AUSChwITZ
Nº17
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AUSChwITZ: “No hace mucho. No muy lejos” Por David Antón Juarros, 1º BACh. El jueves 19 de abril acudimos a un museo en Madrid sobre el campo de concentración polaco de Auschwitz. A pesar de saber de antemano lo ocurrido en ese lugar, y de haber visto y leído muchas historias acerca del holocausto, no me imaginaba lo poco que en realidad sabía sobre dicho genocidio. Lo más fascinante e importante de esta visita, no es el ver el horror ocurrido hace 70 años; sino concienciar a la sociedad, para prevenir esta situación y no volver a tropezar dos veces con la misma montaña. http://www.huffingtonpost.es
Un simple zapato de tacón, colocado en una vitrina, brillando en medio de una sala oscura, con luces y sombras, como el día que encontraron la pieza en medio de un océano de zapatos enormes. Lo primero que se te pasa por la cabeza al ver este zapato es de quién era, pero antes de eso, mi imaginación comenzó a perfilar una dama guapa, esbelta y llena de ilusión por comenzar una nueva vida lejos de los nazis. David Antón
http://auschwitz.net
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En las conclusiones de los trabajos que los alumnos realizaron tras la visita, resaltaron la necesidad de que todo el mundo conozca la realidad que muestra esta exposición, algunos comentaron que tendría que ser una excursión obligatoria. En palabras de Primo Levi, superviviente de Auschwitz: “Ocurrió́. En consecuencia, puede volver a ocurrir: esto es la esencia de lo que tenemos que decir. Puede ocurrir y puede ocurrir en cualquier lugar.”
I.E.S. VELA ZANETTI
Y esta fotografía me partió. El amor de una madre en estado más puro. Cuidando de sus hijos hasta el final, hasta la muerte. Esto me recuerda un vídeo que había en la exposición, en el cual unos supervivientes decían que, durante el trayecto en tren hasta Auschwitz, su hermano y él protegieron a su madre con sus propios cuerpos para evitar que fuera aplastada. Marcos García
Una de las cosas que más me impactó fue ver estas dos postales enviadas a las familias de algunos prisioneros de Auschwitz; en ellas dicen que están bien, recibiendo atención médica y que se verán pronto. (…) Pero eran falsas, los nazis les habían hecho escribirlas poco antes de ser llevados al campo de concentración, del que nunca saldrían. Era una de las muchas formas de engaño que empleaban los nazis para ocultar lo que estaban haciendo. Personalmente, yo creo que esta era la más cruel de todas. hacer pensar a la familia de alguien, que estás a punto de asesinar, que su amado está bien me parece lo más descorazonador que hay. Ray Rubia