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LA RIVIERA MAYA
Después de un largo período de cierre y reapertura paulatina, la Riviera Maya y el Estado de Quintana Roo, en su conjunto, pasan a semáforo amarillo en el contexto de la pandemia del COVID-19; excelente noticia y la esperanza de la industria por volver a retomar las actividades.
Si bien, en el semáforo naranja ya se contaba con actividades, estaban reducidas a un 30% de las capacidades reales. A partir de unos días se permite, en el caso de los hoteles, la apertura hasta el 60% de su ocupación disponible, así como de las playas. Se espera que en pocos días se repunte la actividad turística en la zona norte del Estado, donde la Riviera Maya juega un papel primordial en la generación de empleos.
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Se necesita que México se reactive y afortunadamente cuenta con una vocación: el turismo. Debemos impulsar nuestros destinos, tenemos mucho que ofrecer. Y quizá el de crecimiento más rápido ha sido la Riviera Maya. En este número hablaremos de ese paradisíaco lugar.

Se ubica al norte del Estado de Quintana Roo, en las costas del mar caribe. Cuenta con más de 120 km de playas con arena blanca y aguas cristalinas; una combinación perfecta entre centros ceremoniales arqueológicos y cenotes; naturaleza viva, parques naturales y una oferta única en el mundo de ecoparques temáticos.

En cuanto a la infraestructura, esta es de primer nivel y hay para todos los presupuestos. A nivel gastronómico, se podría considerar que es la Cocina del Mundo, empezando por la nuestra, la variedad es infinita.
Para llegar al destino la forma más cómoda es por avión; las líneas aéreas nacionales tienen varios vuelos al Aeropuerto Internacional de Cancún, que es el punto de llegada; desde las líneas de bajo costo hasta las habituales que conocemos; es el segundo aeropuerto con mayor tráfico de pasajeros después del Aeropuerto de la Ciudad de México. Los vuelos internacionales vienen de distintas partes del mundo.
También se puede llegar por carretera, y aunque el viaje es muy largo, los paisajes y poblaciones son muy pintorescos. Si se llega desde el centro del País, inevitablemente pasarán por Villahermosa, y con su zona de pantanos vale la pena; se pasan por los puentes de Ciudad del Carmen, una obra del ingenio mexicano; Campeche, que es la única ciudad amurallada todavía y la blanca Mérida, donde vale la pena hacer una parada obligada; posteriormente llegar a Valladolid, donde sus Haciendas son realmente impresionantes.
En este caso, llegamos por vía aérea a un renovado Aeropuerto Internacional en la Terminal 2; un aeropuerto moderno con servicios de primera calidad. A la llegada, después de pasar por las bandas de equipaje, se sale a un pasillo donde se encuentras las opciones de renta de autos; es muy barato rentar un auto y poder moverse con mayor facilidad. Ahí mismo se encuentran los servicios de taxi, ya sea individual o grupal. Para aquellos que tienen un presupuesto limitado, se recomienda usar el servicio de autobús que te lleva a las terminales de autobuses de Cancún y de las poblaciones del Riviera Maya, desde Solidaridad hasta Tulum.
Saliendo del aeropuerto se respira el aire y la brisa marina; se te despejan las vías respiratorias; ese calor del trópico hace sentir que ya queremos estar en la playa. Para ir a la Riviera Maya en cualquiera de sus puntos, se debe tomar la carretera federal que conecta Cancún con Chetumal. Saliendo del estacionamiento del aeropuerto es la vía a la derecha.
Si vas a uno de esos grandes hoteles, seguramente tienes el transporte pagado; ir a un alojamiento de ese tipo es toda una experiencia; en realidad no necesitas salir del hotel porque tienen todo adentro; en lo personal prefiero salir, para vivir nuevas experiencias.
La zona de mayor crecimiento en tan corto tiempo, indudablemente, es Playa del Carmen, que con su 5ª. Avenida llena de comercios, restaurantes y antros, hacen que sea el centro neurálgico de la población. En ese lugar puedes encontrar alojamientos muy baratos, evidentemente con las mínimas posibilidades de confort, pero es para quienes, en definitiva, no quieren estar encerrados en un hotel.
Por centros comerciales no paramos, desde Calle Corazón Playa del Carmen, Paseo del Carmen Shopping Mall, hasta la Quinta Alegría Shopping Mall. Como cualquier ciudad, cuenta con tiendas de conveniencia, autoservicios, farmacias y todo lo que tenemos en nuestras ciudades de origen.
Un consejo personal, no te excedas en la bebida ni en la comida; los servicios médicos son caros. Recuerden que es un destino turístico internacional, por lo que los servicios privados se cobran en dólares incluso; si eres derechohabiente de IMSS o del ISSSTE, ya sabes a qué atenerte: esperar, esperar y esperar. Mejore no te excedas, para que puedas disfrutar más.
Un lugar imperdible es el Cocobongo, un espectáculo tipo Las Vegas, donde las horas se hacen nada; antros hay de sobra y para todos los gustos, desde música electrónica hasta banda.
No dejes de ir, al menos, a un parque temático. El más famoso y el pionero es Xcaret, que hoy cuenta con hermanos y primos, bajo un contexto de equilibrio con el medio ambiente. Xel-Ha, Xplor, Xenses son algunos de ellos. Aunque la entrada es en dólares estadounidenses, es una opción que no debe faltar en tu itinerario. Dentro de estos parques es recomendable comprar la entrada que incluye alimentos; eso sí, prepárate para mojarte, porque de eso se trata. Un día completo es lo idóneo para disfrutar sólo uno. Si cuentas con el tiempo y los recursos suficientes, vale la pena visitar al menos 2 de ellos.
Puerto Morelos es un lugar que se encuentra entre Cancún y Playa del Carmen, Solidaridad es su nombre oficial, el cual debes visitar; es el típico poblado pesquero con un encanto provincial. Sigue en crecimiento, por lo que, si quieres disfrutar su encanto, es momento de visitarlo de una vez. El crecimiento urbano y demográfico va a una velocidad vertiginosa.
En el mismo sentido Puerto Aventuras, regálale una visita, come ahí. Lo vas a disfrutar.
Por último, Tulum; un sitio prehispánico ocupado por los Mayas. Es impactante la combinación entre la arqueología y la belleza natural de su playa. Llegando al sitio y una vez comprada tu entrada, te sugiero tomar el tren; si bien no es un recorrido largo, te va a faltar energía una vez que llegues al sitio arqueológico; si puedes, júntate con otros turistas y contraten un guía, ya que te darán una explicación sobre su historia y lo que significa cada edificio, así como su uso en aquellos tiempos.

Cancún es para disfrutarse solo, con amigos, en pareja o con la familia. Antes de ir a otro lugar, de ir al extranjero, visita la Riviera Maya, y de paso, te das una vuelta en Cancún, que lo tiene todo. Lugares que vale la pena ir las veces que puedas. No es tan caro como parece, hay opciones para todos los presupuestos; sólo es cuestión que te decidas.



