Cuentos que Cuentan

Page 1


CuEnTos quE cuENtaN

Historias sobre los derechos de los niños

1

4 2 3

A través de personajes mágicos, situaciones divertidas y escenarios sorprendentes, los niños expresaron su visión sobre algo muy importante: sus derechos. Cada historia es un reflejo de lo que han aprendido y comprendido sobre la importancia de ser respetados, cuidados, escuchados y valorados.

Esta antología no solo celebra la creatividad de nuestros estudiantes, sino también su capacidad para reflexionar y comunicar ideas profundas de forma sencilla y poderosa. Esperamos que disfrutes cada cuento y que, al igual que nosotros, reconozcas en estas páginas la voz de una generación que tiene mucho que decir y merece ser escuchada.

La calle insegura, Eduardo Nuñez y Luisa González

I. Derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo

La aventura de Ruberto, Max Ringenbach y Kayla Zuloaga

II. Derecho a la Prioridad

Cómo soy yo, Mía Chávez y Aarón González

III. Derecho a la Identidad

La niña perdida, Emilia Bukantz y Vale De La Parra

IV. Derecho a vivir en familia

La igualdad mayor, Victoria Aguilar e Isabella Gutiérrez

V. Derecho a la Igualdad Sustantiva

Nueva vida, nueva escuela, Ana Sofía Reyes y Regina Zamudio

VI. Derecho a No ser Discriminado

La chica y el chico, Alonso Garza, Luciano Medina y Renata Orozco

VII. Derecho a vivir en Condiciones de Bienestar y a un Sano Desarrollo Integral

El niño comelodo, Martín Podlesker y Alejandro Velasco

IX. Derecho a la protección de la Salud y a la Seguridad Social

El sueño de la escuela, Aitana Balbobtín y Roberta Zerboni

XI. Derecho a la Educación

La bruja y el niño, Diego Flamand, Diego González y Diego Salgado

XII. Derecho al Descanso y el Esparcimiento

Dejenme decir lo que quiero, Jorge Montoya y Larissa Ugalde

XII. Derecho a la Libertad de Expresión y Acceso a la Información

La niña y el pato mágico, Ximena Argüelles y Nicolás Gutiérrez

XV. Derecho a la Participación

La aventura en el súper Wal-Mart, Alondra Arredondo y Juan Mario Puyana

XVI. Derecho de Asociación y Reunión

El niño que dijo no, Patricio Czaplewski y Sebastián Guinto

XVII. Derecho a la Intimidad

La Roca y Pedro al rescate, Julián Barreiro y Lucía Cárdenas

XVIII. Derecho a la Seguridad Jurídica y al Debido Proceso

Los niños perdidos, Regina Castro y Sergio García

XX. Derecho de acceso a las Tecnologías de la Información y comunicación

I. Derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo.

Todas las niñas, niños y adolescentes deben disfrutar de una vida plena en condiciones acordes a su dignidad; tampoco deberán ser utilizados en conflictos armados o violentos.

EDUARDO NUÑEZ Y LUISA GONZÁLEZ

Hola, yo soy Luis. Les voy a contar una historia de los derechos de los niños, ahora comenzamos.

Había una vez un niño que se llamaba Pepe que vivía en una calle insegura.

Un día cuando jugaba con su amigo llamado

Cristiano Ronaldo, vio que lo secuestraron Después de eso fue a buscarlo y después de unos días lo encontró, pelearon mucho contra los secuestradores para rescatar a Cristiano Ronaldo y después regresaron a sus casas porque sus papás los estaban buscando.

Los niños estaban muy enfermos y heridos por la pelea, así que fueron al doctor y les dio medicina, pomada y les recetó muchas cosas más.

Lo que hicieron salió en el periódico y entrevistaron a los niños para saber qué paso.

La policía se enteró de lo que pasó y le proporcionaron más segurida

II. Derecho a la prioridad

Tienen derecho a que se les asegure prioridad en cuanto a protección y socorro ante cualquier eventualidad así como ser atendidos antes que cualquier adulto en todos los servicios.

MAX RINGENBACH Y KAYLA ZULOAGA

Había una vez un niño que

vivía con sus apás y un día él fue a la ezkola.

Cuando regresó, en la mesa había una carta de sus apás, en la que decía: “Hola

Ruberto, hoy no podemos estar juntos porque tenemos que estar en el trabajo”.

Rubertito no entendió pero no vió a sus papás en la casa y él entendió que lo habían dejado solo.

Empezó a hacer cosas que sus apás no lo dejaban, como comer las galletitas de pollo que eran de su apá.

Rubertito empezó a hacer su lección de Duolipo y compro un iPhone 15 en Temu, pero llegó y era un iPhone 1, el 5 era una pegatina.

Después se puso a ver YouTube hasta que oyó una alarma, pensó que era para bailar twerk. Pero vio mucha gente afuera y se fue a la puerta, pero cuando abrió la puerta se atoró.

Ruberto no sabía que hacer, estaba asustado. Todo se empezó a caer en su departamento, lo único que se salvó fue su iPad y su iPhone 1(5).

Se cayó el edificio y el techo lo aplastó, la botarga de Duolipo lo vio y Dúo sabía que Rubertito tenía una racha de 3 días.

Dúo pensó que era mucho y no iba a permitir que perdiera su racha. Agarró su iPad y la completó pero hubo un problema, era uno más uno y Dúo no lo pudo hacer, no lo sabía, puso 1.5, estaba muy asustado pero estaba bien y Duo salvó la racha. Ahora su racha era de 4 días pero se dio cuenta que faltaba salvar a Rubertito.

Lo llevaron rapidísimo al jospital, pero había mucha gente. Todos dejaron pasar a Robertito primero, menos un señor calvo que se había quitado un pellejo, él decía que le dolía mucho y debía pasar primero, pero Duo le preguntó - ¿Cree que eso duele? Imagine cómo se siente que se le caigaa un techo encima. El señor reflexionó y dejó pasar a Rubertito.

Rubertito se salvó y Duolipo era su nuevo apá y, ¿qué creen? Él sí lo dejaba comer las galletitas de pollo.

Rubertito se salvó y Duolipo era su nuevo apá y, ¿qué creen?

Él sí lo dejaba comer las galletitas de pollo.

III. Derecho a la identidad

Tienen derecho a contar con un nombre y los apellidos que le correspondan así como a ser inscritos inmediatamente al Registro Civil, contar con una nacionalidad y preservar su identidad.

MÍA CHAVEZ Y AARÓN GONZÁLEZ

Sí, yo, y mis papás no me pusieron nombre porque querían una niña, y me tuvieron a mí, un niño. Me maltrataban mucho porque no era niña.

En mi escuela me decían “el excluido sin nombre”; excluido de todos los juegos, de todo.

Cuando les preguntaba a mi mamá y mi papá – ¿por qué no tengo nombre? – me decían que no era de mi incumbencia.

Un día llegó un niño que, ¿tampoco tenía nombre? ¡a mi escuela! ¿quéeeeeee?

Decidí hablarle pero me dijo que no quería hablar conmigo porque estaba muy triste. Yo le pregunté porque no quería hablar conmigo, me dijo que sus papás no le pusieron nombre porque era muy chiquito y empezó a llorar de nuevo.

Al día siguiente ya estaba harto, les dije a mis papás que quería saber porque no me habían puesto nombre y les exigí uno pero me dijeron que no, que si me seguía portando mal me iban a mandar a un orfanato. Yo me puse triste porque no quería irme a un orfanato.

Pasaron los meses, y mi amigo sin nombre y yo ya éramos inseparables. Un día mi amigo sin nombre me hizo una pregunta que nunca me había hecho. Me dijo –¿si tuvieras un nombre como te llamarías? Yo me puse a pensar: Ah, ya sé, Pablo me gustaría, ¿y a ti? – Sebastián.

Esa noche no pude dormir, no paraba de pensar lo que me dijo y tuve una idea. En mi escuela me dijeron lo que era una acta de nacimiento y cuando mis papás dormían busqué la mía y la encontré, estaba junto con la de mis papás, pero no podía ver mi nombre porque estaba tapada con cinta, la despegue y me sorprendí, ¡tenía un nombre!

No lo podía creer, al día siguiente en mi escuela le conté a mi amigo, él se sorprendió y me preguntó cómo me llamaba, le dije que me llamaba David y mi apellido era López Cardova.

Mi amigo busco la suya y la encontró se llamaba José Pablo y se apellidaba Mejía Espinoza, me encanto.

Le dijimos a nuestros papás a la hora de la salida y se enojaron porque nunca les preguntamos si lo podíamos ver pero luego se tomaron un tiempo y pensaron que fueron muy rmalos con nosotros y nos pidieron perdón, Ahora vivimos en Perú, me llamo David López Cardova y somos una familia muy feliz y especial.

IV. Derecho a vivir en familia

Tienen derecho a vivir con su familia y a no ser separados de las personas que ejerzan la patria potestad; en caso de que sus familias estén separadas, tienen derecho a mantener contacto con sus familiares de manera regular.

EMILIA BUKANTZ Y VALE DE LA PARRA

Había una vez una niña que nunca tenía

problemas hasta que un día despertó y no vio a ninguna persona de su familia y ni siquiera vio a su hermano.

Los buscó por todas partes pero no encontró nada, así que fue al mar donde siempre se relajaba.

De repente un tiburón paso y tuvo que correr. No encontraba a nadie que la ayudara, empezó a pedir dinero diciendo – ¿Alguien me da dinero? Estoy abandonada, no tengo papás.

La niña ganó mucho dinero pero seguía muy triste. Un día vio a una familia con una niña, la familia decidió adoptarla y tuvo una vida feliz.

V. Derecho a la igualdad sustantiva

Tienen derecho al mismo trato y oportunidades para el goce de sus derechos; las autoridades deben establecer políticas orientadas a eliminar los obstáculos para la igualdad de acceso y oportunidades a

la alimentación, educación y atención médica.

VICTORIA AGUILAR E ISABELLA GUTIÉRREZ

Una niña sin igualdad hecha por sus padres, hecha de favoritismo y hecha de una sola persona.

Había una vez una niña que se llamaba

Lila y tenía una hermana mayor llamada

Carolina a la cual trataban mejor.

A la mayor le daban regalos y la cuidaban pero la niña pequeña vivía limpiando y sin ningún cuidado. Lila tenía un cuartito como el de Harry Potter, pero le servía.

Ella era la que limpiaba la casa y les hacía la comida, en serio era muy muy maltratada por sus papás.

Un día estaba muy feliz limpiando hasta que empezó a pensar cómo sería la vida si su hermana fuera la maltratada. Pensó cómo se sentía en realidad. Ella no podía parar de pensar en eso. Todo el día estaba pensando en su hermana, en ella y en la relación de su familia en general.

Cuando Lila se fue a dormir, empezó a tener un sueño increíble, era sobre ella misma. En el suelo tenía una familia que era muy linda con ella, y en el sueño se vio al espejo, había cambiado de cuerpo con su hermana y dijo “ay santo dios soy tan fea!” -exclamó.

De alguna manera su hermana se metió al sueño y como habían cambiado de cuerpo sintió

que le hacía mucho daño

.

A la mañana siguiente, Carolina se sentía muy mal de haber maltratado a su hermana, la empezó a tratar mejor pero sus papás no estaban de acuerdo. Y tú, ¿estás de acuerdo? Pero aquí no acaba, las hermanas se defendían y eran mejores juntas sabiendo el poder de la igualdad y los derechos.

V. Derecho a no ser discriminado

Niñas, niños y adolescentes tienen derecho a no ser sujetos de discriminación, limitación o restricción de sus derechos.

Ana Sofía Reyes & Regina Zamudio

Un día un niño llamado Juan fue a su escuela, la mejor del mundo llamada Piaget, como cualquier otro día, pero cuando acabó el día su mamá le dijo que ya no podía estar en esa escuela.

Fue a una nueva escuela pero cuando llegó a su salón, todos se empezaron a burlarse de él pero no sabía por qué.

Hasta que después de semanas entendió porque le hacían eso, era por su color de piel.

Juan comía sólo siempre hasta que llegó una

niña que parecía una niña de anime y todos querían estar

con ella, era muy bonita y todos la querían pero algo que Juan no entendía era por qué a ella no le hacían bullying por su tono de piel, era del mismo color que el de él.

Juan intentó hacerse amigo de todos pero ninguno quería, hasta que llegó la niña y le preguntó – oye, ¿por qué siempre estás solo? y le respondió – es que no tengo amigos, a nadie le agrado, todos me ven feo por mi tono de piel.

La niña le dijo a todos – Ya dejen de molestarlo y a mí también, me frustran llamándome Anime. Soy Lisa, no Anime. Todos deberían ser amables o si no ya no serán mis amigos, mejor todos seamos amigos y no volvamos a discriminar a nadie.

Algunos dijeron que sí pero otros no lo aceptaron. Juan y Lisa hicieron un grupo de amigos y él nunca se volvió a sentir triste y lo mejor es que Lisa se convirtió en su mejor amiga .

VII. Derecho a vivir en Condiciones de Bienestar y a un Sano Desarrollo Integral Tienen derecho a vivir en un medio ambiente sano y sustentable y en condiciones que permitan su desarrollo, bienestar, crecimiento saludable y armonioso.

ALONSO GARZA, LUCIANO MEDINA Y RENATA OROZCO

Había una vez dos niños, Teti y María, que no tenían dinero porque sus papás los habían abandonado y sus abuelos los recogieron.

Después los llevaron a su casa y les dieron de comer. Un día fueron al Wal Mart a comprar más comida, regresaron a la casa y comieron todos juntos.

Diez años después los niños crecieron y entonces Teti se escapó de la casa e intentó buscar a sus papás pero cuando los encontró, lo rechazaron. Después, volvió triste a casa de sus abuelos.

Los niños crecieron, estudiaron y buscaron un buen trabajo. Comenzaron a ganar mucho dinero. Entonces sus papás los buscaron, pero Teti y María ya no querían saber de ellos.

Teti se casó con Mary Jane y se aseguró de darles una buena casa a sus hijos porque él no lo pudo tener de pequeño. Mientras que María, fue una tía que consentía mucho a sus sobrinos. Y vivieron felices para siempre en una linda casa.

IX. Derecho a la protección de la Salud y a la Seguridad Social.

Todas las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a gozar del más alto nivel posible de salud y a recibir la prestación de servicios de atención médica de gratuita y de calidad.

Había una vez un niño que se llamaba Rosel y cada vez que jugaba futbol se comía la tierra. Un día se enfermó pero pasó 1 mes y no se dieron cuenta que lo tenían que llevar al hospital. El problema era que no tenían mucho dinero para pagar y lo llevaron al hospital pero no había hospital, el siguiente estaba a 1 hora y en el camino empezó a vomitar tierra.

Pero había muy poca probabilidad de que no fuera a consulta y eso les preocupa a sus papás. Fueron con el nutriólogo y le dijo que ya nunca en su vida podía volver a comer tierra. Acabó haciendo caso y el más fuerte del mundo.

XI. Derecho a la Educación.

Tienen derecho a una educación de calidad que contribuya al conocimiento de sus propios derechos y basada en un enfoque de derechos humanos e igualdad sustantiva.

AITANA BALBONTÍN Y ROBERTA ZERBONI

Había una vez una niña muy bonita, que tenía papás adoptivos y tenía una hermana que no era adoptada por lo tanto amaban más a la que no era adoptiva.

Entonces a la niña adoptada no la dejaban ir a la escuela, pero a su hermana si la llevaban.

La niña adoptiva empezó a buscar en internet: “derechos de los niños”. Ella encontró un derecho de ir a la escuela. Más tarde, en la noche se escapó y fue con un policía. Era muy rudo pero amable, entonces la niña le dijo que sus papás adoptivos no la dejaban ir a la escuela.

El policía le dijo que los iba a meter a la cartel, la niña le dijo que era buena idea pero que donde iba a vivir. El policía le dijo que encontró unos papás que buscaban una hija y tenían 2 gatos y 1 perro.

La niña dijo que sí pero preguntó si la iban a dejar ir a la escuela, el policía dijo que sí. La niña se fue con sus nuevos papás y sus 3 mascotas.

Al día siguiente fue su primer día de clases y la niña estaba feliz por ir a la escuela.

Sus otros papás adoptivos fueron a la cárcel y su hermana tuvo otros papás, Todos estuvieron felices menos los papás adoptivos.

XII. Derecho al Descanso y el

Esparcimiento.

Tienen derecho al descanso, al

esparcimiento, al juego,

DIEGO FLAMAND, DIEGO GONZÁLEZ

Y DIEGO SALGADO

Había una vez un niño llamado Pepe que fue a la escuela y cuando vio a la miss, era una bruja. Cuando fue la hora del recreo, la miss dejó ir a todos menos al niño.

Pepe le preguntó a la miss – ¿por qué no puedo salir a recreo?

– Porque te voy a hacer un caldito rico de niño

El niño lloro y pregunto – ¿por qué voy a ser un caldito?

Pero cuando lo iba a cocinar, la bruja se durmió y Pepe corrió con la directora.

Ella era una hechicera que lo iba a salvar, la directora fue al salón y vio que la bruja seguía dormida, le metió un hechizo que la hizo pequeña.

Más tarde Pepe fue a su casa y cuando llegó a su casa, la mamá le dijo que no iba a salir y él no sabía porque no lo dejaba salir.

El niño se fue a su cuarto y la mamá le gritó: ¡Hijo mío, en diez minutos ven a la sala! Pasaron diez minutos y Pepe fue a la sala y la mamá le dijo: ¡¡Niño entra a la sopa!! Muajajajaj ajajajajajjaj ajajajajjaj ajajaja

La mamá resultó ser una bruja, el niño corrió al jardín, donde de nuevo volvió a llorar. Así estuvo 2 horas hasta que apareció Juanito y lo invitó a jugar.

Fueron al jardín de Juanito y jugaron muuuuchoooo tiempo hasta que llegó la mamá y vio más caldito rico de niño.

Los niños como eran muy rápidos huyeron y Pepe y Juanito vivieron felices jugando para siempre.

XIV. Derecho a la Libertad de Expresión y

Acceso

a la Información.

Conlleva a que se tome en cuenta su opinión respecto de los asuntes que les afecten directamente, a sus familias o comunidades.

DEJENME DECIR

LO QUE QUIERO

Jorge Montoya y Larissa Ugalde

Había una vez una niña que nadie la dejaba

decir lo que quería. Entonces un día, la niña le

dijo a su papá – Es un derecho decir lo que quiero – pero ella se enojó tanto que gritó tan fuerte que sus padres se enojaron demasiado.

Tanto que la encerraron en su cuarto y amenazaron con no lo dejarla salir hasta la primavera.

Entonces la niña tomó el celular y le llamó a la policía, les dijo que sus papás no lo dejaban decir lo que ella quería y les pidió que vinieran lo antes posible, porque sus papás la habían encerrado en su cuarto, y no la iban a dejar salir hasta la primavera.

El policía fue lo antes posible a la casa de la niña, pero la niña no sabía cuál era la dirección era su casa, solo sabía que su alcaldía era Magdalena Contreras. Fueron juntos y encontraron la calle. El policía tocó el timbre y les dijo que traía pan.

– Sí, claro entra, no hay problema – le dijieron los papás de la niña. La niña entró atrás del policía y les dijo: ustedes son mis papás y me maltratan, por eso hace unas horas llamé a la policía y van a venir por ustedes lo más lo más pronto posible. No los quiero volver a ver.

Entonces la policía bajó del carro y la niña

empezó a gritar – Ayuda mis papás me están maltratando La policía inmediatamente le dijo a los papás que los iban a arrestar de por vida. La niña se mudó con una nueva familia que resultó que era igual que su anterior familia.

La niña se mudó muchas veces porque los papás no la dejaban decir lo que quería y hablar. Hasta que llegó con una familia que la dejaba hablar y le compraba ropa linda. La niña le dijo a su mamá que era su familia preferida.

XV. Derecho a la Participación. . Las autoridades están obligados a disponer e implementar mecanismos que garanticen la participación permanente y activa de niñas, niños y adolescentes en ámbitos familiar, escolar, social o comunitario.

XIMENA ARGUELLES Y NICOLÁS GUTIÉRREZ

Érase una vez una niña que tenía dos coletas. Un día la niña paseando en la calle y tenía un perro. Su perro se llamaba Peludín, se llamaba así por que era súper peludo. De pronto, la niña vió a un señor actuando un poco raro pero no le dió tanta importancia. Luego el señor no paraba de seguirla y la niña estaba preocupada.

La niña se fué corriendo. El señor estaba todo vestido de color negro. En un momento, la niña pensó – ¿qué pasa si me quedo quieta? – Lo hice y el señor también se quedó quieto.

La niña le dijo – Oye, ¿por qué me sigues a todos lados? Deja de seguirme.– El señor le dijo que no podía opinar sobre lo que él hacía.

La niña no estuvo de acuerdo y entonces el señor le dijo que ahora debía ir a su casa y ser su esclava.

La niña le dijo que no, que ella no le había hecho nada pero el señor le respondió que sí, que ella le había quitado a su perro.

–¿Qué? – dijo la niña –yo lo encontré en la calle y se me hizo muy lindo y me lo quedé porque no tenía nombre.

– Es mío, ¿no me recuerdas?

– le respondió el señor – Ahora sigueme a mi casa a

– Ah recuerdo algo. ¿Eres el que me vendió la casa?

– Si por fin lo recuerdas.

La niña estaba pensando si podría escapar e imaginó que su perro pudiera hablar y tener poderes para ayudarla.

El señor de negro le volvió a decir que la siguiera.

– No quiero, volvió a decir la niña.

De pronto, llegó un un pato muy extraño, era Pedro el pato mágico y le dio poderes al perro. El perro reconoció a su dueño pero le dijo a la niña que él lo había maltratado todos los años

La niña se quedó sorprendida, no sabia que hacer pero Pedro convirtió al señor en un pez y lo puso en una pecera. Ahí se quedó y todos vivieron felices para siempre.

XVI. Derecho de Asociación y Reunión.

Todas las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a asociarse y reunirse.

ALONDRA ARREDONDO Y JUAN MARIO PUYANA

Había una vez un niño que no tenía amigos. Un día fue al súper con su mamá.

El niño tenía hambre y encontró muestras gratis, era jamón de tiburón, también había salchichas de tigre.

Agarró los dos se los metió a la boca y los saboreo, sabía muy rico pero tenían que seguir comprando frutas, carne, arroz, pollo, leche y donas.

Fueron al pasillo de los jabones y se cayó porque el piso estaba muy resbaladizo, en ese mismo pasillo habían 3 niños que estaban jugando palillos chinos.

Vieron que el niño estaba en el piso y lo fueron a ayudar. El niño se había desmayado por el golpe y los 3 niños llamaron a un guardia. Él fue corriendo a ayudar.

Lo llevaron a un mini hospital que estaba en el súper. La mamá estaba muy preocupada pero sabía que iba a estar bien porque el doctor era el doctor Simi.

Salió ileso y les pidió a los niños que fueran su amigos, ellos aceptaron. Salieron del súper y todos fueron felices para siempre.

XVII. Derecho a la Intimidad.

Tienen derecho a la intimidad personal y la protección de sus datos personales.

Un derecho de niñas, niños y adolescentes

Patricio Czaplewski y Sebastián Guinto

Un día una familia se fue de viaje a Puebla...

Ah sí, no les dije. Mi nombre es José Manuel y soy un ratón. Tengo 189 años y mis dueños me platicaron de su viaje a Puebla.

En el viaje se cruzaron con un señor atrapado en una barda y mis papás lo sacaron de la barda. Luego de que lo sacaron, el hombre nos contó que se llamaba Pedro Pedro Pedro.

Se fueron a comer juntos a un restaurante de pizza y ahí le empezó a hacer muchas preguntas a Manuelito, el hijo de mis dueños, pero él le dijo que no te tenía por qué contestar.

El señor se enojó y luego empezó a agredirlos. Mis dueños corrieron a su casa y llamaron al 911.

El señor le pegaba a la puerta porque lo de la barda era una actuación para poder engañarlos y tener información del niño.

De pronto se escuchó un ruido muy fuerte, mis dueños salieron a ver qué pasaba y no veían nada pero por atrás se escuchó algo raro,voltearon y estaba el señor pero no era el malo, era el de los tacos Don Manolito.

Le preguntaron – ¿qué haces aquí?

Él dijo – Me deben 20 pesos – Entonces alguien tocó el timbre, el de los tacos preguntó quién era. Todos fueron a ver y era el malo que gritaba – Abran la puerta –

Ellos dijeron que no, él seguía gritando y preguntando cosas sobre Manuelito.

Llamaron de nuevo a la policía.

La policía llegó y se lo llevaron.

XVIII. Derecho a la Seguridad Jurídica y al Debido Proceso.

Todas las autoridades que sustancien procedimientos de carácter jurisdiccional o administrativo o que realicen cualquier acto de autoridad, garantizarán el interés superior de la niñez.

Julián Barreiro y Lucía Cárdenas

Hola soy José Roberto, el michi y les voy

a contar una historia.

Un día vi un niño llamado Juanito caminando junto con su perro y fueron a la escuela.

rato después vi una persona extraña entrando a la escuela. Entonces vi que la persona se robó al niño.

Su amigo Pedro vió todo y fue a la policía a hablar sobre lo que pasó pero el policía elfo con bigote no le creyó. Entonces Pedro contrató a un abogado llamado La Roca. La Roca llegó rápido e intentaron ver las cámaras.

–Tan Tan tannnn –

Vieron las cámaras pero no había nada, ni nadie pero todavía faltaba rescatar a Juanito y yo como soy un Michi chismoso voy por más chisme.

Cinco minutos después rastrearon al ladrón porque en la escuela había huellas.

Fueron a una cueva y ahí estaba Juanito y apareció el ladrón. La Roca como era una roca, le pegó muy fuerte hasta que lo derribó y lo llevaron a la cárcel.

Ahí pasó 50 años pero a los 25 años

decidió hacer un plan para escapar, pero ya estaba viejo y lo cacharon pero no se iba a rendir…

Colorín colorado esta historia aún no ha acabado...

XX. Derecho de acceso a las Tecnologías de la Información y comunicación

Sin discriminación de ningún tipo o condición.

Regina Castro y Sergio García

Había una vez dos niños que estaban en el bosque.

Uno de los hermanos preguntó – oye porque estamos aquí – y el otro hermano dijo – creo que nos perdimos.

– ¿Qué no estás preocupado?

– No – le respondió su hermano.

–¿Qué es eso?

Hay que ver que es una montaña de fuego, que salió de la nada y entonces vieron un pájaro gigante.

El pájaro grande le pega al niño chiquito y empezó a llorar. El hermano grande le dijó –¡Ay, ya vas a empezar a llorar!

Mientras caminaban, el hermano chico se preguntó cómo sería su papá.

De repente, salió un tiburón con cara de anciano y el niño chico se preguntó si sería su papá. Abrió la boca del tiburón y había unas escaleras. Decidieron entrar y encontraron un portal. Se preguntaron si ahí estarían sus papás y empezaron a buscar.

En la boca del tiburón había todo tipo de computadoras y iPads donde empezaron a buscar información y pistas para encontrar a sus papás. Tuvieron un poco de miedo pero sabían que era para salvar a sus papás.

Mucho tiempo buscaron y un día encontraron una información sobre un pico en un edificio.

El hermano chiquito, dijo – hay que saltar – y el grandote le contestó – ¿Estás loco?

Y dijo el hermano, creo que sí. Saltaron y se volvieron ardillas voladoras. Abajo encontraron a sus papás y entonces les hicieron tantas preguntas, querían saber todo lo que les había pasado.

Taller de lenguaje y producción 2025

Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.