La Palabra de Dios nos dice, que la senda de los justos es como lo luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto (Proverbios 4:18). La iglesia del Señor Jesucristo ha pasado por un proceso de desarrollo y prueba constante de reforma y contra reforma, mas al final, el Señor se presentará a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que santa e inmaculada (Efesios 5:27). Para este propósito, el Señor ha delegado a sus ministros, siervos y siervas escogidos desde el principio, para guiar a su pueblo por el camino correcto...