Desde el principio Dios creó al hombre y en
él estaba contenida la mujer, es por esta
razón que el texto bíblico nos indica que
Dios creó al hombre a imagen suya, varón y
hembra, pero no fue sino hasta el momento
en que el Padre formó a Adán del polvo de la
tierra y sopló sobre él aliento de vida, que el
hombre necesitó de una ayuda, ya que Dios
buscó entre todas las creaturas del huerto
una que pudiera complementar a Adán, pero
no se encontró. El Señor hizo caer al hombre
en un sueño profundo y tomando una de sus
costillas formó a la mujer, cuando el hombre
la vio dijo: ahora esta es hueso de mi hueso
y carne de mi carne y la llamó varona o
(Ishá) por que fue tomada del varón (Ish).