Revista Venezolana de Análisis De Coyuntura. Volumen XIX nº1, enero-junio 2013.

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EDITORIAL

En esta nueva edición del primer número del volumen XIV de nuestra Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, siempre tratando de mantener en lo posible la periodicidad de producción de dos (2) ejemplares al año de la Revista, este año nos vemos en la necesidad de pasar a una divulgación exclusivamente digital. La revista cumpliría dieciocho (18) años de publicación semestral impresa consecutiva con este primer número enero-junio del 2013, treinta y cinco (35) ejemplares impresos, en oportunidades con mucha dificultad, especialmente a partir de 2010 cuando uno de los organismos auspiciadores, Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología (FONACIT), eliminó su aporte anual a las revistas científicas venezolanas, y conjuntamente las universidades nacionales, en estos años, se encuentran subsistiendo con presupuestos consecutivamente deficitarios. Agradecemos especialmente a nuestro Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico (CDCH-UCV), el cual siempre ha sido nuestro apoyo seguro, y ha logrado los recursos para apoyar la producción de nuestra publicación, especialmente en estos momentos difíciles, con la decisión de garantizar nuestra producción anual y su divulgación digital en las bases de datos Saber-UCV, Redalyc, Latindex, Clase, Revencyt y DOAJ. En el 2012 recibimos un apoyo del BCV, el cual representó una ayuda muy importante en estos momentos de crisis. En esta oportunidad iniciamos la sección de artículos con el trabajo de Carlos Peña, donde se diserta sobre la relación entre volatilidad macroeconómica, los choques externos y el crecimiento económico para Venezuela entre 1970 y 2010. Seguidamente, en Trabajos de Grado la Maestría en Economía, Fernández y Cova , estiman los precios de una muestra de bonos de deuda pública soberana con el modelo Nelson-Siegel logrando un buen ajuste respecto a los precios observados, y, Chacón y Cova, caracterizan, aplicando la metodología de análisis de clúster, los municipios en términos de su accesibilidad a los servicios financieros. Sobre el tema de la volatilidad, Maqueira y Estévez en su trabajo analizan el impacto de la volatilidad del crecimiento del producto en las posibilidades de largo plazo para Cuba, durante el periodo 1900-2009.


A continuación, Hurtado y Zerpa, valoran la importancia de la industria agroalimentaria en la economía venezolana durante 1989-2008 y este estudio arroja como resultado que el sector aportó 8,80% al PIB nacional en el período y que aseguró 4,2 puestos de trabajo por cada 100 existentes en la economía. En el ámbito histórico de la Teoría Económica del Desarrollo, Petit nos presenta su evolución, desde su nacimiento en los años cuarenta del siglo XX hasta el presente, y Carlos Riojas, analiza los eventos en América Latina que se enmarcan en el proceso de transformación en torno a 1989, año recordado por la caída del socialismo. Marcano, Marín y Jiménez analizan la gestión del conocimiento en las organizaciones sociales comunales, tomando en cuenta su dimensión estructural-funcional aplicando el análisis de contenido. Phelan, Camacho, Osorio y Paredes, nos presentan un trabajo donde describen y muestran evidencias sobre la población originaria de Colombia desde una perspectiva micro social, combinando datos recabados por censos comunitarios y entrevistas realizadas en la comunidad de Nuevo Horizonte, Caracas. Finalmente Kon analiza las características de los mercados laborales regionales en función de las diferencias de género que tienen consecuencia en las desigualdades de ingreso a nivel regional, y en los índices de pobreza. Pasamos a la sección de Indicadores donde se muestra el comportamiento de la escasez y de los precios, la evolución del Producto Interno Bruto, la devaluación de la moneda, las reservas internacionales, los salarios, el mercado laboral, los precios del petróleo y las perspectivas económicas, elaboradas por el estadístico Nelson Morillo. En la sección de documentos, Rivadeneyra nos presenta su excelente disertación titulada “Deseo, voluntad y poder” enmarcada en los siguientes subtítulos: Foucault y el poder, el origen de la tragedia y el principio del antagonismo. Con miras de cumplir con la divulgación de conocimiento científico y agradeciendo como siempre a nuestros contribuyentes, revisores y lectores por su respaldo nos despedimos con esta edición digital de nuestra revista.


Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2013, Vol. XIX, No. 1 (ene-jun), pp. 11-30 recibido: 11-01-2013 / arbitrado: 23-01-2013

VOLATILIDAD MACROECONÓMICA, CHOQUES EXTERNOS Y CRECIMIENTO ECONÓMICO. VENEZUELA, 1970-2010. UN ENFOQUE DE ECONOMÍA POLÍTICA1 Carlos Peña2 ESCUELA DE ECONOMÍA, UCV Resumen: Se suele afirmar que Venezuela es una economía altamente volátil, debido fundamentalmente, a la transmisión de los choques externos a la economía interna vía gasto público. Los niveles máximos de volatilidad se hacen evidentes a partir de 1983. Un período a partir del cual la economía venezolana ha estado sometida a diversos choques de origen externo; en este contexto el objetivo del trabajo es establecer la relación entre volatilidad macroeconómica, los choques externos y el crecimiento económico para Venezuela, entre 1970 y 2010. El método de exposición será el de la economía política que es el analítico y, por supuesto, la utilización de la metodología econométrica para verificar las relaciones de causalidad expuestas a través del método. Palabras claves: Volatilidad, crecimiento, choques externos.

INTRODUCCIÓN

La economía venezolana padece de un conjunto de restricciones que impiden un crecimiento sostenido a largo plazo. Restricciones, tanto internas como externas, que han venido agravándose a lo largo del tiempo. Así, Venezuela ha visto reducir su ingreso per cápita de 51% en la década de los 60 del siglo XX a 26% en la década de 2000; también, su tasa de crecimiento, medida a través del PIB per cápita se ha reducido drásticamente. Esto lo que significa es que el crecimiento económico de Venezuela ha sido no sostenido en el tiempo. Hay muchas restricciones que impiden que Venezuela crezca a tasas aceptables y sostenidas; sin embargo, este documento se centra en la volatilidad macroeconómica, ya que parece ser un rasgo bastante común en la economía venezolana a partir de 1983. Si bien, la evidencia teórica y empírica muestra que 1

Este documento forma parte del proyecto de investigación titulado Volatilidad macroeconómica, choques petroleros y crecimiento económico en Venezuela, financiado por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico, CDCH, UCV. Trabajo presentado en el I Congreso Internacional de Estudios sobre el Desarrollo, Ciudad de Santander-España, noviembre 14 al 16, 2012.

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carlojosep@yahoo.com


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la relación entre la volatilidad macroeconómica y el crecimiento económico es negativa y significativa, dista mucho de ser mecánica, ya que los efectos perversos de la volatilidad dependen de diversas circunstancias. En este sentido, el objetivo es establecer la relación entre la volatilidad macroeconómica, los choques externos y el crecimiento económico en Venezuela para el lapso 1970-2010. El método de exposición será el de la economía política que es el analítico y, por supuesto, la utilización de la metodología econométrica para verificar las relaciones de causalidad expuestas a través del método. El trabajo se estructura de la siguiente manera: una primera parte, dedicada a los aspectos teóricos; una segunda, referida a las consideraciones empíricas y modelo econométrico; una tercera parte, donde se establecen algunas implicaciones de política económica y, por último, las conclusiones.

1.- ASPECTOS TEÓRICOS

1.1.- Economía política, volatilidad, shocks externos y crecimiento Dentro de un enfoque de economía política, en particular desde la perspecti3 va de economía política del desarrollo , la cual examina el desarrollo económico más allá de lo económico; es decir, con un enfoque multidimensional, en particular el aumento del bienestar de la población, la volatilidad macroeconómica, es importante no sólo porque afecta el crecimiento económico, como objetivo último de política económica; sino también, el bienestar social que de él se desprende. Así, la volatilidad macroeconómica tiene efectos importantes sobre la estabilidad del consumo, la pobreza, la distribución del ingreso, la estabilidad de las reglas de juego, entre otros elementos. Además, la volatilidad es perjudicial para los países que tienen economías muy volátiles, ya que sufren de episodios de crisis con más frecuencia; esto implica que las consecuencias de la volatilidad macroeconómica van más allá de lo económico. En este contexto, dos temas de relevancia en macroeconomía son el estudio de la volatilidad macroeconómica (fluctuaciones de corto y mediano plazo o ciclos económicos) y el estudio del crecimiento a largo plazo. Usualmente, el estudio de estos tópicos, ha ido por caminos distintos; sin embargo, en la última década ha surgido una rama reciente de la literatura del crecimiento económico que vincula 3 La economía política del desarrollo es una especialidad académica de la economía política global o nueva economía política, NEP, la cual es una disciplina científica multidisciplinaria dedicada al estudio de las tendencias políticas y económicas globales.


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la volatilidad del crecimiento. Una importante revisión de la literatura al respecto, puede verse en Ramírez (2006), Aghion y Barnejee (2005), entre otros. La volatilidad macroeconómica ha sido un tópico de particular interés en el análisis del desempeño económico de América Latina, bien sea como fuente o reflejo del subdesarrollo (Chang, Kaltani y Loayza, 2009). El nivel de volatilidad macroeconómica puede estar asociado a elementos de diversa índole, los cuales difieren de acuerdo a las especificidades de cada país, pero que suelen incluir temas como el patrón de inserción internacional, la estructura productiva, la política económica, el marco institucional, entre otros (CEPAL, 2004, 2008, 2010). La literatura empírica vincula directamente el crecimiento económico con la volatilidad. En diversos estudios se ha encontrado una relación negativa entre volatilidad y crecimiento económico y, los conductos que van de una variable a otra no son de fácil identificación. Un canal importante es la inversión, en particular, la privada. La evidencia muestra cierta centralidad en la marcada variabilidad de la inversión. Un trabajo, que se puede considerar clásico, y que relaciona el crecimiento económico, medido a través de la tasa de variación del producto interno bruto per cápita, y la volatilidad es el de Ramey y Ramey (1995). Ellos, con base en datos de 92 países, ofrecieron evidencia de un vínculo negativo entre crecimiento y 4 volatilidad . Por su parte, Kroft y Lloyd-Ellis (2002), sobre la base de la investigación de Ramey y Ramey, evalúan si la tasa de crecimiento del producto está más fuertemente correlacionada con la incertidumbre de corto plazo o con los movimientos de mediano y largo plazo de los ciclos económicos. Ellos encuentran, que gran parte de la correlación negativa proviene de la interacción de crecimiento y movimientos de los ciclos económicos; no obstante, la correlación entre crecimiento y la volatilidad de más alta frecuencia es ambigua o aún positiva. La revisión anterior, muestra que existe una relación entre crecimiento y volatilidad, sin poner atención en un canal especifico. Otro grupo importante en la literatura, explora canales concretos de volatilidad y su impacto en el crecimiento de largo plazo. Así, Fischer (1993), encuentra que la estabilidad macroeconómica es importante para el crecimiento; utiliza variables como inflación, su volatilidad y el déficit fiscal como medidas de inestabilidad macroeconómica. Con respecto a la inflación Judson y Orfanides (1996), demuestran que tanto la inflación como su volatilidad afectan negativamente el crecimiento económico. Dornbusch y Fischer (1993), Bruno y Easterly (1998), Khan y Senhadji (2000), entre otros, han encontrado efectos no lineales sobre el crecimiento. Dollar 4

Los autores utilizan la desviación estándar de la tasa de crecimiento del PIB per cápita.


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(1992), muestra que el tipo de cambio real, tanto la su volatilidad como su media, están negativamente asociadas con el crecimiento. Aizenman y Marion (1993), utilizando los errores estándar de los residuos estimados de un proceso autorregresivo de variables de política fiscal, encuentran efectos adversos de la incertidumbre de la política fiscal sobre el crecimiento. Loayza y Hnatkovska, (2005), argumentan que la relación entre volatilidad y crecimiento depende del nivel de desarrollo o del nivel de apertura comercial; así mismo, encuentran que la relación negativa es más fuerte en países pobres, institucionalmente subdesarrollados, con poco desarrollo financiero o, incapaz de conducir políticas anticíclicas y, que los efectos negativos se han debido, mayormente, a grandes recesiones más que ha fluctuaciones cíclicas. Por otra parte, Coricelli y Masten (2004), muestran evidencia empírica, que el poco desarrollo del mercado crediticio, explica el vínculo negativo entre el desempeño insatisfactorio del crecimiento económico y las altas volatilidades en los países de Europa Central y del Este. Otro elemento importante y ampliamente reseñado en la literatura es el efecto de los choques externos reales que, si bien es cierto, no son la única causa de volatilidad, ocupan un lugar de importancia para explicar el desempeño económico. Los choques externos tienen un impacto particularmente relevante en las economías de los países emergentes, en los cuales el sector público depende de los ingresos generados por los commodities. Los términos de intercambio y la apertura externa, son dos variables que tienen incidencia en la volatilidad macroeconómica. En este sentido, Calderón y Schmidt-Hebbel (2008) plantean que puede asociarse la apertura comercial a una mayor volatilidad económica si los shocks a los que se enfrenta la economía son predominantes para el sector exportador. Así mismo, el efecto de la apertura comercial sobre la volatilidad del crecimiento económico puede depender en qué fase del ciclo económico se encuentre el país con respecto a sus socios comerciales. Por otro lado, Bejan (2006), estudia la relación entre la apertura comercial y la volatilidad del producto; argumentando que una mayor exposición al mercado mundial incrementa la volatilidad. No obstante, en los países en desarrollo una mayor apertura incrementa la volatilidad, no así en los países desarrollado, 5 donde se suaviza la volatilidad . Spiliopoulos (2007) examina los determinantes de la volatilidad y destaca la importancia de la apertura económica como un determinarte importante de la volatilidad.

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La autora realiza un estudio de corte transversal con una muestra de 111 países entre 1950 y 2000.


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2.- CONSIDERACIONES EMPÍRICAS Y MODELO ECONOMÉTRICO

2.1.- Aspectos metodológicos El lapso de estudio está comprendido entre 1970 y 2010. Un período signado por etapas de crecimiento y recesión; así como también, de desequilibrios macroeconómicos, incrementos en la volatilidad, choques petroleros, positivos y negativos, crisis globales. Las variables a utilizar son crecimiento económico, medida a través de la tasa de crecimiento del PIB per cápita, tpibpc, volatilidad macroeconómica, medida por la desviación estándar de la tasa de crecimiento del PIB per cápita, σtpibpc, el índice de los términos de intercambio, term, la volatilidad de los precios petroleros, cesta venezolana, σpetrol y la apertura comercial, open. La base de datos proviene del Banco Central de Venezuela (BCV) y cálculos propios.

2.2.- Causalidad De acuerdo con lo planteado en el marco teórico, pudiera existir una relación de causalidad entre las variables: la volatilidad macroeconómica, lσpibpc, los choques externos, en este caso medidos a través de la volatilidad de los términos de intercambio, lσterm, la volatilidad de los precios del petróleo, lσpetrol y el crecimiento económico, medido a través de la tasa de crecimiento del PIB per cápita, tpibpc. Desde el punto de vista empírico, una manera de corroborarlo es mediante la utilización del test de causalidad de Granger, el cual permite verificar la hipótesis de que una variable no causa a la Granger a otra. El test de causalidad de Granger puede ser utilizado como un punto de comienzo para investigar la dirección de causalidad entre dos variables analizadas; sin embargo, no implica causalidad en el sentido económico corrientemente utilizado. Se investiga si el comportamiento actual y pasado de una serie mejora la predicción sobre el comportamiento futuro de la otra. En el cuadro 1 se muestran los resultados de la aplicación del test de Granger.


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Cuadro No. 1. Test de causalidad de Granger Hipótesis nula lσpibpc no causa tpibpc lopen no causa tpibpc lσterm no causa tpibpc lopen no causa lσpibpc lσterm no causa lσpibpc lopen no causa lσterm lσppetrol no causa lσterm

Obs 42 42 42 42 42 42 42

Rezagos 1 1 1 1 1 1 1

F-estadístico 3,0166 2,0525 0,1611 2,3132 2,3275 1,6338 3,7843

Prob. 0,0615 0,1592 0,8518 0,1331 0,1352 0,2087 0,0234

Fuente: Eviews 7.2.

Como se observa, la evidencia mostrada en el cuadro 1, pareciera corroborar lo planteado en el marco teórico; no obstante, la significancia estadística no parece ser concluyente. Así se tiene, variables que pueden afectar al crecimiento económico, entre ellas la volatilidad macroeconómica, la apertura comercial y los términos de intercambio. Al evaluar los resultados obtenidos, se puede observar que en la relación entre la volatilidad macroeconómica y el crecimiento económico, se rechaza la hipótesis nula con un nivel de significancia del 5%, con lo cual, la volatilidad macroeconómica causa al crecimiento económico. En el caso de la apertura comercial lopen, y el crecimiento económico, la hipótesis nula se rechaza al 10%; por lo tanto, pareciera no ser concluyente. En cuanto a la volatilidad de los términos de intercambio y el crecimiento económico, no se rechaza la hipótesis nula. En el vínculo entre la volatilidad macroeconómica y las variables que la explican se tiene: que en el caso entre la volatilidad macroeconómica y la apertura comercial, la hipótesis nula se rechaza; entre la volatilidad de los términos de intercambio y la volatilidad macroeconómica, la hipótesis nula se rechaza al 10%. Por último, se tiene la posible conexión entre la volatilidad de los términos de intercambio y la volatilidad de los precios del petróleo; en este sentido, la evidencia muestra que se rechaza la hipótesis nula. En este caso, se asume que la volatilidad de los precios del petróleo causa la volatilidad de los términos de intercambio. Así, según lo mostrado en el cuadro 1, parece existir evidencia de causalidad entre la volatilidad macroeconómica, el crecimiento y los shocks externos.

2.3.- Modelo teórico En esta sección se intenta evaluar los efectos de los shocks aleatorios externos, bien sea un shock externo caracterizado por los desequilibrios en el mercado petrolero mundial o, un shock adverso generado por crisis global, sobre la volatilidad macroeconómica y el crecimiento económico. Se parte del supuesto que un aumento en la volatilidad macroeconómica tendría un efecto adverso sobre el PIB decapita; por su parte, la apertura económica o cierto grado de internacionalización, puede tener resultados positivos en el crecimiento. Por otro lado, la volatili-


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dad de los términos de intercambio, debería tener consecuencias negativas sobre el PIB per cápita. Así mismo, una percepción de riesgo mayor, en este caso un aumento del riego país, puede generar una disminución en el crecimiento. En relación a la volatilidad macroeconómica, esta debe responder de manera positiva a choques externos, en este caso a aumentos en la volatilidad de los términos de intercambio y a un mayor grado de apertura comercial. Dado lo anterior, el modelo que se presenta es dinámico. En este sentido, la técnica más adecuada para estimarlo es un modelo de vectores autorregresivos 6 o mejor conocido como VAR . El modelo VAR es muy útil cuando existe evidencia de simultaneidad entre un grupo de variables y, que sus relaciones se transmiten a lo largo de un determinado número de períodos. Así mismo, un modelo VAR no se estima para hacer inferencia acerca de los coeficientes de las variables individuales. Precisamente la baja precisión en su estimación, desaconseja cualquier análisis de coeficientes individuales. Por el contrario, tiene mucho sentido, el análisis conjunto de los coeficientes asociados a un bloque de retardos en una determinada ecuación (Novales, 2011). Es importante señalar que por la naturaleza regresiva del modelo, es normal que se presente cierto grado de multicolinealidad entre las variables. Esto origina coeficientes t pocos significativos que no invalidad los resultados, porque lo que importa para el pronóstico es el poder explicativo del modelo (Torres y Villalobos, 1999). Las variables del VAR se incorporan en forma estacionaria, aunque si estas cointegran basta incluirlas en niveles. La presencia de variables no estaciona-

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El modelo VAR (modelo de vectores autoregresivos) es una herramienta de series de tiempo multivariado, la cual fue utilizada para el análisis macroeconómico originalmente por Sims (véase Sims, 1980) a inicios de la década de los 80 del siglo XX. En el modelo VAR todas las variables son consideradas como endógenas, ya que cada una de ellas se expresa como una función tanto de sus propios valores rezagados como de los valores de las restantes variables del modelo; lo anterior permite capturar más apropiadamente los conmovimientos de las variables y la dinámica de sus interrelaciones de corto plazo, lo cual no es detectable con modelos univariables como los ARIMA. El VAR es también una técnica poderosa para generar pronósticos confiables en el corto plazo, aunque se le señalan ciertas limitaciones. La formulación de los modelos VAR en forma reducida no requiere basarse en una teoría económica que hace explícita las relaciones estructurales. No obstante, la selección de las variables a incorporar en el modelo depende de los objetivos de la investigación y cierto conocimiento sobre las posibles relaciones de causalidad, el cual obviamente se basa en supuestos teóricos considerados relevantes para el caso analizado.


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rias ocasionan que algunos de los choques que afectan a tengan efectos permanentes y, por lo tanto, la teoría asintótica convencional no sea aplicable para la estimación del modelo; sin embargo, el vector en diferencias o alguna combinación lineal de las variables es estacionario, entonces la estimación de los parámetros es adecuada. Por otra parte, el ordenamiento de las variables es una condición clave que determina fuertemente los resultados. Teóricamente, éste debe determinarse por el grado decreciente de exogeneidad de las variables del modelo.

2.4.- Especificación empírica y diagnóstico econométrico del VAR Antes de utilizar la herramienta más importante que surge de los modelos, es conveniente señalar los pasos para su especificación. Se incluyeron las variables en diferencias, luego se procede a establecer los contrastes de especificación. Uno de los contrastes más usuales en un modelo VAR es el relativo al número de retardos que deben incluirse como variables explicativas. Sin embargo, no puede olvidarse que la elección del número de retardos debe tener en cuenta la eliminación de la autocorrelación serial en los residuos. Una estrategia para encontrar el orden del modelo VAR consiste en examinar los denominados criterios de información, que son determinadas correcciones sobre el valor muestral de la función del logaritmo de Verosimilitud. Para esta opción se espe7 cificó una estructura máxima de dos rezagos y una mínima óptima de uno en las variables endógenas, utilizándose los criterios de información Schwarz, de Akaike y Hannan-Quinn. En cuanto a la exogeneidad, ésta va a depender de la finalidad del modelo: para inferencia estadística (análisis estructural), predicción o simulación y control (política económica). Como la técnica VAR es sumamente flexible y está dominada por la endogeneidad de las variables, no se acostumbra analizar los coeficientes de los 2 estimadores ni su significancia estadística, tampoco, la bondad de ajuste (R 8 ajustado) de las ecuaciones individuales . Sin embargo, es importante señalar que el VAR estimado presenta propiedades estadísticas deseables: estabilidad y residuos ruido blanco. Es decir, los residuos de las ecuaciones presentan una distribución normal multivariada; así como también, tomadas en conjunto. Sin 7

La inclusión de muchos rezagos consumirá muchos grados de libertad, para no mencionar la posible aparición de multicolinealidad. Agregar muy pocos rezagos provocará errores de especificación.

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Es usual que se verifique que se cumple la ausencia de correlación serial de los residuos en las ecuaciones individuales y la distribución normal multivariada de éstos. También se pueden efectuar pruebas adicionales, como la estabilidad del modelo, la significancia conjunta de las variables consideradas, entre otras.


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embargo, (Fernández-Corugedo, 2003) argumenta que es más importante que el VAR cumpla con la prueba de errores no autocorrelacionados que con la normalidad multivariada. Con respecto a esto, los resultados muestran que el VAR no evidencia problemas de autocorrelación. En cuanto a la estabilidad del modelo, éste satisface las condiciones de estabilidad. No se observaron comportamientos explosivos, lo que descarta la presencia de raíces unitarias en su representación de media móvil. En términos económicos, la condición de estabilidad es asegurar que la dinámica del VAR sea consistente con un comportamiento no explosivo del crecimiento (véase cuadros A1, A2, A3 y A4 del anexo A). Un elemento adicional a explicar es la causalidad de Granger. En relación a esto, el 9 test de causalidad de Granger, denominado test de Wald para exogeneidad en bloque, expresa lo siguiente: (véase cuadro A5 en el anexo). En la estimación del VAR, la ecuación del crecimiento económico, tpibpc, revela que el bloque de los valores rezagados de la volatilidad macroeconómica, lσpibpc, de la volatilidad de los términos de intercambio, lσterm, de la apertura comercial, lopen, y de la volatilidad de los precios del petróleo, lσppetrol, ayudan a mejorar el pronóstico del crecimiento económico arrojado por el modelo, es decir los rezagos de estas variables, causan o preceden temporalmente a los valores presentes de tpibpc, por lo que esta última no puede considerarse como 10 exógena . Este resultado sustenta el requisito de la variable, tpibpc, y sugiere que es provechoso la inclusión de las variables antes citadas.

2.5. Shocks y Función impulso respuesta generalizada, FIRG Una de las aplicaciones más importantes de la metodología VAR es la posibilidad de realizar análisis empírico, es decir, estudiar relaciones dinámicas de corto plazo. Esto se lleva a cabo mediante las funciones impulso respuestas, FIR. Las FIR, proporcionan los efectos sobre las distintas variables del sistema de perturbaciones positivas o negativas asociadas a las diferentes series, lo que puede interpretarse como un ejercicio de simulación, indicando por tanto, el signo, la magnitud y la persistencia de la respuesta de una variable al impacto ocurrida en otra. 9

En el caso de VAR, la prueba aplicable al análisis autorregresivo multivariado es la prueba de causalidad de Granger, denominada prueba de Wald para exogeneidad en bloque y, determina si una variable endógena puede ser tratada como exógena. También ayuda a determinar cuán útiles son algunas variables para mejorar el pronóstico de otras. 10 En este sentido, la probabilidad conjunta asociada al estadístico chi-cuadrado fue inferior al 5%, lo que rechaza la hipótesis de que los valores rezagados de esas variables no mejoran el desempeño de lpibpc.


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La función impulso respuesta cuantifica el efecto de perturbaciones estocás11 ticas, al margen de factores determinísticos . La obtención de estas funciones está sujeta al supuesto de que el shock únicamente ocurre en una variable; sin embargo, la existencia de correlaciones contemporánea entre las variables dificulta la identificación de la perturbación en el sistema. Así, con el fin de eliminar cualquier correlación contemporánea y, evitar por otro lado, el problema de la ordenación causal establecida al utilizar la descomposición de Choleski. Koop et al (1996) y Pesaran y Shin (1998) proporcionan un nuevo enfoque, obteniendo las denominadas funciones impulso-respuesta generalizadas, FIRG. Como plantean Kaabia et al (2002), las FIRG evitan el problema de la dependencia de las respuestas a la ordenación de las variables en el modelo VAR (vectores autorregresivos). Esto se traduce que en vez de analizar la respuesta 11

Similar a la representación de promedio móvil de un modelo univariable, un modelo VAR se puede representar con el siguiente vector MA( ∞ ): (1) yt = u + εt + ψ1εt-1 + ψ2εt-2 + ... La ψs constituye el multiplicador dinámico que mide el efecto sobre el vector yt+s de un incremento en el término de perturbación εt:

∂yt +s =ψs ∂ε t

(2). La función de impulso respuesta viene dada por un elemento caracterís-

 ∂ i yt +s  ∂ε jt 

tico de la matriz ψs correspondiente a la fila i columna j 

  . El multiplicador ante 

rior puede ser interpretado en términos de la influencia de yi en yj. No obstante, es importante suponer que esta influencia no significa necesariamente causalidad en el sentido de Granger. Definiendo zt-1 = (yt-1, yt-2,..., yt-p) es posible obtener una proyección de yi,t+s.

∂Εˆ ( y i ,t + s / y1i , z t −1 ) ∂y1t

(3)

Así, cuando E (εtεt) = Ω es una matriz diagonal, en base a ésta y ψ es posible determinar yi,t+s. La influencia de las restantes n-1 variable en yt se obtienen en base a las siguientes expresiones:

∂Εˆ ( y i ,t + s / y 2t , y1t , z t −1 ) ∂y 2t

(4)

∂Εˆ ( y i ,t + s , / y 3t , y 2t , y1t , z t −1 ) ∂y 3t

(5)

∂Εˆ ( yi ,t + s / ynt , yn − t ,t ,..., y1t , zt −1 ) ∂ynt

(6)


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de las variables ante un shock en todos los elementos de ε t , lo que se obtiene directamente es la respuesta ante un shock en un determinado elemento, es decir, la ordenación deja de ser relevante, de forma que la respuesta generalizada escalada de la variable Z ante un shock unitario en la j-ésima variable vendría dada por la siguiente expresión:

FIG ( Z it , Z jt , h) =

ei C h

∑e

σ jj

j

; para h=0,…., n

(1)

Cuevas (2007) plantea que las FIRG permiten conocer la respuesta dinámica de una variable frente a cambios o choques inesperados en otras. Como el modelo pertenece a un escenario multivariado, un shock inesperado en una variable afecta a las otras con toda una estructura compleja de rezagos. Se analiza la función impulso respuesta generalizada, FIRG, de la técnica de vectores autorregresivos, VAR, en forma reducida. Se simulan innovaciones en las variables de interés y se observan sus efectos sobre las variables del modelo. En cuanto a las FIRG, cabe señalar que éstas no dependen del ordenamiento de las variables en el VAR y no asume que las innovaciones de interés sean ortogonales, sino que se toma en cuenta toda la correlación histórica presente en los datos, por lo que los efectos en las variables “no se pueden interpretar como respuestas a una innovación aislada o pura (ortogonal)” (Flores et al, 2000: 12). Estas funciones tienen la ventaja de que el valor de la función no depende del orden de las variables en el modelo VAR. Además, por las características del VAR se tiene que los choques o innovaciones son de una desviación están12 dar y duran un período, en el caso de este trabajo el mismo sería de un año. En los siguientes gráficos se presentan los efectos de un shock sobre el crecimiento económico, sobre la volatilidad macroeconómica y sobre los términos de intercambio.

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Cuando el intervalo de confianza de +/- 2 desviaciones estándar excluye el cero el as FIRG, el valor de estas es dísticamente significativo.


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Gráfico 1. Respuesta del crecimiento a un shock externo .08

.04

.00

-.04

-.08

-.12 1

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6

7

8

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Fuente: Eviews 7.2.

El gráfico 1 recoge el impacto sobre el crecimiento económico, tpibpc, de un shock externo, en este caso medido a través de la volatilidad de los términos de intercambio, lσterm. La observación de los intervalos de confianza con dos desviaciones estándar sugiere que la respuesta del crecimiento económico ante innovaciones (de una desviación estándar) en la volatilidad de los términos de intercambio, es significativa. En este caso, el shock externo, generará un mayor nivel de volatilidad en los términos de intercambio, produciendo efectos negativos sobre el crecimiento económico. Gráfico 2. Respuesta del crecimiento a shock en la volatilidad macroeconómica .08

.04

.00

-.04

-.08

-.12 1

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7

8

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10

Fuente: Eviews 7.2.

El gráfico 2 muestra la respuesta de la tasa de crecimiento económico, tpibpc, ante un shock en la volatilidad macroeconómica, lσpibpc, se observa, que el impacto sobre la tasa de crecimiento es negativo. Según lo mostrado en el gráfico, los intervalos de confianza con dos desviaciones estándar sugieren que la respuesta del crecimiento económico ante innovaciones (de una desviación estándar) en la volatilidad macroeconómica, es significativa. Así, incrementos en la volatilidad macroeconómica, generará reducciones importantes en el crecimiento.


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Gráfico 3. Respuesta del crecimiento a shock en la apertura comercial .08

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.00

-.04

-.08

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10

Fuente: Eviews 7.2.

En el gráfico 3 se muestra el impacto sobre el crecimiento económico, tpibpc, de un shock en la apertura externa, lopen. La observación de los intervalos de confianza con dos desviaciones estándar sugiere que la respuesta del crecimiento económico ante innovaciones (de una desviación estándar) en la apertura comercial, es significativa. En este caso, el shock en la apertura comercial, generará un mayor nivel de crecimiento económico. Es importante mencionar que a partir del noveno período el efecto sobre el crecimiento pareciera disminuir. Gráfico 4. Respuesta de la volatilidad macroeconómica a un shock externo .08

.04

.00

-.04

-.08

-.12 1

2

3

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Fuente: Eviews 7.2.

En el gráfico 4 se muestra el impacto sobre la volatilidad macroeconómica, de un shock externo, es decir, un aumento en la volatilidad de los términos de intercambio. Se observa que los intervalos de confianza con dos desviaciones estándar insinúan que la respuesta de la volatilidad macroeconómica ante innovaciones (de una desviación estándar) en el shock externo es significativa. En este caso, la inestabilidad de los ingresos por exportación se convierte en inestabilidad macroeconómica a través de diversos canales. El principal consiste en que, en los países con economías poco diversificadas, caso Venezuela, el


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

fisco depende fuertemente de las rentas de los recursos naturales. Cuando bajan los precios externos y los ingresos por exportación, tienden a contraerse los ingresos fiscales, transmitiendo el shock al resto de la economía. Gráfico 5. Respuesta de la volatilidad macroeconómica a shock en la apertura comercial .4 .3 .2 .1 .0 -.1 -.2 -.3 1

2

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Fuente: Eviews 7.2.

En el gráfico 5 se muestra el impacto sobre el crecimiento económico, tpibpc, de un shock en la apertura externa, lopen. La observación de los intervalos de confianza con dos desviaciones estándar sugiere que la respuesta del crecimiento económico ante innovaciones (de una desviación estándar) en la apertura comercial, es significativa. En este caso, el shock en la apertura comercial, pudiera estar generando un mayor nivel de volatilidad. En este caso, si las exportaciones de un país están concentradas en muy pocos productos, el país puede ser más proclive a la volatilidad macroeconómica. Es importante mencionar que a medida que el shock se intensifica la volatilidad se incrementa. Gráfico 6. Respuesta de los términos de intercambio a shock en los precios petroleros .12

.08 .04

.00

-.04 -.08 1

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3

Fuente: Eviews 7.2.

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Volatilidad macroeconómica…

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La respuesta de los términos de intercambio, en este caso su volatilidad, ante shock en la volatilidad de los precios petroleros, es positiva y significativa. Esto es válido si se parte de lo observado en los gráficos anteriores. La economía basa sus exportaciones en pocos productos, la volatilidad de los precios de esos productos van a tener efectos importantes en la volatilidad de los términos de intercambio, generando que éstos se vuelvan más volátiles. De esta manera, se da un mecanismo de transmisión hacia la economía externa de las perturbaciones en el mercado petrolero.

3.- IMPLICACIONES DE POLÍTICA ECONÓMICA

En un contexto de economía política del desarrollo, la cual no solamente analiza el desarrollo/crecimiento desde el punto de vista económico; sino también, como un factor multidimensional; es decir, factores económicos no sólo inciden en el bienestar de la población, existen otro conjunto de elementos que también lo hacen. En este sentido, la volatilidad macroeconómica afecta el crecimiento económico de corto plazo, también condiciona el desarrollo económico de largo plazo. La volatilidad macroeconómica afecta los parámetros económicos, pero también los sociales y el bienestar de la sociedad. Así, la volatilidad macroeconómica acentúa la desigualdad social, al generar problemas de desempleo y distribución del ingreso. La economía venezolana, en estas cuatro décadas, ha pasado de ser una economía con equilibrios macroeconómicos más o menos estables, a una economía con profundos desequilibrios macroeconómicos, a partir de la década de los 80´s; entre ellos, inflación, devaluaciones, choques petroleros adversos, devaluaciones como herramienta fiscal y, más recientemente, controles de precio, de divisas, expropiaciones, nacionalizaciones, deterioro institucional profundo, falta de productividad y competitividad, volatilidad fiscal, entre otros. Dado lo anterior, existen restricciones y oportunidades para diseñar políticas que puedan reducir los impactos de los choques externos sobre la economía doméstica. Así, la mitigación de los choques externos como la volatilidad que estos generan, requiere de una estrategia en la que se articulen un conjunto de políticas que ataquen cada una de las aéreas mencionadas. Evidentemente, diseñar políticas económicas anti volatilidad no es tarea fácil. Debe hacerse énfasis en las políticas fiscales, monetarias y cambiarias para tratar de reducir la volatilidad macroeconómica; sin embargo, su éxito dependerá de los aspectos estructurales e institucionales.


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Están las preocupaciones tradicionales en materia de política económica de cómo manejar la macroeconomía en el corto plazo para minimizar la volatilidad; no obstante, existen nuevos desafíos de cómo aprovechar las oportunidades para acelerar el crecimiento y asegurar un proceso sostenible. Esto estaría en concentrar las medidas de políticas destinadas a fortalecer los determinantes estructurales del crecimiento. Además, la volatilidad afecta otras dimensiones como la estabilidad del consumo y el bienestar de los segmentos más vulnerables de la población, que pueden ser muy valoradas por la sociedad. En este sentido, las políticas tendientes a reducir la volatilidad macroeconómica o la inestabilidad económica, forman parte de las políticas de desarrollo por derecho propio. La volatilidad macroeconómica, puede agudizar los conflictos distributivos y las disputas en torno a los derechos de propiedad, lo que a su vez, se traduce en una destrucción de riqueza. En el caso de los conflictos distributivos, la política debería centrarse en proteger a los grupos vulnerables y mitigar su debilidad

CONSIDERACIONES FINALES

El objetivo del trabajo fue determinar la relación entre volatilidad macroeconómica, choques externos y crecimiento económico. En este contexto, la economía venezolana ha estado sometida a diversos choques externos y aumentos considerables en la volatilidad macroeconómica. Del ejercicio empírico llevado a cabo, se demostró que el crecimiento económico responde negativamente ante aumentos en la volatilidad macroeconómica y shocks externos y, positivamente ante una mayor apertura comercial. Por su parte, la volatilidad macroeconómica responde positivamente ante incrementos en los shocks externos y la apertura. En consecuencia, los shocks externos tienen efectos importantes en el incremento de la volatilidad macroeconómica y en el deterioro del crecimiento económico. De los resultados obtenidos pueden surgir algunas implicaciones de política económica. Entre ellas, corregir las deficiencias en las políticas y en las instituciones que generan inestabilidad interna y que puedan dar origen a crisis macroeconómicas. Otra cosa importante es generar los suficientes mecanismos para estabilizar el consumo de las familias, especialmente las más pobres.

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Volatilidad macroeconómica… ANEXO 1 PRUEBAS DEL MODELO VAR

Cuadro A1. Prueba de estabilidad. Raíces característica del VAR Roots of Characteristic Polynomial Endogenous variables: TPIBPCR LσPIBPC LσTERM LOPEN LσPPETROL Exogenous variables: C Lag specification: 1 2 Date: 03/31/12 Time: 15:14 Root Modulus 0.788795 0.788795 -0.392507 - 0.440740i 0.590181 -0.392507 + 0.440740i 0.590181 0.203245 - 0.552908i 0.589080 0.203245 + 0.552908i 0.589080 0.457650 - 0.064612i 0.462189 0.457650 + 0.064612i 0.462189 0.097909 - 0.437078i 0.447910 0.097909 + 0.437078i 0.447910 0.080650 0.080650 No root lies outside the unit circle. VAR satisfies the stability condition. Fuente: Eviews 7.2.

Cuadro A2. Test LM de correlación serial de los residuos VAR Residual Serial Correlation LM Tests Null Hypothesis: no serial correlation at lag order h Date: 03/31/12 Time: 15:33 Sample: 1968 2010 Included observations: 41 Lags LM-Stat Prob 1 60.47669 0.0001 2 18.52986 0.8191 3 34.34119 0.1008 4 17.58354 0.8596 5 12.55996 0.9815 6 24.62733 0.4834 7 16.35682 0.9038 8 19.54096 0.7705 9 22.99317 0.5780 10 24.52656 0.4891 11 16.44854 0.9008 12 18.12733 0.8369 Probs from chi-square with 25 df.

29


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Cuadro A3. Prueba de heterocedasticidad de White Date: 03/31/12 Time: 15:37 Sample: 1968 2010 Included observations: 41 Joint test: Chi-sq df 332.3689

Prob. 300

0.0962

Fuente: Eviews 7.2

Cuadro A4. Test de normalidad multivariada de los residuos VAR Residual Normality Tests Orthogonalization: Cholesky (Lutkepohl) Null Hypothesis: residuals are multivariate normal Date: 03/31/12 Time: 15:45 Sample: 1968 2010 Included observations: 41 Component Jarque-Bera df 1 1.860427 2 2 2.323826 2 3 0.966050 2 4 24.82754 2 5 2.667532 2 Joint 32.64538 10

Prob. 0.3945 0.3129 0.6169 0.0000 0.2635 0.0003

Fuente: Eviews 7.2.

Cuadro A5. Prueba de causalidad de Granger para exogeneidad VAR Granger Causality/Block Exogeneity Wald Tests Date: 03/31/12 Time: 15:41 Sample: 1968 2010 Included observations: 41 Dependent variable: TPIBPCR Excluded Chi-sq df LσPIBPC 10.86447 2 LσTERM 0.301496 2 LOPEN 3.121190 2 LσPPETROL 7.552851 2 All 21.10587 8 Fuente: Eviews 7.2.

Prob. 0.0044 0.8601 0.2100 0.0229 0.0069


Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2013, Vol. XIX, No. 1 (ene-jun), pp. 31-55 recibido: 01-05-2013

ESTIMACIÓN DE LOS PRECIOS DE LOS BONOS DE DEUDA SOBERANA. VENEZUELA MAYO-JULIO 2012. ENFOQUE METODOLOGÍA NELSON-SIEGEL Francis Carolina Fernández Borrero1 Ángel Cova ESCUELA DE ECONOMÍA, UCV Resumen:

Se estima los precios de una muestra de bonos de deuda pública soberana venezolana, utilizando datos de frecuencia diaria desde el 02 de mayo a el 31 de julio de 2012 con el modelo de Nelson-Siegel (1987). Se determina el mejor ajuste para la muestra seleccionada y se analiza la capacidad predictiva del modelo propuesto, si sobrestima, subestimada o es ajustado. La metodología basada en la perspectiva parsimoniosa de N-S. La estructura temporal de las tasas de interés se construye utilizando las tasas Spot debido a su habilidad para separar los componentes de corto, mediano y largo plazo. La evidencia empírica encontrada sugiere que el modelo propuesto presenta un buen ajuste respecto a los precios observados. Palabras claves: Estructura temporal de las tasas de interés, tasas spot y curvas de rendimiento. Clasificación JE: C13, C21, G12, N26.

INTRODUCCIÓN

Las diferencias entre los tipos de interés que comparten las mismas características y se generan en un mismo mercado se deben exclusivamente al diferente plazo de vencimiento asociado a cada uno de ellos. Esta relación se denomina Estructura Temporal de los Tipos de Interés (ETTI). Aunque este es el término técnicamente correcto ha venido siendo costumbre utilizar paralelamente el sinónimo coloquial “Curvas de Rendimiento”. Dichas curvas son la representación gráfica de la ETTI, mostrando en el eje de las ordenadas el rendimiento o tasa de interés y en las abscisas, el tiempo. Los bonos, entendidos como instrumentos financieros, constituyen una herramienta muy útil para los agentes económicos en general y para los operadores y analistas de los mercados financieros en particular. Mientras que las autoridades monetarias controlan los tipos de interés a más corto plazo, las de1

francisfernandezucv@gmail.com


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

cisiones de ahorro e inversión de los agentes económicos dependen de los tipos de interés a largo plazo, permitiendo comprender el impacto de la política monetaria en la economía, así como sus mecanismos de transmisión. Existe una abundante literatura dedicada al análisis de los instrumentos financieros en sus diversas formas y la modelización de sus precios, se pueden agrupar en dos bloques: los estudios que parten de un enfoque macroeconómico y los que lo hacen desde el punto de vista de las finanzas. Nelson y Siegel (1987) proponen un modelo de ajuste de la curva de rendimiento donde la tasa de retorno depende de la madurez del instrumento. Este modelo ha sido ampliamente utilizado por los analistas debido a su simplicidad y que presenta consistencia entre la tasa forward y la curva de rendimiento. Esta investigación tiene como objetivos estimar los precios de los bonos de deuda soberana venezolana período mayo, junio y julio de 2012, para así demostrar mediante el modelo de Nelson-Siegel (1987), el mejor ajuste para la muestra seleccionada y finalmente analizar la capacidad predictiva del modelo propuesto, si sobrestima, subestimada o es ajustado para la muestra de bonos de deuda soberana venezolana que se cotizan en los mercados internacionales. El desarrollo de este estudio se considera oportuno dado que para Venezuela existen pocos estudios precedentes de análisis semejantes al que aquí se plantea. El presente trabajo de investigación tiene una alta relevancia, porque la modelización de los precios de los bonos, se convierte en una herramienta muy útil para los agentes económicos en general, especialmente para los operadores y analistas financieros. La ETTI es un instrumento de política monetaria, en esta se hace uso de las tasas forward que permiten a los inversores separar las expectativas de corto, mediano y largo plazo, donde los agentes en la economía toman sus decisiones de ahorro, gasto e inversión. Por tanto las contribuciones de este estudio demuestran que mediante la aplicación del modelo de Nelson y Siegel deriva que sus efectos de pronóstico son bastante consistentes y ajustados sobre los precios de los bonos, permitiendo así tomar decisiones de inversión adecuadas en los mercados financieros. En la realización de este estudio, las tasas de interés spot, se estiman a partir de instrumentos de deuda emitidos por el gobierno venezolano y denominada en US dólares (deuda pública externa), para el período mayo-julio de 2012, calculando el valor presente neto para cada uno de los mismos y construyendo una matriz de flujo, para luego hacer uso de la herramienta complementaria de Excel como lo es el algoritmo de optimización solver.


33

Estimación de los precios…

El estudio se estructuró de la siguiente manera: En primer lugar, se revisaron investigaciones publicadas al respecto y definiciones básicas; posteriormente, se describieron los aspectos teóricos sobre la Estructura Temporal de los Tipos de Interés y la caracterización del modelo propuesto por los autores Nelson-Siegel (1987). En el tercer apartado se describe la metodología utilizada para el análisis, luego se presentan los resultados de las estimaciones del modelo y por último se mencionan las conclusiones que se derivaron de este análisis.

I.- MARCO TEÓRICO-CONCEPTUAL DE LA ETTI

I.1- Conceptos previos Se define como ETTI a la relación funcional que informa de los distintos tipos de interés existentes en un mercado, en función del plazo en que se aplican y para efectos de la integración financiera, así pues, es de aceptación general que la estructura temporal debe construirse con tipos de interés libres de riesgo de insolvencia, siendo por ello la deuda pública del Estado la mejor fuente de información. La curva o estructura de tipos de interés puede expresarse de dos formas distintas: curva de tipos de interés al contado (spot) y curva de tipos de interés a plazo (forward). Se trata de dos alternativas para expresar la estructura de tipos de interés. La primera se refiere a la tasa de interés cero a la tasa a la que debe descontarse hoy el valor facial de un bono cero cupón para poder ser colocado en el mercado. Y la segunda, es una tasa que refleja un rendimiento implícito entre distintos períodos (Garay y Gonzales, 2006), se supone que estas tasas están libres de arbitraje. Debe hacerse referencia también, al cálculo de los precios de los bonos mediante dos procedimientos, el primero consiste en: 1) Bono cero cupón sea r (T) la tasa de interés (o rendimiento) continuamente compuesta de un bono cero cupón (que no devenga cupones) que se paga en t y vence en T (T>t). Sea m= T-t el plazo que falta para el vencimiento. Al precio en t de dicho bono con valor facial igual a 1 unidad monetaria se le denomina “Factor de Descuento Continuamente Compuesto” o simbólicamente d (t,T) y es igual a:

d (t ,T ) = P (t ,T )= e−r ( t ,T )(T −t )

(1)

2) Bono con cupones, considérese un bono con valor nominal de 100 unidades monetarias que paga cupones anuales de c unidades monetarias y vence dentro


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

de m años. El valor presente en t del pago del cupón realizado el año k, =1,2,....., será c x d (t, t+k) y el valor presente del principal que se pagará el año m será 100xd (t,t+k). De tal manera que el precio del bono el día de la transacción será:

P (t , t + m )=

m ∑ cd k =1

(t ,t + k )+100 d (t ,t + k )

(2)

Finalmente la expresión gráfica de la estructura temporal de las tasas de interés es la denominada curva de rendimiento. En ella se grafica en el eje Y el rendimiento o tasa de interés y en el eje X los diferentes plazos de maduración o vencimientos. Al unir de forma suave los puntos graficados se obtiene una curva de rendimiento. Los instrumentos financieros que se grafiquen deben ser todos de similares características (riesgo, liquidez, etc.) Como las tasa de interés pueden ser spot o cero cupón y Forward o a plazo las curvas de rendimiento también pueden ser curvas cero y/o forward. Generalmente se acepta que cuando se habla de curvas de rendimiento se está haciendo referencia a curvas cero o spot.

I.2 Teorías explicativas de la ETTI Existen cuatro tipos de teorías que intentan explicar la ETTI y los movimientos futuros de las tasas de interés: expectativas, segmentación del mercado, hábitat preferido y preferencia de liquidez. La teoría de las expectativas puras (Fisher, 1930) asume que los inversionistas son neutrales al riesgo, y que el único elemento determinante de las decisiones de inversión son las expectativas. En consecuencia, el rendimiento al vencimiento de un bono de largo plazo es igual al rendimiento esperado de inversiones repetidas de una serie de bonos de corto plazo. Como resultado, las tasas forward serian estimadores insesgados de las tasas spot futuras. Según esta hipótesis, la curva de rendimientos es plana dado que las tasas de largo plazo deben ser iguales a las tasas spot futuras, lo cual implica que los agentes económicos son indiferentes entre los distintos plazos de vencimientos. La segunda teoría se denomina segmentación del mercado (Culbertson, 1957). Esta teoría asume que los inversionistas son adversos al riesgo y establece que, en general, no existe relación entre las tasas de interés de corto, mediano y largo plazo. La intuición que subyace en esta teoría es que, como la aversión al riesgo de los agentes es extremadamente alta, una vez que han elegido un horizonte de inversión determinado, no existe manera de modificar las estrategias de inversión establecida. Como resultado, la oferta y la demanda para los diferentes instrumentos del mercado se segmenta (corto/mediano/largo plazo) y por


35

Estimación de los precios…

tanto, se determinan independientemente. Cualquier tipo de curva de rendimientos (no necesariamente continua) puede ser encontrada para los mercados de tasa de interés y/o de activos de renta fija. La tercera teoría es la del hábitat preferido (Modigliani y Sutch, 1966) asumen que los inversionistas son adversos al riesgo y que tienen cierto horizonte de inversión preferido. Sin embargo, bajo ciertas condiciones, como por ejemplo, una tasa de rendimiento adicional, puede incentivar a los tenedores de instrumentos a trasladarse a un horizonte de inversión distinto al inicial. Por tanto, tasas de rendimiento altas pueden obtenerse en cualquiera de los vencimientos. Cualquier tipo de curva de rendimientos continua (no necesariamente monotónica), es decir está presentando un comportamiento constante en su trayectoria que pudiera encontrarse bajo esta teoría. Como caso particular de la teoría anterior, tenemos la teoría de la preferencia de liquidez (Hicks, 1946), que asume que los agentes económicos son adversos al riesgo y sienten una gran preferencia por la inversión en los vencimientos de corto plazo. Como consecuencia, la curva de rendimientos siempre muestra una pendiente ascendente y las tasas forward siempre tendrán magnitudes mayores que las tasas spot futuras, siendo la diferencia entre éstas un indicador de prima de liquidez. Una de las principales razones que sustenta esta teoría es que los bonos de largo plazo son percibidos como más volátiles y riesgosos que los de corto plazo y, por ello, los inversionistas requieren de una prima que los incentive a invertir en tales activos riesgosos.

I.2.1 Modelo de Nelson-Siegel (1987) Nelson y Siegel en su trabajo original de 1987 se plantean el objetivo de modelar el rendimiento o tasa de interés spot o cero de un instrumento financiero, que madura a un plazo T. De acuerdo a su propuesta, el rendimiento de un bono en función del tiempo, se comporta de conformidad con la siguiente forma funcional:

y (t ) = β 0 + (β1 + β 2 )

λ1 T

(1 − e[ λ

-T 1

]

) − β 2e

[

-T λ1

]

(3)

En tiempo discreto y desarrollando la expresión anterior tenemos:

P (t , T = m) =

Cm + M (4) C1 C2 + +K+ 2 ) 2 (1 + r (t ,1)) (1 + r (t ,2) (1 + r (t , m)) m


36

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

El objetivo de la metodología es:

j

2

min ∑ [ε i ]

(5)

j −1

ε i = ( Pˆ j − Pj )

(6)

Donde:

Es decir, de acuerdo a este modelo, el rendimiento cero o spot depende sólo del plazo hasta la maduración y de un vector de parámetros β0, β1, β2 y λ1. Cada uno de estos parámetros tiene una interpretación económica. La interpretación de dichos parámetros es, siguiendo a Annaert et al (2000) la siguiente:


Estimación de los precios…

37

-

β0: se asume como la tasa spot empírica de largo plazo. Es el valor asintótico al cual converge la curva de rendimiento en el límite mientras el plazo de 2 maduración tiende a infinito . Se impone la restricción de que debe ser >0.

-

β1: es el spread o diferencial entre la tasas de corto y largo plazo. Mide la pendiente de la curva de rendimiento. Si es positivo la curva es ascendente, si es negativo, descendente y si es cero o cercano a cero, la curva es plana.

-

β2: este parámetro controla el grado de curvatura de la curva de rendimiento.

-

λ1: determina la ubicación del punto máximo o mínimo de la curva de rendimiento y el hecho de que la curva presente algún tipo de inflexión.

I.2.1.1 Evidencia empírica relativa al modelo de Nelson y Siegel y sus aplicaciones en política monetaria Las autoridades monetarias dan gran importancia a la información que proporcionan las curvas de tipos de interés. Esta información es útil para anticipar expectativas en los cambios de tipos de interés a corto plazo y para predecir la inflación y el crecimiento económico (Estrella, 1995; Mishkin, 2008). La utilidad de la información contenida en las curvas de tipos de interés se basa en el análisis de las expectativas financieras de mercado, teniendo en cuenta las decisiones futuras en política monetaria. Entre otros factores el modelo a aplicar para obtener las curvas de interés depende, de la finalidad que quiera darse a la curva estimada. Una gran mayoría de Bancos Centrales se inclinan por los modelos que aplican formas funcionales parsimoniosas, entre estos se encuentra el modelo de Nelson y Siegel (1987) se caracteriza por adoptar formas suficientemente flexibles para reflejar los datos observados en el mercado. Proporcionan formas monótonas crecientes o decrecientes, en forma convexa (∪), en forma cóncava (∩) y curvas en forma de S. Es decir que es un modelo sencillo y que deriva resultados sólidos y de fácil interpretación para el análisis en política monetaria. Ramírez Atehortúa (2008) realiza una estimación de curvas de rendimiento para los TES (títulos de deuda pública doméstica, emitidos por el gobierno y administrados por el Banco de la República de Colombia) bajo las metodologías de Svensson (1994) y Nelson y Siegel (1987), obteniendo un mejor ajuste con la metodología de Svensson.

Obsérvese como β0 es independiente de T, lo cual refuerza la interpretación económica de que representa la tasa de largo plazo.

2


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Márquez y otros (2003) realizan un ajuste de curvas de rendimiento para una 3 muestra de CETES (Certificados de la Tesorería de la Federación ) mexicanos observando que el ajuste puede dejar algo que desear en ciertos plazos, sobre todo en curvas que contemplan plazos muy largos. Chirinos y Moreno (2011) estimaron tres tipos de modelos que pueden ser útiles para pronosticar la estructura temporal utilizando datos venezolanos: caracterización paramétrica (Nelson-Siegel (1987) y Svensson 1994) y el modelo estocástico de tiempo continúo de un solo factor de Vasicek (1977). Para el período enero 2006-agosto 2008 encontraron que el modelo de Svensson ofrece mejor ajuste a los rendimientos observados. II. ASPECTOS METODOLÓGICOS

II.1 Muestra El inventario de los bonos denominados en dólares de los Estados Unidos, 4 de acuerdo al Ministerio de Finanzas es el siguiente: Cuadro 1. Bonos de deuda pública Venezolana Instrumento

ISIN

Maturitydate

Issudate

Couponrate

Plazo de maduración (años)5

VENEZUELA GLB-14 US922646BM57

08/10/2014

08/10/2004

8,50%

10,17

VENEZUELA GLB-16 USP97475AF73

26/02/2016

09/12/2005

5,75%

10,36

VENEZUELA GLB-20 USP97475AG56

09/12/2020

09/12/2005

6,00%

15,22

VENEZUELA GLB-25 XS0217249126

21/04/2025

21/04/2005

7,65%

20,33

VENEZUELA GLB-27 US922646AS37

15/09/2027

18/09/2007

9,25%

30,43

VENEZUELA GLB-31 USP17625AD98

05/08/2031

05/05/2011

11,95%

20,29

VENEZUELA GLB-34 US922646BL74

13/01/2034

13/01/2004

9,38%

30,46

VENEZUELA GLB-38 USP97475AK68

31/03/2038

15/11/2007

7,00%

30,95

Fuente: Elaboración Propia.

3

Estos son instrumento de inversión ofrecido por el gobierno federal de México a través de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y del Banco de México (Banxico). 4 5

Ver: http://www.mpd.gob.ve

Estos plazos de maduración son meramente referenciales, se corresponden con las maduraciones de cada instrumento a la fecha de la emisión, pero en ningún caso significa que esas las maduraciones de cada instrumento sea utilizada para construir las curvas de rendimiento, es decir, las maduraciones en la fecha de liquidación.


39

Estimación de los precios…

II.1.1 Datos La fuente de los datos es Reuters (vía cierre financiero diario del Banco Mercantil). En esta base de datos se pueden visualizar los precios del día. Pueden observarse los precios de apertura, mínimo, máximo y de cierre. Los precios que se usaron fueron los correspondientes al cierre. Se observaron los precios de los bonos contenidos en la muestra para el 01 de mayo al 31 de julio de 2012. Con estos se estimó el modelo de Nelson-Siegel. A continuación se describe el procedimiento utilizado.

II.2 Procedimiento de estimación 6

El modelo es no lineal . Esto significa que la estimación debe hacerse por el método de mínimos cuadrados no lineales, utilizando un algoritmo de optimización. La estimación se realizó recurriendo a la herramienta de optimización Solver integrada en la hoja de cálculo MS-Excel. Microsoft Excel Solver utiliza el algoritmo generalizado reducido degradado (GRG2) para optimizar los problemas no lineales. Este algoritmo fue desarrollado por Leon Lasdon de la Univer7 sidad de Texas en Austin y Allan Waren, de Cleveland State University (ver diagrama anexo A). La función objetivo es la minimización de la suma de los desvíos cuadráticos ponderados de los precios observados para cada instrumento financiero en relación con sus precios estimados, la ponderación del instrumento iesimo es el cociente del inverso de su duración (Di) respecto a la suma de los inversos de la duración de los “n” instrumentos seleccionados.   

min

Pˆi = Precio estimado por el modelo

6

i=1

i

ε

donde

ε

Pi = Precio Observado

N

∑ (w

w

i

i

=

i

  

)2

(13)

:

= Pˆ i − P i 1

N j =1

D 1

(14)

i

D

j

(15)

Esto significa que el modelo no es ni explicita ni implícitamente lineal, es decir, no es linealizable recurriendo a los trucos econométricos tradicionales (estimaciones logarítmicas). Esto resulta muy evidente al observar a primera vista la ecuación de especificación de la ecuación de Nelson y Siegel (ver ecuación 3). Se aprecia como los parámetros β1 y β2 se encuentran multiplicando a la λ1 y como este último parámetro es explícita y evidentemente no lineal al encontrarse elevado a un exponente en la especificación matemática. 7

Ver: http://support.microsoft.com/kb/82890/es


40

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

El uso del ponderador propuesto por Nelson y Siegel (1987) empíricamente mejora el ajuste, en especial para los tramos inferiores de la curva. En la minimización de la función objetivo solver cambia, a través del algoritmo de optimización GRG2, los valores de los parámetros β 0, β1, β2 y λ1, a los cuales deben asignárseles unos valores iniciales, la precisión de esto consistió en iniciar el proceso con un valor referencial pequeño, considerándose el número 0.01, se multiplicó por 0.1 el resultado anterior hasta llegar al momento donde no se observó ningún cambio en el rendimiento, esto fue para el valor del onceavo cero en el valor referencial (0.000000000001),pero al agregar un decimal la variación en el rendimiento fue de 0.09% respecto al anterior valor. Una vez alcanzada la convergencia, se grafica la curva de rendimiento Spot ajustada para plazos de maduración entre 1 y 30 años. Luego se calculan las tasas forward o implícitas con la relación matemática: F(t,T) = [T*y(T)-t*y(t)] / (T-t)

8

(16)

Finalmente se determina para análisis de pronóstico el error relativo o porcentual de cada precio, así como el error relativo promedio de la muestra. La Curva de rendimiento ajustada es una curva cero o spot. Como estas no son directamente observables, puesto que se utilizaran bonos que devengan cupones, cada bono con cupones se modela como constituido por paquetes de bonos cero cupón. La operación tradicionalmente usada para hacer esto es el bootstrapping. Aquí se utilizará la función de Nelson-Siegel para lograr el mismo efecto. Descontar cada pago a la fecha de liquidación del bono usando un factor de descuento que use la tasa de rendimiento cero o spot para ese tiempo, equivale a transformar ese pago en un bono cero cupón; el objetivo es modelar el precio del bono como el VPN del flujo de pagos (cupones y principal) desde la fecha de liquidación hasta el vencimiento, descontados a su correspondiente factor de descuento cero o spot.

8

Donde F(t,T) es la tasa Forward o implícita entre t y T, y(T) es la tasa Spot las la maduración T, y(t) es la tasa Spot a la maduración t.


Estimación de los precios…

Fuente: Elaboración Propia.

41


42

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

III. EVIDENCIA EMPÍRICA

III.1. Análisis de resultados La medida por excelencia de bondad de ajuste para las estimaciones de curvas de rendimiento mediante algoritmos de optimización como el Solver es el error cuadrático medio (ECM), sobre esta base los bonos que presentaron un mejor ajuste durante el período estudiado fueron los: VENEZUELA GLB-14, VENEZUELA GLB-16, VENEZUELA GLB-20 y VENEZUELA GLB-34, los bonos VENEZUELA GLB-25 y VENEZUELA GLB-27 presentan un ajuste de calidad media, pero aun razonablemente precisos. Finalmente los bonos VENEZUELA GLB31 y VENEZUELA GLB-38 presentan un pobre ajuste, pudiendo esto deberse a que probablemente dichos instrumentos presentan flujos de efectivo adicionales, por ejemplo: amortizaciones, que no fueron tomados en cuenta, por no disponer al momento de la elaboración de este trabajo de dicha información. Una tabla resumen contentiva de las consideraciones antes expuestas relativas a la bondad del ajuste, se puede apreciar en el cuadro 2. Cuadro 2. Resumen cierre financiero Venezuela mayo-junio-julio 2012 Instrumento VENEZUELA GLB-14 VENEZUELA GLB-16 VENEZUELA GLB-20 VENEZUELA GLB-25 VENEZUELA GLB-27 VENEZUELA GLB-31 VENEZUELA GLB-34 VENEZUELA GLB-38

Error Cuadrático Medio

Promedios

0,28 0,74 1,04 2,86 3,93 6,58 1,25 8,38 3.13

Error Relativo -0,14% 0,40% 0,27% 3,73% 4,43% -7,26% -0,98% 12,40% 1,61%

Error Absoluto -0,14 0,35 0,20 2,63 3,59 -6,53 -0,76 8,19 0,94

Ajuste del modelo Ajustado Ajustado Ajustado Subestima Subestima Sobrestima Ajustado Subestima

Fuente: Elaboración Propia.

En la elaboración de este trabajo se utilizaron como medidas de bondad de ajuste mediante los cálculos del error cuadrático medio, relativo y absoluto, para cada instrumento y el promedio de la muestra. Según la literatura estadística nos señala para efectos de pronóstico el uso del error porcentual absoluto medio (MAPE) (del inglés meam absolute percent error), presenta mejores propiedades como valor representativo entre los valores pronosticados y los reales, para este estudio el valor obtenido es menor al 2% indicando esto que representa menos de la mitad de un nivel de significancia del 5%, siendo este un buen modelo para efectos de pronóstico. Un resultado que merece ser resaltado es el que se refiere al patrón sistemático que se observa entre los valores observados (precios de mercado) y los valo-


43

Estimación de los precios…

res estimados por el modelo. Lo anterior se refiere a que de manera sistemática el modelo de Nelson-Siegel estimado durante el período de estudio, o bien subestima, sobrestima o presenta un ajuste virtualmente igual al de los valores observados, no observándose que en algunos períodos el modelo subestime y en otros sobrestime. Esto puede apreciarse mejor observando las gráficas comparativas de los precios observados y estimados para cada instrumento (ver gráficos 1 al 8). Por ejemplo el instrumento VENEZUELA GLB-14 arroja sistemáticamente ajustes del modelo que producen precios hipotéticos virtualmente idénticos a los de mercado. De igual forma, por ejemplo, el instrumento VENEZUELA GLB-25 es sistemáticamente subestimado por el modelo ajustado, mientras que el instrumento VENEZUELA GLB-31 es sistemáticamente sobrestimado. Gráfico 1. Comportamiento del precio observado y precio estimado por el modelo N-S Venezuela global 2014

92,0000 90,0000 88,0000 86,0000 84,0000

Fuente: Elaboración propia.

30/7/…

25/7/…

19/7/…

16/7/…

10/7/…

4/7/12

28/6/…

20/6/…

15/6/…

12/6/…

6/6/12

1/6/12

29/5/…

24/5/…

18/5/…

15/5/…

10/5/…

7/5/12

2/5/12

80,0000

25/6/…

PRECIO OBSERVADO (REAL) PRECIO MODELO (TEÓRICO)

82,0000


44

Revista Venezolana de Anรกlisis de Coyuntura

Grรกfico 2. Comportamiento del precio observado y precio estimado por el modelo N-S Venezuela global 2016 76,0000 PRECIO OBSERVADO (REAL)

74,0000 72,0000 70,0000 68,0000 66,0000 64,0000

2/5/12 4/5/12 8/5/12 10/5/12 14/5/12 16/5/12 18/5/12 23/5/12 25/5/12 29/5/12 31/5/12 4/6/12 6/6/12 8/6/12 13/6/12 15/6/12 19/6/12 21/6/12 25/6/12 27/6/12 29/6/12 4/7/12 9/7/12 11/7/12 16/7/12 18/7/12 20/7/12 25/7/12 27/7/12 31/7/12

62,0000

Fuente: Elaboraciรณn propia.

Grรกfico 3. Comportamiento del precio observado y precio estimado por el modelo n-s Venezuela global 2020 76,0000 PRECIO OBSERVADO (REAL)

74,0000 72,0000 70,0000 68,0000 66,0000 64,0000

Fuente: Elaboraciรณn propia.

31/7/12

27/7/12

25/7/12

20/7/12

18/7/12

16/7/12

9/7/12

11/7/12

4/7/12

29/6/12

27/6/12

25/6/12

21/6/12

19/6/12

15/6/12

8/6/12

13/6/12

6/6/12

4/6/12

31/5/12

29/5/12

25/5/12

23/5/12

18/5/12

16/5/12

14/5/12

8/5/12

10/5/12

4/5/12

2/5/12

62,0000


45

Estimación de los precios…

Gráfico 4. Comportamiento del precio observado y precio estimado por el modelo N-S Venezuela global 2025

78,0000

PRECIO OBSERVADO (REAL)

75,0000

PRECIO MODELO (TEÓRICO)

72,0000 69,0000 66,0000 63,0000 2/5/12 4/5/12 8/5/12 10/5/12 14/5/12 16/5/12 18/5/12 23/5/12 25/5/12 29/5/12 31/5/12 4/6/12 6/6/12 8/6/12 13/6/12 15/6/12 19/6/12 21/6/12 25/6/12 27/6/12 29/6/12 4/7/12 9/7/12 11/7/12 16/7/12 18/7/12 20/7/12 25/7/12 27/7/12 31/7/12

60,0000

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 5. Comportamiento del precio observado y precio estimado por el modelo n-s Venezuela global 2027 92,0000 87,0000 82,0000 77,0000 72,0000

PRECIO OBSERVADO (REAL)

Fuente: Elaboración propia.

31/7/12

27/7/12

25/7/12

20/7/12

18/7/12

16/7/12

9/7/12

11/7/12

4/7/12

29/6/12

27/6/12

25/6/12

21/6/12

19/6/12

15/6/12

8/6/12

13/6/12

6/6/12

4/6/12

31/5/12

29/5/12

25/5/12

23/5/12

18/5/12

16/5/12

14/5/12

8/5/12

10/5/12

4/5/12

2/5/12

67,0000


46

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Gráfico 6. Comportamiento del precio observado y precio estimado por el modelo n-s Venezuela global 2031

107,0000

PRECIO OBSERVADO (REAL)

102,0000 97,0000 92,0000 87,0000

2/5/12 4/5/12 8/5/12 10/5/12 14/5/12 16/5/12 18/5/12 23/5/12 25/5/12 29/5/12 31/5/12 4/6/12 6/6/12 8/6/12 13/6/12 15/6/12 19/6/12 21/6/12 25/6/12 27/6/12 29/6/12 4/7/12 9/7/12 11/7/12 16/7/12 18/7/12 20/7/12 25/7/12 27/7/12 31/7/12

82,0000

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 7. Comportamiento del precio observado y precio estimado por el modelo n-s Venezuela global 2034 92,0000 PRECIO OBSERVADO (REAL)

87,0000

PRECIO MODELO (TEÓRICO) 82,0000 77,0000 72,0000

2/5/12 4/5/12 8/5/12 10/5/12 14/5/12 16/5/12 18/5/12 23/5/12 25/5/12 29/5/12 31/5/12 4/6/12 6/6/12 8/6/12 13/6/12 15/6/12 19/6/12 21/6/12 25/6/12 27/6/12 29/6/12 4/7/12 9/7/12 11/7/12 16/7/12 18/7/12 20/7/12 25/7/12 27/7/12 31/7/12

67,0000

Fuente: Elaboración propia.


47

Estimación de los precios…

Gráfico 8. Comportamiento del precio observado y precio estimado por el modelo n-s Venezuela global 2038

75,0000

PRECIO OBSERVADO (REAL)

70,0000 65,0000 60,0000 55,0000

31/7/12

27/7/12

25/7/12

20/7/12

18/7/12

16/7/12

9/7/12

11/7/12

4/7/12

29/6/12

27/6/12

25/6/12

21/6/12

19/6/12

15/6/12

8/6/12

13/6/12

6/6/12

4/6/12

31/5/12

29/5/12

25/5/12

23/5/12

18/5/12

16/5/12

14/5/12

8/5/12

10/5/12

4/5/12

2/5/12

50,0000

Fuente: Elaboración propia.

En cuanto a los resultados de los parámetros ajustados durante el período de estudio, la apreciación más relevante tiene que ver con su estabilidad. Esto significa que estos permanecen bastante estables, pudiendo asimilarse su comportamiento al de una variable aleatoria tipo ruido blanco, proceso integrado de orden cero [I(0)] o proceso con reversión a la media. En un lenguaje técnicamente más preciso, los coeficientes estimados durante el período muestral parecen ser estacionarios en media y en varianza. Esto se puede apreciar en los gráficos 9 al 12, que muestran las series de tiempo correspondientes a cada uno de los parámetros del modelo durante el período estudiado. Gráfico 9.Tasas Spot

Fuente: Elaboración propia.

31/7/12

27/7/12

25/7/12

20/7/12

18/7/12

16/7/12

11/7/12

9/7/12

4/7/12

29/6/12

27/6/12

25/6/12

21/6/12

19/6/12

15/6/12

13/6/12

8/6/12

6/6/12

4/6/12

31/5/12

29/5/12

25/5/12

23/5/12

18/5/12

16/5/12

14/5/12

8/5/12

10/5/12

4/5/12

2/5/12

0,09 0,08 0,07 0,06 0,05 0,04 0,03 0,02 0,01 0


2/5/12 4/5/12 8/5/12 10/5/12 14/5/12 16/5/12 18/5/12 23/5/12 25/5/12 29/5/12 31/5/12 4/6/12 6/6/12 8/6/12 13/6/12 15/6/12 19/6/12 21/6/12 25/6/12 27/6/12 29/6/12 4/7/12 9/7/12 11/7/12 16/7/12 18/7/12 20/7/12 25/7/12 27/7/12 31/7/12 2/5/12 4/5/12 8/5/12 10/5/12 14/5/12 16/5/12 18/5/12 23/5/12 25/5/12 29/5/12 31/5/12 4/6/12 6/6/12 8/6/12 13/6/12 15/6/12 19/6/12 21/6/12 25/6/12 27/6/12 29/6/12 4/7/12 9/7/12 11/7/12 16/7/12 18/7/12 20/7/12 25/7/12 27/7/12 31/7/12

Fuente: Elaboración propia. 31/7/12

27/7/12

25/7/12

20/7/12

18/7/12

16/7/12

11/7/12

9/7/12

4/7/12

29/6/12

27/6/12

25/6/12

21/6/12

19/6/12

15/6/12

13/6/12

8/6/12

6/6/12

4/6/12

31/5/12

29/5/12

25/5/12

23/5/12

18/5/12

16/5/12

14/5/12

10/5/12

8/5/12

4/5/12

2/5/12

48 Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Gráfico 10. Pendiente de la Curva de Rendimiento Spread (β1)

0,12

0,08 0,1

0,06

0,04

0,02

0

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 11. Grado de curvatura de la Curva de Rendimiento (β2).

0,4500000 0,4000000 0,3500000 0,3000000 0,2500000 0,2000000 0,1500000 0,1000000 0,0500000 0,0000000

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico 12. Punto Máximo o Mínimo de la Curva de Rendimiento (λ1).

20

15

10

5

0


49

Estimación de los precios…

La naturaleza estacionaria de los parámetros estimados es consistente con la estabilidad que de forma paralela se observa tanto en la forma como en la pendiente de las curvas de rendimiento estimadas, las cuales se mantienen relativamente sin cambios durante el período de estudio, tal como puede evidenciarse de la gráfica 13. Gráfico 13. Curva Spot del Cierre Financiero

0,15 Rendimiento

02/05/2012 15/05/2012

0,12

31/05/2012 0,09

19/06/2012 29/06/2012

0,06 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19 21 23 25 27 29 Maduración

11/07/2012 31/07/2012

Fuente: Elaboración propia.

Dicha estabilidad tanto en la forma de punto de inflexión como en la pendiente durante el período de estudio se interpreta como una ausencia de cambio en las expectativas de los agentes económicos con respecto a la economía venezolana, en especial, con respecto a la actividad económica. Para observar dichos cambios hubiese sido necesario un horizonte temporal mayor. La estacionariedad de los parámetros deja abierta la posibilidad para un ajuste posterior de un modelo de pronóstico para el precio de los bonos bajo la forma de series de tiempo (especificación ARIMA o Box-Jeinkins).

CONCLUSIONES

Los resultados de la presente investigación permitieron justificar el objetivo de este estudio. El mismo es estimar los precios de los bonos para una muestra de deuda soberana venezolana período mayo-julio de 2012. Para el caso particular venezolano este trabajo obtuvo lo siguiente: 1. Se estimaron los precios de una muestra de bonos de deuda soberana venezolana período mayo-julio de 2012, donde la estructura temporal de tasas


50

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

de interés así estimadas, presentaron relativa estabilidad no observándose modificaciones significativas en su forma y pendiente; por otro lado, una segunda característica observada se refiere a las implicaciones macroeconómicas de la forma de las curvas de rendimiento ajustadas, evidenciándose que durante todo el período de estudio estas presentaban la forma conocida en la literatura con puntos de inflexión. 2. Se demostró mediante el modelo de Nelson-Siegel (1987), la estructura temporal de tipos de interés (ETTI) es una función parsimoniosa suficientemente flexible y capaz de representar las posibles formas existentes en el mercado. 3. De acuerdo al análisis de la capacidad predictiva del modelo propuesto por los autores, permitió evidenciar que efectivamente se describen los tres comportamientos descritos (sobrestima, subestimada o es ajustado) para los bonos de deuda soberana venezolana que se cotizan en los mercados internacionales. 4. Los bonos que presentaron un mejor ajuste durante el período estudiado fueron los: VENEZUELA GLB-14, VENEZUELA GLB-16, VENEZUELA GLB-20 y VENEZUELA GLB-34. 5. Los bonos VENEZUELA GLB-25, VENEZUELA GLB-27 y VENEZUELA GLB-38 presentaron un ajuste de calidad media, pero aun razonablemente precisos. 6. Finalmente los bonos VENEZUELA GLB-31 presentó un muy pobre ajuste, pudiendo esto deberse a que probablemente dichos instrumentos presentan flujos de efectivo adicionales, por ejemplo: amortizaciones, que no fueron tomados en cuenta, por no disponer al momento de la elaboración de este trabajo de dicha información. Estos resultados obtenidos a través de la evidencia empírica, permiten realizar sugerencias y recomendaciones en materia de política económica en el muy corto plazo, es decir, permitiéndose así tomar decisiones en lo que podrá ocurrir al siguiente día en las transacciones de los instrumentos o bonos en el mercado financiero donde se cotizan puesto que las curvas de rendimiento ofrecen información valiosa sobre las expectativas de los agentes sobre el futuro desenvolvimiento de la actividad económica (producción y precios) en tal sentido las unidades tomadoras de decisiones económicas y los entes regulatorios gubernamentales deberían valerse de estás para anticipar cambios tanto en las expectativas de los agentes como en la actividad económica con el fin de tomar decisiones más acertadas o para prever acciones de política económica. A nivel microeconómico, se pueden usar los coeficientes o parámetros del modelo estimado para pronosticar los precios o rendimientos de los bonos, lo cual es útil para los inversionistas individualmente considerados en la toma de decisiones de compra-venta de un instrumento financiero.


Estimación de los precios…

51

Los valores históricos de los parámetros estimados para la función de Nelson- Siegel, durante el periodo de estudio, parecen ser procesos estocásticos estacionarios, presumiblemente AR (1), de conformidad con resultados similares obtenidos de forma sistemática en otras economías. Esto abre la posibilidad de estimar un modelo de pronóstico tipo serie de tiempo, bajo una especificación ARIMA-Box Jenkins a los parámetros del modelo con el fin de predecir en el corto plazo los rendimientos y precios de los bonos de deuda soberana venezolana.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Estimación de los precios…

Fuente: Elaboración propia.

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ANEXO 2.

Error Cuadrรกtico Medio para los Instrumentos Financieros de Deuda Soberana Venezolana mayo-julio 2012

9,0000

6,0000

3,0000

0,0000 VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA GLB-14 GLB-16 GLB-20 GLB-25 GLB-27 GLB-31 GLB-34 GLB-38

Fuente: Elaboraciรณn propia.

ANEXO 3.

Error Relativo para los Instrumentos Financieros de Deuda Soberana Venezolana mayo-julio 2012

0,2000

%

0,1000

0,0000 VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA GLB-14 GLB-16 GLB-20 GLB-25 GLB-27 GLB-31 GLB-34 GLB-38

-0,1000

Fuente: Elaboraciรณn Propia.


Estimación de los precios…

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ANEXO 4.

Error Absoluto para los Instrumentos Financieros de Deuda Soberana Venezolana mayo-julio 2012.

7,0000

2,0000

-3,0000

VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA VENEZUELA GLB-14 GLB-16 GLB-20 GLB-25 GLB-27 GLB-31 GLB-34 GLB-38

-8,0000

Fuente: Elaboración Propia.


Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2013, Vol. XIX, No. 1 (ene-jun), pp. 57-84 recibido: 10-05-2013

CARACTERIZACION DE LOS MUNICIPIOS VENEZOLANOS EN TÉRMINOS DE SU ACCESIBILIDAD A LOS SERVICIOS FINANCIEROS: METODOLOGÍA DEL ANÁLISIS DE CLÚSTER María Eugenia Chacón Fajardo* Ángel José Cova Bautista ESCUELA DE ECONOMÍA, UCV Resumen: El desarrollo de los servicios financieros para la inclusión de la mayor parte de la población, y la relación que existe con el impulso de la actividad económica, resultan esencial para la formulación de las política públicas orientadas a mejorar la oferta de servicios financieros. Acercar y adaptar a la población dicha oferta, requiere conocer las características más relevantes a través de una herramienta de análisis. Para lograr el objetivo mencionado, se aplicó la metodología del análisis de clúster a nivel municipal, la cual permitió obtener una taxonomía de cinco grupos homogéneos de municipios, diferenciados de manera significativa entre sí, por variables financieras y no financieras, esto permite dar recomendaciones para su abordaje. Palabras claves: Clúster, servicios financieros, municipios, tipos, metodología. Clasificación JEL: R51.

INTRODUCCIÓN

La intermediación financiera, como mecanismo que implica la interacción entre ahorristas e inversionistas, permite el desarrollo de diversos productos y servicios financieros, los cuales son otorgados a los diversos agentes económicos, ya sea para cubrir sus gastos, necesidades de liquidez, facilitar sus intercambios económicos o realizar inversiones en bienes de capital. Dadas las ventajas que se derivan del uso de los servicios financieros en las actividades descritas, algunos investigadores concluyen que estos servicios son canales de impulsos favorables a la economía, y han formulado la hipótesis de que un incremento de la provisión de servicios financieros reportaría una serie de ventajas para el desarrollo económico y viceversa, este tema ha sido motivo de estudios y debates a nivel mundial. De allí que, en América Latina y Venezuela, en la última década se incrementaran los esfuerzos por lograr la inclusión financiera, entendida como el ac*

chacon.mariae.ucv@gmail.com


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ceso y profundización en el uso de los productos y servicios financieros por parte de la población, entre las cuales se encuentra la creación y modificación del 1 marco jurídico, referidas al Sistema Financiero , en ellas se ha promovido su estabilidad, y se impulsa la inclusión en beneficio de los sectores más vulnerables, que incluye su formación por programas educativos en temas financieros. En aras de lograr dicho objetivo, es necesario proveer a los oferentes de servicios financieros, a los policy makers del sector y a cualquier otra organización involucrada, información que permita caracterizar los segmentos de la población hasta el momento no atendidos, ya sea por su localización geográfica, condición social, condiciones económicas, en términos de las necesidades financieras más relevantes que poseen. Esto permitiría ofrecer servicios adaptados y diferenciados para cada segmento de población. Se desea obtener una segmentación rentable y aplicable a una política de inclusión financiera, por ello la presente investigación definió como unidad fundamental de estudio el municipio venezolano, que es la unidad primaria de administración político-territorial, y que poseen múltiples heterogeneidades, ya sea en términos de su población, nivel de actividad económica, capacidad que un municipio posee de auto-sostenibilidad, capacidad de gestión administrativa, y sus dificultades o beneficios por ubicación además de las características geográficas. De esta manera, se planteó como objetivo la caracterización de los municipios venezolanos en términos de su accesibilidad a los servicios financieros Se evaluaron alternativas para la medición de la bancarización sobre la estructura de las economías municipales, tomando en cuenta las limitaciones de información así como la literatura existente sobre diversos indicadores y el objetivo de esta investigación. Se procedió a seleccionar y desarrollar la metodología del análisis de clústeres o grupos, la cual se define como una técnica exploratoria que permite descubrir asociaciones y estructuras en los datos estudiados que no son evidentes en un análisis superficial. Esta herramienta, a diferencia de otras técnicas multivariantes no está basada en criterios de dependencia o causalidad, considera todas las variables como intervinientes en la ordenación de los clúster, los cuales permitirían conocer de manera más profunda las similitudes y diferencias existentes entre los municipios venezolanos, y su utilidad principal radica en la definición de estrategias de adaptación del Sistema Financiero a las necesidades de la población que habita en los municipios de cada clúster a obtener. Aspecto fundamental para una oferta adecuada de servicios financieros que permite incorporar al sistema a segmentos de la población hasta el momento no atendidos. 1

Las principales leyes publicadas son: Ley de reforma parcial del decreto 6.287, con rango, valor y fuerza de ley general de bancos y otras instituciones financieras (Gaceta Oficial No. 39. 357, enero 2010) y la Ley Orgánica del Sistema Financiero Nacional (Gaceta Oficial No. 39.578, diciembre 2010).


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La investigación presenta un marco teórico y un marco referencial que expone los principales antecedentes, definiciones, así como un esbozo de los aspectos legales más relevantes sobre el Sistema Financiero venezolano. De igual forma, se ahondará en las investigaciones sobre el tema en el país. Se presentará un marco metodológico, para el cual se considera esencial realizar un levantamiento de la información disponible sobre las variables del Sistema Financiero a nivel de los municipios venezolanos. Posteriormente se seguirá de manera rigurosa los pasos que conforman la metodología del análisis de clúster, finalmente se detallarán los resultados obtenidos, los principales hallazgos, las conclusiones y las recomendaciones. I. MARCO TEÓRICO

I.1 Los servicios financieros y el desarrollo económico local El desarrollo y oferta de los servicios financieros es un factor que como expone Levine (1997), cumple cinco funciones relevantes para promover el desarrollo económico, las cuales pueden sintetizarse de la siguiente manera: facilita el intercambio de bienes y servicios, mejora la asignación de los recursos ahorrados hacia la inversión, potencia las capacidades productivas, permite optimizar la asignación de los recursos y por último facilita el manejo del riesgo. Estas funciones son relevantes para entender de qué forma el Sistema Financiero juega un rol en el proceso de crecimiento, pues influye en la asignación de los recursos de manera directa y esto permite comprender también, como una buena elección de políticas públicas puede influir en la evolución de este sistema. A la par, una vez instaurados sus canales y productos de manera estable o permanente en contacto con las comunidades circunscritas en un municipio, la economía local puede: a) Experimentar un cambio progresivo en la medida en que se minimicen los costos transaccionales del intercambio de bienes y servicios. b) Orientar los recursos hacia inversiones menos riesgosas. c) Disminuir los choques sobre el ingreso, ayudar a minimizar la vulnerabilidad existente de factores culturales-sociales que se expresan en la relación de las personas con el dinero a través de la formación realizada por la educación financiera. Esto último permitiría una disminución del manejo de efectivo, mayor ahorro y mayores provisiones frente a imprevistos, lo que de otra manera podría definirse como una ampliación del horizonte intertemporal del ahorro y la inversión personal.


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Es necesario destacar los límites y posibilidades a tener en cuenta para el diseño de las políticas públicas dirigidas al sector financiero, ya que los servicios ofrecidos no deben ser utilizados para lograr objetivos diferentes a los financieros, debido perjudican el desarrollo de los mercados financieros al realizarlos con propósitos que no constituyen ni la única ni la más importante herramienta (Vera, 2007). En tal sentido, puede afirmarse que los servicios financieros tienden a constituirse como una importante herramienta para la compenetración de los mercados en la economía local, ya que permitirían que segmentos de la población hasta el momento no incorporados, puedan acceder a ellos de manera oportuna, menos costosa y con mayores niveles de seguridad: cuanto mejores sean los servicios financieros, los usuarios de dichas economías locales obtendrán mayores beneficios. I.2 La bancarización: concepto, medición y diferencias en las preferencias del público Son múltiples las conceptualizaciones existentes sobre el término bancarización, sin embargo, en la presente investigación no se pretende profundizar sobre ellas, por esto se tomarán en cuenta los elementos comunes y considerados fundamentales dentro de las investigaciones presentadas por Beck y De La Torre (2005), Beck (2005) y Ellis et al. (2010), sintetizados en la siguiente conceptualización: La bancarización está referida al nivel de disponibilidad, acceso y uso de los productos además de los servicios ofrecidos por las instituciones financieras (cuentas de ahorro, cuentas corrientes, créditos, cheques, plataforma bancaria electrónica, seguros, entre otros) por parte de la población de un país de manera estable en el tiempo, sobreponiéndose a las barreras y restricciones de acceso. Así mismo, tal como señalan Vera et al. (2012), existen tres dimensiones fundamentales a tener en cuenta al momento de ahondar y medir la bancarización, las cuales son: la profundidad, la cobertura e intensidad de uso. Estas dimensiones permiten realizar un estudio de las principales características de los sistemas financieros por medio de la utilización de indicadores. Por ejemplo, la primera de estas dimensiones referida a la importancia del Sistema Financiero en la economía nacional, tiene como indicadores el cociente del crédito (los depósitos) entre el producto interno bruto (PIB) y la población como variables de escala, sin embargo es importante hacer notar dos elementos que a nivel de estudios locales limitan este tipo de indicadores: 1. Las preferencias del público sobre los servicios financieros suelen ser diferenciadas: A lo cual Vera (2007) apunta, que este tipo de indicadores “puede reflejar solo realidades parciales” y, en tal sentido, las economías pueden


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tener diferentes mercados de capitales, diversidad de preferencias por el efectivo (motivado por factores sociales, culturales, geográficos, económicos), poca adaptación de algunos servicios a las condiciones de determinados municipios. 2. Bases de datos: existen dificultades al intentar reproducir estas mediciones a nivel de economías regionales o municipales donde se encuentra una fuerte limitante como lo es la inexistencia de datos referidos a las variables mencionadas. De allí que la evaluación de alternativas para la medición de la bancarización sobre la estructura de las economías municipales adquieran relevancia, como herramientas que permitan conocer de manera más profunda las similitudes y diferencias existentes entre los municipios venezolanos, que sean determinantes para una oferta adecuada de servicios financieros y permita incorporar al sistema a segmentos de la población hasta el momento no atendidos. A este respecto, González (1998) menciona que algunos determinantes de las diferencias municipales son: el tamaño de la población, el nivel de actividad económica, la gestión administrativa, las dificultades o beneficios por ubicación y características geográficas. Tales determinantes y diferencias en las preferencias del público, motivaron a orientar la presente investigación hacia un análisis riguroso de la estructura de los servicios financieros en términos de su cobertura, en el que se comparan sub grupos de municipios con características y tipología similar, para lo cual se seguirá detalladamente la metodología del análisis de clúster que se definirá y expondrá a continuación. I.3 El análisis de clúster La metodología del análisis de clúster también es conocida como análisis por conglomerados, o taxonomía numérica, así como otros nombres atribuidos dependiendo de la disciplina donde se le utilice, sin embargo y a pesar del nombre que pueda tomar la metodología como tal, se puede decir que estos términos se refieren al grupo de técnicas multivariantes cuyo objetivo consiste en agrupar objetos (por ejemplo: municipios, países, personas), basándose en las características que poseen y son de interés para el investigador, las cuales son medidas a partir de variables que tienen relevancia en la investigación a desarrollar. Esta agrupación es realizada de forma tal que: 1. Los objetos dentro de un mismo clúster sean muy parecidos de acuerdo a los criterios predeterminados de selección (homogeneidad interna del clúster). 2. Y los clúster formados entre sí sean disimiles o distintos de manera significativa (heterogeneidad entre clúster o grupos).


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Esta técnica exploratoria, permite revelar grupos naturales dentro de un conjunto de datos referidos a los objetos estudiados, tal como menciona Villardón (2007) este tipo de análisis permite: “descubrir asociaciones y estructuras en los datos que no son evidentes a priori, pero que pueden ser útiles una vez que se han encontrado”. A diferencia de otras técnicas multivariantes, el análisis de clúster no está basado en criterios de dependencia o causalidad, esta técnica tal como señala Vidal (1998) considera todas las variables como “intervinientes y conceden a todas ellas la misma función” en la ordenación de los clúster. De esta forma el autor enfatiza, que el objetivo de este tipo de análisis no es explicar estadísticamente el fenómeno, sino clasificar unos objetos (en este caso municipios definidos por unas características comunes), en un número limitado de grupos mutuamente excluyentes. Es importante destacar que el análisis de clúster no posee soluciones únicas y definitivas además es una técnica esencialmente descriptiva. En este sentido, se debe seguir con rigurosidad los pasos mencionados por la metodología y de esta manera llegar a soluciones objetivas y acertadas respecto a la realidad en estudio. Adicionalmente, tal y como menciona Villaseñor (2006: 15) “es esencial analizar cuando el conjunto de datos exhibe la tendencia inducida por la partición”, de igual forma el autor sugiere combinar los métodos de este análisis para poder explorar las estructuras inducidas por distintos métodos, con el objetivo de validar los resultados obtenidos. Así mismo, es necesario hacer hincapié en la utilidad del análisis de clúster bajo la experiencia de marketing, esta metodología ha sido empleada con diversos propósitos, entre los que se encuentran la segmentación del mercado, la comprensión del comportamiento del consumidor, la identificación de oportunidades para productos nuevos, así como la selección de mercados de prueba. En este sentido, al emplear esta metodología para el caso del Sistema Financiero venezolano, se pretende obtener una taxonomía o grupos homogéneos de municipios de acuerdo a variables financieras y no financieras, la cual permite definir estrategias de adaptación del Sistema Financiero a las características municipales. De acuerdo a esto, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores de México, ha realizado una investigación liderada por Rodríguez (2009) en el área de modelos de negocio para el sector bancario de dicho país, donde señala que: “Los tipos de municipio representan una forma de segmentación de mercado ya que, en función al tamaño de la población, existen diferentes necesidades del mercado; así mismo existen distintos niveles de apertura hacia nuevos productos. Las características de las comunidades determinan también las estrategias de negociación y selección de corresponsales (canales). La segmentación del mercado implica también diferentes percepciones respecto al dinero y los servicios bancarios, lo que determina los productos que podrían ser demandados”.

De lo anterior, se destaca la importancia que reviste la identificación de los tipos de municipios, constituyéndose como una forma de segmentación, que en


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el caso venezolano permitiría dirigir y diferenciar la oferta de productos y servicios realizada por las entidades bancarias y el Sistema Financiero en general, en función de las necesidades de cada comunidad o municipio. Esto tiene implicaciones desde el punto de vista operativo para el Sistema Financiero, pues la oferta podría verse orientada a diversos sectores dependiendo del área de especialización del ente provisor, asignando recursos, esfuerzos y coordinación con otros entes de acuerdo a los municipios y a la población objetivo de la atención, especialmente en aquellos casos referidos a la población más vulnerable, ya que la coordinación con otros entes será fundamental para un correcto abordaje de los problemas de manera integral y no distorsionar el uso de los servicios ofrecidos. II. MARCO REFERENCIAL

En la última década y tras la crisis financiera que afecto la Economía Mundial a toda escala, han surgido una serie de debates sobre el rol del Sistema Financiero, la importancia de su regulación, así como la pertinencia de los servicios que ofrece; las autoridades han hecho énfasis y centrado su atención en la estabilidad del Sistema Financiero, de alguna manera el tema de inclusión financiera se vio relegado; a pesar de ello, en el entorno reciente, se observa el interés en mejorar simultáneamente tanto las políticas referidas a la estabilidad financiera, como aquellas políticas que incentivan una mayor inclusión en el Sistema Financiero. Esto se ve reflejado en el impulso que han recibido las microfinanzas en regiones como América Latina, el uso de tecnologías innovadoras, así como una serie de esfuerzos de investigación y desarrollo para el logro de la inclusión que ya ha tomado relevancia en las agendas de importantes grupos como el de líderes del G-20. El Sistema Financiero Venezolano, entre tanto también ha sido objeto de estudio y reflexión, especialmente en los últimos años se ha intentado profundizar sobre los niveles de bancarización en Venezuela, las barreras a la entrada de nuevos usuarios, así como el impacto y la implementación de nuevas tecnologías (Terminales bancarios comunales, tarjetas, banca electrónica, entre otras). El marco regulatorio tras los esfuerzos adelantados, ha sido modificado y completado, a continuación se expondrán brevemente los aspectos que relacionan todos estos fenómenos con las comunidades. II.1 Leyes y normativas vigentes sobre el funcionamiento del Sistema Financiero Nacional y la promoción de los servicios a niveles municipales La Ley Orgánica del Sistema Financiero Nacional, promulgada en el año 2010, establece que el ente rector del Sistema Financiero Nacional, es el Órgano Superior del Sistema Financiero Nacional (OSFIN), conformado por el ministro con competencia en finanzas, el presidente del Banco Central de


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Venezuela y tres directores (as), a nombrar. Este ente, se creó con el objeto de regular, supervisar, controlar y coordinar el Sistema Financiero. Las funciones de este órgano –señaladas en el artículo 13– abarcan aristas de relevancia para la ejecución de estrategias en cuanto a bancarización y educación financiera, dentro del ámbito del desarrollo municipal, el numeral 15 menciona: “Impulsar la creación y el fortalecimiento de instituciones financieras que atiendan las necesidades de desarrollo local, organización comunitaria, actividades de capacitación, estímulo del ahorro e inversión y aseguramiento de riesgos, por parte de los sectores populares y comunales, en aras de promover el desarrollo regional equilibrado y la eficiente socialización entre las instituciones del Sistema Financiero Nacional y las comunidades”

Cabe destacar que en el contexto actual, las informaciones obtenidas sobre el funcionamiento de este ente son nulas o en el mejor de los casos señalan que el mismo funciona con bajo perfil y, poco o nada se conoce de la interacción del OSFIN con el resto de las instituciones integrantes del sistema, así como su interacción con las instituciones encargadas de ejecutar de manera coordinada los lineamientos impulsados por este órgano, por lo menos en materia del desarrollo local equilibrado, garantizando la asignación de los recursos captados por el sistema, hacia aquellas localidades que necesitan mayores inversiones en sectores estratégicos de acuerdo a las necesidades que poseen. A pesar de que este organismo tiene funciones de relevancia para el logro del desarrollo local equilibrado, al menos desde el impulso de un sano Sistema Financiero, la situación actual puede verse reflejada en el gráfico 1 en el cual se observa que las diferencias son muy pronunciadas entre la cartera de crédito total otorgada en los estados con respecto a las captaciones del público logradas en ellos (incluye banca comercial, universal así como el resto del sistema). Gráfico 1. Créditos otorgados como porcentaje (%) de las captaciones del público por estados.

Fuente: Elaboración Propia. Datos SUDEBAN

Mientras en algunos estados se otorga más de un 100% de lo captado en créditos para diversos fines y por supuesto entre ellos créditos a la inversión, en otros estados se observa que las captaciones no son otorgadas en créditos den-


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tro de dicho territorio. Aún, si se compara el comportamiento en dos períodos de tiempo distintos, en este caso septiembre de 2005 y septiembre de 2012, se observa que la estructura de asignación no cambia de manera significativa, por el contrario puede tender a acentuarse en algunos casos puntuales. III. MARCO METODOLÓGICO

III.1 Tipo y alcance de la investigación La presente investigación es de tipo cuantitativa debido a que en ella se realizará un análisis de datos recolectados sobre el tema estudiado y tiene fundamentalmente un alcance exploratorio que, tal como menciona Hernández et al. (2010) ayuda a familiarizarse con fenómenos desconocidos y obtener información para realizar una investigación más completa en un contexto particular o estableciendo prioridades para futuras investigaciones y problemas detectados. De igual forma, contiene un componente descriptivo, ya permite mostrar las dimensiones o perfiles de los objetos de estudio. Lo anterior se deriva, ya que la presente investigación examina un tema poco abordado desde la perspectiva municipal venezolana tal como ha evidenciado la revisión literaria realizada. De igual forma, se complementa con un alcance descriptivo, ya que busca especificar las características de los municipios en términos de las variables financieras y no financieras seleccionadas y disponibles al 2012, la selección de estas variables se hizo en el marco de los pasos sugeridos y cuyo cumplimiento es fundamental en la metodología del análisis de clúster, estos pasos se enumeran en los siguientes sub puntos del presente apartado metodológico. Adicionalmente, en esta investigación los objetos en estudio serán los 333 municipios que conforman la República Bolivariana de Venezuela, excluyendo el Municipio Libertador (único municipio del Distrito Capital) para el cual se considerarán las 22 parroquias que le conforman, de igual manera se procederá con el Municipio Vargas (único municipio del estado Vargas), considerando sus 11 parroquias. Totalizando de esta forma 366 objetos (municipios-parroquias) en estudio. III. 2 Desarrollo de la metodología del análisis de clúster III.2.1 Elección de las variables A partir de la revisión de la literatura realizada y de las fuentes consultadas (SUDEBAN, INE, BCV) se construyó una base de datos con la información considerada más relevante y disponible referida a variables financieras y no financieras que estuvieran relacionadas con los niveles de bancarización, a partir de


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esta información se determina el número total de variables, clasificándolas de acuerdo a los aspecto que estas representan. Del total de variables se seleccionaron aquellas con mayor importancia dentro del estudio. Para esto se desarrollaron usa serie de pasos, el primero consistió en calcular el coeficiente de variación de cada una de las variables disponibles y excluir algunas de dichas variables por medio de un criterio, el cual autores como Funes et al, (1997); Paz, et al, (2003) utilizan como criterio las variables que presentan un coeficiente de variación superior al 50%, de esta forma se obtuvieron variables que tienen un significativo poder discriminatorio para la segmentación de los clúster. En segundo lugar, se realizó un análisis de la matriz de correlación de las variables resultantes del análisis anterior y se obtuvo que debía descartarse la variable No. de hogares con acceso a internet, debido a que su correlación es 0,98 lo que indica que esta variable es innecesaria pues su efecto está contemplado en la variable No. de hogares con telefonía fija (ver anexo A.1), pues generalmente una conexión telefónica podría ser ampliada a un servicio completo de acceso a internet y facilita la conexión de los servicios financieros. Finalmente en la tabla 1, se muestra el resultado de las variables seleccionadas. Tabla 1. Variables consideradas en la investigación Variable Fuente Instituto Nacional de Estadística Índice de Desarrollo Humano Municipal Instituto Nacional de Estadística Densidad poblacional en los municipios venezolanos SUDEBAN Número de agencias bancarias por municipio SUDEBAN Número de corresponsales no bancarios y taquillas asociadas activas SUDEBAN Número de microcréditos otorgados en un municipio SUDEBAN Número de cajeros automáticos SUDEBAN Número de taquillas externas Instituto Nacional de Estadística Número de hogares con telefonía fija Fuente: Elaboración propia

III.2.2 Detección de valores atípicos (Outliers) Los valores atípicos representan casos que difieren de la media de la población, esto puede sobre representar un grupo de datos. Por tal motivo, es fundamental detectar y evaluar si resultan influyentes para el análisis de clúster que se desarrolla en la presente investigación. Para esto, se procedió a calcular la dis2 tancia de Mahalanobis . De esta forma, se calculó la distancia de las distintas observaciones de las variables en cada municipio con respecto a la media, y se pudo identificar cuales valores se ubican fuera del patrón natural de los datos de las variables utilizadas. Escobar (2012) menciona lo realizado para este cálculo 2

La distancia de Mahalanobis entre dos objetos con variables X1 y X2 se define como: d m ( X 1 , X 2 )  ( X 1  X 2 ) T  1 ( X 1  X 2 ) . Donde  1 es la matriz de covarianza.


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es obtener la media del grupo de datos, luego se calcula la distancia (MAH_1) de cada caso con respecto al centroide, finalmente se identifican aquellos casos con una distancia excesiva. El paquete estadístico SPSS 20.0 permitió calcular dicha distancia como una nueva variable denominada MAH_1 (Gráfico 2) que se 2 distribuye como una χ (gl= n), con n=número de variables consideradas, en este caso se tomó n=8. Finalmente, se realizó una prueba sobre la significancia de los datos atípicos para el estudio donde p<α=0,01, y tras calcular su p=P-Valor, se obtuvieron 20 municipios-parroquias que conforman los valores atípicos (anexo A.2). Estos municipios serán excluidos del análisis de clúster para evitar distorsiones a las que es sensible esta metodología, posteriormente se analizarán las características comunes de estos municipios y serán trabajados como un grupo adicional a los obtenidos por la metodología. Gráfico 2. Distancia de Mahalanobis. Detección de datos atípicos

Fuente: Elaboración propia. IBM SPSS 20.0.

III.2.3 Elección del tipo de análisis Se realizará en primer lugar, un análisis de clúster de tipo jerárquico, este tipo de análisis agrupa los municipios mediante un proceso con fases sucesivas. El resultado final de este tipo de análisis es una jerarquía de unión completa en la que cada grupo de municipios se une o separa en una determinada fase. La elección está fundamentada en las dos principales ventajas que reporta en análisis jerárquico, frente al análisis no jerárquico: 1) Que no debe especificarse previamente el número de grupos y 2) Que la selección de los centros de cada grupo no es arbitraria. III.2.4 Elección del método clasificatorio y de la medida de distancia Se ha expuesto que el análisis de clúster tiene como objetivo agrupar los objetos de estudio definidos como los municipios y algunas parroquias venezola-


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nas, basándose en las características que poseen. Sin embargo, en esta sección se desea especificar como se realizará dicha agrupación, tanto el método que permite agruparlos, como la medida de distancia que permite hacerlos objetos comparables entre sí. Una vez seleccionado el tipo de análisis de clúster jerárquico debido a que no se conoce el número de grupos a priori, en los cuales se deben juntar dichas observaciones (municipios), se procedió a examinar las opciones de métodos clasificatorios disponibles, para este tipo de análisis, entre ellos se encontraba la distancia mínima, la distancia máxima y el método de Ward. La distancia mínima crea grupos homogéneos pero permite cadenas de alineamientos entre sujetos muy lejanos, la distancia máxima resuelve el problema de las cadenas de alineamientos, sin embargo genera grupos más heterogéneos. En tal sentido, se escogió el método de Ward ya que genera conglomerados equilibrados y es comúnmente utilizado en la práctica por las bondades que reporta en cuanto al número de clúster que genera. Este método según Escobar (2012) “Garantiza que los segmentos seleccionados sean de tamaños similares, y por lo tanto se esperaría que esos segmentos sean rentables, como se desea en marketing”, consiste en ir agrupando de forma los municipios de modo de minimizar la variación intra-grupal de la estructura formada (ver anexo B.1) Este método recomienda utilizar como medida de distancia, la conocida como distancia euclidea (ver anexo B.2), por el cumplimiento y diseño del mismo, la cual se empleará para la presente investigación, sin embargo, esta medida según la literatura es sensible a variaciones de escala o magnitud entre variables. Las variables seleccionadas, tienen diferentes unidades de medida y magnitud, por ello se estandarizaron los datos. III.2.5 Obtención de los clúster Tras la elección, análisis, detección de outliers y estandarización de las variables, se procedió a aplicar con el programa IBM SPSS 20.0 el análisis de clúster, de la siguiente manera: 1) Se realizó un análisis de tipo jerárquico seleccionando el método de Ward y la distancia euclidea con variables estandarizadas, con lo cual se obtuvo la respectiva matriz de distancias, el historial de conglomeración y el dendograma (ver anexo C). Este análisis inicial permitió determinar el número de grupos o clúster de municipios existentes en los datos, tomando en consideración el criterio de clúster óptimo a través del coeficiente arrojado por el historial de conglomeración, se obtuvo el gráfico 3, que se muestra a continuación:


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Gráfico 3. Coeficientes de conglomeración y línea de tendencia

Fuente: Elaboración Propia. IBM SPSS 20.0

Bajo el análisis de punto de quiebre de este gráfico, se encontró que el proceso iterativo de unión de objetos (municipios) debe detenerse en la etapa 311, en el cual la distancia de unión empieza a aumentar de manera significativa respecto a la tendencia presentada, este proceso se detiene y seguidamente se verifican los grupos formados hasta este punto, con el historial de aglomeración obtenido, se concluye que el número de clúster formados es 4. 2) Seguidamente, se realizó este mismo análisis para establecer la mejor solución dentro del número de grupos encontrados en el paso anterior. Indicando una solución única con 4 clúster y, de esta forma, se obtuvo la pertenencia de cada municipio a uno de los 4 clúster determinados. Finalmente se agruparon los municipios en los clúster denominados 1,2,3, y 4; se calculó la media de las variables en cada clúster arrojando la tabla 2.

Ward Method

Tabla 2. Perfiles de los clúster del método jerárquico.

1 Media 2 Media 3 Media 4 Media

Densidad poblacional

IDH

157 657 1090 9651

,56 ,69 ,72 ,89

No. de No. CNB y Hogares Micro Cajeros Taquillas Agencias taquillas telefonía Créditos automáticos externas bancarias asociadas fija otorgados 2 1 189 3 1 3491 17 6 1231 34 5 17036 48 8 1363 105 13 37837 15 12 2325 32 3 20325

Fuente: Elaboración propia. IBM SPSStatistics 20.0.


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III.2.6 Validación de los resultados Este paso complementa el análisis y permite tomar en cuenta las observaciones relevantes sobre este procedimiento que Villaseñor (2006) las cuales se resumen de la siguiente manera: -

Sobrepoblación de clúster: se refiere a que la mayoría de los métodos de clusterización asignan la mayoría de los objetos (municipios) a un determinado tipo clúster; aun cuando los datos dentro del mismo, no tengan los niveles de homogeneidad esperada.

-

Tendencia inducida por la partición: si el objetivo no es únicamente comprimir el conjunto de datos, sino también hacer inferencias acerca de las estructuras definidas a partir de las relaciones de similitud, es esencial analizar cuando el conjunto de datos exhibe la tendencia inducida por la partición.

Por último, el autor es claro en indicar que resulta útil combinar los métodos disponibles para este tipo de análisis y así se podrán explorar las estructuras inducidas, compararlas y de esta forma se culminará haciendo una mejor interpretación y validación de los resultados obtenidos. Por lo anterior, se procedió a realizar un análisis de tipo no jerárquico de repartición, en el cual se parte de K grupos objetivos (en este caso se ha determinado K=4), se agrupan y reagrupan individuos utilizando el método de las KMedias (centroides), el cual se define como un algoritmo que realiza la asignación inicial de K centroides y los individuos se agrupan alrededor de ellos, finalmente tras cada asignación se re-calcula el centroide. Los resultados confirmaron la partición de 4 clústers, la reasignación de algunos municipios. A continuación en la tabla 3, se presentan los resultados comparativos de ambos procedimientos. Tabla 3. Comparación clústeres resultantes Clúster Ward Method 1 2 3 4 No. de Recuento 276 Municipios

50

11

9

1 276

Clúster K-Means 2 3 4 52

8

10

Fuente: IBM SPSS 20.0.

Se confirma entonces, a través de este análisis no jerárquico, la solucion obtenida mediante el método de Ward, también puede observarse en la tabla 4, que las medias de las variables en cada uno de los clústeres, son desiguales y por ende cada grupo obtenido es distinto del resto, sin embargo, se deberá demostrar que estos números son estadísticamente distintos entre sí para lo cual se realizará un análisis de varianza.


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K-Means

Tabla 4. Perfiles de los clúster del método no jerárquico Densidad IDH No. CNB y No. de Cajeros Taquillas poblacional agencias taquillas micro automáticos externas bancarias asociadas créditos activos otorgados 1 Media 150 ,56 2 1 166 4 1

Hogares telefonía fija 3483

2 Media

766

,70

16

6

1331

34

5

17425

3 Media

1187

,72

50

7

1467

109

13

39252

4 Media

10239

,89

15

12

2490

30

3

19328

Fuente: IBM SPSS 20.0.

A partir del análisis de varianza se contrastará tal y como explica López (2009) lo siguiente:

 Ho : μ 1   2   3  4    Ha  por lo menos dos medias son diferentes  De igual forma el estadístico utilizado para este contraste es una F con (k-1) y k(n-1) grados de libertad. Esta hipótesis puede rechazarse para todas las variables del análisis, ya que su significancia es inferior a α=0,05, esto se observa en la columna final (Sig.) de la tabla 5, y en tal sentido puede concluirse que las medias de las variables en cada clúster son significativamente diferentes a un nivel α=0,05. Tabla 5. ANOVA-Método no jerárquico

Puntuación Z: Densidad poblacional Puntuación Z: IDH Puntuación Z: No. agencias bancarias Puntuación Z: CNB y taquillas asociadas activos Puntuación Z: No. de Micro Créditos otorgados Puntuación Z: Cajeros automáticos Puntuación Z: Taquillas externas Puntuación Z: Hogares telefonía fija

Conglomerado Media gl cuadrática 92,218 3 48,187 3 90,498 3

Error Media cuadrática 0,2 0,586 0,215

F

Sig.

342 342 342

461,46 82,22 421,069

0,00000 0,00000 0,00000

gl

61,484

3

0,469

342

130,975

0,00000

45,322

3

0,611

342

74,151

0,00000

87,486 79,139 84,886

3 3 3

0,241 0,315 0,264

342 342 342

362,488 251,575 321,347

0,00000 0,00000 0,00000

Fuente: IBM SPSS 20.0

III. 3 Profundización en la estructura obtenida A partir del procedimiento anterior, producto del tamaño del grupo No. 1 obtenido, se procedió a aplicar la misma metodología explicada anteriormente, a los datos concernientes a este grupo, cuya cantidad de municipios es de 276, de esta forma se obtiene una estructura más detallada del mismo, se puede proceder de forma específica al obtener un grupo de municipios de potencial atención


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a servicios financieros y no financieros de acuerdo al potencial económico que poseen. Dichos resultados específicos podrán observarse en el cuadro y dendograma anexo (ver anexos D.1 y D.2), que define dos grandes sub grupos de municipios, los cuales serán detallados en el análisis de los resultados. Finalmente se destaca que los clúster obtenidos del análisis anterior con el realizado en este paso final, arrojan como resultado la siguiente distribución: Tabla 6. No. de Municipios que conforman los clúster obtenidos 1.a 1.b 2 3 4 5 229 47 52 8 10 20 IV. ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS

Una vez obtenidos los resultados y los distintos clúster, se hace necesario conocer cuáles son las características más relevantes de acuerdo a variables socio-demográficas de los grupos (clústeres) de municipios, para ello se utilizará la tabla 4, de perfiles de los clúster obtenida y los datos cualitativos que tras la revisión de cada clúster sean de relevancia en términos de la oferta de servicios financieros o de las necesidades de estas comunidades al respecto, esto se resume a continuación: IV.1 Municipios Rurales IV.1.a Tipo I Estos municipios se caracterizan por poseer actividades económicas fundamentalmente agrícolas y de subsistencia, poseen un índice de desarrollo humano (IDH) medio bajo, considerando las agrupaciones realizadas en los informes de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), obteniendo un IDH medio de 0,55; lo cual es reflejo de niveles de salud y educación baja. El acceso a los servicios financieros es limitado por la baja presencia y cobertura bancaria, reflejado en la nula o muy baja presencia de agencias bancarias, corresponsales no bancarios, taquillas externas y generalmente los cajeros automáticos están en las agencias bancarias existentes. Adicionalmente, la densidad poblacional promedio es de 99 personas por kilómetro cuadrado. En este tipo de municipios se requiere una atención integral, atacando posibles problemas de servicios básicos y necesidades primarias de la población previa la oferta de servicios. IV.1.b Tipo II Este tipo de municipios posee similares características de los del primer tipo de municipios rurales, sin embargo se diferencian de los anteriores por su cer-


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canía a centros poblados de mayor relevancia o constituirse como los segundos municipios con mayor densidad poblacional en algunos estados, poseen similares niveles del IDH a los Tipo I y una presencia bancaria mayor, ubicando el número de agencias bancarias promedio, en 5 agencias por municipio. Esta tipología de municipios se caracteriza por actuar como centros poblados donde se aglomeran algunas actividades de intercambio económico proveniente de los municipios del primer tipo, dadas las condiciones de actividad agrícola de los primeros, esto los posiciona como centro de transacciones y municipios de potencial atención inmediata, en términos de una estrategia de bancarización inicialmente educativa y de contacto con los principales líderes comunitarios. IV.2 Municipios en transición Los municipios de este grupo se caracterizan por poseer un IDH mayor a los del primer grupo siendo clasificado como IDH medio y se ubica en promedio del cluster en 0,70, lo cual da cuenta de que poseen una estructura un poco más sofisticada en cuanto a salud y educacion esto se refleja también en la tasa de alfabetizacion promedio de estos municipios que se ubica en 96,4%. Estos municipios poseen mejores servicios financieros, con presencia de 16 agencias bancarias en promedio, se otorgan tres veces más microcréditos que en los municipios rurales tipo II y el acceso de los hogares a la telefonía fíja, es dos veces la de los municipios rurales. IV.3 Parroquias Sub-Urbanas Este clúster está conformado por las parroquias del Distrito Capital, densamente pobladas, con altos índices de alfabetizacion e IDH sin embargo la presencia bancaria es relativamente baja, especialmente la referida a cajeros automáticos y agencias bancarias, dada la provision de este servicio en otras zonas del Distrito Capital que concentra la mayoría de los mismos. Estas parroquias poseen en promedio 15 agencias bancarias, es de destacar que poseen en promedio 12 corresponsales no bancarios, número superior a los de las ciudades de mediano tamaño, lo cual da cuenta de la posibilidad de atender estas parroquias que en gran parte concentran la poblacion en barrios de dificil acceso y seguridad bancaria por medio de este sistema. Estas parroquias suman ocho en total y comprenden: Antímano, Caricuao, La Vega, El Paraiso, La Pastora, Altagracia, San José, San Pedro.


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IV.4 Municipios de ciudades de tamaño medio Este clúster agrupa a los municipios de ciudades de tamaño mediano, que poseen un desarrollo sobresaliente sobre los poblados de municipios en transicion, en esencia son las capitales de algunos estados, se caracterizan por ser los municipios más densamente poblados de dichos estados, rodeados de algunos municipios con actividades economicas relevantes que muchas veces deben ir a estas ciudades para realizar transacciones bancarias. IV.5 Municipios de grandes ciudades Este clúster está conformado por municipios que son metrópoli de relevancia a nivel nacional, entre ellas las parroquias del Distrito Capital que concentran la mayor cantidad de actividades económicas así como los municipios Baruta, Chacao y Sucre del estado Miranda que constituyen el área metropolitana de Caracas, principal ciudad del país; también enmarca municipios del área metropolitana de otras ciudades como: Maracay, Valencia, Barquisimeto, Maracaibo, Ciudad Bolívar y Barcelona. Ciudades que concentran las actividades de cada una de sus regiones. Finalmente en la figura 2, se muestran los clúster obtenidos en el mapa de la República Bolivariana de Venezuela lo que permite identificar que un 62% de municipios se encuentra con bajos o nulos niveles de bancarización, abarcando la mayor parte del territorio señalados con gris claro, los municipios bancarizados se ubican en la región costero montañosa que posee las áreas con mayor densidad poblacional, sin embargo dentro de esta misma región algunos municipios pueden ser atendidos evitando la concentración en las grandes y medianas ciudades, de esta forma se acercaría a la mayor cantidad de personas los servicios financieros. Figura 2. Mapa de municipios de la República Bolivariana de Venezuela, según clúster de pertenencia

Fuente: Elaboración Propia.


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V. CONCLUSIONES Cumpliendo con los objetivos trazados para el desarrollo de la presente investigacion, se concluye lo siguiente: Se caracterizaron 5 clúster de municipios en términos de su accesibilidad a los servicios financieros, de allí se obtuvo un grupo de municipios rurales, los cuales fueron a su vez tipificados en dos grandes sub-grupos I y II, un grupo de municipios en transición, otro de municipios sub-urbanos y, finalmente se obtuvieron los grupos de ciudades medianas y grandes ciudades. Los tipos de municipios obtenidos representan una forma de segmentar el mercado en función de las variables utilizadas en este estudio, así mismo, dadas las diferenciadas características sociales, económicas y culturales de cada grupo de municipios, se distinguen distintos: niveles de apertura hacia los productos financieros, percepciones de la relación con el dinero y servicios bancarios, penetración de las redes de comunicación, que serían determinantes de los productos demandados y ofrecidos. Se obtuvieron clústeres homogéneos de municipios, verificados tras la contrastación de la aglomeración jerárquica con el método no jerárquico y finalmente se procedió a realizar un análisis de varianzas para comprobar la heterogeneidad inter clúster. Se obtuvo un mapa de la situación de la presencia bancaria a nivel de los municipios en Venezuela, constituyéndose de esta forma, una herramienta que permite conjuntamente con el análisis realizado, implementar políticas y estrategias de atención diferenciada que satisfagan las distintas necesidades de la población de estos municipios. Los municipios rurales tipo I que representan el 62% de los municipios y parroquias objeto de estudio, ameritarían una atención integral para la provisión de servicios públicos básicos, incluso previo al proceso de bancarización (redes de comunicación por ejemplo), así como una oferta de educación financiera afianzada en los líderes comunitarios que tienen alto impacto en poblaciones, que muchas veces se resisten a la implementación de nuevas tecnologías y del uso de las entidades bancarias para el manejo de dinero. Es importante destacar que los municipios de este grupo poseen lo menores IDH además de los menores niveles de presencia bancaria. Los municipios rurales tipo II representan el 12,8% de los municipios y parroquias objeto de estudio, según sus características, muestran que el manejo de depósitos y retiros son productos atractivos a este tipo de público, por su consolidación como pequeños poblados de intercambio económico y por ello el manejo de efectivo en estas zonas es bastante frecuente, estos municipios deberían tener una atención priorizada pues cumplen con la mínima estructura


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social, de servicios y comunicación necesaria para la instalación y expansión de canales así como de productos bancarios. Finalmente, es necesario realizar una investigacion que abarque de manera profunda la demanda de servicios financieros en Venezuela, este tipo de mediciones permitiría establecer en cada clúster definido, patrones de los usuarios en cuanto a las dimensiones de transaccionalidad y profundidad de la bancarización. De esta manera se podrían evaluar montos utilizados comúnmente en las transacciones, punto de saturación del mercado, o posibles eventos estacionales que afecten la transaccionalidad en cada uno de ellos. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

González, R. (1998), “Las finanzas municipales”, De la Cruz (Ed.), La descentralización en perspectiva, IESA, Caracas. Hernández, R.; Fernández, C. y Baptista, P. (1997), Metodología de la Investigación, 5ta Edición, Mc Graw Hill, México-D.F. INE (2011), Resultados del censo poblacional 2011. Estados de Venezuela, Base de datos en línea, 2012, disponible en: http://www.ine.gov.ve/ Ley Orgánica del Sistema Financiero Nacional, Gaceta Oficial No. 39.578, 12-2010. Ley de reforma parcial del decreto 6.287, con rango, valor y fuerza de ley general de bancos y otras instituciones financieras, Gaceta Oficial No.39. 357, 01-2010). López, R (2009) Cálculo de probabilidades e inferencia estadística con tópicos de econometría, 5ta Edición, Publicaciones UCAB, Caracas. Rodríguez, A. (2009), “Corresponsales Bancarios: El papel de los comercios independientes y las redes de distribución de productos”, documento No. 1, Modelos de Negocio para la Inclusión Financiera, Comisión Nacional Bancaria y de Valores, México. Sudeban (2012), Publicaciones mensuales y trimestrales, Base de datos en línea, Disponible en: http://www.sudeban.gob.ve/ Vera, L. (2007), “Alcances y retos de la bancarización en Venezuela”, Laviosa (et. al.), Bancarización y sistemas de pago: fundamentos para el crecimiento y bienestar social, BCV, Caracas. Vera, L.; Hernández y Osorio (2012), “Bancarización y desarrollo humano: un contraste empírico para Venezuela”, Boletín Económico Mensual, mayo, Banco Mercantil, Caracas. Villardon, J (2007), Introducción al análisis de clúster, Departamento de Estadística, Universidad de Salamanca, España.


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ANEXO A: ELECCIÓN DE VARIABLES Y DETECCIÓN DE ATÍPICOS

Anexo A.1 Matriz de Correlaciones Densidad IDH No. agen- CNB y No. de Cajeros Taquillas Hogares Hogares poblacional cias taquillas micro automáticos externas telefonía acceso bancarias asociadas créditos fija Internet activos otorgados Densidad poblacional IDH No. agencias bancarias CNB y taquillas asociadas activos No. de micro créditos otorgados Cajeros automáticos Taquillas externas Hogares telefonía fija Hogares acceso Internet

1 0,484

0,182

0,272

0,184

0,178

,076

0,141

0,172

1

0,414

0,456

0,347

0,418

0,24

0,37

0,434

0,182 0,414

1

0,621

0,735

0,737

0,778

0,864

0,892

0,272 0,456

0,621

1

0,717

0,412

0,463

0,743

0,727

0,184 0,347

0,735

0,717

1

0,517

0,646

0,814

0,802

0,178 0,418

0,737

0,412

0,517

1

0,537

0,558

0,59

0,484

,076

0,24

0,778

0,463

0,646

0,537

1

0,806

0,792

0,141

0,37

0,864

0,743

0,814

0,558

0,806

1

0,988

0,172 0,434

0,892

0,727

0,802

0,59

0,792

0,988

1

Anexo A.2 Detección de Outliers Estado Municipio-parroquia Anzoátegui Simón Bolívar Aragua Girardot Bolívar Caroní Carabobo Valencia Distrito Capital San Bernardino Distrito Capital Catedral Distrito Capital Sucre Distrito Capital Santa Rosalía Distrito Capital Santa Teresa Distrito Capital San Juan Distrito Capital San Agustín Distrito Capital 23 de Enero Distrito Capital Candelaria Lara Iribarren Miranda Guaicaipuro Miranda Baruta Miranda Chacao Miranda Sucre Zulia San Francisco Zulia Maracaibo Fuente: IBM SPSS 20.0

P-Valor DM 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000 0,000


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ANEXO B: MÉTODO CLASIFICATORIO Y MEDIDA DE DISTANCIA

Anexo B.1 Método de Ward Este método procede a agrupar elementos en una estructura jerárquica, de modo que se minimice la función objetivo, definida como la variación intra-grupal de la estructura de clúster construida. (SCI) h

SCI   SCIk k 1

Desde este punto se define i=1, 2, 3,…m, como el número de variables en estudio y “h” como el número de grupos formados en la estructura, tal que para cada grupo formado: m

nk

SCIk   ( X ijk  X ik ) 2 i 1 j 1

Donde: SCIk = Suma cuadrática interno del grupo “k” Sumatorias= Suma de desviaciones en todas las variables (m) para todos los sujetos (nj ) dentro del grupo “k”. = Valor de la variable “i” para cada sujeto “j” perteneciente al grupo “k”.

̅ = Media de la variable “i” en el grupo “k” Anexo B.2 Distancia Euclidea con variables estandarizadas aplicada al análisis con los municipios y parroquias consideradas en el estudio ( X i1  X j1 ) 2 DM i , M j 

S1 x1

( X i2  X j 2 )2

2

S2 x2

2

 ... 

( X in  X jn ) 2 sn2 xn

Donde : M  M unicipio con i  1,...,366; j  1,...,366 e i  j X in  Valor correspondiente al municipio i de la variable n  1,2,..n

X jn  Valor correspondiente al municipio j de la variable n  1,2,..n

S n2  Varianza de la variable n xn  Promedio de la variable n


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Anexo C. Dendograma obtenido del análisis jerárquico

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Anexo D. 1 Dendograma obtenido del análisis para el Clúster No.1


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Anexo D. 2 Perfiles de los sub clúster obtenidos del Clúster No. 1 Densidad IDH Clúster

1 2

No. CNB y No. de Cajeros Taquillas Hogares Agencias taquillas micro automáticos externas telefonía bancarias asociadas créditos fija activos otorgados Media Media Media Media Media Media Media Media 99,2 0,5506 2 1 130 2 0 2348 399,5 0,5857 5 2 339 9 1 9014

Fuente: Elaboración propia.

Estado

Anexo E. 1 No. de Municipios asignados a cada clúster según Estados

Amazonas Anzoátegui Anzoátegui Apure Aragua Barinas Bolívar Bolívar Carabobo Cojedes Delta Amacuro Distrito Capital Falcón Guárico Lara Mérida Miranda Monagas Nueva Esparta Portuguesa Sucre Táchira Trujillo Vargas Yaracuy Zulia Totales

Resultados de Clúster según Estados 1.a 1.b 2 3 4 5 Recuento Recuento Recuento Recuento Recuento Recuento 6 1 0 0 0 0 15 1 3 0 1 0 0 0 0 0 0 1 5 1 1 0 0 0 10 2 5 0 0 1 8 3 0 0 1 0 8 1 0 0 1 0 0 0 0 0 0 1 3 4 6 0 0 1 7 0 2 0 0 0 3 1 0 0 0 0 0 1 3 8 1 9 23 0 1 0 1 0 11 1 3 0 0 0 4 1 3 0 0 1 19 2 1 0 1 0 5 1 11 0 0 4 12 0 0 0 1 0 7 2 1 0 1 0 10 2 2 0 0 0 11 2 1 0 1 0 21 7 0 0 1 0 16 3 1 0 0 0 6 1 4 0 0 0 9 4 1 0 0 0 10 6 3 0 0 2 229 47 52 8 10 20

Fuente: Elaboración propia.


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Anexo E.2 Perfiles de Clústeres finales Densidad

IDH

No Agencias bancarias

CNB y taquillas asociadas activos

No de micro créditos otorgados

Cajeros automáticos

Taquillas externas

Hogares telefonía fija

Acceso internet

Población total

Alfabetas

Tipo de vivienda: Quinta

Tipo de vivienda: Casa

Tipo de vivienda: Apartamento

Tipo de vivienda: Anexo

Tipo de vivienda: Vecindad

Tipo de vivienda: Rancho

Tipo de vivienda: Refugio

Tipo de vivienda: Indígena

Otra clase de vivienda Fuente: Elaboración propia. IBM SPSS 20.0. a. 1.a y 1.b se refiere a los sub clúster derivados del clúster 1

Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda Media Máximo Mínimo Moda

1.aa 99,2 1793,4 ,1 ,1 ,5506 ,8270 ,3135 ,8270 2 9 0 1 1 5 0 0 130 2349 0 0 2 17 0 0 0 5 0 0 2348 5497 19 562 614 3232 1 201 24681 73121 2029 2029 90,6 99,1 45,2 45,2 2,7 34,0 ,0 ,0 83,4 98,3 30,3 30,3 1,3 35,8 ,0 ,0 ,4 5,7 ,0 ,0 ,3 16,6 ,0 ,0 10,4 48,3 ,0 ,0 ,0 1,9 ,0 ,0 1,2 61,0 ,0 ,0 ,3 2,3 ,0 ,0

1.ba 399,5 5979,7 7,1 7,1 ,5857 ,8866 ,4263 ,4263 5 14 0 2 2 7 0 0 339 2372 2 101 9 33 0 9 1 6 0 0 9014 20497 5788 5788 3232 10725 417 417 79591 151334 36964 36964 93,5 98,3 85,3 85,3 4,0 9,6 ,8 ,8 81,1 90,4 49,3 49,3 3,5 43,5 ,1 ,1 ,8 5,2 ,1 ,1 ,4 19,2 ,0 ,0 9,7 21,0 ,0 ,0 ,1 3,1 ,0 ,0 ,1 3,0 ,0 ,0 ,3 1,0 ,0 ,0

2

Perfiles de clúster finales 3 4 10238,8 1186,8 14944,8 5932,0 5239,4 38,3 5239,4 38,3 ,8866 ,7241 ,8866 ,8866 ,8866 ,6364 ,8866 ,6364 15 50 33 82 0 28 9 40 12 7 23 15 3 3 13 3 2490 1467 5971 4273 349 247 349 247 30 109 64 199 0 53 11 53 3 13 9 24 0 7 0 10 19328 39252 27718 53417 9419 13506 9419 13506 10947 22110 16771 33961 5698 7400 5698 7400 91286 277326 138659 542259 39604 97667 39604 97667 98,4 96,9 98,9 99,0 97,1 95,4 97,1 95,4 3,5 6,7 8,9 10,7 ,7 3,9 ,7 3,9 46,8 66,5 91,3 86,3 4,7 21,3 4,7 21,3 46,3 19,4 84,7 70,9 1,4 2,9 1,4 2,9 1,0 1,4 2,9 5,0 ,3 ,3 ,3 ,3 ,0 ,0 ,0 ,0 ,0 ,0 ,0 ,0 2,2 5,8 5,1 12,6 ,2 ,2 ,2 ,2 ,1 ,0 ,2 ,1 ,0 ,0 ,0 ,0 ,0 ,0 ,0 ,2 ,0 ,0 ,0 ,0 ,2 ,3 ,3 ,4 ,1 ,1 ,1 ,1

765,8 4947,5 11,1 11,1 ,7000 ,8866 ,5390 ,8270 16 30 3 7 6 17 0 7 1331 6035 0 509 34 86 5 30 5 10 0 2 17425 41249 2701 2701 8903 24118 1343 1343 127524 263056 19162 19162 96,4 98,8 88,8 88,8 6,5 21,2 ,5 ,5 69,9 95,0 14,4 14,4 14,5 70,1 ,2 ,2 ,9 3,7 ,2 ,2 ,3 15,0 ,0 ,0 7,5 19,8 ,0 ,0 ,0 ,8 ,0 ,0 ,0 ,2 ,0 ,0 ,3 ,7 ,0 ,0

5 11176,0 51854,5 261,9 261,9 ,8089 ,8866 ,5999 ,8866 74 197 0 29 21 81 1 5 6463 28104 210 210 202 799 0 326 23 135 0 0 59269 217415 1595 1595 31581 110842 965 965 360984 1459448 12777 12777 97,8 99,1 95,4 95,4 4,9 15,9 ,5 ,5 49,5 79,5 3,1 3,1 40,0 93,0 7,0 7,0 ,8 2,0 ,1 ,1 ,0 ,0 ,0 ,0 4,2 12,0 ,1 ,1 ,1 ,9 ,0 ,0 ,0 ,0 ,0 ,0 ,4 2,0 ,1 ,1


Caracterización de los municipios venezolanos…

83

E.3 Tabla de municipios según pertenencia a clúster formados Estado

Municipio

C

Estado

Municipio

C

Estado

Municipio

C

Amazonas Amazonas Amazonas Amazonas Amazonas Amazonas Amazonas Anzoátegui Anzoátegui Anzoátegui Anzoátegui Anzoátegui Anzoátegui Anzoátegui Anzoátegui Anzoátegui Anzoátegui Anzoátegui Anzoátegui Anzoátegui Anzoátegui Anzoátegui Anzoátegui Apure Apure Apure Apure Apure Apure Aragua Aragua Aragua Aragua Aragua Aragua Aragua Aragua Aragua Aragua Aragua Aragua Barinas Barinas Barinas Barinas Barinas Barinas Barinas Barinas Barinas Barinas Barinas Bolívar Bolívar Bolívar Bolívar Bolívar Guárico Lara Lara Lara Lara Lara Mérida Mérida

Alto Orinoco Atures Autónomo Atabapo Autónomo Autana Autónomo Manapiare Autónomo Maroa Autónomo Río Negro Aragua Fernando de Peñalver Francisco de Miranda Fco. del Carmen Carvajal Guanta Independencia José Gregorio Monagas Juan Manuel Cajigal Libertad Manuel Ezequiel Bruzual Pedro María Freites Píritu San José de Guanipa San Juan de Capistrano Santa Ana Sir Arthur McGregor Achaguas Biruaca Muñoz Páez Pedro Camejo Rómulo Gallegos Bolívar Camatagua Fco. Linares Alcántara José Ángel Lamas José Rafael Revenga Libertador Ocumare de la Costa San Casimiro San Sebastián Santos Michelena Tovar Urdaneta Alberto Arvelo Torrealba Andrés Eloy Blanco Antonio José de Sucre Arismendi Bolívar Cruz Paredes Ezequiel Zamora Obispos Pedraza Rojas Sosa Angostura Cedeño El Callao Gran Sabana Padre Pedro Chien Santa María de Ipire Andrés Eloy Blanco Crespo Morán Simon Planas Urdaneta Andrés Bello Antonio Pinto Salinas

1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a

Trujillo Trujillo Trujillo Trujillo Vargas Vargas Vargas Vargas Vargas Vargas Vargas Yaracuy Yaracuy Yaracuy Yaracuy Yaracuy Yaracuy Yaracuy Yaracuy Yaracuy Yaracuy Yaracuy Yaracuy Yaracuy Zulia Zulia Zulia Zulia Zulia Zulia Zulia Zulia Zulia Zulia Zulia Zulia Zulia Zulia Zulia Zulia Anzoátegui Anzoátegui Anzoátegui Apure Aragua Aragua Aragua Aragua Aragua Monagas Nva. Esparta Sucre Táchira Anzoátegui Aragua Bolívar Carabobo Dtto. Capital Dtto. Capital Dtto. Capital Dtto. Capital Bolívar Bolívar Bolívar Bolívar

San Rafael de Carvajal Sucre Trujillo Urdaneta Carayaca El Junko Urimare Naiguatá Caruao Macuto Carlos Soublette Arístides Bastidas Bolívar Bruzual Cocorote Independencia José Antonio Páez La Trinidad Manuel Monge Nirgua Peña Sucre Urachiche Veroes Almirante Padilla Baralt Catatumbo Francisco Javier Pulgar Guajira Jesús Enrique Lossada Jesús María Semprún La Cañada de Urdaneta Machiques de Perijá Mara Miranda Rosario de Perijá Santa Rita Simon Bolívar Sucre Valmore Rodríguez Anaco Diego Bautista Urbaneja Simon Rodríguez San Fernando José Félix Ribas Mario Briceño Iragorry Santiago Mariño Sucre Zamora Maturín Mariño Sucre San Cristobal Simon Bolívar Girardot Caroní Valencia San Bernardino Catedral Sucre Santa Rosalía Piar Rocío Sifontes Sucre

1.b 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.b 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.b 1.b 1.b 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 2 2 2 2 2 2 2 2 2 4 4 4 4 5 5 5 5 5 5 5 5 1.b 1.a 1.a 1.a

Portuguesa Portuguesa Portuguesa Portuguesa Portuguesa Sucre Sucre Sucre Sucre Sucre Sucre Sucre Sucre Sucre Sucre Sucre Sucre Sucre Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Táchira Trujillo Trujillo Trujillo Trujillo Trujillo Trujillo Trujillo Carabobo Carabobo Carabobo Carabobo Carabobo Carabobo Cojedes Cojedes Dtto. Capital Dtto. Capital Dtto. Capital Falcón

San Genaro de Boconoíto San Rafael de Onoto Santa Rosalía Sucre Turén Andrés Eloy Blanco Andrés Mata Arismendi Benítez Bolívar Cajigal Cruz Salmeron Acosta Libertador Mariño Mejías Montes Ribero Valdez Andrés Bello Antonio Rómulo Acosta Ayacucho Bolívar Cárdenas Cordoba Fernández Feo Francisco de Miranda García de Hevia Guásimos Independencia Jáuregui José María Vargas Junín Libertad Libertador Lobatera Michelena Panamericano Pedro María Ureña Rafael Urdaneta Samuel Darío Maldonado San Judas Tadeo Seboruco Simon Rodríguez Sucre Torbes Uribante Andrés Bello Bocono Bolívar Candelaria Carache Escuque José Felipe Márquez C. Guacara Libertador Los Guayos Naguanagua Puerto Cabello San Diego Ezequiel Zamora Tinaquillo Coche El Junquito El Valle Miranda Continúa…

1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.b 1.b 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.b 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Estado

Municipio

C

Estado

Municipio

C

Estado

Municipio

C

Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Mérida Miranda Miranda Miranda Miranda Miranda Miranda Monagas Monagas Monagas Monagas Monagas Monagas Monagas Monagas Monagas Monagas Monagas Monagas Nva. Esparta Nva. Esparta Nva. Esparta Nva. Esparta Nva. Esparta Nva. Esparta Nva. Esparta Nva. Esparta Nva. Esparta Portuguesa Portuguesa Portuguesa Trujillo Trujillo Trujillo Trujillo Trujillo Trujillo Trujillo Trujillo

Aricagua Arzobispo Chacon Campo Elías Caracciolo Parra O. Cardenal Quintero Guaraque Julio César Salas Justo Briceño Miranda Obispo Ramos de Lora Padre Noguera Pueblo Llano Rangel Rivas Dávila Santos Marquina Sucre Tovar Tulio Febres Cordero Zea Andrés Bello Buroz Páez Paz Castillo Pedro Gual Simon Bolívar Acosta Aguasay Bolívar Caripe Cedeño Ezequiel Zamora Libertador Piar Punceres Santa Bárbara Sotillo Uracoa Antolin Del campo Arismendi Díaz García Gómez Marcano Península de Macanao Tubores Villalba Agua Blanca Aruare Esteller Juan Vcte.Campo Elías La Ceiba Miranda Monte Carmelo Motatán Pampan Pampanito Rafael Rangel

1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a

Carabobo Carabobo Carabobo Carabobo Carabobo Carabobo Carabobo Cojedes Cojedes Cojedes Cojedes Cojedes Cojedes Cojedes Delta Amacuro Delta Amacuro Delta Amacuro Delta Amacuro Dtto. Capital Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Falcón Guárico Guárico Guárico Guárico Guárico Guárico Guárico Guárico Guárico Guárico Guárico Portuguesa Portuguesa Portuguesa Portuguesa

Bejuma Carlos Arvelo Diego Ibarra Juan José Mora Miranda Montalbán San Joaquín Anzoátegui Girardot Lima Blanco Pao de San Juan Bautista Ricaurte Rómulo Gallegos Tinaco Antonio Díaz Casacoima Pedernales Tucupita Macarao Acosta Bolívar Buchivacoa Cacique Manaure Colina Dajaburo Democracia Falcón Federacion Jacura Los Taques Mauroa Monseñor Iturriza Palmasola Petit Píritu San Francisco Silva Sucre Tocopero Union Urumaco Zamora Camaguan Chaguaramas El Socorro José Félix Ribas José Tadeo Monagas Julián Mellado Las Mercedes del Llano Ortiz Pedro Zaraza San Geronimo de Guayabal San José de Guaribe Guanarito Monseñor José Vicente de Unda Ospino Papelon

1.a 1.b 1.b 1.b 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.b 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a 1.a

Guárico Guárico Guárico Lara Lara Lara Mérida Miranda Miranda Miranda Miranda Miranda Miranda Miranda Miranda Miranda Miranda Miranda Nva. Esparta Portuguesa Portuguesa Sucre Trujillo Vargas Vargas Vargas Vargas Yaracuy Zulia Zulia Zulia Dtto. Capital Dtto. Capital Dtto. Capital Dtto. Capital Dtto. Capital Dtto. Capital Dtto. Capital Dtto. Capital Anzoátegui Barinas Bolívar Dtto. Capital Falcón Mérida Dtto. Capital Dtto. Capital Dtto. Capital Dtto. Capital Dtto. Capital Lara Miranda Miranda Miranda Miranda Zulia Zulia

Francisco de Miranda Juan Germán Roscio Leonardo Infante Jiménez Palavecino Torres Alberto Adriani Acevedo Brion Carrizal Cristobal Rojas El Hatillo Independencia Lander Los Salias Plaza Urdaneta Zamora Maneiro Guanare Páez Bermúdez Valera Catia La Mar Caraballeda La Guaira Maiquetía San Felipe Cabimas Colon Lagunillas Altagracia Antimano Caricuao El Paraíso La Pastora La Vega San José San Pedro Juan Antonio de Sotillo Barinas Heres El Recreo Carirubana Libertador Santa Teresa San Juan San Agustín 23 de Enero Candelaria Iribarren Guaicaipuro Baruta Chacao Sucre San Francisco Maracaibo

2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 3 3 3 3 3 3 3 3 4 4 4 4 4 4 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5 5

Fuente: Elaboración propia. Nota: C=Clúster.


Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2013, Vol. XIX, No. 1 (ene-jun), pp. 85-102 recibido: 26-11-2012 / arbitrado: 01-02-2013

RELACIÓN VOLATILIDAD CÍCLICA-CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LARGO PLAZO: UN ANÁLISIS CUANTITATIVO PARA EL CASO CUBANO Anamary Maqueira Linares* Renier E. Estévez Quintana• UNIVERSIDAD DE LA HABANA, CUBA Resumen: El presente trabajo analiza el impacto de la volatilidad del crecimiento del producto en las posibilidades de largo plazo del mismo para Cuba durante el periodo 1900-2009. La determinación de la relación entre estas variables permitió valorar la pertinencia de colocar la estabilidad del crecimiento del producto en las actuales condiciones como una variable principal en la política económica para los próximos años en Cuba. La medición de la variabilidad del crecimiento se realizó a través de la volatilidad cíclica como referencia de los movimientos de la tasa de crecimiento con respecto a la senda de crecimiento de largo plazo. Para la estimación del componente cíclico del producto se utilizó una metodología de extracción de señales. Palabras claves: Volatilidad cíclica, crecimiento de largo plazo, ciclo económico, política económica, extracción de señales, filtro Baxter-King, Cuba.

INTRODUCCIÓN

El crecimiento económico y sus determinantes, han sido históricamente unos de los focos delirantes de los economistas de cualquier parte del mundo, pues aunque “crecer no es lo único importante, sin un crecimiento adecuado, los países y sus gobiernos se ven imposibilitados de mejorar progresivamente el nivel de vida de su población o se ven obligados a postergar esa mejoría por un tiempo que significaría el sacrificio de varias generaciones” (Triana, 2012). El horizonte temporal del crecimiento económico no es en absoluto un tema trivial; sus fluctuaciones de corto plazo (ciclo económico) influyen sobre su desempeño de mediano y largo plazo. Hace poco más de dos décadas un amplio espectro de estudios empíricos –Ramey y Ramey (1994), Fanelli (2009), Guillermo y Servén (2001), Johnson y otros (2002) y Hernández Montero (2009)– han interesado, entre otros aspectos, en demostrar que la volatilidad del ciclo económico impacta negativamente en su crecimiento de largo plazo, de ahí la preocupación por analizar esta relación.

*

anamary@fec.uh.cu / • restevez@fec.uh.cu


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En este sentido, el diseño de políticas económicas ha de ser contentivo de un conjunto de medidas destinadas a minimizar los efectos adversos de las volatilidad en el crecimiento, pues aun cuando no existe consenso en relación a la magnitud o el tipo de efecto, ya que depende de condiciones concretas y características específicas de cada país, sí lo existe en relación a la adversidad de los mismos. Algunos resultados obtenidos en los estudios sobre la volatilidad económica de los países no son concluyentes en cuanto al carácter de las políticas económicas y sus efectos sobre la misma; por ello no podemos afirmar que necesariamente la “apertura” conlleva a incrementos de la volatilidad, que los regímenes planificados y proteccionistas la disminuyen, que el crecimiento económico elevado va siempre acompañado de una alta volatilidad cíclica, o que incluso no están estrechamente vinculados. Una de las causas planteadas por la literatura ha acrecentado la volatilidad en las últimas décadas ha sido la aplicación de “reformas estructurales”. En este sentido resultaría contraintuitivo pensar que sucediera realmente así si los cambios estructurales condujeran a incrementar la calidad del crecimiento y la disminución de la vulnerabilidad ante los shocks externos; pero si tenemos en cuenta que el término se utiliza para referirse a las reformas de carácter neoliberal entonces sí tiene sentido que la volatilidad incremente dado que es sinónimo no sólo de apertura sino de “liberalización económica”, dígase liberalización del comercio, de capitales, financiera, de la inversión extranjera directa, de la integración mundial, etc.; factores todos que la literatura reconoce como causas inmediatas de la volatilidad. 1

Cuba se encuentra inmersa hoy en un proceso de reforma económica, desde y en condiciones muy particulares, que no por poseerlas está exenta de los peligros que la volatilidad macroeconómica atañe. Un diagnostico cuantitativo de la situación actual resulta entonces de gran interés para la aplicación de políticas económicas posteriores, las cuales deben dirigirse, entre otros objetivos, al logro de un crecimiento económico estable y perdurable en el tiempo. En el Informe sobre crecimiento sostenible y desarrollo incluyente del Banco Mundial (2008), se plantea que los 13 países mundialmente exitosos con más de 2 25 años de crecimiento promedio del 7% evitaron a toda costa las turbulencias 1

El calificar el proceso de transformaciones de la economía cubana como “reforma” ha suscitado un amplio debate. Aunque no entra en los objetivos de este trabajo, los autores coinciden con la opinión esgrimida por (Fernández, 2011: 8).

2

Referido a Botsuana, Brasil, China, Hong Kong (China), Indonesia, Japón, República de Corea, Malasia, Malta, Omán, Singapur, Taiwán (China) y Tailandia.


Relación volatilidad cíclica-…

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generadas por la volatilidad macroeconómica, aunque no se demuestra empíricamente. Así mismo, los países desarrollados evidencian una relación inversa positiva (menos volatilidad mayores tasas de crecimiento) entre sus medidas de volatilidad y sus tasas de crecimiento económico de largo plazo. Esta relación sin embargo, se comporta a la inversa y/o de manera ambigua en economías subdesarrolladas o en desarrollo. 3

En el presente trabajo exploramos la relación de la volatilidad cíclica del PIB cubano y su relación con la tasa de crecimiento de largo plazo. Hemos elegido la volatilidad cíclica (desviación estándar del componente cíclico extraído mediante la metodología de extracción de señales aplicada) y no la desviación estándar de la tasa de crecimiento, porque nos brinda como referencia los movimientos respecto a la senda de crecimiento de largo plazo (tendencia), en cuanto permite aislar las diferencias en la evolución tendencial, las cuales sí están incorporadas en la volatilidad del crecimiento total; y además porque permitirá comparaciones con estudios posteriores sobre el tema. En la estimación utilizaremos la metodología de extracción de señales empleada por Kamil y Lorenzo (1998), con la diferencia de que aplicaremos el filtro Baxter-King y no Hodrick-Prescott, por razones que explicaremos en el próximo acápite en el cual nos referiremos a las metodologías de extracción de señales en particular a la empleada en el presente trabajo. Luego, en el acápite segundo analizaremos los resultados obtenidos en el diagnóstico, y exploraremos algunas recomendaciones de política derivados del mismo y de la experiencia internacional, culminando posteriormente con algunas consideraciones finales.

RELACIÓN VOLATILIDAD-CRECIMIENTO ECONÓMICO: REVISANDO LA LITERATURA

Los estudios empíricos que relacionan la volatilidad del crecimiento con las posibilidades de largo plazo del mismo han encontrado su extensión en años relativamente muy recientes. En la etapa anterior a la década de los 80, la teoría del crecimiento y la del ciclo económico se trataron como áreas independientes. Acorde a la dicotomía estándar que prevaleció en los trabajos de corte macroeconómico, y que consideraba la total independencia entre el corto y el largo plazo, no se estudió suficientemente la relación entre la volatilidad del ciclo económico y el crecimiento del largo plazo (Hernández Montero, 2009: 13). 3

Es necesario siempre tener en cuenta las limitaciones de este indicador como medida de la actividad económica global de los países (ver Anexo 1).


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A estas investigaciones las ha caracterizado el estudio segmentado por países y grupos de éstos y en función de ello han estado los resultados obtenidos. Dentro de las muestras más importantes ha estado presente con gran sistematicidad la región latinoamericana. A decir de CEPAL (2008) América Latina y el Caribe no es sólo la región más volátil en términos de producto, sino que también es la que presenta una distribución más desigual del ingreso. Entre los elementos principales que caracterizan las áreas de consenso de los resultados obtenidos en parte de los estudios sobre este tema se encuentran: -

Los efectos de la volatilidad sobre el crecimiento económico de largo plazo son adversos.

-

Los determinantes fundamentales se pueden resumir en: perturbaciones externas reales y financieras (apertura comercial, financiera y de capitales), inflación, aspectos institucionales, interconexión global e inestabilidad en general de las políticas macroeconómicas (con énfasis en fiscal y monetaria).

-

Los resultados están en correspondencia con las características específicas de cada país o grupo de países.

-

Se evidencian un conjunto de comportamientos similares denominados “hechos estilizados” que han sido corroborados fundamentalmente para países desarrollados (Ejem. consumo más volátil que la producción y la renta).

Es importante destacar que tanto los estudios empíricos como los hechos estilizados han sido cuestiones menos abordadas para los países subdesarrollados. Por otra parte entre las características que dentro de las aéreas de disenso podemos destacar se encuentran: -

La significatividad de la influencia de la volatilidad en el crecimiento.

-

Existe ambigüedad en los resultados de las aplicaciones que se han hecho para países subdesarrollados.

-

Si resulta conveniente estudiar de manera integral o parcelada los efectos de la volatilidad en el crecimiento (lo cual significa si es necesario indagar en todos los determinantes o concentrase en estudiar a profundidad solo unos pocos, dado el nivel de complejidad que han ido alcanzando estos estudios).

-

Técnicas, indicadores y metodologías utilizadas para los estudios.

Si pensamos, entonces, en términos de encontrar una relación de determinado tipo entre el crecimiento económico y su volatilidad debemos tener en


Relación volatilidad cíclica-…

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cuenta las características específicas de la economía que se analice, así como los períodos objeto de estudio, ya que de ello dependerán los resultados. Debemos además definir el objetivo que se perseguirá con la aplicación, si será en función de determinar una relación bilateral, donde exponga sólo la relación volatilidad-crecimiento, o si se incluirán otros determinantes del crecimiento y su volatilidad, teniendo presente que en esa estrecha relación se comparten determinantes comunes sobre los cuales debe definirse bien el mecanismo de trasmisión que se activa ante la presencia de otras variables. En el presente estudio se pretende accionar sobre el primer objetivo, analizando sólo la relación existente entre el crecimiento económico de largo plazo y su volatilidad.

MÉTODOS DE EXTRACCIÓN DE SEÑALES

En este acápite describiremos algunos de los métodos de extracción de señales más frecuentes y explicaremos la metodología empleada mediante la cual se obtuvo el componente cíclico del PIB cubano. Las distintas metodologías para estimar los componentes inobservables de una serie de tiempo se basan fundamentalmente en el filtrado de los datos originales con que cuenta el investigador. El filtro entonces es una combinación lineal de las observaciones originales de la variable objeto de interés para distintos momentos del tiempo con el fin de obtener una señal deseada. El conjunto de metodologías o filtros para la extracción de señales se pueden concentrar en tres grandes grupos: los filtros empiricistas, los filtros pasabanda y los filtros basados en modelos; la diferencia fundamental entre dichas técnicas es la referencia a determinado modelo teórico de generación de datos, que contienen solamente los filtros basados en modelos. El filtro utilizado para este trabajo entra en el grupo de los pasabandas, sin embargo, en nuestra metodología aplicamos también un filtrado previo mediante una técnica basada en modelos, por lo que es en estos últimos –filtros pasabandas y basados en modelos– donde haremos un mayor énfasis.

FILTROS PASABANDA

Respecto a los filtros pasabanda podemos decir que su característica distintiva es que el analista debe determinar a priori el intervalo de frecuencias correspondiente al componente que se quiera investigar. El objetivo fundamental es encontrar un método útil para medir los ciclos económicos y que éste sea


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óptimo, es decir que cumpla con las especificaciones sobre ciclos asignadas por el investigador. Específicamente este filtro consiste en aplicar un caso particular de medias móviles bidireccionales simétricas, para no introducir desfases respecto a los datos originales, algo que finalmente logra; para alcanzar este objetivo el filtro se aplica en dos pasos, medición del ciclo y aislamiento del mismo a partir de la aplicación de promedios móviles a los datos (Flores Pizarro, 2004: 6). Los autores Baxter y King desarrollaron tres tipos de filtro: paso bajo, paso alto y pasabanda. El filtro paso bajo sólo mantiene los componentes que se producen en las frecuencias más bajas y se representa como LPk(p), siendo K el número de rezagos de promedios móviles y p la periodicidad mínima para el filtro. Por su parte, el filtro paso alto (HPk(p)) retiene solamente los componentes de los datos con periodicidad menor o igual a p. Es por ello que se espera recoja elementos más frecuentes en la serie como suelen ser los movimientos irregulares o estacionales. Por último el filtro pasabanda (Hbk(p, q)) aísla los componentes periódicos de la serie de tiempo que coinciden con una banda de frecuencia específica, donde p y q son los períodos máximos a incluir en el ciclo. El filtro de Baxter-King se construye a partir de la diferencia entre dos filtros 4 bajo . La aproximación óptima al filtro paso bajo ideal puede construirse en el dominio del tiempo a partir de medias móviles simétricas finitas. La representación de un filtro paso bajo ideal está dada por, χ

h( L) = ∑ J = − χ

hL

j

j

Donde hj constituyen los ponderadores del filtro y se obtienen mediante la inversa de la transformación de Fourier de la función de respuesta de frecuencia, lo que implica:

4

El desarrollo del filtro Baxter-King fue tomado de Badagián (2010).


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Relación volatilidad cíclica-…

ωJ ,J =0 π sen( jω j ) hj = , j = ±1,2,..., jπ h0 =

Siendo

ω J la menor frecuencia de corte del filtro paso bajo.

La imposibilidad de construir ese filtro conlleva a la búsqueda de una aproximación óptima, la cual se obtiene a través de una media móvil finita, donde el componente de tendencia surge de,

τ tBP =

k

∑a y

j =− k

j

t− j

= a ( L) yt

Y los ponderadores del filtro aj se obtienen resolviendo el siguiente problema de minimización, que no es más que minimizar la diferencia entre el filtro paso bajo ideal y su aproximación óptima, λ

min

(a )

2

∫λ β (ω ) − α (ω ) dω

-

j

β (ω ) es la función de respuesta de frecuencia del filtro paso bajo ideal, y α (ω ) es la función de respuesta del filtro aproximado. Donde,

Por tanto,

β (ω ) − α (ω )

2

es la función de pérdida o discrepancia que surge

de la imposibilidad de aplicar el filtro ideal, la cual proporciona igual ponderación a los errores al cuadrado para las diferentes frecuencias. Los autores demostraron que la solución está dada por,

h j si aj =   0 si

j = ±1, 2 ,..., K j>K

  


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Por tanto, el cálculo de la media móvil se realiza truncando el filtro ideal en el 5 rezago o el adelanto k . Es por ello que el aspecto trascendental en este tipo de filtros es el referido a la cantidad de rezagos a incluir, en tanto ellos determinan la precisión de los ponderadores. Entre mayor sea el número de rezagos en el promedio móvil mayor será la aproximación al filtro ideal, pero esto a su vez provoca una mayor pérdida de datos alrededor del valor de interés. De hecho la determinación por parte del investigador de escoger un mayor o menor número de rezagos puede traer como consecuencia la ocurrencia de los denominados efectos leakage y compression; el primero tiene lugar cuando el filtro incluye elementos que debió eliminar (mantiene las frecuencias que debió suprimir además de las que debe retener) y el segundo cuando se suprimen elementos que debieron incluirse (comprime frecuencias que debió mantener). No obstante estos efectos se reducen considerablemente al incluir un mayor número de rezagos lo que establece claramente un importante trade-off (Flores Pizarro, 2004: 8).

FILTROS BASADOS EN MODELOS

El último grupo de metodologías para la extracción de señales es el de los filtros basados en modelos, los cuales incorporan información sobre los procesos generadores de datos de la serie y sus componentes inobservables. Los métodos basados en modelos tienen en cuenta las características particulares de cada serie de tiempo estimando un modelo para cada variable. El planteamiento de éstos es más fiable y satisfactorio que el de los empiricistas, y la tendencia a su uso es creciente. Entre los diversos métodos disponibles se 6 encuentran el procedimiento TRAMO-SEATS (Maravall, 1994) . Para su aplicación se puede utilizar el programa DEMETRA desarrollado en Europa por la agencia Eurostat (Vidal & Fundora, 2004: 6). En sentido muy general estos filtros admiten la posibilidad de que cada uno de los componentes inobservables típicos de una serie de tiempo posea una naturaleza estocástica, lo cual representa una amplia ventaja respecto al resto de los filtros pues se ha comprobado la inestabilidad de los componentes al ser 5

Al procedimiento se le añade la restricción de que los ponderadores sumen uno para que el filtro sea capaz de producir series estacionarias. 6 En sus siglas en inglés significa: Time Series Regression with ARIMA Noise, Missing Observations and Outliers-Signal Extraction in ARIMA Time Series.


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modelados de forma determinista cuando las series son muy largas (Kamil y Lorenzo, 1998: 94). De esta manera estima un modelo para cada uno de los componentes inobservables de la serie de tiempo macroeconómica a través del método de máxima verosimilitud (Badagián y Cresta, 2003: 10).

METODOLOGÍA UTILIZADA PARA LA ESTIMACIÓN DEL COMPONENTE CÍCLICO

En la estimación del componente cíclico se utilizó una metodología similar a la empleada por Kamil y Lorenzo (1998). Se utiliza previamente el programa TRAMO-SEATS para extraer primeramente algunas señales de interés como pueden ser la serie desestacionalizada (aunque en nuestro caso esto no aplicará ya que trabajaremos con una serie anual), el componente irregular, la serie linearizada (una serie limpia de atípicos que el programa provee de manera automática que brindará información muy útil para que posteriormente el analista realice el análisis de intervención correspondiente) y por ultimo una serie tendencia-ciclo, que como su nombre lo indica contiene estos dos componentes. Este último componente posee una ventaja proporcionada por la utilización del TRAMO-SEATS, ya que permite ajustar un modelo ARIMA específico a la serie analizada, por tanto es un método que considera de manera explícita las características específicas del proceso generador de datos estimado de la variable en cuestión (Kamil-Lorenzo, 1998: 96). La extracción de los componentes se basa en las raíces de la parte autorregresiva del modelo ARIMA estimado para dicha serie (ver Anexo 2). Posteriormente aplicaremos el filtro Baxter-King sobre el componente tendencia-ciclo extraído. La elección de este filtro radica en las siguientes ventajas: -

La periodicidad de la serie analizada: para datos anuales otros tipos de filtros como el Hodrick-Prescott han demostrado resultados no satisfactorios.

-

La posibilidad de que el analista defina la banda de frecuencias a estimar: es una gran ventaja aunque los autores del filtro han demostrado también cuáles son las frecuencias óptimas para cada tipo de datos, en nuestro caso seguiremos ese patrón.

-

La flexibilidad que brinda en cuanto a la elección de K (número de rezagados a incluir) de modo que el analista pueda elegir contar con un mayor nú-


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mero de rezagos al inicio y final de la muestra o una mayor aproximación a un filtro ideal (mejor ajuste). -

La producción de series estacionarias.

Finalmente hallaremos la desviación estándar de ese componente cíclico comparándolo posteriormente con la tasa de crecimiento de largo plazo calculada para todo el período y para dos sub-periodos (1900-1959 y 1960-2009), de modo que nos permita diagnosticar la situación a partir del triunfo de la Revolución cubana, aunque perdamos número de observaciones para ello.

ESTIMACIÓN Y RESULTADOS

La estimación se realizó a la transformación logarítmica de la serie histórica del PIB cubano (1900-2009) a precios constantes de 1997 (grafico 1, Anexo 3). Se utilizó el programa de cómputo Eviews 5.1. La serie está conformada por los datos del PIB a precios constantes del año 1997 proporcionados por la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba (ONE), desde 1996-2009. Los datos desde 1900-1995 fueron tomados de la serie histórica del PIB a precios constantes de 1981 presentada por Vidal y Fundora (2004), realizándole un cambio de base a precios de 1997. Esto proporcionó la actualización de la serie en base al año 1997. Como comentamos anteriormente, el primer paso fue obtener algunas series de interés mediante la aplicación del TRAMO-SEATS, a excepción de la desestacionalizada ya que nuestros datos son anuales. Un resultado de interés al aplicar el programa para conseguir la serie linearizada, fue la obtención de una serie idéntica a la original (LPIB), lo que significa que no detectó atípicos (grafico 2, Anexo 3). Esto desde el punto de vista intuitivo no se esperaba debido a la existencia aparente de outliers significativos reflejados en el gráfico, situación que puede estar explicada por la asociación de algunos puntos críticos de las crisis a fases bajas del ciclo (teniendo en cuenta además que contamos con una serie extensa). Posteriormente se aplicó el filtro Baxter-King y se obtuvieron los componentes cíclicos para cada periodo analizado (gráficos 3, 4 y 5, Anexo 3). El resumen de las estadísticas incluida la tasa de crecimiento de largo plazo se presenta en la tabla 1 (Anexo 3). Como se puede apreciar, la tasa de crecimiento de largo plazo es casi constante, independientemente del periodo que se analice, en cualquier caso se en-


Relación volatilidad cíclica-…

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cuentra alrededor del 3% de crecimiento. Sin embargo, la volatilidad cíclica sí presenta variaciones en función del período que se analiza, corroborando la ambigüedad encontrada en algunos estudios respecto a la influencia cuantitativa de la volatilidad cíclica en el crecimiento económico de largo plazo. Parece comprobarse los efectos adversos de la volatilidad sobre el creci7 miento, pues en todos los casos la volatilidad puede ser clasificada como alta destacándose en el periodo pre-revolucionario con un valor levemente mayor al 5%, mientras que el periodo que menor volatilidad cíclica presenta es el periodo revolucionario, sin embargo no se observa una mejora en la tasa de crecimiento de largo plazo aun cuando la volatilidad es la más baja de los tres periodos analizados, lo que indica que no fue precisamente este factor el que incidió en el bajo crecimiento sino otros quizás no de carácter coyuntural.

CONSIDERACIONES FINALES

En el diagnóstico realizado para la economía cubana de la relación cuantitativa entre la volatilidad cíclica y el crecimiento económico de largo plazo se corrobora el impacto negativo que ésta tiene sobre el crecimiento, así lo afirman la mayoría de los estudios de este tema en economías subdesarrolladas. Sin embargo, no resulta saludable hacer comparaciones entre diferentes aplicaciones realizadas con diferentes herramientas o técnicas econométricas. Así mismo, los resultados pueden variar en función de los períodos que se analicen, pues dentro del propio periodo revolucionario, donde se presentó la menor volatilidad, existen otros sub-periodos de interés donde ésta puede comportarse de manera diferente, pero analizarlos desde la perspectiva de la volatilidad cíclica incrementaría una serie de limitaciones relacionadas con el tamaño muestral que tendríamos estar dispuestos a asumir. Se corrobora que la magnitud de la relación depende de las particularidades de cada caso, pues aun cuando la volatilidad se comportó de manera diferente en cada periodo de análisis la tasa de crecimiento se mantuvo casi constante en todos los periodos, lo cual ensombrece el análisis y conduce necesariamente a la búsqueda de otros factores que incidan en ese comportamiento o que puedan explicar ese bajo ritmo de crecimiento de largo plazo, donde en lo aparente no son mayoritariamente determinantes las fluctuaciones cíclicas. 7

Si tomamos para clasificarla de ese modo el valor más utilizado en los estudios de este tipo (2%).


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Esto puede llevar a un conjunto de reflexiones importantes. Al menos el nivel de volatilidad cíclica no ha de ser un freno para la implementación de reformas económicas importantes que son necesarios acometer y que pueden elevar los niveles de volatilidad cíclica y no cíclica (expresada como desviaciones de las tasas de crecimiento de las principales variables macroeconómicas) dado que supondrían una apertura mayor de las fuerzas productivas. Dígase un incremento de la inversión extranjera que dispare los niveles de inversión y de entrada de capitales, lo cual es un factor clave de “inestabilidad” en la literatura, debido a la exposición a los mercados de capitales internacionales; o reformas del mercado de trabajo, salariales, etc. que disparen la inflación; o reformas empresariales que flexibilicen la toma de decisiones respecto a la promoción de exportaciones y la importación, lo cual incrementa la posición abierta del país y es a su vez uno de los causantes de mayor consenso de la volatilidad. Cabría entonces preguntarse, ¿Es deseable reducir al mínimo la volatilidad si ello afecta las oportunidades de inversión de alto rendimiento y, por lo tanto, al crecimiento?, o ¿Es justificable una volatilidad elevada para un elevado crecimiento si afecta otras variables con un impacto directo sobre los niveles de vida como puede ser la inflación? Nosotros, debemos empezar por resolver las siguientes interrogantes ¿Cuál va a ser el objetivo fundamental a seguir, el crecimiento o la estabilidad? ¿Cuál es la definición precisa de estabilidad y cuáles son las mejores formas de mantenerla? Estas y otras muchas preguntas surgen ante estudios aplicados de este tipo y ante el reto que tenemos las economías subdesarrolladas de lograr un crecimiento estable y sostenido para el desarrollo, reto que se multiplica ante los enormes desafíos de una economía que intenta construir un proyecto social diferente.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Badagián, A. L. (2010), Materiales del curso Extracción de señales macroeconómicas, Diplomado en Métodos Estadísticos y Econometría, Universidad de la República de Uruguay-Universidad de La Habana, Cuba Badagián, A.L.,& Cresta, J. (2003), “Fluctuaciones cíclicas en las variables fiscales de los países del MERCOSUR”, UDELAR-Uruguay – CADEP-Paraguay. Banco Mundial (2008), Informe sobre el crecimiento. Estrategias para el crecimiento sostenido y el desarrollo incluyente, Banco Mundial y Mayol Ediciones SA., Colombia. CEPAL (2008), Estudio económico de América Latina y el Caribe, Naciones Unidas, Santiago de Chile.


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Fanelli, José María (2009), Volatilidad, ciclo y política fiscal en América Latina, CEPAL. Fernández, O. (2011), “En torno a la noción de modelo económico: Ideas preliminares”, Revista Universidad de la Habana, 272, La Habana. Flores Pizarro, M. (2004), “El filtro Baxter-King, metodología y aplicaciones”, Documento de Trabajo del Banco Central de Costa Rica DIE-NT-01, Departamento de Investigaciones Económicas. Hernández Montero, A. (2009), Vínculo crecimiento y volatilidad. Experiencias para Cuba, Tesis en opción al grado Científico de Doctor en Ciencias, La Habana. Kamil, H., & Lorenzo, F. (1998), “Caracterización de las fluctuaciones cíclicas en la economía uruguaya”, Revista de Economía, Segunda época, Vol. V, No. 1. Ramey, Garey y Ramey, Valerie A. (1994), “Cross-country Evidence on the link between Volatility and Growth”, Working Paper 4959, National Bureau of Economic Research (NBER). — “Estudios económicos de América Latina y el Caribe”, años: 2003-2004; 2006-2007; 2007-2008; 2009-2010, CEPAL Triana, J. (2012), ¿Hace falta una política para crecer?, Seminario Anual sobre Economía Cubana y Gerencia Empresarial (IDICT). Vidal, P., & Fundora, A. (2004), “Tendencias y Ciclos en el Producto Interno Bruto de Cuba: Estimación con un Modelo Estructural Univariante de Series Temporales”, 42 Aniversario de los Estudios de Economía en la Universidad de La Habana, Publicación electrónica del evento (ISBN 959-16-0289-0), La Habana. Perry, Guillermo; Servén, Luis (2001) “La volatilidad macroeconómica en América Latina: causas y soluciones”,; “Institutional causes, macroeconomic symptoms: volatility, crises and growth”, Acemoglu; Johnson; Robinson; Thaicharoen, 2002; “Vínculo crecimiento y volatilidad: Experiencias para Cuba”, Alina Hernández Montero, Tesis Doctoral, INIE, 2009.

ANEXO 1

Principales críticas asociadas al indicador global de medición de la actividad económica (PIB) -

Considera el producto creado enmarcado en un área geográfica, por lo que no considera el ingreso obtenido por actividades económicas extraterritoria-


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les. A su vez, registra el valor de todos los ingresos que se generan en el país, incluyendo el valor correspondiente a entidades extranjeras que luego lo retiran del territorio nacional. -

No toma en cuenta la desigualdad en la distribución del ingreso, por lo que indicadores de pobreza, poder adquisitivo y necesidades de la población quedan fuera de su alcance.

-

No discrimina entre actividades socialmente útiles y aquellas con efectos sociales negativos, por lo que también incorpora el valor creado en los casos de la producción y comercialización de drogas, la prostitución y el tráfico de personas y órganos, por citar algunos ejemplos.

-

No toma en cuenta el grado de afectación a los recursos naturales y el medio ambiente, lo cual trae implícito que el crecimiento económico desmedido viene acompañado de contaminación, explotación indiscriminada de recursos no renovables y un cambio climático inminente para las futuras generaciones.

-

No mide adecuadamente el aporte de los servicios sociales gratuitos, pues se concentra en aquellas actividades que generan un ingreso como contraparte de la actividad que realizan, dejando fuera la calidad o el impacto social que significa el hecho de que se pueda acceder a los mismos sin importar el nivel de ingresos del que los demande.

ANEXO 2

Modelo ARIMA ajustado por el TRAMO-SEATS MODELO FITTED NONSEASONAL P=1 SD=1 Q=0 PERIODICITY MQ= 1 MEAN= 0.365688E-01 SE= *******

SECOND PART: DERIVATION OF THE COMPONENTS SERIES TITLE: evtramo MODEL PARAMETERS (1,1,0)(0,0,0) PARAMETER VALUES PASSED FROM ARIMA ESTIMATION (TRUE SIGNS) THETA PARAMETERS 1.00 BTHETA PARAMETERS 1.00

ARIMA PARAMETERS PHI= -0.0310 SE= *****

(*) IN UNITS OF VAR(A) For all components is should happen that: -Var(Component) > Var(Estimator) -Var(Estimator) close to Var(Estimate)

PHI PARAMETERS -0.03 BPHI PARAMETERS 1.00


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CROSSCORRELATION BETWEEN STATIONARY TRANSFORMATION OF ESTIMATORS ESTIMATOR

ESTIMATE

TREND/SEASONAL 0.000 SEASONAL/IRREGULAR 0.000 TREND-CYCLE/IRREGULAR 0.290 SEASONAL/TRANS. 0.000 TREND-CYCLE/TRANS. 0.191 TRANS./IRREGULAR 0.956

0.000 0.000 0.292 0.000 0.194 0.959

ANEXO 3

Gráfico 1: Comportamiento del logaritmo del PIB cubano 1900-2009 11

10

9

8

7

6 00

10

20

30

40

50

60

70

80

90

LPIB

Fuente: Elaboración propia a partir de la salida de Eviews 5.1.

00


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Gráfico 2: Comportamiento de la serie del logaritmo del PIB cubano y la serie linearizada 1900-2009 11

10

9

8

7

6 00

10

20

30

40

50

60

70

80

90

00

Linearized series from TRAMO LPIB

Fuente: Elaboración propia a partir de la salida de Eviews 5.1.

Gráfico 3: Componente cíclico del PIB cubano 1900-2009 aplicando el filtro Baxter-King .12

.08

.04

.00

-.04

-.08

-.12 00

10

20

30

40

50

60

70

80

90

00

Fuente: Elaboración propia a partir de la salida de Eviews 5.1.


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Gráfico 4: Componente cíclico del PIB cubano 1900-1959 aplicando el filtro Baxter-King CYCLEBK .12 .08 .04 .00 -.04 -.08 -.12 1900

1910

1920

1930

1940

1950

Fuente: Elaboración propia a partir de la salida de Eviews 5.1.

Gráfico 5: Componente cíclico del PIB cubano 1960-2009 aplicando el filtro Baxter-King CYCLEBK .08

.04

.00

-.04

-.08

-.12 60

65

70

75

80

85

90

95

00

05

Fuente: Elaboración propia a partir de la salida de Eviews 5.1.


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Tabla 1: Comparación de los resultados obtenidos Periodo 1900-2009 1900-1959 1960-2009 Stsd. cicloBK 0.041758 0.051822 0.028009 rLP 0.032025 0.029512 0.030414 Std. Ciclo BK: es la desviación estándar del componente cíclico del PIB extraído mediante el filtro Baxter-King. rLP: Es la tasa de crecimiento de largo plazo del PIB Fuente: Elaboración propia a partir de la salida de Eviews 5.1.

“Serie histórica del PIB cubano 1900-2009” Años 1900 1901 1902 1903 1904 1905 1906 1907 1908 1909 1910 1911 1912 1913 1914 1915 1916 1917 1918 1919 1920 1921 1922 1923 1924 1925 1926 1927 1928 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935 1936 1937 1938

PIBcubano (base 97) 860,94 1270,57 1188,99 1593,43 1829,49 2159,28 1982,24 1883,30 1859,00 2183,58 2423,12 2237,39 2827,55 2669,60 2886,56 3672,86 3702,37 2836,23 2747,70 3058,40 3790,89 2959,47 3332,65 3716,26 3922,81 3362,16 2969,88 3337,86 2969,88 2945,58 2940,37 2640,09 2148,87 2192,26 2390,14 2674,80 3101,80 3495,82 2924,75

Años 1939 1940 1941 1942 1943 1944 1945 1946 1947 1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977

PIBcubano (base 97) 3112,21 2693,90 3820,40 3535,74 4375,84 5419,03 6708,70 8305,60 9425,16 8578,11 7592,20 8404,54 8815,91 8690,94 8690,94 8690,94 8690,94 8229,23 8460,08 8932,21 9110,99 8229,23 8357,67 8939,15 8956,51 10135,09 10595,06 10496,13 11560,14 11049,83 10976,93 12061,78 12457,53 13512,87 15161,84 16588,63 18034,52 19174,91 20888,11

Años 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

PIBcubano (base 97) 22561,38 23118,55 22642,96 26859,11 28452,54 30229,95 32505,53 33330,02 33362,99 32948,15 33767,43 33996,55 32995,01 29466,22 26055,46 22177,77 22337,46 22885,96 24679,00 25365,90 25406,30 26978,60 28574,30 29484,40 29904,50 31038,70 32829,80 36507,30 40912,20 43883,30 45689,90 46352,00

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de Vidal y Fundora, 2004 y ONE (Oficina Nacional de Estadísticas), varios años.


Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2013, Vol. XIX, No. 1 (ene-jun), pp. 103-121 recibido: 19-09-2012 / arbitrado: 25-09-2012

IMPORTANCIA DE LA INDUSTRIA AGROALIMENTARIA EN LA ECONOMÍA VENEZOLANA1 Alberto José Hurtado* Sadcidi Zerpa de Hurtado** ULA Resumen: El presente trabajo tiene como propósito valorar la importancia de la industria agroalimentaria (IDA) en la economía venezolana durante 1989-2008, mediante el cálculo del valor de indicadores tradicionales de producción y empleo, y el modelo de agricultura ampliada. Así explica el desempeño y situación de la IDA y se obtiene su verdadero aporte a la economía venezolana. El estudio arroja como resultado que para 1989-2008, el sector aportó 8,80% al PIB nacional; asimismo, destaca como sus principales actividades productivas, la elaboración de bebidas, molinería, productos de panadería, aceites, grasas vegetales y animales. Además infiere que para 1993-2008, aseguró 4,2 puestos de trabajo por cada 100 existentes en la economía. Palabras claves: Industria agroalimentaria, agricultura ampliada, producción, empleo.

1. INTRODUCCIÓN

El sistema agroalimentario (SA) se explica como el conjunto de actividades (de producción, transformación, comercio exterior) y de funciones (comerciales, de transporte y distribución) que concurren hacia la función alimentaria de una población determinada (Molina, 1995 citando a Malassis y Ghersi, 1992). El SA agrupa al conjunto de agentes económicos, sociales e institucionales que están vinculados al proceso que va desde la producción de alimentos hasta el consumo, incluyendo la comercialización, transformación y distribución. La evaluación de manera plena de la actividad agroalimentaria conlleva a la valoración de los subsistemas que describen los resultados de dicho proceso. Uno de esos subsistemas es aquel que comprende los procesamientos a los que se someten los productos agrícolas primarios para su transformación. En el mismo, se combina de manera fundamental el proceso productivo agropecuario 1

El presente artículo constituye un resultado parcial del trabajo realizado por los autores en el marco del proyecto de investigación denominado “El Sistema Alimentario Venezolano (SAV) a comienzos del siglo XXI”, financiado por la Cátedra Universidad de Los Andes (FACES-ULA) y el (BCV). *

**

ajhurtado@ula.ve / smzerpa@ula.ve


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con el industrial, para elaborar alimentos y materias primas destinadas a un mercado (Barsallo, 2002). La industria agroalimentaria (IDA) comprende todas las actividades manufactureras cuyo desarrollo está directamente relacionado con productos agrícolas. En este sentido, la IDA se explica como el sector que agrupa al conjunto de operaciones de transformación, conservación, preparación y acondicionamiento de los productos agrícolas, realizados en unidades de producción industrial. Representa el conjunto de actividades necesarias para la transformación de una o varias materias procedentes de la agricultura, ganadería, silvicultura o pesca, en uno o varios productos elaborados que pueden ser destinados al consumo humano, al consumo animal o a usos no alimentarios (Machado y Torres, 1987; Gil, 2005; Abreu y Ablan, 2007). La IDA es un componente del SA que lleva a cabo la transformación de la materia prima agrícola en productos procesados o semi procesados; referido a las actividades productivas relacionadas directamente con la producción de alimentos y otras ramas de transformación vinculadas con ésta y la comercialización (insumos, maquinarias y equipos, empaques, etc.) (Abreu et al., 1993; FAO, 1997). Desde esta perspectiva, la IDA se puede considerar como una actividad relevante por sus estrechos vínculos con el sector primario de la agricultura y con el de transporte, comercialización y distribución de alimentos, que derivan 2 en encadenamiento con referidas actividades por su capacidad para la generación de empleo, divisas y valor agregado. Asimismo la IDA, contiene un conjunto de características propias que admiten identificarla como una actividad importante dentro de cualquier economía, dado que permite: 1) reducir la perecibilidad de los productos y las pérdidas poscosecha; 2) reducir la estacionalidad de la oferta; 3) elevar el valor agregado de la producción primaria; 4) enriquecer el valor nutritivo y cambiar las características organolépticas de los insumos agrícolas; 5) desarrollar mayor flexibilidad en materia de escalas eficientes que otras ramas industriales; 6) permitir la integración de procesos de alta densidad de capital con procesos intensivos en trabajo; 7) desarrollar la capacidad para integrar u ordenar la actividad primaria, en la medida en que se trasladan a ésta aspectos propios de la lógica industrial (introducción de elementos como ritmo de trabajo, volumen de producción, grado de calidad y estandarización en las fuentes de abastecimiento); y 8) desarrollar la capacidad para transmitir la información sobre mercados, precios, tecnología, 2

Considerando como encadenamiento la capacidad para estimular que tiene la IDA. Dichos estímulos pueden ser: a) hacia atrás, cuando se promueve la ampliación de la actividad productiva de las materias primas necesarias en la IDA, y b) hacia adelante, cuando el producto final de la industria agroalimentaria opera como insumo para la producción de bienes en otra actividad económica.


Importancia de la industria agroalimentaria…

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financiamiento, por su capacidad para acceder más directamente a las fuentes y su interlocución y trato directo con quienes proveen la información (Schejtman, 1998: 15). La IDA representa una actividad cuyo desarrollo conlleva un conjunto de efectos positivos sobre la economía en general y sobre el SA en particular, dado que garantiza un aumento de la productividad agrícola, mejoramiento en la eficiencia del sistema de producción, distribución y consumo, desarrollo de nueva infraestructura física (productiva, de transporte y de comunicaciones), aumento del empleo y avances e innovaciones tecnológicas (López y Castrillón, 2007). Representa un medio de condiciones favorables para el logro de crecimiento económico sostenido y niveles de vida elevados. A partir de dicha importancia, el estudio de la IDA conlleva el uso de herramientas que permitan identificar su contribución real, a través del aporte que ésta realiza al valor agregado, la generación de empleo y la proporción de divisas de un país, evitando la subvaloración del papel que juega en la economía a través del desarrollo de análisis de datos de producción y ventas que sólo describen productividad de los factores, con lo que se limita el estudio al proceso de transformación, descartándose así el análisis de la información que explica el desarrollo de las actividades colaterales a la agroindustria. Es fundamental revisar los enunciados que permitan describir la magnitud de la IDA dentro de la economía, evaluando las diferencias en la percepción de su importancia estratégica para los países desarrollados y en vías de desarrollo, además de su relación con los problemas como la pobreza, la ecología y la migración del campo a la ciudad; a propósito de reconocer la interrelación que existe entre dicha actividad y el resto de la economía, con el fin de maximizar el aprovechamiento de las ventajas competitivas y reducir la percepción tradicional con base en la transformación de productos primarios (FAO, 2005; Heredia, 2006). En el presente trabajo se pretende valorar de manera integral la importancia de la IDA en la economía venezolana, mediante el análisis de los indicadores de producción y empleo tradicionales, y a través del modelo de agricultura ampliada (Trejos et al., 2004), para describir su verdadero aporte durante las últimas décadas.

2. METODOLOGÍA

Reconocer la importancia de la IDA en la economía venezolana necesita de la identificación de las actividades que componen su estructura productiva y de costos. La industria agroalimentaria en este trabajo comprende las actividades


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contenidas en la agrupación 15 de la Clasificación Industrial Internacional Uniforme (CIIU) utilizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la encuesta industrial. De esta manera, la IDA es representada dentro de las industrias manufactureras por la industria de productos alimenticios y bebidas. Dicha categoría contiene un número amplio de subcategorías, las cuales integran actividades diversas que van desde aquellas consideradas de tratamiento primario, como: a) la molinería, b) refinado de azúcar y c) fabricación de productos lácteos; hasta las vinculadas a la producción de bienes de consumo final como la elaboración de pan, chocolate y bebidas. De la consideración de éstas se logra identificar la distribución porcentual en la IDA del valor bruto de la producción y el empleo. En este orden de ideas, se compilan en primer término los indicadores de valor bruto de la producción y empleo agroindustrial, como indicadores de desempeño tradicionales, para identificar la situación de la industria agroalimentaria; de igual forma, se estudia la capacidad de ésta para generar empleo, divisas y su interrelación o encadenamiento con los demás sectores de la economía a través del modelo de agricultura ampliada (Trejos et al., 2004). Dicho modelo consiste en una metodología para medir el aporte real de la agricultura a la economía de los países, desde la identificación de todas las relaciones que referida actividad establece con el SA y los demás sectores de la economía. De esa idea, el modelo parte del concepto de agricultura ampliada, es decir, suma a la medición de los agregados agrícolas aquel conjunto de sectores interdependientes vinculados con el componente agrícola primario, de manera que se obtiene la medida del SA al cual pertenece (Hurtado, 2010 citando a Trejos et al., 2004). Tomando en cuenta todas las interrelaciones que tiene la IDA se puede emplear el modelo de agricultura ampliada para el análisis de su importancia. Para ello es necesario plantear el concepto de industria agroalimentaria ampliada (IDAA) como la suma a la medición de agregados de la industria agroalimentaria de todo el conjunto de actividades interrelacionadas con el componente industrial del SA. A partir del cual es posible identificar los encadenamientos que tiene con el resto de la economía, su papel como fuente de insumo, generador de divisas y su capacidad para aportar valor agregado. Partiendo de la contribución del producto interno bruto de la industria de productos alimenticios y bebidas (PIBIDA) a la economía (PIBIDA/PIB). El enfoque ampliado se identifica sumando el aporte estimado de la industria agroalimentaria ampliada (representado en el valor de las manufacturas derivadas de la IDA) al PIBIDA, desde donde se identifica el aporte total de la IDA ampliada (PIBIDAA), lo que permite identificar un nuevo indicador a partir del cociente


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Importancia de la industria agroalimentaria…

PIBIDAA/PIB, que constituye la real participación del componente industria agroalimentaria en la economía. Desde dicha idea se desarrolla el análisis del destino de la producción bruta y de los pagos que la agroindustria realiza a través del cálculo de los encadenamientos del sector con el resto de la economía por medio del uso de la matriz de contabilidad social (MCS). Los encadenamientos antes referidos se obtienen en el presente trabajo del uso de las MCS del Banco Central de Venezuela (BCV) como fuente consistente y actualizada de información. Para ello se dividió la economía en 4 sectores, los cuales son: 1) primario: compuesto por la agricultura, silvicultura y pesca; 2) agroindustria: fabricación de productos a partir de recursos agrícolas; 3) recursos naturales: extracción de materias primas; y 4) resto de la economía. A partir de ellos se analizó el destino de la producción de la agroindustria por medio de la siguiente identidad: Q = DI + I + CP + G + X – M

(1)

En donde: Q: producción bruta o valor bruto de producción; DI: demanda intermedia; I: inversión; CP: consumo privado de las familias; G: consumo del gobierno; X: exportaciones; y M: importaciones. Así mismo, el nivel de encadenamiento de la industria agroalimentaria con respecto al uso y asignación de los recursos se estudió a partir de su estructura de costos utilizando la siguiente ecuación: Q = II + L + K + T + I

(2)

Donde: Q: producción bruta; II: insumos intermedios; L: remuneración al factor trabajo; K: remuneración al capital; T: pagos al factor tierra; e I: impuestos netos de subsidios sobre la producción. Tomando en cuenta lo antes planteado, resulta primordial emplear la información existente sobre la IDA para desarrollar indicadores económicos de producción y empleo. Ello reconociendo que la elaboración y divulgación de indicadores de la economía nacional y sus sectores, tiene dificultades de generación e interpretación producto de la metodología de tratamiento, siendo necesario utilizar para el presente trabajo datos aportados por la encuesta industrial (INE, varios años) y los datos de la matriz de contabilidad social (BCV, varios años). A partir de ellos, se describen en primer lugar indicadores tradicionales de desempeño de la industria alimentaria, y seguidamente se desarrolla el modelo agricultura ampliada para medir de manera integral la contribución de la IDA a la economía del país.


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3. INDICADORES TRADICIONALES DE DESEMPEÑO: PRODUCCIÓN BRUTA Y EMPLEO

En términos de producción bruta, la industria agroalimentaria representó en promedio para el período 1989-2008, el 4,68% del producto interno bruto (PIB) de la economía venezolana. Dicho resultado se describe en una tendencia marcada al alza de la industria manufacturera de alimentos desde 1989 hasta 2003, que se explica por el cambio de patrón de respuesta que mostró la industria de alimentos en el contexto de apertura de 1989. Al menos hasta el año 1993 respondió al aumento de las importaciones de materias primas para la agroindustria y al volumen de ventas del sector, más la inversión en actividades de investigación y desarrollo técnico (Coles, 2002). De esta manera, el perfil de la IDA hasta 1993 (Cervilla et al, 2001: 21-23; Francés, 2007: 14) se define como la industria de commodities (insumos) alimentarios con base en: 1) aprendizaje técnico (en específico la automatización y equipos), 2) desarrollo de la investigación, 3) mercadeo y venta, y 4) mayor calidad y productividad, obteniendo así un perfil competitivo fundamentado en el desarrollo e innovación técnica, en contraposición a la IDA de 1989. Ello debido a que el rasgo competitivo de la agroindustria de 1989 se basó en la notable devaluación de 14,50 bolívares por dólar a 34 bolívares por dólar. Moreno (1998: 48-56) señala al respecto que, muy a pesar de que la política de apertura apuntó al fortalecimiento de la competitividad de la industria venezolana exigiendo como condición necesaria la modernización tecnológica del plantel productivo, la IDA en su mayoría no respondió a tales requerimientos, demostrándose la presencia de poca capacidad tecnológica y rezagos importantes respecto al avance tecnológico de la industria mundial. Cuadro 1. Aporte de la IDA a la economía venezolana Período 1989-1993 1994-1998 1999-2003 2004-2008 1989-2008

PIBIDA/PIB 4,46 4,76 4,83 4,67 4,68

Fuente: BCV, Sistema de Cuentas Nacionales, varios años. Cálculos propios.

Cuando la industria se enfrenta al gran “reviraje” de 1995, desarrolla un nuevo papel al abandonar las actividades de proceso basadas en la innovación, para convertirse en la industria de tipo franquicias o redes de distribución con el objeto de aprovechar el flujo de importaciones. En específico la empresa nacional de alimentos se reinventó y aprovecho sus redes de distribución para no abandonar el mercado venezolano (Francés, 2007: 16). Es por ello que se describe para el lapso 1994-1998 un incremento del aporte de la IDA al PIB hasta 4,76%.


Importancia de la industria agroalimentaria…

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Con la entrada del período 1999-2003 la industria de alimentos se vio envuelta en un entorno de negocios más duro, el Estado inicio su proceso de intervención y realizó importaciones sin pagar aranceles e impuesto, unido a la firma de acuerdos de comercio en detrimento de la IDA nacional, generó un crecimiento modesto de la agroindustria. Esta situación continuó en 2004-2008, dentro de un marco de políticas de cogestión, control de precios y de tipo de cambio, que aunado a la conflictividad política y social reinante ocasionó una disminución en 3 el aporte de la IDA a la economía hasta el nivel de 4,67% (Morales, 2009) . En términos de su aporte a la industria manufacturera (IDM), la agroindustria representó en 1989 el 20,95% de la producción bruta industrial. Los principales rubros de la IDA en cuanto al aporte a su producción bruta fueron durante ese año la elaboración de bebidas, con 19,21% y elaboración de productos de molinería con 16,96%, seguidos por la elaboración de productos lácteos (10,72%), la industria cárnica (10,23%) y la elaboración de productos de panadería (8,96%). Para 2004, la contribución de la agroindustria alcanzó el nivel de 19,83% de la producción bruta de la IDM, dicha disminución se debió principalmente a la caída en el aporte de la mayoría de los rubros, destacándose por su magnitud la baja en 33% de la contribución de la actividad elaboración de productos de molinería. A pesar de ello, las ramas elaboración de bebidas e industria cárnica, contribuyeron con 23,49% y 15,10% respectivamente. El ranking de las cinco ramas de mayor importancia para la agroindustria se completó para dicho año con las categorías elaboración de productos de molinería (11,42%), elaboración de alimentos preparados para animal (8,96%) y elaboración de productos lácteos (8,30%). De la comparación de estos resultados destaca, más allá de cambios en algunas posiciones, el aumento de 22% de la contribución de la rama elaboración de bebidas.

3

Ver también Giacalone, Hérnandez y Zerpa (2010).


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Cuadro 2. Distribución porcentual del valor bruto de la producción IDA

C Ó D I G O C I I U

Concepto Total IDM (miles de Bs.) IDA/IDM* 1511Industria cárnica 1512Elab. y conservación de pescados 1513Elab. y conserv. de frutas, Leg. y Horta. 1514Elab. de aceites, grasas veget. y animal 1520Elab. de prod. lácteos 1531Elab. de prod. de molinería 1533Elaboración de alimen. prepar. para animal 1541Elab. de prod. de panadería 1542Elab. de azúcar 1543Elab. de cacao, choco. y prod. confit. 1544Elab. de pastas y prod. farinaceos 1549Elab. de otros prod. alimenticios n.c.p. 155 Elab. de bebidas Total

1989 2004 19.787.252.564 22.609.571.475 20,95 19,83 10,23 15,10 1,75 2,26 5,09 2,49 7,39 5,51 10,72 8,30 16,96 11,42 7,88 8,96 8,96 8,15 3,88 5,88 3,46 1,29 4,47 2,25 ND 4,91 19,21 23,49 100 100

Fuente: INE. Encuesta Industrial (varios años). Cálculos propios. Nota: * Aporte de la IDA a la industria manufacturera. ND: No disponible.

Respecto al aporte de la IDA a la generación de valor agregado de la industria manufacturera venezolana, se destaca que 1989 contribuyó con el 16,06%. Las actividades más importantes de la agroindustria por el aporte a su valor agregado fueron elaboración de bebidas con 34,09%, elaboración de productos de molinería con 12,53% y elaboración de productos de panadería que reportó 9,47%, además de elaboración de aceites, grasas vegetales y animales con 8,28% y, elaboración y conservación de frutas, legumbres y hortalizas que reportó 6,53%. En 2004, la contribución de la industria agroalimentaria al valor agregado manufacturero disminuyó a 15,45%, ello debido a la disminución en el aporte de las ramas elaboración de bebidas y elaboración de productos de molinería. A pesar de este resultado las cinco actividades más importantes de la IDA por el aporte a su valor agregado fueron para ese año elaboración de bebidas (24,09%), industria cárnica (14,46%) y elaboración de productos de panadería (10,46%), seguidos de elaboración de productos lácteos (8,78%) y elaboración de productos de molinería (7,20%). A partir de estos resultados es importante destacar que para la IDA el valor agregado depende de los gastos de transformación y almacenamiento de las materias primas, así como de los precios y la calidad de éstas. Todo ello en la medida en que se toma en cuenta el grado de integración de la actividad con los demás componentes del sistema agroalimentario y con el resto de sectores de la economía (Connor y Schiek, 1997).


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Cuadro 3. Distribución porcentual del valor agregado IDA

1511 1512 1513 1514 1520 1531 1533 1541 C 1542 I 1543 I 1544 U 1549 155 C ó d i g o

Concepto Total IDM (miles de Bs.) IDA/IDM* Industria cárnica Elab. y conservación de pescados Elab. y conserv. de frutas, Leg. y Horta. Elab. de aceites, grasas veget. y animal Elab. de prod. lácteos Elab. de prod. de molinería Elaboración de alimen. prepar. para animal Elab. de prod. de panadería Elab. de azúcar Elab. de cacao, choco. y prod. confit. Elab. de pastas y prod. farinaceos Elab. de otros prod. alimenticios n.c.p. Elab. de bebidas Total

1989 2004 8.993.105.05010.423.656.659 16,06 15,45 5,74 14,46 1,68 3,12 6,53 2,83 8,28 5,24 4,00 8,78 12,53 7,20 4,60 7,71 9,47 10,46 3,74 6,95 4,84 1,93 4,49 1,85 ND 5,38 34,09 24,09 100 100

Fuente: INE. Encuesta Industrial (varios años). Cálculos propios. Nota: * Aporte de la IDA a la industria manufacturera. ND: No disponible.

Como actividad económica, la industria agroalimentaria representa una fuente de puestos de trabajo, aun estando en un país donde la concentración urbana, la renta petrolera y las políticas de sustitución de importaciones impulsaron el desarrollo de actividades productivas diversas (Ortega, 2007). Es por ello que resulta pertinente evaluar la contribución de la IDA al empleo directo de la economía. De la evaluación de la fuerza de trabajo que tiene la economía venezolana se constató que la industria agroalimentaria empleó en promedio 3,42 trabajadores del total de 9.237.805 que se emplearon en promedio durante 1993 y 2008. Dentro del contexto de las políticas de ajuste resalta que el aporte al empleo directo por parte del sector agroindustrial fue para el lapso 1993- 1997 de 3,45%, mientras que para el lapso 1998-2003 se constituyó en 3,53% representando un incremento de 2,32% justificado por el proceso de transformación de la actividad productiva basada en actividades de investigación y desarrollo por parte de la agroindustria, lo que impulsó inicialmente la sustitución de mano de obra por el desarrollo de técnicas y personal especializado para adaptar tecnología (Cervilla et al, 2001).


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Cuadro 4. Aporte de la IDA al empleo directo Período 1993-1997 1998-2003 2004-2008 1993-2008

EIDA/EE 3,45 3,53 3,27 3,42

Fuente: BCV. Anuarios de Estadísticas, Precios y Mercado Laboral, varios años. Cálculos propios.

El período 2004-2008 resalta por la caída del aporte del empleo agroindustrial al empleo directo de la economía en 7,37% respecto al lapso 1998- 2003. Ello en un marco de políticas de ajuste macroeconómico caracterizado por la generación de ahorro interno a través de la devaluación de la moneda y políticas de restricción monetaria, en pro de controlar la inflación, que junto a medidas de impedimento a la actividad empresarial generaron una reordenación en las inversiones del sector agroindustrial con la subsecuente disminución en el número de empresas y en el nivel de empleo (López y Navarro, 2007). Del total de empleos que generó la industria manufacturera nacional, el 20,66% correspondió al sector IDA en el año 1989. De manera que, la agroindustria venezolana estaba dentro de las tendencias que se visualizaban a nivel mundial, porque tal como plantea Fujii (2009), a finales de la década de los ochenta el sector representó el 10% del empleo manufacturero de los países desarrollados y una proporción mayor que alcanzó el 20% en los países en desarrollo. Los rubros más importantes dentro de la agroindustria por el aporte que realizan a su fuerza de trabajo fueron elaboración de productos de panadería con 23,84% del empleo agroindustrial, elaboración de bebidas con 16,15% e industria cárnica con 9,69%, además de elaboración de productos lácteos con 9,41% y elaboración de azúcar con 7,54%.


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Cuadro 5. Distribución porcentual del empleo IDA

C ó d i g o C I I U

1511 1512 1513 1514 1520 1531 1533 1541 1542 1543 1544 1549 155

Concepto Total IDM IDA/IDM* Industria cárnica Elab. y conservación de pescados Elab. y conserv. de frutas, Leg. y Horta. Elab. de aceites, grasas veget. y animal Elab. de prod. lácteos Elab. de prod. de molinería Elaboración de alimen. prepar. para animal Elab. de prod. de panadería Elab. de azúcar Elab. de cacao, choco. y prod. confit. Elab. de pastas y prod. farinaceos Elab. de otros prod. alimenticios n.c.p. Elab. de bebidas Total

1989 482.876 20,66 9,69 4,76 5,93 3,91 9,41 6,87 3,19 23,84 7,54 3,58 5,13 ND 16,15 100

2004 322.907 31,40 12,86 3,91 2,46 3,07 7,47 6,02 2,87 20,48 7,24 1,80 1,64 4,94 25,24 100

Fuente: INE. Encuesta Industrial (varios años). Cálculos propios. Nota: * Aporte de la IDA a la industria manufacturera. ND: No disponible.

El desarrollo de las actividades que conforman este componente del sistema agroalimentario venezolano conllevo, en 2004, a un aumento en la proporción de empleo manufacturero proveniente de la agroindustria hasta 31,40%. Con los nuevos empleos también cambió el aporte de las ramas agroindustriales a la fuerza de trabajo de la IDA, resaltando el aumento en 56,29% del aporte de la actividad elaboración de bebidas, y el incremento en 3,17% de la industria cárnica. En este sentido, las categorías más importantes por su aporte a la fuerza de trabajo de la IDA fueron la elaboración de bebidas (25,24%), elaboración de productos de panadería (20,48%), industria cárnica (12,86%), además de elaboración de productos lácteos (7,47%) y elaboración de azúcar (7,24%). De la comparación de los resultados destaca la disminución en 14% de la contribución de la actividad elaboración de productos de panadería.

4. AGRICULTURA AMPLIADA

Los resultados hasta ahora presentados permiten identificar la importancia de la industria agroalimentaria desde la valoración de los indicadores que explican sólo su proceso productivo, con lo cual se deja de lado la posibilidad de evaluar su proceso de asignación de recursos. Asimismo, se limita el estudio de los encadenamientos hacia adelante y hacia atrás de la actividad agroindustrial, razón por la cual no se analiza de manera integral el aporte de la IDA a la economía.


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A propósito de lo antes esbozado se aplica el modelo de agricultura ampliada para medir el aporte de la industria agroalimentaria a la economía, para ello se calculó la participación de la industria de productos alimenticios y bebidas en la economía (PIBIDA/PIB), además de ello se estimó el valor de las manufacturas provenientes del uso de la producción de la IDA, que sumados al índice PIBIDA permitió derivar el aporte de la industria agroalimentaria ampliada a la economía o real contribución de la IDA a la economía (valorado por medio de la razón PIBIDAA/PIB). Los resultados obtenidos se muestran a continuación. Gráfico 1. Evolución histórica de la contribución del PIBA y del PIBAA al PIB de la economía venezolana

Fuente: BCV. Sistema de Cuentas Nacionales, varios años. Cálculos propios.

Durante el período 1989-2008 el aporte promedio de la industria de productos alimenticios y bebidas a la economía (PIBIDA/PIB) fue de 4,91%, mientras que el aporte de la industria agroalimentaria ampliada fue de 8,84%. Dichos resultados describen que, en promedio, la contribución de la IDAA fue 1,80 veces lo que muestra el cociente PIBIDA/PIB. En este sentido, al considerar las interrelaciones del sector, se identifica el papel de las actividades productivas vinculadas a la IDA como generadoras de valor agregado.


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Gráfico 2. Evolución histórica del aporte de la IDA y la IDAA al empleo

Fuente: BCV. Sistema de Cuentas Nacionales, varios años. Cálculos propios.

Respecto a la generación de empleo, la actividad desarrollada por la industria de productos alimenticios y bebidas generó en el lapso 1993- 2008 en promedio 3,42% de los empleos directos de la economía venezolana, mientras que la industria agroalimentaria ampliada aportó 4,2 empleos por cada 100 puestos de trabajo existentes durante el mismo período. Al analizar el destino de la producción y de los pagos de la IDA se identificó el grado de importancia del sector para las actividades que lo abastecen (encadenamientos hacia atrás) y para aquellas que utilizan como materia prima productos agroindustriales (encadenamientos hacia adelante). En este sentido, empleando la ecuación (1) antes descrita, se explicó la producción bruta o valor bruto de la producción agroindustrial para el período 1997- 2005, obteniéndose los siguientes resultados: Cuadro 6. Destino de la Producción Bruta de la Economía en porcentaje por sector (1997-2005) Venezuela Total AA Primario Agroindustria Recursos Naturales Resto de la Economía Total

DI 42,77 58,61 37,49 44,15 39,52 40,41

CP 52,18 36,16 57,51 0,14 27,90 29,56

I 2,96 4,00 2,61 -2,02 13,50 10,57

G 0,30 0,11 0,37 0,00 11,27 8,61

X 1,79 1,12 2,02 57,73 7,81 10,84

M Q 3,87 100 2,63 100 4,28 100 0,63 100 3,32 100 3,20 100

Fuente: BCV. Matrices de Contabilidad Social (1997-2005).

De ellos se identifica que el componente industrial del SAV representa una fuente importante de insumos para otras actividades productivas, debido a que la demanda intermedia de productos agroindustriales absorbe 37,49% de la producción del referido componente. Asimismo destaca que 57,51% de los produc-


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tos elaborados por el sector se destinan al consumo privado de los hogares, lo cual, comparado con el aporte de la agricultura primaria (36,16%) y el resto de la economía (27,90%) resalta el valor de la industria agroalimentaria ampliada en la satisfacción de las necesidades del nuevo patrón de consumo de los venezolanos que destaca por la elevada importancia de los productos procesados, de manejo sencillo y de fácil y rápida preparación. Al mismo tiempo, como actividad generadora de divisas, la industria agroalimentaria ampliada destinó 2,02% de su producción para ese fin, reportando un nivel superior al generado por el componente primario del SAV (1,12%), pero representó un nivel significativamente inferior al aporte del sector recursos naturales (57,73%), lo que representa un punto de preocupación por lo poco diversificada de las exportaciones nacionales y la alta dependencia a la actividad petrolera. Respecto al indicador de inversión, se percibe que durante el lapso de estudio, la agroindustria destinó 2,61% de su producción para ese fin, representando un nivel inferior al del sector primario agrícola (4%) y al resto de la economía (13,5%), pero superior al realizado por el sector recursos naturales (-2,02%). De igual forma, del análisis del nivel de importaciones se deduce que 4,28% de la producción de la IDAA proviene del resto del mundo, y que sólo en 0,37% fue consumida por el sector público. De igual forma, se analizó la estructura de costos del sector a partir del uso de la ecuación (2) antes explicada, permitiendo de esta manera descubrir la importancia del mismo para impulsar las actividades de otros sectores. En este sentido, se obtuvieron los resultados que se muestran en el siguiente cuadro: Cuadro 7. Costos de la Producción Bruta de la Economía en porcentaje por sector (1997-2005) Venezuela Total AA Primario Agroindustria Recursos Naturales Resto de la Economía Total

II 54,20 44,13 57,55 33,81 44,95 45,54

L 12,44 13,76 12,00 15,00 22,56 20,34

K 9,34 14,47 22,89 4,29 8,21 8,08

T 22,60 26,89 10,58 45,46 20,80 23,06

I 1,43 0,77 1,66 1,44 3,48 3,02

Q 100 100 100 100 100 100

Fuente: BCV. Matrices de Contabilidad Social (1997-2005).

Las compras intermedias representaron para la agroindustria 57,55% de sus costos durante 1997-2005, constituyéndose en la actividad de la economía venezolana que más erogaciones monetarias realiza en materia prima. Respecto al pago de factores productivos, se observa que la IDAA destinó 10,58% de sus recursos a remunerar al factor tierra, 12% al factor trabajo y 22,89% al capital. De este último resultado es importante señalar, que dentro de la actividad agroindustrial el factor productivo que recibió el mayor pago fue el capital, debido


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a que la producción de bienes finales agroindustriales dentro del actual contexto de profundos y acelerados cambios tecnológicos requiere de un proceso de actualización constante, lo que se destaca en la proporción que estos representan de los costos totales del sector. Asimismo, como generador de valor agregado, el componente industrial de la agricultura venezolana permitió identificar para el lapso en estudio que por cada 100 bolívares obtenidos como producción, poco más de 47 bolívares representó valor agregado. Respecto al pago de impuestos, 1,66% de la estructura de costos del componente industrial del SAV se destina al pago de tributos, representando uno de los sectores que mayores erogaciones realizó por este concepto. De igual forma se identificó el efecto multiplicador para la generación de valor agregado de la IDAA, con el propósito de conocer los efectos que el entorno genera sobre el sector agroindustrial en particular y la economía en general. Para ello se desarrolló el modelo clásico de multiplicadores de MCS para identificar de manera directa las consecuencias de cambios (i.e. en la demanda de bienes y servicios importados) sobre la demanda de bienes y el ingreso de los hogares, el gobierno y las empresas. En este sentido, tal como se puede apreciar en los cuadros anexos, en 1997 un aumento de 100 bolívares en la demanda de la agroindustria generó un aumento de 263 bolívares en el ingreso de los hogares. Ya para el 2003, ese mismo cambio en el entorno generó un aumento de 178 bolívares en el ingreso de las familias que laboran en el sector, evidenciándose con esto una disminución en la capacidad de la IDA para reaccionar a situaciones coyunturales de la economía, de manera que al comparar con los otros sectores en que se dividió la economía genera preocupación puesto que la actividad agroindustrial disminuye su papel dinamizador del mercado laboral, a favor del sector primario de la economía y el de recursos naturales. En relación a los resultados antes presentados, se identificó el valor de la industria agroalimentaria tomando en cuenta los encadenamientos que ésta tiene con los demás sectores de la economía nacional, a partir de lo cual se resalta su importancia para la generación de bienestar de la nación y su capacidad para afectar de manera positiva al resto de la economía, debido a su papel como fuente de insumos, generador de valor agregado y fuente de divisas.


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5. CONCLUSIONES

Durante los últimos años la IDA ha mostrado su capacidad para adaptarse a los cambios evidenciados en la economía en general y en los mercados de productos agroalimentarios en particular, percibiéndose así su importancia al constituirse como actividad con interrelaciones claves con los distintos sectores de la economía. En este sentido, al tomar en cuenta la totalidad de encadenamientos que mantiene se evidencia un sector que generó en el lapso 1989-2008 el 8,80% del PIB nacional, además de representar la actividad de mayor aporte a la producción de la industria manufacturera. Por otra parte, se describe como una actividad con capacidad para generar empleo debido a que aportó en el período 1993-2008 4,2 puestos de trabajo por cada 100 existentes, resultado aunque modesto en la económica nacional, es significativo dentro de la industria manufacturera. Como generadora de divisas, la agroindustria muestra un comportamiento que describe la capacidad de la actividad para colocar sus excedentes en el mercado externo de acuerdo al entorno de políticas. En este sentido, la medición integral del aporte del componente industrial del SAV a la economía nacional fue posible al complementar los resultados obtenidos utilizando indicadores tradicionales de producción y empleo con la aplicación del modelo de agricultura ampliada propuesto por Trejos et al. (2004), dado que, aparte de la medición del impacto sobre el crecimiento de la economía, se identificó la proporción en que el sector contribuye a la generación de valor agregado, impulsa el ingreso de la población y se interrelaciona con los demás sectores de la economía.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Importancia de la industria agroalimentaria… ANEXOS

Anexo 1: Multiplicadores de la MCS Primario Agroindustria Recursos Naturales Actividades Primario Agroindustria Recursos Naturales Resto de la Economía Total Actividades Productos Primario Agroindustria Recursos Naturales Resto de la Economía Total Productos Ingreso Hogares

Resto de la Economía

1,160 0,150 0,010 0,480 1,940

0,134 1,284 0,008 0,405 1,825

0,006 0,025 1,080 0,440 1,570

0,016 0,060 0,040 1,780 1,960

1,160 0,050 0,008 0,600 1,900 1,740

0,415 1,315 0,020 1,395 3,135 2,630

0,010 0,020 1,080 0,680 1,790 1,600

0,240 0,305 0,100 6,270 7,220 2,290

Fuente: Banco Central de Venezuela. Matriz de Contabilidad Social (1997). Ingreso Hogares se refiere al ingreso de las familias y corresponde al sector denominado Privado de la MCS.

Anexo 2: Multiplicadores de la MCS Primario Agroindustria Recursos Naturales Actividades Primario Agroindustria Recursos Naturales Resto de la Economía Total Actividades Productos Primario Agroindustria Recursos Naturales Resto de la Economía Total Productos Ingreso Hogares

0,031 0,153 2,132 2,703

Resto de la Economía

1,149 0,287 0,039 0,153 1,628

0,260 1,211 0,050 0,302 1,822

0,264 0,657 1,038 0,254 2,214

0,777 1,968 0,379 8,162 11,287

1,543 0,405

0,343 1,851

0,350 0,935

0,373 1,007

0,060 0,300 2,554 1,782

1,113 0,269 2,666 2,566

0,096 3,284 4,760 6,113

Fuente: Banco Central de Venezuela. Matriz de Contabilidad Social (2003). Ingreso Hogares se refiere al ingreso de las familias y corresponde al sector denominado Privado de la MCS.


Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2013, Vol. XIX, No. 1 (ene-jun), pp. 123-142 recibido: 13-03-2013 / arbitrado: 16-04-2013

LA TEORÍA ECONÓMICA DEL DESARROLLO DESDE KEYNES HASTA EL NUEVO MODELO NEOCLÁSICO DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO José Gregorio Petit Primera* USB Resumen: Este trabajo tiene como objetivo general presentar una evolución histórica de la Teoría Económica del Desarrollo (TED) desde su nacimiento en los años cuarenta del siglo XX hasta el presente. La TED tiene como finalidad desentrañar las causas, los mecanismos y las consecuencias del crecimiento económico. Se hace referencia a la teoría keynesiana, al estructuralismo latinoamericano de la Cepal con Raúl Prebisch (1949), al enfoque de la dependencia y la influencia de Paul Baran (1959), al neoestructuralismo latinoamericano y la crítica al neoliberalismo y, finalmente se aborda a la nueva teoría neoclásica del crecimiento económico con los aportes de Robert Solow (1956), Robert Lucas (1988) y Paul Romer (1986). Palabras claves: Teoría económica, crecimiento económico, desarrollo económico, teoría keynesiana, estructuralismo, enfoque de la dependencia, neoestructuralismo, neoliberalismo

1. EL NACIMIENTO DE LA ECONOMÍA DEL DESARROLLO Y SUS PIONEROS

El objetivo de la teoría económica del desarrollo (TED) es desentrañar las causas, mecanismos y las consecuencias del crecimiento económico a largo plazo, especialmente en los países de renta per cápita baja (Bustelo, 1999). El Banco Mundial considera países en desarrollo a las naciones que tienen un ingreso per cápita bajo o medio, es un PIB por habitante inferior o aproximadamente el doble de la media mundial. La TED, también llamada economía del desarrollo, es pues la rama de la ciencia económica que se ocupa de los problemas de los países no desarrollados, así como de las políticas y estrategias necesarias para que esos países consigan superar esos obstáculos. La pérdida de fe en la idea neoclásica de que el libre mercado conducía a la economía al equilibrio y la toma de conciencia de los desastres provocados por la Gran Depresión de los años treinta y por la Segunda Guerra Mundial cambiaron sustancialmente el pensamiento social. Una de las manifestaciones de ese cambio fue una cada vez mayor preocupación por lo que en esos años se empezaron a llamar “economías subdesarrolladas”.

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josepetit@usb.ve


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La economía del desarrollo se constituyó formalmente en los años cuarenta. Antes los economistas se interesaron poco por las áreas atrasadas. Los clásicos (excepto Karl Marx) no se preocuparon por los problemas del atraso en las sociedades pobres de su tiempo, si bien es verdad que principalmente por falta de información. El paréntesis neoclásico desplazó el interés hacia los problemas de equilibrio (asignación de recursos e intercambio) y sus representantes no tuvieron ni siquiera una teoría del crecimiento. Incluso el keynesianismo inicial, hasta la llegada de los modelos de crecimiento de Harrod-Domar, Kaldor, Goodwin, Duesenberry, y otros, se interesó sólo por los problemas de inestabilidad y de desempleo a corto plazo en las economías desarrolladas. En realidad, la expresión moderna “desarrollo económico” (referida a países pobres o del Tercer Mundo) no alcanzó carta de naturaleza hasta después de la Segunda Guerra Mundial; los clásicos (de nuevo con la excepción, en este caso parcial, de Marx) hablaban de “progreso material”. Sólo Joseph Schumpeter (1978), en los primeros decenios del siglo XX, escribió sobre la teoría del desarrollo económico, pero con una visión preanalítica y referida únicamente a los países ricos. En los años veinte y treinta, la literatura colonial entendía el desarrollo en sentido transitivo: el desarrollo de los recursos minerales y agrícolas de las colonias. El rechazo de la macroeconomía, esto es, de la existencia de una única teoría económica válida para el análisis de cualquier tipo de situación real, fue lo que distinguió sobre todo a los primeros especialistas en desarrollo tras la Segunda Guerra Mundial (A. O. Hirschman, H. Leibenstein, W. A. Lewis, G. Myrdal, R. Nurkse, R. Prebisch, P. N. Rosenstein-Rodan, H.W. Singer, J. Tinbergen, etc., y, en menor medida, H. Myint, W. W Rostow o J. Viner). La incapacidad analítica de la teoría económica convencional para enfrentarse a los problemas de los países que empezaron a llamarse subdesarrollados a raíz de un informe de las Naciones Unidas de 1951, desembocó en la creación de un enfoque novedoso. El estudio de las economías subdesarrolladas exigía, en opinión de los pioneros del desarrollo un instrumental distinto del creado por y para el análisis de las economías desarrolladas. Esa apuesta por una reflexión teórica independiente del cuerpo convencional era el resultado lógico de la percepción de la especificidad estructural del subdesarrollo. En efecto, éste presentaba una estructura productiva más rígida y menos flexible que la de los países desarrollados. A las rigideces institucionales había que sumar la falta de flexibilidades económicas: la oferta de bienes y servicios era particularmente inelástica, de manera que no había respuesta rápida de la producción a los movimientos de los precios, y los propios mercados de esos


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bienes y servicios presentaban notables imperfecciones (ausencia de sustitubilidad perfecta entre factores, mercados que no se vaciaban, etc.) Durante la fase de los pioneros, desarrollo y crecimiento económicos eran términos idénticos. La primera gran obra sobre desarrollo fue el libro de Arthur Lewis (1959) “La teoría del desarrollo económico”. El objetivo declarado era el de acrecer la renta y la producción per cápita. Puesto que la población crecía mucho, el incremento de la renta nacional y del PIB debía ser también muy considerable. En general, los pioneros prestaron poca atención a los efectos distributivos y sociales de ese crecimiento, que normalmente consideraban que serían de pequeña importancia. A pesar de que hay una opinión muy extendida al respecto, los pioneros desatendieron ciertamente esa cuestión, pero no por una supuesta confianza en que los beneficios del crecimiento acabarían por filtrarse a los sectores sociales desfavorecidos, sino, por el simple hecho de que aumentar el ritmo de crecimiento ya era, de por sí, una tarea suficientemente complicada. Es más, cuando algunos de esos especialistas se interesaron por esa cuestión, tendieron a pensar que la desigualdad aumentaría en las primeras fases del desarrollo, tesis que posteriormente desarrollaría Simon Kuznets (1955). Sólo Gunnar Myrdal dedicó un capítulo entero de su primera gran obra sobre desarrollo: “An international economy: problems and prospects” (1956) a la idea de que era necesario promover cambios políticos y sociales que mejorasen los indicadores sociales. Mientras que el objetivo del desarrollo era el aumento sostenido de la renta per cápita, los medios para alcanzar tal fin eran, en términos generales, el fomento de la acumulación de capital y, más específicamente, la industrialización, la protección del mercado interior y la intervención del Estado. A mediados de los años sesenta se inició una nueva fase en la historia del pensamiento económico sobre desarrollo. A la importancia otorgada al crecimiento sucedió una preocupación por los objetivos propiamente dichos del desarrollo, esto es, por los fines (la mejora en la calidad de vida de la población) y no tanto por los medios (la expansión de la renta per cápita). Tal cambio implicaba, claro está, una distinta percepción de la naturaleza del proceso de desarrollo económico. El año 1969 fue el inicio formal de una etapa de preocupación por los aspectos sociales del desarrollo. La 11ª. Conferencia Mundial de la Sociedad Internacional para el Desarrollo (SID) se celebró en Nueva Delhi ese año, y el entonces director del Instituto de Estudios del Desarrollo (IDS) de la Universidad de Sus-


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sex, Dudley Seers, presentó allí las líneas maestras de un enfoque con un alto contenido social (empleo, distribución y pobreza), que luego daría lugar a la estrategia de las necesidades básicas. En su discurso de inauguración a la conferencia de Nueva Delhi de la SID, Seers (1969: 143) se distanció del pensamiento económico anterior sobre desarrollo: “Las preguntas que hay que hacerse sobre el desarrollo de un país son, por tanto, las siguientes: ¿qué ha ocurrido con la pobreza?, ¿qué ha ocurrido con el desempleo?, ¿qué ha ocurrido con la desigualdad?. Si todos esos tres problemas se han hecho menos graves, entonces se ha registrado sin duda un período de desarrollo en el país en cuestión. Si una o dos de esas cuestiones centrales ha empeorado, y especialmente si lo han hecho las tres, sería muy extraño llamar “desarrollo” al resultado, incluso si la renta per cápita ha crecido mucho. Esto se aplica también, claro está, al futuro. Un plan que no contenga objetivos para reducir la pobreza, el desempleo y la desigualdad difícilmente puede considerase como un plan de desarrollo”.

2. LA TEORÍA KEYNESIANA

En el siglo XX, cuando Estados Unidos y Europa experimentaban la crisis económica de 1929, surgen las teorías económicas del británico John Maynard Keynes con su “Teoría general del empleo, el interés y el dinero” (1936). Con este autor acaba el período de hegemonía absoluta del pensamiento neoclásico en economía, si bien la llamada “revolución keynesiana” fue parcial y pese a que el neoclasicismo resurgió con fuerza después de la Segunda Guerra Mundial con la llamada “síntesis neoclásico-keynesiana”. Keynes acabó con la idea de que una economía de mercado conduce automáticamente al pleno empleo. Esa pérdida de fe en los automatismos reguladores de la economía abrió la puerta a la necesidad de la política económica, esto es, de la intervención del Estado en la economía para alcanzar una situación de pleno empleo. Keynes se opuso a la tesis neoclásica de que el libre funcionamiento del mercado lleva a la economía al equilibrio, puesto que las crisis son siempre pasajeras. Este rechazo de la parábola de la mano invisible de Adam Smith y, sobre todo, de la formalización matemática que de ella hizo León Walras. En el modelo Keynesiano se establece que la renta y el empleo deben determinarse conjuntamente a partir del volumen de demanda global existente. Para mantener el volumen de renta y empleo debe de invertirse la diferencia entre la renta y el consumo, es decir el ahorro; de esta manera se identifica a la


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inversión como un multiplicador del empleo, pero si la inversión privada no es suficiente para alcanzar el nivel de ingreso de pleno empleo, entonces el Estado debe intervenir, a través del gasto público, para “llenar ese vacío”. En este sentido, el principal aporte de Keynes fue el reconocimiento de que los gastos públicos no son una interferencia en la inversión privada, sino su complemento. Por esto, a diferencia de las teorías clásicas, en el modelo Keynesiano el Estado queda incorporado en la actividad económica. La validez directa de la teoría keynesiana para los países subdesarrollados era muy limitada, ya que se trataba de un enfoque pensado desde y para las economías desarrolladas (Bustelo, 1999).

3. EL ESTRUCTURALISMO LATINOAMERICANO (1949-1957)

El pensamiento de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (Cepal) fue esencialmente estructuralista. Al adoptar un método de análisis histórico-estructural, la Cepal participaba de la corriente que abordaba los problemas económicos y sociales desde una perspectiva histórica (la formación, desde los tiempos coloniales, de la economía latinoamericana y el análisis de cambio de la dinámica del proceso de cambio en América Latina) y holista (desarrollo y subdesarrollo eran contemplados como un único proceso, al tiempo que el análisis desbordaba los aspectos meramente económicos para adentrarse en el estudio de los fenómenos sociales e institucionales). La corriente de estudios sobre desarrollo conocida como “pensamiento de la Cepal” se constituyó en los cuarenta y cincuenta como el primer cuerpo importante de doctrina sobre desarrollo originario del Tercer Mundo. El estructuralismo latinoamericano de la Cepal fue enormemente influyente en la teoría económica y las políticas de desarrollo en América Latina entre finales de los años cuarenta y mediados de los años sesenta. La reflexión de la Cepal sirvió de inspiración al desarrollismo latinoamericano, un conjunto de políticas keynesianas socialmente avanzadas que, combinado con el peculiar populismo de la Argentina peronista y del Brasil anterior al golpe militar de 1964, se convirtió en una teoría y una práctica política de gran trascendencia; además, el pensamiento de la Cepal sirvió de base para la creación del enfoque de la dependencia y fue la fuente que inspiró al neoestructuralismo y a la macroeconomía estructuralista de los años ochenta. La figura esencial de la corriente fue Raúl Prebisch (1949), quien desde principios de los años cincuenta reunió a un numeroso grupo de economistas y sociólogos latinoamericanos.


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La reflexión de esos especialistas tomó como punto de partida una profunda insatisfacción respecto de la teoría ortodoxa neoclásica, que la consideraban inadecuada para analizar la dinámica del desarrollo, especialmente en el Tercer Mundo, y que veían como simplemente legitimadora de una pauta contraproducente de cambio económico en América Latina, en el marco del denominado “modelo primario-exportador” (o de crecimiento “hacia afuera”). El pensamiento de la Cepal fue, por tanto, un enfoque alternativo autóctono surgido de una reinterpretación novedosa en las ciencias sociales latinoamericanas (Sunkel, 1980). Sus planteamientos más importantes fueron la elaboración del modelo centro-periferia (1949-1950), la interpretación del proceso industrializador latinoamericano (1949-1955), la elaboración de recomendaciones de políticas de desarrollo (1955-1960), el análisis de los obstáculos a los que se enfrentó la industrialización (1960-1963), la teoría estructuralista de la inflación (1953-1964) y la tesis del deterioro tendencial de la relación real de intercambio para los países exportadores de productos primarios (1949-1959). Desde la publicación del informe “El desarrollo económico de América Latina y algunos de sus principales problemas” (1949), redactado por Prebisch y considerado por Albert Hirschman como el “manifiesto de la Cepal”, se sentaron las bases del análisis centro-periferia. Tal enfoque descansaba en las tres ideas siguientes: 1.- Las estructuras productivas de los países centrales y de las economías periféricas son fundamentalmente distintas, por cuanto el centro se distingue por la homogeneidad y la diversificación, mientras que la periferia tiene una estructura heterogénea y especializada. La heterogeneidad (diferente del concepto ortodoxo de “dualismo”) se expresaba en la coexistencia de una agricultura de exportación de alta productividad y de una agricultura atrasada de subsistencia. La especialización (o desarticulación) se manifestaba en aspectos como la concentración de la exportación en unos pocos productos primarios; la ausencia, en la industria, de diversificación horizontal, complementariedad sectorial e integración vertical; la presencia de sectores modernos en forma de “enclaves”, sin apenas efectos internos de arrastre; y la existencia de una demanda interna de productos manufacturados básicamente abastecida con importaciones. 2.- Tales estructuras están relacionadas entre sí a través de la división internacional del trabajo. Lo importante de tal planteamiento residía no sólo en afirmar que desarrollo y subdesarrollo son procesos conectados entre sí en un único sistema económico mundial, sino también en la importante idea de que centro y periferia desempeñan funciones distintas y complementarias dentro de la división del trabajo a escala internacional. El primero se especializa en la pro-


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ducción y exportación de manufacturas, mientras que la segunda lo hace en la producción y exportación de productos primarios (alimentos y minerales). 3.- Esas relaciones entre centro y periferia son asimétricas, puesto que reproducen la disparidad entre sus estructuras productivas, reforzando el subdesarrollo de la periferia y aumentando su distancia respecto del centro. El libre comercio, en opinión de la Cepal, no sólo no reduce o corrige las desigualdades internacionales sino que las acentúa. Tal planteamiento suponía una crítica abierta del teorema Hecksher-Ohlin-Samuelson, que, basado en la teoría de las ventajas comparativas de Ricardo, afirmaba que el comercio internacional suponía un beneficio mutuo y generaba una tendencia hacia la igualación a escala mundial de las retribuciones de los factores de producción. La Cepal hizo una notable contribución a la historiografía económica de la industrialización latinoamericana de los años treinta y cuarenta. Desde la Gran Depresión de 1929 el crecimiento industrial de algunos países de América Latina, que anteriormente se había limitado a ser un mero apéndice de la actividad de exportación de productos primarios, se aceleró de manera considerable. La reducción de la demanda de importaciones de materias primas y productos alimenticios por parte del centro, junto con la caída de la relación real de intercambio para las economías que exportaban esos bienes, supuso una fuerte contracción de la capacidad para importar de los países latinoamericanos. Tal escasez de divisas generó una industrialización sustitutiva de importaciones (el reemplazo de las compras al exterior por producción nacional), que inicialmente fue sencillamente espontánea, esto es, una respuesta automática a una coyuntura internacional adversa. La industrialización fue especialmente pronunciada en Argentina, Chile y el sur de Brasil. Sin embargo, otros países más pequeños tuvieron que ajustarse a esa coyuntura mediante la deflación de la actividad económica interna. La Segunda Guerra Mundial supuso un segundo estímulo a la industrialización latinoamericana. La quiebra de suministros obligó a muchos países de la zona a acentuar la fabricación interior de numerosos bienes industriales. En suma, si la Gran Depresión redujo la capacidad de compra en importaciones, el conflicto bélico provocó sencillamente una caída de la oferta mundial de esos bienes. Ya en 1942, la Cepal propuso la industrialización como remedio a la adversa situación exterior. El objetivo era entonces promover la fabricación interna de bienes industriales de consumo de manera que la composición de las importaciones se alterarse a favor de los bienes de capital. Durante el decenio de los años cuarenta Prebisch (1949) promovió la industrialización como una estrategia


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deliberada de desarrollo. Había muchas razones que justificaban tal recomendación: los inconvenientes del modelo primario-exportador (caída de la relación real de intercambio, concentración del progreso técnico en los centros, etc.), menor vulnerabilidad externa de la pauta industrializadora, mayor generación de puestos de trabajo y de productividad laboral de la industria, y, por tanto, mayores salarios y aumento de la demanda interior. La heterogeneidad y la especialización eran inconvenientes de la periferia que generaban tendencias adversas, especialmente en el marco del modelo primario de orientación hacia afuera: desempleo crónico, desequilibro externo recurrente y deterioro de la relación real de intercambio. Era necesaria una transformación estructural mediante la industrialización. Puesto que no se podía confiar en que el crecimiento industrial espontáneo fuese sostenible a medio plazo (ya que se veía inhibido por la división internacional clásica del trabajo y obstaculizado por una larga serie de restricciones internas), debía ser el Estado quien dirigiese el proceso industrializador, la inversión pública, empresas estatales, estímulo y orientación de la inversión privada, protección comercial y controles de cambio debían ser ingredientes esenciales de esa “industrialización forzada”. Un keynesianismo radical se combinó con la defensa de la protección del mercado interior, ya que la diferencia de costes unitarios, debido a la baja productividad laboral en la industria (que compensaba sobradamente la brecha de salarios), hacía imposible consolidar el sector industrial en condiciones de libre comercio. Además, los déficits comerciales crónicos hacían también recomendable, en este caso en aras del control macroeconómico, restringir las compras al exterior. Puesto que la protección conllevaba un sesgo en contra de las exportaciones de manufacturas (siempre que no fuese compensada con incentivos a las ventas al exterior, necesidad que las primeras propuestas de la Cepal apenas contemplaron), el crecimiento industrial resultante debía estar necesariamente orientado “hacia adentro”, esto es, hacia el mercado interior. Un importante motivo adicional que hacía recomendable la industrialización por sustitución de importaciones (ISI) era el reemplazo, como centro principal de la economía mundial, del Reino Unido por Estados Unidos, cuya economía estaba mucho más introvertida.

4. EL ENFOQUE DE LA DEPENDENCIA (1957-1969)

A finales de los años cincuenta se produjo una reacción radical en el pensamiento sobre desarrollo. Con la obra “La política económica del crecimiento” (1959) del economista estadounidense Paul Baran, se inició una corriente teóri-


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ca que, distanciándose claramente de la evolución anterior de la disciplina, defendió básicamente tres ideas principales: 1.- El subdesarrollo no es una fase previa o una etapa anterior al desarrollo, sino un producto histórico del colonialismo y del imperialismo; tal planteamiento rechazaba deliberadamente, por tanto, la teoría de las etapas de Rostow. 2.- La dependencia es el rasgo distintivo de los países capitalistas subdesarrollados, y tal situación, originada por el carácter nocivo que ejercen las relaciones económicas internacionales en esos países, es un freno poderoso a su desarrollo. En otras palabra, el enfoque de la dependencia rechazaba lo que Hirschman (1980) llamó la pretensión del beneficio mutuo, que era defendida por la mayor parte de los pioneros. 3.- El capitalismo, lejos de ser un sistema históricamente progresivo, se había convertido en un obstáculo para el progreso del Tercer Mundo. Tal planteamiento entraba en contradicción, por tanto, con la opinión de Marx y de los teóricos marxistas del imperialismo (Vladimir Lenin y Rosa Luxemburgo). Las razones que explican la aparición del enfoque de la dependencia, que se haría popular en los años sesenta y setenta, especialmente en América Latina, con los trabajos, sobre todo, de André Gunder Frank, Samir Amín, Osvaldo Sunkel y Fernando Henrique Cardoso, pueden enumerarse de la siguiente manera: En primer término, los límites del proceso de lSI defendido por los pioneros, y en particular por la Cepal, impusieron un cambio de paradigma. En efecto, tal proceso, al menos en América Latina, se enfrentó, ya a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, con serios límites económicos (saturación y estrechez del mercado interior y fuertes desequilibrios de balanza de pagos), sociales (crecientes desigualdad y marginación) y políticos (la ISI nació como un proyecto nacionalista, pero acabó siendo apropiado por las empresas multinacionales). En segundo lugar, los años sesenta fueron un ambiente propicio para el asentamiento de teorías radicales: en Estados Unidos, la reacción contra el período de la caza de brujas del senador McCarthy, los movimientos por los derechos civiles, el inicio de la guerra de Vietnam; en el resto del mundo, la aparición de movimientos de liberación nacional (Cuba, Argelia, etc.); la ruptura de China con la URSS y el asentamiento de una tercera vía entre la capitalista y la burocrática; el creciente autoritarismo de muchos regímenes en el Tercer Mundo, etc.


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En tercer lugar, algunos economistas latinoamericanos se rebelaron contra los límites teóricos del estructuralismo de la Cepal y del desarrollismo al que dio lugar, en particular la defensa de la industrialización como remedio a todos los males, la parcialidad de unos análisis estrictamente económicos, o la resistencia a proponer cambios radicales. En cuarto término, la crítica que suscitaron la teoría de la modernización y, en particular, la teoría de las etapas de Rostov (1960), que negaba cualquier especificidad estructural al capitalismo subdesarrollado, provocó un movimiento pendular en dirección a planteamientos extremos. Finalmente, la reacción contra las viejas teorías marxistas del imperialismo y los planteamientos de la mayor parte de los partidos comunistas del Tercer Mundo hizo reflexionar a buena parte de la izquierda intelectual: el capitalismo parecía haber perdido su carácter progresivo, la descolonización no había producido los resultados esperados, y propugnar una lucha contra la llamada “alianza feudal imperialista”, en aras de una “revolución burguesa antiimperialista”, no era suficiente. El economista Paul Baran (1959) es considerado el padre del enfoque de la dependencia y en su obra “La economía política del crecimiento” planteó tres ideas novedosas: - Desarrollo y subdesarrollo son un único proceso: la acumulación de capital a escala mundial. El subdesarrollo es el producto histórico del desarrollo de los países imperialistas. La extracción de excedente de las colonias –y, más en general, de las economías subordinadas– no sólo favoreció la acumulación originaria de capital en las metrópolis sino que interfirió con el crecimiento natural de las áreas atrasadas, alterando para siempre su desarrollo potencial. - Esa agresión económica externa había configurado unas economías periféricas en las que el excedente resultaba en su mayor parte apropiado por el capital extranjero y desperdiciado en consumo improductivo, de resultas de la inserción dependiente del Tercer Mundo en la economía mundial. - El capitalismo, que había sido históricamente un factor de progreso respecto de los modos de producción precapitalistas, se había convertido en realidad en un “obstáculo formidable para el adelanto humano”. La única forma que tenían los países capitalistas periféricos de salir del subdesarrollo era mediante la revolución anticapitalista (la construcción del socialismo) y la ruptura con el mercado capitalista mundial (lo que luego se llamaría la desconexión). En palabras del propio Baran (1959:293) “El establecimiento de una economía socialista pla-


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nificada es una condición esencial, y de hecho indispensable, para lograr el progreso económico y social de los países subdesarrollados”. Con arreglo a la clasificación de Bustelo (1999: 147) pueden distinguirse tres grupos principales de teorías en el enfoque de la dependencia: - El planteamiento del desarrollo del subdesarrollo, que negaba la posibilidad misma de crecimiento económico sostenido (y por ende de desarrollo) en la periferia capitalista, en la que únicamente se podría producir la perpetuación del subdesarrollo. Esta corriente neomarxista tuvo como exponentes principales a A. G. Frank, S. Amin, Theotonio Dos Santos y R. M. Marini, entre muchos otros. - La reformulación en clave dependentista de los planteamientos de la Cepal, para ilustrar los obstáculos externos e internos que, debidos a la inserción dependiente, impedían un desarrollo nacional en América Latina. Esta segunda escuela se distinguía de la primera en que criticaba la tesis del estancamiento inevitable. Admitiendo la posibilidad de crecimiento económico, postulaba una contradicción inevitable entre dependencia y desarrollo nacional. Los principales autores de ese grupo fueron Celso Furtado, Osvaldo Sunkel, María Concepción Tavares y Aníbal Pinto, entre otros. - La tesis del desarrollo dependiente, la más sofisticada del enfoque, que afirmaba que la dependencia no hacía imposible el desarrollo de la periferia, sino que lo condicionaba hasta el punto de generar contradicciones y desigualdades específicas al capitalismo periférico. La obra pionera de F. H. Cardoso y E. Faletto “Dependencia y desarrollo en América Latina”, publicada en 1969, es el exponente más significativo de ese planteamiento. Esa tercera “lectura” del enfoque de la dependencia fue la adoptada, por lo común, en los países anglosajones, cuyos especialistas recelaban del simplismo del planteamiento radical y del localismo de los dependentistas de la Cepal. Autores como P. Evaris, T. B. Gold o G. Gereffi han defendido esa teoría en Estados Unidos.

5. EL NEOESTRUCTURALISMO LATINOAMERICANO Y LA CRÍTICA AL NEOLIBERALISMO

El origen del neoestructuralismo en Latinoamérica reside en la propia evolución de las ciencias sociales latinoamericanas en los años ochenta. Las políticas de estabilización y ajuste inspiradas por el credo neoliberal desataron un profundo rechazo, no sólo por sus efectos recesivos sino también por su carácter socialmente regresivo. Entre 1980 y 1992 la renta per cápita de América Latina y el Caribe se redujo de forma apreciable. Entre 1980 y 1990 el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza aumentó del 35% al 37%, mientras que el


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número absoluto de personas pobres pasó de 170 millones (43% de la población total) a 196 millones (46% de la población total). El agravante es que la mayoría de la población pobre se encuentra ahora en las ciudades. La distribución de la renta y de la riqueza se hizo más desigual, especialmente en Brasil y Colombia. Además, la realidad latinoamericana de los años ochenta se caracterizaba por diversos rasgos estructurales de gran importancia, que Rosales (1988) agrupa en los tres siguientes: - Un modelo de inserción externa que conlleva una especialización internacional “empobrecedora”. - Una estructura productiva cada vez más desarticulada, vulnerable, heterogénea, concentradora del progreso técnico y generadora de desempleo. - Una pauta social excluyente, con unas crecientes concentración de la renta y de la riqueza, pobreza y marginación. Ante tal situación, los economistas latinoamericanos críticos con el análisis económico neoclásico (radicalizado en neoliberal en el caso de América Latina) empezaron a recuperar el pensamiento de la Cepal. La teoría económica ortodoxa era, a todas luces, inapropiada para dar respuesta a los retos del desarrollo. Como ha expuesto Sunkel (1994), varias características de esa teoría debían y podían ser puestas en entredicho: individualismo metodológico, concepción del mercado como una categoría abstracta y universal, afirmación de que las imperfecciones del Estado son siempre mayores que las del mercado, análisis circunscrito a los problemas económicos en sentido estricto, formalismo matemático, etc. Frente a ese enfoque, el neoestructuralismo recuperó el pensamiento de la Cepal, especialmente a partir de los primeros años noventa, en una coyuntura internacional e intelectual más propicia: cambios en las políticas de Estados Unidos, después de las presidencias de Reagan y Bush, y en cierta medida también en la Unión Europea, con los intentos del ex presidente de la Comisión J. Delors por impulsar políticas de empleo; desarrollo de la corriente de la socioeconomía en el mundo anglosajón; cambio de enfoque en el Banco Mundial hacia posiciones menos liberales; reacción de muchos economistas convencionales, incluidos algunos premios Nóbel, ante el monopolio intelectual cada vez más asfixiante de la ortodoxia más radical, etc. Los neoestructuralistas insisten en la acción social en grupos colectivos, en las características estructurales e institucionales propias y distintas de cada país,


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en el contexto histórico en el que se desarrolla su economía, en la persistencia y amplificación de las imperfecciones del mercado, y en la necesidad de tratar aspectos sociales, políticos y medioambientales. Frente a las pretensiones de hegemonía intelectual de la economía neoclásica y de la nueva macroeconomía clásica, el neoestructuralismo hace gala de lo que considera un saludable eclecticismo, en el que tienen cabida la economía política clásica, el pensamiento keynesiano, algunas aportaciones de la Economía del Bienestar, otras ciencias sociales o el ecologismo. Tal recuperación actualizada del pensamiento de la Cepal es el rasgo distintivo más sobresaliente de la corriente neoestructuralista (Sunkel y Zuleta, 1990: 42): En la medida en que muchos de los planes de ajuste de uno y otro signo fracasaban y la crisis persistía, el neoestructuralismo comenzó a recurrir al legado positivo de un ideario propiamente latinoamericano y a nutrirse de él: el estructuralismo de las décadas de posguerra. No obstante, ese grado cercano a la identificación con las tesis estructuralistas originales y como consecuencia del cambio en las circunstancias históricas en que fueron formuladas, también se produjo una revisión crítica de algunos de sus postulados con el fin de superar sus insuficiencias. Entre éstas destacan una confianza excesiva en las bondades del intervencionismo estatal, un pesimismo exagerado y demasiado prolongado en el tiempo respecto de los mercados externos y un manejo desaprensivo de la política económica de corto plazo que impedía dar respuestas oportunas y operacionales a los problemas de la coyuntura, especialmente por la subestimación de los aspectos monetarios y financieros.

En suma, los neoestructuralistas empezaron a tomar conciencia de la cada vez mayor pérdida del margen de maniobra de las políticas nacionales en la economía mundializada. Como señala Sunkel (1994), la creciente integración transnacional, especialmente en el campo financiero, la mayor influencia de los organismos internacionales en las políticas internas, la incidencia global sin precedentes de los desequilibrios monetarios y del nuevo proteccionismo de los grandes países desarrollados, han limitado en gran medida la libertad de maniobra de los países subdesarrollados. La propuesta de políticas económicas del neoestructuralismo se inspira en la estrategia de “Transformación productiva con equidad” y de “Desarrollo desde dentro” propuesta por la Cepal, a principios de los años noventa. Los objetivos son alcanzar un crecimiento económico sostenido mediante una inserción eficaz en la economía mundial, una generación suficiente de empleo productivo y reducción de la heterogeneidad estructural. Tales medios de-


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berían tener como resultado el alivio de la situación de pobreza extrema, la mejora en la distribución de la renta y el fomento de las libertades públicas. El requisito indispensable para lograr unas tasas apropiadas de crecimiento del producto total y per cápita es el respeto de los equilibrios macroeconómicos básicos. Esa necesidad no es objeto de debate, aunque sí resultan controvertidas las medidas de estabilización convencionales. La novedad a este respecto del neoestructuralismo es que propone: - Reducir la transferencia de capital hacia el exterior en concepto de servicio de la deuda, con medidas globales para reducir la carga que ésta supone. - Controlar el déficit presupuestario no sólo con restricciones en el gasto público sino también con aumento de los ingresos del Estado, mediante una reforma fiscal. - Aplicar las medidas de estabilización de manera gradual, excepto en el caso de enfrentarse a la hiperinflación, para que resulten socialmente aceptables y no pongan en peligro el crecimiento potencial. Además, el “desarrollo desde dentro” debe basarse en un nuevo impulso de la industrialización (Sunkel y Zuleta, 1990: 43): La línea estratégica del desarrollo “Desde dentro” retomar y superar el desafío industrializador original de Prebisch en torno a generar un proceso endógeno de acumulación y de absorción y generación de progreso técnico incluso por medio de la inversión privada extranjera que origine una capacidad de decisión propia de crecer con dinamismo. Tal concepción estratégica no está orientada, a priori, a favorecer la sustitución de importaciones, lo cual finalmente llevaría a un callejón sin salida. Por el contrario, en esta propuesta se dejan abiertas las opciones para orientar la industrialización desde dentro hacia los mercados internos y externos que se consideren prioritarios y prometedores en la estrategia de desarrollo a largo plazo.

El énfasis en que el crecimiento exportador es esencial es otra novedad de ese enfoque. Los neoestructuralistas proponen, a este respecto, un fuerte empujón inicial de las exportaciones, tanto primarias corno manufacturadas, para posteriormente concentrarse en aumentar la proporción de bienes que tengan a la vez una demanda internacional dinámica y un mayor valor añadido. Se afirma también que se trata de promover una competitividad “auténtica”, esto es, no dependiente sólo ni principalmente de los bajos salarios.


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6. LA NUEVA TEORÍA NEOCLÁSICA DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO: PROGRESO TÉCNICO, CRECIMIENTO ENDÓGENO Y CAPITAL HUMANO

Con los resultados del estudio de Robert Solow (1956) se rompe con la tradición de considerar que la acumulación del stock de capital sea el principal determinante del crecimiento económico. La conclusión principal de Solow fue que la acumulación de capital físico sólo explica una fracción del crecimiento económico. La consecuencia de esta conclusión fue la conveniencia de incluir un factor adicional que recogiera el conocimiento técnico. Dado que el progreso técnico no puede observarse de forma directa, Solow optó por calcular el cambio tecnológico de forma residual, una vez medidas las causas observables del crecimiento. Analíticamente, Solow detrajo del crecimiento del output las aportaciones del capital y del trabajo, y el resto, esto es el residuo, se consideró como el crecimiento aportado por el cambio tecnológico. En términos del producto por unidad de trabajo, Solow estimó el progreso técnico, esto es, el factor residual, como la diferencia entre el crecimiento observado del producto por trabajador y el crecimiento del capital por trabajador ponderado por la participación del capital en el producto. El procedimiento seguido por Solow muestra que en realidad el factor residual es una medida de nuestra ignorancia, pues se estima como parte del crecimiento que realmente no es explicado por los factores observables. Lo relevante de la aportación de Solow es el hecho de que sólo una pequeña parte del crecimiento de la renta por trabajador se podría explicar en términos de la acumulación de capital físico, lo que dejaba un residuo excesivamente grande y determinaba que el progreso técnico, cualquiera que sea la forma en que se concrete, fuese el motor principal del crecimiento económico. Lucas (1988) y Romer (1986) establecen las bases de la “Nueva teoría del crecimiento”. Lucas parte del modelo neoclásico de Solow considerándolo “inadecuado” como modelo de desarrollo económico, por tanto, hace “adaptaciones” para incluir los efectos de la acumulación del capital humano, y lo propone como motor de crecimiento alternativo al modelo de Solow. Dicha propuesta, es muy cercana a los modelos de Arrow (1962) y Romer (1988), además, define como formación de capital humano la escolaridad, el entrenamiento en el trabajo y el “aprendizaje haciendo”. Lucas plantea que la teoría neoclásica, tal y como se encuentra, no es una teoría de “desarrollo económico” útil por su “evidente incapacidad” para explicar la variación del crecimiento entre los países y las erróneas predicciones neoclásicas, de que “el comercio internacional debería inducir con un movimiento rápi-


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do a la igualdad de la relación capital-trabajo (K/L) y de los precios de los factores”. Retoma de Theodore W. Schultz y Gary S. Becker el concepto de capital humano que elaboraron en los primeros años de los sesenta, al igual que los modelos de Arrow, Uzawa y Romer, y lo define “simplemente como el nivel general de destreza de un individuo”, de tal modo que un trabajador con capital humano puede ser el equivalente productivo de dos trabajadores. Se observa, a estas alturas, a mitad de los ochenta, que hay simbiosis o complementación de las aportaciones fundamentales: Solow parte del modelo Harrod-Domar, pero lo critica y aporta la influencia decisiva del cambio tecnológico a la teoría del crecimiento a largo plazo. Dicha tesis se mantiene firme durante varios años, y es retomada por Romer, que la critica y endogeniza, además de agregarle el “conocimiento” y el “capital humano”, al igual que Lucas, en modelos con supuestos distintos a la base neoclásica de Solow. Tanto Romer como Lucas retoman posiciones más antiguas, como la de Smith y de Marshall, y contemporáneas, como las de Arrow, Schultz, Becker. El resultado es una teoría endógena, en donde el crecimiento puede ser impulsado conscientemente conscientemente desde el cambio tecnológico, del desarrollo del conocimiento, de la educación, del aprendizaje, del capital humano en un mundo competitivo y de liberalización comercial, sin descartar los factores productivos tradicionales que siguen siendo secundarios, en la tradición de Solow.

CONSIDERACIONES FINALES

El objetivo de la teoría económica del desarrollo (TED) es desentrañar las causas, los mecanismos y las consecuencias del crecimiento económico a largo plazo, especialmente en los países de renta per cápita baja. La TED, también llamada economía del desarrollo, es pues la rama de la ciencia económica que se ocupa de los problemas de los países no desarrollados, así como de las políticas y estrategias necesarias para que esos países consigan superar esos obstáculos. La economía del desarrollo se constituyó formalmente en los años cuarenta. Antes los economistas se interesaron poco por las áreas atrasadas. Los clásicos (excepto Karl Marx) no se preocuparon por los problemas del atraso en las sociedades pobres de su tiempo, si bien es verdad que principalmente por falta de información. En realidad, la expresión moderna “desarrollo económico” (referida a países pobres o del Tercer Mundo) no alcanzó carta de naturaleza hasta después de la Segunda Guerra Mundial los clásicos (de nuevo con la excepción, en este caso parcial, de Marx) hablaban de “progreso material”. En los años veinte y treinta, la


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literatura colonial entendía el desarrollo en sentido transitivo: el desarrollo de los recursos minerales y agrícolas de las colonias. En general, los pioneros prestaron poca atención a los efectos distributivos y sociales de ese crecimiento, que normalmente consideraban que serían de pequeña importancia. A mediados de los años sesenta se inició una nueva fase en la historia del pensamiento económico sobre desarrollo. A la importancia otorgada al crecimiento sucedió una preocupación por los objetivos propiamente dichos del desarrollo, esto es, por los fines (la mejora en la calidad de vida de la población) y no tanto por los medios (la expansión de la renta per cápita). En 1929 cuando Estados Unidos y Europa experimentaban la crisis económica surgen las teorías económicas del británico John Maynard Keynes. Con este autor acaba el período de hegemonía absoluta del pensamiento neoclásico en economía, si bien la llamada “revolución keynesiana” fue parcial y pese a que el neoclasicismo resurgió con fuerza después de la Segunda Guerra Mundial con la llamada “síntesis neoclásico-keynesiana”. Keynes acabó con la idea de que una economía de mercado conduce automáticamente al pleno empleo. Esa pérdida de fe en los automatismos reguladores de la economía abrió la puerta a la necesidad de la política económica, esto es, de la intervención del Estado en la economía para alcanzar una situación de pleno empleo. Keynes se opuso a la tesis neoclásica de que el libre funcionamiento del mercado lleva a la economía al equilibrio, puesto que las crisis son siempre pasajeras. Este rechazo de la parábola de la mano invisible de Adam Smith y, sobre todo, de la formalización matemática que de ella hizo León Walras. La corriente de estudios sobre desarrollo conocida como “pensamiento de la Cepal” se constituyó en los años cuarenta y cincuenta como el primer cuerpo importante de doctrina sobre desarrollo originario del Tercer Mundo. El estructuralismo latinoamericano de la Cepal fue enormemente influyente en la teoría económica y las políticas de desarrollo en América Latina entre finales de los años cuarenta y mediados de los años sesenta. La reflexión de la Cepal fue insumo de inspiración al desarrollismo latinoamericano, un conjunto de políticas keynesianas socialmente avanzadas que, combinado con el peculiar populismo de la Argentina peronista y del Brasil anterior al golpe militar de 1964, se convirtió en una teoría y una práctica políticas de gran trascendencia. Además, el pensamiento de la Cepal sirvió de base para la creación del enfoque de la dependencia y fue la fuente que inspiró al neoestructuralismo y a la macroeconomía estructuralista de los años ochenta.


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Finalmente, la teoría neoclásica del crecimiento de Solow rompe con la tradición de considerar que la acumulación del stock de capital sea el principal determinante del crecimiento económico. Su conclusión principal fue que la acumulación de capital físico sólo explica una fracción del crecimiento económico. La consecuencia de esta conclusión fue la conveniencia de incluir un factor adicional que recogiera el conocimiento técnico. No obstante, Lucas y Romer hacen “adaptaciones” para incluir los efectos de la acumulación del capital humano, y lo propone como motor de crecimiento alternativo al modelo de Solow.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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ANEXO 1

Crecimiento y desarrollo: semejanzas y diferencias Criterios e indicadores Producto real por habitante Elevada y creciente relación Capital/Producto... Aumento sostenido de la capacidad productiva existente Aumento de la productividad por habitante y por unidad de producto Distribución progresiva del ingreso Desarrollo social y humano Oportunidades reales de bienestar individual…. Movilidad social Difusión de los beneficios del progreso técnico. Democracia integral Urbanización equilibrada Estilo racional de vida Estabilidad macroeconómica Elevado nivel cultural

Crecimiento X X X X X X X X X X X X X X

Fuente: Maza Zavala (1993: 42). Nota: pueden existir otros indicadores y criterios; los mencionados son importantes e ilustrativos.

Desarrollo X X X X X X X X X X X X X X


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ANEXO 2

La ruta al desarrollo Estancia 4 económico Estancia 3 Crecimiento Estancia 2 Diversificación de las sostenido. El ingreso real por habitante supera Estancia 1 El Estado establece exportaciones-Fuerte Estancia 0 Ocurre un desarrollo industrias básicas 7 en Crecimiento del sector ampliamente el promedio mundial. Distribución del secundario. Capacidad con nuevos torno a las cuales se La economía tiene una agrícola base agrícola tradicional, cultivos, se renueva la forman polos de creci- para transformar tecnolo- ingreso aproximado al agraria. miento. Se desarrolla un gía. Se fortalece la índice de mayor equidad. aunque puede tener estructura empresarial integración interna de la Alto nivel de vida, Avanaptitud para exportar Nuevos productos del sector Crecimiento zado desarrollo institucioalgunos productos campo se incorporan a la dinámico y con capacidad economía. Democracia agrícolas, pesqueros, exportación. Se dinamiza innovadora. El Estado sostenido del ingreso real nal. Aproximaobras de por habitante con distribu- participativa. mine- ros y forestales. la industria manufacture- acomete ción al equilibrio social. Actividad artesanal y ra. Se amplía el mercado infraestructura importan- ción progresivo. Elevación del nivel cultural. Elevado tes. Impulso a los serviinterno y se acelera el manufacturera sencilla. proceso de cios de salud, educación, índice de empleo productienergía, finanzas. vo. Alto coeficiente de urbanización. Difusión de tecnologías capital activo. Desarrollo de las instituciones modernas. políticas, jurídicas y sociales. Tiempo: Plazo ultralargo

Fuente: Maza Zavala (1993: 55).

ANEXO 3

Impulso

Ruptura

INTENSIDAD DEL TIEMPO

Crecimiento autosostenido Cambio Se- Diversificación de cundario las exportacioEl Estado nes-Fuerte Crecimiento del establece sector secundaindustrias Cambio Capacidad básicas 7 en rio. Inicial torno a las para transformar Se Ocurre un cuales se tecnología. desarrollo forman polos fortalece la inteagrícola con de crecimiento. gración interna de economía. nuevos cultivos, Se desarrolla la se renueva la un sector Crecimiento sostenido del Estancamiento estructura empresarial agraria. Nuevos dinámico y con ingreso real por primario habitante con productos del capacidad campo se enco- innovadora. El distribución ró Estado moderurbanización. nas. TIEMPO Fuente: Maza Zavala (1993: 55).

UMBRAL

El umbral del desarrollo


Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2013, Vol. XIX, No. 1 (ene-jun), pp. 143-166 recibido: 12-04-2013 / arbitrado: 05-05-2013

LAS TRANSICIONES COMO HISTORIA GLOBAL: UNA PERSPECTIVA DESDE AMÉRICA LATINA Carlos Riojas1 UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA, DEPARTAMENTO DE ESTUDIOS REGIONALES (CUCEA), MÉXICO Resumen: 1989 es recordado por la caída del socialismo. Pero también es posible registrar hechos en América Latina susceptibles de compararse con los cambios en Europa Central y contribuir en la reconstrucción de una historia global. El objetivo es analizar cuáles eventos en América Latina se enmarcan en el proceso de transformación en torno a 1989. El texto se divide en cuatro partes, primero se presenta una panorámica general en América Latina; en las siguientes tres secciones se exponen los casos de Argentina, Chile y México y, por último, se propone fortalecer el diálogo entre ambos subcontinentes mediante una agenda de investigación. Palabras Claves: Cambio institucional, América Latina, reforma económica.

INTRODUCCIÓN

El año de 1989 es recordado tradicionalmente por la caída de los sistemas socialistas de tipo soviético en Europa Central; sin embargo, también es posible registrar diversos hechos históricos en América Latina, que al estudiarse de forma articulada en un ambiente de transformación institucional más amplio, sobresale la pertinencia de llevar a cabo un análisis comparativo entre ambos subcontinentes en el marco de sus respectivos procesos de cambio. Por lo tanto, consideramos que existen características comunes en las trayectorias dependientes (path dependencies) de América Latina y Europa Central en las dos últimas décadas del siglo XX, que nos motivan a reconstruir, bajo un enfoque comparado, esta serie de eventos como parte de una historia global; es decir, analizar estos hechos con base en una perspectiva de historia global deviene una tarea atractiva dado el intenso proceso de globalización, cuyo rasgo principal ha sido la transición de un mundo bipolar hacia otro multipolar. Nos referimos especialmente al surgimiento de nuevos actores y desafíos a escala internacional (Testot, 2008: 5-15). Corresponde a las características comunes que destacan, por ejemplo, la influencia del neoliberalismo en la implementación de las políticas públicas, lo que derivó en una agenda similar para enfrentar la transición sistémica en Europa Central y el ajuste estructural en América Latina; también encontramos coinci1

riojas.carlos@gmail.com


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dencias en sus herencias institucionales, tales como la supuesta promoción del bienestar mediante un estado centralizado, planificador y autoritario. Lo que posteriormente se reflejaría en rigideces organizacionales tendientes al estancamiento económico o la falta de un dinámico crecimiento en sectores productivos clave, así como, severos desajustes macroeconómicos en un ambiente que no promovía la diversidad como una forma de convivencia política y socioeconómica. Sin embargo los elementos clave que nos ayudan a entender mejor este análisis comparado son precisamente los eventos desencadenados en 1989, a partir de los cuales es posible promover un diálogo entre América Latina y Europa Central como una forma de contribuir a la reconstrucción de una historia global, la cual pretende rebasar los análisis nacionales aislados con la finalidad de subrayar las interacciones que han existido en torno a fenómenos económicos, políticos y sociales de mayor envergadura. Esta compleja combinación de factores puede hacer crisis en un punto específico a través del tiempo, como lo fue en 1989. De tal forma que resulta interesante estudiar las diferentes trayectorias bajo un enfoque comparativo de larga duración a fin de entender de una forma más profunda la lógica de las transformaciones institucionales. Con respecto a los estudios de cambio institucional en América Latina y Europa Central a finales del siglo XX, desde la década de los noventa existen algunos trabajos que hicieron referencia a ambos subcontinentes (Bresser y otros, 1993; O’Donnell, 1993: 1355-1369; Nelson, 1993: 433-463; Graham, 1994: 309327); sin embargo, pocos de ellos tenían como objetivo central la comparación de los fenómenos que han envuelto a las transformaciones institucionales latinoamericanas y centroeuropeas, como elementos inherentes a una historia global. Mucho menos se proponían presentar una especie de periodización a fin de entender las respectivas evoluciones o sensibilizarnos en torno a las conexiones o manifestaciones de fenómenos compartidos como lo fue la ascensión del neoliberalismo y los procesos de democratización en la última recta del siglo XX (Douki y Minard, 2008: 165). Con el transcurso del tiempo la aparición de análisis comparados ha sido más común (Lawson y otros, 2010; Levitsky y Way, 2010; Manzetti, 2009; Haggard y Kaufman, 2008; Lawson, 2005; Sachs, 2005), pero aun así, hay todavía mucho que aprender a partir del enfoque propuesto aquí. Dentro de la misma vertiente comparativa, aunque fuera de una de las áreas de nuestro interés, destaca por su propuesta metodológica el ensayo de Edward R. T. Challies y Warwick E. Murray (2008: 231), quienes analizan conjuntamente el desempeño económico de Nueva Zelanda y Chile con base en cinco elementos, a saber: la política económica global a lo largo del siglo XX, las similitudes estructurales de los dos países, la adopción de una agenda de inspiración neoliberal, las iniciativas de inserción en la economía global y el carácter evolutivo de dichos procesos. Este enfoque puede utilizarse como una referencia para impulsar los estudios comparados, y así, contribuir a repensar una historia global a finales del siglo XX que ponga en relieve la comparación y el análisis de


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las respectivas trayectorias dependientes (path dependencies) con la finalidad de mostrar las correlaciones que pueden existir en estos caminos aparentemente separados tanto en el tiempo como en el espacio. Con la finalidad de sumar esfuerzos encaminados a impulsar una agenda de investigación tendiente a reconstruir comparativamente los hechos que giraron en torno a 1989, este ensayo tiene como objetivo analizar una serie de eventos en América Latina susceptibles de enmarcarse en el contexto general de la transformación institucional que caracterizó a dicho año, pero concebido como una propuesta de periodización dada la continuidad o discontinuidad en torno a este punto crítico que impactó las respectivas trayectorias históricas. Lo anterior resulta clave para entender la dinámica que caracterizó a estos tiempos de cambio. Para lograr tal fin, hemos divido el texto en cuatro partes. En primer lugar, presentamos una perspectiva general sobre América Latina con base en el surgimiento de lo que se conoce como el Consenso de Washington, cuya prescripción adquirió una influencia global no obstante que estaba diseñado originalmente para los países latinoamericanos. Posteriormente, exponemos tres casos que resultan emblemáticos de las reformas estructurales de inspiración neoliberal que se llevaban a cabo en el subcontinente. El segundo apartado inicia precisamente con el caso de Argentina, cuyo panorama socio-económico en 1989 permitió impulsar con mayor decisión un paquete de políticas públicas alineado con las propuestas de Washington. En la tercera sección abordamos la experiencia de Chile, que se destaca por implementar una de las reformas de sesgo neoliberal más radicales en América Latina impulsada por el gobierno militar de Augusto Pinochet. En la cuarta parte del trabajo se presenta el ejemplo de México que coincide con lo sucedido en otras partes de América Latina. Pero además, en este último caso, predomina un panorama caótico desde el punto de vista macroeconómico, derivado de la dependencia de la venta de petróleo y el creciente peso de la deuda externa, que no sólo desafía a la economía mexicana, sino también al sistema financiero internacional en su conjunto. El trabajo termina con unas consideraciones finales. Con base en la ruta descrita, tenemos la intención de que este análisis contribuya a una agenda de investigación más amplia que busca fortalecer los estudios comparados entre América Latina y Europa Central durante los años del ajuste estructural y la transformación sistémica respectivamente, bajo el espectro de las teorías que abordan el cambio institucional (Riojas, 2009: 51-76; 2010: 131-157; 2012: 109-142).

AMÉRICA LATINA

En un ensayo de 1993, John Williamson menciona que a mediados de 1989 se dio a la tarea de preparar una lista sobre las principales medidas que deberían de tomar los países latinoamericanos en el contexto de la reforma económi-


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ca (Williamson, 1993: 1329), en aquella ocasión tituló su reflexión así: “¿Qué 2 significa para Washington la reforma económica?” . Pregunta que inmediatamente trascendió y sus respuestas se transformaron en lo que conocemos como el Consenso de Washington, cuyo núcleo duro trataba de resolver, según Williamson, el dilema entre eficiencia y equidad en América Latina. A partir de entonces, la política pública vinculada con el ajuste estructural se relacionó de manera estrecha con esta concepción, que no sólo penetró el debate público en los países latinoamericanos, sino también en un amplio espectro de naciones envueltas desde tiempo atrás en una reforma económica, o más recientemente, en una transición sistémica como en los países ex socialistas de Europa Central; es decir, el Consenso de Washington adquirió una dimensión global con un grado de influencia múltiple (Gore, 2000: 790). A manera de ejemplo, es posible referirse al caso de Nueva Zelanda, cuyo gobierno Laborista a lo largo de los años ochenta y principio de los noventa del siglo XX se inclinó por medidas neoliberales tales como las promovidas por el Consenso de Washington, lo que significó en su momento la venta de bienes en manos del Estado y la pérdida de empleos en el sector público en detrimento del apoderamiento comunitario. El contra argumento descansó en el énfasis sobre el mejoramiento de ciertos indicadores de desempeño macroeconómico en el corto plazo, y, en la supuesta ausencia de una alternativa mejor que permitiera sortear los procesos de cambio institucional inherentes al último cuarto del siglo pasado (Challies y Murray, 2008: 236). Con base en nuestra propuesta de reconstruir una historia global buscamos relacionar de manera particular los eventos de Argentina, Chile y México en un contexto general que envolvía a la mayoría de los países latinoamericanos, aunque no se descarta la posibilidad de citar otros casos en función de su contribución para entender con mayor profundidad los hechos que giraban en torno a 1989, concretamente nos referimos a las experiencias de Europa Central. De igual forma, cabe aclarar que una reconstrucción detallada de cada uno de los sucesos nos puede eventualmente revelar más diferencias que puntos de comparación, sin embargo, es importante visualizar dichos detalles en función de los acontecimientos generales para entender el grado de experiencias compartidas durante los procesos de cambio institucional, los cuales se complementaron tanto con elementos internos como externos. A nivel externo destacaron las estrategias de inspiración neoliberal, como se ha mencionado, con su singular énfasis en el funcionamiento del mercado; mientras que al interior, sobresalieron las respuestas dadas por las respectivas autoridades en función del contexto que enfrentaron. Elementos que en conjunto son susceptibles de articular lo 2

Las principales medidas que se propusieron englobaban las diez áreas siguientes: el déficit fiscal, las prioridades en el gasto público, la reforma tributaria, las tasas de interés, los tipos de cambio, la política comercial, la inversión extranjera directa, la privatización, la desregulación y los derechos de propiedad (Williamson, 1990).


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local con lo global, tal y como se ha hecho para otros estudios comparativos (Lawson, Armbruster y Cox, 2010; Challies y Murray, 2008, 228 y 230). Respecto a la dimensión global adquirida por el Consenso de Washington, deseamos insistir en el colapso de los sistemas socialistas de tipo soviético que se presentó en un panorama internacional marcado por el ascenso de lo que se 3 conoce como el pensamiento único , cuya influencia intelectual dejó una profunda impronta en Europa Central (Tamás, 1999: 353). Un hecho concreto de lo anterior lo encontramos cuando las ideas derivadas del Consenso de Washington –impulsadas por economistas del Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, OECD y algunas universidad norteamericanas– tuvieron una repercusión en el proceso de transición, en primera instancia, de Checoslovaquia y posteriormente de República Checa; la liberalización económica, pero sobre todo, la estrategia de privatización estrechó los vínculos entre este país y las naciones integrantes de la Unión Europea. Mediante las iniciativas privatizadoras se esperaba crear una nueva elite que sería la encargada de impulsar la democratización de la sociedad, el desarrollo económico y la atención a los principales requerimientos de interés público. Es decir, el supuesto implícito de las políticas públicas basadas en el Consenso de Washington radicaba en que el desenvolvimiento de una iniciativa privada redundaría en la generación de una democracia de tipo liberal, en una prosperidad generalizada y en la prevención de una excesiva intervención del Estado. Pero lo anterior fue sólo un supuesto, en la realidad se presentaron manifestaciones desmedidas de corrupción, un alto grado de concentración de títulos bursátiles y una falta de regulación de los mercados financieros. Por lo tanto, el Consenso de Washington adquirió un significado particular, no necesariamente favorable, según lo analiza Andrew Schwartz (2006: 1, 2, 7 y 12), a través del proceso de privatización en República Checa, el cual estuvo marcado por la rapidez característica de la venta de cupones que desembocó en un resultado opuesto a lo buscado, al promover la creación de estructuras antidemocráticas con dificultades de regular eficazmente los mercados financieros. Esta crítica a la implementación de las reformas económicas al estilo del Consenso de Washington (que produjeron una forma política autocrática, una personalización del poder y un clima generalizado de fijación de objetivos comunes independientemente de contextos específicos) había sido anteriormente lanzada con base en la experiencia de algunos países de Europa Central -especialmente al inicio de la década de los noventa– y América Latina (Bresser, 3

Pensée unique en francés, término que se refiere a una promoción universal de los intereses de un conjunto de fuerzas económicas internacionales, con una visión neoliberal, cuyo principio rector ha sido la preponderancia económica sobre lo político y social (Ramonet, 1995: 1).


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1993: 9); lo anterior es particularmente relevante para los países latinoamericanos dada la acumulación de experiencias de estabilizaciones fallidas, de manera especial durante la década de los ochenta del siglo XX, en un ambiente hiperin4 flacionario , y en algunos casos como el de Chile, con gobiernos autoritarios dispuestos a reprimir violentamente cualquier manifestación en su contra (Ocampo, 2005: 7; O’Donnell, 1993: 1364, 1366 y 1367). A mediados de los noventa, a pesar de un ambiente de pesimismo sustentado en las experiencias del pasado reciente, se lograron algunos resultados en la estabilización macroeconómica, pero con un alto costo en el nivel de vida para la mayoría de los habitantes en América Latina; sin embargo, no todos los grupos sociales estaban en contra de dichas medidas, dado que no necesariamente las reformas instrumentadas por el BM y FMI fueron impuestas de manera absoluta, sino más bien, éstas fueron ampliamente aceptadas por las elites políticas y económicas encargadas de implementarlas, tal y como se argumenta para la experiencia mexicana (Soedgerberg, 2010: 77-94). El fenómeno anterior puede hacerse extensivo para los casos de la República Checa y otros países en América del Sur, en cuanto a la aprobación de este tipo de medidas por parte de grupos internos y externos con intereses específicos en materializar las reformas auspiciadas por el funcionamiento del mercado (Olivares y Guedes, 2009: 3). A pesar del apoyo recibido por las elites internas y externas, han existido dos fenómenos que no se pueden pasar por alto en la reconstrucción de una historia global en torno a 1989, el primero de ellos es que aún con la intensificación de las medidas de inspiración neoliberal no se terminó por superar totalmente el ambiente de crisis que caracterizó a estos años. El segundo, consiste en la fuerte tendencia de las agencias internacionales en diseñar programas de carácter universal bajo una concepción generalizada para una diversidad de países, es decir, fueron años marcados por blueprint strategies. En lo que concierne al Banco Mundial, de acuerdo con las reformas institucionales propuestas en Argentina durante la década de los noventa, se detectaron que sus principales rasgos radicaron en la determinación de los proyectos por parte de esta agencia internacional en mutuo acuerdo con sus principales socios, en la aplicación de enfoques avanzados desde la perspectiva técnica-cuantitativa y en el reclutamiento selectivo de actores clave que le brindaban cierta legitimidad interna a las iniciativas implementadas. Otros argumentos que respaldaron dichas acciones fueron un pretendido sesgo apolítico, dado que se basaría solamente en las calificaciones técnicas de los equipos de trabajo, en un reducido margen 4

Resulta pertinente recodar algunas cifras de los procesos hiperinflacionarios en América Latina registrados por la prensa internacional en 1989, que dadas sus dimensiones se contabilizaban por mes: Brasil con 25% mensual, Nicaragua 60%, Argentina 200%. Niveles inflacionarios similares habían sido vistos en Bolivia en 1985 cuando mensualmente se alcanzaba una tasa de 180% (“Not so funny Latin American money”, The Economist [US], 29 de julio, 1989: 38).


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de negociación con base en el diseño original y en la promoción del mercado como el principal mecanismo regulador; en conjunto, se argumentaba que el interés principal sólo radicaba en la mejora de la eficiencia institucional desde la perspectiva económica (Tuozzo, 2009: 470 y 478), argumentos cuestionables si los concebimos bajo un enfoque de largo plazo. Un evento que marcó definitivamente el final de la década de los ochenta en América Latina, como también sucedió en Europa Central, fue precisamente la demanda democrática en un ambiente dominado por la implementación de los planes de ajuste estructural y por el peso financiero que representaba la deuda externa. De tal forma que esto dio la pauta a discusiones acerca de la secuencia entre la reforma económica y el proceso de democratización. Por una parte, se argumentaba que la reforma económica era sólo posible bajo los auspicios de un gobierno autoritario que garantizara la implementación de medidas irreversibles en el sistema productivo, para posteriormente dar paso a los procesos democratizadores que consolidarían dichas reformas (Austudillo, 2010: 59). Tradicionalmente se ha citado el caso de Chile para este argumento, nación que fue hasta cierto punto pionera en este tipo de reformas en el subcontinente. Mientras que, por la otra parte, se hacía alusión a una nueva generación de políticos capaces de contener o negociar con los principales grupos opositores a la reforma (por lo común se referían al grueso de los trabajadores agrupados en poderosas organizaciones sindicales), y a su vez, estos estrategas impulsarían configuraciones económicas inéditas en un contexto interno marcado por la aparición de la democracia electoral, gracias a los nuevos instrumentos de deuda y captación de inversión extranjera, tendientes a reducir la carga económica, que se estaban diseñando en el sistema financiero internacional donde México jugó un papel 5 relevante . A esta última estirpe de políticos se le asoció al neo-populismo, cuya herramienta principal descansaba en el impulso de medidas de corte neoliberal acompañadas con un discurso que hacía referencia al bienestar social; entre ellos es posible mencionar a Carlos Saúl Menem en Argentina, Alberto Fujimori en Perú, Carlos Andrés Pérez en Venezuela o Carlos Salinas de Gortari en México, la mayoría de ellos se encontraba vinculado con el poder en 1989 (Olivares y Guedes, 2009: 7 y 8). Aunque Austudillo (2010: 58, 60, 63, 67 y 72) se inclina por el camino autoritario, ambas posibilidades de llevar a cabo una exitosa reforma económica tuvieron limitaciones visibles en cuanto a los resultados esperados y los obtenidos en la década de los noventa, especialmente por sus 5

En esos momentos se discutían a detalle los elementos que debería de contener el paquete de renegociación de la deuda externa impulsado por el Secretario del Tesoro Norteamericano Nicholas Brady. La iniciativa se conoció como el Plan Brady que se llevaría a cabo primeramente en México con la finalidad de hacerlo extensivo a otros países latinoamericanos (“Mexico’s bankers head for the border”, The Economist [US], 12/08/1989: 63).


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efectos recesivos y empobrecedores. El caso mexicano constituye un ejemplo paradigmático sobre los fracasos de los programas de ajuste estructural en particular y del proceso de cambio institucional en general, donde, paradójicamente para el universo neoliberal, el principal actor seguía siendo aún el Estado. De igual forma que en Argentina, en México han persistido ciertas prácticas institucionales formales e informales que se han opuesto a una auténtica transformación, no obstante el predominio de altas calificaciones técnicas por parte de acactores clave capaces de materializar el proceso de reforma (Moreno-Brid, 2009: 155; Soedgerberg, 2010: 79; Tuozzo, 2009: 482). El Consenso de Washington constituyó entonces un punto de inflexión histórica en torno a 1989, evento que se articuló directamente con América Latina, pero además tuvo una repercusión a nivel global. A partir de su aparición, enfoques críticos hacia este tipo de medidas incrementaron sus dudas sobre el tipo de participación del Estado en la reforma económico-institucional que se implementaba tanto en América Latina como en Europa Central, es decir, la ejecución de programas universales de cambio institucional revelaron una variedad notable de trayectorias en el desenvolvimiento de los sistemas capitalistas o en su transición hacia éstos, así como, en las dinámicas de los procesos democráticos. Al mismo tiempo, un punto en común fue que el Estado se manifestó aún como un actor indispensable en la evolución del cambio institucional, por ejemplo, mediante la regulación de ciertas prácticas de mercado, algunas de ellas derivadas de las iniciativas de privatización, o en la intervención estatal puntual en las variables macroeconómicas que aún constituían un ingrediente insoslayable para reanudar el crecimiento económico (Bresser y otros, 1993: 7). Las diversas trayectorias de transformación institucional en gran medida han estado también en función de los contextos políticos internos, de las visiones ideológicas de sus actores y de las articulaciones del país en el contexto global. Aunado a ello, se dio la pauta al surgimiento de regímenes híbridos, los cuales pueden garantizar un sistema electoral donde se respete el voto libre pero con un pobre desempeño desde el punto de vista legal y judicial que termina por minar los más básicos derechos de los ciudadanos y, por ende, el sistema democrático en su conjunto. A este tipo de regímenes con elementos democráticos y autoritarios se les ha caracterizado como “autoritarismos competitivos” (Levitsky y Way, 2010: 5), “pseudo-democracias” y “capitalismo de compadres” (crony capitalism) (Schwartz, 2006: 3 y 5), o “democracias delegadas” (O’Donnell, 1993: 1361), los cuales pueden hacerse extensivos tanto para América Latina como para algunos países ex socialistas, especialmente en Europa Oriental. Una muestra en la generación de estos regímenes híbridos, que no resultan del todo evidentes y aún causan confusión entre los estudiosos, la encontramos en la propuesta de Astudillo quien nos sugiere, contradictoriamente, por una parte, que en la secuencia y el ritmo del cambio institucional sería más ventajoso primero tener dictadores a fin de implementar la reforma económica a favor del mecanismo de precios y,


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posteriormente, llevar a cabo un proceso de democratización. Mientras que, por otra parte, no se recomienda a los políticos considerados como populistas dadas las perversiones que engendran en lo económico y político, tales como Salinas en México y Menem en Argentina, no obstante el relativo éxito que ambos tuvieron durante sus administraciones para lidiar con los principales desafíos derivados de la puesta en marcha de las transformaciones institucionales (Austudillo, 2010: 61, 62, 76 y 77). Es decir, estamos bajo la presencia de este tipo de regímenes híbridos que no resultan en ninguno de sus casos o acepciones aconsejables de imitación. Las recomendaciones derivadas del Consenso de Washington y el papel de las instituciones vinculadas con el sector público en el contexto de la reforma económica constituyen también unas de las grandes paradojas que se pueden subrayar en la reconstrucción de una historia global en torno a 1989. Es decir, el neoliberalismo ha requerido para su funcionamiento en el mundo real de un Estado relativamente fuerte, capaz, por ejemplo, de incrementar su gasto dirigido hacia la política social con la finalidad de aminorar los efectos sobre la concentración de la riqueza o el inherente aumento de la pobreza; lo anterior constituye una parte de las consecuencias de las políticas con orientación de mercado, cuya naturaleza radicó en la promoción de la desigualdad, tal y como sucedió en América Latina en general y particularmente en México durante la década de los noventa (Moreno-Brid y otros, 2009: 29; Ocampo, 2005: 23). Sin embargo, resulta pertinente no asociar inequívocamente Estado grande con Estado fuerte y viceversa, dado que la eficiencia del aparato estatal no se relaciona directamente con sus dimensiones, e incluso, su funcionamiento o la falta del mismo puede presentar una alta heterogeneidad territorial dentro de sus límites jurisdiccionales (Pipitone, 1997: 1-90; O’Donnell, 1993: 1358). Dentro de esta misma vertiente argumentativa, Soedgerberg (2010: 78, 79, 83, 88 y 89) agrega un ingrediente más a la discusión cuando señala que ha existido una clara desconexión entre las promesas a favor del crecimiento derivadas de la reforma neoliberal -vinculada fundamentalmente con el Consenso de Washington mediante el Banco Mundial y Fondo Monetario Internacional– y los resultados de dicha reforma en México, por lo tanto, la autora considera que el surgimiento del neoliberalismo manipulado (managed neoliberalism) encuentra uno de sus representantes a través de la gestión del Estado mexicano durante la implementación de los programas de ajuste estructural. México ha logrado desarrollar ciertas habilidades que lo clasifican como un estado competitivo, entre las cuales destacan al menos cuatro: a) la modificación de la política pública con el objetivo de controlar el incremento generalizado de precios gracias a la oferta monetaria que aspira al crecimiento económico sin inflación; b) el énfasis inicial que se hizo en los indicadores macroeconómicos para posteriormente dirigir la atención hacia aquellos de índole microeconómico, no solo a través de la desregulación, sino también,


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mediante iniciativas de políticas públicas tendientes a mejorar el bienestar de los grupos sociales de menores ingresos; c) la existencia de una intervención selectiva en sectores clave de la economía con la finalidad de mantener una autosuficiencia estratégica; y d) la transformación de una estructura gubernamental promotora de empresas e innovaciones tecnológicas tanto en el ámbito público como privado. Por lo que concierne a esta última habilidad, también fue detectada a nivel regional en otros gobiernos en América Latina y Europa Central durante los respectivos procesos de cambio institucional (Riojas, 2007: 13-47). Mientras que en el rubro de la inversión extranjera ibérica en el Cono Sur, Olivares y Guedes (2009: 11,15 y 23) subrayan la integración de dicha inversión con algunas estrategias estatales a través de contratos de regulación, prestación y promoción de servicios tanto para el sector público como para las empresas privadas, que impactaron directamente el mercado doméstico y los niveles de competitividad del sistema económico en general; de tal forma que uno de los legados de una historia global en torno a 1989 radica precisamente en el surgimiento de este tipo de estados competitivos o regímenes híbridos, los cuales se acentuaron de una manera más clara a partir del surgimiento del Consenso de Washington como un pretendido instrumento universal de políticas públicas.

ARGENTINA

En 1989 se presentó la victoria electoral del partido peronista mediante la participación de Carlos Saúl Menem como candidato a la presidencia de la República Argentina. Se acompañó de políticos como Eduardo Duhalde, con una fuerte influencia en el gran Buenos Aires, y de personajes como Domingo Cavallo. Este evento tuvo como escenario un contexto de hiperinflación que no era exclusivo de Argentina, dado que Brasil, Perú, así como otros países de Europa Central y de África, compartían una suerte similar (O’Donnell, 1993: 1363). La singularidad latinoamericana en esos momentos consistió en la acumulación de intentos fallidos por controlar el acelerado incremento general de precios, a lo cual también se sumaron los severos desajustes macroeconómicos y una recesión económica generalizada. Cuando Menem asumió la presidencia en julio de 1989, ante un panorama socio-económico adverso, se abrió la posibilidad de impulsar programas de políticas públicas sustentados esencialmente en las ideas y prácticas derivadas del Consenso de Washington; el poder que adquirió el Ejecutivo ante el Congreso le permitió en ese mismo año promulgar la Ley de Emergencia Económica y la Ley de la Reforma del Estado (Tuozzo, 2009: 476). No obstante que la Confederación General del Trabajo había mantenido una actitud combativa durante la presidencia de Raúl Alfonsín, Menem logró cierto apoyo a sus iniciativas por una parte de sus agremiados, debido a que no todos los sindicatos identificados con


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el peronismo apoyaban al presidente en 1989; de manera general, Menem enfrentó una menor resistencia que sus antecesores a pesar de que algunos trabajadores también se vieron afectados por las iniciativas de privatización. Incluso, en el verano del año siguiente logró controlar una de las huelgas más grandes registrada en estos tiempos de turbulencia económica, cuyo proceso de gestación se dio en la compañía telefónica Entel. Mientras que el escenario en otros países del subcontinente, como en México y Venezuela por ejemplo, la oposición de los sindicatos fue aún menor que la registrada en Argentina. Además, en todos estos casos los movimientos sindicales redujeron sus posibilidades de constituirse en un verdadero obstáculo para las reformas con una inspiración neoliberal (Austudillo, 2010: 65, 66, 68, 74 y 75). Los planes ortodoxos de ajuste estructural en Argentina, llevados a cabo durante el mandato del presidente Alfonsín (1983-1989), adscrito al Partido Radical, no lograron su objetivo central, que consistía en implementar el proceso de estabilización económica. En la década de los ochenta, este tipo de fracasos fueron comunes en otros países latinoamericanos, donde destaca el México de Miguel de la Madrid. Por lo tanto, a partir de 1989 se intensificaron las reformas a través de la rápida liberalización comercial, la reducción de empleados en el sector público y la privatización de empresas de propiedad estatal, lo cual también afectó el empleo. Años después, esta estrategia económica acentuó la integración horizontal de algunas ramas productivas vinculadas fundamentalmente con la producción y comercialización de materias primas, o de bienes relacionados con la manufactura de recursos naturales, además, se amplió la diversificación de las transacciones a nivel intrarregional en el espacio sudamericano (Ocampo, 2005: 10). Una mención especial merece, por el impacto causado en el largo plazo, la libre convertibilidad de la moneda frente al dólar estadounidense, cuya finalidad era alcanzar la estabilidad económica básicamente a través del sistema de precios (Gibson, 1997: 354 y 364; Huber, 1997: 173; Toulan y Mauro, 1997: 399; Caballero, 2001: 64; Mcguire, 1996: 137). De igual forma, es importante señalar las reformas legislativas lanzadas durante el verano de 1989, las cuales se perfilaban hacia la reorganización del aparato estatal en función de las medidas de política económica que se implementaron desde la segunda mitad de ese año y se extendieron a lo largo de la década de los noventa. En este orden de ideas, existen visiones críticas sobre la efectividad de dichas iniciativas, concretamente aquéllas vinculadas con el sector judicial, dado que la influencia del Banco Mundial en ese rubro desembocó en una inadecuada adopción de la estructura organizativa propuesta por las reformas judiciales dado el condicionamiento del medio local en Argentina. A lo anterior se agregó un diseño institucional cuestionable, que por un lado, no tomó en cuenta la experiencia de los grupos locales


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en la materia, mientras que, por el otro, trató de adaptar una visión general de dichos cambios a un contexto institucional específico. Esta situación se tradujo en un desencuentro entre los principales actores inmiscuidos en los cambios del sector judicial, no obstante la cantidad de recursos suministrados al proyecto que eventualmente servirían como una especie de catalizador. Este hecho, en última instancia, se reflejó en la construcción de una retórica que marcó la época neoliberal, es decir, una inherente incongruencia con las prácticas. Por lo tanto, las reformas legislativas tenían, en principio, un amplio alcance con objetivos generales y específicos, pero al implementar estrategias de “copias al carbón” (blueprint copies) se hizo negligencia sobre los factores particulares que envolvían al contexto argentino, así como, la poca importancia dada a las condiciones locales. Hechos clave en los procesos de cambio institucional (Tuozzo, 2009: 467, 468, 471, 473 y 478). Este conjunto de eventos marcó el devenir de la economía argentina en los años posteriores a 1989, en un contexto de cambio institucional, mejor conocido en la literatura económica sobre América Latina como el ajuste estructural. Pero cabe mencionar, que aún con la intensificación de las reformas bajo la sombra del Consenso de Washington los resultados fueron mediocres con respecto a las expectativas planteadas.

CHILE

1989 constituye un año clave para entender las transformaciones institucionales y el camino hacia la democratización en Chile, especialmente por el fin del gobierno militar de Augusto Pinochet (1973-1989), quien había implementado hasta este momento la reforma económica de inspiración neoliberal más radical en América Latina. Los principios rectores del neoliberalismo se utilizaron como instrumentos básicos, no sólo en Chile sino también en países como Nueva Zelanda, para intentar organizar el mercado y la sociedad (Challies y Murray, 2008: 229). El régimen de Pinochet fue el resultado del golpe militar perpetrado el 11 de septiembre de 1973, evento que terminó con el intento de establecer una vía chilena hacia el socialismo por parte del gobierno democrático de Salvador Allende; a partir de entonces, Chile atrajo la atención internacional al convertirse en una especie de laboratorio mediante la implementación sistemática de planes de ajuste estructural. Lo anterior estuvo a cargo de un grupo de jóvenes economistas surgidos de la Universidad Católica con una formación especial en la Universidad de Chicago. Autores como Stefan Vylder (1989: 55, 56, 61 y 63) señalan la existencia de un plan previamente elaborado por la elite chilena que serviría de sustento a las principales reformas macroeconómicas, como la privatización, la desregulación económica, la creación de los mercados de capitales, los tipos de cambio flexibles, entre otras. Sin embargo, a principios de 1981 el


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sistema económico chileno entró en una severa crisis que daría como resultado la pérdida de confianza y credibilidad del proyecto político y socio-económico del gobierno militar; en gran parte la crisis se derivó de las inconsistencias emanadas de las principales transformaciones institucionales. Uno de los sectores más impactados fue el social, que dado el carácter autoritario del régimen de Pinochet, era necesario diseñar una especie de válvula de escape ante la presión y pérdida de libertades de actores clave en la sociedad chilena. Desde 1975 se habían instrumentado programas especiales de empleo que resultaron insuficientes ante la profundidad de la crisis en 1982. Posteriormente se hizo un particular énfasis en las estrategias dirigidas a mitigar la pobreza que se originó de los planes de ajuste estructural, para ello se brindaron apoyos para proteger la salud y el bienestar básicos de la población más vulnerable. Tanto el sistema educativo como su similar de pensiones fueron especialmente sensibles ante este proceso de cambio institucional, hechos comunes en otros países latinoamericanos. Por lo tanto, la coordinación, la eficiencia y la continuidad resultaron elementos esenciales de la política pública durante estos años, estrategias que sobrevivieron más allá del gobierno de Pinochet (Angell y Graham, 1995: 190, 204, 205, 208 y 218; Graham, 1994: 316 y 317). El objetivo del régimen militar, desde los primeros momentos de su llegada al poder en 1973, radicó en concretar una transformación institucional. Después de 15 años en el poder se puede mencionar que tuvo éxito en este reglón, pero con un alto costo social y político. No obstante el descontento popular, la estrategia neoliberal se llevó a cabo con determinación y firmeza, sin enfrentar alguna fuerza social susceptible de poner en peligro las principales metas trazadas. Los límites de dicha estrategia consistían, más bien, en su incompatibilidad con la construcción de una retórica democrática (Vylder, 1989: 88). De tal forma que era necesario edificar un imaginario colectivo en esta última dirección si se pretendía continuar con la viabilidad del proyecto neoliberal. La transición hacia la vida democrática en Chile fortaleció aún más este proceso de cambio institucional. Con base en dicho contexto, se puede mencionar que el fin del gobierno militar se inició con los resultados del plebiscito de 1988 cuando triunfó el “no”, cuyo término se materializó en 1989 para dar paso al proceso de transición democrática que acabaría en 2005 con las reformas finales a la Constitución del régimen de Pinochet (Siavelis, 2009: 5). Lo anterior evolucionó como un proceso que se inició formalmente en 1989, cuando se tenía prevista una nueva Constitución a fin de organizar elecciones presidenciales y establecer una legislatura parlamentaria independiente del poder judicial. En mayo de este último año se reformó la Constitución, lo que dio lugar a un incremento en el número de senadores, a la participación de civiles en el Consejo Nacional de Seguridad y a la subordinación de los militares a las autoridades gubernamentales elegidas me-


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diante un proceso abierto. En diciembre de este mismo año el candidato de la Concertación, Patricio Aylwin, ganó las elecciones presidenciales de Chile (Caballero, 2001: 154 y 155; Huber, 1997: 164). A lo largo de la década de los noventa, en un contexto internacional marcado por la transición hacia la democracia e implementación de la economía de mercado no sólo en América Latina sino también en Europa Central, el caso de Chile llamó nuevamente la atención a nivel global. De acuerdo con Peter Siavelis (2009: 6, 7, 8, 10 y 15), la transición chilena hacia la democracia se sustentó en tres principios: un enclave donde eran compatibles elementos autoritarios con acuerdos tendientes hacia la democratización, una estrategia de distribución de poder a nivel ministerial conocida como las cuotas y el desenvolvimiento de un sistema político de partidos con poca adherencia popular que facilitó coaliciones transversales de las diferentes fuerzas políticas. No obstante que esta ruta hacia la democracia pueda considerarse como agotada en la segunda década del siglo XXI, en su momento resultó importante para lograr coaliciones y acuerdos políticos que darían como resultado, a partir de 1989, el fin del régimen militar de Pinochet. El gobierno de Aylwin continuó con el desarrollo de algunas estrategias y estructuras construidas durante el establishment anterior. Entre las primeras destacaron las iniciativas puntuales encaminadas hacia la reducción de la pobreza, como comúnmente sucedió en el contexto latinoamericano de la época. Mientras que en las segundas, sobresalieron las estructuras de seguridad económica y social mantenidas gracias a los acuerdos derivados de la Concertación. Sin embargo, persiste una visión sobre el agotamiento de este tipo de estrategias a finales de la primera década del siglo XXI, las cuales fueron creadas especialmente para impulsar el proceso de transición democrático sustentado en una base económica de carácter neoliberal (Graham, 1994: 316 y 317; Siavelis, 2009: 317).

MÉXICO

La década de los ochenta del siglo XX resultó ser un periodo caótico para la economía mexicana. Todo inició con la fatídica combinación de dos fenómenos económicos, por una parte, el desplome de los precios del petróleo en 1981, y por la otra, el incremento en las tasas de interés en el sistema financiero norteamericano, que dado el nivel de endeudamiento exterior de México y su dependencia con respecto a la venta de petróleo, obligó al gobierno de José López Portillo y Pacheco a declarar una moratoria de la deuda externa en 1982. Con ello se daba fin a un periodo exitoso en la historia económica mexicana basado en la industrialización por sustitución de importaciones, cuyos inicios como política oficial datan de la década de los cuarenta. Durante ese tiempo prevaleció una visión estructural sobre las principales causas que engendraban dificultades


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materiales en el país. El economista mexicano, oriundo de San Luis Potosí, Juan Francisco Noyola pensaba, por ejemplo, que estas privaciones se debían a una combinación de factores tales como los mecanismos de propagación de la inflación que no respondían a variables exclusivamente relacionadas con la oferta de dinero, sino que más bien, se vinculaban con desajustes sectoriales anclados en la política monetaria y fiscal, así como en los progresivos ajustes de precios e ingresos (González, 2001: 169). Los problemas de endeudamiento externo desembocaron en la implementación de una transformación radical, no sólo en la concepción de la política económica en el país, sino también de su misma estructura, particularmente sobre el papel que jugaba el Estado mexicano en la vida productiva nacional. Este proceso de cambio institucional estuvo marcado en sus fases iniciales, como en otros países de América Latina y Europa Central, por los profundos desajustes macroeconómicos, las constantes modificaciones en variables monetarias (especialmente el incremento de las tasas de interés), los cambios en la política fiscal, el fracaso de la mayoría de los Pactos de Estabilización y una inflación importante para el contexto mexicano (con un máximo histórico de 159.16% en 1987) (INEGI, 2011). A ello es preciso agregar el generalizado incremento de la pobreza durante la década de los ochenta en México, situación que motivó al Estado a impulsar una especie de reingeniería social con la finalidad de contener el creciente descontento en la sociedad (Moreno-Brid y otros, 2009: 154 y 157; Soedgerberg, 2010: 82 y 90). La aparición de este tipo de programas sociales, tendientes a combatir la pobreza, llamaron la atención a nivel internacional. Especialmente la primera experiencia en América Latina derivada del caso boliviano (a través de los Fondos de Emergencia Social) y el Programa Nacional de Solidaridad (PRONASOL) en México, iniciativas que en su momento se recomendaron para diversos contextos que enfrentaban un cambio institucional similar al ajuste estructural, tal y como fueron los casos de África (Zambia y Senegal) o de Europa Central, cuyo ejemplo más emblemático era Polonia (Graham, 1994: 310). A pesar del contexto descrito, por el momento no tenemos las suficientes evidencias empíricas para afirmar si este proceso de cambio institucional constituyó una ruptura interna entre las principales elites mexicanas, o si más bien, se trató de una reconfiguración entre las mismas con la finalidad de adaptarse a los nuevos escenarios nacional e internacional. Donde sí ha sido más nítida la naturaleza de esta transformación fue precisamente en el cambio de los equilibrios entre las diferentes fuerzas sociales y políticas del país a favor de la elite mexicana, sobre todo, si se toma en cuenta el decreciente papel que han jugado los sindicados en la reconfiguración de la nueva estructura organizacional derivada de la neoliberalización económica. De manera especial, sobresale la transformación del vínculo construido entre el Partido Revolucionario Institucional y el mo-


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vimiento sindical, concretamente la Confederación de Trabajadores de México, que cedió paulatinamente a sus demandas históricas ante las apremiantes condiciones económicas durante el ajuste estructural. Lo anterior no es una especificidad mexicana, algo similar ocurrió también en Venezuela dadas las tradicionales alianzas entre la Confederación de Trabajadores de Venezuela y el partido Acción Democrática, de donde surgió el presidente Carlos Andrés Pérez (Arias-King, 2005: 88; Austudillo, 2010: 65). El año de 1989, por lo tanto, trajo algunos cambios para el país tendientes a profundizar la estrategia de carácter neoliberal, debido a que los Estados Unidos y Canadá habían firmado un tratado de libre comercio años atrás, pero dadas las transformaciones del contexto internacional, tenían la intención de extenderlo hacia al sur con la finalidad de crear un polo norteamericano de libre comercio, cuyo socio clave sería obviamente México (Gentleman y Zubek, 1992: 75). Fue entonces cuando se vislumbraron las primeras señales de negociación del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN). Éste devino un vector esencial en el proceso de liberalización económica en México. Además, dicha política fue una de las propuestas más sobresalientes del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, la cual se concretó en 1994. Hasta el momento, la estrategia neoliberal en general y su similar de liberalización económica en particular, materializada a través de distintos acuerdos internacionales que van más allá de Norteamérica, han sido retomadas como uno de los pilares fundamentales de la política económica por los distintos gobiernos en turno, independientemente de su filiación partidista. La liberalización económica mexicana ha tenido un impacto de carácter continental gracias a la posición geopolítica que mantiene México, donde confluye una serie de intereses que rebasan el ámbito de influencia latinoamericano. Mientras que al interior del país, este fenómeno se ha relacionado estrechamente con un proceso de descentralización regional, que no necesariamente ha generado mayor equidad territorial, sino más bien, la desigualdad en sus ámbitos económico, social y político, que ha sido una impronta clave del fenómeno, tal y como algunos estudios habían previsto en su momento (Paelinck y Polèse, 1999: 728; O’Donnell, 1993: 1366). Con base en esta apertura económica se preparó el camino para impulsar una segunda ola de reformas no sólo en México, sino también, en otros países latinoamericanos y de El Caribe, con muchos elementos similares a los que se disponían en Polonia durante la década de los noventa para promover la transición hacia la economía de mercado bajo los consejos de Leszek Balcerowicz (Arias-King, 2005, 87 y 93; Moreno-Brid, Pardinas y Ros, 2009; Ocampo, 2005, 10). En lo que concierne al ámbito doméstico, de acuerdo con los especialistas, el Plan Nacional de Desarrollo presentado precisamente por Salinas en 1989, contenía un fuerte sustento en los principios del Consenso de Washington. Por ejemplo, se ratificaron los compromisos con las iniciativas de privatización, es-


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pecialmente en el rubro de la petroquímica, donde sobresalía la paraestatal Petróleos Mexicanos (PEMEX) como una empresa que había acumulado una serie de ineficiencias a través del tiempo que repercutían de manera directa en el crecimiento económico; también en ese mismo año, se generaron nuevas estructuras organizacionales para responder a problemas específicos, como fue el caso de la creación de la Comisión Nacional del Agua, cuya repercusión ha sido clave en la política hídrica del país, especialmente en lo que toca a la privatización en la prestación del servicio de distribución y saneamiento de agua potable (Castro, 2005: 35; Soedgerberg, 2010: 83 y 87; Moreno-Brid y otros, 2009, 157). Otros elementos que acompañaron a estos cambios a partir de 1989, en el marco de la intensificación de la estabilización macroeconómica de inspiración neoliberal, fueron las negociaciones para echar andar los programas de reestructuración de la deuda externa. El proceso de privatización aligeró de manera temporal los déficits presupuestarios, además contribuyó a la apertura de los mercados financieros, donde se incluyó por supuesto la desregularización de la inversión extranjera. Esta situación posteriormente derivó en lo que en su momento se conoció como la Nueva Ley de Inversión Extranjera de 1993. El conjunto de estas iniciativas se encaminaron a la promoción de las exportaciones manufactureras, fundamentalmente hacia los Estados Unidos, gracias a las nuevas relaciones que se establecieron con el capital transnacional (Ibarra, 2005: 198; Austudillo, 2010: 63; Soedgerberg, 2010: 81) en un principio se argumentaba que todas estas medidas, las tomadas antes y después de 1989, redundarían en un crecimiento económico que a su vez impactaría la reducción de los índices de pobreza. Sin embargo, recientes evaluaciones al respecto cuestionan los resultados alcanzados hasta la primera década del siglo XXI, dado que el crecimiento económico ha sido aún vacilante, la deuda pública ha alcanzado proporciones insostenibles, se ha agudizado la desaparición de pequeñas y medianas empresas, los déficit en la balanza comercial han sido constantes, la concentración del ingreso se ha acelerado durante las dos últimas décadas, mientras que la pobreza se ha incrementado, o en el mejor de los casos, ha permanecido invariable, por lo tanto, no se encuentra una correspondencia cómoda entre los fundamentos teóricos de la estrategia neoliberal y las evidencias empíricas que se pueden recabar de la economía y sociedad mexicanas. Incluso, una de las aberraciones más visibles ha sido la creciente intervención del Estado a fin de sostener un clima propicio para los negocios, situación que va más allá del control de indicadores económicos, dado que requiere también de una estrategia de seguridad en el más amplio sentido del término, la cual resulta igualmente costosa (Moreno-Brid y otros, 2009: 155 y 168; Soedgerberg, 2010: 77 y 91; González, 2001: 171).


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Durante el año de 1989 también se vivieron acontecimientos significativos en otros países de América Latina, de los cuales hemos citado ya algunos, pero basta con insistir en el caso de Venezuela; dado que en este año se inició la segunda administración de Carlos Andrés Pérez (1989-1993), quien impulsó una política ortodoxa de carácter neoliberal y abandonó los tradicionales mecanismos de consulta que había marcado la democracia venezolana. Las medidas tomadas se dividieron en dos vertientes, una de ellas fue una especie de terapia de choque de corto tiempo, acompañada por ajustes estructurales en el mediano plazo. Las estrategias inmediatas consistieron en liberalizar los precios, eventos que causaron un descontento popular manifestado a través de disturbios urbanos en las calles de las principales ciudades, los cuales se intensificaron con el devenir del tiempo hasta causar la muerte de civiles en años posteriores a 1989. Hechos que cuestionaron de manera severa la estabilidad institucional en Venezuela (Crisp, 1998: 22 y 23). A grandes rasgos, éste era el panorama internacional que se desenvolvía en el año de 1989, que marcó el fin de la historia corta del siglo XX de acuerdo con la propuesta de Eric Hobsbawm (2007). Por lo tanto, a partir de esta reflexión, creemos que resulta pertinente impulsar estudios de una manera más detallada, sistemática y bajo una perspectiva comparada de los procesos de cambio institucional entre América Latina y la transformación sistémica en Europa Central, con la finalidad de contestar las siguientes preguntas: ¿Qué se puede aprender en América Latina de la transición del socialismo a la economía de mercado en Europa Central? Pero con la reciente crisis financiera en Europa ¿Qué pueden aprender los países ex socialistas de Europa Central del camino recorrido por América Latina?

CONSIDERACIONES FINALES

La ascensión del neoliberalismo, como discurso y práctica en el ámbito de las políticas públicas, constituye uno de los nodos articuladores en la reconstrucción de una historia global en torno a 1989. Lo anterior es importante dado que tenemos trayectorias aparentemente divergentes pero que encuentran puntos comunes en torno a este tipo de fenómenos. Un momento de inflexión en este sentido se manifestó cuando apareció el Consenso de Washington. Decálogo originalmente concebido para América Latina, cuya influencia no sólo se circunscribió a este último subcontinente, sino más bien, tuvo alcances globales en un contexto multipolar, como lo hemos visto para los casos de Nueva Zelanda, y especialmente, la República Checa. Otro hecho paralelo, que no necesariamente coincide con el discurso neoliberal, fue la importancia adquirida por el Estado como actor indispensable para


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delinear y proponer el rumbo del cambio institucional. Con base en este tipo de estrategia, bajo la tutela estatal, se logró alcanzar cierta estabilidad económica pero con un alto costo social; esta situación dio como resultado el surgimiento de regímenes híbridos, entendidos como aquellos sistemas que mantienen algunos elementos autoritarios conjuntamente con diseños institucionales democráticos, por ejemplo en el ámbito electoral. Lo que asocia a este tipo de estrategia con un déficit democrático, no sólo al momento de emitir el voto libre, sino más bien, con el funcionamiento de una matriz institucional que garantice a todos los ciudadanos de manera cotidiana su inclusión. El sistema de impartición de justicia en México resulta un buen ejemplo de este déficit. A ello se puede agregar el aumento generalizado de la desigualdad y la pobreza en Argentina, Chile y otras naciones ex socialistas de Europa Central, que limita las libertades tal como son concebidas por Amartya Sen (1999: 1-113). La incapacidad de los movimientos sindicales para oponerse de manera sistemática a las reformas de carácter neoliberal fue otro rasgo común en América Latina, situación que redujo las posibilidades de estas organizaciones de constituirse en un verdadero obstáculo a los cambios propuestos. Lo anterior radicó en gran medida, como sucedió en los casos de Venezuela, Argentina y México, en la capacidad de negociación de las cúpulas del poder con los principales líderes de los trabajadores sindicalizados, fue así que lograron minar la combatividad real de las plataformas sindicales. Con base en ello, a partir de 1989 fue posible acelerar las principales reformas tendientes a la liberalización comercial, la reducción de empleados en el sector público y la privatización de empresas en propiedad del Estado, hechos que se reflejaron en una disminución de unidades productivas y, por ende, en el nivel de empleo. Una evidencia importante en Argentina, que se puede hacer extensiva para Chile y México, fue la característica incongruencia en la construcción retórica que envolvió a las reformas de inspiración neoliberal. Dicha incoherencia radicaba fundamentalmente en el poco reconocimiento que se le daba a los contextos locales, ya que el discurso se dirigía a proponer objetivos generales de programas universales, pero una vez contrastados con situaciones específicas, éstos perdían su consistencia al ser prácticamente “copias al carbón” (blueprint copies) diseñadas para una serie de países que hacía negligencia del tiempo y espacio concretos. En esta misma línea argumentativa, pero específicamente para el caso de Chile a finales de la década de los ochenta, la inconsistencia de la estrategia económica neoliberal se manifestó mediante su incompatibilidad discursiva con un régimen autoritario. El impulso al proceso democrático chileno devino una necesidad dado el contexto geopolítico a nivel global marcado por la ascensión del neoliberalismo con su inherente retórica democratizadora. Lo anterior abrió una oportunidad para consolidar este tipo de estrategia como alternativa viable,


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al menos desde el punto de vista discursivo, inscrita en un periodo histórico donde la economía de mercado se manifestaba como la piedra angular de las transformaciones institucionales en América Latina y Europa Central. Un efecto colateral de dichos cambios fue la implantación de un nuevo pacto social en lo que concierne al papel que había jugado el Estado. Los sectores más sensibles a las reformas neoliberales fueron el de pensiones y el educativo, cuyas iniciativas de coordinación, de impulso a la eficiencia y de continuidad bajo una lógica de mercado fueron más allá del régimen de Pinochet. De igual forma, destacan las medidas estatales para contener el fenómeno de la pobreza, tal como sucedió en otros países latinoamericanos. La promoción de los acuerdos de libre comercio, o la inserción en tratados que ya existían previamente, fue parte de las estrategias que acompañaron la creciente neoliberalización de las economías latinoamericanas. Este fue el caso de México, cuando en 1989 se presentaron las primeras señales para impulsar una amplia zona de libre comercio con América del Norte. Lo anterior era compatible con los esfuerzos de estabilización macroeconómica, las negociaciones de reestructuración de la deuda externa (que sería una referencia para otros países latinoamericanos), la privatización de empresas paraestatales tendiente a aliviar el déficit presupuestal en el corto y mediano plazo, la apertura en los mercados financieros y la desregularización de la inversión extranjera. Estrategias similares también se llevaron a cabo en los países ex socialistas de Europa Central, una vez caído el Muro de Berlín. Pero al igual que en otros contextos, el alcance de dicha transformación institucional en México, de acuerdo con las metas originalmente planteadas, ha sido cuestionado. Es decir, se manifestó un crecimiento económico inconsistente, una deuda pública creciente, una destrucción del tejido productivo, permanentes déficit, un aumento de la pobreza y, recientemente, una desorganización en las estructuras estatales de seguridad que ha permitido el incremento de las actividades vinculadas con el crimen organizado como una de las manifestaciones de los males públicos a nivel global. Consideramos por lo tanto, que profundizar este tipo de estudios comparados entre América Latina y Europa Central contribuye en gran medida a entender la naturaleza y los alcances de estos procesos de cambio institucional, como una pieza importante en la reconstrucción de una Historia global a finales del siglo XX, que supere una clásica división de las áreas culturales de estudio con la finalidad de mostrar las articulaciones, conexiones o circulación de ideas dentro de un mundo que ha incrementado su interdependencia. De igual forma, estamos convencidos que se hace necesario articular, como una estrategia de periodización, tanto los años previos a 1989, como aquellos posteriores, a fin de tener un espectro más amplio de observación, objetivos que rebasan las metas de este ensayo. Por el momento, sólo hemos logrado diseñar una agenda de investigación de mayor envergadura y ambiciosa donde contemplamos una serie


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de elementos clave, cuyo análisis pretende detallar las trayectorias históricas, los problemas estructurales comunes y el diseño de los programas de políticas públicas en un contexto histórico marcado por la ascensión del neoliberalismo en América Latina y Europa Central.

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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2013, Vol. XIX, No. 1 (ene-jun), pp. 167-181 recibido: 03-02-2012 / arbitrado: 13-02-2013

GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO EN ORGANIZACIONES COMUNALES. ANÁLISIS DESDE UNA DIMENSIÓN ESTRUCTURAL-FUNCIONAL Yelitza Marcano Aular* Freddy Marín González• UNIVERSIDAD DEL ZULIA

Carmen Jiménez♦ UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL FRANCISCO DE MIRANDA Resumen: El diseño estructural y funcional en organizaciones está sustentado en flujos de información, conocimientos y en canales que facilitan la gestión para la transferencia tanto el conocimiento tácito como explicito, contexto que facilita las relaciones entre los individuos que la conforman. El estudio tiene como objetivo analizar la gestión del conocimiento en organizaciones sociales comunales, tomando en cuenta su dimensión estructural-funcional. Para obtener los resultados, se hizo uso del análisis de contenido, como resultados destacan que en una comunidad coexisten diferentes tipos de conocimiento, el trabajo en equipo permite que se den los procesos de gestión del conocimiento y fomente la innovación, creatividad y participación en la gestión comunal. Palabras claves: Gestión del Conocimiento, Consejos Comunales, Teorías de diseño organizacional.

INTRODUCCIÓN

El conocimiento en las comunidades se puede entender como una derivación del quehacer o práctica social en una comunidad. En tal sentido, en el contexto comunitario el conocimiento se construye en función de las experiencias de cada miembro en su accionar diario y del conjunto de acciones derivados de los procesos de pensar, recordar, observar, describir, acumular, recuperar y difundir información. Cabe destacar que el intercambio de conocimiento en una organización comunal depende en gran medida de la capacidad que tengan sus miembros en socializar, interiorizar, exteriorizar y convertir el conocimiento tácito en conocimiento explícito y de la estructura organizacional que lo sustente.

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ymarcanoa@hotmail.com / • freddyrmarin@gmail.com / ♦crjimenez_93@ hotmail.com


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Aun cuando la Gestión del Conocimiento es considerada una línea de investigación de reciente data, básicamente desde sus inicios fue de interés en los estudios de tipo empresariales, pero con el paso del tiempo ha ido diversificando su campo de aplicación, al ámbito educativo, tecnológico y en particular en este estudio se orientará a las organizaciones de tipo social, como lo son los Consejos Comunales (CC). En tal sentido, al hacer una revisión histórica documental sobre la situación actual de los CC, desde su creación en 2006, cuando aparece la Ley de los CC, se puede apreciar que estas organizaciones han ido creciendo y arraigándose en cada una de sus comunidades. Crecimiento que se apoya en una estructura organizativa con carácter normativo, con funciones para cada uno de sus miembros y disposiciones legales sobre qué, cuándo y cómo ejecutar los procesos. Este tipo de organizaciones de carácter social, manejan un gran flujo de información, tanto externo como interno, que trasciende su ámbito local, debido a que deben estar en constante comunicación con entes gubernamentales e incluso con otros tipos de organizaciones, tanto públicas como privadas, así como también con las necesidades de la comunidad que representan. Contextualizando para este estudio, los tipos de conocimiento, se pueden identificar el conocimiento explícito (o declarado) como aquel básicamente de tipo normativo, en el entendido que el gobierno nacional establece a través de mecanismos legales (Ley de los CC, Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, entre otros) los principios que regirán la creación, crecimiento, coexistencia, formas de gestión y rendición de cuentas de los CC. En cuanto al conocimiento denominado tácito (o en uso), surge del día a día de estas organizaciones, es parte de procesos internos subjetivos de los individuos que hacen vida comunal, que se generan como consecuencia de prácticas aprendidas, algunas de carácter formal y otras de tipo intuitivas, empíricas y que surgen como resultado de las interacciones entre los individuos; cuyo procesamiento, es decir, la forma lógica de captura, organización, clasificación, validación, almacenamiento y recuperación de los datos y la información, es difícil de lograr a través de los mecanismos tradicionales empleados en las empresas. Partiendo de las premisas planteadas anteriormente, el presente estudio tiene como objetivo analizar las Organizaciones Comunales, en función de cómo se realizan los procesos para la gestión de conocimiento, desde su dimensión estructural-funcional, como un paradigma emergente dentro del campo de las ciencias sociales. En tal sentido, la investigación se fundamenta en las teorías sobre desarrollo organizacional, desde la perspectiva de los procesos de gestión de conocimiento y el análisis sobre la dimensión estructural-funcional de las instituciones del Poder Comunal que posibilitan estos procesos.


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1. METODOLOGÍA

El estudio que se presenta a continuación se ubica en el campo de las ciencias sociales, con énfasis en la Teoría Administrativa y la Gestión del Conocimiento. La investigación corresponde a los estudios de tipo exploratorios, debido a que permite un acercamiento científico al problema planteado, cuando éste aún no ha sido lo suficientemente estudiado y las condiciones existentes no son en consecuencia determinantes. De igual manera, de acuerdo a la estrategia empleada se clasifica como descriptiva, puesto que hace referencia a la descripción, registro, análisis e interpretación de la naturaleza actual y composición de los fenómenos sobre la realidad de las variables en estudio; bajo un enfoque no experimental. Se empleó como método el razonamiento lógico, para entender las proposiciones planteadas, partiendo de lo ya conocido, a efecto de extraer conclusiones y aprender de manera consciente de los hechos sobre los cuales se indaga, estableciendo conexiones causales y lógicas. En consecuencia se procedió a analizar, justificar y transferir, sobre la gestión del conocimiento en organizaciones comunales y su dimensión estructural-funcional, situación que permitió establecer relaciones entre las categorías en estudio, realizar inferencias apoyadas en el análisis de contenido de documentos científicos y legales, así como también la revisión documental disponible sobre estudios anteriores relacionados con el propósito de esta investigación.

2. RESULTADOS Y DISCUSIÓN

2.1. Conocimiento comunal como consecuencia del quehacer social de una comunidad El paradigma evolucionista que Fuentes (1999), citado por (Tizano, 2008) acota que el conocimiento proviene desde adentro del sujeto constructor de significados, hacedor de símbolos y proactivo ante el medio. No basta sino mirar a nuestro alrededor para apreciar lo potencial y diversas que son nuestras comunidades, que según el referido autor, combinan el ejercicio del pensamiento convergente, divergente, reflexivo y crítico, la capacidad de soñar, imaginar, aprender del error y producir hechos tangibles e intangibles para la solución de los propios problemas y de aquellos que aquejan a las sociedades del mundo. En ese mismo orden de ideas, Chamorro (2001), citado por (Ruiz, 2011) plantea que: “… las formas de organización social que están actualmente surgiendo, el conocimiento comienza a tomar una dimensión, y a desempeñar un papel en la sociedad,


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que va más allá del papel que históricamente ha siempre cumplido. En las sociedades que se perfilan para el tercer milenio, la posición de cada persona en la sociedad crecientemente es el producto del conocimiento que él o ella han logrado desarrollar o construir. La sociedad del mañana se vislumbra como una sociedad en la cual cada individuo y cada organización construirá su propia capacidad de acción, y por tanto su posición en la sociedad, a través de un proceso de adquisición y desarrollo de conocimiento, y de la consolidación de su capacidad para generar nuevo conocimiento, que le permita adaptarse dinámicamente a una realidad en rápido proceso de cambio y transformación”

En Venezuela, con el establecimiento de los CC entendida estos como: instancias de participación, articulación e integración entre los ciudadanos, ciudadanas y las diversas organizaciones comunitarias, movimientos sociales y populares, que permiten al pueblo organizado ejercer el gobierno comunitario, la gestión directa de las políticas públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades, potencialidades, así como también a las aspiraciones de las comunidades, en la construcción del nuevo modelo de sociedad socialista de igualdad, equidad y justicia social (Ley Orgánica de los CC, 2006: Art. 2); el gobierno Bolivariano de la República de Venezuela busca crear acuerdos consensuados y responsables entre individuos en correspondencia con su medio o contexto social, creando así lo que se conoce como la comunidad. Se busca entonces, una comunidad que fomente la participación y transformación de los aspectos sociales, con el fin de propiciar una interconexión comunitaria, para consolidar esfuerzos y construir nuevos conocimientos, con el objetivo de beneficiar al contexto que le circunda. Durante este proceso, es posible detectar las diferentes potencialidades que hay en los miembros de una comunidad, y así poder hacer uso ellas, para lograr los proyectos comunitarios que se propongan y alcanzarlos de manera eficaz. En ese mismo orden de ideas, y tal como plantea Cieza (2006), para el desarrollo comunitario es necesario aprovechar y optimizar todos los recursos existentes en la comunidad (equipamientos, infraestructuras, servicios, institucionales, materiales, culturales, naturales y humanos), integrándolos y combinándolos, ya sean públicos, privados o sociales (otras comunidades). Igual sucede con los principios de integración, cooperación, solidaridad y cohesión social entre los distintos miembros de la comunidad, en pro de generar ayuda y beneficio mutuo, en la solución de los problemas que aquejan a su comunidad. A lo que se puede agregar que también es imprescindible valorar al conocimiento como activo de las organizaciones sociales. En un estudio realizado por Marcano y xcol (2008) la instauración de organizaciones sociales en Venezuela, conocidas como CC es relativamente nueva en el país, debido a que se han venido constituyendo desde la publicación en Gaceta Oficial de la Ley de los CC en abril de 2006, sin embargo, han proliferado de manera considerable a lo largo del territorio nacional, lo que conlleva al manejo


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masivo de información. Según los resultados del estudio de estas autoras, el proceso constitutivo se lleva a cabo de forma descentralizada, existe independencia en cada una de las Alcaldías y Fundacomún para el procesamiento de los datos (registro, constitución, elaboración de proyectos, entre otras actividades), situación que dificulta la retroalimentación tanto de los entes gubernamentales como de los CC; información que debido a la falta de mecanismos sistemáticos, no puede convertirse en ese activo intangible conocido como conocimiento. Cabe destacar que la administración de los procesos comunales requieren de ciertas capacidades, entre las cuales se pueden identificar las siguientes: (a) Responsabilidad y transparencia en la gestión, para generar confianza en los miembros de la comunidad; (b) Proveer mecanismos de difusión sobre la gestión comunal; (c) El fomento de competencias como la cooperación y el autodesarrollo de los ciudadanos; y (d) Fomentar la participación de todos los ciudadanos, para que se identifiquen con los proyectos y acciones propuestas, para así mejorar la calidad de vida de las comunidades. Con respecto a este último aspecto, Albenzio (1999), argumenta que para lograr una efectiva participación es necesario: Sistematizar la información para hacerla comprensible para la ciudadanía, empleando instrumentos y tecnología que permitan compartir información. En el mismo orden de ideas, Ceballos (2009) expone que existe un conocimiento por parte de los vecinos de una comunidad sobre los objetivos, metas y visiones de las organizaciones comunales, quien funge como medio de participación. También menciona un tipo de conocimiento critico que se tiene sobre la historia de la comunidad, lo que se traduce según Ramírez (2006) en el conocimiento de factores que tuvieron y tienen influencia sobre la vida de la comunidad, sus intentos por resolver los problemas y los modos de organización, tal situación permite tomar conciencia de las causas que lo llevaron a enfrentar las cosas de una u otra manera. Para Nuñez y Nuñez (2005), el sentido del conocimiento personal, grupal y organizacional, es inexorable, porque cada persona interpreta la información que percibe, a la luz de su experiencia, influida por los grupos a los que perteneció y pertenece; también, influyen los patrones de aceptación que forman la cultura de su organización y los valores sociales en los que ha transcurrido su vida. Esto determina que el conocimiento existe, tanto en el plano subjetivo del hombre como intersubjetivo de los grupos y de la organización y que estos se encuentran determinados, por su historia-experiencia social y concreta. En el entorno histórico y social, la historia, situación coyuntural de personas, entidades corporativas o sociales, el país, las regiones, entre otras variables determinan las condiciones para que una organización se desenvuelva.


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En tal sentido, la existencia de las relaciones interpersonales en la organización, generan las condiciones propicias para que se cree el conocimiento social, en un sistema abierto de intercambios internos grupales y externos con el entorno, apoyado en una estructura organizativa que sustente su dimensión estructural-funcional.

2.2. Dimensión estructural-funcional de las instituciones del Poder Comunal que posibilitan los procesos de Gestión de Conocimiento.

2.2.1. Correspondencia entre conocimiento, teorías de diseño organizacional y la estructural-funcional de los CC Las organizaciones se constituyen en un constructo social; donde acciones de actores y grupos van adquiriendo sentido, donde participan de manera funcional los colectivos, según los lineamientos y potestades establecidos en la ley del Poder Comunal o de manera disfuncional, al ejercer de manera indirecta su derecho a la participación. Todo ello siguiendo las normas, leyes y reglas, así como las políticas, que conduzcan a crear espacios o marcos de interacción además de regulación, donde existan procesos decisorios y la sociedad se relacione de manera activa con sus representantes e instituciones. Es decir, las organizaciones implican toda una infraestructura en la cual la parte sustantiva es la gente que labora dentro de ella; por lo tanto, intervienen también formas de conducta, comportamiento e influencia en función de las particularidades organizacionales, en otras palabras, dentro de la comunidad que la alberga. De igual manera, cabe destacar que toda organización, responde estructural y funcionalmente a un determinado diseño organizacional. Brown y Duguid (2001) indican que el conocimiento se encuentra disperso y fragmentado en los diferentes niveles de una organización, independientemente de la estructura que posean (verticales, horizontales, matriciales, entre otras). Según se deriva de esta apreciación, existe una relación entre el tipo de diseño organizacional y la forma como ésta gestiona su conocimiento tanto internamente, a nivel de los procesos que realiza, como en las relaciones que mantiene con el contexto donde está ubicada. En tal sentido, en función del análisis documental que se realizó, existe diversidad de corrientes o teorías que buscan explicar las diferentes formas de organización, entre las que se pueden mencionar: la teoría de la estructura mecánica y orgánica, teoría de la estructura matricial, estructuras tipo redes, organización basada en el conocimiento y la organización hipertexto. Según se deriva del análisis a las diversas teorías de diseño organizacional y sus ventajas y desventajas para propiciar espacios de creación de conocimien-


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to, se pudo observar que: en una estructura organizacional de tipo mecanicista se propicia la interacción entre los participantes organizacionales, pero según una relación de tipo vertical, donde las funciones y actividades de todos las unidades o departamentos están definidas de manera formal y se hace un seguimiento o control de las actividades, en función de las decisiones emitidas por parte de los superiores, con un excesivo sistema de control; situación que no propicia la creatividad y participación del capital humano; entre los principales inconvenientes para la creación de conocimiento, se puede mencionar: -

Administrar con recelo el conocimiento (Wang y Ahmed, 2003).

-

Obstruir la integración del conocimiento experto y la rápida respuesta a los cambios en el ambiente según (Cross, 2000).

-

Controlar excesivamente las actividades entre la cima y la base de la pirámide organizacional, concretamente la planeación, resolución de problemas, toma de decisiones y la dirección (Hyden, 1994 y Hankinson,1999).

-

Restricción de la libertad de acción, al regirse por un conjunto de reglas rígidas y procedimientos fijos, situación que dificulta el compartir el conocimiento y la comunicación en general según (Ahmed, 1998).

A pesar de todo, autores como Hedlund y Nonaka (1993) consideran que esta forma estructural, por su estabilidad, facilita la explotación e implementación del conocimiento acumulado por una organización. Por su parte, autores como Wang y Ahmed (2003) plantean que, al pensar en la estructura orgánica, se concibe la organización como una compleja entidad social donde interactúan las fuerzas sociales e individuales, la cual tiene entre sus principales características: -

Transformación de la verticalidad de la organización en decisiones con colaboración vertical, debido a su estructura plana y basada en equipos de proyecto.

-

Empoderamiento de los empleados para promover la participación en la gestión organizacional, cultura de la franqueza y confianza.

-

El alto nivel de informalidad, flexibiliza las reglas y facilita la comunicación bidireccional frente a frente (Ahmed, 1998).

Las estructuras orgánicas por el contrario tienden a fomentar el trabajo en equipos transversales, la descentralización del poder, situación que genera confianza, integración y franqueza entre los colectivos; pero con la limitación de que para su correcto funcionamiento debe realizarse un considerable esfuerzo para alcanzar la socialización y adaptación de los colectivos a los principios que plantea este tipo de diseño organizacional. Una estructura matricial por su parte, da flexibilidad al diseño organizacional, colocando énfasis en principios como: la


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cooperación, especialización, participación y comunicación; factores primordiales para la gestión del conocimiento. En tal sentido, la Teoría de organización basada en el conocimiento, basa su concepción en la creación, transformación, codificación, difusión y asimilación para la apropiación cognoscitiva del conocimiento de tipo tecnológico; todo ello apoyado en el uso de herramientas tecnológicas. Con respecto a la modularidad, visto desde la perspectiva de Sánchez y Mahoney (1996), no es más que una estrategia para sobrellevar la complejidad a través de la desarticulación de productos, procesos y organizaciones en unidades independientes pero articuladas a través de interfaces estandarizadas. Esta teoría plantea que el manejo de módulos independientes puede facilitar el manejo de procesos y productos complejos, situación que se traduce en la división de tareas favoreciendo de esta manera la partición del conocimiento; surge en este sentido atributos como la auto coordinación o autogestión del conocimiento. Por su parte una organización de tipo hipertexto interrelaciona capas que buscan la creación del conocimiento, favoreciendo la innovación en función del conocimiento creado y acumulado. Aparece en este sentido, las comunidades de conocimiento, la recontextualización del conocimiento, innovación, gestión integrada de los procesos, socialización e interiorización del conocimiento, una estructura organizacional menos burocrática y más flexible. Según el análisis realizado, en el cuadro 1 se muestran, las ventajas y desventajas de las diferentes técnicas estudiadas en cuanto a la creación de conocimiento organizacional. En síntesis, existen características en los diferentes tipos de diseño organizacional que facilitan los procesos de gestión del conocimiento, a pesar de las dificultades derivadas de su organización per sé. En ese orden de ideas y en función de los planteamientos realizados en cuanto al diseño organizacional, cabe destacar la posición de Olivar y Primera (2011), quienes plantean que la estructura organizacional de los CC, en su reciente reforma (Gaceta Oficial No. 39.335 de 28/12/2009), establece que éstos para fines de su funcionamiento estarán integrados por: la Asamblea de Ciudadanos, el Colectivo de Coordinación Comunitaria y las unidades Ejecutiva, Administrativa y Financiera Comunitaria, y de Contraloría Social, éstas últimas integradas por los voceros electos (principales) con sus respectivos suplentes, aspecto innovador en la organización de los CC, en conjunto con el Sistema de Coordinación Colectiva no previsto en la Ley de CC promulgada en 2006.


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Cuadro 1. Creación del conocimiento: Ventajas y limitaciones en función de diferentes teorías de diseño organizacional Corrientes

Ventajas Limitaciones - Estructura estable - Obstruye la integración de cono- Facilita la explotación e implementación del cono- cimiento experto con cimiento acumulado. la dinámica del ambiente. - Administra con recelo Teoría de la el conocimiento. estructura - Control excesivo de las actividaMecánica des entre la cima y la base de la pirámide. - Restringe la libertad de acción, el compartir conocimiento y la comunicación. - Estructura plana, basada en equipos. - Requiere de un gran esfuerzo - Colaboración vertical para lograr la socialización y adaptación mutua entre los integrantes - Trabajo en equipos trasversales. Teoría de la - Integración de recursos especializados. de la organización. estructura - Descentralización del poder. Orgánica - Participación en la gestión. - Cultura de la franqueza y la confianza. - Alto nivel de informalidad. - Comunicación bidireccional. - Estructura híbrida entre la jerarquía y - La flexibilidad que provee la teoría Teoría de la las estructuras planas (Mecánica y Orgánica). puede ocasionar redundancia de estructura - Busca la administración de elementos que redun- información y afectar la gestión del Matricial daran en la gestión efectiva de recursos como el conocimiento organizacional conocimiento. - Proceso dinámico de creación, transformación, - Introduce sólo dos niveles ontolócodificación y difusión del conocimiento gicos: el nivel individual y el nivel tecnológico. colectivo. - Incorporación de la asimilación que sistematiza en la base cognitiva del individuo las experiencias adquiridas en la fase de internalización. - Considera la existencia del conocimiento: tácitoexplícito y difundido-no difundido. Teoría de organización basa- - Incorpora la figura del portero tecnológico encargado de asimilar e incorporar la información exterda en el conocina. miento - Retroalimentación permanente entre el exterior y - Se asimila el conocimiento expliciel interior de la organización. to como colectivo y el conocimiento - Incorpora aspectos relacionados con el proceso tácito como de codificación, barreras a la imitación, capacidad individual. de absorción, generación interna de conocimiento tácito, retención y cooperación con otras instituciones. - El manejo de módulos independientes (con equi- - Teoría orientada a manejo de pos de trabajo independientes), facilita el manejo sistemas complejos, con desarticude procesos y productos complejos. lación de productos, procesos y Teoría de las - No hace uso de la integración vertical sino de los organizaciones. organizaciones atributos relacionados con precio y desempeño de Modulares ciertos componentes y la construcción de estructuras de información, que proveen mecanismos de auto-coordinación. Cont.


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Corrientes

Ventajas

Limitaciones Cont.

Organización Hipertexto

- Combina rasgos de una organización burocrática - El tipo de dirección adecuado es con rasgos de una organización adhocrática. el modelo “Middle-Up-Down” que - Una organización adhocrática, es adecuada para da importancia a los mandos la generación de nuevo conocimiento, a través de intermedios como dinamizadores. los procesos de socialización y exteriorización. - Facilita el intercambio de conocimiento tácito y la conversión de este conocimiento tácito acumulado en conocimiento explícito. - Coexisten la capacidad creativa de la organización adhocrática, con la eficiencia y estabilidad de la burocracia. - Existencia de una base de conocimiento. - Favorece una gestión integrada "centro-arribaabajo".

Fuente: Elaboración propia en base a Wang (2003), Ahmed (1998), Cross (2000), Hyden (1994), Hankinson (1999), Nonaka y Takeuchi (1995), Hedlund y Nonaka (1993). Arias y Aristizabal (2008), Sánchez y Mahoney (1996),

A continuación se describe de manera general la conceptualización de cada una de las instancias antes señaladas. Las disposiciones legales en cuanto a la organización de los CC, aparece reflejada en el Capítulo III, sección primera, el cual establece que estará integrado por Ley de CC (2009): -

La Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas del CC: entendida como la máxima instancia de deliberación y decisión para el ejercicio del poder comunitario, la participación y el protagonismo popular, sus decisiones son de carácter vinculante para el CC en el marco de esta Ley.

-

El Colectivo de Coordinación Comunitaria: instancia de articulación, trabajo conjunto y funcionamiento, conformado por los voceros y voceras de la Unidad Ejecutiva, Unidad Administrativa y Financiera Comunitaria y Unidad de Contraloría Social del CC.

-

La Unidad Ejecutiva: instancia del CC encargada de promover y articular la participación organizada de los habitantes de la comunidad, organizaciones comunitarias, los movimientos sociales y populares en los diferentes comités de trabajo; se reunirá a fin de planificar la ejecución de las decisiones de la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas, así como conocer las actividades de cada uno de los comités y de las áreas de trabajo.

-

La Unidad Administrativa y Financiera Comunitaria: funciona como un ente de administración, ejecución, inversión, crédito, ahorro e intermediación financiera de los recursos y fondos de los consejos comunales, de acuerdo a las decisiones y aprobaciones de la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas, privilegiando el interés social sobre la acumulación de capital. Estará integrada por cinco habitantes de la comunidad, electos o electas a través de un proceso de elección popular.


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-

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La Unidad de Contraloría Social: instancia del CC concebida para realizar la evaluación de la gestión comunitaria y la vigilancia de las actividades, recursos y administración de los fondos del consejo comunal. Estará integrada por cinco habitantes de la comunidad, electos o electas, a través de un proceso de elección popular. Esta unidad realizará sus funciones sin menoscabo del control social que ejerza la Asamblea de Ciudadanos y Ciudadanas y otras organizaciones comunitarias, de conformidad con el ordenamiento jurídico.

Según el análisis realizado en función de las disposiciones legales que rigen a los CC, la estructura planteada, se aleja del diseño organizacional tradicional de tipo jerárquica-vertical-lineal, para responder a una horizontalidad, basada en principios de trabajo como la cooperación, rendición de cuentas, eficacia, eficiencia, trabajo voluntario, por mencionar algunos (Olivar y Primera, 2011). Además de otros principios como la ética, el trabajo en equipo, el altruismo recíproco y la solidaridad; de igual manera, los Comités de trabajo y Unidades AdministrativaFinanciera, Ejecutiva y de Contraloría social, funcionan de manera articulada, con el mismo grado de participación, responsabilidad y atribuciones en concordancia con las disposiciones legales contempladas en la Ley de CC de 2009. Desde el punto de vista organizativo Morales (2008) visualiza la estructura de los CC como una estructura bastante simple en lo relativo a los órganos de funcionamiento: órgano ejecutivo y unidades de gestión financiera (Banco Comunal) y de Contraloría Social; de éstos órganos dependen los Comités de Trabajo por áreas. Estas últimas aparecen referidas a título enunciativo en la Ley, a partir de una lista mínima de acción relativa a diversas áreas, pudiendo existir otras, si la Asamblea así lo decide, esta circunstancia añade un factor de complejidad en la operación del CC. Entre los Comités de trabajo se encuentran: Salud, Tierra urbana, Vivienda y hábitat, Economía comunal, Seguridad y defensa integral, Medios alternativos comunitarios, Recreación y deportes, Alimentación y defensa del consumidor, Protección social de niños, niñas y adolescentes, Educación, cultura y formación ciudadana, Familia e igualdad de género y el Comité Comunitario de personas con discapacidad (y los demás comités que la comunidad estime necesario, según las necesidades que surjan). Además de las Mesas técnicas de: Agua, Energía y gas.

CONSIDERACIONES FINALES

Una teoría del diseño organizacional, básicamente busca precisar la mejor forma de organizar; situación que conlleva a concebir a las organizaciones como estructuras con características propias que las diferencian del resto. En función de los planteamientos anteriores, se puede inferir que en una organización comunal, tal como los CC, es posible detectar ciertas características, que se tradu-


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cen en aspectos relevantes o características deseables para gestionar conocimiento, entre estas están: -

La existencia de diferentes tipos de conocimiento: al considerar que en una comunidad existen diferentes tipos de actores con diversidad de competencias y experiencias previas.

-

Trabajo en equipo: tal cual como se plantea en las disposiciones legales para la conformación de los CC, es indispensable que el trabajo se haga en grupos, situación que se evidencia al conformar diferentes tipos de comités de trabajo y mesas técnicas.

-

Participación en la gestión: es vital para la gestión del conocimiento en una organización comunal que los ciudadanos se sientan involucrados con las actividades conducentes al logro de los objetivos comunales.

-

Comunicación bidireccional: bidireccionalidad horizontal entre las Unidades Administrativa, Financiera, Ejecutiva y de Contraloría Social y vertical entre los diferentes voceros de la Unidad de Administración y Financiera y Contraloría Social.

-

Retroalimentación entre el exterior e interior de la organización: como consecuencia de los procesos de participación e inclusión que deben existir, a efecto de lograr una triangulación entre la comunidad (representada por los colectivos sociales), los entes gubernamentales y los ciudadanos (entendido como cada individuo con necesidades o requerimientos particulares), donde la información fluya del centro (Unidad Ejecutiva, Contraloría Social y Unidad Administrativa y Financiera) al nivel superior (Asamblea de ciudadanos y el Colectivo de Coordinación comunitaria) y al interior de la organización (Voceros(as) y Comités de Trabajo y Mesas Técnicas).

-

Capacidad creativa y eficiencia: aun cuando las funciones de cada una de las instancias que conforman la estructura de un CC están definidas en la Ley, actividades relacionadas con los procesos de formulación de proyectos, censos, entre otros, requieren que sus integrantes administren eficientemente los recursos materiales, económicos, humanos y de infraestructura disponibles en y para la comunidad, así como también convertirse en dinamizadores de procesos creativos.

-

Innovación como respuesta a la combinación de conocimiento explícito y tácito.

-

Necesidad de contar con una Base de conocimiento que permita administrar el conocimiento, así como asegurar su integridad y seguridad, como activo organizacional. En una Organización Comunal, las fuentes generadoras o creadoras de conocimiento en el contexto intra y extra organizacional, está representado por: la Comunidad, las Instituciones públicas que apoyan des-


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de el punto de vista legal y financiero la labor de las comunidades organizadas, los CC, los líderes comunitarios, el Colectivo en general, así como cualquier otra institución relacionada con los objetivos comunitarios, experiencias previas, además de los documentos que generan o aportan indicios legales, procedimentales o funcionales a los procesos que estas realizan. En tal sentido una base de datos de conocimiento va a conformarse de la integración del conocimiento tácito y explícito que tendrá que identificarse y establecer las relaciones que se dan entre ellos, diferenciando lo que son: conceptos, causas, efectos, indicadores, clasificación y ponderación de las mejores prácticas, entre otros aspectos; tomando en cuenta la posibilidad de representar la información además de manera textual, hacerlo de manera simbólica, acorde a diferentes niveles de abstracción de las personas que harán uso de la misma. -

Uso de herramientas tecnológicas (Mapas de conocimiento, distribución personalizada de información, motores de búsqueda de información, herramientas colaborativas, entre otras) que permitan capturar, clasificar, organizar, procesar, almacenar y recuperar información, para gestionar el conocimiento acumulado y generar valor agregado a la gestión social.

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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2013, Vol. XIX, No. 1 (ene-jun), pp. 183-204 recibido: 01-03-2013 / arbitraje: 28-05-2013

CARACTERÍSTICAS DEL MERCADO LABORAL REGIONAL EN BRASIL: UN ABORDAJE DE LAS DIVERGENCIAS DE GÉNERO Anita Kon* PONTIFÍCIA UNIVERSIDADE CATÓLICA DE SÃO PAULO, BRASIL Resumen: Este artículo intenta analizar las características de los mercados laborales regionales en función de aquellas diferencias de género que tienen consecuencias en las desigualdades de ingreso a nivel regional, y en los índices de pobreza. La primera sección introduce consideraciones teóricas acerca de las causas de las divergencias regionales en cuanto a la incidencia de género en los mercados laborales, y su impacto económico. Presentamos la evidencia empírica, utilizando distintos indicadores para medir esta diversidad, para el período de los ‘90 hasta el 2006, con el propósito de facilitar la planificación pública a nivel regional. Palabras claves: Mercado laboral. Género. Región. Planificación. Ingreso.

1.- INTRODUCCIÓN

Las políticas de estabilización y las reformas introducidas en Brasil a partir de los años 80, diseñadas para remediar la alta inflación y otros desequilibrios macroeconómicos, han afectado la economía (de manera positiva o negativa) pero, en particular, han tenido consecuencias en las oportunidades del mercado de trabajo. El impacto sobre la segmentación de los mercados laborales y sobre su estructura de género, tiene aspectos comunes en todas las regiones del país, aun cuando también hay diferencias, a veces particularmente perjudiciales en las mujeres. De manera que hace falta examinar las estructuras culturales, demográficas, políticas y económicas de cada región y, además, hay que tomar en cuenta las particulares características del mercado laboral y su segmentación según género en ciertas regiones, puesto que éstas refuerzan las desigualdades de las condiciones de trabajo, calificaciones y remuneraciones de género, permitiendo así calibrar las políticas más apropiadas. Este artículo intenta analizar las características de los mercados laborales regionales en función de aquellas diferencias de género que tienen consecuencias en las desigualdades de ingreso a nivel regional, y en los índices de pobreza. Antes de examinar la evidencia empírica disponible, presentamos una primera sección que introduce algunas consideraciones teóricas que nos puedan *

anitakon@pucsp.br anitakon@pucsp.br


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ayudar a entender las causas de las divergencias regionales en cuanto a la incidencia de género en los mercados laborales además de su impacto económico. En seguida, presentamos la evidencia empírica, utilizando distintos indicadores para medir esta diversidad. Para el período que va de mediados de los ‘90 hasta el 2006, ofrecemos Cocientes Regionales Diferenciales y otros indicadores, utilizando estadísticas sobre variables de mercado, tales como ocupación, desempleo, escolaridad e ingresos promedios, todos con el propósito de facilitar la planificación pública a nivel regional.

2.- GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA Y SU IMPACTO SOBRE LOS MERCADOS LABORALES REGIONALES

Los países en desarrollo enfrentan el reto de resolver los conflictos entre las exigencias para mantener una estabilidad macroeconómica y aquellas otras consideradas apropiadas para promover un desarrollo capaz de competir en los mercados mundiales; la manera de resolver estos conflictos, en cada coyuntura, incide en la estructura ocupacional de estos países. Al mismo tiempo, la manera en que las oportunidades ocupacionales se distribuyen entre los mercados formales e informales depende de las condiciones específicas de la oferta de mano de obra y las posibilidades de responder a las necesidades de las empresas. De manera que la naturaleza del mercado laboral es un elemento que puede facilitar el desarrollo de una mayor competitividad en los mercados mundiales o, al contrario, dificultarlo. En general, el proceso de globalización ha estado acompañado por distintas tendencias que se manifiestan tanto en los países desarrollados como en aquellos en desarrollo. Estas incluyen: a) Creciente internacionalización de las actividades económicas; b) Reorganización de las empresas dominantes; c) Integración cada vez mayor de las actividades de producción y de servicios, d) Uso creciente de tecnología micro-eléctrónica; e) Demanda cada vez mayor en la industria de mano de obra altamente calificada, mientras que muchos trabajos de rutina se hacen superfluos; f) Creciente complejidad y volatilidad de la demanda de consumidores; y g) Papel cambiante en la intervención del Estado. Mientras que estos cambios suceden con mayor rapidez en los países avanzados, también afectan a los demás. El proceso de industrialización y modernización tecnológica lleva a que, para un nivel determinado de desarrollo, se puede apreciar patrones similares de modificaciones en la estructura del mercado laboral. La misma necesidad de competir en el mercado mundial significa que las distintas empresas están sujetas a la necesidad de responder frente a las transformaciones en tecnología, a nuevas exigencias en cuanto a la calificación


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laboral, nuevas maneras de organizar el proceso laboral, nuevas características de la producción (producción no-continua, economías de escala muy reducidas). Por otro lado, las innovaciones tecnológicas afectan la naturaleza del producto (intensificación de servicios no-materiales, presentación), consumo (las formas de entrega del producto, el papel del consumidor, la organización del consumo) y también mercados (la organización de mercados, reglamentación y herramientas de mercadeo). El impacto del reciente proceso de globalización sobre la economía brasileña muestra divergencias regionales que responden a las particularidades de la estructura productiva y del mercado laboral en las diferentes regiones, como también a las tradiciones e iniciativas empresariales. Si bien las disparidades regionales eran evidentes a comienzos de los años ‘90, la dinámica de la evolución de las distintas regiones durante las últimas décadas muestra nuevas disparidades en cuanto a la velocidad e intensidad de los cambios. Esta dinámica responde a la necesidad de combinar las exigencias de mayor competitividad con la necesidad de mantener estabilidad macroeconómica. Algunos estados brasileños, como Sao Paulo, Río de Janeiro, Río Grande do Sur, Amazonas, Distrito Federal y Santa Catarina, disfrutan de un ingreso per cápita por encima del promedio nacional, mientras que otros muestran índices por debajo de la mitad del promedio. Sin embargo, hace falta indicar que esta situación desde comienzos de los años ‘80, constituye un avance respecto a los años anteriores, empezando con los años ‘50, cuando las desigualdades entre los estados prósperos y los más atrasados eran sustancialmente mayores. De hecho, entre 1950 y 1985, las transformaciones que ocurrieron en las estructuras productivas y ocupacionales en el país llevaron a que varias regiones se acercaran al promedio nacional: algunas de aquellas con ingresos per cápita por encima del promedio, sufrieron tasas de crecimiento relativamente lentas; mientras que otras, con ingresos per cápita por debajo del promedio, experimentaron tasas de crecimiento más favorables. En otras publicaciones, se ha discutido en detalle los factores que, a nivel regional, inciden para acelerar, retardar o disminuir las tasas de crecimiento (Kon, 2002). Por ahora, nos limitamos a mencionar la influencia de aspectos estructurales relacionados a los recursos materiales y humanos (Kon, 1995). En lo que se refiere a los recursos humanos, se puede apreciar un contraste muy marcado entre las regiones del Norte y Nor-Este, comparadas con aquellas del Sur y SurEste, reflejadas en diferencias en los niveles de escolaridad y alfabetismo entre adultos, en acceso a la salud, así como en las condiciones sanitarias, todas con un gran impacto en el ambiente cultural y en la capacidad de aspirar a una modernización. Estas diferencias también afectan la capacidad de la mano de obra


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de adaptarse al progreso tecnológico y a la modernización organizacional introducida en las empresas para mejorar su capacidad de competir en los mercados mundiales. En consecuencia, las regiones más avanzadas experimentan un crecimiento más rápido e intenso en los sectores más industrializados y modernos, con un fuerte impacto en la productividad del trabajo. En general, el mercado de trabajo en Brasil viene mostrando características negativas en lo que se refiere a la disponibilidad de trabajo y a los salarios, reflejadas en los altos índices de desempleo prolongado y en la multiplicación de pequeñas empresas informales como consecuencia del aumento en el outsourcing y en la práctica de subcontratación en sectores caracterizados por una reducida productividad y bajos salarios; así como también, el auto-empleo (trabajadores por cuenta propia) en ocupaciones de bajos ingresos disminuye los niveles globales de productividad a nivel regional. También resulta necesario tomar en cuenta las diferencias en infraestructura y en activos de capital fijo que, en algunos casos, pueden llevar a importantes externalidades o a disfrutar las ventajas de aglomeración económica (Kon, 1995). Por el otro lado, como ya comentamos, tenemos que tomar en cuenta la incidencia de políticas coyunturales diseñadas para asegurar la estabilidad macroeconómica o estimular ciertos sectores (Kon, 2002). En lo que se refiere a las condiciones laborales de género, se puede apreciar en Brasil, como en otros países en desarrollo, una tendencia histórica hacia una mayor incorporación de la mujer al mercado ocupacional. Esto refleja en parte una evolución en valores sociales, pero también la modernización del proceso productivo que aumenta la división del trabajo, en algunos casos estimulando una demanda por trabajo específicamente femenino como, por ejemplo, en el caso de tareas repetitivas que exigen mucha precisión, o en ocupaciones en donde el trato humano es considerado importante. Sin embargo, sobre todo en circunstancias de dificultades económicas, la incorporación de la mujer al mercado laboral responde más bien a las necesidades de sobrevivencia de la unidad familiar. Más adelante, examinamos la evidencia empírica para determinar cómo la combinación de factores estructurales y coyunturales se manifiesta en trayectorias regionales diferenciables, y cómo esto, a su vez, se refleja en la participación de las mujeres en el mercado laboral. Pero primero queremos adelantar algunas consideraciones respecto al papel de las políticas gubernamentales y de la regulación del trabajo.


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3.- DESIGUALDAD Y DESARROLLO SOCIOECONÓMICO

Algunos analistas, hombres de negocios y hasta agentes gubernamentales encargados de supervisar las políticas laborales, argumentan que un exceso de protección al trabajador como consecuencia de la regulación del mercado de trabajo, limita la capacidad del mercado de responder adecuadamente para rectificar aquellas pérdidas de empleo reflejadas en las altas tasas de desempleo; lo que es, a la vez, responsable de empujar grandes contingentes de la fuerza laboral hacia el mercado informal con su conocida precariedad; empeorando así el problema de la desigualdad y la exclusión. A menudo, se hace referencia a las economías del sur-este asiático como modelos para la organización del mercado laboral y de políticas favorables a mejoras en la calificación de la fuerza laboral y a una mayor equidad entre los géneros. Otros argumentan que cualquier medida que lleve a la eliminación de la protección laboral empeora las condiciones sociales de los trabajadores, aumenta la pobreza y acentúa la desigualdad (Lustig & Edwards, 1997: 2); también sugieren que en el caso de Brasil, las regulaciones muchas veces no se respetan y que ya, de hecho, los empleadores disfrutan de un grado importante de flexibilidad. Por otro lado, difícilmente se puede decir que todos los reglamentos introducidos hayan mejorado la situación de empleo o incidido para contrarrestar las desigualdades de género. Hemos mencionado algunos de los factores que han promovido la incorporación de la mujer al mercado laboral, incluyendo el outsourcing que amplía las oportunidades para las mujeres de trabajar en casa, circunstancia a veces favorecida por sus responsabilidades familiares y la conveniencia de una jornada laboral con horarios más flexibles, sin embargo, hace falta subrayar una importante diferencia entre el outsourcing de tareas relativamente sofisticadas, anteriormente llevadas a cabo dentro del ámbito de la empresa matriz, que requieren de algún nivel de calificación (más típico en los países desarrollados), y de aquel que nutre el trabajo doméstico de las mujeres, generalmente de carácter artesanal, que requieren de poca calificación y, por supuesto, está mal remunerado. Por último, en este acápite, debemos señalar una ausencia general de políticas públicas efectivas diseñadas para ampliar la participación de las mujeres en el mercado laboral formal para contrarrestar las desigualdades entre los géneros que allí se manifiestan. Es más, a veces, cuando se intenta promover estas políticas, las mismas están mal planteadas resultando contraproducentes ya que, provocan una renuencia por parte de los empleadores de contratar a mujeres. De hecho, a pesar de que el problema del desempleo y del sector informal se ha agravado a partir de los años ‘80, no se han producido modificaciones sustanciales en las políticas relativas al mercado laboral. En consecuencia, este artículo


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

también intentará señalar las medidas gubernamentales necesarias para enfrentar estos problemas. Finalmente, estimamos conveniente señalar los distintos enfoques teóricos utilizados para dar cuenta de los diferenciales salariales.

4. DIFERENCIAS EN REMUNERACIÓN POR GÉNERO EN LAS REGIONES BRASILEÑAS

Ya hemos visto las características del proceso de globalización que afectan los distintos países y regiones. Ahora queremos prestar atención a los rasgos de la fuerza laboral que varían de un lugar a otro, o de una región a otra (porque, como sabemos, existen fuertes restricciones a la movilidad del factor trabajo y las características locales o regionales de la fuerza de trabajo dependen de un conjunto de factores históricamente condicionados). Queremos llamar la atención sobre cuatro elementos que pueden variar de un lugar a otro: a) Calidad de la oferta de fuerza de trabajo, esto es el ‘capital humano’ incorporado a los trabajadores (Smith, 1983: 248; Becker, 1993; Jacobsen, 1998: 249); b) Diferencias respecto a la segmentación del trabajo al interior de las empresas (Gordon y otros, 1973; Doeringer y Worsen, 1971; Vietorisz & Harrison, 1973); c) Diferenciales en la estructura de ingresos (Rima, 1996: 260); y d) Participación relativa de los géneros en la fuerza de trabajo (Kon, 1995; Mutari y otros, 1997; Jacobsen, 1998). Uno de los elementos determinantes más importantes para dar cuenta de las variaciones en la calidad de la fuerza de trabajo a través del espacio, es la dotación local de ‘capital humano’. Este concepto surgió como consecuencia del reconocimiento de que la mano de obra no es homogénea (como a menudo se suponía en la teoría económica clásica), sino que los obreros están dotados de diferentes capacidades y calificaciones, además, compiten en mercados laborales notablemente segmentados. De hecho, cualquier obrero cuenta con ciertas destrezas y capacidades que se podrían considerar innatas; pero también tiene un nivel determinado de educación formal, de entrenamiento en el lugar de trabajo, de cursos de especialización y, en general, de experiencia acumulada. Todos estos elementos mantienen o aumentan el valor de la fuerza de trabajo en el mercado. De manera que, por mucho que se puede dar cuenta de diferencias de ingreso vinculados a edad, género, raza o tipo de ocupación, también inciden estos factores que conforman el llamado ‘capital humano’. De manera que, cuando un obrero ‘alquila’ su fuerza de trabajo al patrón, el salario que recibe refleja no solamente las horas trabajadas, sino además este ‘capital humano’ (Rima, 1996:109). Las diferencias salariales pueden explicarse también desde la perspectiva del mercado laboral que se caracteriza por su segmentación. Inclusive al interior de la empresa se pueden apreciar diferentes criterios para la selección y reclu-


Características del mercado…

189

tamiento del personal, distintos perfiles para su entrenamiento y también perspectivas contrastantes de promoción, vinculadas a los distintos niveles de salario (Gordon y otros, 1973; Doeringer y Worsen, 1971; Vietorisz & Harrison, 1973). En general, se suele distinguir dos categorías generales para indicar el carácter de la segmentación del mercado de trabajo. Para los autores citados, existe un mercado ‘primario’ que cubre puestos con estabilidad laboral, con una productividad alta y con salarios relativamente altos. Los salarios y las promociones se determinan según reglas específicas de cada empresa, y son lo más común en empresas oligopolísticas con una elevada relación capital/trabajo. El segmento ‘secundario’ cubre trabajadores con calificaciones y entrenamientos elementales. Su productividad además de sus salarios son relativamente bajos, hay pocos contratos formales y limitada estabilidad laboral. Este segmento abarca sobre todo a pequeñas empresas con una demanda poco estable y limitado acceso a capital y tecnología, aun cuando se encuentran en esta categoría algunas empresas grandes. Aquí, no hay sistemas de promoción interna porque la fuerza de trabajo es relativamente homogénea y los costos de la rotación laboral son mínimos. Las variaciones en la estructura de remuneraciones han sido analizadas también sobre la base de dos enfoques distintos: diferencias entre ocupaciones y diferencias entre trabajadores. El enfoque tradicional en torno a los diferenciales entre ocupaciones consideraba la economía como una red de mercados para cada una de las ocupaciones, diferenciadas según los requisitos de calificaciones, estabilidad en el trabajo, condiciones de trabajo, etc. Más recientemente, el enfoque de la teoría sobre ‘capital humano’ no abarca el problema a partir de los puestos ocupados, sino tomando en cuenta las personas y relaciona los ingresos de un trabajador directamente con sus características personales. Actualmente, es menester considerar la tendencia hacia la polarización de las remuneraciones de distintas ocupaciones, combinada con una disminución marcada de aquellas oportunidades de remuneraciones con salarios alrededor de los promedios. Esta tendencia es consecuencia, de las estrategias empresariales para reducir sus gastos laborales. Particularmente afectados han sido sectores modernos como la industria de la computación, además de los sectores comerciales y financieros. Pero también afecta ocupaciones burocráticas y administrativas, estableciendo una demanda para trabajadores calificados y flexibles, pero con bajas remuneraciones. Muchos de estos trabajadores administrativos se transforman en empleados temporales a través de subcontratos. En todo caso, experimentan una merma de sus ingresos, pierden protección legal y carecen de perspectivas de promoción; a veces están despedidos y re-contratados simplemente para consolidar su condición de ‘tempora-


190

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

les’. Estas nuevas tendencias en la estrategia corporativa afecta sobre todo a profesionales, técnicos y otros trabajadores calificados (Kon, 2007).

5. SEGMENTACIÓN REGIONAL DEL TRABAJO EN BRASIL, SEGÚN GÉNERO

a.- Consideraciones iniciales El análisis de la segmentación ocupacional a nivel regional según género forma parte de una investigación más amplia que examina la estructura ocupacional del país en su conjunto, haciendo hincapié en las transformaciones de la estructura ocupacional de la población trabajadora y las modificaciones que ha experimentado a partir de los años noventa (Kon, 2007). Las fuentes para la data son Encuesta Nacional de Hogares por Muestreo (Pesquisa Nacional por Amostra de Domicilios-PNAD) y la Investigación Mensual de Empleo (Pesquisa Mensal de Emprego) realizada por el Instituto Brasileiro de Geografia e Estatistica-IBGE. Algunos indicadores fueron elaborados con el propósito de registrar la diversidad regional en la estructura ocupacional según género, mientras que se seleccionaron variables relacionadas con educación e ingreso para ilustrar mejor las implicaciones de estas divergencias en regiones con niveles de desarrollo diferentes. Antes de abordar la evidencia estadística, hace falta reiterar que las modificaciones en la estructura ocupacional de las distintas regiones necesariamente reflejan cambios en la demanda laboral de empresas, cuya modernización exige nuevas combinaciones de destrezas; pero también es resultado de la capacidad del mercado laboral de responder a estas nuevas exigencias. Sugerimos que modificaciones en la estructura ocupacional algo más modestas que lo que se pudiera esperar, a consecuencia de la dinámica empresarial de los últimos años, se deben, seguramente, al perfil de la fuerza de trabajo disponible, no del todo apta para responder a las exigencias de la flexibilización o de asumir tareas nuevas y más sofisticadas. En todo caso, para analizar la evidencia disponible respecto a la dimensión de género en las variaciones regionales, hemos hecho comparaciones a dos niveles: primero, sobre la base de comparaciones entre diferentes áreas metropolitanas, y segundo, sobre la base de la información que se refiere a las llamadas cinco Grandes Regiones del país.


Características del mercado…

191

b.- Tasas de actividad Los niveles de actividad por género para el país entero indican que, en 1999, alrededor de 73% de los hombres eran económicamente activos, mientras que el porcentaje para las mujeres era solamente de 49%. Sin embargo, en 2006, la incorporación de las mujeres al mercado había aumentado en casi 8%, alcanzando 53%, mientras que se había producido una disminución ligera de la participación de los hombres, de alrededor de 1% (gráfico 1). Gráfico 1. Tasa de la actividad regional por género

Fuente: IBGE-PNAD. Elaboración propia. * Norte urbano en Cociente promedio para Brasil = 0 1999.

Estas tendencias se evidencian en cada una de las regiones. Sin embargo, la región Sur registra las tasas más altas de participación, tanto para hombres como para mujeres: entre 1999 y 2006, la participación de los hombres varió de 78% a 75,7%, mientras que la de las mujeres aumentó de 55% a 58%. (La región Oeste-Centro tuvo tasas ligeramente menores.) Las tasas más bajas para los hombres se encuentran en la región Sur-Este, mientras que esta misma región registra el crecimiento más marcado en la tasa de participación de las mujeres (13%), de 47,1% a 53,2%. En el gráfico 2 se puede apreciar las diferencias entre las distintas regiones, donde queda evidenciado que entre 1999 y 2006 hay, para el país en su conjunto, una participación en el mercado laboral apreciablemente mayor para los hombres, comparado con la de las mujeres (diferenciales de 0,21 y 0,17 en el conjunto del país, para los respectivos años). La diferencia era aún más marcada en el Sur y en el Oeste-Centro (0,28 y 0,26 respectivamente para 1999, aunque algo menor para 2006). Como contrapartida, por supuesto, la participación de las mujeres es siempre menor; sin embargo, se puede apreciar que entre los dos años, la diferencia se reduce.


192

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Gráfico 2. Diferencias en la tasa de la actividad regional por género

Fuente: IBGE-PNAD. Elaboración propia. * Norte urbano en 1999.

La fuerza de atracción de las diferentes áreas metropolitanas también varía según la estructura productiva específica de cada una, como se puede apreciar en el gráfico 3, que indica la distribución ocupacional por género de las seis ciudades más importantes (para el período 2002-2007). Gráfico 3. Distribución Brasilera regional* de trabajadores por género 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0

H

M 2002

H

M 2003

H

M 2004

H

M 2005

H

M 2006

H

M

2007

Recife

6,5 6,3

6,8 6,8

6,6 6,8

6,6 6,3

6,5 6,1

Salvador

6,7 7,6

6,7 7,2

6,7 7,2

6,8 7,4

6,7 7,4

6,9 7,7

Belo Horizonte 9,9 10,7

10,110,7

10,410,7

10,310,6

10,911,1

10,811,4

Río de Janeiro 26,225,8

26,125,5

25,925,5

25,324,5

25,324,4

25,123,8

Sao Paulo

41,940,5

41,641,1

42 41,1

42,542,4

42,242,1

42,6 42

8,7 9,1

8,7 8,6

8,5 8,6

8,6 8,7

8,4 8,9

Porto Alegre

6,4 6,2

8,3

9

Fuente: IBGE-PNAD. Elaboración propia. * Norte urbano en 1999

Como se puede ver, entre ambos años, las modificaciones en la proporción de hombres y de mujeres que corresponde a cada ciudad, varía muy poco. La mayor concentración, tanto de hombres como de mujeres, corresponde naturalmente a Sao Paulo (42% y 41% respectivamente en 2002 con aumentos de aproximadamente 1% cinco años más tarde). En la región metropolitana de Río de Janeiro, la segunda concentración en importancia en el país, se registraba alrededor de 26% de hombres y también de mujeres en 2002, aunque cinco años más tarde la proporción de hombres se había reducido en 1% y la de mujeres en 2%. La tercera ciudad más importante por su concentración de trabajadores era Belo Horizonte, donde el peso de las mujeres como proporción de la población económicamente activa a nivel nacional era mayor que el de los hombres duran-


Características del mercado…

193

te todo el período, aunque con diferencias de apenas 1% entre ambos. Los registros para Porto Alegre difieren algo respecto a la tendencia general porque encontramos que, a pesar de una participación ligeramente más alta de las mujeres durante el período (9,1% en 2002 y 9,0% en 2007, comparado con 8,7% y 8,3% para los hombres en los mismos años), el año 2003 registró una participación algo más alta de los hombres. El Salvador y Recife tienen un peso relativo similar respecto al conjunto: en El Salvador de 6% a 6,8% a través del período; en Recife con porcentajes ligeramente más altos, aunque con una mayor concentración de mujeres (7,2% en 2002 y 7,7% en 2007, comparado con 6,5% y 6,9% para los hombres en los mismos años).

c. Niveles de desempleo por regiones y género En lo que se refiere a los niveles de desempleo a nivel regional, podemos apreciar que en todo el país las tasas de desempleo para hombres son más bajas que las de mujeres (gráficos 4, 5 y 6); además, se evidencia como, tanto en el caso de los hombres como en el de las mujeres, los niveles de desempleo disminuyeron entre 1999 y 2006. Los niveles de desempleo son más altos en el polo industrial más dinámico del país, en la región Sur-Este, seguido por el polo industrial en la región Norte (la sorprendente dimensión de la disminución de 9% en 1999 a 5% en 2006 resulta ser engañosa porque hubo un cambio en la metodología de medición entre los dos años –en 1999 se incorporó el sector rural, pero en 2006 se excluyó). Los niveles más bajos de desempleo se registraron en la región Nor-Este, básicamente por la mayor importancia del sector informal. Aquí, las tasas masculinas y femeninas son casi iguales para los dos períodos. Gráfico 4. Tasa de desempleo regional por género

Fuente: IBGE-PNAD. Elaboración propia. * Norte urbano en 1999.

El gráfico 5 muestra las diferenciales regionales para el desempleo, respecto al promedio para el país en su conjunto, revelando en forma más clara las diferencias entre los géneros. Los trabajadores varones siempre han mostrado tasas de desempleo menores que el promedio para el país, mientras que aquellas


194

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

correspondientes a las trabajadoras (con la sola excepción de la región Sur) son más altas que el promedio. Las tasas femeninas son particularmente elevadas en las regiones más dinámicas, es decir, la del Sur-Este y la parte urbanizada del Norte (solamente en 1999). En el Sur, donde las tasas de desempleo femenino eran menores que el promedio nacional en ambos períodos, la divergencia respecto al promedio nacional es mínima. Gráfico 5. Diferencias de la tasa de desempleo regional por género

Fuente: IBGE-PNAD. Elaboración propia. * Norte urbano en 1999. Cociente promedio para Brasil = 0

En el gráfico 6, se registra la distribución de desempleo según género para las regiones metropolitanas seleccionadas, entre 2002 y 2007. Si comparamos los resultados con aquellos registrados en el gráfico 3 (todos los trabajadores), podemos apreciar que las áreas metropolitanas manifiestan patrones muy parecidos a aquellos de las regiones de las cuales forman parte. Gráfico 6. Distribución regional* de desempleo por género

Fuente: IBGE-PNAD. Elaboración propia. * Regiones metropolitanas.

En la región metropolitana de São Paulo, la participación de desempleados fue mayor y en los años 2002 y 2003 las mujeres presentaron mayores porcentajes, lo contrario ocurre en los demás años del período. En Río de Janeiro, en 2002 sólo había alcanzado las concentraciones de alrededor del 22% de los desempleados de ambos sexos, sin embargo, muestra una disminución no significativa en el resto del período. Las mayores diferencias entre las participaciones de empleados y desempleados (figura 3 y 6) se observó en Porto Alegre, en


Características del mercado…

195

ambos sexos, donde los desempleados aglomerados evidenciaron porcentajes alrededor de 5,6%, en el primer año, mientras que en los años siguientes, la participación de los hombres aumentó a 6,3% y 7% en las mujeres y de 5,7% a 6,7%. En el Salvador y Belo Horizonte espacios metropolitanos, los desempleados presentan la misma representación que el empleado, sin embargo, con concentraciones de aproximadamente 1% por encima de todo el período. Por otro lado, en la región metropolitana de Recife, entre 2003 y 2007, la concentración de desempleados aumentó del 2% al 3% en ambos sexos.

d. Nivel de calificación: años de escolaridad En cuanto a los niveles de calificación de la fuerza laboral, llama la atención el contraste muy marcado entre las regiones del Norte y Nor-Este y aquellas de Sur-Este y Sur, reflejadas en diferencias en los niveles de escolaridad y alfabetismo entre adultos, en acceso a salud, agua potable además de servicios sanitarios. Estas diferencias tienen repercusiones profundas en el ámbito cultural y, sobre todo, en lo que se refiere a la capacidad de responder a las exigencias de la modernización. Las diferencias dan cuenta de capacidades muy distintas para adaptarse al progreso tecnológico y las iniciativas organizativas introducidas por las empresas para mejorar sus perspectivas de competir en el mercado mundial. En consecuencia, las regiones más avanzadas se caracterizan por un crecimiento más robusto en los sectores industrializados de punta, con el correspondiente mejoramiento en los registros de productividad laboral. El impacto de las inversiones en capital humano (representada por los años de escolaridad) sobre las diferencias en actividad laboral y las tasas de desempleo, puede apreciarse en los gráficos 7 y en la Tabla 1 que muestran la distribución de la población económicamente activa según género. En todas las regiones, tanto para hombres como para mujeres, las concentraciones más importantes se encuentran entre quienes tienen de 4 a 7 años de escolaridad (7c), alrededor de 34% en 1999 y 30% en 2006, con porcentajes ligeramente más altos para los hombres; como era de esperar, las concentraciones más altas se encontraban en el Sur-Este y Sur. Se puede apreciar que en el caso de una escolaridad de 3 años o menos (7a y 7b), la concentración de obreros varones es ligeramente superior en casi todas las regiones, siendo más marcada en el Nor-Este para los dos años. En el Sur y Sur-Este el panorama es algo más complicado, se puede apreciar un mayor peso de mujeres entre quienes tienen un máximo de un año de escolaridad (7ª); entre los más bajos niveles de escolaridad, se registra una disminución en la concentración entre 1999 y 2006 para ambos géneros así como en todas las


196

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

regiones, en contraste con la mayor concentración que caracterizan aquellos con más de 8 años de escolaridad (7d y 7e). Gráficos 7. Distribución regional de la fuerza laboral por género según niveles de escolaridad* 7a. 0 a 1 año 30 25 20 15 10 5 0

H

M

H

Brasil

M

H

Norte*

M

Nor-Este

H

M

H

Sur-Este

M Sur

H

M

Oeste-Central

1999

13,6

13,2

13,3

12,7

26,6

22,2

7,8

9,5

7,4

8,7

11,2

11,5

2006

10,2

10,1

12,6

11,3

19,6

16,6

5,7

7,4

5,4

6,6

8,6

8,9

M

H

H

M

7b. 1 a 3 años 30 25 20 15 10 5 0

H

M

H

Brasil

M

H

Norte*

M

Nor-Este

H

Sur-Este

M Sur

Oeste-Central

1999

19,4

17,2

21,7

17,8

26,7

23

15,8

14,6

15,4

14,8

19,9

15,4

2006

14,5

12,6

18

15

19,5

15,5

11,6

11

11,8

11,5

14,1

11,2

M

H

H

M

7c. 4 a 7 años 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0

H

M

H

Brasil

M

H

Norte*

M

Nor-Este

H

Sur-Este

M Sur

Oeste-Central

1999

34,5

34

31,9

32,4

26,7

29,4

37,2

35,1

41,1

39

36,7

35,6

2006

31,7

30

31,6

30,3

30,1

30,2

31,1

28,9

35,2

32,3

33,5

30,7

7d. 8 a 10 años 20 18 16 14 12 10 8 6 4 2 0

M

H

1999

14,7

H

14,9

15,3

17,1

9,1

10,4

17,5

16,8

16,8

16,4

14,6

16,1

2006

16,6

16,4

16,4

16,7

13,3

14,3

18

17,1

18,6

17,2

16,9

17,4

Brasil

M

Norte*

H

M

Nor-Este

H

M

H

Sur-Este

M Sur

H

M

Oeste-Central

Fuente: IBGE-PNAD. Elaboración propia. *Años en la escuela. H= hombres, M= mujeres.


197

Características del mercado…

7e. 11 o más años

Tabla 1. Distribución regional de la fuerza laboral por género según niveles de escolaridad Brasil Años de estudio 0 a 1 año 1 a 3 años 4 a 7 años 8 a 10 años 11 años o más

Período 1999 2006 1999 2006 1999 2006 1999 2006 1999 2006

H 13,6 10,2 19,4 14,5 34,5 31,7 14,7 16,6 17,5 26,9

M 13,2 10,1 17,2 12,6 34 30 14,9 16,4 20,4 30,8

Norte* H 13,3 12,6 21,7 18 31,9 31,6 15,3 16,4 17,4 20,9

M 12,7 11,3 17,8 15 32,4 30,3 17,1 16,7 19,7 26,4

Nor-Este

Sur-Este

H 26,6 19,6 26,7 19,5 26,7 30,1 9,1 13,3 10,6 17,5

H 7,8 5,7 15,8 11,6 37,2 31,1 17,5 18 21,5 33,4

M 22,2 16,6 23 15,5 29,4 30,2 10,4 14,3 14,8 23,1

M 9,5 7,4 14,6 11 35,1 28,9 16,8 17,1 23,8 35,5

Sur H 7,4 5,4 15,4 11,8 41,1 35,2 16,8 18,6 18,8 28,6

M 8,7 6,6 14,8 11,5 39 32,3 16,4 17,2 20,6 32,1

Oeste-Central H 11,2 8,6 19,9 14,1 36,7 33,5 14,6 16,9 17,3 26,7

M 11,5 8,9 15,4 11,2 35,6 30,7 16,1 17,4 21 31,8

Fuente: IBGE-PNAD. Elaboración propia. H= hombres, M= mujeres.

Se puede apreciar que en promedio los niveles de escolaridad han aumentado, aunque muy lentamente, con mayor velocidad en el Sur y Sur-Este, donde, además, se registra una velocidad ligeramente mayor entre las mujeres (tabla 1). En el caso del Nor-Este, se exhiben niveles de concentración marcadamente menores entre los de mayor escolaridad también evidencian los más modestos índices de crecimiento en las tasas de concentración entre 1999 y 2006. Entre los trabajadores con el más alto nivel de escolaridad (7e), la concentración entre mujeres es superior en todas las regiones, lo que muestra una vez más que los niveles de escolaridad de las mujeres no son la causa de sus desventajas en el mercado laboral.

e. Ingresos reales promedio La distribución de ingresos de la fuerza laboral brasileña ha experimentado algunas modificaciones recientes, a consecuencia de dos procesos paralelos: por una parte, nuevos procesos productivos y organizacionales han modificado el perfil del trabajador que las empresas buscan, por la otra, políticas coyuntura-


198

Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

les, diseñadas para promover la estabilización económica, han limitado las oportunidades de encontrar empleo en el mercado laboral formal. El impacto de estos cambios se ha reflejado tanto al interior de la empresa, como fuera, en un proceso de diferenciación en los niveles y composición promedios de las remuneraciones. Esto nos lleva a examinar más de cerca la creación de nuevas funciones u ocupaciones laborales, modificando las calificaciones buscadas por las empresas, la reducción global del nivel de oferta de puestos de trabajo y una expansión en la oferta de fuerza laboral con sus distintos niveles de calificación. Al mismo tiempo, la distribución de los ingresos de los trabajadores se ha visto afectada por la expansión del mercado laboral informal y por los trabajadores por cuenta propia, sobre todo a partir de los años 90; esto ha coincidido con las restricciones en la oferta de trabajos en el sector formal a consecuencia de las políticas de estabilización. Sin embargo, también incide el ritmo con que se ha podido adaptar a los niveles y características de las calificaciones disponibles en el sector laboral para responder a los nuevos requerimientos en los sectores de punta. A continuación, exploramos cómo estos procesos se encuentran reflejados en la información estadística que tenemos para las distintas regiones que venimos analizando. Los gráficos 8 a 13 y la tabla 2 registran las diferencias regionales de ingresos reales promedio, tanto para hombres como para mujeres, revelando que, en el país en su conjunto como en cada una de las regiones, los ingresos de los hombres superan a los de las mujeres. El grado de diferencia es notablemente mayor que en los casos ya presentados de niveles de actividad, tasas de desempleo y niveles de escolaridad. El gráfico 8 indica el ingreso promedio real para el período 1996 a 2006 a nivel regional para los dos géneros. Se puede apreciar que durante esa década no se dio ninguna modificación en la jerarquía regional de niveles de ingreso, ni para hombres, ni para mujeres, Los ingresos más altos se reciben en el Sud-Este, seguido por el Sur, el Centro-Oeste y el Norte urbano. A la cola encontramos el Nord-Este, en el caso de los hombres, se encuentra una disminución gradual de sus ingresos desde 1998 hasta 2003, seguido por una recuperación gradual hasta 2006. Entre las mujeres, la situación se mantiene más o menos estable entre 1996 y 2002, con una leve disminución en 2003 y una posterior recuperación hasta 2006. Este patrón se puede apreciar en todas las regiones con la excepción del Nor-Este, donde se puede apreciar un mejoramiento de los ingresos de las mujeres a partir del comienzo del período.


199

Características del mercado…

Gráfico 8. Ingreso promedio real de Brasil según género 1200 1000 800 600 400 200 0

Hombres Brasil

Norte Urbano

Mujeres Nor-Este

Sur-Este

Sur

Oeste-Central

Fuente: IBGE-PNAD. Elaboración propia.

Tabla 2. Índices de ingresos regionales de Brasil según género (IRIG) 1996 1997 1998 1999 2001 2002 2003 2004 2005 2006

Brasil 0,42 0,42 0,43 0,45 0,48 0,50 0,51 0,52 0,54 0,55

Norte Urbano 0,48 0,43 0,46 0,48 0,45 0,50 0,53 0,52 0,53 0,56

Fuente: IBGE/PNAD. Elaboración propia. IH = ingresos de hombres.

Nor-Este 0,45 0,46 0,47 0,50 0,52 0,56 0,56 0,59 0,60 0,64 IRIG =

Sur-Este 0,41 0,41 0,42 0,45 0,48 0,49 0,50 0,51 0,53 0,53

IM / IH, donde

Sur Oeste-Central 0,40 0,40 0,40 0,41 0,41 0,43 0,43 0,43 0,47 0,45 0,48 0,47 0,48 0,50 0,49 0,50 0,51 0,53 0,54 0,55 IM = ingresos

de mujeres;

Las diferencias de ingresos entre los géneros que se presentan en la tabla 2 a través del Índice de Ingresos Regionales según Género (IRIG), eran muy considerables en todas las regiones de todo el período, sin embargo, han disminuido gradualmente. Al comienzo del período, las mujeres ganaban un 40% de las ganancias masculinas y en el último año este índice fue alrededor de 53% al 56% en casi todas las regiones. En particular, en el Nor-Este, esta reducción fue más intensa, muestra una relación del 64% de las ganancias femeninas en relación con los masculinos. Con respecto a los ingresos promedio a nivel nacional para todos los trabajadores, entre 1999 y 2006, los correspondientes a los hombres pasaron de un promedio de 40% por encima al 30%, mientras que las mujeres mejoraron su participación, pasando de 37% a 28%, por debajo del promedio. Sin embargo, hay diferencias apreciables a nivel regional. Por una parte, en el Sur-Este, Sur y Centro-Oeste los hombres ganaban respectivamente 73%, 61% y 53% por encima del promedio nacional para todos los asalariados pero ya en 2006 se habían acercado más hacia ese promedio –registrando un 16% por encima en el


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Sur-Este y algo más de 10% en las otras dos regiones. Por vía de contraste, en el Nor-Este, los hombres ingresaban un promedio de 25% menos que el promedio nacional (gráfico 9). Gráfico 9. Índice de diferencias de las ganancias promedio regional brasilera por género (IDRG)* 0,8 0,6 0,4 0,2 0 -0,2 -0,4 -0,6 -0,8

Brasil

Norte*

Nor-Este

Sur-Este

Sur

Oeste-Central

Hombres 1999

0,4

0,07

-0,24

0,73

0,61

0,53

Hombres 2006

0,3

-0,09

-0,26

0,61

0,55

0,47

Mujeres 1999

-0,37

-0,48

-0,62

-0,22

-0,3

-0,34

Mujeres 2006

-0,28

-0,5

-0,52

-0,14

-0,17

-0,19

Fuente: IBGE/PNAD. Elaboración propia. *IDRG = (QDR - 1), donde QDR = (Gij/ Gib); G = ganancias; i = género; j = región. B = Brasil.

Entre las mujeres, como ya señalamos, el nivel de ingresos comparado con el promedio de los asalariados a nivel nacional, era negativo durante todo el período y para todas las regiones, aunque el grado de discrepancia disminuyó entre 1999 y 2006. En el Sud-Este, Sur y Centro-Oeste donde, como hemos visto, los ingresos de los hombres estaban por encima del promedio nacional; los ingresos de las mujeres eran menores que el promedio en un grado menos acentuado, entre 22% y 34% en 1999 y entre 14% y 19% en 2006. Tal como en el caso de los hombres, las estadísticas sobre el Nor-Este indican que las mujeres tenían niveles de ingreso sustancialmente por debajo del promedio y, por supuesto, también por debajo de los registros para los hombres de la región, alcanzando -60% en 1999 y -50% en 2006. En la tabla 3, ofrecemos la información estadística en forma más detallada. Tabla 3. Cociente de diferencia regional (QDR*) del promedio de ganancias brasileras según el género 1999-2006 Brasil 1996 1997 1998 1999 2001 2002 2003 2004 2005 2006

H 1,43 1,43 1,42 1,39 1,32 1,35 1,25 1,37 1,4 1,41

M 0,6 0,6 0,61 0,6 0,63 0,65 0,61 0,64 0,69 0,76

Norte* H M 1,11 0,53 1,13 0,49 1,08 0,5 1,07 0,49 1,04 0,47 1,05 0,5 0,91 0,46 1,09 0,51 1,1 0,54 1,09 0,59

Nor-Este H M 0,76 0,34 0,75 0,35 0,77 0,36 0,76 0,36 0,72 0,37 0,74 0,39 0,68 0,37 0,76 0,4 0,77 0,43 0,8 0,5

Sur-Este H M 1,81 0,74 1,81 0,75 1,78 0,76 1,73 0,73 1,63 0,79 1,68 0,79 1,54 0,74 1,65 0,75 1,7 0,82 1,73 0,9

Sur H 1,61 1,59 1,59 1,61 1,52 1,54 1,52 1,69 1,68 1,67

M 0,65 0,64 0,66 0,66 0,71 0,72 0,7 0,74 0,79 0,88

Oeste-Central H M 1,5 0,61 1,57 0,64 1,55 0,68 1,53 0,63 1,48 0,67 1,58 0,72 1,39 0,67 1,61 0,72 1,6 0,78 1,58 0,85

Fuente: IBGE-PNAD. Elaboración de la autora. Promedio Brasil = 1. *QDR = (Gij / GiB); G = ganacias; i = género; j = región; B = Brasil.


201

Características del mercado…

La tabla 3 muestra en todas las regiones y todos los años, que los ingresos de las mujeres son sustancialmente abajo del promedio de Brasil, y en Nor-Este fueron entre 66% (1996) y 50% (2006) abajo, mientras que en Sur-Este fueron sólo de 26% (1996) a 10% (2006) abajo. La tabla 4 muestra las diferencias regionales, examinando separadamente los géneros y comparando, para cada uno, el nivel regional con los promedios nacionales. En la región Sur-Este, tanto hombres como mujeres se encuentran cómodamente por encima de sus respectivos promedios nacionales. Sin embargo, mientras que los hombres aumentaban su diferencia con respecto al promedio nacional (de 20% a 27%), las mujeres vieron disminuir la diferencia positiva de 25% a 18%. Tal como se desprende de los Gráficos anteriores, en el NorEste la situación, tanto de hombres como de mujeres, es notablemente peor que la del país en su conjunto, Los hombres en 1999 ganaban 43% menos que el promedio y, en 2006, 47% menos. Las mujeres, por su parte, ganaban 40% y 42% menos en los años indicados. Hasta en el Norte urbano, hombres y mujeres se ubicaban por debajo de sus respectivos promedios nacionales: los hombres subieron de una cifra negativa de 21% en 1999 al 27% en 2006, mientras que las cifras para las mujeres eran 11% y 26%. Tabla 4. Cociente de diferencia regional (RDQ) del promedio de ganancias brasileira según el género, 1999-2006 1996 1997 1998 1999 2001 2002 2003 2004 2005 2006

Brasil H M 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0 1,0

Norte urbana H M 0,77 0,89 0,79 0,82 0,76 0,81 0,76 0,81 0,79 0,74 0,78 0,78 0,73 0,76 0,79 0,79 0,79 0,78 0,77 0,78

Nordeste H M 0,53 0,58 0,53 0,58 0,54 0,59 0,55 0,6 0,54 0,59 0,55 0,61 0,54 0,6 0,56 0,63 0,55 0,62 0,57 0,65

Sudeste H M 1,27 1,25 1,27 1,25 1,25 1,23 1,24 1,23 1,24 1,24 1,24 1,22 1,23 1,22 1,2 1,18 1,22 1,19 1,23 1,18

Sul H M 1,13 1,09 1,11 1,07 1,12 1,08 1,15 1,1 1,15 1,12 1,14 1,11 1,22 1,15 1,23 1,17 1,21 1,15 1,18 1,15

Centro-Oeste H M 1,05 1,02 1,09 1,08 1,1 1,11 1,1 1,04 1,13 1,05 1,16 1,11 1,12 1,1 1,17 1,12 1,14 1,12 1,12 1,11

Fuente: IBGE/PNAD. Elaboración de la autora. Promedio total género Brasil = 1. H = Hombres; M = Mujeres. *RDQ - (Gij/GiB; i = género; j = región; B = Brasil.

En resumen, el análisis de las diferencias regionales en los mercados laborales para ambos géneros, muestra la situación de desventaja de las mujeres en todas las regiones y durante todo el período; sin embargo, las diferencias en remuneraciones entre las regiones –para ambos géneros– son aún más llamativas, con un profundo contraste entre los ingresos relativamente más altos de las regiones del Sur-Este, Sur y Centre-Oeste y las remuneraciones rezagadas del Nor-Este.


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

6. CONSIDERACIONES FINALES

El análisis de la distribución regional del empleo según género en Brasil evidencia disparidades considerables en cuanto a las oportunidades de empleo para las mujeres, quienes en todo caso siempre se encuentran en una desventaja comparada con los hombres, una situación perjudicial para el desarrollo del potencial económico del país. Significa, por una parte, que la fuerza laboral femenina es subutilizada, sacrificando así la formación de una capital social favorable al desarrollo del país. Por otra parte, el hecho de que una proporción creciente de mujeres son jefe familia, significa que la relativa ausencia o escasez de oportunidades en el mercado laboral, también obstaculiza cualquier intento de resolver los problemas de pobreza. Brasil comparte con los países desarrollados una tendencia hacia una mayor participación de la mujer en el mercado ocupacional, se argumenta que esto refleja en parte aquellos cambios culturales, económicos y sociales, asociados con el desarrollo económico y una modernización social. De hecho, en el país, podemos observar que la participación de la mujer en el mercado laboral aumenta, no solamente en períodos de bonanza económica, sino también en condiciones de recesión. Esta participación creciente en tiempos de dificultades económicas refleja las necesidades de garantizar (sola o como aporte complementario) un ingreso familiar que se hace particularmente precario. En todo caso, es evidente que la incorporación de la mujer al mercado laboral y sus particulares características no dependen exclusivamente de la demanda de fuerza de trabajo. Las mismas responsabilidades familiares dificultan su incorporación a un trabajo caracterizado por horarios rígidos y, muchas veces, la falta de experiencia previa, limitan las posibilidades de conseguir trabajo que requiera de ciertas calificaciones; el resultado es que las mujeres se encuentran preferentemente empleadas en el sector informal, que brinda mayores oportunidades para cumplir con las responsabilidades familiares, pero que es más inestable y peor remunerado. De hecho, muchas veces la solución encontrada por la mujer es el trabajo doméstico, donde puede aprovechar las oportunidades ofrecidas por estrategias empresariales de la terciarización de servicios, con el objetivo de reducir costos. Pero se trata, por supuesto, de empleos en general artesanales, que requieren de pocas calificaciones y que, sobre todo, son mal pagados. Hemos podido apreciar que, aun cuando las diferentes regiones del país muestran muchas similitudes en cuanto a las tendencias de incorporación de la mujer al mercado de trabajo, hemos insistido también en que hay diferencias que ameritan políticas públicas adaptadas a las especificidades regionales; desafortunadamente, estas políticas cuando se han intentado aplicar brillan por su


Características del mercado…

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ausencia o, son muchas veces contraproducentes, reforzando la renuencia de las empresas a contratar a mujeres. Las diferencias en las condiciones de incorporación al mercado entre las distintas regiones están claramente relacionadas con disparidades en cuanto al nivel general de desarrollo económico y social; ello está reflejado, a su vez, en los distintos perfiles y niveles de calificación de las respectivas fuerzas laborales. Las desigualdades en niveles de remuneración se encuentran manifestadas en distintas formas: por ejemplo, en empresas con niveles de exigencia en cuanto a la calificación laboral, las mujeres ganan menos, aun cuando tengan el mismo nivel de calificación. Por otra parte, hemos visto como, en general, gran parte del aumento en la participación de mujeres en el mercado laboral, se concentra en ocupaciones y bajo circunstancias en que las remuneraciones son mínimas. Frente a estas circunstancias, en Brasil, como en los demás países en desarrollo, se recomienda la adopción de varias líneas de acción, con el propósito de mejorar la participación de las mujeres en el mercado laboral. Una primera línea es la promoción de iniciativas empresariales en sectores particulares capaces de generar empleo, particularmente entre mujeres, a la vez que se limite la sustitución de fuerza de trabajo por capital. Una segunda línea pasa por una mejora en las calificaciones de las mismas, abriendo así nichos nuevos en el mercado, a la vez que ello podría contribuir a la creación de capital social; medidas dirigidas específicamente a los jóvenes o a los cuentapropistas también pueden ser aprovechadas para intentar la rectificación de las desigualdades de género. Otras posibilidades se podrían abrir por la vía de una modificación en la naturaleza de los contratos laborales, con la incorporación de una flexibilización de horarios para acomodar las particulares necesidades de mujeres con responsabilidades familiares. Por último, se requiere de políticas generales dirigidas a garantizar la igualdad de oportunidades y la superación de la brecha que todavía caracteriza las condiciones de hombres y mujeres en el mercado laboral.

REFERENCIAS BILIOGRÁFICAS

Becker, Gary S, (1993): Human capital: A Theoretical and Empirical Analysis with Special Reference to Education, Chicago: University of Chicago Press, Doeringer & Worsens (1971): Internal Labor Market and Manpower Analysis, London: Heath Lexington Books, Gordon, Reich & Edwards (197): “A theory of labor markets segmentation”, American Economic Review, May,


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Jacobsen, Joyce P, (1998): The Economics of Gender, Cambridge, Mass,: Blackwell, Kon, Anita (2007): A divisão do trabalho no Brasil em uma perspectiva de gênero: repercussões sobre o desenvolvimento econômico, Reseach Report, CNPq, São Paulo, — (1995): A Estruturação Ocupacional Brasileira: uma Abordagem Regional, SESI, Brasília, —(2002): Unidade e fragmentação: a questão regional no Brasil, Perspectiva, Sao Paulo. Lustig, Nora Claudia y Sebastian EDWARDS (eds) (1997): Labor Markets in Latin America, Washington: Brookings Institution Press, Mutari, Ellen, Heather BOUSHEY y William FRAHER IV (1997): Gender and Political Economy, New York: M, E, Sharpe, Rima, Ingrid H, (1996): Labor Markets in the Global Economy, London: M,E, Sharpe, Vietorisz & Harrison (1973), “Labor Market Segmentation: positive feedback and divergent development”, American Economic Review,


Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2013, Vol. XIX, No. 1 (ene-jun), pp. 205-229 recibido: 08-04-2013 / arbitrado: 11-04-2013

LOS COLOMBIANOS QUE LLEGARON A CARACAS. (EL CASO DE NUEVO HORIZONTE, PARROQUIA SUCRE)1 Mauricio Phélan C.2

Jonathan Camacho

ESCUELA DE SOCIOLOGÍA, IIESFACES-UCV

INVESTIGADOR INVITADO, IIESFACES-UCV

Emilio Osorio A. Antonio O. Paredes ESCUELA DE SOCIOLOGÍA, FACES-UCV Resumen: El flujo de población colombiana hacia Venezuela ha sido una constante que amerita ser investigada, tanto desde el origen como en el destino. La investigación se realiza en cinco Consejos Comunales del barrio Nuevo Horizonte, de la Parroquia Sucre del Distrito Capital, entre 2010 y 2012. El trabajo tiene como objetivo describir y mostrar evidencias sobre la población originaria de Colombia combinando datos recabados por censos comunitarios y por entrevistas realizadas a una muestra opinática. El análisis nos permite aproximarnos al conocimiento de un colectivo que durante décadas ha jugado un papel importante en el devenir social y económico del país. Palabras claves: Población, migración, micro demografía, asentamientos populares urbanos.

INTRODUCCIÓN

El presente es un estudio de carácter micro, desde la realidad migratoria colombiana, en un barrio de Caracas. Es un estudio en el cual se combinan enfoques y técnicas de datos provenientes de censos comunitarios y de entrevistas realizadas a una muestra opinática de 20 personas de origen colombiano, con sus percepciones, anécdotas, historias. El estudio se concentra en cinco sectores de Nuevo Horizonte, barrio popular ubicado en una de las parroquias más populosas de Caracas: la Parroquia Sucre. Históricamente Venezuela ha sido el país del área andina que ejerce la mayor atracción migratoria para el resto de los países andinos y, particularmente, para los colombianos. Buena parte de ellos, llegados al país durante décadas, han arribado a los barrios o a los asentamientos populares urbanos de las prin1

El trabajo que aquí se presenta se realiza en el marco del proyecto del CDCH-UCV PSU-05-7521-2009/2. 2

mauphelan@gmail.com


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

cipales ciudades. Este hecho es consistente con la afirmación de que muchos de los barrios populares han sido producto de las migraciones, bien desde el campo o desde los países fronterizos como Colombia, caso que nos ocupa. Por tal razón, y gracias a la literatura científica, se puede afirmar que la migración ha sido parte importante de la explosión y del crecimiento urbano de los últimos 50 años. El desplazamiento de la población rural hacia las ciudades explica, en buena medida, el crecimiento de las grandes urbes y, en especial, de las barriadas populares en la mayoría de los países de América Latina. El presente estudio persigue caracterizar, de manera descriptiva, a la población colombiana que habita en cinco comunidades del Barrio Nuevo Horizonte, de la parroquia Sucre del Municipio Libertador en Caracas. En el contexto actual del país las preguntas que orientan la investigación guardan relación, en primer lugar, quiénes son, cómo son, dónde viven y qué hacen. En segundo lugar, se aborda la duración de la estadía de los migrantes en el barrio y en el país. Finalmente, como pregunta derivada, se indaga sobre las principales causas para migrar desde sus provincias de origen y las razones subyacentes para elegir a Venezuela.

1.- VENEZUELA Y LAS OLAS MIGRATORIAS COLOMBIANAS

Venezuela a lo largo de su historia ha sido –y continúa siendo– un país receptor de población migrante. De hecho, la migración, en buena medida, ha sido parte importante de lo que hoy es la nación como cocktail de culturas y nacionalidades: es la explicación de mucho de lo que se ha logrado en los más diversos ámbitos; como bien lo desarrolla Rey González (2011), huella que aporta al desarrollo de la nación. La presencia colombiana que se remonta desde los orígenes del país hasta el presente no está exenta de su huella, de su aporte, ni tampoco del intercambio de dos países que parecen el reflejo del uno en el otro. La llegada al país de colombianos se ha producido a través de un flujo constante que responde a diversas razones; principalmente, a las asociadas a la proximidad geográfica y cultural de ambos países: la frontera (Álvarez de Flores, 2009). Señalan Bidegain y Freites (1989), Colombia es el país que reporta el mayor aporte de inmigrantes a Venezuela en buena parte del siglo XX, de acuerdo con los datos recabados por los censos nacionales. Afirman los autores que la excepción fue en 1961 cuando los nacidos en España e Italia lideraron el flujo migratorio. Para Cárdenas y Mejía (2006) la migración colombiana pasa por dos grandes oleadas. La primera oleada importante de emigración colombiana se registra en el periodo 1965-1975. De acuerdo a Cardona et al (citado por Cárdenas y Mejía, 2006) los principales destinos de esta primera oleada fueron Venezuela, Estados Unidos, Ecuador y Panamá, que daban cuenta del 95% de los


Los colombianos que llegaron a Caracas…

207

colombianos en el exterior para el año 1970. La migración a Venezuela estuvo estrechamente relacionada con el auge petrolero que experimentó este país a comienzos de la década de los setenta. Los inmigrantes en su mayoría provenían de departamentos próximos a la frontera, como son: Norte de Santander, Santander, Cesar y Guajira. Aun cuando sobre esta oleada migratoria hay pocos estudios, la escasa evidencia indica que se trató de trabajadores rurales, con baja escolaridad. Tanto Cárdenas y Mejías como Bidegain coinciden en que en la década posterior, con la desaceleración económica, los flujos migratorios comenzaron a reducirse. La segunda oleada de migración colombiana se presenta a mediados de la década de los ochenta, relacionada principalmente con la rápida expansión del negocio del tráfico de drogas en Colombia y, más específicamente, con la necesidad de contar con distribuidores y comercializadores del producto. Esta segunda oleada coincide con la devaluación del bolívar en 1983 en Venezuela. Entre 1985 y 1995 los flujos migratorios del país se estabilizaron. A partir de la segunda mitad de la década de los noventa se experimenta una aceleración sin precedente en los flujos migratorios de colombianos hacia el exterior lo cual se atribuye, principalmente, a dos factores: la crisis económica de fin de siglo y a la intensificación del conflicto armado. Lizarazo y Munévar (2009) mencionan una tercera ola migratoria de colombianos que se da a partir de la década de los noventa, marcada también por condiciones internas de orden principalmente económico. La aplicación de políticas económicas en Colombia propició el cierre o reestructuración de empresas y procesos de privatización, con la consecuencia del desempleo tanto calificado como no calificado. Los autores afirman que la migración “… trajo cambios en sus patrones, los cuales se refieren, en primer lugar, a su diversificación, incremento y dispersión” (Lizarazo y Munévar, 2009: 114). Destacan Cárdenas y Mejía (2006) que hay una diferencia importante entre los dos flujos migratorios. La primera ola, en el caso de colombianos hacia territorio venezolano, estuvo marcada por factores de atracción o factores externos a Colombia, como fue el auge petrolero. En cambio, la segunda y la tercera ola obedecen fundamentalmente a la crisis económica y a la agudización del conflicto armado.


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Tabla 1. Colombianos en el exterior de acuerdo a censos de población de 1970, 1980, 1990 y 2000 País Venezuela EEUU España Ecuador Panamá Canadá Italia Francia Reino Unido México Costa Rica Argentina Otros países OCDE Otros países de A. L Total

1970 177.973 63.538 1.802 12.128

1980 494.494 143.508

1990 528.893 286.124

39.443 12.583 517

37.553 13.644 9.855

2.778 1.678 1.864

4.964

3.841 700.706

9.805 893.476

1.133 1.014

4.259 261.847

2.638

2000 608.691 509.872 174.405 51.556 21.080 18.472 16.398 13.116 12.331 6.639 5.898 4.312 46.423 14.598 1.503.791

Fuente: Cadena y Cárdenas (2004) y estadísticas OECD.

Venezuela ha sido y sigue siendo, aún en los momentos de crisis económica o política, el destino principal de la población proveniente de Colombia como se aprecia en la tabla 1. Es posible que estemos frente a una cuarta ola migratoria posterior al 2000, que para el caso venezolano esté asociada a los cambios políticos ocurridos a partir de 1998 y que pueden considerarse como factores de atracción en distintos órdenes. El análisis micro que se expone a continuación, en los sectores de Nuevo Horizonte, es una aproximación al estudio del flujo migratorio llegado al barrio, su origen, sus condiciones, características más resaltantes, causas o razones para salir de su país de origen, entre otros aspectos.

2.- CARACTERIZACIÓN DE LA POBLACIÓN EN NUEVO HORIZONTE

El aporte de los colombianos al país ha sido diverso y, además, infinito en contribuciones. Sobre su presencia en el país se han tejido conjeturas que en muchas ocasiones han perdurado en el imaginario urbano de las ciudades grandes. Una de éstas es la contribución de los colombianos en la conformación de buena parte de nuestros barrios populares. Otra, que como constructores o como inquilinos temporales han conformado la mano de obra que ofrece sus servicios en la ciudad formal. Otras, menos bondadosas, colocan a la migración colombiana como responsable o causante de los principales problemas del país. Sin embargo, el flujo migratorio colombiano brinda indudables aportes a la explicación de la explosión y del crecimiento urbano de los últimos 50 años, así como al desarrollo de innumerables adelantos. El desplazamiento de la población rural hacia las ciudades revela el crecimiento de las grandes urbes y, en


Los colombianos que llegaron a Caracas…

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especial, de las barriadas populares en la mayoría de las ciudades de América Latina; también las migraciones y los desplazamientos forzados de países vecinos pareciesen explicar el sostenido crecimiento de las barriadas. En el caso de Caracas los barrios populares están poblados, para la década del cincuenta, fundamentalmente por personas provenientes de las deprimidas zonas rurales del país. A partir de la década del sesenta y hasta el presente estos mismos barrios se mantienen habitados, en parte, por sus pobladores iniciales, pero también por un contingente de migrantes provenientes de países vecinos. Nuevo Horizonte es uno de los muchos barrios que se fundaron en la década del cincuenta en las zonas periféricas de Caracas, con todas las características de los asentamientos autoconstruidos, es decir, con alta densificación, hacinamiento, acceso difícil, mala dotación de servicios, entre otros aspectos. El barrio se construyó sin ningún tipo de planificación urbana tomando los servicios de agua y de electricidad de los canales formales.

Los datos El presente estudio sobre la población de origen colombiano se sustenta sobre dos fuentes de datos. La primera, un censo comunitario que se administró a cinco Consejos Comunales del barrio Nuevo Horizonte del Municipio Libertador de Caracas. Los Consejos Comunales censados son los siguientes: Con La Unión, La Pica, La Esperanza de Rómulo Gallegos, Nuevo Horizonte III y Alí Primera. El levantamiento de los datos se realizó mediante la aplicación de un instrumento que consta de preguntas distribuidas entre doce secciones para un total de 88 preguntas en su mayoría cerradas. Los datos fueron recabados durante el segundo semestre de 2011. Las preguntas específicas sobre migración fueron nueve y a través de ellas se indaga acerca del origen: país y provincia, el año de arribo al país, el tiempo habitando en el barrio, recorrido migratorio desde el momento, lugar de partida hasta la llegada al barrio, situación legal y razones para emigrar. Los datos fueron procesados en con el paquete SPSS. La segunda fuente fue una entrevista en profundidad administrada a una muestra de 20 personas de origen colombiano, selección que se realizó bajo el criterio de saturación. Las entrevistas se realizaron con una pauta de veintidós preguntas agrupadas en cinco grandes temas que son: origen y razones de salida, redes de apoyo, remesas, integración y retorno a su país. Las entrevistas fueron grabadas para ser luego transcritas para su análisis e interpretación. Las entrevistas se levantaron en los sectores censados de Nuevo Horizonte durante el segundo semestre de 2012.


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La población de los sectores estudiados La población empadronada a través del censo de los cinco Consejos Comunales alcanza los 1.173 hogares y 4.350 habitantes (ver tabla 2). Los Consejos Comunales que cuentan con el mayor porcentaje de población y de hogares son: Nuevo Horizonte (60.2%), Alí Primera (56%) y, Con la Unión de Nueva Esperanza (45.1%). La mayoría de los hogares tienen una estructura nuclear biparental (41%), seguidos de hogares nucleares monoparentales (18%) y exten3 didos (12%). Del total de habitantes 2.079 son hombres (48%) y 2.269 son mujeres (52,2%). La relación de masculinidad indica que la población femenina es escasamente superior a la masculina lo cual denota la existencia de 11 mujeres por cada 10 hombres. La población del barrio Nuevo Horizonte es relativamente joven: 34.1% son menores de 14 años. Por otro lado, el 62% tienen edades entre los 15 y 64 años (considerados Población Económicamente Activa o PEA), seguidos por 2.3% que son mayores de 64 años. En cuanto al estado civil, solamente 11.4% de los entrevistados con edad para casarse (N= 2865) indicaron estar casados; 42.2% dijo estar viviendo en concubinato, mientras que el 42.1% se identificó como soltero, lo que concuerda con el hecho de que gran parte de los habitantes tienen edades entre los 15 y 25 años (22.3%). Tabla 2. Datos Socio-demográficos por Consejo Comunal. Nuevo Horizonte, Parroquia Sucre, Dtto Capital, 2011

Característica Número de Hogares Número de Personas Sexo Hombre Mujer No Respondió Edad 0 a 14 15 a 64 (PEA)* 65 => No Respondió

Consejo Comunal Nuevo Con la Unión La Esperanza de Horizonte la Nueva La Pica Alí Primera Totales Rómulo Gallegos III Esperanza Núm. % Núm. % Núm. % Núm. % Núm. % Núm. % Total 361 30,8 262,0 22,3 184,0 15,7 42,0 3,6 324,0 27,6 1173,0 100,0 1280 29,4 990,0 22,8 713,0 16,4 139,0 3,2 1228,0 28,2 4350,0 100,0 589 28,3 637 28,1 2 100,0

477,0 22,9 513,0 22,6 0,0 0,0

340,0 373,0 0,0

16,4 76,0 3,7 16,4 63,0 2,8 0,0 0,0 0,0

597,0 683,0 0,0

28,7 2079,0 30,1 2269,0 0,0 2,0

47,8 52,2 0,0

433 797 35 15

340,0 616,0 23,0 11,0

247,0 444,0 10,0 12,0

16,6 48,0 3,2 16,5 85,0 3,1 10,2 4,0 4,1 17,6 2,0 2,9

417,0 757,0 26,0 28,0

28,1 1485,0 28,0 2699,0 26,5 98,0 41,2 68,0

34,1 62,0 2,3 1,6

29,2 29,5 35,7 22,1

22,9 22,8 23,5 16,2

Cont.

3

Los hogares nucleares biparentales están constituidos por un padre y madre, con uno o más hijos y los hogares nucleares monoparentales solo presentan uno de los padres y uno o más hijos. Por otra parte, los hogares extendidos se conforman necesariamente por un núcleo que puede ser simple, biparental, o monoparental y uno o más miembros de otra generación, que pueden ser descendientes o ascendientes. Adicionalmente, otros familiares y no familiares pueden estar integrados a un hogar extendido.


Los colombianos que llegaron a Caracas…

211

Estado Civil** Casado/a 91 27,8 74,0 22,6 65,0 19,9 17,0 5,2 80,0 24,5 327,0 11,4 Concubino/a 349 28,9 276,0 22,8 189,0 15,6 41,0 3,4 353,0 29,2 1208,0 42,2 Divorciado/a 4 26,7 5,0 33,3 3,0 20,0 0,0 0,0 3,0 20,0 15,0 0,5 Soltero/a 379 31,4 273,0 22,6 189,0 15,7 31,0 2,6 334,0 27,7 1206,0 42,1 Viudo/a 11 24,4 15,0 33,3 4,0 8,9 2,0 4,4 13,0 28,9 45,0 1,6 No Aplica 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 2,0 100,0 2,0 0,1 No Respondió 13 21,0 7,0 11,3 16,0 25,8 0,0 0,0 26,0 41,9 62,0 2,2 Alfabetismo** Si 799 29,8 604,0 22,5 446,0 16,6 84,0 3,1 750,0 28,0 2683,0 93,6 No 31 22,6 34,0 24,8 13,0 9,5 7,0 5,1 52,0 38,0 137,0 4,8 No Aplica 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 2,0 100,0 2,0 0,1 No Respondió 17 39,5 12,0 27,9 7,0 16,3 0,0 0,0 7,0 16,3 43,0 1,5 Nivel Educativo** Pre-escolar 50 28,6 46,0 26,3 28,0 16,0 8,0 4,6 43,0 24,6 175,0 4,4 Básica 287 25,8 263,0 23,7 220,0 19,8 49,0 4,4 293,0 26,3 1112,0 34,4 Media Diversificada 465 32,7 309,0 21,7 217,0 15,2 35,0 2,5 398,0 27,9 1424,0 51,3 Técnico Superior 21 29,6 20,0 28,2 5,0 7,0 1,0 1,4 24,0 33,8 71,0 2,9 Universitario 25 27,2 23,0 25,0 15,0 16,3 2,0 2,2 27,0 29,3 92,0 3,8 Sin Nivel Educativo 45 29,8 42,0 27,8 16,0 10,6 10,0 6,6 38,0 25,2 151,0 6,2 No Aplica 98 25,3 93,0 24,0 68,0 17,5 8,0 2,1 121,0 31,2 388,0 13,5 No Respondió 53 25,4 42,0 20,1 36,0 17,2 2,0 1,0 76,0 36,4 209,0 4,8 Situación Laboral* Trabajando 472 29,0 375,0 23,0 257,0 15,8 45,0 2,8 480,0 29,5 1629,0 60,4 Trabajo y estudio 13 28,9 15,0 33,3 9,0 20,0 0,0 0,0 8,0 17,8 45,0 1,7 De vacaciones o reposo 6 21,4 6,0 21,4 1,0 3,6 2,0 7,1 13,0 46,4 28,0 1,0 Estudiando sin trabajar 85 38,3 46,0 20,7 40,0 18,0 8,0 3,6 43,0 19,4 222,0 8,2 Quehaceres del hogar 82 32,2 57,0 22,4 55,0 21,6 11,0 4,3 50,0 19,6 255,0 9,4 Desempleado 60 25,1 52,0 21,8 46,0 19,2 6,0 2,5 75,0 31,4 239,0 8,9 Incapacitado para trabajar 3 16,7 6,0 33,3 2,0 11,1 0,0 0,0 7,0 38,9 18,0 0,7 Pensiona o Jubilado 8 30,8 7,0 26,9 4,0 15,4 2,0 7,7 5,0 19,2 26,0 4,8 sin trabajar BTPPV 5 27,8 3,0 16,7 0,0 0,0 0,0 0,0 10,0 55,6 18,0 0,7 Otra 46 34,3 43,0 32,1 20,0 14,9 7,0 5,2 18,0 13,4 134,0 5,0 No Aplica 0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 2,0 100,0 2,0 0,1 No Respondió 30 22,4 18,0 13,4 17,0 12,7 5,0 3,7 64,0 47,8 134,0 4,7 * (PEA) Población Económicamente Activa. Situación Laboral fue calculada para la PEA, y mayores de 50 años para los jubilados y pensionados sin trabajar. ** Datos calculados a partir de los quince años. Pre-escolar fue calculado para mayores 4 > años, Básica 11 >, Diversificada 15 >, y Técnica y Universidad 20 > Fuente: Proyecto del CDCH-UCV PSU-05-7521-2009/2.

La Tasa de Alfabetismo en el barrio se ubica en un 93,6%. De la población mayor de 11 años (N=3135), 34.4% declaró haber culminado los años de estudios básicos en el sistema escolar; un 51.3% de los mayores de 15 (N=2778) han alcanzado el nivel medio diversificado; cerca de un 7% de las personas mayores de 20 años (N=2432) tienen algún nivel aprobado de educación técnica o superior, y aproximadamente un 6.2% de los individuos con más de 14 años (N=2865) no alcanza ningún nivel educativo. La Población Económicamente Activa o PEA (N=2699) representa un 62% de la población total. De estos, casi 60.4% de la población indicó estar trabajando, un 9.4% dijo dedicarse a las labores del hogar, un 8,9% se identificó como des-


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

empleado, un 8.2% estudia sin trabajar, y un 0.7% está incapacitado para trabajar. Por otro lado, solamente un 26% dijo estar afiliado al Seguro Social y un 20% dijo estar cotizando la Ley de Política Habitacional. En cuanto a ayudas económicas adicionales, únicamente un 6% declaró recibir una ayuda económica a través de la misión Madres del Barrio, Misión Educación, Vuelvan Caras o en forma de una beca. Adicionalmente, solo un 12% dijo asistir a la misión Ribas, Robinson I, Robinson II, o Sucre. Cabe destacar que un 18% de las mujeres que se dedican a las labores domésticas (N = 275) reciben ayuda de la Misión Madres del Barrio. Además, se identificaron tres menores de 15 años que se encuentran trabajando como mecánico, comerciante y doméstica, respectivamente. De la población total de personas mayores de 64 años (N=166), 64% declaran que no están afiliados al Seguro Social. El 10.2% asiste a la Misión Robinson I o II. Además, un 10% recibe algún tipo de apoyo económico como una “ayuda”: Madres del Barrio, o Vuelvan Caras. Solamente un 6% recibe una jubilación y 22% una pensión. Del total de la PEA un 73% (N=1959) tienen alguna participación laboral. La tasa de participación laboral masculina se encuentra en un 52.3% y la femenina en un 48%. De la población con participación laboral, sin incluir las personas buscando trabajo por primera vez o B.T.P.P.V (N=1941), gran parte trabaja por cuenta propia (39%), en el sector privado (34.3%) y en el sector público (13%). Además, 21.1% de los hombres (N=1018) trabaja en el área de la construcción, 9% en el comercio formal e informal, 5% como conductor y 5.2% como obrero. De las mujeres con participación laboral (N=923) 32% se dedican al servicio doméstico, 10% al comercio formal e informal y un 3% se dedican a la peluquería. En cuanto a la población sin participación laboral un 17% son hombres y un 83.2% son mujeres. Esto quiere decir que por cada hombre inactivo laboralmente hay 4 mujeres inactivas aproximadamente. Tabla 3. Población censada por país de nacimiento. Nuevo Horizonte, Parroquia Sucre, Dtto Capital, 2011 País de nacimiento Colombia Ecuador Perú Cuba Portugal Venezuela No Respondió %

%

%

%

%

%

%

Totales Núm.

% Total*

Número de Hogares

30,78

0,77 0,17 0,09

0,09

67,09

1,02 1173

100,00

Número de Personas

19,63

0,25 0,05 0,07

0,02

79,52

0,46 4350

100,00

* Porcentaje total en relación con la población total. Fuente: Proyecto del CDCH-UCV PSU-05-7521-2009/2.

Del total de la población el 67.09% manifestó haber nacido en Venezuela (ver tabla 3). Del total censado 854 personas indicaron haber nacido en Colombia para un 19,63%, distribuido dentro de 361 hogares que representan un 31% de los hogares censados. Seguidamente, Ecuador, Perú, Cuba y Portugal solo representan un 0.40% del origen de la población llegada a los sectores estudiados.


Los colombianos que llegaron a Caracas…

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En las siguientes líneas se presenta una descripción de la población de origen colombiano, cuya contribución cuantitativa en el barrio Nuevo Horizonte es la más significativa.

3.- LA POBLACIÓN DE ORIGEN COLOMBIANO EN NUEVO HORIZONTE

En el barrio Nuevo Horizonte existe un total de 854 personas provenientes de Colombia de las cuales 59.25% son mujeres y 41% son hombres. Gran parte de la población colombiana tiene edades comprendidas entre los 15 y 64 años (82%). La población menor de 14 años es relativamente pequeña (11%); un menor de 14 años por cada ocho adultos. Por otro lado, la población estudiada con edades mayores a 64 es 5.15%. En cuanto al estado civil, solamente 17.1% de los entrevistados con edad para casarse (N=764) dijeron estar casados, mientras que el 44% expresó vivir en concubinato y un 35% dijo ser soltero. En cuanto a las características educacionales de la población colombiana cabe destacar que si bien el nivel de alfabetización es alto (92%), el nivel educativo formal es bajo. Del total de personas mayores de 11 años (N=773) solamente 38.2% ha alcanzado a culminar la educación básica. Del total de personas con edades mayores de los 14 años (N=757), solo el 45% ha pasado por el nivel medio diversificado. Tan solo un 2.5% de 724 entrevistados mayores de 20 años han ido a un instituto de educación técnica o universitaria y el 8% de mayores a los 14 años no alcanza ningún nivel educativo. Como se aprecia en la tabla 4, del total de la población colombiana 82% representa la PEA (N=697). De estos, 74.2% indicaron estar trabajando y un 9% estar desempleados (aproximadamente, un desempleado por cada 8 personas empleadas); 7.2% dijo dedicarse a las labores del hogar, sólo 1% se identificó como incapacitado para trabajar. Del total de la PEA colombiana, un 86% son las personas que están participando laboralmente (N=599); de estos, 42% son hombres y 58% son mujeres. Además, 52.2% dijo trabajar por cuenta propia, 26% en el sector privado y 5% en el sector público. De los hombres laboralmente activos (N=252), 35.3% se dedican a la construcción, 10.3% al comercio informal y 6% son obreros. De las mujeres laboralmente activas (N=347), 8.3% se dedican al comercio y 50.4% como domésticas. Las ocupaciones de los colombianos son diversas y, en general, se ubican dentro del ramo de los servicios considerados como no especializados. En la población femenina los oficios más frecuentes son los dedicados a las labores de mantenimiento y limpieza en hogares particulares y en instituciones (oficinas). En una reciente investigación sobre empleadas domésticas en Nuevo Horizonte se evidenció la presencia significativa de personas provenientes de Colombia en estos trabajos donde se destacan las condiciones de precariedad laboral y la carencia de documentación de identidad por parte de


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

ellas (Urquía, 2011). Otros de los empleos frecuentes en las colombianas son la de comerciantes, en toda la amplitud del término y trabajadoras de la estética (manicuristas y peluqueras). En cuanto a la población masculina, los oficios predominantes se ubican dentro del sector de la construcción, especialmente como albañiles y obreros. Los oficios dedicados al servicio automotriz (latonería) y al comercio se ubican también en un lugar importante. Las ocupaciones más frecuentes confirman lo que diversos estudios indican en cuanto a la composición laboral y a la formación de los colombianos que arriban al país, y es que la mano de obra no es calificada, se desempeñan en el mercado laboral informal, con bajas remuneraciones y sin seguridad social (Rengifo, 2004). Del total de la PEA de la población estudiada, 83.1% indicó no estar afiliado al Seguro Social, mientras que un 87.1% dijo no cotizar Ley de Política Habitacional. Finalmente, del total de la PEA que está inactiva (N=58), 5.2% son hombres y 95% mujeres, es decir, por cada hombre inactivo hay 19 mujeres inactivas. Tabla 4. Datos Sociodemográficos de la Población Colombiana por Consejo Comunal. Nuevo Horizonte, Parroquia Sucre, Dtto Capital, 2011

Característica Sexo Hombre Mujer No Respondió Edad 0 a 14 15 a 64 (PEA)* 65 => No Respondió Estado Civil** Casado/a Concubino/a Divorciado/a Soltero/a Viudo/a No Aplica No Respondió Alfabetismo** Si No No Aplica No Respondió Nivel Educativo** Pre-escolar Básica Media Diversificada Técnico Superior Universitario Sin Nivel Educativo* No Aplica

Nuevo Con la Unión la Horizonte III Nueva Esperanza % %

Consejo Comunal La Esperanza de La Pica Alí Primera Totales Rómulo Gallegos % % % Núm. % Total*

24,4 26,5 0,0

25,9 26,7 0,0

15,5 11,5 0,0

0,0 0,4 0,0

34,2 348 35,0 506 0,0 0

40,7 59,3 0,0

25,6 25,7 34,1 8,7

33,3 26,3 22,7 8,7

8,9 13,1 9,1 39,1

0,0 0,1 0,0 4,3

32,2 90 34,9 697 34,1 44 39,1 23

10,5 81,6 5,2 2,7

25,2 26,3 0,0 25,4 26,7 0,0 27,3

22,1 24,9 80,0 27,2 20,0 0,0 27,3

19,8 9,9 0,0 16,0 6,7 0,0 9,1

0,8 0,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0

32,1 131 38,6 334 20,0 5 31,3 268 46,7 15 0,0 0 36,4 11

17,1 43,7 0,7 35,1 2,0 0,0 1,4

26,2 22,2 0,0 0,0

25,5 20,4 0,0 62,5

14,0 7,4 0,0 25,0

0,3 0,0 0,0 0,0

34,0 702 50,0 54 0,0 0 12,5 8

91,9 7,1 0,0 1,0

44,4 25,4 26,5 15,4 20,0 33,3 0,0

33,3 25,4 25,9 46,2 0,0 21,2 0,0

0,0 17,3 11,5 0,0 20,0 10,6 0,0

0,0 0,7 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0

22,2 9 31,2 295 36,2 340 38,5 13 60,0 5 34,8 66 0,0 20

1,1 38,2 44,9 1,8 0,7 7,7 2,3 Cont.


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Los colombianos que llegaron a Caracas…

No respondió Situación Laboral* Trabajando Trabajo y estudio De vacaciones o reposo Estudiando sin trabajar Quehaceres del hogar Desempleado Pensionado o Jubilado sin trabajar Incapacitado para trabajar BTPPV Otra No aplica No respondió

13,5

32,7

9,6

0,0

44,2

52

6,1

25,7 25,0 0,0 12,5 30,0 28,6 0,0

26,3 25,0 33,3 37,5 24,0 17,5 50,0

12,6 25,0 0,0 37,5 16,0 17,5 0,0

0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0

35,2 517 25,0 4 66,7 12 12,5 8 30,0 50 36,5 63 50,0 2

74,2 0,6 1,7 1,1 7,2 9,0 3,0

14,3 33,3 23,8 0,0 25,0

42,9 0,0 38,1 0,0 41,7

0,0 0,0 14,3 0,0 8,3

0,0 0,0 0,0 0,0 0,0

42,9 66,7 23,8 0,0 25,0

7 3 21 0 12

1,0 0,4 3,0 0,0 1,7

* (PEA) Población Económicamente Activa. Situación Laboral fue calculada para la PEA, y mayores de 50 años para los jubilados y pensionados sin trabajar. ** Datos calculados a partir de los quince años. Pre-escolar fue calculado para mayores 4 > años, Básica 11 >, Diversificada 15 >, y Técnica y Universidad 20 > Fuente: Proyecto del CDCH-UCV PSU-05-7521-2009/2.

En los siguientes párrafos se expondrán los principales rasgos que explican la situación de la población de origen colombiano, cuándo llegaron, origen y razones para venir al país.

¿Cuándo llegaron a Nuevo Horizonte? A fin de visualizar mejor el arribo de la población estudiada al barrio, ésta se agrupó en períodos coincidentes con las administraciones presidenciales del país los cuales, además, están asociados a las tres olas migratorias reportadas para el caso de Colombia, como se indicó arriba (ver tablas 5 y 6). Tabla 5. Periodos de arribo de la población de origen colombiana a Nuevo Horizonte, Parroquia Sucre, Dtto Capital, 2011 Periodo de arribo Efectivos % < 1968 49 5,74 1969 a 1973 67 7,85 1974 a 1978 94 11,01 1979 a 1983 78 9,13 1984 a 1988 40 4,68 1989 a 1993 71 8,31 1994 a 1998 24 2,81 1999 > 369 43,21 N/I 62 7,26 Total 854 100,00 Fuente: Proyecto del CDCH-UCV PSU-05-7521-2009/2.


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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura

Tabla 6. Arribo de la Población Colombiana de acuerdo a las Olas Migratorias de salida. Nuevo Horizonte, Parroquia Sucre, Dtto Capital, 2011 Olas Migratorias Efectivos % < 1960 10 1,2 1960-1970 66 7,70 1971-1989 252 29,50 1990-1998 95 11,10 1998 > 369 43,20 N/I 62 7,30 Total 854 100,00 Fuente: Proyecto CDCH-UCV PSU-05-7521-2009/2.

Los primeros pobladores colombianos llegaron al país y al barrio en la década del cuarenta (como dato curioso, los dos registros más antiguos datan de 1938 y 1943) y luego hubo un aporte significativo en las dos décadas posteriores 50´s y 60´s, correspondiendo con la denominada primera ola migratoria de colombianos mencionada por Cárdenas y Mejías. El testimonio de uno de los entrevistados confirma el periodo: “48 años viviendo en Venezuela; me vine en 1964. Llegué a la Villa del Rosario (Departamento El Rosario) Edo. Zulia… mis padres trabajaban como personal de servicio en una hacienda.” (Entrevista 5). Igualmente, estas respuestas ofrecen una mirada del proceso de llegada la cual no siempre fue directa, hubo paradas previas en el Zulia, Táchira y otros sitios de Caracas, dependiendo de su lugar de origen. Pocos llegaron directo a Catia y a Nuevo Horizonte. En el primer destino el tiempo de residencia varía desde meses hasta años; algunos con muchos años que casi completan una vida. Algunos llegaron siendo niños, se criaron y educaron en ese primer destino para luego hacer su vida de adultos en Nuevo Horizonte. Esta dinámica de tránsito por los estados fronterizos y estados centrales ha sido mencionada por otros autores como Álvarez de Flores (2005: 43) quien afirma que “...otros permanecen en éstos sólo el tiempo necesario para dirigirse hacia destinos... Caracas, Miranda, Aragua, Carabobo, en búsqueda de mayores oportunidades de trabajo, vivienda y servicios”. El período 1974-1978 registra un flujo importante ya que arriba el 11% de la población colombiana censada en este estudio. Este lapso, que corresponde con el gobierno de Carlos Andrés Pérez, coincide con la segunda ola migratoria colombiana (Cárdenas y Mejías, 2006) y está motivada, entre otras razones, por el incremento del ingreso nacional como resultado de la elevación en el mercado internacional de los precios del petróleo, lo que permitió al Estado invertir y emprender proyectos de envergadura que demandaron mano de obra. En este sentido, una de las entrevistadas que arribó a Venezuela en este período explica dónde y a qué llegó al país, “Tengo 35 años en Venezuela, llegué aquí en 1977 a Bello Campo (Municipio Chacao), Caracas. Me vine como doméstica” (Entrevista 13).


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La década del 90 muestra las evidencias de un descenso drástico en el flujo migratorio de colombianos, sobre todo para el período 1994-1998, en el cual la tasa de arribo de inmigrantes colombianos se localizó en un 3%; una disminución porcentual de 66.2% con respecto al período anterior, 1989-1993. A partir de 1999 la llegada de colombianos se incrementa notablemente. En este período se registra el arribo de aproximadamente el 44% de la población censada, siendo 2005, 2006, y 2009 los años que presentan el mayor flujo (4.9%, 6%, 5.5%) (ver gráfico 1). Grafico 1. Porcentaje por año de llegada de colombianos a partir de 1999

Las redes sociales de la población colombiana La migración desde de una región a otra o de un país a otro –como es el caso que nos convoca en este trabajo– no sería posible si no se contara con algunos recursos que no son meramente económicos; es lo que Bourdieu (2001) y otros autores denominan Capital Social. En el caso colombiano, la decisión de migrar hacia Venezuela en buena medida se explica por la existencia de redes migratorias que informan sobre diversas situaciones y perspectivas con respecto a las oportunidades, ventajas y desafíos que existen en el país; también, por ser un punto de apoyo durante el momento de la llegada y luego durante la integración.


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La mayoría de la población colombiana que reside en los Consejos Comunales es nacida en provincias pertenecientes a la costa o Zona Norte, sobresaliendo la provincia de Bolívar, de donde son originarios el 50% de ellos. Para la mayoría que proviene de los departamentos del norte (92.3%), nombres como San Pablo, San Basilio de Palenque, Mahates, Magangué, Barranquilla, María la Baja, Puerto Viejo, Río Hacha, San Luis de Toledo, San Pablo, Ciénaga, Magdalena, Valledupar, San Onofre, Sucre, son mencionados como lugares de origen. La mayoría, una vez en Nuevo Horizonte, se concentran en tres de las cinco comunidades estudiadas, Nuevo Horizonte (60.2%), Alí Primera (56%), Con la Unión de Nueva Esperanza (45.1%) y La Esperanza de Rómulo Gallegos (32.1%). Tabla 7. Población de origen por Consejo Comunal en relación con el lugar de origen. Nuevo Horizonte, Parroquia Sucre, Dtto Capital, 2011 Nuevo Horizonte III Lugar de Origen Num Atlántico 31 Barranquilla 0 Bolívar 152 Cartagena 0 Ciénaga 0 Magdalena 9 María la Baja 1 Palenque 0 Riohacha 0 San Luis de Toledo 0 San Onofre 0 San Pablo 0 Sucre 4 Valle del Cauca 2 Valledupar 0

% 38,3 0,0 35,9 0,0 0,0 23,7 7,1 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 66,7 12,5 0,0

Consejo Comunal Con la Unión La esperanza la Nueva de Rómulo La Pica Alí Primera Totales Esperanza Gallegos Num % Num % Num % Num % Num % 24 29,6 16 19,8 0 0 10 12,3 81 9,5 0 0,0 0 0,0 0 0 37 100,0 37 4,3 147 34,8 49 11,6 0 0 75 17,7 423 49,5 20 20,8 0 0,0 0 0 76 79,2 96 11,2 0 0,0 0 0,0 0 0 1 100,0 1 0,1 2 5,3 24 63,2 0 0 3 7,9 38 4,4 2 14,3 0 0,0 0 0 11 78,6 14 1,6 0 0,0 0 0,0 0 0 4 100,0 4 0,5 0 0,0 0 0,0 0 0 1 100,0 1 0,1 0 0,0 0 0,0 0 0 1 100,0 1 0,1 0 0,0 0 0,0 0 0 2 100,0 2 0,2 10 52,6 0 0,0 0 0 9 47,4 19 2,2 0 0,0 2 33,3 0 0 0 0,0 6 0,7 0 0,0 9 56,3 0 0 5 31,3 16 1,9 0 0,0 0 0,0 0 0 8 100,0 8 0,9

A nivel local la tabla 7 ilustra la concentración de inmigrantes colombianos dependiendo del lugar de origen. Ejemplos resaltantes son los inmigrantes provenientes de Valledupar, Cartagena, San Pablo y Sucre de los cuales un 100% se distribuyen solamente en dos comunidades. A nivel del hogar, 27% de los inmigrantes viven o se concentran en hogares que se categorizan como hogares ampliados o extendidos. En los hogares ampliados se encuentra un núcleo familiar (que puede ser simple, monoparental o bi-parental); familiares cercanos como tíos, hermanos, sobrinos y personas sin lazos consanguíneos. En los hogares extendidos conviven un núcleo familiar (que puede ser simple, monoparental o bi-parental), uno o más individuos de otra generación que puede ser ascendiente o descendente, también, se encuentran en hogares extendidos, familiares cercanos como tíos, hermanos, sobrinos y no familiares.


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La mencionada concentración de colombianos en comunidades y tipos de hogares se puede explicar en las redes sociales establecidas en el lugar de destino, soportada sobre lazos provenientes de sus lugares de origen. Como afirma Rengifo (2004) los migrantes no están solos porque se sitúan entre redes de relaciones sociales que los guían, los sostienen y les proporcionan un círculo social de apoyo. Las redes migratorias pueden definirse y constituirse como conjuntos de relaciones interpersonales que vinculan a los inmigrantes, a retornados o a candidatos a la emigración, con parientes, amigos o compatriotas, ya sea en el país de origen o en el de destino. El apoyo de familiares, parientes y amigos fue decisivo para la población entrevistada una vez que llegaron al país, como se demuestra en algunos de sus comentarios: “Llegué a casa de un familiar de mi abuela, me dio casa y comida. Me atendieron bien.” (Entrevista 4); “Si, mis padres llegaron trabajando a una hacienda y allí nos dieron comida, casa y sueldo” (Entrevista 5); “Sí, una tía nos dio una habitación para mí y mis padres y nos apoyó también con comida” (Entrevista 10). Las redes transmiten información, proporcionan ayuda económica o alojamiento y prestan apoyo a los migrantes de distintas formas, facilitando el proceso migratorio al reducir sus costos y la incertidumbre que frecuentemente lo acompaña Massey et al (1994). El apoyo para los que vienen es una manera de reconocer y de agradecer lo que otros hicieron por ellos. Los “paisanos” son la principal red de apoyo en la larga estadía de la migración. Las redes son más que el soporte de llegada; es la compañía, la solidaridad, el tiempo libre. Es un contacto que no se pierde, al contrario, en algunos casos se transforma en vínculo. Las fiestas como las navidades y cumpleaños se celebran generalmente con las mismas personas que los apoyaron en la llegada. La ubicación de la población colombiana en estas comunidades tiene además expresiones socioculturales y deportivas que los van tiñendo de una identidad propia importada de sus lugares de origen. Tal es el caso, por ejemplo, de las Palenqueros/as que tienen su re4 presentación en las comunidades a través de diferentes manifestaciones .

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Es una tradición de origen africana traída por los esclavos durante la colonia. Simboliza la lucha por la libertad, la lucha de los cimarrones porque toda persona que llegaba a formar parte de un palenque pasaba a ser libre. Desde el siglo XV, San Basilio de Palenque es considerado el primer pueblo de esclavos libre en América del Sur y la cuna de la riqueza cultural africana en el territorio colombiano. Las Palenqueras se organizan según la tradición heredada de sus ancestros, de acuerdo con la cual se divide por grupos de edad, lo que permite la división de trabajo, la protección del territorio, la conservación de las tradiciones basadas en la honestidad, la solidaridad y el espíritu colectivo. Las Palenqueras poseen como rasgo distintivo una lengua propia.


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Por qué vinieron… Las razones para salir de Colombia son varias, desde motivaciones personales y familiares, hasta condiciones sociales y económicas que los presionaron en la búsqueda de mejorar o una combinación de situaciones individuales con condiciones macro-sociales, bien estructurales o coyunturales. La violencia, en algunos casos, la falta de oportunidades, en otros, las condiciones ambientales como lluvias, inundaciones, entre otros y la necesidad de reunificar la familia. Las oportunidades que brinda Venezuela, país que es además “cercano” en toda la amplitud del término, porque nuestra separación está en el límite geográfico, más allá de eso, todo es similar, parecido y hasta igual. Dentro de las razones para salir de Colombia se identifican dos como fundamentales. La primera obedece a motivaciones laborales que son declaradas por un 60% de los censados. Esta tendencia es corroborada por el hecho de que del total de la PEA colombiana un 74.2% identificó su situación laboral como “trabajando”, mientras que los que se identificaron como “desempleados” representan un porcentaje pequeño (9%). Los que vinieron a Venezuela por razones laborales, generalmente alegan que lo hicieron para ofrecerse como mano de obra (59%); en menor medida declaran que vienen porque han sido trasladados o porque consiguieron trabajo. El apoyo ofrecido por familiares y amigos asentados en el barrio abre también la posibilidad para aprovechar las oportunidades de trabajo y de empleo que el país ofrece. Esta idea cobra fuerza al combinar los testimonios de los entrevistados colombianos que llegaron antes de la década del 90 y los resultados del cruce de las variables Razones para Emigrar con Período de Llegada. Por un lado, los que arribaron antes de la década del noventa indicaron: “Ya mis hermanos mayores estaban en Venezuela y se dieron cuenta de que aquí en Venezuela era mejor que allá en Colombia, porque allá había mucha pobreza y delincuencia.” (Entrevista 1); “Porque no tenía trabajo y una señora me trajo de Colombia hasta aquí para trabajar” (Entrevista 3); también, las respuestas de los que arribaron después del año 2000 dan muestra de una ampliación de las oportunidades en el país receptor: “Porque no tenía trabajo y me dijeron que en Venezuela estaba buena la cosa” (Entrevista 4); “Porque en Venezuela tenía la oportunidad de empezar a trabajar independiente como comerciante, vendiendo mi propia mercancía.” (Entrevista 16). Estas respuestas en conjunto con el cruce de variables mencionado anteriormente, indican que como consecuencia de la conexión con familiares y oportunidades laborales, a partir del año 2000, 43% de los que inmigraron por razones laborales o familiares llegan a Venezuela. Como se aprecia en la tabla 7, del total de los que deciden emigrar por motivaciones laborales, el 41.1% llega al país después de 1999. Una posible expli-


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cación para el aumento de la llegada de población colombiana al barrio después de 1999 parece coincidir con una tercera ola migratoria colombiana. Esta última ola puede estar relacionada con las condiciones, características y beneficios de políticas públicas denominadas Misiones que fueron aplicadas por la administración pública a partir de 2002. Estas misiones, diseñadas en el marco de un gobierno denominado progresista, surten un efecto de atracción para los que tienen deseos o intención de salir de sus respectivos países. Las expectativas generadas con este proyecto político en la subregión andina –y dentro de ésta, Colombia– se traducen en esperanzas de obtener empleo, acceso a la educación, a la salud, becas, hasta la posibilidad de tener vivienda. Además de estos beneficios, también se presenta la posibilidad de obtener documentos de identidad y la nacionalidad, en poco tiempo y con pocos requisitos, aspecto que será desarrollado más adelante. Tabla 8. Razones para emigrar y venir a Venezuela por sexo. Nuevo Horizonte, Parroquia Sucre, Dtto Capital, 2011 Razones para emigrar Razones laborales Razones familiares Por violencia o inseguridad Razones de estudio o salud Otra razón No sabe No respondió Razones para venir a Venezuela Vino a buscar trabajo Cambió su lugar de trabajo Consiguió trabajo en este lugar Por razones de estudio Vino con su familia Vino a unirse con su familia Se casó o unió Por motivos de salud Por violencia o inseguridad Otra razón No sabe No respondió

Hombres Núm. % 205 40,1 96 38,9 11 52,4 6 50,0 17 37,8 1 25,0 12 85,7 201 1 3 5 62 32 2 1 11 17 1 12

40,1 50,0 37,5 50,0 39,7 39,5 20,0 50,0 52,4 37,8 25,0 85,7

Sexo Mujeres Núm. 306 151 10 6 28 3 2 300 1 5 5 94 49 8 1 10 28 3 2

% 59,9 61,1 47,6 50,0 62,2 75,0 14,3

Núm. 511 247 21 12 45 4 14

% 59,8 28,9 2,5 1,4 5,3 0,5 1,6

59,9 50,0 62,5 50,0 60,3 60,5 80,0 50,0 47,6 62,2 75,0 14,3

501 2 8 10 156 81 10 2 21 45 4 14

58,7 0,2 0,9 1,2 18,3 9,5 1,2 0,2 2,5 5,3 0,5 1,6

Fuente: Proyecto CDCH-UCV PSU-05-7521-2009/2.

La segunda razón para salir de Colombia se declara las de índole familiar. Un 29% de la población colombiana censada asume esta causa. Entre estos están los que vinieron a Venezuela porque emigraron conjuntamente con su familia (10%), es decir, los que vinieron con ella o con algún familiar (18.3%). Como se mencionó anteriormente, pareciera existir una conexión entre las razones familiares (dependientes o por ser parejas) y las laborales. Esta conexión puede estar determinada en términos de facilitación; las razones familiares facilitan las razones laborales. La migración colombiana en las comunidades estu-


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diadas de Nuevo Horizonte es predominantemente femenina siendo su aporte de 59.3% en contraste con el 41% de hombres. Para las mujeres, las razones laborales para emigrar tienen mayor peso (60%) que para los hombres (40.1%). Similarmente, las razones familiares para emigrar son más frecuentes en las mujeres (61.1%) que en los hombres (39%) tendencia que se puede notar en las respuestas a las preguntas cualitativas relacionadas a la razones para emigrar: “Porque mi mamá y mis hermanas estaban en Venezuela. Porque mi familia estaba aquí” (Entrevista 6); “Porque tenía un hermano que iba a tener un bebé y vine a conocer a mi sobrino y resulta que me quedé aquí. No fue que me gustó mucho Venezuela, lo que pasó es que el tiempo se fue prolongando y me fui quedando… Porque quería conocer a mi sobrino” (Entrevista 12). De la población colombiana censada, un 9.1% declaran razones para emigrar como: estudios, salud, violencia e inseguridad, así como por las condiciones ambientales, y otras. Entrevistados en el barrio explican: “Por las lluvias. Porque era cerca de Colombia”. (Entrevista 5). Para los que llegaron antes de 1998, de igual manera, las principales motivaciones para salir de Colombia son las familiares (29%) y las laborales (65.2%). Después de 1999, hay un incremento importante en esta tendencia y las razones vinculadas a la violencia e inseguridad. En ese mismo año, se presenta un 95% del total (N=20) de colombianos inmigrantes por causa de violencia y seguridad (ver gráfico 2). Grafico 2. Porcentajes de las razones para emigrar por periodos

En resumen, entre las motivaciones para emigrar las evidencias proporcionan que se encuentra una diversidad; desde las que han sido forzadas o provocadas por causas exógenas a las decisiones individuales como son la violencia en sus diferentes manifestaciones, bien como guerrilla o como delincuencia; también, motivaciones denominadas ecológicas por las calamidades provocadas por acontecimientos naturales; así como razones macro sociales enmarcadas en las condiciones económicas, políticas y sociales, y finalmente, causas individuales, motivadas por razones de orden personal.


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La integración y la documentación Integrarse y eventualmente obtener la nacionalidad del país de destino es una aspiración y una necesidad en muchos casos. La integración para los colombianos no resulta difícil por la proximidad cultural que existe entre los dos países. Aun así, hay códigos, leyes y normativas que se deben cumplir en orden para poder acceder a oportunidades y a la protección requerida ante las dificultades que se puedan encontrar. Uno de los primeros objetivos es salir de la con5 dición “irregular” . En este sentido, una de las primeras acciones que se lleva a cabo es la obtención de los documentos de identidad, sobre todo en el caso de aquellos que llegan al país sin pasaporte, ingresando por canales no convencionales o formales. En este sentido, Castles (2010) indica una presencia importante en Venezuela de inmigración irregular; y otros autores calculan que para 1995 había 2 millones de residentes irregulares en el país, la mayor parte de éstos colombianos. Ambas evidencias ilustran el peso de la población en situación de irregularidad en Venezuela. Los entrevistados declaran dos vías para obtener los papeles de identidad (como transeúnte, residente o la propia nacionalidad): a través de terceros, generalmente sus empleadores, o a través de gestiones personales en los organismos de extranjería del momento. En el caso de los empleadores, particulares o empresas, éstos asumen la tarea de realizar los trámites para la obtención de la documentación: “Sí, trabajando en casa de familia por buena conducta me los sacaron, más o menos desde 1975” (Entrevista 2); “Sí, el patrón de la hacienda nos sacó documentación a mis padres y a mí” (Entrevista 6). En el segundo caso, mediante trámites formales y legales. La entrega de documentación para la población en condición “irregular” por parte de las instituciones públicas ha sido una actividad recurrente en todos los gobiernos nacionales en las últimas décadas. Las entrevistas dan muestra de ello: “Sí, tengo como 20 años nacionalizado. Fui a la DIEX, metí mis papeles y me dieron la nacionalidad” (Entrevista 8); “Sí, soy nacionalizado al llegar obtuve mis documentos por la DIEX” (Entrevista 10); “Sí, tengo mi cédula de identidad, primero tuve transeúnte, luego residente y por último nacionalidad, en el mandato de Carlos Andrés Pérez en 1978” (Entrevista 12); “Sí, yo tengo mis documentos a los 3 meses de haber llegado a Caracas (1977). Yo misma fui a extranjería y primero me dieron papeles de transeúnte y luego de residente. Finalmente en 2006 saqué mi cédula con misión identidad aquí en el barrio” (Entrevista 15).

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La “inmigración irregular” es entendida como aquella que se produce cuando una persona ingresa a, o vive en, un país del cual no es ciudadano o ciudadana, violando sus leyes y regulaciones de inmigración (Castles, 2010).


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Dentro de las políticas de documentación sobresale la Misión Identidad, la cual fue implementada por el gobierno desde el año 2004. El impacto de esta misión se observa en los datos obtenidos a través del censo del barrio Nuevo Horizonte. En el gráfico 3 se puede observar un incremento significativo del porcentaje de nacionalizados a partir del año 2003 (63%), independientemente del año de llegada, lo cual contrasta con el promedio de nacionalizaciones de los tres períodos anteriores, un 13%. Estas cifras sugieren que la obtención de la nacionalidad venezolana, en su gran mayoría se registra en el año 2003 y en años sucesivos, período que coincide con la aparición de la política citada. Además, las entrevistas cualitativas soportan los porcentajes de nacionalización mencionados: “Si, gracias a Dios y al Comandante Presidente logré nacionalizarme con la misión identidad que se hizo aquí en el barrio en 2006” (Entrevista 1);”Sí, yo metí mis papeles y este año (2012) fue que me salió la nacionalidad” (Entrevista 7). Grafico 3. Porcentajes de nacionalización por período

Fuente: Proyecto del CDCH-UCV PSU-05-7521-2009/2.

Estas evidencias fuerzan a la conjetura de que el enfoque incluyente de las políticas y/o las misiones constituyen un factor de atracción, en especial la relacionada con los papeles de identidad y la posibilidad de participar de los beneficios de las misiones así como de otros derechos y deberes en su condición de ciudadanos venezolanos. Del total de colombianos que arribaron después de 1999 (N=369), el 15,5% declaró haber adquirido la nacionalidad. Es importante destacar que en el censo comunitario se identificaron veinte casos que declararon haber llegado al país después de 2001 y ya cuentan con la nacionalidad venezolana. Este hallazgo, que da indicios de una especie de nacionalización "express", (mito que ha circulado por la ciudad y el país) invita a indagar con


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mayor profundidad este aspecto, el cual cobra relevancia en aspectos tanto relativos a los beneficiarios de las misiones así como a la población electoral. Además de la adquisición de los documentos de identificación, existe una dinámica de integración entre los colombianos y venezolanos en el barrio Nuevo Horizonte. Los colombianos adoptan costumbres, gustos y tradiciones venezolanas, como alimentos y comidas típicas: la hallaca y la arepa; además de costumbres recreativas como el dominó, las bolas criollas y el béisbol profesional. Por otro lado, los colombianos aportan al repertorio cultural de los barrios caraqueños aspectos como el vallenato, futbol y las fiestas palenqueras. La dinámica de integración significa también la incorporación a los beneficios sociales como las misiones que el gobierno ha creado para enfrentar necesidades básicas como son la salud, la vivienda, la educación, la alimentación y documentación. Se reconoce la participación en las misiones como: Barrio Adentro (salud), Mercal (alimentación), Identidad (documentos), Ribas y Robinson, (educación), Hábitat (vivienda), así como también en ser integrantes de los Consejos Comunales fundados en sus comunidades. En la tabla 9, se puede observar que 7.3% de los colombianos mayores de 14 años (N=764) declararon estar asistiendo a la Misión Robinson I o II, Ribas, o Sucre. Por otro lado, un 5% expresaron recibir una asistencia a través de Madres del Barrio; una ayuda o beca, mediante algunas de las misiones educativas, o la misión Vuelvan Caras; o cualquiera de las otras misiones que se han implementado en los sectores estudiados. De igual forma, solo un 5% y un 4% indicaron recibir pensiones y jubilaciones. Es digno de destacar que las evidencias, tanto arrojadas por el censo como por las entrevistas, muestran que la población femenina tiene mayor presencia y participación en las misiones, y, por ende, reciben más ayudas. Tabla 9. Acceso a Misiones Educativas por Sexo. Nuevo Horizonte, Parroquia Sucre, Dtto Capital, 2011 Hombre Asiste a alguna Misión Robinson I Robinson II Ribas Sucre A ninguna NR

Num

Mujer %

9 4 3 0 284 14

Num 29,0 33,3 21,4 0,0 40,5 58,3

% 22 8 11 1 417 10

71,0 66,7 78,6 100,0 59,5 41,7

Total Num % 31 4,0 12 1,5 14 1,8 1 0,1 701 89,5 24 3,1

Fuente: Proyecto CDCH-UCV PSU-05-7521-2009/2.

Las misiones son percibidas como oportunidades tangibles que proporciona el gobierno nacional y que complementan las condiciones que ofrece el país en materia de empleo y seguridad, entre otras. “No tengo empleo ni seguro social. Pero cobro beneficio de la misión madre del Barrio” (Entrevista 1).


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Remesas Las remesas desde Venezuela a Colombia son un fenómeno importante pero poco estudiado, en buena medida por la escasa información existente para su desarrollo. El envío de dinero a los familiares que no migraron es un compromiso que se honra por mucho tiempo ya que, en muchos casos, es el soporte para la educación, la salud o la alimentación; también es la inversión para construir la casa o equipar el negocio de los que se quedaron. Las remesas en algunos países tienen un peso significativo en su balanza de pagos. El envío de dinero a parientes en Colombia –en años recientes y en el marco de las políticas de la actual administración– ofrece una muestra más de las oportunidades que brinda Venezuela como país de acogida. Como es sabido, desde febrero de 2006 el gobierno venezolano estableció un control de cambio en la compra/venta de divisas extranjeras. Este control es manejado por CADIVI (Comisión de Administración de Divisas), organismo de la administración pública que toma decisiones en cuanto al tipo de cambio y las condiciones para el mismo. Dentro de las modalidades aceptadas para la compra de divisas se contempla el envío de apoyo a familiares en el exterior, conocido como Remesas a Familiares. Para la población colombiana las remesas son un beneficio utilizado por la mayoría y percibido como un apoyo del gobierno. “Por medio de mi señora que tiene cupo en CADIVI, ese es el apoyo del gobierno. Le tratamos de enviar cada mes 1600 bs fuertes en Zoom.” (Entrevista 2); “Sí hay apoyo del gobierno, este apoyo es CADIVI, lo mando a través de Angulo López, una vez por mes, aproximadamente 1500 bs fuertes.” (Entrevista 7); “Lo envío por CADIVI, a través de una empresa llamada Menegiro. Envío 300 dólares 1 vez por mes para mis hijos” (Entrevista 12). Lo que en muchos países es un obstáculo en Venezuela resulta un beneficio relativamente fácil de obtener. El envío de divisas de manera legal, segura y eficaz, es percibido por la mayoría, más que como un derecho, como un apoyo gubernamental que se suma a las misiones mencionadas anteriormente. En el barrio se han creado oficinas privadas encargadas de apoyar a las personas en la elaboración de los trámites necesarios para la obtención de las divisas, tramites que, en general, son complejos.

La comunicación y el regreso El contacto con familiares, parientes y amigos se mantiene en todos los casos a través de la comunicación telefónica. Curiosamente las nuevas tecnologías como internet (email y Skype) no son utilizadas. Las llamadas, como las visitas al lugar de origen, se dan sobre todo para las fiestas navideñas y celebraciones familiares. Las visitas a sus lugares de origen, por vacaciones o acontecimientos familiares, son diversas; desde anuales hasta esporádicas. El medio


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de transporte más utilizado para trasladarse hasta Colombia y sus respectivos municipios es el autobús; ninguno declaró utilizar la vía aérea. El retorno, sentimiento que permanece en todo migrante como pendiente aunque sea una vez más o una última vez, no parece estar tan arraigado en la población entrevistada. La mayoría no manifiesta intención de retornar; han hecho en el país su vida, sentado raíces, han hecho inversiones y han tenido descendencia. “No, porque aquí está mi vida y mis hijos. Venezuela no la cambio por nada.” (Entrevista 1); “No, porque mi gente está aquí.” (Entrevista 5); “No. Porque están muy difíciles las cosas para irse para allá a hacer otra vida.” (Entrevista 10); “No, porque no tengo nada que buscar allá.” (Entrevista 19). Son nuevos venezolanos que llegaron desde que el país se fundó como república y los separó como colombianos, que continuaron llegando porque sienten que somos la misma gente.

4.- CONCLUSIONES

El análisis de la población colombiana que habita en los sectores estudiados del Barrio Nuevo Horizonte nos permite una aproximación al conocimiento de un colectivo que durante décadas ha jugado un papel importante en el devenir social y económico del país. Las evidencias encontradas nos ofrecen pistas para la comprensión de la dinámica y estructura de los barrios populares, en este caso, de la ciudad de Caracas. También para comprender el proceso migratorio en la coyuntura actual por la que atraviesa el país. Como primera conclusión se reafirma que la migración es una opción para escapar de la pobreza, del desempleo y de otras presiones sociales, económicas y políticas imperantes en los países de origen. En contraparte, el movimiento reciente de personas desde Colombia hacia Venezuela parece estar motivado por las posibilidades concretas de ser beneficiarios de las diferentes misiones que el gobierno ha llevado a cabo desde 2002 con un enfoque de inclusión. La población inmigrante, en el corto plazo, pasa a gozar de derechos consagrados en la Constitución venezolana como acceso a salud, alimentación, educación, vivienda, identidad, acceso a divisas preferenciales, entre otros. En segundo lugar, se identifica que las redes sociales (familiares y amigos) juegan un papel importante en la recepción y posterior ubicación de los migrantes. La mayoría de las personas censadas provienen de la zona norte de Colombia, de lugares como Palenque, Valledupar, Magdalena, conformando redes de apoyo en los respectivos Consejos Comunales, redes que facilitan el acceso a viviendas y servicios, puestos de trabajo, acceso a las misiones, inserción a


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los Consejos Comunales. Los Consejos Comunales del barrio Nuevo Horizonte parecen, entonces, conformarse sobre redes sociales identificadas con sus municipios de origen. Como tercer aspecto se evidencia un incremento en el flujo de migrantes al barrio, posterior al año 2004, factor coincidente con la puesta en marcha de la Misión Identidad así como con la consolidación de otras misiones como Barrio Adentro, Mercal, las misiones educativas, entre otras. Las evidencias encontradas en este estudio a escala comunitaria nos dan una pista para pensar que el flujo de colombianos continúa en aumento y que posiblemente se sumará a la denominada cuarta ola migratoria venezolana, caracterizada por inmigración proveniente de países con los cuales el actual gobierno mantiene intercambios de tipo económico y/o político. Finalmente, el presente estudio señala la necesidad de continuar indagando sobre los procesos migratorios que se desarrollan en la coyuntura actual, en la cual se está observando, por primera vez, la sostenida salida de venezolanos hacia el exterior y la llegada de nuevos contingentes de personas provenientes de naciones vecinas y de otras más distantes. Ambos procesos seguramente dejarán una nueva huella sobre el desarrollo económico y social del país.

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Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2013, Vol. XIX, No. 1 (ene-jun), pp. 233-242

INDICADORES DE LA COYUNTURA VENEZUELA I SEMESTRE 2013 El año 2013, parece mostrar que el modelo económico del país entró en una fase de agotamiento que está condicionando severamente la dinámica de trabajo de las fuerzas productivas. Esto, repercute en la disminución de la actividad económica, frenando el proceso normal de la producción de bienes para satisfacer las necesidades de los venezolanos. Ciertamente, la economía está caracterizada por la baja producción, inflación y escasez de productos, son grandes problemas que se deben resolver en el corto y mediano plazo para enviar una señal de tranquilidad a la población que percibe que las cosas no andan por buen camino. Se debe decir, que es difícil la situación de los empresarios, ya que están siendo limitados para lograr el funcionamiento regular de sus empresas, debido a lo complicado que resulta invertir en una economía de baja confianza y que ofrece pocas libertades. Las múltiples, regulaciones del sistema político, restringe el suministro de dólares para la importación de materia prima base principal para la actividad económica. El Estado, con su visión de ser empresario, ha disminuido el aparato productivo nacional. En tal sentido, el gobierno nacional, equivocando su rol ha intervenido espacios con acciones, tales como; expropiación de fincas y empresas agrícolas, importación de toneladas de alimentos para dejarlas dañar, apropiación de empresas cementeras y papeleras, entre muchas otras acciones, en contra del sector privado, dejando ver su gran facilidad para encontrarse con el fracaso. Los problemas reales de la economía han salido a flote y ahora, se observan las verdaderas realidades que requieren la resolución de los asuntos con suma urgencia. Los desequilibrios micro y macroeconómico, los percibe la población cuando se hace un ligero inventario de la lista de problemas que moldean la situación, a decir; desequilibrio fiscal por el elevado gasto público, escasez de productos, devaluación de la moneda, reservas internacionales en decrecimiento, informalidad prevaleciente en actividades económicas principales como manufactura y agricultura, dependencia de las importaciones, bajo poder adquisitivo de los salarios, lo cual configura un cuadro económico crítico que demanda un compromiso ineludible para que se ayude al aparato productivo nacional a fin de satisfacer las exigencias de la población.


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En el análisis, del marco económico que presenta la coyuntura actual venezolana, destaca el desabastecimiento de bienes del mercado nacional por que golpea intensamente a los venezolanos de todos los estratos y en todo el territorio nacional, en tal sentido, se inician los comentarios en este reporte, con el tema de la escasez.

Escasez La ausencia de productos básicos y la búsqueda constante de los consumidores de puntos de ventas para abastecerse de los rubros alimenticios se constituye en una gran preocupación. Y es que desde finales del pasado 2012, la escasez o ausencia de productos en los establecimientos, se ha incrementado vertiginosamente. Productos primordiales de la dieta diaria tardan en llegar a la mesa de los venezolanos. Rubros con serios problemas de abastecimiento, reportan los consumidores, tales como; aceite de maíz, azúcar, leche en polvo, margarina, café, leche, carne, queso y pollo, configurando una situación crítica en alimentos, también en medicinas, papel higiénico y otros artículos de cuidado personal. A pesar, de que en el mes de septiembre 2012, la escasez se situó en 13,6%, la misma inició un proceso de crecimiento desbocado en el año 2013, tanto que en el mes de enero, marcó 20,4% para luego romper el registro, en el mes de abril con 21,3%, activándose así las alarmas a la vista de las autoridades económicas del gobierno, por la preocupación que siente la población. Algunas de las causas para llegar a estos niveles de escasez, se mencionan, entre otras: la regulación de precios, que lleva 10 años sin que se haya permitido la revisión y ajustes de precios acorde con los costos de producción, la insuficiencia de divisas de las empresas para la compra de materia prima importada, la deficitaria producción agropecuaria nacional, cuya distribución en el territorio nacional se dificulta, debido a las restricciones administrativas del gobierno, que mediante la implantación de las llamadas guías de movilización, direccionan los productos a determinadas localidades y regiones dejando otras zonas sin inventario. Si bien, Caracas ha sido privilegiada con el abastecimiento, en el interior del país (Puerto la Cruz, Ciudad Guayana, Maracay, Barquisimeto, entre otras) la situación es de mucha preocupación, debido a la presencia de largas colas y enfrentamientos, entre los consumidores, con el fin de proveerse de los productos escasos. Véase la evolución de la escasez.


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Indicadores de la coyuntura…

Evolución de la escasez

Fuente: BCV. COMPORTAMIENTO DE PRECIOS

Los precios de bienes y servicios continúan la escalada creciente, lo que demuestra que el Ejecutivo Nacional sigue fracasando en sus políticas a pesar de las regulaciones y las importaciones para frenar el aumento de los precios. Muestra de esto es que los controles sobre alimentos, medicamentos, artículos de cuidado personal, entre otros bienes, no han podido contener la velocidad con la cual se comportan los precios mes a mes. Efectivamente, en el mes de abril, el Índice de precios al Consumidor Nacional (INPC) mostró 4,3% una variación intermensual tan elevada que es la mayor desde abril del año pasado cuando se situó en 0,8%. Llega la variación acumulada del INPC a 12,5% en los cuatro primeros meses del año 2013, superando el 4,4% que resultó en el mismo periodo del año pasado. Sigue, Venezuela, comandando la inflación más alta entre los países de la región y en el mundo. Vale mencionar, que la inflación en alimentos en este mes fue de 6,8% y su acumulada es de 16,4% efecto que se traduce directamente en la reducción del presupuesto de las familias, con mayor impacto, en aquellas de más bajo ingresos, porque esa inflación, como se dice, es el impuesto más perverso que se aplica a ese sector de la población porque les destruye el salarios para la subsistencia. La variación anualizada del INPC, para el periodo, es de 29,4% con lo que se puede referir que de mantenerse las condiciones similares de comportamiento, el indicador rebasara de manera inminente la meta inflacionaria, entre 14% y 16% fijada en el presupuesto fiscal de 2013. Véase, la evolución intermensual de las variaciones del indicador.


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Evolución INPC

Fuente: BCV- INE. PRODUCTO INTERNO BRUTO (PIB)

Al cierre de 2102, el PIB mostró un crecimiento de 5,6% impulsado por el aporte del Sector Privado que registró 6,2% entre tanto que el Sector Público creció en 3,4%. Por su parte, cuando se evalúa el PIB por actividades. La actividad Petrolera reflejó 1,4% mientras que la actividad No Petrolera reportó 5,8%. Si bien, el resultado de 2012 superó la variación 4,2% de 2011 no parece ser un resultado de calidad, ya que, una de las actividades más importantes como la Manufactura apenas presentó un crecimiento de 1,8% muy bajo para ser una de las actividades que más impulsa el aparato productivo nacional. Otras actividades, tuvieron en 2012 los resultados siguientes: Construcción 16,6%, Comercio y servicio de reparación 9,1%, Comunicaciones 7,0%, Instituciones financieras y seguros 33,5% y la agrupación Resto 3,1% que incluye agricultura, restaurantes y hoteles, mostrando una ligera recuperación luego de tres años de contracción donde el sector agrícola es el que más se ha resentido. PIB a precios constantes de 1997 variaciones (%) Año 2012 2011 2010

Total

Fuente: BCV.

5,6 4,2 -1,5

Sector Público

Sector Privado 3,4 5,3 0,0

6,2 3,3 -2,1

Actividad Petrolera

Actividad no petrolera 1,4 0,6 0,1

5,8 4,5 -1,6


Indicadores de la coyuntura…

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DEVALUACIÓN DE LA MONEDA

El pasado 8 de febrero de 2013, el bolívar, la moneda nacional, fue devaluado, es decir, que en relación con el dólar americano la nueva paridad fue fijada en Bs 6,30 por dólar (Devaluación tipo I). Esto indica, que desde esa fecha, en Venezuela, se deben destinar más bolívares para adquirir una unidad de la moneda norteamericana. Ese es el aumento del precio del dólar respecto del bolívar. En tal sentido, puesto que la paridad anterior, que se fijó en 2010, era de 4,30 Bs/US$, se determina que la devaluación resultó de 46,5%. El gobierno, se vio en la obligación de acelerar la devaluación, con el fin de ajustar las cuentas, debido al elevado gasto público, no obstante, que el precio del petróleo venezolano se ha mantenido por encima de los 100 US$/Barril. Conviene mencionar, que en relación con el tipo de cambio y en particular con el suministro de dólares, se tenía el mecanismo complementario denominado, Sistema de Transacción con Títulos en Moneda extranjera (SITME), que determinaba otro tipo de cambio (Devaluación tipo II) pero éste fue sustituido, ante la escasez de divisas, por el Sistema Complementario de Asignación de Divisas (SICAD) basado en el suministro de divisas mediante el esquema de subastas. En tal sentido, cuando se combinen ambos tipos de cambio (Tipo I y Tipo II) la devaluación será muy superior al 46,5%. Expertos, han mencionado que si se combinan esos dos tipos de cambio con el llamado paralelo la devaluación de 2013 se ubicaría alrededor del 70%. No deja duda alguna, que esa decisión oficial devaluacionista, se traducirá en más inflación, que seguro, ocasionara más empobrecimiento en la población.

RESERVAS INTERNACIONALES

En lo que va de año, las reservas internacionales, se han situado en el mes de marzo en 27.104 Mill. US$ después de haberse ubicado el pasado diciembre 2012 en 29.890 Mill. US$ con lo que se produce una caída de 2.786 Mill.US$ en apenas 3 meses. Puesto, que la Reservas Internacionales, contiene una gran parte ilíquida por el componente oro monetario. Tiene mucho interés, evaluar las reservas operativas, que son las que permiten financiar las importaciones. Sobre las importaciones, se ha mencionado que podrían afectarse debido a que su aprobación procede de la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI) que no parece contar con el flujo de divisas suficiente para financiar las importaciones. A este respecto, mucho se ha comentado, que el país también enfrenta la escasez de divisas.


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Reservas Internacionales

Fuente: BCV.

Las reservas operativas en marzo registraron el nivel de 3.513 Mill.US$, un nivel muy bajo para la serie de compromisos del país, lo que puede conducir a una reducción de las importaciones que son las que más demandan importantes recursos en dólares. A partir, de los datos del balance general de BCV, se calcularon las reservas operativas, en los tres primeros meses de 2013. Estas, se muestran como sigue. Reservas Operativas

Fuente: BCV, cálculos propios.

Cuando, se relacionan, las reservas operativas, con el nivel de importaciones, al cierre del año 2012. Las importaciones, se colocaron en 59.339 Mill US$ siendo las No Petroleras de 47.544 Mill US$ y las Petroleras 11.795 Mill US$. En este sentido, si se calcula, el promedio mensual de las importaciones No Petroleras, este resulta en 3.962 Mill US$. En tal sentido, se podría decir, que de mantenerse un registro de importaciones similar a ese promedio, serían insuficientes los 3.513 Mill.US$ de reservas operativas, calculados en el mes de marzo, para cancelar los compromisos comerciales acordados por la nación.


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Indicadores de la coyuntura…

Importaciones

Fuente: BCV SALARIOS

Los trabajadores, que son los más golpeados por los efectos de la devaluación, inflación y escasez, expresaron expectativas con el deseo de que el ajuste del salario mínimo que se aplica cada año, se equiparara con el costo de la Canasta Alimentaria que según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestro (CENDA) se situó en el mes de abril de 2013 en Bs 5.445,47. En este mismo sentido, un amplio sector de los trabajadores, llegó a proponer un aumento general de sueldo del 70%. No obstante, esos planteamientos de los trabajadores, el gobierno decidió que el salario mínimo para 2013, fuese ajustado según un esquema de aumentos por tramos. Una primera porción de 20%, para el mes de mayo que permitirá elevar la remuneración básica Bs 2.047,52 a Bs 2.457,02. El segundo aumento, sería en septiembre de 10% para elevarse a Bs 2.702,72. Finalmente, para noviembre, se prevé un ajuste salarial entre 5% y 10% según la tasa de inflación para ese momento. Como, podrá deducirse, con esos ajustes el salario mínimo la tendrá difícil para superar el efecto de la devaluación tipo I del 46,5% por lo que los trabajadores seguirán padeciendo las consecuencias de salarios insuficientes.

MERCADO LABORAL

Las cifras recientes, del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), mostraron que en el mes de marzo 2013, la tasa de desocupación fue de 7,7% lo que indica que 1.050.085 personas están desempleadas bien porque perdieron sus puestos de trabajo o no encuentran empleo remunerado. En el análisis, las mujeres mostraron la mayor tasa de desocupación 8,4% mientras que la de los


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hombres es de 7,2%. En este mes de marzo, los ocupados sumaron 12.643.093 personas, de los cuales, en el Sector Formal, se encuentran 7.504.653 trabajadores y en el Sector Informal 5.138.440 empleados. Conviene, mencionar que en el Sector Informal, se incluyen las personas que trabajan en empresas de 1 a 4 trabajadores, tal como, la categoría Trabajadores por cuenta propia, que registró en total 3.456.599 personas, representando el 27,3% respecto de los ocupados. Entre, estos se encuentran trabajadores de servicio doméstico, vendedores, artesanos, carpinteros, buhoneros, mototaxistas, entre otros. Tasa de Desocupación

Fuente: INE.

En resumen, cifras de fuerza de trabajo, se muestran como sigue. Fuerza de Trabajo Año 2013 Enero Febrero Marzo

Población Ocupada 12.204.989 12.553.056 12.643.093

Sector Formal 7.284.038 7.420.882 7.504.653

Sector Informal 4.918.552 5.132.174 5.138.440

Sector Público 2.571.424 2.489.890 2.725.752

Sector Privado 9.633.565 10.063.166 9.917.341

Fuente: INE.

Conviene, mencionar que uno de los temas que centra el interés de los trabajadores es la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras, que luego de su promulgación se le otorgó plazo de un año, que vence en mayo 2013, para que las empresas realizarán los ajuste respectivos a los fines de la aplicación plena de la normativa. A este respecto, la ley que se promovió con el argumento de proteger el trabajo como hecho social y garantizar a los trabajadores la justa distribución de la riqueza, es vista por los propios trabajadores como, una instancia de control del Estado sobre los sindicatos y excluyente de la nego-


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Indicadores de la coyuntura…

ciación colectiva. El punto, más polémico de la ley, es la fijación de una nueva jornada laboral diurna de 44 a 40 horas semanales con 2 días de descanso. Por ejemplo, entre los pequeños y medianos comercios han estimado que sus efectos redundarían en el aumento de los costos laborales sobre todo en un ambiente de control de precios y escasez. Por otra parte, en la representación laboral, también se afirma que la ley viene a limitar la creación de nuevos empleos en el sector formal de la fuerza de trabajo.

PRECIOS DEL PETRÓLEO

El precio, del petróleo venezolano, se situó el pasado diciembre 2012 en 97,79 US$/Barril, pero luego, en 2013, superó ese nivel al ubicarse en enero en 102,25 US$/Barril, manteniéndose la tendencia superior a los 100 US$/Barril, en los meses de febrero y marzo. No obstante, que se registró un ligero descenso en abril. En la primera, semana de mayo, tal como se ve en la gráfica, el precio se volvió a recuperar a partir de las expectativas positivas de las economías de Estados Unidos, Alemania y China. Precios del Petróleo

Fuente: Min. Petróleo y Minería. PERSPECTIVAS

En el análisis del comportamiento de las economías Latinoamericanas para el año 2013, Venezuela, con 2,0%, será el 2do país que tendrá menos crecimiento en la Región. Según, las previsiones del PIB de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Venezuela, apenas estará superando a Jamaica que tendrá 0,2%. Por su parte, la Región de América Latina y el Cari-


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be, crecerá 3,5% entre tanto que Brasil tendrá 3,0% y Argentina 3,5%. Los países, que más crecimiento del PIB tendrán según las estimaciones son: Paraguay 10,0%, Panamá 8,0%, Perú 6,0%, Chile 5,0%, Colombia 4,5% y Uruguay 3,8%. PIB 2013 Venezuela y otros países

Fuente: CEPAL.

Finalmente, conviene mencionar, que frente a la situación crítica de la economía nacional, expertos han recomendado algunas medidas para reactivar la actividad económica. A decir; fluidez en el suministro de divisas o desmontar gradualmente el tipo de cambio para la compra de materia prima, reducción de la inflación, solucionar los problemas de abastecimiento de productos de consumo masivo con mayor producción y desregular los controles de precios, entre otras.

Preparado por: Nelson Morillo-Estadístico.


Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, 2013, Vol. XIX, No. 1 (ene-jun), pp. 245-252

DESEO, VOLUNTAD Y PODER Jorge Rivadeneyra A. PROFESOR TITULAR “La novela que no descubre una parte hasta entonces desconocida de la existencia es inmoral. El conocimiento es la única moral de la novela” (Herman Broch, citado por Milan Kundera: 16, en El Arte de la Novela). Por otra parte, Sulbey Naranjo, en “Pensamiento Crítico”, cuenta que un candidato a doctor había abandonado su tesis por no tener nada original que decir. Y Wittgenstein, informado de algo tan inusual, dijo que sólo por esa decisión, él le habría otorgado el título de doctor. Estas afirmaciones desconcertantes no tienen en cuenta el viejo refrán de que no hay nada nuevo bajo el sol. En otras palabras, todo ha sido dicho y lo único que se podría citar sería que alguien con nombre y apellido ha introducido variables en el decir, o tildar al refrán mencionado de ultramontano, de dogmático o simplemente falso. Añádase que cada uno de los seres humanos se considera a sí mismo mejor que todos los demás, sin tener en cuenta de que lo más fácil del mundo es engañarse a uno mismo (Wittgenstein). Y gracias a ese auto-engaño, es factible que quien escriba suponga que todo lo que dice constituye un descubrimiento desconocido de la existencia, o algo nunca antes mencionado. Estático en esta encrucijada donde no hay quién informe cuál de los caminos se debe elegir para que no te coma el tigre, intuyendo que echarse para atrás es tan peligroso como seguir hacia lo desconocido por uno cualquiera de los muchos caminos, o por los sincaminos, o te paralizas o deambulas aun cuando ya se haya llegado a la conclusión de que la existencia toda es un incesante deambular entre amenazas a pesar de los padrenuestro y avemarías. Desde luego, hay quienes prefieren invocar al Demonio. Y todo este ir-venir sólo para justificar la decisión, acaso ilusa, de escribir unas notas sobre la voluntad de poder, de Nietzsche, después de tantos libros publicados al respecto, y sobre todo con posterioridad a los dos tomos del “Nietzsche”, de Heidegger. Puede ser una decisión temeraria empujada por ese decir también popular de que la ignorancia es atrevida, ignorancia no sólo por falta de información, sino por deficiencia de comprensión. Para comenzar, Nietzsche dice “el devenir es la suprema voluntad de poder”. Y Heidegger interpreta esta afirmación y va más allá de Heráclito, para quien el devenir es transformación sin más, un fluir sinfín de una sustancia llamada tiempo y de lo que en él se encuentra, sin tener en cuenta que “la eternidad no es un ahora deteni-


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do, ni una serie de ahoras, sino un ahora que repercute sobre sí mismo” (Heidegger, I: 30, “Nietzsche”,). Hasta aquí descolla el tiempo como exclusivo agente de la transformación, pero Heidegger insiste en que el devenir es el ahora que repercute sobre sí mismo. Este auto-repercutir es la voluntad, pero como la voluntad es poder, éste crea los valores supremos enfrentándose con valores envejecidos, como la religión, la moral, la filosofía. En esa confrontación no aparece el protagonismo del ser sino del tiempo; no obstante, la interpretación heideggeriana puntualiza que el devenir como confrontación de valores es el tiempo, entendido como historia. Y acentúa, en la página 39 del mencionado libro que “ningún movimiento histórico puede saltar fuera de la historia y comenzar absolutamente desde cero”. ¿Acaso hay una confluencia con eso que el marxismo llama materialismo histórico? Como quiera que sea, con esta acotación la voluntad de poder nietzscheana deja de ser el demiurgo porque de alguna manera está condicionada por la historia como cultura, es decir medioambiente y condiciones de existencia. Y más luego se devalúa otro poquito cuando el mismo Heidegger anota que los valores supremos no se producen de golpe. Además, aun cuando la voluntad siempre es poder, es decir capacidad y deseo, la voluntad no es algo anímico, es decir una facultad del alma, sino que el alma es algo volitiva (47), como si el ser humano no fuese también un ser biológico, poseedor de una energía a la que se le viene llamando alma, pensamiento, racionalidad. Habría que precisar qué entiende Heidegger por alma y si esto no es otra manera de afirmar que la voluntad es la cosa en sí, es decir la esencia del ser, en el cual incluso las ideas son objetivaciones de esa voluntad, como dice Schopenhauer en El Mundo como Voluntad y Representación (112). Este pensador atribuye voluntad a todos los seres vivos e incluso a la llamada materia inanimada, porque “toda fuerza de la naturaleza es voluntad” (99). Lo sorprendente de esta conceptuación radica en que llama fuerza a la voluntad como si adivinara lo que actualmente la física cuántica y la teoría de la relatividad denominan energía.

FOUCAULT Y EL PODER Las transvaloraciones de Nietzsche, como el devenir de la voluntad de poder, son el resultado de confrontaciones entre valores obsoletos y los nuevos, propuestos por los filósofos, incluyendo, por qué no, a graduados en filosofía en la Sorbona, como el


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legendario Pol Poth, un asesino que en nombre de una revolución, comandó la matanza de dos millones de sus compatriotas. Sin embargo, por cuanto en ese momento las preocupaciones de Michel Foucault deben haber sido otras, asépticamente anota que “la diferencia de valores proviene de que unos hombres dominan a otros hombres”. (Microfísica del Poder: 17-ss). Las relaciones de dominio generan las reglas de comportamiento y los mandamientos jurídicos que legalizan esas reglas convertidas en la verdad, son el fundamento del ejercicio del poder. Pero como todo poder produce el antipoder, de las relaciones de dominación se desprende un valor llamado libertad. El ejercicio del poder, según esta conceptuación, es un mandato, es decir que aun cuando puede estar presente la voluntad, no se funda en ella e incluso podría ser involuntaria. Y esto también es un devenir. Por otro lado, la confrontación de valores no produce necesariamente valores nuevos que amplíen la libertad, o corrijan las injusticias con el argumento de la racionalidad. Al contrario, consolidan el poder de las instituciones no sólo gubernamentales, y este poder puede circular con el nombre de humanista, de defensa de la identidad nacional, de mejoramiento de las condiciones de existencia. “Si el poder no tuviese por función más que reprimir, si no trabajase más que según el modo de la censura, de la exclusión, de los obstáculos, de la represión, a la manera de un gran superego, si no se ejerciese más que de una forma negativa, sería muy frágil. Si es fuerte, es debido a que produce efectos positivos a nivel del deseo” (106-107). Foucault dice que ni Marx ni Freud son suficientes para entender el problema del poder (83) y Gilles Deleuze, dialogando con Foucault, anota que hay inversiones del deseo que modulan el poder. Y el deseo, que es uno de los fundamentos de la voluntad, no tiene una dirección única, no busca solamente el placer, porque el fascismo también es un desear. Además, la voluntad puede ser manipulada mediante el auto-engaño, el sometimiento, sin el beneficio de la duda, a la racionalidad que le demuestra que los fines son alcanzables sin necesidad de contar con medios idóneos. La confusión entre fantasía y realidad determina que la voluntad baje la guardia, es decir, que pierda su poder. Es como si cada cultura determinaría los límites de la voluntad. Todos los seres vivientes tienen alguna forma de poder. Su expresión más elemental está en la lucha por la sobrevivencia, en las relaciones sexuales donde la voluntad y el deseo se confunden. “Las relaciones de poder penetran materialmente en el espesor mismo de los cuerpos. Existe una red de bío-poder, de somato-poder que es al mismo tiempo una red a partir de la cual nace la sexualidad como fenómeno histórico y cultural en el interior del cual nos reconocemos y nos perdemos a la vez” (“La Vida de los Hombres Infames”: 156).


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Sin embargo, la sociedad entera ejerce el papel de fiscal y juez mediante sus tablas de la ley, cárceles, clínicas, médicos, profesores, padres de familia. “Que fácil sería sin duda desmantelar el poder si éste se ocupase simplemente de vigilar, espiar, sorprender, prohibir y castigar” (198). También se ocupa de cultivar el saber, los hobbies, las fantasías. Así por ejemplo, “más que cualquier otra forma de lenguaje la literatura sigue siendo el discurso de la infamia; a ella le corresponde decir lo indecible, lo peor, lo más secreto, lo más intolerable, lo más desvergonzado” (201). A esto se refiere Herman Broch, pero como un mérito, tal como lo anotamos al comienzo de este trabajo.

EL ORIGEN DE LA TRAGEDIA El “Nietzsche”, de Heidegger, que hemos tomado como referencia, es un pensador denso, profundamente agudo, tanto que difiere del Nietzsche que escribió las notas publicados post morten con el nombre de la Voluntad de Poder, en donde, proféticamente dice que toda interpretación es una apropiación. Como hemos visto, para Schopenhauer la voluntad es la cosa en sí. Para Nietzsche-Heidegger, en cambio, tajantemente es el poder ¿En qué se sustenta ese poder y cuáles son sus elementos constitutivos? Con el fin de averiguarlo, parece procedente incursionar, por ejemplo, por “El Origen de la Tragedia”. En ese ámbito los personajes fundamentales son Dionisos y Apolo. Actúan como dioses autónomos, separadamente, tal como los presenta la mitología griega. En ese fantástico relato, Apolo es el símbolo de la ley y el orden, es decir de la racionalidad que entiende y mide lo real, en oposición a la fantasía, a los prejuicios, a la doxá. Es decir que Apolo es la luz del entendimiento condensado en la lógica y la filosofía, basamentos fidedignos de los proyectos existenciales. Dionisos, en cambio, es un dios caótico, es decir de una racionalidad múltiple y compleja, mediada por los desafueros de las bacanales. En esas orgías nada estaba prohibido. Puesto que era un dios, Dionisos se encontraba en todas partes y su presencia desataba las pasiones, el amor, el odio y la muerte, como si el placer sin medida fuese una forma de sufrimiento y de agonía. Este dios de la locura propiciaba el incesto, la antropofagia, la promiscuidad homo y heterosexual y el bestialismo. El propósito era salirse de sí mismo hasta alcanzar el éxtasis como antecedente del entusiasmo, es decir la sensación de estar poseído física y anímicamente por los dioses. De acuerdo a Nietzsche, Apolo y Dionisos no son dos personas distintas y un solo dios verdadero. Son símbolos de la humanidad. Aun cuando aparecen como dos personas distintas, representan al hombre verdadero, con su racionalidad e irracionalidad. Pero este humano verdadero luce como un ser escindido, contrario al monolítico ser heideggeriano. Cada parte actúa de manera autónoma, como si la una fuese lo contrario de la otra, aun cuando cada una de ellas poseía elementos que les


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eran comunes. Por ejemplo, los amantes del bisexual Apolo, en vez de un final feliz morían sin remedio, y a Dionisos le ocurría algo parecido; su lógica era la razón de la sin razón, como siglos después llamaría don Quijote de la Mancha a la inversión de la racionalidad, o mejor a ese aspecto oculto en los intersticios de la razón. A pesar de esta “escisión del ser”, cabe resaltar que Nietzsche, sin especificar su propósito, como si no fuera esa su intención, resquebraja la estructura de la lógicadialéctica hegeliana, esa de la interpenetración de los contrarios, resumida en tesisantítesis-síntesis, porque Dionisos no es lo blanco frente a lo negro, esto es lo contrario, es decir la antítesis de Apolo, sino lo contradictorio, en el sentido de lo que nunca se transforma en una síntesis porque ésta acabaría con el ser humano tanto si se la entiende como la interpenetración de los contrarios, resumen global o reunión de elementos en un todo. Apolo-Dionisos no termina en ninguna síntesis; son la coexistencia de contradicciones sustanciales. La fusión de las dos esencialidades en una sola, el predominio o la desaparición de cualquiera de ellas significarían la muerte. Esas contradicciones sustanciales son teorizadas por Freud. Les llama principio de la realidad y principio del placer. Estos principios forman parte indivisible de la humanidad entera, es decir de cada uno de sus individuos, sin la escisión del ser como lo hace Nietzsche. Estos acontecimientos son asociaciones más o menos estables de elementos; constituyen un sistema. Estos principios teóricos son formas de movimiento contradictorio y coexistente, sin posibilidades de suprimirse mediante la síntesis, y el predominio de uno de ellos, por ejemplo de la razón: puede producir la ciencia, pero jamás el orgasmo de Eros. De este modo, también Sigmund Freud, indirectamente, irrumpe contra la dialéctica hegeliana. Sin embargo, luce pertinente preguntarse ¿por qué actúan de esa manera Apolo-Dionisos, Apolo de acuerdo al principio de la realidad, y Dionisos de acuerdo al principio del placer? “Ninguno de los seres ni de las cosas tienen una causa en sentido absoluto”, anota Schopenhauer (118), porque “son fuerzas originarias, qualitas oculta (113). En otras palabras, son fuerzas primordiales. Hobbes señaló que los elementos básicos de los seres vivos son las sensaciones, de hambre, por ejemplo, o de la instintividad sexual. Estas sensaciones se transforman en deseos. Por eso, Deleuze-Guatari llaman a los humanos seres deseantes. Pero los deseos, para realizarse, requieren de las mediaciones de las que habla Hegel, y una de ellas es la voluntad, pero como ésta es ciega, acude a la razón a fin de que le señale el modus operandi. A esta secuencia se le ha tildado de mecanicista, pero forma parte de una línea roja que viene desde Duns Scoto, pensador que durante uno de esos estrictos inviernos europeos, sostuvo que Dios es pura voluntad; creó el mundo porque quiso hacerlo, sin plan previo ni proyecto matemático, como supuso Einstein, convencido que Dios no juega a los dados, y Hegel, que


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sin modestia dice que el contenido de su “Lógica” son los pensamientos de Dios cuando creaba el mundo. Como se puede apreciar, Duns Scoto es uno de los primeros que se refiere a la voluntad divina como el poder del universo. Pero Rousseau es el primero que une voluntad y poder en el ser humano. A la fuerza del pueblo le denomina voluntad general, es decir los deseos del pueblo son el poder. Ya hemos hablado extensamente, en otra parte sobre esa voluntad general. Ahora sólo insistimos en que Rousseau es el antecedente inmediato de la voluntad de poder, de Nietzsche, que actuando en la auto percusión del ahora, deviene en transvaloración, aun cuando su teoría carece de la base de sustentación de Rousseau.

EL PRINCIPIO DE ANTAGONISMO En el mismo comienzo del siglo XX tuvo lugar una de las más grandes revoluciones científica en el campo del pensamiento, la Teoría de la Relatividad y la Física Cuántica. A pesar de que Marx, en el siglo XIX dijo que todas las ciencias son sociales porque son creaciones de la humanidad, a pesar de la vieja influencia de la física de Galileo y la de Newton, de la teoría de la Evolución, de Darwin, o de las teorías de la Incertidumbre, de Heinsenberg y del Azar, de Jacques Monot, ambas irrupciones contra el reinado de la causalidad y de la lógica estática de Aristóteles, un antipositivismo de secano ha impedido que esas revoluciones científicas se relacionen decididamente con las ciencias sociales. Así ha sido, por lo menos en América Latina. Sin embargo, actualmente, según parece por influencia de pensadores como Edgard Morin, e incluso de otros, tan disímiles, como Louis Pawels y Jacques Bergier, autores de “El Retorno de los Brujos”, o Fritjof Capra y su “El Tao de la Física”, se ha comenzado a incursionar especialmente por lo más enmarañado de la teoría de la relatividad, básicamente a partir del teorema de que masa es igual a energía por velocidad de la luz al cuadrado. Esta fórmula, que tiene la pretensión de ser la síntesis del universo, incluye también a los seres humanos, dueños del planeta Tierra. Además introduce el supuesto metafísico de que la masa, o materia, sólo es energía condensada, organizada en sistemas, incluyendo a la vida misma, entendida de acuerdo a esta tesis, de que sólo es autoorganización de la materia, o mejor dicho de las energías. Este es el objeto de las investigaciones de Stephane Lupasco, un autor casi desconocido, no se sabe si en toda América Latina, pero con toda seguridad en Venezuela. En una de sus obras, “Las Tres materias”, parte de que todo objeto, grande o pequeño, desde el microscópico hasta el macro físico, se presenta como sistema, es decir “relaciones energéticas y su resistencia relativa impuesta por diversas fuerzas de unión, como la cohesión, el intercambio, la valencia” (9).


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La diversidad del mundo está determinada por la manera de ser de la energía, imposible e incomprensible fuera del antagonismo que le es inherente. Este es el fundamento de los siguientes principios: a) La ley de antagonismos, es decir sistema energético de fuerzas antagónicas, como la atracción y repulsión, o fuerzas que unen o separan, o el universo entendido como un vasto conflicto. b) La ley de contradicción constitutiva de homogeneización y heterogeneización, de acuerdo a los cuales los elementos constituyentes se excluyen de los espacios que ocupan los unos con respecto a los otros. Este principio engendra una diversificación individualizadora de la energía, es decir una heterogeneización que explica la aparición de la diversidad, y c)

La ley de potencialización y actualización de todo dinamismo antagonista, es decir que la actualización de un elemento entraña correlativamente la actualización de un anti-elemento.

Todo fenómeno es imposible sin energía; tampoco es factible sin un determinado estado de potencialización inicial y su paso a un determinado estado de actualización. Para que una energía alcance un grado semejante, es necesaria una energía antagónica, ligada a ella contradictoria y constitutivamente (123-ss). Esta manera de ser de la energía, está sometida al segundo principio de la termodinámica llamado entropía, de acuerdo al cual todo lo existente necesariamente se desgasta a causa de sus interrelaciones, como cuando producen, por ejemplo, radiaciones como la emisión de luz o de calor. Coadyuvantemente, vale la pena señalar que en el área de la economía política, de acuerdo a la ley de la oferta y la demanda, objeto de esta ciencia, cuando la oferta es superior la demanda, tienen lugar lo que Marx llamaba crisis cíclicas del capitalismo. Este fenómeno, cuyo análisis lo inició David Ricardo, se conoce con el nombre de Ley de los Rendimientos Decrecientes. Estas leyes le permiten a Lupasco decir que existen tres clases de materias, 1) la física, es decir el mundo que nos rodea. Aquí predomina la homogeneización sobre la heterogeneización, que conduce a la entropía, es decir, el segundo principio de la termodinámica. 2) La materia viva, es decir los sistemas biológicos. Aquí predomina la heterogeneización, es decir un perpetuo devenir que mantiene la vida. Por eso, la muerte biológica es un retorno al sistema físico. 3) Y la microfísica, en la que la homogeneización y heterogeneización se encuentran asociados en un antagonismo equilibrante. Estas tres materias se encuentran en el sistema neuropsíquico del hombre, y son el resultado de interrelaciones del principio de antagonismo. Además, “para que un sistema sea posible es necesario que los acontecimientos que los elaboran, por


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su naturaleza misma o por las leyes que expresan, tiendan a aproximarse y a excluirse, a atraerse y a rechazarse, a asociarse y a disociarse” (125). Con estos antecedentes, si la vida es energía, incluyendo a las facultades mentales del ser humano, es posible intentar una relectura de la voluntad de poder, de Nietzsche. Al respecto, Heidegger dice que según Nietzsche, la voluntad es sinónima de poder. ¿Cuál sería la energía de este fenómeno y cuál la energía antagónica ligada a ella contradictoria y constitutivamente? La indagación correspondiente no produce resultados satisfactorios porque no aparece esa energía antagónica ni en la voluntad ni en el poder porque la voluntad es un desear, principalmente de acuerdo a lo que Freud llama principio del placer y el poder, esto es la capacidad en sentido amplio, tanto de hacer, o de imponerse con independencia de la voluntad del otro, está más cerca del principio de la realidad. En consecuencia, parece que la voluntad y el poder son elementos antagónicos, respectivamente del principio del placer y del principio de la realidad. Se puede tener el poder pero no el deseo de satisfacerlo, de la misma manera el desear, fundamento de la voluntad, puede ser anulado si no se cuenta con los medios idóneos, en cuyo caso su carencia es un poder. Esa energía contradictoria es inherente a todos los seres vivientes y específicamente al ser humano. A pesar de Heidegger, se manifiesta, en primer lugar, como instinto de conservación, y si la decisión de sobrevivir y de reproducirse, conduce a rehacer lo dado, se trata de una voluntad imperativa de llegar a ser lo que no se es. Como esta esencialidad es sustancial a la historia de la humanidad, se diría que su historia son los conflictos que han devenido en formas de organizacióndesorganización, lo cual incluye confabulaciones y emboscadas históricas a las que se les ha dado el temible nombre de revoluciones, aun cuando ninguna de ellas ha producido síntesis que eliminen las contradicciones, como la represión y la injusticia. En ese proceso, los deseos son el sistema de energía.


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