ingeniero –Ya se que hacer pero necesitamos una distracción.
El ingeniero mandó a los dronesitos que quedaban para mantenerlo distraído un rato mientras el científico verificaba un código de hackeo para acceder a la máquina que el monstruo tenía en la espalda. Los dronesitos cayeron y el ingeniero creó otra distracción, el hackeo estaba a punto de acabar cuando el ingeniero dijo:
–Ya no puedo, estoy muy cansado.
–Solo un minuto más, dijo el científico.
Lo único que le quedaba al ingeniero como distracción era una torreta que no planeaba usar porque le gustaba mucho, sin embargo le empezó a disparar y el monstruo no soportaba más, lo estaban masacrando. El científico acabó de hackear la computadora y el monstruo se puso débil. El ingeniero acabó lanzando su llave inglesa, el monstruo se hundió en el agua y ahí se quedaron sus huesos. La gente del pueblo llegó y las calles estaban casi destruidas.
–¿Dónde está el monstruo? – preguntó la gente.
–Lo derrotamos –respondieron ellos– pero el pueblo casi se destruye. Desde ese entonces el viejo y el ingeniero fueron historia, hasta construyeron una estatua de ellos peleando contra el monstruo. Poco a poco fueron reconstruyeron la ciudad y el cadáver lo pusieron en los museos más famosos junto con las piezas de historia. Al final la gente pudo celebrar la Navidad muy feliz.
Los Elfos
Por Arturo Macip
Había una vez unos elfos que eran los más malos del mundo y solo había un elfo bueno. Santa no se había dado cuenta que casi todos los elfos eran malos y cuando era navidad los elfos malos les destruyen a los niños sus regalos.
Pero cuando los niños se despertaban y se daban cuenta que sus regalos estaban rotos y que cada Navidad hacían lo mismo, los niños iban perdiendo el espíritu navideño.
Pero un día el elfo bueno se quedó en la estación de Santa para hacer unas pociones para que los elfos se volvieran buenos. La siguiente Navidad, él se adelantó a entregar los regalos a los niños y cuando llegaron los elfos malos y les dio la poción.
Casi todos los elfos ya eran buenos excepto uno que cuando le iba a dar la poción, el niño se despertó y agarró al elfo como juguete. El elfo terminó vomitando y la niña se cayó y se encontró al otro elfo.
El otro elfo que era el malo intentó correr pero justo llegó el hermano de la niña y lo agarró y como vio que el otro elfo tenía la poción pensó que era agua, se la dio y se volvió bueno.
Desde entonces todos los elfos ya eran buenos y los niños recuperaron el espíritu navideño y todos sus regalos al fin no estaban rotos y los elfos pudieron ayudar a Santa a llevar los regalos sin que se rompieran.
El Milagro Del Mu Eco De Arena
Por Mariano Martínez
Había una vez un niño llamado Pepe que fue a la playa en verano, el quería hacer un muñeco de nieve porque había visto una serie que hacían muñecos de nieve. La serie se llamaba Cachupin El Tontín. Esa serie era más tonta que una gallina que hubiera levantado dos patas al mismo tiempo y se hubiera caído. Pero el punto es que Pepe quería hacer un muñeco de nieve, entonces fue con su mamá y ella le dijo: “No es invierno, no podrás hacer un muñeco de nieve pero puedes hacer un muñeco de ARENA.” A Pepe le gustó la idea y se puso a trabajar. Lo hizo con sus cubetas, conchas del mar, basura y botellas que encontró ahí tiradas. Y lo nombró Larry. Entonces Larry le duró a Pepe hasta invierno, pero Larry era alérgico a la nieve y se murió. Pepe estaba muy triste, él quería que les durará más pero no iba a dejar que eso le afectara. Por eso él se puso a hacer más muñecos de nieve y como hizo demasiados muñecos de nieve bajo el dios de los muñecos de nieve y resulta que era el muñeco de arena que hizo Pepe. ¡Era LARRY! Pepe se puso muy feliz de verlo, Pepe le preguntó ¿Cómo sigues vivo? Y Larry contestó – Con tantos muñecos de nieve que hiciste–. Entonces Pepe dijo: “¡Es el MILAGRO DEL MUÑECO DE ARENA NAVIDEÑO!” Desde entonces se volvió costumbre hacer Muñecos de arena en verano.