del tiempo, como había sucedido con el dibujo, el claroscuro, la perspectiva y la composición. El mismo concepto se había mantenido desde la antigüedad: primero se dibujaba una forma y luego se coloreaba, como si el color fuera algo que se agrega a la forma. Sólo los impresionistas, los puntillistas, los fauvistas y los expresionistas adoptaron actitudes diferentes ante el fenómeno cromático, mientras algunos constructivistas y creadores de arte abstracto insistieron nuevamente en la relación “forma color.” Ayudado por el conocimiento de los procesos de multiplicación de la imagen, de la fotografía en color, de la fotomecánica y de los diferentes sistemas de impresión sobre papel, Cruz Diez percibió el fenómeno cromático como algo inestable, que evoluciona constantemente y se halla sujeto a múltiples circunstancias. Asimismo, advirtió que esta característica nunca había sido puesta en juego por los artistas. Los impresionistas no lograron superar la contradicción que estaba en la base de sus propias experiencias. Ellos aspiraban a ser más verídicos que los académicos, reconstituyendo sobre soporte estático de la tela lo efímero de la luz, pero en el lapso de tiempo que transcurría mientras observaban el modelo, preparaban la mezcla de color en la paleta y volvían a la tela, la situación y las relaciones de color habían cambiado. Por eso su actitud era así la misma que la de los académicos ante el modelo, es decir la reconstitución artificial e inmóvil de una realidad cambiante”. [Cruz Diez, 1989]. La solución fue el encuentro del eterno binomio forma-color, fue el de fraccionamiento de la forma, transmutando el plano coloreado en una sucesión de paralelas de color dispuestas verticalmente, esto es: módulos de acontecimiento cromático. Tal estructura materializaba la evidencia de que el color está haciéndose constantemente: se está dando en el tiempo la información sobre el color, la que se detiene con el impresionismo, con Matisse, Delaunay y Albers, quienes señalan: El color sólo sirve para colorear la forma... El color sólo sirve para hacer bellas o feas combinaciones... El color es banal... El color es un capítulo cerrado. 56