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Educar en tiempos de incertidumbre

“Pocas veces he sentido la situación de privilegio cuando pienso en quienes viven con quien no aman, con quienes les maltratan, quienes viven en minúsculos espacios con vínculos que ahogan” Inaki Gabilondo Periodista español

Tenemos que aprender a vivir con una dosis de incertidumbre, estábamos acostumbrados a dividir el tiempo entre el que transcurría dentro de casa y el tiempo fuera de ella, con el trabajo y la vida social, y así, al final del día, nos alegrábamos de volver al hogar.

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Antes de la pandemia los días sucedían entre la productividad y un feliz reencuentro, pero los cambios no pudieron ser predecibles, marcaron una pausa, un paréntesis en la forma de vida que nos vino a modificar el tiempo, de tal manera que los horarios, se desacomodaron y las agendas se modificaron, generando una realidad nueva. No estábamos acostumbrados a este desafío.

“Nunca pensamos que lo que estábamos viviendo iba a ser cierto cuando inició la pandemia”, así lo refirió el Mtro. Gerardo Mendive quien impartió a toda la comunidad del Instituto La Paz la conferencia “Educar en tiempos de incertidumbre” el pasado 17 de septiembre.

El hogar se convirtió en el lugar para enfrentar esta crisis sanitaria, nuestro gran refugio ante la situación inesperada.

La circunstancia nos desafía a atenderlo todo en un espacio privado, brindándonos por un lado, una enorme oportunidad para fortalecer vínculos, aunque por el otro, la extrema cercanía se convierte en un conflicto permanente que puede debilitar los mismos. La excesiva proximidad puede producir asfixia o dejar heridas si no la hacemos consciente.

Estar físicamente presentes, no es suficiente, debemos estar emocionalmente disponibles, permaneciendo atentos a las señales que mandan nuestros hijos, como celos, miedos, sueños, de tal manera que podemos reaccionar de forma adecuada antes de que se conviertan en un problema.

Son tiempos donde experimentamos miedo, enojo, tristeza y hasta depresión, sin embargo, debemos aprender a reconocer las emociones reales de las que no lo son. Cualquier persona puede reaccionar con enojo, ya que al estar estresado desaparecen los frenos. Sólo una mente serena es capaz de tomar buenas decisiones.

Tres fortalezas son las que tenemos que desarrollar: 1.- Encontrar un sentido en la vida. 2.- Agradecer. 3.- Aceptar.

Victor Frankl, fundador de la logoterapia, nos dice que no hay nada en el mundo que capacite tanto una persona para sobreponerse a las dificultades externas y a las limitaciones internas, que el tener una tarea en la vida.

Hoy nuestra gran tarea como padres y como docentes son nuestros niños.

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