
2 minute read
FRANKENSTEIN
O El Moderno Prometeo
que decide explorar el Polo Norte y durante el viaje se encuentra a un hombre a punto de congelarse, Víctor Frankenstein, quien está persiguiendo a un ser grotesco, conocido en la cultura pop como Frankenstein, en la novela solo se le conoce como creatura, monstruo o demonio.
Advertisement
Aunque tiene el alma destrozada, nadie aprecia más que él las bellezas de la naturaleza. El cielo estrellado, el mar y todos los paisajes que nos proporcionan estas maravillosas regiones parecen tener aún el poder de elevar su alma. Un hombre como él tiene una doble existencia: puede sufrir todas las desgracias y caer abatido por todos los desengaños; sin embargo, cuando se encierre en sí mismo, será como un espíritu celestial, que tiene un halo en torno a sí, cuyo cerco no puede atravesar ni la angustia ni la locura.
Canción que me recuerda al libro:
Monster Mash- Bobby “Boris”
Pickett & The Crypt Kickers.
En 1816, conocido como el año sin sol, un grupo de escritores y pensadores se reunieron en Suiza para vacacionar durante el verano. Lo que nació como un desafío entre Lord Byron, John Polidori, Mary Shelley, de tan sólo 18 años, y su esposo, Percy Shelley, terminó con la escritura de Frankenstein o el moderno Prometeo, un clásico del horror gótico, y lo que se considera la primera historia de ciencia ficción.
La historia es contada a través de cartas del Capitán Robert Walton a su hermana Margaret, el cual es un navegante
Víctor relata que, poco antes de empezar la universidad, su madre fallece, por lo que entierra su duelo en trabajo y estudio, y descubre cómo darle vida a un cuerpo humano inerte. Asustado por la visión inhumana, huye y lo pierde de vista por unos meses. Sin embargo, la criatura lo busca constantemente, no le gusta estar solo, por lo que le pide que construya a una novia, igual de horrenda que él, pero Víctor se niega, llevando al monstruo a buscar venganza, matando a los seres queridos de su creador.
La criatura nace como un ser sin entendimiento del mundo, no sabe qué es el fuego, no entiende porqué la gente huye de él, pero poco a poco, va creando una conciencia y empieza a apreciar la belleza del ser humano y la naturaleza, aprende a hablar y leer, hace labores del campo, pero siempre escondido, sin cariño ni comprensión.
Lo único que quería el monstruo era amor y encontrarse a sí mismo, y lo que consiguió fue odio, por lo que decide regresarle eso a la sociedad.
Pero el Paraíso perdido despertó emociones distintas y bastante más profundas. Lo leí, como había leído los otros libros que habían caído en mis manos, como una historia verdadera. […]Como Adán, yo fui creado aparentemente tal y como era, […]. Él había nacido de las manos de Dios como una criatura perfecta, feliz, próspera, y protegida por el amor incondicional de su creador. […]Muchas veces pensaba que en realidad pertenecía a la estirpe de Satán; porque a menudo, como él, cuando veía la dicha de mis protectores, la amarga bilis de la envidia me invadía por dentro.
Abogada por el ITESM, certificada por George Washington University en campañas políticas, siempre está hablando de libros, Leonard Cohen o Halloween. Catadora de chilaquiles.