Libro Digital de IEA: Soy el elemento químico - Concurso Avoquim 2019

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VII Concurso de Cuentos: “Soy el elemento químico” Año escolar 2018-2019

Cuentos creativos redactados por los estudiantes de 5° y 6° de Educación Primaria y 1er año de Educación Media General de Institutos Educacionales Asociados IEA. El Peñón.



ÍNDICE CUENTOS Un amor casi imposible.

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Camila y los elementos químicos.

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¿Qué pasaría si?

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Tres capas interiores.

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La aventuras de Oro.

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El amor químico.

12

La ciudad de la tabla periódica.

13

Positivo y negativo.

14

El Titanio y su sueño.

15

El rescate de Plomo.

16

La familia agua.

18

La evolución de los planetas.

19

El viaje de los elementos químicos.

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Las aventuras de los elementos.

22

Amistad periódica.

24

Los elementos guardianes. Cerca de tu mente. Lejos de tu cuerpo.

28

Las aventuras de los tres amigos.

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El secuestro de Hierro.

32

La mezcla.

34

El descontrol de la tabla periódica.

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¿Qué ocurrió?

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¿Y ahora qué?

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El vecino.

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“UN AMOR CASI IMPOSIBLE”

Todo viene de algo, y este cuento que les estoy narrando, tiene pasión, corazón y amor, por lo que espero tener la razón. Esta es una leyenda muy muy antigua, más antigua que el jarrón que tiene tu abuela en su casa, el cual se lo dio su tatarabuela, y con el pasar de los años se lo dio su tía tatarabuela. Bueno, dejemos de cháchara y volvamos con la historia de Un Amor Casi Imposible. Es una leyenda de un amor casi imposible entre dos elementos químicos, que sucede en el Estado Bolívar de Venezuela, en la ¨Gran Sabana¨, (tantantaaannn……..) Era una maravillosa chica, proveniente de la familia, de los anfóteros, ella se llamaba Aluminio, era muy hermosa con su color grisáceo, y su resplandor, en fin, ella era bellísima. Del otro lado de la sabana estaba un caballero muy educado, era guapo, pero cuando se molestaba, ahí si era tan radioactivo como su amigo el Plutonio, él se llamaba Uranio, era de las familias de los metales. Un día Uranio había peleado con su padre Torio por una tontería. Entonces como Uranio estaba tan molesto y frustrado salió corriendo de su casa sin explicación. Torio al principio sintió que menos mal se había ido su hijo. Paso un día, dos días, tres días, transcurrió hasta una semana y Torio ya se estaba preocupando por su hijo Uranio. Lo que había pasado es que Uranio, corrió tan lejos que para cuando paró, estaba muy distante de su casa y no sabía cómo regresar. Uranio, de repente con ganas de llorar, comenzó a recordar las cosas que le decía su papá, Torio de los seres gigantes que querían atraparlo para los experimentos raros. Entonces, Uranio en lugar de sentir tristeza, tenía tanto miedo como su amigo Hierro bajo la lluvia. En uno de esos días Uranio estaba en la rama de un árbol, y vio un resplandor a lo lejos, mientras se acercaba vio una espectacular figura femenina de color grisáceo, era Aluminio. Inmediatamente, Uranio se bajó del árbol, y fue a conocer a Aluminio, durante ese momento se miraron fijamente y comenzaron a cruzar palabras, y fue así que se conocieron y comprendieron que eran diferentes, pero al mismo tiempo iguales. Seguían pasando los días, y en uno de ellos se encontraban Uranio y Aluminio caminando hacia el rio, se estaban enamorando, querían estar todo el tiempo juntos, pero el papá de Aluminio, en una oportunidad le había advertido a su hija que una vez le dijeron que si el Aluminio y el Uranio se juntaban explotarían. Aluminio se lo contó a Uranio, y los dos se asustaron, no querían hacerse daño uno al otro, por eso comenzaron a pensar que su amor era imposible. En la tarde siguiente, Uranio y Aluminio, sentados en su tronco favorito, fueron sorprendidos por los gigantes extraños de los que Torio le había conversado una vez a Uranio. Entonces Aluminio y Uranio, corrieron y corrieron pero no fue lo suficiente porque fueron atrapados y metidos en cajas transparentes, especiales para estos elementos químicos. Los dos estaban asustados, pensando ¿Qué será de ellos?, y ¿A dónde serían llevados? Los Gigantes los llevaron a un laboratorio muy grande, para conocerlos, explorarlos y probablemente ex-


perimentar con ellos. Mientras tanto, Uranio miraba a todas partes asustado, veía animales muertos metidos en marcos transparentes y colgados en las paredes, y vio al otro lado de la extensa mesa, que Aluminio estaba metida en una caja más grande que la de él, y con extraños utensilios al lado de su caja. Así mismo, Aluminio veía a los Gigantes caminar de un lado para otro, ella sentía miedo, y estaba preocupada de que le fueran hacer algo a los dos, rezaba para que no los tocaran, también sentía tristeza de que estuvieran en cajas separadas, ella y su amor. Por tal razón, mientras los gigantes hablaban entre sí, Uranio y Aluminio, escucharon que ellos si podían juntarse y que no había efectos secundarios, los dos se alegraron tanto, que querían ir a abrazarse. Uno de los gigantes agarró los utensilios que estaban al lado de la caja de Aluminio, otro agarró la caja y la sacó, en ese mismo momento a los gigantes los llamo otro gigante que parecía más grande, y mientras más grande más extraño. Cuando se fueron Aluminio vio la oportunidad y salió corriendo a ayudar a Uranio, a ella se le ocurrió que su amor desde adentro intentara empujar la caja al borde de la mesa, para así poder salir por el orificio que se hacía, y entonces Aluminio lo ayudó por detrás, para así huir juntos. Después de mucho esfuerzo, por fin Uranio pudo salir de esa caja incómoda, cayendo al piso, él con sus habilidades masculinas logró subir a donde estaba Aluminio, dándole un fuerte abrazo, ya que no explotarían si se tocaban, se miraron durante segundos y luego sus labios se tocaron y se dieron un beso apasionado. El carro donde estaba Aluminio se detuvo de pronto, porque estaba pasando una familia de elefantes, luego a Uranio le dio tiempo de llegar, porque se mantuvo corriendo perseverante y tuvo suerte de que el carro se detuviera. Fue así, como se montó y para cuando el carro comenzó de nuevo a moverse, ya Uranio estaba a bordo junto a Aluminio. Cuando llegaron a la gran sabana, tatantaaannn…..

Ambos riendo de su aventura, y felices de no haber explotado se bajaron del carro, y caminaron a la casa de Aluminio para refugiarse de los gigantes, al entrar estaban los familiares de ella, le contaron del gran descubrimiento que podían estar juntos. Una semana después, Uranio y Aluminio fueron a la casa de él, al abrir la puerta Torio vio a su amado hijo y corrió a abrazarlo fuerte prometiéndose no discutir nunca jamás por tonterías. Era tanta la emoción en ese momento en casa de Uranio que ambos perdieron de vista por un momento la presencia de Aluminio, pero ella con su voz dulce, saluda al señor Torio y le da un beso, en ese momento Uranio decide presentar a Aluminio como su novia, y le cuenta a su padre la aventura vivida durante los días que estuvo fuera de casa. Pasaron días, semanas y meses, transcurriendo así el tiempo, para que las familias estuvieran juntas, y en uno de esos días durante un gran almuerzo, Uranio pidió la palabra en la mesa, se arrodilló en frente de Aluminio, en ese momento ella estaba con las manos en la boca y muy emocionada, oportunidad que aprovechó Uranio para pedirle matrimonio. Tiempo después, a las 4 de la tarde, cuando el sol comenzaba a ocultarse Aluminio, caminaba hacia el río con Uranio, y decidieron entrar río adentro, cuando fueron poniéndose en contacto con el agua, la misma fue cambiando de color, tornándose rosada, comenzando a salir una densa neblina del mismo color intenso rosado. Cuentan que Uranio y Aluminio se fueron convirtiendo en esa neblina llena de amor, lejos de ser un Amor Imposible.

Dicen que si tú vas a la Gran Sabana, a ese río, a las 4 de la tarde, al pararte frente a sus bellas aguas, vas a sentir el poderoso amor de Aluminio y Uranio, y vas a recordar a las personas que te quieren y quieres, reflexionando sobre tu relación con ellas. Un amor casi imposible Fin Autora: Andrea Isabel Tiberio Doval. 6to grado “B” .


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Camila y los Elementos Químicos: Camila era una niña que vivía en una aldea muy aburrida. Todo en aquella aldea era simple y para nada interesante. Sus calles estaban inundadas por un horrible olor a basura. Los edificios y casas eran negros sin ventanas. Las plantas estaban marchitas sin una gota de vida. Las personas que habitaban la aldea no eran más de cincuenta y eran tristes y amargadas. Camila quería cambiar eso, deseaba que su aldea atrajera miles de turistas diariamente y que se volviera la más colorida de todo el mundo. Para lograrlo, ella decidió pedirle ayuda a la Diosa Química.

Un día como cualquier otro, Camila, desde la calle más grande de toda la aldea, recitó el siguiente conjuro: - ¡Oh Diosa Química! ¡Por favor regálame los elementos químicos más brillantes, coloridos y fuertes que se puedan encontrar, para alegrar a mi aldea y a su gente!- En un abrir y cerrar de ojos tres elementos químicos en su forma y estado más puro aparecieron frente a Camila. Cada uno de los elementos se presentó. El primero dijo: -Yo soy Titanio, uno de los metales más fuertes que haya existido-. El segundo dijo: -Yo soy Diamante, una gema preciosa muy reluciente-. Y el tercero dijo: -Y yo soy Radio, brillo de una forma muy colorida en la oscuridad-.

Camila también se presentó y les reveló a los elementos la situación de su aldea y le pidió su ayuda. Titanio, Radio y Diamante aceptaron su propuesta, muy emocionados. Camila y los elementos se dedicaron a planear la remodelación de la aldea. Iban a construir naves espaciales de Titanio, hacer joyería de Diamante y crear sombreros hechos con Radio que brillaran en la oscuridad. Así, los habitantes de la aldea podrían viajar al espacio, lucir hermosas joyas y deslumbrantes sombreros. Todo parecía marchar muy bien hasta que Camila y los elementos descubrieron que para construir las naves tenían que matar al mismísimo Titanio, para hacer la joyería, matar a Diamante, y para crear los sombreros, procesar a Radio, matándolo. Después de descubrir esto, todos quedaron enormemente decepcionados, especialmente ella, porque su aldea seguiría siendo igual de triste y aburrida. Los próximos días Camila no se encontraba muy bien, siempre andaba cabizbaja y sombría. La aldea también estaba más solitaria, fría y triste que nunca. Los elementos sufrían al ver a su amiga de esta forma, por lo que decidieron idear un nuevo plan para ayudarla. Lo que impedía que se pudieran crear o construir las naves espaciales, sombreros y joyería como lo habían planeado anteriormente, era la muerte de los elementos, porque sus propiedades químicas eran las que lograban hacer todo esto. Con base a este razonamiento, a los elementos se les ocurrió una fantástica idea: ¿Y por qué no iban a visitar a la Diosa Química? Ella seguramente tendría la solución a su problema.


Al día siguiente, los elementos se dirigieron a la misma calle donde Camila había contactado a la Diosa Química. Ellos también querían contactar a la diosa. Al llegar a la calle, todos juntos, al unísono recitaron lo siguiente: - ¡Oh Diosa Química! He aquí nuestro dilema: para crear las naves espaciales, sombreros y joyería como habíamos planeado con Camila, necesitamos ciertas propiedades químicas, las cuales se encuentran en nuestros cuerpos. Si las utilizamos, ¡moriríamos! ¿Podrías ayudarnos con este problema? Una voz muy grave y peculiar respondió diciendo: -Yo soy la Diosa Química y si puedo ayudarlos. La única forma de hacerlo sería extrayendo las propiedades químicas de sus cuerpos. Sin embargo, esto los convertiría en humanos, simple materia orgánica sometida a un rápido envejecimiento… algo que no padecían al ser elementos químicos y vivir miles de años sin ser corrompidos. ¿Estarían dispuestos a realizar este sacrificio? - Los elementos, aunque impactados, sin pensarlo demasiado respondieron: -Aceptamos el cambio-. Al instante, en el lugar donde estaban parados, Titanio, Diamante y Radio, fueron inundados violentamente en pocos segundos por una luz. Cuando la inusual y exagerada iluminación cesó, en vez de haber tres elementos químicos, habían tres humanos comunes, pero cada uno de ellos con una esfera mágica en sus manos. Estas esferas contenían las propiedades químicas, que hace unos segundos, componían sus cuerpos. Estas propiedades las iban a utilizar para construir las naves espaciales de Titanio, hacer joyería de Diamante y crear sombreros hechos con Radio, tal como lo habían planeado con Camila. Titanio, Diamante y Radio se dirigieron a la casa de Camila. Al llegar, le revelaron todo a su amiga, absolutamente todo lo que había pasado. Después de procesar lo sucedido, los cuatro amigos utilizaron las esferas para hacer todo aquello que habían concebido. La aldea comenzó a prosperar y su gente se motivó a mejorar la ciudad y hacerla un lugar especial. Titanio, Diamante y Radio también comenzaron a organizar sus nuevas vidas. Descubrieron que, a pesar de la eventual degradación de sus cuerpos, ser humanos, después de todo, no era tan malo. Tener amigos, divertirse, sufrir y envejecer con ellos podría ser una experiencia muy emocionante.

Autora: Camila Barráez 5to grado “A”.


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¿Qué pasaría sí?

Esta es la historia de José Manuel, él es un niño muy curioso y divertido al que le gustaba mucho leer e investigar, su mamá le regaló un libro que hablaba sobre los elementos químicos de la tabla periódica. José Manuel comenzó a leer y le preguntó a su mamá varias cosas que le intrigaron sobre aquel libro. - Mamá estaba leyendo el libro que me regalaste y me gusta mucho, está muy interesante pero tengo varias preguntas como ¿qué es el mercurio?- dijo José. - Qué bien que te gustara el libro, hijo. El mercurio es un elemento químico de la tabla periódica y se expresa como HG, su número atómico es 80 y es usado en termómetros, cosméticos y tensiómetros-- la mamá le explicó. - Oye mami qué interesante, te voy a preguntar algunas cosas, ¿De dónde proviene el mercurio y que pasa si se ingiere?-, volvió a preguntar muy curioso. - Ok haber, el mercurio proviene de volcanes y suelos, si se ingiere hay un riesgo de muerte al igual que el cianuro y recuerda que es totalmente tóxico_ replicó la mamá. -¡Wow mami! Esa información que me das esta muy interesante pero si hubiese una probabilidad de sobrevivir ¿qué efectos habría en el cuerpo? - Mamá respondió: Mmm… bueno aunque no hubiese mucha probabilidad, si se sobrevive provoca un desorden neurológico y cambios de comportamiento tales como temblores, insomnio y pérdida en la memoria. - José dijo: gracias mami, me faltan aún dos capítulos para terminar el libro, mañana me toca el capítulo del Oro. Cualquier duda te pregunto o a la profe Matilda. Me voy a dormir te amo. - Claro hijo, que descanses- con amor, respondió la mamá. Al día siguiente, José Manuel fue a su escuela y en los momentos que tenía libres se leyó el siguiente capítulo; al terminar la clase le contó a su profe lo que estaba leyendo y le comentó todo lo que su mami le había dicho y sacó una lista con todas las interrogantes que tenía y le dijo: -Profe te quiero hacer varias preguntas.


- Matilda: claro José dime que me quieres preguntar. - José: ¿qué es el Oro? y ¿cuál es su origen? - Matilda: el oro es un material que se usa para hacer monedas o joyas. Su origen, según lo que recuerdo, proviene de algunas montañas y cuevas. El oro se expresa como AU (en latín) y su número atómico en la tabla periódica es 79. - José: ah profe y me puedes decir tres características del Oro. - Claro que sí- respondió Matilda: El oro es un metal denso, dúctil es decir buen conductor de energía y con un color amarillento. - Gracias profe por escucharme y aclarar mis dudas- agradecido, dijo José. José Manuel llegó muy feliz a su hogar, ya que solo le quedaba un capítulo, en el carro camino a casa le dijo a su mamá todo lo que le había explicado la maestra y su ella quedó impactada de todo lo que él había aprendido y le dijo: - Hijo qué bien que estés aprendiendo tanto y por eso te tengo una propuesta, léete el último capítulo, termina de investigar y habla con tu maestra haber si puedes hacer una presentación a tus compañeros del salón, y de esta manera lograr montar una feria científica para final de año escolar - ¡Oye! Me parece una gran idea voy a terminar de leerlo y voy a llamar a la profesora para preguntar si puedo presentar mi exposición mañana mismo, respondió José. José Manuel emocionado llegó al capítulo del fósforo, lo leyó tan rápido que en una sola hora lo terminó y le dijo a su mamá: - Mami ya terminé el libro. El último capítulo trata sobre el fósforo, entendí que el fósforo se encuentra en los huesos y en los dientes, su símbolo químico es P, su número atómico es 15 y también se encuentra en los alimentos como: carne, pavo, pescado, nueces, almendras, leche, queso y yogurt; también si comes demasiado, aumenta la posibilidad de morir o el riesgo tener alguna falla cardiovascular. - Hijo me emociona mucho saber cuánto has aprendido- orgullosa respondió la mamá. - José Manuel respondió: Gracias, mami este libro es uno de los mejores regalos que he recibido. Me ha enseñado cosas maravillosas y me muestra la posibilidad de seguir investigando. Luego de esto presentó en su clase la exposición donde mostró a sus compañeros todo lo aprendido y junto a ellos, lograron realizar una gran feria de Ciencias, por lo que el colegio recibió grandes reconocimientos, pero para José Manuel su mayor premio fue el aprendizaje que obtuvo y comprendió que pasaría sí se esfuerza por seguir con mucho ahínco sus metas.

Autora: Antonella Viola. 5°D


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3 capas interiores Ese día llegó, la tierra fue destrozada quedó en peor estado que Marte, los humanos decidieron buscar un nuevo mundo, un planeta. El planeta tierra quedó con bastantes desechos sólidos, sin Oxígeno ni agua, ni por un segundo que te quedes allí no podrías sobrevivir. Una creencia de hace 400 años decía “Algún día cuando los desechos sólidos se apoderen del planeta, tres capas nos salvarán, nos ayudarán a regresar el agua y el Oxígeno necesario para la vida”. Esas tres capas tenían una forma humanoide, las cuales eran: Oro, Hidrogeno y Mercurio, cada una cumpliendo su función. El Hidrógeno mantenía el núcleo de la tierra calmado cuando estaba inestable y creaba agua. El Oro ayudaba a proteger el núcleo en el Hidrógeno, en caso que este se saliera lo sellaba y lo conservaba allí. El Mercurio mantenía unido el Oro. Ellos despertaron y salieron de sus cuevas, allí empezaron a renovar el planeta tierra, El Hidrógeno creó agua y lagos por todos lados. También ayudó a crear el mar. el Oro y el Mercurio crearon minas y materiales, igualmente crearon minerales por el mar. Ya el planeta quedaba listo, pero se despertaron en el momento equivocado porque el núcleo de la tierra estaba inestable y empezó a destruir la tierra, se partía a pedazos y pronto hará lo mismo con los demás. El Hidrógeno trató de calmarlo, pero lo hizo muy tarde. El Oro selló como pudo al núcleo, para que no hiciera nada. No lo logró, el Mercurio se empezó a enfriar y no fue suficiente. Las tres capas en vista de la situación, acordaron unirse y crearon una esfera alrededor del núcleo con el fin de salvaguardarlo y este se mantuviera así por billones y billones de años. Reconstruyeron el nuevo planeta Tierra. El Oro se encargó de llevar en su nave a los humanos al nuevo planeta Tierra, siempre y cuando se portaran como gente buena y educada. Les voy a leer unas reglas que no pueden olvidar nunca: No contaminar el ambiente. Reducir los desechos sólidos debido a que eso afecta tanto al agua como al Oxígeno, de esos dos dependemos. Reciclar. Recuerda ahora depende de ti que el planeta no sufra ningún daño. Luis Ignacio Castillo – 5to grado “C”


LAS AVENTURAS DE ORO En un pueblo muy lejano llamado Platino City, habían unos niños llamados Oro, Plata, Níquel e Hierro, ellos eran muy tremendos y aventureros. Vivían en Venezuela; el abuelo de esos niños era uno de los mejores científicos del pueblo Platino City. Él tenía un proyecto en su mente que era crear un portal hacia el mundo humano, porque su sueño era conocer a los humanos. Pero lo malo es que la mamá les había dicho que el portal de su abuelo no podía entrar nadie, porque era imposible salir, ya que su abuelo anteriormente había entrado pero nunca volvió a casa. La meta de los niños era entrar al portal y traer de vuelta a su abuelo sano y salvo.

Esa misma noche los 4 hermanos Oro, Plata, Hierro y Níquel entraron al portal sin que nadie se diera cuenta, al entrar todos tuvieron una sensación muy extraña, al despertarse se encontraron en una habitación con muchos experimentos científicos, al verse en un espejo, todos eran humanos, pero cubiertos de su elemento químico específico; uno era de Oro, otro de Plata, otro de Hierro y otro de Níquel. En ese momento el clima en Venezuela era de muchas lluvias y podía perjudicar la vida de esos elementos químicos. Antes de salir a buscar a sus abuelos, tenían que ponerse mucha ropa para que no los descubrieran. Al salir de la casa todos estaban tranquilos menos Hierro, porque si lo llegaba a tocar una gota, tenía muchas posibilidades de oxidarse, así que él era la persona que más tenía que cuidarse. Oro al estar en la ventana ve que en el edificio del frente hay una persona de su mismo color y se extrañó y pensó que podía ser su abuelo y era el momento preciso para buscarlo, llevarlo otra vez a Platino City. Esa misma noche los cuatro hermanos se vistieron y fueron a buscar a su abuelo, al llegar a planta baja estaban empezando a caer gotas, pero no se habían dado cuenta. Al entrar al otro edificio, todos estaban bien, menos Hierro que se encontraba en un proceso de oxidación, pero no le quería decir nada a sus hermanos para no estresarlos. Al montarse en el ascensor se estaba empezando a debilitar, al llegar a la habitación efectivamente, sí era su abuelo. En ese momento Hierro estaba empezando a decaer y a debilitarse cada vez más, cuando Oro, Níquel y Plata lo vieron le preguntaron: -¿Por qué estás así? - Hierro les dijo: -Estoy así porque me he mojado y estoy empezando a oxidarme.- En ese momento volvieron todos rápido a Platino City junto al abuelo y pudieron darle una medicina a Hierro para que se curara y volviera a su estado natural. Al pasar los días hicieron una celebración porque el abuelo estaba otra vez en casa. La siguiente semana, después de llegar del mundo humano, Plata también se enfermó y se empezó a tornar de color negro, ya que al estar en el mundo humano estuvo en contacto con el polvo de maquillaje que utilizan las mujeres de ese planeta, lo que hizo que Plata se tornara de ese color. El abuelo al darse cuenta, le dio una poción que lo ayudó a recuperarse y volver a su estado natural. Todo el mundo se encontraba en buen estado, ya que el abuelo estaba en casa, habían pensado que él había muerto en el mundo humano, y por eso, no había vuelto. Una de las cosas que el abuelo hizo fue que destruyó el portal mágico para que nadie volviera a entrar al mundo humano, y así más nadie de su familia se volviera a quedar en ese espacio otra vez. Autor: Rodrigo Da Camara. 6to grado B.


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El amor químico Narrador: - ¿Ustedes conocen el cuento del Oro presumido, Plata la doncella y el humilde Sodio? – Entonces si no la conocen se las voy a contar. En un pequeño pueblo de Guayana llamado Atomolandia, viven numerosas familias, entre ellas están: la distinguida y muy adinerada familia Oro, la amable familia Plata y está los humildes, pero muy bondadosos familia Sodio. Oro y Sodio estaban enamorados de Plata, uno de los metales más bonitos de Atomolandia, ella estaba encantada con los dos, de Oro por su elegancia y de Sodio por su caballerosidad y buen trato hacia ella. Un día como ella no sabía por cuál decidirse fue a hablar con el Alfa quién era la máxima autoridad del pueblo. Plata le preguntó - ¿Señor, podríamos hacer un duelo a muerte entre Oro y Sodio? Y el Alfa dijo - ¿Por qué usted quiere semejante cosa? La doncella respondió – porque quiero que me demuestren quién me ama de verdad y creo que esta es la única manera de averiguarlo. Y el Alfa le respondió – Sí, pero recuerda el artículo 54 de la Ley de NAEEQ (No amor entre Elementos Químicos), la cual establece que “Los elementos de familias distintas, deben evitar enamorarse”. Plata dijo: – Señor. Sólo le pido una oportunidad. Y Alfa respondió – está bien; pero si no funciona no volverán siquiera a mirarse. Plata llegó contenta a decírselo a Oro y a Sodio, al día siguiente ya era el duelo. Toda Atomolandia estaba ahí para verlo. La primera prueba, era pasar por un puente en un río lleno de tiburones de Hierro, y si algunos de los elementos los veía a los ojos, se convertirían en piedra. Ambos lograron pasar este reto. La segunda prueba era luchar contra un dragón de Titanio. Oro como era tan presumido no se ejercitó ni se preparó, y terminó chamuscado por el dragón. Fue así cómo se dieron cuenta, quién amaba de verdad a Plata. Ella y Sodio se casaron y tuvieron dos hijos a quienes llamaron Platoro y Oroata.

Nicol Bolívar 5to grado A


LA CIUDAD DE LA TABLA PERIÓDICA En un planeta llamado Tabla Periódica, habían unos ciudadanos llamados: Cobre, Radio y Sodio, ellos eran los mejores amigos del planeta. El Cobre (Cu) era el más presumido porque era uno de los metales de transición más importantes, el Sodio (Na) era muy suave, reactivo, de bajo de punto, y ayudaba a mantener el líquido corporal dentro y fuera de la célula, por último el radio (Ra) era de color blanco inmaculado, pero emerge con la exposición al aire. Los tres elementos querían conocer nuevos amigos, entonces pasó lo siguiente: Ellos decidieron separarse, el Cobre se metió por un bosque y se encontró un río con Azufre (S) y pirañas de titanio (Ti), y dijo: - ¿Cómo pasaré este río de pirañas? Ummmm! ¡Ya sé! hago una canoa para pasar al otro lado del río- Pero cuando puso la canoa en el agua, esta de deshizo porque el río era de azufre y debido a eso no pudo pasar al otro lado. El Radio era muy luminoso y le tocó pasar por una caverna llena de murciélagos; pero como él, era muy brillante no pudo pasar porque iba a despertar a estos animales y lo podían morder; pero él no se iba a rendir, luchó y luchó y no logró cruzar, dijo: - “Wow- wow- wow”- y se quedó sentado para ver si alguien lo ayudaba. Mientras que el Sodio como era muy pero muy suave le tocó pasar por un camino donde llovían muchas rocas, habían lagos y selvas hechas de minerales; ¿pero adivinen qué? y si es cierto, el Sodio dijo: -¿Cómo pasaré este camino si yo soy muy suave? Ay no sé, todavía no se me ha prendido el bombillo, qué pereza. Bueno… el Sodio, el Radio y el Cobre no lograron pasar al otro lado como tenían pensado. Los materiales se quedaron un año en el mismo lugar, cada material miraba a su alrededor, entonces fue allí donde el Cobre se encontró con Oro (Au), el Radio con Magnesio (Mn) y el Sodio con Platinio (Pt). Cada uno se fue caminando con sus nuevos amigos hasta que se encontraron nuevamente todos. Al encontrarse compartieron y fueron muy buenos amigos, cantaban, jugaban, bailaban, entre otros; pero se dieron cuenta que todos eran materiales químicos y se trataban por igual. Entonces fueron buscando y buscando hasta encontrar todos los materiales del mundo y así formar La Cuidad de la Tabla Periódica. FIN

Jeremy Andrade 5to grado “A”


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POSITIVO Y NEGATIVO Autor: Jesús Mendoza. 6to grado “C” Había una vez un mundo en el que solo habitaban metales e imanes. Existía un imán de hierro llamado Elías, que tenía un don que lo hacía muy especial. Este don le permitía cambiar a su lado positivo y a su lado negativo; sin embargo, él no podía decidir el momento. Cuando su lado positivo poseía su cuerpo, él se convertía en un niño de la escuela que atraía a otros niños; pero, cuando su lado negativo lo poseía, más bien los repelía. Para solucionar este inconveniente, Elías hizo un trato con su polo negativo para que este pudiera poseerlo, solo cuando Elías dijera las palabras: “positivo o negativo”. Así lo hizo y… ̶ ¡Caboom! – su lado negativo poseyó su cuerpo. Elías se dio cuenta de que gracias a eso podía hacer cosas buenas para su mundo. Cuando creció empezó a luchar contra robots hechos de Oxígeno que oxidaban a todos los ciudadanos que, como ya mencioné, eran metales. Como con sus poderes Elías no podía repeler a los robots, les tiraba partículas de imán que cubrían sus cuerpos y así, poder repelerlos. Con estas heroicas acciones, logró que no hubiese más metales oxidados en su ciudad. De inmediato, Elías se volvió famoso. Construyó una imantocueva parecida a la de Batman. Tenía su propio faro como el de Batman, pero en vez de un murciélago era un imán. A Elías le preocupaba que cuando envejeciera su ciudad se quedar sin un héroe que la protegiera, por eso se casó con una metálica muy bonita con la que tuvo un hijo y, a ese hijo le dio el poder que él tenía; lo entrenó y lo cuidó hasta que se hizo grande. Así, nuestro héroe pudo jubilarse sin ninguna preocupación cuando se hizo viejo, porque había alguien que seguiría su legado.

FIN


EL TITANIO Y SU SUEÑO En los estudios de Ciencias secretas, los científicos investigaban cómo aumentar el número atómico del Titanio de 22, que es su número normal, a 44 un número excepcional, pero, había un problema, el Titanio no quería estar ahí, porque él quería ser una nave espacial, pero al estar encerrado ahí no lo podía hacer.

Él, todas las noches intentaba y no lograba resultados, quería romper el cristal para así poder escapar y ser una nave espacial. Hasta que un día, hubo una falla en el sistema y se abrió su cápsula de cristal. Él empezó a rodar afuera del cristal hasta llegar a la puerta de la sala, los científicos intentaron cerrar las puertas, pero por la poca energía, fallaron los controles que empezaron a sacar chispas, tuvieron que utilizar las antenas de los teléfonos de antenas para avisar que el Titanio en estado sólido, había escapado. Los científicos estaban atentos buscando en cada rincón, mientras que el Titanio estaba escondido en las ventilaciones hasta que de repente se encuentra al Aluminio. El Titanio para saber qué es, le pide su informe. -Aluminio: Soy sólido, me encuentras en la naturaleza, soy utilizado en aviones, mí numero atómico es 13 y mí letra A. -Titanio: ¿Con que tú también eres buscado? ¡Ven, sígueme! -Aluminio: ¿A dónde vamos? -Titanio: Al hangar C1. Al llegar al hangar, Titanio se puso a pensar como me convertiré en una nave espacial, hasta que escucharon llantos, cuando salieron a ver, se encontraron con una nave espacial que estaba llorando, Titanio se le acercó y le preguntó: -¿Qué tienes?- la nave espacial le dijo: -Es que choque con un asteroide que me hizo un hueco en mí ala y como no hay más Titanio me darán de baja. El Titanio le dijo -¡Eh!, yo soy Titanio, pero no estoy dilatado para poder unirme a ti. La nave prende sus turbinas y dilata el Titanio, el cual después se une a él y así el Titanio cumplió su sueño junto al Aluminio. FIN Autor: Francisco Velásquez. 5to grado “C”


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EL RESCATE DE PLOMO En el planeta Titanio vivían dos amigos, Plomo y Neón. Plomo era un chico robusto, pesado, grande y de color plateado (era un metal), mientras Neón era pequeño, liviano y transparente (era un gas). A pesar de ser tan diferentes eran muy buenos amigos. Los chicos salían a jugar todas las tardes junto a Cobre, ellos jugaban a la pelota, carreras, entre otras cosas. Neón, cuando hacían carreras, iba flotando, Cobre corriendo y Plomo era redondo, así que iba rodando. Casi siempre Plomo perdía porque era el más pesado, cuando Neón y Cobre ya estaban en la meta, todavía plomo no llegaba. Un día estaban haciendo una carrera y Plomo nunca llegó. Sus amigos lo comenzaron a buscar, Cobre corriendo y Neón flotando. Recorrieron toda la ciudad, pero no lo encontraron, así que decidieron decirle a sus padres, Hierro y Berilio, el señor Hierro fue directo a buscarlo mientras la señora Berilio llamó a la policía. Después de buscar un rato con la policía, los amigos y los padres, llegaron a la conclusión de que había sido secuestrado por señor Mercurio, él era el villano más temido de todo el planeta Titanio. El plan de Mercurio era fundir a Plomo para crear un robot que fuera su asistente malvado. Esa misma noche comenzaron la búsqueda de Plomo. Neón y Cobre, mientras buscaban a Plomo, decidieron entrar a un edificio abandonado, cuando entraron se llevaron una sorpresa y era que plomo estaba colgando de una soga sobre un pozo de lava hirviendo. Mientras el señor Mercurio lo observaba esperando para fundirlo, Neón y Cobre sabían que no les quedaba mucho tiempo para rescatar a Plomo. Cobre no se podía acercar a la lava porque se podía oxidar, pero Neón estaba tan cerca como quisiera. Se les ocurrió la gran idea de juntarse y así cobre tendría una armadura de gas y se podría acercas a la lava. Los chicos le dijeron a Plomo:

-Hey, Plomo venimos a rescatarte, somos Neón y Cobre. Y entre susurros Plomo les respondió: –Rápido chicos, no me queda mucho tiempo. Los chicos le respondieron: –Distrae al señor Mercurio y así entraremos a salvarte- dijo Neón.


Luego Plomo pudo distraer al Sr Mercurio; Neón y Cobre se acercaron rápido a Plomo y juntos salvaron a Plomo. Luego le tendieron una trampa para capturarlo y arrestarlo. Mientras preparaban la trampa, los chicos llamaron a la policía y los padres de Plomo. Cuando el señor Mercurio, cayó en la trampa, ya las patrullas lo estaban esperando abajo… Esta es la historia de como tres niños atraparon al peor villano de planeta Titanio.

FIN Autor: Daniela López. 5to grado “A”


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LA FAMILIA AGUA Autor: Alessandro Pernía. 6to. C

Había una vez, una familia muy unida y divertida de apellido Agua. Estaba formada por tres integrantes: Papá Hidrógeno, mamá Oxígeno y un hijo llamado Hidrógeno, como su papá. Siempre estaban juntos, eran una sola familia, un solo equipo, una sola molécula. En la ciudad, era la familia más popular, estaban en todas partes, en las casas, los edificios , las escuelas y los parques. Ayudaban a limpiar, lavar y cocinar, quitaban la sed y apagaban incendios, eran indispensables. Un día el pequeño Hidrógeno le comentó a su mamá: ___ Mamá vi a las personas de la ciudad muy felices pero no entiendo por qué. ¿tú sabes qué pasa? ___ Claro hijo ¿recuerdas ayer, cuando los bomberos nos despertaron en la madrugada?- preguntó mamá Oxígeno ___Muy poco mamá, estaba dormido. ___Hijo, junto a los bomberos apagamos un incendio y salvamos la vida de todas las personas. Ojalá los seres humanos entiendan algún día la importancia de conservarnos y no contaminarnos - explicó emocionada su mamá. ___ Estoy seguro que así será- respondió el pequeño. Y fue de esta manera , como días después del incendio, los habitantes de la ciudad quedaron tan agradecidos con los Agua, que crearon un club de fans en todos los países del mundo y fundaron una compañía internacional que ayuda a crear conciencia para respetarlos y protegerlos. Una familia esencial en la vida de todos los seres vivos del planeta.

FIN


La evolución de los Planetas En el año 6750 cuando la tierra había desaparecido, hubo otras galaxias que evolucionaron y donde se desarrolló el Oxígeno. Una de esas galaxias se llamaba Haptuna y sus ciudadanos eran el Neón, el Potasio y el Titanio. El Neón vivía arriba de todo porque es un gas, el resto del planeta se dividía en dos, el Potasio y el Titanio. Este planeta es plano y pequeño. Entre ellos no se llevaban bien y por eso el planeta estaba separado en tres partes. Año tras año vivían así siempre peleando, el Titanio como es un metal y se utiliza para hacer armas, se aprovechaba de eso e intentaba apoderarse del resto del planeta, pero no lo lograba; el Neón con su luz, intentaba dejar a todo el mundo segado pero tampoco lo lograba y el potasio por ser fuerte intento luchar, pero como el resto, tampoco lo logró. Al final de todas las guerras, se dieron cuenta que de esta manera no podían seguir viviendo y tomaron la decisión de aprender a convivir y aprovechar las cosas en las que son buenos para mejorar su planeta y fue así como todos se pusieron de acuerdo para tener un planeta mejor. El Neón utilizaba su luz para alumbrar el planeta, el Titanio utilizaba su metal para hacer armas y espantar a los monstros y visitantes indeseados; el potasio para hacer más fuertes a los demás y dar curas si se enfermaban. De esta manera todos vivieron felices. Si se preguntan cómo les estoy contando esta historia, es porque, yo vengo de Haptuna, soy uno de sus habitantes y aunque en el pasado vivimos momentos muy tristes por las guerras que sufrimos hoy, hemos evolucionado y cada uno cumplimos nuestra función como buenos ciudadanos.

Camila Rodríguez 5to grado “D”.


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El viaje de los elementos químicos En una mañana muy hermosa Uranio, un metal muy fuerte de 92 años estaba en su avión, con su hermana Azufre en las baterías, su gran amigo Yodo, la mamá Cobre en las tuberías y el papá Níquel quien era el que los mantenía. Ellos se dirigían a una isla llamada Quimislandia que había recomendado Yodo, ya que, él ya había ido con su familia. Al llegar a la isla lo primero que vieron fue un río bellísimo y grande, donde se encontraba Mercurio, un líquido muy malo que en ese momento intentaba secuestrar a Oro, el gran tesoro. De repente llegó Plata, la plateada corriendo a salvar a Oro, logrando su objetivo. Cuando Mercurio se quedó solo, el señor Uranio lo vio y con mucha curiosidad lo tocó a ver que sucedía. - ¡Awww! exclamó el anciano. - ¿Qué te sucedió? Preguntó Azufre.

- Tranquilos, no pasó nada, responde el anciano. Al rato todos se fueron al hotel para dejar sus cosas, porque había tiempo de lluvias y Uranio estaba hecho de Aluminio, por eso era resistente a la oxidación. Cuando de repente el anciano se empezó a sentir mal, estaba mareado, con dolor de cabeza, fiebre y muy rojo, ahí se puso a pensar preguntándose por qué se encontraba así y calló en cuenta. - ¡Mercurio me intoxicó! ¡Nooo! - Uranio se tuvo que quedar descansando, sintiéndose cada vez peor mientras que los demás estaban afuera paseando. De repente en su habitación cuando él estaba acostado apareció una mariposita dorada a quien le preguntó: - ¡Ahhhh! ¿Quién eres tú? Muy asustado. -Yo soy tu Hada Madrina, me llamo Fósfora. Vine a cuidarte, siempre estoy en tu cuerpo pero me vez solo cuando me necesitas. -Ah ok! Muchas gracias. Que crees que puedas hacer por mí? -En realidad yo solo te puedo aconsejar, el resto depende de ti, no debiste tocar a Mercurio, y menos si estaba molesto porque no logró agarrar a Oro. Él te hizo mucho daño. -Bueno, si, tienes razón. Aunqueee…..Ya sé! Mi amigo Yodo, el esterilizante me podría ayudar. - ¡Siii, verdad!, cuando lleguen le decimos.

Luego de un gran rato, en la noche, cuando su amigo y toda la familia llegó,


Yodo abrazó a Uranio, este se curó y todos festejaron la novedad. Se fueron a dormir y a la mañana siguiente, el anciano ya había despertado mucho mejor. En la tarde decidieron salir a conocer un poco más la isla, pasearon, comieron rico, jugaron… Y así terminaron de disfrutar mucho sus divertidas e increíbles vacaciones.

FIN Samantha Pérez 5to grado B


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LAS AVENTURAS DE LOS ELEMENTOS Era un día normal, en un pequeño laboratorio de Ciencias, en él, trabajaban muy duro unos científicos, pero uno de ello hizo una fórmula mal y todo empezó a descontrolarse. En ese momento los elementos de la tabla periódica comenzaron a desaparecer, al momento que todo se calmó, aparecieron unas personas muy extrañas que decían: -¿Qué hago aquí?-.Los científicos asombrados les explicaron de lo sucedido. Luego cada uno dijo su nombre: -Yo soy Nitrógeno. -Me llamo Oro.

-Yo soy Carbono. Cuando terminaron de decir sus nombres, los científicos impresionados, les preguntaron: - ¿Cómo llegaron aquí?- Pero al parecer los elementos no recordaban nada de nada. En ese momento los científicos dijeron: -Carbono, tú eres el elemento número 6, tu peso atómico es 12,01, símbolo C de la tabla periódica, y por cierto no eres un metal, pero eres sólido. -Oro, tú eres el elemento número 79, ubicado en el grupo número 11 de la tabla periódica símbolo AU, eres un metal blando. -Nitrógeno, tú eres el elemento número 7 de la tabla periódica. Tu peso atómico es 14,007 símbolo N, gas incoloro, inodoro e inerte. Al terminar de dar la explicación, los elementos se escaparon cuando nadie se dio cuenta y empezaron a mezclarse entre la multitud. Los científicos salieron corriendo a buscarlos (cuando se dieron cuenta) al “terminar”, comenzaron a contarlos y volvieron a contar y se dieron cuenta que faltaban tres elementos: Carbono, Oro y Nitrógeno. Tres científicos fueron a buscarlos y gritaban: -¡Oro, Carbono, Nitrógeno!, ¿Dónde están?- Así por toda la ciudad, pero no encontraron nada. Lo que no sabían era que ellos estaban buscando una solución para volver a su casa y se ocultaron en un salón secreto en el laboratorio. Después de horas, horas y horas habían terminado el experimento, pero al probarlo no funcionó y los científicos preocupados los seguían buscando desesperadamente.


Cuando salieron de su escondite los científicos empezaron a celebrar y los otros elementos les preguntaron: -¿Dónde estaban?- Ellos contestaron: -Estábamos haciendo un experimento para poder regresar a casa. -¿Y funcionó? - Lamentablemente no. Y entonces Carbono dijo: - Oigan…oigan… ¡escúchenme!- los científicos pararon de festejar, Carbono les explicó lo que intentaban hacer, y de inmediato ellos, junto a los científicos empezaron a trabajar. A las 2:35 am habían terminado un líquido negro y probaron con Silicio lo que habían hecho y ¡Sorpresa! entró a la tabla periódica rápidamente. Al ver los resultados tan exitosos, empezaron a regárselos a todos encima y, al llegar a Carbono, Oro y Nitrógeno, el efecto comenzó a desaparecer, así que juntaron las manos y lograron regresar a casa y desde entonces todo volvió a la normalidad. Los científicos nunca olvidaron ese encuentro con los elementos.

FIN

Autor: Ainhoa Márquez. 5to grado “C”


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Amistad periódica Había una vez… - ¡Sí, sí, hace muchos años, solo vayamos al grano! – refunfuñó Hierro.

- Hierro, ¿puedes tener calma una vez en tu vida? – le gritó Titanio. Hierro muy intimidado por Titanio hizo silencio y dejó que el narrador siguiera su historia.

Había una vez un grupo de buenos amigos (bueno, a veces se regañaban mutuamente, sin embargo, nunca dejaban de ser buenos amigos), que eran diferentes físicamente y algunos tenían que tomar precauciones para no hacerse daño entre ellos; pero, por dentro eran nobles, humildes y se querían mucho. Estos amigos solo tenían una cosa en común, y era que, todos ellos pertenecían a la tabla periódica. - Sí, tabla periódica, aquel castillo donde viven todos los elementos químicos – interrumpió Nitrógeno de una forma muy poética. - ¡Ay no, Nitrógeno! Yo no puedo contigo ¿puedes dejar de ser tan fresa? Todo el mundo sabe qué es una tabla periódica – dijo Hidrógeno con desagrado. - Ja, ja, ja, ¡y qué hermanos, y qué compatibles! Solo míralos, si se la pasan discutiendo todo el día. – reía Uranio sarcásticamente. - ¡No te metas! – gritan Nitrógeno e Hidrógeno al mismo tiempo. - Por favor, por favor ¡Cálmenseeeee! – intervino Hierro. - Por primera vez estoy de acuerdo con Hierro, no discutamos por tonterías – dijo Titanio. - Es verdad – dice Hidrógeno muy apenado. - Sí, y yo tampoco me puedo burlar de los demás – admitió Uranio. - Saben qué, ¿por qué no dejamos que el Narrador siga con nuestra historia? - ¡Es verdad! Digo, solo imagínense a todos los niños que nos van a conocer cuando lean este cuento! – respondió Hierro orgulloso de sí mismo.


̶ ¡Narrador, narrador, puedes seguir con la historia! – gritaban los cinco amigos. Ellos eran esos cinco amigos que, a pesar de todos los obstáculos seguían adelante. Y sí, esta historia puede ser un poco sencilla, sin problemas graves, pero, lo que sí hay es una amistad sólida, aunque algunos eran elementos gaseosos. Una amistad con moléculas tan unidas que, si en algún momento se desequilibraban, al final se arreglaba.

Fin Valeria Castro. 6to. grado C.


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Los elementos guardianes Cerca de tu mente Lejos de tu cuerpo Había una vez un niño un poco inteligente llamado Rick. Un día su profesora había puesto una evaluación en la que tenía que hacer un texto narrativo pero no sabía qué hacer, así que le pidió tomar aire fresco pero aún no se le ocurría nada. Rick miró al cielo y vio un avión cayendo hacia él y se asustó mucho, cerró los ojos y pensó “este es el fin”, pero luego escuchó una voz que le dijo:-¡corre! Rick abrió los ojos y vio a una persona muy grande cubierta de metal agarrando con sus propias manos el avión y Rick le dijo:-¿Qué eres tú? La cosa de metal le respondió:- después hablamos de eso por ahora solo, ¡corre! Rick le hizo caso y corrió lejos de donde se iba a estrellar el avión, la cosa de metal fue hacia donde estaba él para preguntarle si estaba bien. Él miro con atención la cosa de metal y le preguntó:¿De dónde eres? ¿Quién te creó? El hombre de metal contestó: - Mi nombre es Titanio, soy un elemento químico de símbolo Ti y número atómico 22, me sitúo en el grupo 4 de la tabla periódica de los elementos. Soy un metal de transición, como puedes ver de color gris, baja densidad y gran dureza. Soy muy resistente a la corrosión por agua del mar, agua regia y cloro. Fui descubierto independientemente en 1791 por William Gregor en una mina de Cornwall, Gran Bretaña, y en 1795 por Martin Heinrich Klaproth, que me nombró «titanio» por los titanes de la mitología griega. Soy abundante en depósitos de minerales, principalmente en forma de óxidos como el rutilo y la ilmenita, ampliamente distribuidos en la corteza terrestre y la litosfera; también estoy presente en los seres vivos, cuerpos de agua y objetos extraterrestres. Luego le dijo a Rick:- agárrate fuerte. Rick dijo:-¿Qué, a dónde vamos? Y el titanio le respondió:-¡al centro de la tierra! El titanio abrió un túnel en el piso y se tiró con Rick, por el peso del titanio fueron muy rápido y llegaron al centro de la tierra. Rick muy extrañado pregunto:- ¿Qué es este lugar? El titanio le respondió:- ya te dije, es el centro de la tierra. Rick dijo:-¿en serio? Yo pensaba que el centro de la tierra era pura lava. Titanio contesto:- el centro de la tierra es donde se crean los elementos en la naturaleza pura y es el humano quien nos descubre, a través de sus muchos estudios y experimentos. Rick dijo:- y ¿para qué me trajiste hasta acá? Titanio contesto:- estaba buscando a alguien para aprender sobre nosotros. Rick le pregunto:-y ¿cómo puedo llamarte? 22.

Titanio le dijo:- aquí los elementos son llamados por su número atómico, básicamente llámame


En ese momento Rick y Titanio vieron a número 80 (Mercurio) destruyendo todo, titanio se lanzó contra Mercurio para que dejara de destruir todo, pero no pudo contenerlo. Rick estaba muy desesperado y no sabía qué hacer, Titanio le dijo que el Mercurio era incompatible con ácido cítrico y el cloro, tenía que lanzarle jugo de naranja o limonada natural con cloro, pero Rick dijo:- ¡es en serio, qué va a hacer un jugo de naranja contra ese monstruo! Titanio le respondió:- yo tampoco sé qué va a pasar, pero debes hacerlo.

Rick le contesto:- bueno lo haré, pero no me culpes sino pasa nada. Rick sacó de su morral un poco de cloro que su mamá le había metido en él para hacer un pequeño experimento en clases y lo mezcló con el jugo de naranja de su merienda y con un limón que recogió mientras caminaba por el patio del colegio y se lo lanzó a Mercurio y este se desmayó. Rick sorprendido dijo:- ¿qué? Funciono, no lo creo. Titanio le dijo:- te lo dije. Rick y Titanio pusieron a Mercurio en una celda indestructible. Luego Rick se disculpó con él, a su vez, Titanio lo llevo otra vez a la tierra y se volvieron buenos amigos. Moraleja: no te dejes llevar por las apariencias puede ser todo lo contrario a lo que vez. Ignacio Pérez 5to grado “D”


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Los Amigos Químicos Érase una vez un niño llamado Sodio (Na), él era un metal alcalino blando untuoso y de color blanco. Muy reactivo, ardía con llama amarilla, que se oxidaba con Oxígeno y reaccionaba con el agua. Vive en un lugar llamado “Salandia”, era un paraíso de sal para él. Su número atómico es “11”. Él tenía un amigo llamado Oxígeno (O2), su número atómico es 8. En condiciones normales de presión y temperatura, dos átomos del Oxígeno se enlazan para formar el Dioxígeno. Ellos eran muy amigos y un día se encontraron en el parque: -Hola Sodio, ¿cómo estás?- Yo estoy muy bien – pregunto Oxígeno. -Muy bien- respondió alegremente Sodio. Luego de un largo rato de juegos y payasadas, Sodio le peguntó a Oxígeno: - ¿Qué tal si ya nos vamos? Se está haciendo muy de noche y yo creo que es mejor irnos. -¡NO! Mejor quedémonos aquí, no va a pasar nada -dijo Oxígeno con total seguridad. Sodio decidió irse, ya que Oxígeno no se quería ir. Oxígeno se puso de súper mal humor y también se fue. Estuvieron peleados por una semana, así que decidieron separarse un rato, y ahí fue donde Oxígeno se hizo amigo de Nitrógeno (N2), él puede refrigerar, y es combustible para autos. Y su número atómico es “7 “. Se conocieron en un cine viendo una película y justamente estaban sentados en la misma fila, conversaron de la película todo el tiempo, cuando salieron se empezaron a conocer más y a contarse cosas de su vida. -Yo tenía un mejor amigo, llamado Sodio, pero nos separamos un rato – dijo Oxígeno. - Bueno tranquilo a todos nos pasa. Pasó mucho tiempo desde que se hicieron amigos y salían a todas partes juntos y a Oxígeno se le iba olvidando el mal rato que había pasado con Sodio. En conclusión, Oxígeno estaba súper feliz de haber conocido a Nitrógeno. Transcurrió una semana y Oxígeno recibió una carta de Sodio que decía: – Hola Oxígeno sé que ha pasado bastante tiempo, pero solo quería saber, ¿Cómo has estado? , ¿Cómo te va? ¿Qué has hecho?, cuando puedas me respondes. Adiós. Luego de otra semana, Oxígeno contestó la carta que decía:


– Hola Sodio, he estado muy bien, incluso tengo un nuevo amigo llamado Nitrógeno, y tú, ¿cómo has estado? Estuvieron así por un largo rato con cartas y hablando por celular, hasta que un día Oxígeno dijo: - ¿Y si nos vemos en el parque? - Si, perfecto. respondió entusiasmado Sodio. Oxígeno llevó a Nitrógeno para que conociera a Sodio. Llegaron todos y cuando Sodio vio a Nitrógeno se empezaron a conocer más y también se hicieron muy amigos. Oxígeno dijo: - Me alegro que se conozcan y sean amigos, pero se les está olvidando algo. -¿Qué será? – preguntaron Sodio y Nitrógeno. - MI CUMPLEAÑOS es mañana - respondió Oxígeno. - A verdad – dijo Sodio. Y Sodio en su mente pensó – Le tengo que hacer una fiesta sorpresa y se ideó un plan. Así que se puso a comprar de todo. La fiesta iba a ser en la noche. Nitrógeno decidió ayudar a Sodio a armarle la celebración. Hasta que llegó el día de la fiesta. Faltaban solo 3 horas y en ese tiempo Sodio y Nitrógeno prepararon las últimas cosas y poniendo los últimos accesorios en la casa. Y ya solo faltaban pocos segundos. Y BUMM!! La puerta se abre y llega Sodio brincando y gritó ¡SORPRESA! Oxígeno se espantó y se emocionó muchísimo. Como tenía mucha hambre se fue directo a la torta y Sodio dijo: - Te voy a dar sal de regalo- Oxígeno respondió – Me encanta gracias. - Y mi regalo es una flor – dijo Nitrógeno – muy feliz. canan.

-Gracias a todos por los regalos me en-

Estuvieron ahí por horas hasta que se durmieron y siguieron siendo mejores amigos.

Victoria Rodríguez 6to grado A.


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Las aventuras de los tres amigos Había una vez dos amigos llamados Nitrógeno y Neón que vivían en una ciudad muy linda de nombre Químicolandia, quedaba al lado de un pueblito que se llamaba Elementario. A ellos les encantaban las aventuras, en especial las que realizaban en el parque de la ciudad. Un día, regresando del colegio, Nitrógeno le preguntó a Neón: - ¿Cuántos años tienes tú?-, a lo que este respondió: - Mi número atómico es 10, por lo tanto, mi edad es la misma. Luego Neón le hace la misma pregunta a Nitrógeno y él le respondió que no lo sabía, ya que nunca le habían dicho su número atómico. Nitrógeno le pidió que lo acompañara a su casa para preguntarle a su mamá ¿cuál era su edad? Al llegar, él le hace la pregunta a la señora y esta le dice: - Nitro, tú número atómico es 7.

- ¡Gracias mamita! Respondió con alegría Nitrógeno. Seguidamente de esa respuesta, los amigos se fueron al parque a jugar. Allí se encontraron a un niño que se veía muy bien arreglado y presentable, ellos se acercaron a él y le preguntaron su nombre. - Me llamo Oro ¿y ustedes? -Nitrógeno y Neón le respondieron con amabilidad. Oro agradeció el gesto de cortesía y empezaron a hablar, tanto, que se hicieron buenos amigos. Dentro de su charla habían acordado encontrarse nuevamente en el mismo lugar. Al día siguiente como habían dicho, los tres estaban en el parque listos para vivir una divertida aventura, Oro traía algo en su mano por lo que Neón le preguntó

-Oro, ¿qué traes ahí? - Esto es un mapa del tesoro que conseguí en mi casa. - ¡Iniciemos la aventura de los superhéroes! - Exclamó Neón. Oro con mucho gusto y felicidad abrió el mapa y se los mostró, todos decidieron seguirlo. Lo primero que decía era que debían ir a un lago muy tenebroso que sólo podrías pasar por allí, si recitaba su conjuro, entre los tres lo recitaron y el mapa se iluminó, apareciendo un escrito que decía: - ¡Lograron pasar!- Felicidades.


Luego fueron a una cueva donde había cocodrilos, serpientes y arañas; el primero que entró fue Nitrógeno quién con su súper fuerza refrigerante, congeló a los animales, seguido por Neón, y por último Oro. La tercera parte fue pasar por un bosque oscuro donde habían tarántulas, aquí, el primero en pasar fue Neón, utilizando su súper poder para iluminar el camino, así fue más fácil ver por dónde debían pasar.

La parte final del mapa decía que tenían que atravesar un río muy profundo utilizando un puente colgante bastante deteriorado ¡Todos se asustaron!, sin embargo, surgió la valentía en Oro, fue su turno, quien con su poder embelleció tanto al puente que sus amigos cautivados por esa hermosura, pasaron por allí sin percatarse del riesgo que corrían. Cuando ya estaban del otro lado, buscaron y buscaron por un largo tiempo y no conseguían el tesoro, luego Oro vio algo brillar a lo lejos, les avisó a Nitrógeno y a Neón, ellos corrieron hacia allá para ver que era y ¡consiguieron el tesoro!. Era el tesoro más lindo que habían visto en su vida, lo abrieron y tenía muchas coronas de plata, estos decidieron hacer lo justo y repartirse la misma cantidad de coronas, cuando cada uno llegó a su casa les contó a sus padres la increíble aventura que tuvieron.

Autora: Valentina Pérez 5°B


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El Secuestro de Hierro Existía un pequeño metal llamado Hierro, aunque lo llamaban Fe. Su padre era el Sr. Titanio que era un gran astronauta, ya que resistía las temperaturas del espacio exterior, y su madre era la Sra. Plata que no trabajaba, ya que se dedicaba a los deberes del hogar. Sus padres eran muy flexibles con él, ya que lo dejaban ir a todas partes, sin ninguna supervisión y no pensaban en los peligros que corría su hijo al salir a la calle sin advertencia. -¡Mamá!, voy a salir a jugar al parque- dijo el pequeño Hierro. -¡Claro hijo, ve!- Le respondió su madre, la Sra. Plata. Mientras jugaba en los columpios se dio cuenta de que en el parque ya no había nadie. – Uy… mejor me voy ya no queda nadie en el parque- y justo cuando se iba unos hombres de negro le pusieron un paño en la boca y lo subieron a una camioneta. Cuando Hierro despertó estaba atado a una silla y encerrado en una cabaña de madera con un gran agujero en el techo que dejaba entrar el sol, lo cual no le hacía bien, porque al dejarlo a la intemperie tiende a oxidarse. Uno de los hombres de negro que estaba cerca de él era una rara piedra y Níquel curiosamente dijo: – ¿Qué elemento químico es él? Luego uno de los hombres le respondió con un tono de fastidio: – Su nombre es Azufre (S) y toda esta atmósfera está llena de él, así en una semana, si no nos has dicho lo que queremos saber, te vas a oxidar gracias a la atmósfera de azufre, el sol y las lluvias que caerán y entraran por ese agujero- luego otro de los hombres le grito: – ¡Ya no hables más!- y le puso cinta adhesiva en la boca. Sus padres despertaron y al no encontrarlo en su cama pensaron que había salido a la calle. Pasaron 3 horas y el Sr. Titanio y la Sra. Plata se comenzaron a preocupar. Fueron a la comisaria para reportarlo como perdido y luego, hablaron con el alcalde Oro y le dijeron: – Alcalde, tiene que hacer algo por nuestro hijo, está perdido, se llama Hierro- así que las autoridades comenzaron una investigación para encontrar al pequeño Hierro. La investigación ya llevaba un mes y todavía no habían encontrado al pequeño Hierro. Cuando él despertó esa mañana se dio cuenta que la mitad de su cuerpo estaba lleno de óxido y tenía que encontrar una manera de escapar.


En la noche Hierro vio las llaves de la cabaña donde estaba y sobre la mesa del guardia, vio un pequeño cúter que le serviría para cortar las cuerdas con las que estaba atado a la silla. Justo en ese momento observo entrar a la cabaña a uno de sus mejores amigos, el estropajo de metal, que aunque no era una elemento químico como tal, pero contenía uno, el Aluminio (Al). El estropajo de metal entró en silencio, le robó las llaves al guardia y abrió la puerta de la cabaña. Luego, Hierro le dijo que usara el cúter para cortar la cuerda, y eso hizo, ¡Por fin, era libre!, pero solo faltaba salir de ese horrible lugar. Cuando iban pasando justo al lado del guardia Hierro vio una hoja en la cual decía la razón de por qué lo habían secuestrado, el motivo era que sus padres eran acusados por tráfico de droga y los secuestradores eran del FBI. Él se puso triste y a la vez muy furioso y salió corriendo del lugar y estropajo de metal lo siguió. Cuando Hierro y su amigo llegaron a la comisaria, el comisario le comenzó a hacer preguntas e Hierro le contó todo, incluyendo lo de sus padres. Tristemente encarcelaron a sus padres porque sí traficaban droga, pero por suerte los padres de estropajo de metal aceptaron adoptarlo y él tenía la cualidad de poder quitarle el óxido a muy pocos metales pero principalmente al Hierro, así que le quito el óxido a Hierro y se convirtieron en grandes hermanos.

Ana Cristina Vergara 6to A.


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La Mezcla

Dentro de mucho tiempo, en el año 2183, en el mes de julio, un extraño edificio con una forma no muy conocida por la sociedad de ese entonces, se alzaba en una triste y gris ciudad: era la Tabla Periódica de los Elementos, hogar de la fundación elemental, la cual estaba conformada por personas con cualidades y poderes de elementos químicos, naturales y sintéticos, cada uno con un lugar asignado respectivamente con el elemento químico correspondiente en la Tabla Periódica. Esta fundación elemental no era muy querida en ese entonces, ya que “retrasaba la evolución tecnológica”, porque su objetivo era detener las fábricas (que en ese momento abundaban) para utilizar otro tipo de energía, como solar o eólica (que en ese tiempo se creían inútiles), energía que ellos mismos usaban, porque contaban con una turbina productora de energía eólica. Dentro de este edificio, en el cuadrado trozo destinado al Oxígeno, pasó lo siguiente: -Hemos sufrido un accidente – dijo un alto señor justo luego de entrar a la cuadrada habitación, habitada por dos personas. -Como seguramente ya sabrán, actualmente no contamos con árboles ni fuentes de Oxígeno en este planeta… y digamos que no les han dado un buen uso – se lamentó mientras se acercaba a la ventana que representaba una pared entera de la habitación, la cual tenía un leve tono azul, ya que el Oxígeno es gaseoso y se representa con ese color, y algo escrito en la esquina inferior derecha, lo cual, al estar escrito para leerse desde fuera, no era claramente descifrable desde dentro: eran su número atómico y símbolo. A través de este cristal vio una enorme fábrica que emitía cantidades impresionantes de Dióxido de Carbono por sus cinco enormes chimeneas; al ver más abajo se encontró con toneladas de madera en llamas acumuladas a las puertas del edificio en el que se encontraban; justo después observó lo que había más arriba, sin esperanzas de encontrar nada bueno, descubrió una enorme montaña que no contaba ni con un solo árbol, dejando ver solamente tierra y una enorme máquina cavando una mina, la cual apenas se veía gracias al Dióxido en el aire. -¿Qué ha sucedido? – preguntó una joven presente. -Su líder ha absorbido muchas cantidades de Carbón, debido a una reciente disputa con él en la Montaña de las Rocas Rodantes. A su vez, Carbón ha absorbido muchas cantidades de Oxígeno de Oxigen, su líder, convirtiéndose ambos en mezclas. -No es “su líder”, es su compañero – corrigió con desacuerdo la joven. -Sí, él era su compañero, agente Fósfor, pero debería haber sido su líder, sino por qué se encuentran en su habitación – la joven volvió a responder con entero desacuerdo a esta afirmación y su blanco pelo brillaba cada vez más, como si fuera a convertirse en fuego – ¿Eso es una amenaza agente Fósfor? – dijo en respuesta a este acto – ¿una amenaza a mí, Titán?, ¿al líder de esta fundación elemental?, ¿a la persona gracias a la cual tú vives aquí tranquilamente? ¡Es inaceptable! – dijo Titán. – ¡Resuélvanlo! – ordenó antes de retirarse indignado de la habitación. Todos parecían haberse olvidado del otro compañero, debido a su callada y sigilosa actuación. Era John Hidrogen. -No puedo creer que él sea el “Líder Supremo” (como se hace llamar) – dijo Fósfor con cara que reflejaba repugna –, encima nos ordena que lo resolvamos cuando él lo podría hacer perfectamente. Todo gracias a Carbón, ese traidor que les ha proporcionado diamantes a las industrias para sus taladros gigantes – dijo señalando la mina de la deforestada montaña. Luego dejó ver una mueca de lástima. Momentos después, la puerta de la habitación se volvió a abrir, pero el que entró no fue Titán, en su lugar pasó un joven de abundante y plateado cabello. -¿Quién eres tú? – preguntó desesperadamente Fósfor. -Yo soy Smith Mercury y creo saber cómo solucionar este problema. -Te escucho atentamente – dijo por fin Hidrogen.


-Entonces seré directo porque no contamos con mucho tiempo (según el propio Oxigen el 3 de agosto de 2183, básicamente en una semana, la contaminación sería imparable). Titán posee plantas en este mismo lugar, y necesitaba de Oxigen para que estas sobrevivieran. Aun así, la única razón para que él las tuviera allí todavía, es que en un futuro, no muy lejano, las sacaría a la superficie para que absorbieran el Dióxido de Carbono y quedar como el héroe que salvó al mundo épicamente (combina perfectamente con su ego), y ahora las necesitará para mantenernos a nosotros con vida. Deben ser miles de plantas en ese caso. -Deben estar en un nivel inferior. Si Titán las aprecia tanto deben estar en una habitación de Titanio, recordemos que Titán tiene el poder de generar este poderoso elemento – infirió Hidrogen. - ¿Cómo sabes todo esto? – preguntó Fósfor a Mercury. - Como ustedes ya sabrán, el Mercurio es altamente peligroso para los humanos: un par de amenazas a Titán bastaron – sus compañeros (en especial Fósfor) lo miraron como si de un loco se tratase –. Situaciones extremas requieren medidas extremas – se excusó. - ¿Y no le preguntaste dónde se encuentra este sitio? – le volvió a preguntar Fósfor. - Como dijo tu compañero, está en un nivel inferior, habrá que buscarlo allí. - ¿Qué estamos esperando? – animó Hidrogen. Acto seguido, el trío de compañeros puso en marcha un plan sencillo pero lleno de complicaciones a la vez: hallar el sitio en donde se encontraban las plantas y buscar la manera de subirlas a la superficie a ver si podían detener la contaminación; al mismo tiempo que debían esconderse de Titán y sus guardaespaldas: Oro, Plata y Cobre; quienes los andaban buscando por amenazar a Titán y estar en contra de las decisiones que él tomaba. Luego de días de arduo trabajo e intensa búsqueda, encontraron un pasillo estrecho y oscuro, el cual pudieron iluminar gracias a Fósfor (ya que una de las propiedades del Fósforo es brillar) y así llegaron a toparse con una larga pared que tenía una puerta de Titanio. A la derecha de la puerta había un panel en el que parecía poderse colocar un código para abrirla. En ese momento una apagada voz susurró detrás de ellos: - Ya lo han encontrado – dijo con cierto tono orgulloso –. Yo no pude hacerlo, pero sí sé cómo entrar. Todos voltearon para ver al extraño, y no era nadie más que Oxigen. Extrañamente las reacciones de Fósfor e Hidrogen no fueron precisamente felices, ya que el Oxígeno oxida al Fósforo y puede volver agua al Hidrógeno. Rápidamente Oxigen se acercó a la puerta de Titanio y en el panel colocó el número 22 y ésta se abrió. -Claramente, debe ser el número atómico del Titanio. – sus compañeros respondieron afirmativamente mientras apreciaban el hermoso y gigantesco jardín que se descubría ante ellos al abrirse la puerta. Al final del enorme jardín, que contaba con árboles grandes y pequeños, mucho césped, flores y helechos, se podía ver un pequeño botón rojo. -Me toca ir a mí – dijo Hidrogen, ya que era el único que no haría daño a las plantas, porque Mercury las mataría al igual que Oxigen, por contener grandes cantidades de Carbón, y Fósfor se oxidaría al entrar en contacto tan directo con el Oxígeno condensado presente en el área y probablemente las quemaría. Hidrogen se aventuró y presionó el botón que hizo que el jardín empezara a ascender a la superficie; lo hizo tan velozmente que le dio tiempo de volver con sus compañeros. -¿Con que tú estás en contra de la discriminación de las mezclas y aun así querías venir aquí pensando que sería mi cura? – reprimió Oxigen a Mercury. Finalmente, pasaron pocos años y como por arte de magia las plantas hicieron su gran trabajo: disminuir el CO2 de la atmósfera. Las industrias pararon, se volvieron a plantar árboles y se acabó la tala de estos, al igual que la contaminación, la cual disminuyó poco a poco. Sebastián Da Silva. 6to B.


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El descontrol de la tabla periódica Cada elemento de la tabla periódica tiene su función, importancia, origen y propiedades. Todos los elementos son importantes aunque tenga su lado negativo para el ambiente y la sociedad. Los elementos más preciosos y comunes son: Oro, Plata y Cobre. Ahora, ¿por qué no buscamos un poco más allá de la tabla periódica? El Mercurio, por ejemplo. Dicen que en el aniversario 150 de la tabla periódica se encontró una falla en los elementos. Estos no se podían hallar y la situación era un verdadero caos. El Oro desapareció al igual que la Plata y el Cobre. Las personas estaban desesperadas y preocupadas. El escándalo era monumental. Pasaron dos días de búsqueda, desesperación… y de repente, encontraron 30 gramos de Mercurio. Las personas no sabían nada de este elemento, se preguntaban para qué serviría. Pensaban que sólo era de importancia el Oro, la Plata y el Cobre. Llegó el día en que se dieron cuenta que el Mercurio era tan importante como los otros elementos. Estaba en las lámparas como fuente de rayos ultravioleta, barómetros, interruptores eléctricos, en la esterilización del agua, entre otros. De inmediato, el Mercurio dejó de ser visto como un elemento desconocido para todos, pues en todos lados aparecía. Desde entonces, las personas empezaron a detallar la tabla periódica, al tiempo que lograban visualizar los 118 números atómicos reunidos en la tabla periódica. Cada uno ocupaba un cuadro del mismo formato, cada símbolo tenía su propia identidad. Las personas no fueron las mismas, a un lado se quedaron las preferencias y aprovecharon la oportunidad para realizar un mural con los elementos. Todavía se oye decir que los elementos dan una que otra falla, volviendo a cambiar la mirada de las personas que siguen fascinadas y apasionadas con las reacciones de los elementos de la tabla periódica. ¿Y ahora? ¿Quién se perdió?, y ¿A quién encontró?


Autor: Jesús

Autora: María Valeria Gómez Conti. 1er año B.


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¿Qué ocurrió? Había una vez en la ciudad de La Tabla Periódica, un elemento llamado Carbono, cuyo símbolo era C. Las personas solían ver a Carbono como un elemento insignificante, e incluso, llegaban a pensar que a veces lo único que hacía Carbono era contaminar, pues sabían que cuando ardía, formaba gases, como el CO2 y el CO, que son muy tóxicos. Carbono habló con Oxígeno, para decirle lo molesto que se encontraba por lo que pensaban las personas de él. Oxígeno le dijo a Carbono que se tranquilizara y empezó a contarle una historia: —Sin mí no existiría la vida en la Tierra. Tú también eres importante al igual que yo, hasta tienes un ciclo, ¿se te olvidó? El ciclo del Carbono, donde ocurre una transferencia natural de la atmósfera a las plantas verdes, de estas a los animales, al suelo y de nuevo a la atmósfera. Creo que los otros solo ven nuestra peor parte, y eso no está bien. Al finalizar estas palabras, Oxígeno tuvo una idea. ¡Invitar a Carbono a la radio para que narrara todas sus habilidades! Carbono dudó por un rato, pero finalmente aceptó, porque pensó que sería bueno contar todo lo que era capaz de hacer. Ya en la radio, Carbono empezó a contar su historia: —Soy un elemento que al unirme con mi amigo Hidrógeno, logramos formar hidrocarburos como el petróleo y la gasolina, imprescindibles para el transporte de las personas. Si me reúno con mis amigos: Hidrógeno, Oxígeno y Nitrógeno, entramos en la constitución de los organismos vivos y soy estudiado por la Química Inorgánica. También soy capaz de cristalizar en el sistema hexagonal y entonces, seré grafito, para el que desee escribir fabulosas historias. Si cristalizo en el sistema cúbico, me convierto en la piedra preciosa más duradera y hermosa: el diamante. A medida que Carbono iba contando su historia, se ponía más contento, pues las personas estaban asombradas y felices de todo lo que Carbono podía lograr, y más junto a sus amigos de la tabla periódica. Al escuchar a Carbono se daban cuenta que cada elemento de la ciudad tiene su función, y que se puede trabajar en equipo para crear nuevos compuestos y ayudar a mejorar el mundo. Autor: Carlos Rodríguez González. 1er año A.


¿Y ahora qué? Había una vez una niña llamada Urianita, ella era muy conflictiva, ya que su personalidad era muy repelente, siempre estaba pendiente de formar revuelos entre la gente. Una vez le colocó chinches en la silla de su profesor, por más que llamaban a sus padres para reportar irregularidades, ella no aprendía la lección. Sus pocas amigas le decían que no era necesario ser así, le aconsejaban que era mejor cultivar la amistad para obtener el cariño y respeto de todos. A esto Urianita respondió: -Yo me puedo defender sola, me avisan si no me van a apoyar en lo que haga. Las amigas de Urianita se dieron cuenta del tipo de amiga que tenían, estaban tristes y decepcionadas, de saber que ella no cambiaba su manera inadecuada de pensar. Pero lo que no sabían es que Urianita actuaba así, porque en su casa su familia tenía muchos problemas y peleas todo el tiempo, y su actitud era una respuesta a su lamentable situación. Sus amigas Oro, Plata, Flúor y Neón se reunieron y llegaron a la conclusión de que ya lo habían intentado todo. No se preocuparían más por ella. Aunque sí estarían pendientes de hacerle ver que lo que hacía estaba mal. Un día ella había aplazado un examen, y buscó la manera de entretener a la profesora y cambiar el examen con alguien que había obtenido 20 puntos de calificación. La maestra se hizo la loca como parte del plan de las amigas de Urianita y, le dio chance para cambiar lo exámenes. Cuando era la hora de que la profesora entregara las evaluaciones, la persona a la que le habían cambiado la prueba reclamó que esa no era su letra. Revisaron las cámaras y se veía claramente cómo cambió los resultados, ella muy apenada pidió disculpas, y decía que no se volvería a repetir. Finalmente, todos se dieron cuenta de que Urianita había reflexionado. Sus profesores y maestros estaban felices de hacerle ver su responsabilidad, el plan que se habían trazado funcionó. Desde entonces ella aprendió que ser repelente no le iba a servir en la vida.

Autora: Nicole Adriana Bello Ardila. 1er año B.


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El vecino Había una vez un hombre llamado Uranio, era alto, flaco, cabello oscuro y sin muchos amigos. Para ese momento se estaba mudando a un pequeño y olvidado pueblo, Riverdale. Al llegar al pueblo, Uranio observó soledad en las calles, estaba extrañado de no encontrarse con alguien, aunque de igual forma continuó caminando por el pueblo. Cuando llegó a su nueva casa observó a un hombre solitario en su calle, el vecino. Al verlo se acercó de inmediato para preguntarle por las personas que habitaban el pueblo y el hombre le respondió: —Es una larga historia, pero te la resumiré. Esto se remonta al año 1973, unas personas del pueblo habían advertido la llegada de extraños, uno de ellos se hacía llamar Cobre, a pesar de las advertencias no hicimos caso, y seguimos con nuestra rutina del día a día. Al tiempo, vimos a un hombre extraño en las calles del pueblo por su apariencia y conducta. El caos no se hizo esperar. El hombre extraño no era otro que el Cobre, quien cargado de energía electrificó al pueblo causando desconcierto y pánico a todos. Desde ese entonces vivimos traumados y nos da miedo salir a la calle, y en especial, conversar con personas ajenas al pueblo. Uranio quedó sorprendido con la explicación y le preguntó al hombre por su nombre. Y éste le contestó: Mercurio. A Uranio le fascinaba un misterio, de allí que fuera detective de profesión. De inmediato inició su investigación con la sorpresa de no encontrar pistas en el caso. Un día caminaba por las calles solitarias del pueblo y se encontró en una esquina con un hombre, éste no era el mismo que había conocido meses atrás. Curioso por saber quién era, le pregunta su nombre y éste le responde: Señor Cobre.


El rostro de Uranio se transformó y de inmediato el ambiente se puso tenso. Sin mediar palabras, Cobre lanzó electricidad sobre Uranio, quien respondió con rayos de radioactividad. Rayos iban y venían, hasta que en un último golpe de suerte Uranio logró debilitar al Señor Cobre. El pueblo alegre y confiado, sale a las calles del pueblo a festejar que el Señor Cobre está preso. Vuelve el pueblo a tener vida propia, nunca antes se había visto un pueblo tan concurrido en las calles.

Andrés Ignacio Pacheco 1er año C.


Concurso de Cuentos: “Soy el elemento químico” Al escribir, descubrimos un universo maravilloso de historias, personajes, contextos y experiencias que nos ayudan a desarrollar nuestro

pensamiento creativo. Así ocurre cuando unimos la Química con el increíble mundo de la imaginación.

Institutos Educacionales Asociados www.iea.edu.ve Calle Acueducto, Urb. El Peñón, Baruta, municipio Baruta. 0212-976.29.30 / 16.98


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