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ESPECIAL

PANDEMIA

Israel reabrió su economía casi por completo luego de haber avanzado satisfactoriamente el proceso de vacunación de su población que ha recibido la primera dosis de las vacunas de Pfizer. El mundo mira esperanzado lo que ocurre en el país del Medio Oriente.

LA EXITOSA VACUNACIÓN EN ISRAEL

Israel está entre los primeros países del mundo

en lograr un exitoso programa de vacunación contra el nuevo coronavirus. Ese esfuerzo ya está dando resultado, pues las tasas de casos graves de COVID-19 se han reducido en dos tercios entre los israelíes mayores de 69 años durante las últimas semanas.

El programa de vacunas contra la COVID-19 es considerado por muchos como precursor de lo que sucederá en otros países una vez que las dosis se hayan administrado a la mayoría de los ciudadanos. El impecable plan de vacunación ha mostrado lo que en un futuro se podría replicar en el resto del mundo.

Como otros países, Israel se ha visto muy afectado por la COVID-19. Hasta el 9 de febrero, se habían reportado más de 700 000 casos y 5 200 muertes. Pero, a diferencia de la gran mayoría de países, inició una temprana masiva campaña de vacunación que priorizó a los israelíes mayores.

La esperanza es que a medida que las vacunas lleguen a la mayor parte de los jóvenes, el número de casos graves de COVID-19 sigan bajando en todos los grupos etareos.

Israel ha utilizado en su campaña de inmunización contra la COVID-19 las vacunas desarrolladas por las compañías Pfizer/BioNTech y Moderna. La alta efectividad de estas vacunas ha sido clave.

De hecho, el 19 de febrero, Pfizer dijo que los estudios más recientes a raíz de la vacunación masiva en Israel sugieren que tan solo una dosis de su vacuna podría ofrecer una protección del 85 % contra la COVID-19.

A fines de febrero se publicó el primer estudio a gran escala de la vacuna Pfizer/BioNTech en Israel para evaluar la efectividad de la inoculación in situ y contrastarla con la de los ensayos clínicos.

Los resultados fueron aplastantes. La investigación reveló que la vacuna de la farmacéutica estadounidense redujo los casos sintomáticos en un 94% en todos los grupos de edad y en un 92% las enfermedades graves asociadas a la enfermedad.

Los israelíes demostraron que vacunando masivamen-

te al 70% de la población de forma rápida, en tres semanas empiezan a disminuir el número de nuevos casos y al existir menos contagiados, menos hospitalizados graves y empieza a bajar la mortalidad.

“Hemos transmitido (al público) la noción de que si bien estas vacunas son extremadamente seguras y tiene una gran eficacia, no ofrecen un cien por cien de protección y hemos visto gente que ha contraído la COVID-19 incluso luego de la segunda inyección”, dijo el responsable de Relaciones Internacionales del Ministerio de Salud de Israel, Asher Salmon.

El 7 de marzo, el gobierno de Netanyahu dio luz verde con la reapertura general luego de tres confinamientos en un año. La población civil celebró el regreso de los bares, restaurantes y conciertos.

Es tal el éxito de la vacunación que el ministerio de Salud israelí analiza levantar la obligación del uso de tapabocas en espacios públicos al aire libre y se encuentra trabajando para abrir el espacio aéreo para permitir el turismo en el más breve plazo.

Los datos sanitarios oficiales son alentadores e indican que la tendencia en Israel. Esto lleva a pensar en nuevas medidas que permitan relajar las restricciones implementadas en los últimos meses para tratar de contener la expansión del virus.