Libro "Recuerdos al otro lado del Pacífico: los chinos en Piura"

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Recuerdos al otro lado del PacĂ­fico: los chi nos en Piura




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Recuerdos al otro lado del PacĂ­fico: los chi nos en Piura

1925-1980


Familia Chong Shing Los hermanos Antonio, Francisco y Apa Chong Shing salieron de China siendo adolescentes en busca de un futuro mejor. El destino permitió que uno de ellos, don Antonio, llegara al puerto de Paita en 1927. Las habilidades diplomáticas de don Antonio hicieron que se reuniera en varias ocasiones con diplomáticos chinos y peruanos. Además, su ímpetu por el progreso comercial de Piura le motivó a abrir la mueblería “Chong Shing”, ubicada inicialmente en Sullana, con la cual se convirtió en el pionero de la extensión de créditos en la línea de muebles y marcas líderes en electrodomésticos y automóviles. Por otro lado, fue uno de los fundadores de la Beneficencia China en Sullana y debido a sus obras de bien social para con sus compatriotas chinos fue famoso entre sus paisanos chinos y la sociedad piurana de la época. Particularmente, recibió un reconocimiento especial del ex presidente Manuel Prado Ugarteche hacia 1960. Gracias al apoyo de su hermano, don Francisco Chong Shing instala, en Sullana, la famosa ferretería “Panchito”, que funciona hasta la actualidad. El éxito de la ferretería le permitió adquirir su casa propia, suceso destacado para los chinos de ese entonces. 2

A ntonio Chong Shi ng. Col. Hu go Chong Shi ng.


Don A ntonio Chong Shi ng con su pri mo ju nto a l pre sidente M a n u el Pra do (en el centro) en la i n a u gu ra ciĂłn de Mu e blerĂ­a Chong Shi ng. Piu ra, ha cia 1960. Col. Hu go Chong Shi ng.


Alfredo Cha ng, director de la revista Orienta l, Dr. Sh u Hsi-Hsu, e mbaja dor de la R.P. Chi n a en el Perú y don A ntonio Chong Shi ng en ca sa de don Alfredo Cha ng pa ra la cele bra ción del 27 ° a niversa rio de la Revista Orienta l. Li ma, 1957. Col. Hu go Chong Shi ng.

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Don A ntonio Chong Shi ng recibien do a l e mbaja dor de Chi n a en el PerĂş ju nto a u n a co mitiva en el a eropu erto de Piu ra. Piu ra, ha cia 1960. Col. Hu go Chong Shi ng.


Fra n cisco Chong Shi ng, sa cerdote e i nvita dos en la ben diciĂłn de su ca sa en la ca lle M a rĂ­a Au xilia dora de Su lla n a. Su lla n a, 1972. Col. Alfredo Chong Shi ng.

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Co mitiva de la Ben e f icen cia Chi n a a co mpaĂąa dos de a utorida de s piu ra n a s en el Clu b Gra u de Piu ra. Piu ra, ha cia 1960. Col. Hu go Chong Shi ng .


Don A ntonio Chong Shi ng, ju nto a su herma no Fra n cisco, en su ca sa de la ca lle L a M a r en Su lla n a. Col. Alfredo Chong Shi ng.

Don Fra n cisco Chong Shi ng con su e sposa Eva Apen Cru z. Su lla n a, ha cia 1955. FotografĂ­a: JosĂŠ Reye s. Col. Alfredo Chong Shi ng. 8


A ntonio Chong Shi ng con su hijo Hila rio (izqu ierda), su s herma nos Apa y Fra n cisco, y los e mplea dos de la Mu e blerĂ­a Chong Shi ng. Su lla n a, Ha cia 1975. FotografĂ­a: Sa li n a s. Col. Alfredo Chong Shi ng.


Familia Lau

En los años treinta, Don Augusto Lau, chino cantonés, llegó a Piura, y se dedicó al negocio de comida instalando el famoso Chifa “Iris” en 1935. Contrajo nupcias con doña Georgina Castillo Benites, nieta de chino, convirtiéndose al catolicismo el mismo día de la boda; incluso el día de su muerte sus familiares le prepararon un funeral católico colocándole una cruz entre las manos como signo de haber sido un buen cristiano. Don Augusto asimiló muy bien la religión católica, inculcándoles a sus hijos desde muy pequeños el amor por la Iglesia y el cumplimiento de los mandamientos. Además, les fomentó la formación profesional con la ilusión de que fueran ciudadanos ejemplares. Actualmente, sus tres hijos, ya profesionales, se sienten orgullosos de sus padres y afortunados de la educación que les brindaron. 10

Don Au gu sto L a u (45 años) a co mpaña do de su e sposa, doña Georgi n a y su s hijos Rica rdo (2), Cristi n a (5) y M a n u el Au gu sto (6). Piu ra, 1945. Col. Cristi n a L a u.


Retrato de Au gu sto L a u a los 42 aĂąos. Piu ra, 1942. FotografĂ­a: Montero (L u is Rica rdo). Col. Cristi n a L a u.


Cristi n a L a u Ca stillo de catorce aĂąos disfra za da a la u sa n za chi n a pa ra los ca rn ava le s de Piu ra. Se en cu entra a co mpaĂąa da de su s a miga s Socorro Cheng, Elsa Cha ng, Iris L a m, Bla n ca Wong. Piu ra, 1955. Col. Cristi n a L a u.

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Rica rdo L a u en bicicleta en la e squ i n a de la ca lle Hu a n cavelica con Arequ ipa. A la izqu ierda se observa el edif icio de la Ca sa Ro mero (a ctu a l mente Sa ga Fa la bella). Piu ra, 1954. Col. Cristi n a L a u.


Don Au gu sto L a u (57) a co mpaĂąa do de su e sposa, doĂąa Georgi n a y su s hijos Rica rdo (14), Cristi n a (17) y M a n u el Au gu sto (18). Piu ra, 1957. Col. Cristi n a L a u. 14


Fu n era l católico de don Au gu sto L a u, qu ien fa llece a los 53 años. Apa recen su s hijos M a n u el, Cristi n a y Rica rdo, a de más de Rica rdo L a u, sobri no de don Au gu sto. Piu ra, 1963. Col. Cristi n a L a u.


Familia Ma San Don Ma San Lin vino al Perú buscando un mejor futuro, y dejó a su familia en China; y aunque el destino no le permitió regresar, siempre mantuvo contacto con ellos. Tuvo un olfato acertado para los negocios y por eso le atrajo la empresa Internacional Petroleum Company y la dinámica comercial que esta generaba en el entorno. Llega a Talara en 1927 para instalar su primera bodega con la que prosperó y le permitió matricularse en la Escuela Nocturna para aprender español. En 1937 se casó con doña María Garrido con la que tuvo cinco hijos, a los que criaron con valores éticos y virtudes heredadas de la cultura china como la generosidad, honestidad, lealtad, respeto a los mayores, amor por la familia, entre otros. A pesar de no profesar la religión cristiana, la aceptó y la inculcó a sus hijos, tal como era voluntad de su esposa. Don Ma San Lin fue un comerciante emprendedor, abrió sucursales de sus bodegas en Tumbes, Piura y Sullana, tuvo una fábrica de fideos y una heladería; y hasta incursionó en la agricultura. En Sullana fue uno de los fundadores de la Beneficencia China, ejerciendo la presidencia por varios años. En el archivo familiar hay retratos suyos hechos en diferentes estudios fotográficos de Piura y Lima. Pero las fotografías de esta colección han sido tomadas, en su mayoría, por él mismo, muchas de las cuales intercambiaba con su familia residente en China. Su hija Victoria relata que su padre revelaba sus negativos en el cuarto oscuro que improvisó en su casa y en el que alguna vez ella le ayudó en esos afanes. Ella conserva, además, un puñado de negativos. Sus fotografías tienen una mirada peculiar y una composición correcta; y llama la atención la presencia de él en las fotos que se tomaba con familiares y amigos, a modo de autorretratos grupales en diferentes lugares de la región. 16

M a Sa n Li n con su e sposa M a ría Ga rrido En riqu ez y su pri mer hijo Jorge M a rtín. Piu ra, 1940. Fotografía: Montero (L u is Rica rdo). Col. Victoria M a Sa n.


Don M a Sa n Li n con su sobri n a en el Aeropu erto de Ta la ra a pu nto de viaja r a Li ma. 1944. FotografĂ­a atribu ida a M a Sa n Li n. Col. Victoria M a Sa n.


Certif ica do de registro de don M a Sa n Li n en el consu la do de Chi n a en el Perú. 1925. Col. Victoria M a Sa n. 18

Don M a Sa n Li n, a los cu a renta y ci n co años en Li ma. Li ma, 1945. Fotografía: Diego Goyzu eta. Col. Victoria M a Sa n.


Don M a Sa n Li n ju nto a Hu mberto Ru iz, qu ien le tra spa só su n egocio de a ba rrote s, en la entra da del a eropu erto de Ta la ra. Ta la ra, 1935. Fotografía atribu ida a M a Sa n Li n. Col. Victoria M a Sa n.

Don M a Sa n Li n con Artu ro Ru iz en el fu n do “El Ga ra bato” (M a lla ritos-Su lla n a), terreno a dqu irido pa ra i nicia rse en la a gricu ltu ra. Su lla n a, 1950. Fotografía atribu ida a M a Sa n Li n. Col. Victoria M a Sa n.


Vista del Pu ente Isaía s Ga rrido en el río Chira - Su lla n a. Su lla n a, 1950. Fotografía atribu ida a M a Sa n Li n. Col. Victoria M a Sa n.

Don M a Sa n Li n ju nto a Severia no L u y n avega n do en el río Chira-Su lla n a. Fotografía atribu ida a M a Sa n Li n. Su lla n a, 1950. Col. Victoria M a Sa n. Don M a Sa n Li n con Severia no L u y y Elía s M a n en la s pla ya s de Ta la ra. Ta la ra, 1939. Fotografía atribu ida a M a Sa n Li n. Col. Victoria M a Sa n. 20


Don M a Sa n Li n e Isa a c Chong con otros prósperos pa isa nos gra cia s a su dedica ción la bora l en torno a la I ntern a cion a l Petroleu m Co mpa ny. Ta la ra, ha cia 1935. Fotografía atribu ida a M a Sa n Li n. Col. Victoria M a Sa n.


Sen ki Ru iz, h. 1930. Fotografía de M a Sa n Li n (n egativo 6 x 9 cm). Col. Victoria M a Sa n.

A migos en el río Chira, h. 1945. Fotografía de M a Sa n Li n (n egativo 6 x 9 cm). Col. Victoria M a Sa n. 22


Sen ki Ru iz y a migos en du n a, h. 1930. FotografĂ­a de M a Sa n Li n (n egativo 6 x 9 cm). Col. Victoria M a Sa n.


Familia Ruiz Ruiz, originario del apellido chino Lü, fue adaptado a una palabra española como se hizo con muchos apellidos y nombres chinos, por la semejanza en su pronunciación. Los Ruiz, una de las familias representativas de Talara en este proyecto, se caracterizaron por acoger en su hogar a chinos recién llegados. La hospitalidad de la familia de don José Ruiz, cuyo nombre en chino es Li Kon Jin, propició que los chinos recién llegados se sintieran como en casa y gracias a la comodidad ofrecida podían dedicarse tranquilamente a sus negocios propios, ubicados en el mercado que estaba al lado de la casa. Esta ayuda se vio gratamente compensada por el cariño y aprecio de los paisanos chinos hacia sus hijos y el resto de familiares. Por otro lado, los paisanos chinos supieron aprovechar el boom comercial generado por la Internacional Petroleum Company, durante fines del siglo XIX e inicios del s. XX, prosperando en sus tiendas de abarrotes. 24

José Ru iz y su e sposa, Cristi n a Nava rro. Pa ita, ha cia 1928. Fotografía: K u ma k a wa. Col. Rossi n a Ru iz.


Fa milia y a migos de los Ru iz en la zon a de ca mpo de Pa riĂąa s. Ta la ra, 1936. Col. Rossi n a Ru iz.


Pa isa nos chi nos en la i n a u gu ra ción del pu ente Isaía s Ga rrido en Su lla n a, conocido hoy co mo Pu ente Viejo. Se sa be qu e la colonia chi n a a portó pa ra la constru cción del pu ente. Su lla n a, 1937. Col. Rossi n a Ru iz.

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Gru po de chi nos en la e sta ción del ferroca rril “Pu erto Bolíva r-Loja”. Loja, ha cia 1935. Fotografía atribu ida a M a Sa n Li n. Col. Rossi n a Ru iz.


Rossi n a Ru iz y su s a miga s en el matri monio de Aven ce Gavilon do en el Clu b U nión de Su lla n a. Rossi n a viste a la u sa n za chi n a. Su lla n a, 1960. Fotografía: López. Col. Rossi n a Ru iz.

Ro melia Ru iz, Ju a n Cha ng y Cele sti no L u y en el ja rdín de la ca sa de los Ru iz en Ta la ra leyen do revista s. Ta la ra, ha cia 1940. Col. Rossi n a Ru iz. 28


Gru po de chi nos a loja dos en ca sa de la fa milia Ru iz. Arriba: Ju a n Cha ng y Artu ro Ru iz. Abajo: Rica rdo Ru iz, Severia no L u y y A migo. Piu ra, 1935-1940. Col. Rossi n a Ru iz.


Familia Wong Don Antonio Wong llega por primera vez al puerto Éten (Lambayeque) en 1925. Allí se inicia en el comercio de telas y abarrotes. Al quedar viudo, por segunda vez, viaja a Piura con sus menores hijas Blanca y Rosa, quienes estuvieron al cuidado de la señora Dolores Chavesta, chiclayana que las crió desde muy pequeñas bajo costumbres peruanas. Una vez en Piura, Don Antonio abre el famoso bazar “La Estrella”, ubicado en la calle Lima 868-869. Fue un hombre muy trabajador y sociable, lo que le permitió convertirse en un personaje importante, siendo uno de los fundadores del local de la colonia china, conocida como la Beneficencia China en Piura (15/04/1961). Gracias a él, la familia Wong y parientes cercanos se reunían todos los domingos en su casa. Nunca se convirtió al catolicismo, pero sí envió a sus dos hijas al colegio Lourdes, caracterizado por impartir una educación religiosa. Como muchos de su generación, anheló que sus hijas se casaran con chinos, sin embargo, aceptó que se casaran por la Iglesia Católica con peruanos o descendientes de chinos. Don Antonio falleció en 1980, quedando el bazar “La Estrella” a cargo de su primogénito Félix Wong, quien junto a su esposa, Luisa Chang, eran oriundos de China. 30

A ntonio Wong, con su s hija s Bla n ca (7) y Rosa (6), y doña Dolore s Chave sta, chicla ya n a qu e la s crió a l fa llecer la ma dre de la s niña s, doña Isa bel K a n. Piu ra, 1944. Col. Rosa Wong.


Fa milia de don A ntonio Wong en la cele bra ción del Día de la M a dre en la Ben e f icen cia Chi n a. Apa recen su s hijos: Félix Wong Y ong, Bla n ca y Rosa Wong K a n y su s re spectivos e sposos. En el centro, don A ntonio a pa rece con doña Elen a K ufoy. Piu ra, 1963. Fotografía Ca ngo Se mi n a rio. Col. Rosa Wong.


Nietos de don A ntonio Wong en el ja rdín de su ca sa u n a ta rde de do mi ngo. Le s a co mpaña doña Elen a K ufoy. Piu ra, 1965. Col. Pila r K ufoy. 32


Pri mera Co mu nión de Ju a n Ca rlos K ufoy Wong a co mpaña do de su s pa dre s Ern e sto K ufoy Avon y Bla n ca Wong, y su s herma nos L u is y Roberto. Piu ra, 1968. Fotografía: Sa ntia go K u sa k a. Col. Pila r K ufoy.

Ern e sto K ufoy Wong de tre s años, ju nto a la i ma gen de la Virgen M a ría. Piu ra, 1957. Col. Pila r K ufoy.

Don A ntonio Wong ju nto a su pri mer nieto, Ern e sto K ufoy Wong. Piu ra, 1960. Col. Pila r K ufoy.


Bodas a lo occidental

Los chinos de la primera generación tuvieron que casarse con peruanas, viendo la imposibilidad de pisar de nuevo su tierra natal. Una nueva familia sería el motivo más convincente para que se quedaran definitivamente en esta tierra nueva. Es curioso que los “chinitos” no dejaban de ser atractivos para la mujeres peruanas, por lo que la mayoría logró formar nuevas familias superando los obstáculos de idioma y la diferencia cultural. Sin embargo, ya como padres, siempre anhelaron que sus hijos o hijas se casaran con chinos, aunque al final aceptaban y respetaban la voluntad y opción de ellos. También es importante resaltar que, aunque ellos mismos no fuesen católicos, sus hijos se casaron sacramentalmente, siguiendo costumbres occidentales como el ingresar a la iglesia con sus hijas del brazo y recibir la bendición del sacerdote. Las novias, por su parte, vestían de blanco, posaban con su ramo de flores o cortando el pastel. 34

Félix Wong y L u isa Cha ng en el ba n qu ete en honor a su matri monio. L a novia viste u n traje tra dicion a l chi no y el novio, con traje occidenta l, lleva u n disti ntivo típico chi no qu e lo identif ica co mo ta l. Chi n a, 1962. Col. M a ría L u isa Wong Cha ng.


Bla n ca Wong entra n do a la igle sia M a ría Au xilia dora con su pa dre don A ntonio Wong, el día de su boda con Ern e sto K ufoy. Piu ra, 1958. Fotografía: Ca lixto Pozo. Col. Pila r K ufoy.


Rosa Wong entra n do a la igle sia Sa n Se ba stián del bra zo de su pa dre don A ntonio Wong el día de su boda con Pela yo Rivera. Piu ra, 1962. Fotografía: Félix K iono. Col. Rosa Wong. 36

Boda de Ern e sto K ufoy y Bla n ca Wong en la igle sia M a ría Au xilia dora. Le s rodea n los pa dri nos, don A ntonio Wong, pa dre la novia y doña M a ría Avon, ma dre del novio. Piu ra, 1958. Fotografía: Ca lixto Pozo. Col. Pila r K ufoy.


Boda de Pela yo Rivera y Rosa Wong en la igle sia Sa n Se ba stián. Apa rece don A ntonio Wong y la herma n a de don Pela yo, Cle men cia Rivera Ga llozo. Piu ra, 1962. Fotografía: Félix K iono. Col. Rosa Wong.


Boda de A ma n da Cha u y A ntonio Ho. Los novios con su s pa dri nos Isa a c Chong y M a ruja De Chong. Su lla n a, 1940. FotografĂ­a: JosĂŠ Reye s. Col. Y ola n da Ho.

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A ma n da Cha u (19) el día de su boda. Contrajo n u pcia s con A ntonio Ho en la Igle sia M atriz de Su lla n a. Su lla n a, 1940. Fotografía: José Reye s. Col. Y ola n da Ho.


Boda de Javier Chiyรณn e Hilda Ca stillo, nieta de chi no. Ch u lu ca n a s, 1933. Col. Bertha Chiyรณn. 40


Gu illermo Li Sa y Ta n (51) sa lien do del bra zo de su e sposa, Rosa Sán chez Vi n ce s (21) el día de su boda. Morropón, 1949. Col. Dilcia Li Sa y Ta n.


Unión familiar La unión familiar es, a lo largo de los miles de años de la historia china, una tradición muy arraigada en su cultura. Además de vivir bajo el mismo techo y reunirse frecuentamente, posar para tomar fotos grupales con la familia en pleno es otra muestra de este esfuerzo por fortalecer y perennizar los lazos sanguíneos. La gran mayoría de chinos que formaron sus familias en Piura permitió el enriquecimiento del tejido social del mestizaje, propio de la cultura peruana. En muchas de estas familias y hogares reinaba un ambiente católico, pero convivían las costumbres, valores y virtudes chinas. Las primeras familias estuvieron asentadas en varias ciudades de la región como Piura, Talara, Sullana, Chulucanas, Buenos Aires (Morropón) y Catacaos. Sean como fuesen las condiciones, todas las familias se han retratado en grupo, fotografiados por aficionados o profesionales, permitiendo que los descendientes conozcan sus antecesores de manera que hereden y transmitan ese vínculo de generación en generación. Este complejo legado cultural se ha podido comprobar en las colecciones fotográficas de las 23 familias de ascendecia china que confiaron en este proyecto. 42

Li Sa y Ta n con su e sposa Rosa Sán chez Vi n ce s y su hija ma yor, Dilcia Li Sa y Ta n Sán chez. Piu ra, 1950. Fotografía: Agu ila r de la Torre. Col. Dilcia Li Sa y Ta n y David Artea ga Ly Sa y Ta n.


Li Sa y Ta n ju nto a su e sposa Rosa Sán chez y su s hijos (de izq. a der.) Dilcia, Wa lter, Miria m y Willia m. Morropón, 1953. Fotografía origi n a l colorea da en la época. Col. David Artea ga Ly Sa y Ta n.

Don Hu mberto K ia n ma n a co mpaña do de su e sposa doña Celia Cha pilliquén e hijos. Piu ra, 1941. Fotografía: Agu ila r de la Torre. Col. Isa bel K ia n ma n.


Fa milia de Ju lio Ru iz reciĂŠn llega dos de Chi n a. Con el tie mpo se i nsta la ron f i n a l mente en Ta la ra. Li ma, ha cia 1925. FotografĂ­a: Estu dios S. Mu rseye-Li ma. Col. Nelly Cha u.

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Fa milia de don Ju lio Ly Y a p. Ch u lu ca n a s, ha cia 1960. Col. Leticia Li.

Fa milia Cha u en la ha cien da de Qu erecotillo-Su lla n a, 1950. Col. Nelly Cha u.


Moisés L u y M a n On con su e sposa, Je sús Nativida d Pi nta do, y siete de su s 10 hijos. Piu ra, ha cia 1950. Fotografía: Qu iroz. Col. Moisés L u y Pi nta do.

Don Hu mberto y doña Celia cele bra n do los 35 años de matri monio en la igle sia Sa n Fra n cisco de Pa ita. Aco mpaña n pa dri nos y te stigos del a niversa rio. Pa ita, 1965. Col. Isa bel K ia n ma n. 46


En el cu mpleaños 80 de don M a Sa n Li n. Apa rece ju nto a su e sposa M a ría Ga rrido En riqu ez, su s hijos y nietos. Su lla n a, 1980. Col. Victoria M a Sa n.


De la s historia s recogida s en e ste proyecto, son mu y e sca sa s a qu ella s de los chi nos qu e regre sa ron a su país de origen. U n a de ella e s la de Germán See Wu, qu ien, lu ego de ha berse e sta blecido por déca da s en Piu ra, viajó a Hong K ong en 1970 pa ra reconocer a la fa milia qu e ha bía deja do mu chos años atrás. De regre so a Perú, trajo consigo a lgu n a s fotografía s qu e se ha bía hecho to ma r con su s fa milia re s chi nos pa ra recorda rlos sie mpre. Hong K ong, fotografía: Me my. Col. Pedro Germán See Wu Medi n a. 48


A ntonio Chong Shi ng ju nto a su fa milia en Chi n a. En el centro a pa rece su ma dre, qu ien qu izá e sté de cu mpleaños de bido a qu e detrás se en cu entra el símbolo de la longevida d, típico en e sta s cele bra cion e s. Chi n a, ha cia 1970. Col. Hu go Chong Shi ng.


U nió n frater nal

La Beneficencia China de Piura se fundó el 15 de abril de 1961 con el objetivo de acoger a los chinos con carencias materiales, o a los que no habían podido tener una familia ni podido regresar a China. Por lo tanto, muchas de las fiestas que organizaban tenían como finalidad recaudar fondos para atender esas causas. Anualmente se elegía una directiva y mensualmente se reunían en su local, ubicado en la Av. Loreto 674, para tratar temas de ayuda económica o actividades diplomáticas de algunos de los socios. Además, aprovechaban ese espacio para disfrutar de su cultura, haciendo juegos típicos de su tierra como el majhong, celebrando las festividades tradicionales y agasajando a algún paisano por su cumpleaños con una rica comida china. Prácticamente, ha sido un punto de reunión periódica para los chinos afincados en Piura de esa época. 50

Vista de la Ben e f icen cia Chi n a du ra nte u n a f ie sta socia l. Se pre su me qu e fu e du ra nte la i n a u gu ra ción del loca l u bica do en la Av. Loreto 674. Piu ra, ha cia 1961. Fotografía: Artu ro Davie s. Col. A n a M a ría Ho.


Bri n dis en la Ben e f icen cia Chi n a de Piu ra por el cu mpleaĂąos de Bern a rdo Siu. Piu ra, 1963. Col. Doris Siu.


Don Arma n do Ho con A ntonio Wong y a migo en la Ben e f icen cia Chi n a. L a fra se chi n a qu e f igu ra en el cu a dro vertica l de fon do se tra du ce: “Rodea do de todos los pa isa nos en e ste loca l, u no se olvida qu e se en cu entra fu era de su tierra”. Piu ra, 1961. Fotografía: Artu ro Davie s. Col. A n a M a ría Ho. 52


Bri n dis en la Ben e f icen cia Chi n a de Piu ra por la boda de FĂŠlix Cha ng y M a rĂ­a Apu y. Piu ra, 1961. Col. Doris Siu.


Socios de la Ben e f icen cia Chi n a en Piu ra du ra nte u n a cele bra ción. Fotografía Davie s. Piu ra, 1961. Col. M a ría Apu y de Cha ng. 54


Bern a rdo Siu a co mpaña do de fa milia re s y a migos el día de su cu mpleaños en el loca l de la Ben e f icen cia Chi n a. Piu ra, 1963. Col. M a ría L u isa Wong Cha ng.


La tienda de la esquina

Los chinos de Piura abrieron una serie de negocios con resultados económicos exitosos y de indiscutible calidad para los usuarios. Fueron en las calles Huancavelica y Lima, en el mercado antiguo (Plaza Pizarro) y el cercado de Piura donde estos inmigrantes se concentraron con sus negocios de almacenes, bazares, papelerías, tiendas de abarrotes y chifas. Entre los más antiguos negocios destaca el chifa de don Augusto Lau, llamado “Iris” que data de 1935. Otros chinos apostaron por negocios de mayor inversión como don Lo Leng Ji con la adquisión del hotel Colón o don Antonio Chong Shing con su Mueblería Chong Shing en Sullana y Piura. En las tiendas, al igual que en las familias, reinaba la armonía entre chinos y peruanos. Algunos negocios se inauguraban con la bendición de un sacerdote, como un valor cultural agregado a la administración caracterizada por la mentalidad tradicional china de sus patrones. 56

M a n u el L a u en la pu erta del chifa Iris, n egocio de su pa dre Au gu sto L a u, u bica do en la ca lle Hu a n cavelica 477 (a ctu a l cochera Pla za Del Sol de Sa ga Fa la bella). Piu ra, 1954. Col. Cristi n a L a u.


Tien da de Don Ju lio Ly Y a p en Ch u lu ca n a s. Rodolfo Ly, Ern e sto K oo, Ju lio Ly, Rosa Silva Pa la cios y Elio Li (niño). Ch u lu ca n a s, ha cia 1960. Col. Leticia Li.


Don A ntonio Wong en la pu erta de su ca sa. A a mbos la dos de la ca sa se u bica su n egocio, el ba za r “L a Estrella� (Ca lle Li ma 868-869). Piu ra, ha cia 1970. Col. Rosa Wong.

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Ca mion e s repa rtidore s de la Mu e blerĂ­a Chong Shi ng, propieda d de A ntonio Chong Shi ng. Su lla n a, ha cia 1980. Col. Alfredo Chong Shi ng.


Don A ntonio Wong y su hijo Félix Wong en el ba za r “L a Estrella” (Ca lle Li ma 859-869). Don A ntonio fu e el fu n da dor de la tien da. Piu ra, ha cia 1962. Col. M a ría L u isa Wong.

A ntonio Wong, e mplea dos y cliente s en el ba za r “L a Estrella” (Ca lle Li ma 859-869). Piu ra, 1963. Col. M a ría L u isa Wong. 60


Don M a n u el K u Y en con su e sposa en su bodega de Cata ca os conocida co mo la bodega de “L a chi n a�. Cata ca os, 1960. Col. Na n cy Fu Cha ng.


Chinos fotogénicos A los chinos se les conoce por ser laboriosos y taciturnos, pero esta colección de retratos demuestra su faceta artística: muchos de ellos se tomaron la molestia de acercarse a un taller fotográfico de la localidad, vestirse elegantemente y posar como modelos para obtener estos retratos. Sea por moda, costumbre o simple curiosidad la razón por la que se hicieron estos retratos, estas fotos nos permiten percibir el orgullo, la firmeza y la reafirmación que sienten de sí mismos en un contexto de una cultura diferente a la de su procedencia. Muchos de estos retratos, impresos en un papel tipo postal (copia por contacto), se convirtieron en su carta de presentación con su imagen fotogénica. Era costumbre dedicar estos retratos a sus familiares y amigos como un recuerdo personal, así como guardar una copia en la colección familiar para el recuerdo posterior. La fotografía tiene que ver, sin duda, con cuestiones sociales de identificación personal y cultural. 62

Pa riente de Javier Chiyón. L a tra du cción en e spañol de la dedicatoria dice: “De Lii Y u n Sheng. Pa ra Gu Y u a n Z ha ng”. Piu ra, 1930, Fotografía: Montero (Pedro N. ). Col. Bertha Chiyón.


Pa u la Ca stillo de Aseng, herma n a de To más Ca stillo, i n migra nte chi no qu e a dqu irió el a pellido del du eño de la ha cien da en Ch u lu ca n a s don de tra baja ba. Piu ra, 1943. Fotografía Montero (L u is Rica rdo). Col. Cristi n a L a u.


Don Hu mberto K ia n ma n Lia u. Col. Isa bel K ia n ma n. 64

M a Sa n Li n a los cu a renta aĂąos de eda d. Piu ra, 1940. FotografĂ­a: Montero (L u is Rica rdo). Col. Victoria M a Sa n.


Ju a n Cha ng. Su lla n a, ha cia 1940. Fotografía: José Reye s. Col. Rossi n a Ru iz.

A ntonio Ho Lia u. Piu ra, ha cia 1942. Fotografía: Montero (L u is Rica rdo). Col. Y ola n da Ho.


Don Au gu sto L a u y doĂąa Georgi n a Ca stillo, reciente mente ca sa dos. Piu ra, 1938. FotografĂ­a: Montero (Pedro N.). Col. Cristi n a L a u. 66


Pa riente s de Javier Chiyรณn. Piu ra, ha cia 1930. Col. Bertha Chiyong.


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Una visión histórica y cultural Por: Ma Zheng1

I. Datos históricos ¿Cuándo y por qué salieron de China? La primera llegada de los setenta y cinco chinos al Perú en octubre del año 1849 marcó el inicio de unas fuertes oleadas de la inmigración china, con intervalos de cese por diversos motivos, pero acumularon más de cien mil chinos inmigrantes hasta el año 1874. Este traslado transpacífico tuvo diversas causas. Por un lado, en la flamante República peruana muchos sectores productivos como el cultivo de la caña de azúcar y de algodón, la recolección del guano, la exploración minera, la construcción de vías ferroviarias, etc., requerían gran cantidad de mano de obra, que no se había podido conseguir desde Europa como se hubiese querido. Por otro lado, los acontecimientos acaecidos en diferentes periodos en la China de aquella época motivaron que muchos chinos dejaran su tierra en busca de una mejor vida. A grandes rasgos podríamos resumir las circunstancias históricas de China de la siguiente manera para relacionarlas con la llegada en mayor o menor escala de los inmigrantes chinos desde el inicio hasta fines de la década del setenta del siglo XX2.

Capitales provinciales y ciudades más importantes de China

1840-1842: Primera Guerra del Opio, también se conoce como Guerra anglo-china. Se desató en la provincia sureña Cantón, de donde provenían la mayoría de los inmigrantes chinos. Allí la Dinastía Qing, la última dinastía feudal en la historia china, conservaba un único puerto abierto al comercio exterior, por el cual el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, con el objetivo de superar el déficit que siempre había sufrido en su comercio con China, realizaba el contrabando del opio a pesar de todas las medidas de prohibición. Esta guerra, desencadenada durante el


decaimiento del gobierno de los manchúes, endeudó a muchos chinos adictos y arruinó su vida. Fue la primera guerra de China contra otros países occidentales, con la cual se abrió un nuevo capítulo en la historia de este país oriental impregnado de inestabilidades y disturbios acarreados por las infinitas invasiones extranjeras y las rebeliones y conflictos internos. 1851-1864: Movimiento del Reino Celestial de la Gran Paz, o Taiping Tianguo. El levantamiento, cuyos emprendedores se inspiraron en el cristianismo que ya se había empezado a conocer en China, tenía como objetivo establecer un reino ideal y de igualdad, distinto de la corrupta e impotente Dinastía Qing. Empezó en Guangxi, provincia vecina de Cantón y su influencia alcanzó gran parte del sur de China. Al final fracasó por el conflicto interno entre los encargados y la represión de parte del gobierno manchú junto con los países extranjeros. Muchos de sus miembros participantes tuvieron que huir para evitar ser ejecutados por la rebeldía. 1856-1860: Segunda Guerra del Opio, o guerra entre el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda y Francia contra China, ocurrida en Cantón, consecuencia de las tensas relaciones existentes entre los europeos y el gobierno manchú, porque aquellos, desde hace tiempo intentaban abrir la puerta del país oriental para obtener todo tipo de beneficios a su favor, mientras que este aún mantenía la mentalidad cerrada, desconocía los cambios radicales que había vivido el mundo y seguía creyendo que era el reino de la abundancia, venerado por sus vecinos colindantes. Esto hizo que perdiera todas las guerras a las que le habían sometido, dejando a su pueblo en un sinfín de sufrimientos. 1894-1895: Primera Guerra Sino-Japonesa, en el norte de China. Los chinos de la ciudad de Lüshun sufrió una matanza tremenda y la corte manchú perdió la guerra cediendo territorio y pagando indemnización al país invasor. 70


1898-1901: Movimiento de los bóxers o Yihetuan, en el norte de China. Fue un movimiento en que el pueblo patriótico quería luchar contra los invasores extranjeros que lo acechaban y asediaban para obtener cualquier beneficio. El gobierno manchú, en lugar de apoyar a los compatriotas, se alió con las fuerzas europeas y americanas para reprimir el grupo patriótico. El resultado fue, sin lugar a dudas, que los luchadores murieron en el campo de batalla, mientras que la corte Qing quedó como una marioneta de las codiciosas fuerzas extranjeras. 1911: Revolución 1911 o Xinhai, en el sur de China, desatada el 10 de octubre. Sus líderes eran de unos partidos revolucionarios que compartían la idea de poner fin al sistema feudal y establecer el sistema de república democrática en China. Cumplieron su objetivo y fue ese mismo año cuando terminaron los 2 mil años de las dinastías feudales de China, con la desintegración de la dinastía Qing. En enero de 1912 se fundó la República de China, dirigida por Sun Yat-sen, y unos meses después se creó el partido nacionalista el Kuomindang. 1916-1931: Periodo en que se confrontaban los caudillos militares para obtener poder y territorio, causando gran perturbación por todo el país. 1921: Se fundó el Partido Comunista de China. 1937-1945: Guerra contra la invasión japonesa, o Segunda guerra sino-japonesa, extendida por todo el país. 1946-1949: Guerra civil en China, a nivel nacional. El 1 de octubre de 1949, se fundó la actual República Popular China.


1966-1976: Revolución cultural. 1978: Reforma y apertura económica hacia el exterior. Políticas relevantes empezaron a aplicarse de manera plena a partir de 1980. Se inicia una época pacífica y estable, con el despegue económico de China y el desarrollo integral y moderno de toda la sociedad. Como habríamos visto, desde la segunda mitad del siglo XIX hasta los años ochenta del siglo pasado, la historia de China podría resumirse en palabras como inestabilidad, disturbios, trasformaciones, etc., lo cual era un motivo poderoso para que su gente aprovechara cualquier oportunidad que se les presentara para huir de una realidad que les amenazaba, incluso si eso significaba viajar al extranjero. Todo con el afán de buscar una vida llena de paz y estabilidad.

¿Cómo salieron de China y cómo llegaron al Perú? La noticia de que en Perú se necesitaba gran cantidad de mano de obra llegó a China; unida al convulso ambiente social en que se veían sumergidos los chinos, permitió que los agentes, concentrados mayoritariamente en Hong Kong y Macao, dos ciudades ubicadas en el lado costero de la provincia Cantón, tuvieran la oportunidad de ganar considerables comisiones por contratar y enviar a chinos trabajadores. Para los que ansiaban una vida pacífica, también para los fumadores de opio o jugadores de azar endeudados, nada más prometedor que el cuento chino que les tejían los “enganchadores”: el Perú era una tierra llena de oro, en que uno haría buena fortuna con solo pisar la tierra y regresaría todo adinerado. No faltaban otros muchos inocentes que no tenían ganas de dejar su pueblo ni su familia, pero fueron seducidos con el opio por los mismos agentes disfrazados y así quedaron enganchados. 72


Cuando se despertaron de sus alucinaciones ya habían firmado “el contrato” de trabajar en el Perú y se encontraban en los barracones de Hong Kong3 o Macao al costado del barco junto con otros chinos, aguardando la partida rumbo hacia lo desconocido. El viaje al Perú en barco duraba aproximadamente 120 días, durante los cuales los navegantes tenían que enfrentar el mal tiempo impredecible y resistir a la escasez de la comida pobre, las pésimas condiciones higiénicas de la embarcación, y peor aún, los malos tratos, incluso las diversas burlas humillantes, físicas y anímicas, inventadas por los tripulantes, quienes encontraban en ellas una forma de entretenerse durante el viaje prolongado y aburrido. Había muertos por enfermedades y por desnutrición; también los había por suicidio, porque no aguantaban las malas condiciones en que se encontraban y no vislumbraban ninguna esperanza de mejora ni salida. Tampoco faltaban los que fueron asesinados, o bien torturados, porque se rebelaron para ser tratados con un poco de dignidad y terminaron perdiendo la vida. Solo después de la firma del “Tratado de Paz, Navegación y Amistad” en 1874, cuando el gobierno manchú se enteró de lo que estaba pasando y tomó medidas para proteger a los chinos “vendidos”, los maltratos, tanto a bordo como después de pisar la tierra peruana, empezaron a controlarse en cierto sentido. Más adelante, cuando ya no se trataba de compraventa de manos de obra, sino que los chinos podían viajar por su propia voluntad, las circunstancias ya eran distintas. Teniendo en cuenta la larga distancia entre China y Perú y toda la complicación que pudiera implicar una travesía entre 3 o 4 meses, quizá no sea exagerado decir que los chinos que pudieron llegar con vida a la “Tierra del oro” sobre todo en la postrimería del siglo XIX y principios del


siglo XX, después de un viaje alargado y lleno de vicisitudes y riesgos inesperados, eran los que habían podido aprobar las pruebas más severas de su vida, tanto física como psicológicamente hablando. Más adelante, su fortaleza férrea y capacidad extraordinaria para el trabajo les permitieron cumplir los contratos de trabajo duro, prácticamente como esclavos, y crear posteriormente su propio negocio con sus ahorros y con la ayuda mutua entre los paisanos. Los chinos inmigrantes luego serían reconocidos y apreciados, a pesar de todas las discriminaciones que habían sufrido desde el momento en que subieron al barco que les cambió la vida para ellos mismos y para las generaciones venideras.

¿Qué hacían los chinos en el Perú? Los primeros chinos inmigrantes, antes de embarcarse rumbo al otro lado del Pacífico, habían firmado a través de los agentes contratos de trabajo por 5 años y posteriormente por 8 años. Llegaron al Callao, y de ahí fueron asignados a distintos lugares donde demandaban “manos”, para trabajar en la extracción de guano, cultivo de caña de azúcar, construcción de vías de ferrocarriles, exploración de minas, etc. Años después, los que pudieron cumplir el contrato sanos y salvos se quedaron como chinos libres. Algunos seguirían trabajando un tiempo con su patrono para luego emprender nuevos negocios con sus propios ahorros y habilidades. En China, los cantones, la mayoría de los 74


Antonio Wong, empleados y clientes en el bazar La Estrella. Piura, hacia 1970. Col. MarĂ­a Luisa Wong Chang.


inmigrantes chinos, tenían fama de ser buenos cocineros y comerciantes. Por eso, muchos de ellos trabajaban como cocineros, o bien tenían sus propias fondas, que luego dieron origen al famoso chifa por todo el Perú. Además, otros montaron tiendas de abarrotes o bazares, y con su honestidad y confianza supieron ganarse la simpatía y buena acogida del vecindario. Aparte de eso, también hacían de agricultores, cargadores, carpinteros, zapateros, lavanderos, pescadores, panaderos, etc. Empezando por lo humilde y lo sencillo, no faltaron chinos que después, con sus propios esfuerzos y con el apoyo de sus paisanos que ya se encontraban más tiempo en el Perú, sobresalieron en negocios más lucrativos como hostelería, venta de vehículos, electrodomésticos y muebles, e incluso se dedicaban a la importación y exportación de productos típicos entre los dos países. Actualmente resulta muy común para un peruano ir a un “chifa” a celebrar un cumpleaños, ir al barrio chino a curiosear por los productos orientales, o ir a un supermercado con marca china a hacer las compras diarias, e incluso ver a un alto funcionario o un empresario peruano reconocido que lleva un apellido chino o tiene rasgos físicos chinos. Todo esto, nos recordará para siempre los apreciados esfuerzos y sacrificios que hicieron los primeros inmigrantes, quienes supieron afrontar las adversidades con tesón, paciencia e inteligencia.

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II. Historias contadas a través de las fotos y las familias Los datos y hechos históricos siempre se hacen más palpables con algún material visual, o con las personas que los han vivido. Es por este motivo, que se realizó una exposición fotográfica sobre este tema en octubre de 2014. Las fotos que nos llegaron de las familias piuranas que tienen ascendencia china, comprenden los años 1920 y 1980, y nos cuentan historias vividas y registradas por las mismas familias. Quedaron grabados momentos realmente impresionantes que nos develan diferentes aspectos de la vida de sus progenitores o abuelos. Además, los propietarios de las fotos nos narraron historias familiares que realmente nos conmovieron. Valdrían todos los esfuerzos para conservar de manera perdurable este tesoro histórico y cultural, que pertenece a varias generaciones de dos sociedades y culturas lejanas y cercanas al mismo tiempo. Los siguientes aspectos indagados nos podrían ayudar a entrever la vida que llevaban los primeros chinos en una sociedad extraña, cuyo tópico no deja de ser, como siempre, alcanzar un equilibrio entre conservar lo propio y adaptarse a lo nuevo.

Nombres: El primer problema que encontraron los chinos en el ambiente peruano era cómo los tratarían. Entre los paisanos que ya se conocían y compartían el mismo idioma se trataban con su


nombre original en el chino cantonés. Pero muchos tuvieron que cambiar de manera total sus nombres originales o adaptarlos a las nuevas costumbres para facilitar el tratamiento verbal a sus patrones, amigos o clientes que hablaban español, y sobre todo para legalizar su permanencia en esta tierra en los registros civiles. Se conocen los siguientes casos: a. No se ha conservado ni nombre ni apellido original, aunque se lo sabían verbalmente entre familiares. Se les daba un nombre cualquiera en español, y el apellido se tomaba del patrono de la hacienda donde trabajaban, como el caso de Tomás Castillo (relacionado con las familias Chiyón y Augusto Lau), quien abandonó su propio apellido Lion4 y se quedó con el nombre y apellido totalmente españolizado. b. Se ha podido conservar el apellido y nombre como tal según su pronunciación original en cantonés5, pero confundiéndolos como es el caso del fotógrafo aficionado Ma San. Según costumbre china, el apellido va primero y el nombre después, por lo que Ma, que es un apellido bastante popular en China, viene a ser su apellido y San, su nombre. En Perú, la gente seguía tratándole como en chino, pero en los documentos en español se le registraba apellido San, nombre Ma, como se puede ver en el documento fotografiado. c. La mayoría de los chinos solo pudieron conservar su apellido original, y luego se les daba un nombre típicamente español, por lo que conocemos muchos nombres como Julio Chau, Antonio Ho, Esteban Chang, Antonio Wong, Augusto Lau, Isaac Chong, etc.

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Carné de Seguro Social del Empleado de Ma San Lin. Sullana, 1972. Col. Victoria Ma San.


d. Además, el hecho de que en los nombres chinos solo se usa el apellido paterno también se veía adaptado a la costumbre occidental, así aparecieron nombres como Ma San Lin (Lin es apellido de la madre del Sr. Ma San), y Antonio Ho Liau (Liau también es apellido materno), etc. e. Se ha podido conservar el apellido y nombre como eran en chino, pero además se le agregó un nombre en español, mientras que el apellido y nombre juntos en chino se quedó como apellido, como es el caso de Guillermo Li Say Tan. En chino, su apellido es Li, su nombre es Say Tan; y Moisés Hau Yon Chin, o Moisés Luy Man On. f. También se transcribían nombre y apellido originales según su pronunciación en cantonés para dar origen a una nueva palabra como apellido, como es el caso del apellido Chiyong, que se originó posiblemente del bisabuelo de la familia llamado Xu Huiyuan, cuya pronunciación en cantonés se asemeja a la palabra inventada. En este caso también estaría el apellido Ayón, como Luis Felipe Ayón, cuyo nombre original es Luy Yiyong. En chino cantonés, Yong es la segunda sílaba de su nombre compuesto Yiyong, y es costumbre muy típica de los chinos sureños agregar la sílaba A a los nombres como muestra de cariño o familiaridad, así al oír que los compañeros chinos trataban A Yong al señor Luy, su patrono lo registraba como su apellido, lo cual daría origen al apellido en español Ayón. g. Se ha buscado palabras onomatopéyicas en español al apellido chino original, como Ruiz de Humberto Ruiz, José Ruiz, o Luy de Celestina Luy, cuyo apellido es homófono aproximado del apellido chino Lü, o también Cruz de Marina Cruz García, que se asemeja al apellido chino Ku.


Ma San Lin e Isaac Chong junto a un grupo de chinos en el aeropuerto de Talara. Talara, hacia 1940. Col. Victoria Ma San. 80


Vestimenta Es notable y curioso ver a los chinos en el Perú vestidos elegantemente de terno con corbata, e incluso con sombrero, si tenemos en cuenta que en la antigua China la túnica era el traje típico para los varones hasta por lo menos la primera década del siglo XX. Luego se popularizó el traje estilo Sun Yat-sen (Zhong Shan en chino), con cuellos erguidos y cerrados, que hasta la actualidad se considera el traje nacional que se usa en ocasiones oficiales. Mientras que el terno, conocido en China desde principios del siglo XX, nunca llegó a ser popular dentro del país hasta los años 80, cuando China abrió sus puertas aplicando la política de reforma y apertura hacia el exterior, lo cual generó la buena acogida de la moda occidental entre la gente común. Por eso los chinos bien presentados en nuestras fotos, vestidos totalmente a lo occidental, quizá nos enseñen su mentalidad arraigadamente china de aprender de los autóctonos de donde lleguen para ser parte de ellos o como bien dicho en el español: “Cuando a Roma fueres, haz lo que vieres”. Ma Chi Ching, hijo de Ma San Lin, junto a su familia en China. China, hacia 1975. Col. Victoria Ma San.


Familia La familia es un concepto esencial muy importante en la mentalidad confuciana. Hay ritos ancestrales para conmemorar los antepasados familiares y el tener hijos se considera una muestra trascendental del amor filial hacia los padres para que la familia siga creciendo de generación a generación. Por lo tanto, la absoluta mayoría de los chinos que llegaron al Perú formaron familia, viendo la improbabilidad de volver a pisar su tierra. Según datos históricos, a los primeros inmigrantes se les asignaron mujeres serranas, y cuando ya eran chinos libres, o venían como libres comerciantes, ya se casaron por su propia voluntad con criollas, aunque los padres chinos siempre deseaban que sus hijos se casaran con chinos o descendientes de chinos y peruanas para mantener de alguna manera la originalidad de la sangre. También había los que venían ya casados, pero el larguísimo viaje y todas las pericias que habían vivido en carne propia, les hizo ver la realidad de que ya no podían volver a ver a sus seres queridos que se encontraban al otro lado del Pacífico. Superaron las diferencias de lengua, costumbres, ideas, entre muchos otros, para formar nuevas familias y asumir todas las responsabilidades que ello implicaba. Cabría decir también que muchos de ellos, recordando siempre la familia que tenían en China, intentaban en la medida de lo posible comunicarse con ella, traer a sus miembros o apoyarlos económicamente. Conocemos solo un caso de una familia china que emigró por completo, compuesta por el padre, la madre y su hijo: Julio Ruiz, Rosa de Ruiz, y su hijo Senky Ruiz. También podríamos decir que las familias chinas eran bastante numerosas, pues las había de 10 hijos, como la familia de Moisés Luy Man On, la familia de Humberto Kianman Liau y la familia de Luis Felipe Ayón; de 9 hijos, como la familia de Enrique Chiyong, y la familia de Humberto Ruiz. También había familias pequeñas, pero la mayoría tenía entre 3 o 5 hijos. Quizá justo por eso no es raro ver a peruanos que llevan apellidos chinos, o tienen rasgos físicos chinos que manifiestan su origen de sangre. 82

Humberto Kianman, esposa e hijos. Fotografía Aguilar de la Torre. Piura, 1941. Col. Isabel Kianman.


Comida Para los chinos que están lejos de su tierra, la comida preparada al estilo chino quizá constituya un recuerdo nostálgico y un consuelo culinario. Muchos propietarios de las fotos nos contaron que sus padres eran los que cocinaban en la casa las ricas comidas chinas, enseñaban a sus esposas, y las compartían con su comunidad en ocasiones especiales. Así era bien conocido el chanchito Humberto, que denominaban los vecinos con mucho cariño el chancho asado preparado al estilo cantonés por el Sr. Humberto Kianman Liau. A los hijos les encantaba la cocina del padre, que aprendían con gran habilidad las esposas peruanas. Contaron también que en todas las reuniones de los chinos siempre usaban los palillos, mientras que los hijos usaban los tenedores. Esta gran habilidad de los chinos cantoneses se ha hecho más ampliamente conocida a través de los chifas que ellos mismos manejaban. El chifa Iris en Piura del señor Augusto Lau Jau en los años 30; el chifa Chung King, del señor Antonio Chung Sing en los años 40 en Sullana; el chifa Man On del señor Moisés Luy Man On, en Sullana de los años 50; todos ellos diversificaron la gastronomía piurana con el buen sabor oriental. El señor Javier Chiyong, aficionado al arte culinaria, incluso tuvo la oportunidad de cocinar en el Palacio de Gobierno para autoridades y personalidades de la época.


Diccionario paralelo español-chino. Posiblemente atribuido al señor Tam Piu-Shum. Hong Kong, 1915. Propiedad de Ma San Lin.

Dedicatoria de Moisés Hau Yon en la fotografía que obsequió a su hija Pilar, la menor de sus tres hijas. Trujillo, 1968. Col. Flor Hau Yon. 84


Lengua Los descendientes chinos nos contaron que entre sus padres y sus tíos, también chinos, se comunicaban siempre en cantonés: Nadie de afuera entendía lo que ellos conversaban, ni siquiera los hijos o nietos. Eran pocas las familias en las que se enseñaba sistemáticamente la lengua materna, con excepción a algunas palabras más usuales. Sin embargo, casi todos los chinos lograron aprender el español, aunque solo fuera para comunicarse de manera básica para poder desenvolverse sin problemas en el ambiente en que vivían. El señor Ma San incluso se matriculó en la Escuela Nocturna para cursar Educación Primaria, con el objetivo de mejorar su español en la lectura y en la escritura, y la concluyó con éxito. El afán de los chinos de insertarse bien en la comunidad donde se encontraban se constató más fuertemente cuando la señora Victoria Ma San, hija del señor Ma San nos trajo un diccionario español-chino que elaboraban, circulaban y usaban los mismos chinos cultos, y que le hacía buena compañía a su padre, quien siempre andaba consultándolo, bien a sus hijos o a sus amigos letrados. En el mismo diccionario estaban registradas palabras tan coloquiales como: chichería, churre, che, gua…


Creencia En las fotos que nos han prestado, podemos observar chinos de diferentes generaciones en rituales católicos como bodas, aniversarios, inauguraciones, ceremonias funerales, etc. La catedral de Piura, la iglesia María Auxiliadora, la iglesia San Sebastián, la Matriz de Sullana, la Capilla del Colegio de Santa Rosa de Sullana y muchas otras han sido testigos del matrimonio de chinos con peruanas. Hijos de los chinos recibieron educación en colegios religiosos como Rosa Wong y Cristina Lau en el Colegio Lourdes; Manuel Augusto Lau y Ricardo Lau en el colegio Salesiano Don Bosco, entre otros. Es realmente impresionante ver la foto que registró la velación en cuerpo presente de don Augusto Lau Jau, quien con una cruz en la mano como un buen cristiano, descansaba en paz. A pesar de que los esposos chinos no estaban bautizados, acompañaban a su esposa católica a la misa todos los domingos, y no refutaban nunca de que sus hijos fueran católicos. Parece que los aparentes choques culturales dejaron de ser “choques” para aquellos chinos que supieron adaptarse perfectamente donde estuvieran. Pero la raíz que se lleva en la sangre no se borra fácilmente, por lo que también muchos padres chinos, -al mismo tiempo que se mostraban respetuosos con el Dios católico-, conservaban en casa su costumbre de rendir homenaje a las diferentes deidades chinas, las pocas que habían metido en su maleta, junto con el ábaco, algunas fotos familiares y otros objetos necesarios. Quemaban inciensos y rezaban frente a sus deidades, lo cual quizá les infundiera una doble tranquilidad interior y constituyera uno de los pocos recuerdos nostálgicos de su pueblo natal cada vez más remoto. 86


Imagen del personaje histรณrico divinizado como protector, autรณctono de China: Guangong, a la izquierda; imagen del buda Guanyin (Avalokiteshvara) a la derecha; y un grupo de imรกgenes catรณlicas y retratos de Francisco Chong Shing y su esposa. Sullana, 2015.


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Francisco Chau junto a sus amigos celebrando posiblemente alguna festividad china importante en el local de la Beneficencia China de Sullana. Sullana, hacia 1970. Col. Yolanda Ho Chau.


Fraternidad La fraternidad es otra característica que marcó a los chinos que se afincaron en el Perú. En las fotos siempre podemos verlos reunidos entre ellos, por las fiestas, por las celebraciones cumpleañeras, por alguna fecha significativa, o simplemente las familias de varias generaciones como la familia Wong, solían reunirse los domingos. La fraternidad también se hace notar cuando nos contaron que una de las primeras misiones de la fundación de la Beneficencia China, sea en Sullana o Piura, era hospedar a los chinos desamparados que no tenían recursos para desenvolverse por ser recién llegados o muy ancianos, o que no habían podido tener familia en Perú. Incluso el señor José Ruiz en Talara acogía en su propio hogar a los chinos recién llegados para que se sintieran como en casa y pudieran dedicarse tranquilamente a sus negocios. Siempre se ayudaban y se apoyaban entre ellos. Nos contaron que la actual calle Lima, a la altura de la Plaza de las Tres Culturas, estaba repleta de tiendas de abarrotes. En vez de ver amenazas de competencia, crecían todos juntos como una nueva comunidad que iba dejando sus huellas. También supieron forjar relaciones de confianza y fraternidad con el vecindario. Ganaron mucha clientela y el secreto residía en que eran los únicos que vendían a crédito.


Valores que heredaron los hijos de sus padres chinos Las personas que entrevistamos nos comentaron que sus padres chinos se distinguían por su laboriosidad, generosidad, honestidad, tenacidad, responsabilidad, preocupación constante por sacar adelante toda la familia, entre otros. Ellos se sienten orgullosos de sus padres y de haber podido heredar estos valores y los seguirán transmitiendo. El gran maestro Confucio dice: A las personas con muchos méritos nunca les faltarán vecinos. Y también dice: Hábiles en actuar y prudentes en hablar. Las fotos y las historias familiares contadas coinciden con estas dos máximas confucianas, que perfilan a los chinos típicos en esta tierra lejana: taciturnos y virtuosos, hábiles y diligentes, amistosos y exitosos. Nunca les faltaron amigos aunque no hablaban mucho, y supieron trabajar bien para progresar y crecer. A pesar de todos los choques culturales, estas valiosas fotos e historias nos demuestran una inserción exitosa de los chinos en la sociedad piurana. Quizá sea la unión familiar y fraternal, junto con los méritos que los caracterizaban, la que ha hecho posible que esta comunidad que había cruzado todo el Pacífico con una cultura totalmente diferente, pudiera impregnar lo suyo en una sociedad donde ellos eran forasteros. Han podido dejar una honda huella en la sociedad peruana, dándole con un nuevo perfil social que se deja notar por todas partes. 90


Directora china del Instituto Confucio de la Universidad de Piura; profesora de español de la Universidad Normal de la Capital, Beijing; doctora en filología hispánica. En Piura se la conoce como Sofía Ma Zheng. 1

Por otro lado, este hecho también tiene que ver con las políticas que tomaba el gobierno peruano con la inmigración china en diferentes periodos, las cuales se distinguían por ser positivas y acogedoras algunas veces y otras tantas, negativas y rechazantes, por el ambiente favorable o desfavorable en que se encontraba el propio país.

2

Hong Kong fue colonia de Inglaterra entre 1842 y 1997. Al principio, junto con Macao (territorio también chino pero entonces enclave portugués), eran los dos puertos por donde salían los barcos chineros. Pero en 1855 el gobierno británico reglamentó las condiciones que debían cumplir los buques dedicados al transporte humano, lo cual hizo que este negocio se retirara de Hong Kong y se redujera a Macao.

3

En la transcripción de algunos nombres y apellidos chinos puede haber confusiones por la gran diferencia de pronunciación entre el chino mandarín y el cantonés, dialecto hablado en Cantón y Hong Kong.

4

Como la escritura china en su origen es pictográfica y está compuesta por trazos, la manera de registrar los nombres chinos era transcribirlos con letras latinas según su pronunciación original.

5

Bibliografía De Trazegnies Granda, Fernando. En el país de las colinas de arena, Reflexiones sobre la inmigración china en el Perú del S. XIX desde la perspectiva del Derecho, Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial, Lima, 1994, tomo I. Ho, Mingchun. Manual de la colonia china en el Perú, Sin ed., Lima, 1967. VV.AA. Sociedad Central de Beneficencia China y la Colonia China en el Perú, 1886-1986, Editorial Sociedad Central de Beneficencia China, Lima, 1986. Ren, Qiliang (Ed.) Conocimientos Comunes de la Historia China, Sinolingua, Beijing, 2007. Bai, Shouyi. An outline history of China, Foreign Languages Press, Beijing, 2008. Rodríguez Pastor, Humberto. El inicio de la trata amarilla al Perú y sus actores, en La Inmigración China al Perú, arqueología, Historia y Sociedad. Richard Chuhue, Li Jing Na, Antonio Coello, Instituto Confucio, Universidad Ricardo Palma, Editorial Universitaria, Lima, 2012, pp. 65-110.


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Un nuevo hogar Por: Andrés Garay Albújar1

A fines del año 2004 tuve la oportunidad de apreciar la muestra Close to home en el Paul Getty Museum de Los Ángeles, en California. La muestra y el libro, bajo la autoría de Weston Naef, sostenía una premisa importante para la valoración de la fotografía familiar: “La fotografía casera o aficionada se ha convertido en el principal instrumento visual de la memoria social”2. Esta exposición Close to Home, que se elaboró a partir de fotografías anónimas sueltas o provenientes de álbumes familiares encontrados en mercadillos callejeros y tiendas de anticuarios, ponía énfasis en la importancia de la fotografía familiar estadounidense en las colecciones de museos a partir de estos objetos perdidos o abandonados sin valor aparente. El peso de la propuesta recaía en la autoría del curador, en la forma de selección del material, con fotografías que eran sugerentes como testimonio de la vida familiar, pero estaban desprovistas de referentes y contextos históricos. Me surgieron algunas interrogantes como ¿qué significado tiene realmente la fotografía de aficionado en el contexto familiar?, ¿puede ésta contribuir a un conocimiento de un proceso familiar, cultural, de una circunstancia determinada, y más aún a una memoria social?

Linda Ayón y Luis Gualberto Wong Chang, recién casados, rumbo a la recepción en el Hotel Miramar, Paita, 1959. Fotografía: Dimas Salinas. Col. Cao Xiaohong.

Sería diez años después de Close to Home, al iniciar con Ma Zheng (Sofía) el proyecto “Los recuerdos fotográficos de los chinos en Piura”, cuando pude reflexionar más a fondo sobre aquellas interrogantes con un caso próximo. Un proyecto que recoge el valor de la fotografía familiar para un grupo humano con una característica común: familias de ascendencia china que echaron raíces en tierras piuranas. Familias de inmigrantes cuyas memorias fotográficas están íntimamente ligadas a la dinámica de una sociedad y cultura nuevas, a donde llegaron y en donde se insertaron al tejido social local enriqueciéndolo significativamente.


Las existencias fotográficas Este proyecto contó exclusivamente con fotografías provenientes de familias piuranas de ascendencia china. Se pudo contabilizar cerca de 300 fotografías originales en las 23 familias que se consultaron. Las fotografías se fecharon en un rango de tiempo de 1920 a 1980, información consignada por las dedicatorias que estaban escritas al reverso de las fotografías. El periodo de estudio pareciera amplio, lo que constituye un gran desafío, pero obedece al fechado de las propias imágenes proporcionado por la pieza y de manera oral por cada familia. Para la exposición se seleccionaron 80 fotografías, y un tanto más en el libro, contando con los negativos que aparecieron del fotógrafo Ma San Lin3. No se registró la existencia de un álbum creado como pieza individual, pero las familias sí conservaban las fotografías sueltas o enmarcadas. El rango temporal y la identificación de personas o lugares fueron consignados por los propietarios de los objetos, a quienes se les entrevistó durante los meses de abril a julio de 20144. Cuando se les explicaba el proyecto a los miembros de las familias, se hacía palpable que las fotografías tenían un enorme poder evocador del recuerdo aunado con la activación del relato visual sobre las circunstancias de las diferentes maneras de la vida de los extranjeros y su inserción social. Cada relato estaba cargado de emoción cuando el familiar recordaba a sus únicos y recientes antepasados chinos-piuranos –el linaje familiar para estos chinos contemporáneos es relativamente joven porque muchos de sus padres llegaron en la década de los 20 y 30 del siglo XX–. Las fotografías, para esta generación –hijos, y algunos nietos– que las guardan con celo, son atesoradas como reductos y evidencias del surgimiento de la familia en un nuevo entorno. Las fotografías fueron cedidas en calidad de préstamo y para ello se elaboró un sistema con actas de compromiso de préstamo y devolución, en las que se especificaba el número de obras prestadas, las características de cada pieza, información del propietario y datos de contacto, e información complementaria de la fotografía (fecha, autor, lugar, personajes, etc.). 94

Detalle de exposición fotográfica realizada en la Universidad de Piura, octubre de 2014.


Ma San Lin, con su auto Ford, acompaĂąado de su amigo Humberto Ruiz. Talara, hacia 1935. Col. Victoria Ma San.


Sobre las colecciones En la línea de tiempo de las colecciones 1920-1980, se encontró fotografías en su mayoría anónimas, de aficionados, con temas relacionados a la presencia e inserción de los chinos en Piura. Las colecciones en conjunto representan un gran relato visual de la llegada y establecimiento de los chinos, una suerte de guión de la historia de una nueva vida. Si bien las fotografías en su momento fueron creadas o mandadas a hacer para el recuerdo familiar, estas funcionan como documentos que grafican en parte la experiencia de constituir, pacíficamente, una nueva etapa en las biografías de los protagonistas. Las fotografías revelan temas más mas o menos comunes: reuniones familiares, paseos a la playa y al campo, fiestas sociales, novias en el día de su boda, inauguración de los negocios, carros, bautizos, entre otras, pero no hay un patrón de organización de las fotos entre las colecciones. Se evidencia la relación de unos con otros, de unos individuos extranjeros que buscan a sus pares pero que también se van relacionando con los actores locales. Hombres y mujeres deseosos de reafirmarse en la cultura local y deseosos, a la vez, de que aquella vida en construcción –hechos, ilusiones, proyectos, y circunstancias, familias, religiosidad– quede documentada en fotografías. Esa es la explicación del fuerte significado emocional que tienen estas fotografías para los propietarios. La cantidad de fotografías de cada colección familiar varía, pero hay coincidencias temáticas, como se dijo, que expresan las formas cómo los chinos fueron estableciéndose firmemente en el tejido social. La tienda del chino, el chifa Oriental, la mueblería Chong Sing, son las huellas de un afianzamiento comercial con incidencia significativa en lo cultural. Los motivos fotográficos de actos religiosos católicos como bautizos, novias y ceremonia matrimonial, revelan la conversión de los chinos a esta religión. Una religión, cuyos principios, arraigados en la cultura local, ellos encontraron amable y que no colisionaba con los valores culturales que traían consigo. A fin de cuentas, los chinos tuvieron razones muy poderosas para tomar la decisión de echar raíces en tierras piuranas. 96


No estamos ante el tipo de fotografía popular, entendida como aquella de comercialización y consumo masivo. En el libro se ha respetado los grupos de fotos de cada familia, salvo en los grupos de retratos y nuevas familias, que han sido creados por su temática común. No se han impuesto criterios de selección donde primase el gusto de los curadores. La propuesta del proyecto debería verse apropiadamente en relación a la estética del fotógrafo aficionado que fotografía sin pretensiones artísticas, o en relación al interés de acopio y organización que hiciera la misma familia. Definitivamente, el gusto está definido por el valor del recuerdo y la memoria que la fotografía contiene. Es en este sentido que a la fuerza del recuerdo familiar se le subordina la fotografía anónima, la fotografía artística profesional, y la fotografía de aficionado en su vertiente espontánea y la vertiente novedosa de Ma San Lin, el fotógrafo aficionado inmigrante, sobre el que me referiré más adelante.

El aporte de la fotografía familiar Las fotografías de este proyecto encajan dentro de dos categorías históricas: la fotografía de aficionado (anónimas y otras con autoría), y la fotografía artística profesional. Las categorías se diferencian en que la fotografía de aficionado crea un campo autónomo visual que escapa de los imperativos intencionales de las elaboraciones fotográficas profesionales donde el control es total. Ya Michel Frizot indicaba que “los aficionados toman fotos para sí mismos, tienen pocas exigencias propiamente fotográficas y su objetivo se reduce a la programación de un registro, mejor dicho a un ensayo”5.

Vista de una feria de agricultores, Sullana, h. 1945. Fotografía de Ma San Lin (negativo 6 x 9 cm). Col. Victoria Ma San.

En la fotografía de aficionado tienen sentido las incidencias casuales, de lo que pueda ocurrir espontáneamente en el momento de la toma y que causa emoción cuando se le ve en el tiempo. Muestran con frecuencia desequilibrios en la composición, elementos secundarios incluidos al azar, encuadres imperfectos. La fotografía de aficionados está destinada para un recuerdo íntimo y familiar, para un círculo de relaciones definido como personales. Y es en ese ámbito primigenio donde su valor es incalculable, justamente por contener información de unas personas queridas, por activar en la memoria otros recuerdos y anécdotas privados tras el repaso de estas imágenes, y, en este caso particular de la fotografía de las familias de origen chino, por el relato social e histórico que se define en el conjunto.


Gracias a la conservación de estas piezas y al hecho de haber sido compartidas al público en general en la exposición y en este libro, esa memoria familiar china aporta al entendimiento de cómo se ha ido moldeando la historia colectiva local y sus tradiciones. La fotografía nos pone en la situación “[…] de permitirnos acceder a tiempos pasados, lugares desconocidos, personas ausentes […]”6. Esta fotografía nos muestra parte de la configuración de nuestro mestizaje, pero también plantea el desafío de reconocernos unos con otros como parte de un conjunto. De hecho, las fotografías de la familias chinas nos ofrecen un sitio privilegiado para observar los cambios y expectativas de un grupo humano proveniente de una cultura lejana que decidió instalarse en tierras piuranas. ¿Qué vemos desde ese sitio privilegiado que nos ofrece la fotografía familiar? Los conjuntos fotográficos familiares en los que hay un número mayoritario de fotografías de aficionados nos permiten apreciar con nitidez una historia colectiva hilvanada por un principio común: el enraizamiento de los chinos en tierras nuevas. En este sentido, la fotografía enmarcada dentro de su contexto y sus referencias de valor, muestra cosas, personas, hechos y procesos sociales de manera idónea.

Presencia de fotógrafos profesionales En la mayoría de colecciones familiares identificamos retratos artísticos de estudio originales hechos por fotógrafos profesionales activos en la región de Piura en el rango temporal planteado. Por la riqueza de las soluciones visuales en el retrato y por las firmas y sellos presentes en estas piezas originales, este conjunto representa una estupenda ocasión para asomarnos a la historia de la fotografía de retrato artístico en esta zona del país. El retrato fotográfico, por la presencia humana, es el género artístico de expresión social por excelencia. El hecho de que estos retratos convivan armoniosamente en las colecciones 98

Don Augusto Lau y doña Georgina Castillo acompañados de sus menores hijos Cristina (2 años) y Manuel Augusto (3 años). Piura, h. 1941. Fotografía: Montero (probablemente realizada por Luis Ricardo, hijo de Pedro). Col. Cristina Lau.


familiares chinas con las fotografías de aficionado, da cuenta también del significado y valor que aporta este género a la idea del testimonio de vida del inmigrante y al recuerdo familiar, noción esencial en la conservación de las fotografías por parte de los descendientes. Los retratos elaborados cuidadosamente en el estudio inciden en las apariencias individuales y grupales (cuando se fotografía la familia en el estudio) de las personas donde ineludiblemente los rasgos orientales de los ojos son característicos. Pero en donde no hay diferencias es en el interés de la persona por acudir al estudio fotográfico para obtener una imagen fotogénica (halagadora) de sí mismo. De hecho, ir al estudio a fotografiarse artísticamente era una costumbre arraigada y popular desde el siglo XIX en el mundo y, obviamente, en Piura también. Y ya se ve que tampoco los inmigrantes chinos quedaron sustraídos de esta fascinación por la propia imagen fotogénica que ofrecían los fotógrafos retratistas. En el proyecto se han encontrado fotografías de un puñado de profesionales activos en la región que resulta sumamente interesante. Hay fotos del retratista de origen japonés Kumakawa, activo en Paita en los años de 1920; del gran fotógrafo piurano Pedro N. Montero del que se han localizado cerca de doce fotografías fechadas entre 1930 y 1940. Pedro N. Montero (1862-1941) fue el fotógrafo profesional más significativo de Piura entre 1897 y 1941. Gozó de una importante reputación por el estudio fotográfico que tuvo en la ciudad, por la calidad de sus retratos y postales, y por sus continuas publicaciones en la revista Variedades y el periódico La Crónica, ambas de Lima, con las que colaboraba enviando fotografías de diversos temas piuranos7. Su hijo Luis Ricardo fotografió entre 1942 y 1945. En el análisis de los retratos de las colecciones se ha determinado que también estuvieron activos en Piura los fotógrafos Aguilar de la Torre (entre 1941 y1950), Calixto Pozo (en


1955), Elbert Gómez, propietario del Foto Estudio Gómez (en 1961), Félix Kiono (en 1962), Santiago Kusaka (en 1970) y el recordado Cango Seminario (en 1962). Activos en Sullana se han localizado a José Reyes (en 1940), Dimas Salinas –padre e hijo probablemente– (en 1950 y 1960), a Miranda (s/f) y a Toyofuku (en 1977). Una mención especial merece el fotógrafo Arturo Davies, con fotografías fechadas en 1961, porque es el único fotógrafo vivo de esa generación8. Fue reportero gráfico en el diario El Tiempo de Piura en los años de 1950. Pero por su calidad hizo que fuera demandado para hacer fotografías de retratos de familias y eventos sociales. Los directivos de la Beneficencia China en Piura, cuyo local estaba ubicado en la cuadra seis de la avenida Loreto, lo contrataron para que hiciera registros de las reuniones y fiestas que se celebraban con la colonia china. En la colección de la señora María Apuy de Chang, se encuentra una serie de fotos de esas ocasiones. Las fotos nocturnas de exteriores del local de la Beneficencia China, obtenidas por Arturo Davies desde puntos de vistas cuidadosamente estudiados y con encuadres y escala apropiados, expresan una interpretación moderna porque articula el manejo del espacio urbano con la información de un quehacer nocturno de un grupo de ciudadanos.

Ma San Lin, el fotógrafo chino aficionado El caso de Ma San Lin es excepcional porque a través de su práctica de fotografía de aficionado nos muestra imágenes con mirada propia de su periplo por Piura. Los motivos que decide fotografiar son aquellos a través de los cuales él va moldeando su nueva adaptación a la cultura y entorno natural locales: su familia, sus seres queridos, sus amigos, el río, la orilla del mar, el desierto, los medios de transporte. 100


Fiesta en el local de la Beneficencia China, Av. Loreto 674. Piura, hacia 1961. Fotografía: Arturo Davies. Copia original de la colección de María Apuy de Chang.


Juan Chang y amigos. La Bocana, Miramar, h. 1930. FotografĂ­a de Ma San Lin (negativo 14.5 x 9 cm). Col. Victoria Ma San.

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¿Por qué tomaría fotos Ma San Lin? Pueden barajarse algunas respuestas, como puede ser por recuerdo personal, o por simple afición. Pero hubo un motivo que sugiere que su afición a la fotografía era seria, no desde una perspectiva de experimentación mecánica o química, pero sí desde la historia y la comunicación. Su hija Victoria recuerda que su padre “intercambiaba constantemente fotografías con los familiares que estaban en China”9. Este motivo de intercambio corrobora que Ma San Li registró aspectos de su vida en Piura para dejar un recuerdo visual a sus hijos y nietos, pero también para crear un flujo de imágenes entre ambos continentes y extender los límites del conocimiento familiar. El intercambio de fotografías entre ambos continentes reviste a la obra fotográfica de Ma San Lin de un interés especial. Él enviaba sus propias fotografías para que lo vieran vivir, en el sentido más literal, en un lugar lejano, en Piura, Perú, en América. Y a la vez él recibía fotografías –en menos cantidad– de su madre y familia desde China. De estas últimas es fascinante el retrato de su familia hecho en el estudio fotográfico del pueblo natal en 1933. La frontalidad de las poses y la línea que forman estas con las sillas, la mesa, los objetos y el niño, acentúan la fijación de las miradas de los retratados, pero la imagen adquiere una atmósfera cálida y envolvente por el manejo del espacio, de los contrastes de las vestimentas originarias con el piso y los puntos de luz del telón de fondo, el cual alude pictóricamente al interior de un hogar. La sobriedad de este retrato, que también se ve en el retrato individual frontal de su madre que le envió desde Zhong Shan, no se riñe con la intensidad de la expresión de los personajes. Es un modo diferente de logro de fotogenia que combina interés antropológico con belleza visual. Esta combinación es la que Ma San Lin intenta lograr en los retratos que él hiciera a sus familiares y amigos. Sus retratos tempranos hechos en Talara, tienen esa aura de sobriedad y solemnidad. Niño Jorge Ma San Garrido, Sullana, h 1943. Fotografía de Ma San Lin (negativo 6 x 9 cm). Col. Victoria Ma San.

La fotografía como instrumento de testimonio de vida es un aspecto que Ma San Lin valoró de modo singular. Por eso, se hizo de cámara, laboratorio, materiales y fotografió conscientemente los motivos más significativos en aras de la construcción de una nueva identidad, de una nueva historia. Notificaba y describía con sus fotografías, buscaba y seleccionaba y daba cuenta de


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Retrato de la madre de Ma San Lin, doña Lin Sim. Zhongshan-China, hacia 1930. Fotógrafo no identificado de la ciudad de Zhong Shan, provincia de Cantón. Copia original de la colección de Victoria Ma San. Dama no identificada, Talara, h. 1930. Fotografía de Ma San Lin (negativo 14.5 x 9 cm). Col. Victoria Ma San. Dama con niños no identificados, Talara, h. 1930. Fotografía de Ma San Lin (negativo 14.5 x 9 cm). Col. Victoria Ma San.

su nuevo mundo familiar y social a sabiendas de que sería visto desde lejos con nostalgia pero bajo una idea de progreso y compromiso en el nuevo lugar. El avión, el ferrocarril, los autos, la playa, los sembríos, los amigos, el puente, la cámara fotográfica, etc., fueron motivos elegidos para sus fondos fotográficos porque sugieren la constatación de estar en contacto con elementos asociados al progreso y a la modernidad.

Izquierda: Familia de Ma San Lin de China con quienes intercambió fotografías constantemente. 1933. Fotógrafo no identificado de la ciudad Zhong Shan, provincia de Cantón. Copia original de la colección de Victoria Ma San.

Pero no era cuestión solo de proporcionar a los familiares de China una imagen de sus andares americanos, sus fotografías también fueron copiadas para formar parte esencial de los recuerdos de su familia piurana. Sus fotografías son tesoros porque se constituyen en la única huella de memoria visual que tienen sus descendientes desde que Ma San Lin llegó a Perú en 1925. Por ellas vemos el territorio que recorrió entre Talara, Sullana, Piura, Tumbes, Loja, entre otros lugares de la región; la gente con la que se relacionó, la familia que creó. Parece ser que el retrato de estudio fue el conducto que lo llevó a descubrir su afición por la fotografía. El retrato que eligió para su documento consular que lo acreditaba como un chino


Ma San Lin (derecha), a su izquierda su sobrina Ana Venegas y amigos; nótese en la parte de atrás una cámara de gran formato con trípode, Talara, h. 1935. Fotografía de Ma San Lin (negativo 6 x 9 cm). Col. Victoria Ma San.

legal en Perú es un retrato de estudio no estrictamente de carnet, y se mandó a hacer en Lima o en el Callao, primer punto de contacto en el Perú. Ma San Lin acudió a los estudios para fotografiarse. En la colección familiar se han ubicado retratos hecho con Diego Goyzueta en Lima y con Pedro Montero en Piura, lo que sugiere que el establecimiento fotográfico era un lugar recurrente para él por las posibilidades que ofrecía para conocer y adquirir cámaras y rollos flexibles de fácil manejo. Por los vestigios que conserva su hija Victoria, él utilizó cámaras de negativos 6 x 9 cm y negativos de 14 x 9 cm, de cuyos formatos se conservan solo 26. Los tamaños de las fotografías en papel de la colección corresponden a esos tamaños de los negativos, por lo que Ma San Lin parece ser que, por una cuestión práctica, se limitó a hacer copias por contacto (el negativo está en contacto con el papel sensible cuando se expone a la luz). No se conservan cámaras ni 106


utensilios de laboratorio, lugar en donde su hija Victoria recuerda haber ayudado a su padre cuando ella era muy niña. Para el fotógrafo aficionado los equipos deben ofrecerles facilidades en los controles. Estos equipos suelen ser más baratos que los de los profesionales, y determinan la calidad de las imágenes: desenfoques, imágenes movidas, composiciones imperfectas, sobre o sub exposiciones, etc. Estas características no parecen haber sido un problema para Ma San Lin porque sus imágenes, en general, son correctas en composición y enfoque, propias del cuidado previo al disparo, por lo él no encajaría dentro del término americano del snapshot, que evoca la espontaneidad, la prisa, la improvisación10.

Antiguos Cabildo e Iglesia de Tumbes, h. 1940. Fotografía de Ma San Lin (negativo 6 x 9 cm). Col. Victoria Ma San. Identificación proporcionada por el Arquitecto José Cerna Sabogal.

Las fotografías de Ma San Lin conforman un relato personal que está lejos de constituirse en una obra homogénea acorde a las categorizaciones convencionales propias del álbum familiar (de eventos relevantes, cumpleaños, bautizos, etc.). Los momentos que fotografía son momentos familiares pero no de motivos de fechas representativas. Los momentos significativos para él son aquellos de un transcurrir ordinario. Fotografía el campo, los sembríos, el río, el mar, como referentes a la naturaleza. Retrata a sus familiares y amigos –incluyéndose él mismo a veces– bañándose en el río, en la playa, en el interior de una casa, en un árbol, en situaciones campestres, en las dunas. Lo ordinario de las locaciones corresponden a elementos naturales característicos de esta zona del Perú. Estas imágenes contribuyeron a moldear y construir las huellas del recuerdo de él mismo y de su familia, cuando recién empezaba a echar raíces en un lugar desconocido y cuando ya empezaba a sentirse parte de ese lugar. Hay algo de exótico en su mirada que nos permite saber qué hizo en Piura, dónde estuvo, con quién se relacionó, cuáles fueron sus gustos, qué le atrajo, a quién fotografió. Estos vínculos y referencias subrayan las formas en que se dio su inserción en Piura y sus movimientos hacia zonas de mayor dinamismo comercial. Si en 1927 se instaló en Talara atraído por el comercio generado por la actividad de International Petroleum Company, hacia 1942 se instaló con su familia en Sullana, el otro polo de desarrollo


en la región11. Además de mantener sus tiendas en otros puntos de la región, ahí incursionó en la agricultura apostando por los cultivos de algodón como lo hizo en su fundo Garabato, ubicado en Mallaritos, Marcavelica. Sullana, como indica Verónica Tasara, en 1911 se convierte en Provincia y ya en “la década de los 30, se inaugura el primer puente sobre el río Chira y se pone en servicio la carretera SullanaPiura, que amplió los flujos comerciales hacia Talara, Tumbes y Ecuador. En el periodo de 1940 a 1961 hubo un importante desarrollo económico en la zona debido al boom agrícola, y que conllevó también a un crecimiento poblacional”12. Es en esta ciudad y en ese contexto de expansión y crecimiento, donde Ma San Lin llegó, siguiendo su sentido comercial, a establecerse definitivamente. Ahí llegó a ejercer la presidencia de la Colonia China durante varios años. Tanto en Talara como en Sullana, él le dio un uso genuino y complejo a la fotografía como medio de testimonio, intercambio intercontinental, configuración de nueva identidad y recuerdo familiar. No crea la imagen de una familia feliz como lo habría hecho un aficionado común. Sus imágenes revelan sus motivaciones personales, hechas bajo su mirada de impronta de su bagaje oriental –llegó a Perú con 25 años de edad–, pero que ilustra la vida del inmigrante que está decidido a establecer un nuevo hogar. Nosotros somos espectadores invitados a apreciar con asombro este valioso aporte para la historia local. Como señala Michael Frizot, este tipo de fotografías plantean interrogantes que afectan a las formas de cómo se aborda la historia de las imágenes y la historia del hombre13.

Un nuevo hogar Para los chinos piuranos el sentido de recordar se sustenta en los recuerdos fotográficos. Las fotografías, que han sido cuidadosamente conservadas en el seno familiar, articulan en ellos un valioso significado entre la memoria y la construcción de la identidad. Es decir, el relato familiar de los inmigrantes chinos en Piura tiene en la fotografía un atributo central en el recuerdo y en el sentido de pertenencia a una sociedad, una sociedad que los acoge, y en la que fundan un nuevo hogar. 108


Fundo Garabatos, Mallaritos, h. 1950. Fotografía de Ma San Lin (negativo 6 x 9 cm). Col. Victoria Ma San.

Si las “historias oficiales” se transmiten generalmente con palabras, escritos y documentos, este proyecto coloca a la fotografía como un recurso solvente para el conocimiento e interpretación de la historia, además de revelarse como huellas sensibles que dan sentido a la continuidad de la memoria familiar y a la comprensión de los diferentes modos sociales suscitados en determinadas circunstancias. El aporte de la fotografía familiar al relato de la historia de una comunidad es realmente significativo.


Doctor en Comunicación por la Universidad de Navarra, Pamplona, España, con la tesis doctoral “Martín Chambi, un milagro anunciado en la fotografía peruana”, 2001.

1

Naef, Weston. Close to Home, J. Paul Getty Museum, Los Angeles, California, 2004, p. 3. Traducción al español por Juan Carlos More. Agradezco a Rosario Castrilllón Albújar por haberme invitado al Paul Getty Museum en Los Ángeles. 2

Las fotografías seleccionadas pasaron por un proceso de reproducción y retoque (limpieza básica) digital, cuya calidad estuvo a cargo del fotógrafo Eduardo Hirose. Las impresiones en papel fotográfico para la exposición se realizaron en el taller fotográfico de Daniel Gonzales, en Lima.

3

La labor de entrevistas estuvo a cargo de Verónica Tassara y Ma Zheng (Sofía), promotora cultural y directora del Instituto Confucio de la Universidad de Piura, respectivamente.

4

Frizot, Michel. El imaginario fotográfico, Ed. Ve S.A., Oaxaca, 2009, p. 15. 5

6

Ibid., p. 60.

7 Garay Albújar, Andrés. “Piura bajo el lente de Montero”, en suplemento Semana, El Tiempo, Piura, 26 de abril de 2009, pp. 11-14. Ver también: “El terremoto en Piura de 1912”, de José Cerna Sabogal, Cristina Vargas Pacheco y Andrés Garay Albújar, en suplemento Semana, El Tiempo, Piura, 22 de julio de 2012, pp. 11-14.

Silupú, Jorge. “El fenómeno El Niño 1983 desde el punto de vista de dos fotógrafos: Arturo Davies Guaylupo y Jorge Zavala Ganoza”, en suplemento Semana, El Tiempo, Piura, 4 de enero de 2015, pp. 14 y 15.

8

9 Conversación personal entre la señora Victoria Ma San, Verónica Tassara y Andrés Garay.

Para ahondar en estas clasificaciones ver: Michael Frizot, Op. cit., p. 285.

10

Información familiar proporcionada por la señora Victoria Ma San Garrido, hija de Ma San Lin.

11

Ver: Tassara Suárez, Verónica. “Programa de Gestión Cultural para la dinamización de los espacios públicos de Sullana”, Universidad de Piura, Piura: Tesis de licenciatura, p. 6.

12

13

110

Frizot, Michael. Op. cit., p. 284.



La historia es una enseñanza para el futuro y, cuando esa historia se construye a través de costumbres, tradiciones y vivencias de una familia, transmite enseñanzas y ejemplos para las futuras generaciones, perdurando en el tiempo. En este caso, familias de inmigrantes chinos que supieron aceptar el reto y la aventura de trasladarse a más de diez mil kilómetros de sus hogares para iniciar una nueva vida; su historia ancestral se convierte en un puente que los une con sus antepasados, a los cuales les deben tanto de lo que ahora son. Su capacidad de integración con una cultura tan diferente como la peruana y que ha llevado a consolidar un mestizaje rico en valores, ahora se traduce en fuente de generación de desarrollo para su nueva patria, el Perú. El estudio de una inmigración tan importante como la china, merece todos los esfuerzos que podamos hacer desde la universidad, con el fin de construir ese puente intercultural de aprendizaje que permita potenciar el desarrollo futuro. Este libro es un ejemplo de un esfuerzo realizado para documentar fotográficamente la historia de muchas familias de origen chino que hace décadas decidieron afincar su futuro en Piura, muchas enraizando sus costumbres con las locales mediante el mestizaje.

Sergio Balarezo Saldaña Rector Universidad de Piura

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El acercamiento entre China y Perú ha dado lugar a una relación cultural y comercial muy fortalecida. Esta valiosa colección de “Recuerdos al otro lado del Pacífico: los chinos en Piura”, es una muestra de ese contacto. Son nuestros antepasados los que con perseverancia y dedicación enfrentaron los desafíos como el idioma, las costumbres y las formas de vida, sumados a la tristeza de la ausencia de sus seres queridos; no obstante, eso alimentó su tenacidad para alcanzar sus objetivos y lograr el bienestar para sus familias. Puede ser que la búsqueda incansable de nuevas oportunidades tuviera momentos difíciles y no todos los casos fueran exitosos, pero una cosa innegable es que todas esas experiencias reforzaron la unión y la constancia. Ambas culturas se han enriquecido a través de una cooperación mutua sin que las diferencias puedan obstaculizar los lazos de amistad que ya están fortalecidos. Yo vine al Perú hace más de 5 años y encontré desde entonces un país con gente amigable. Por esa razón en la actualidad no sólo nos sentimos complacidos de desarrollar nuestros negocios en el Perú sino también muy a gusto viviendo en este país. Es el sentir común de los inversionistas chinos que forman parte de la Asociación de Empresas Chinas en el Perú y como dije antes es un placer formar parte de este recuento de tesoros de nuestros paisanos en el país milenario. Un agradecimiento a los organizadores y colaboradores. Gong Bencai Presidente Asociación de Empresas Chinas en el Perú


Se agradece especialmente a las siguientes personas y a sus familiares porque gracias a su generosidad, al facilitarnos sus colecciones fotográficas y sus relatos biográficos, han hecho posible este proyecto: Ana María Ho, Alfredo Chong Shing, Beatriz Vegas, Bertha Chiyón, Cao Xiaohong, Carmela Lao, Cecilia Rivera Wong, Cristina Lau, David Arteaga Ly Say Tan, Diana Campos Chiyong, Dilcia Li Say Tan, Doris Siu, Flor Hau Yon, Germán See Wu, Hugo Chong Shing, Isabel Kianman, María Apuy, María Luisa Wong Chang, Miguel Ruiz, Moisés Luy Pintado, Nancy Fu, Nancy Vera de Chong, Nelly Chau, Leticia Li, Pilar Kufoy Wong, Rosa Wong, Rossina Ruiz, Victoria Ma San y Yolanda Ho. También agradecemos el apoyo generoso de Antonio Mabres, Ana Belén Castañeda, Alejandra Whang, Arturo Ruiz, César Chinguel, Danny Yong, el Comité de Damas Chinas de Piura, el Comité de los Tusán de Piura, Fausto Rishing, Gonzalo Escajadillo, Isabel Ma San, Jared Panta, José Cerna Sabogal, Juan Quinde, Lourdes Kcam, Lu Dawei, Luisa Portugal, Manuel Zapata, Maryurit Prieto, Mela Salazar, Norvil Mera, Raúl Chang Ruiz, Ronnie Moscol, Rosa Amelia Chú, Susana Vegas, Walter David Wong Ayón, Sylvia Susana Wong Ayón y Vania Herrera.

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DE LA EXPOSICIÓN Curaduría Ma Zheng y Andrés Garay Producción General Verónica Tassara y Rodrigo Falcón Logística Yenni Sánchez Fotografía Eduardo Hirose y Cristhian Rojas Impresiones Daniel Gonzales Sifuentes Montaje Personal de Mantenimiento de la Universidad de Piura

DEL LIBRO “Recuerdos al otro lado del Pacífico: los chinos en Piura 1925-1980” Autores Ma Zheng y Andrés Garay Producción General Verónica Tassara Corrección de artículos Gloria Huarcaya Logística Yenni Sánchez Fotografía Eduardo Hirose, Cristhian Rojas y Julio Talledo Concepto gráfico y diseño Daniela Svagelj / Ideo Comunicadores Retoque fotográfico Eduardo Hirose, Harumi Kuwae y Meche Tomotaki Impresión Gráfica Biblos S.A. Calle Morococha 152 Surquillo, Lima-Perú ISBN: 978-9972-48-173-4 Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2015-06449

Este libro ha sido impreso con papepl Speckletone. producido con fibras 100% recicladas, libre de ácido, libre de cloro y con energía 100% verde, utilizando su propia energía, limpia y renovable. 100% biodegradable y reciclable.

Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro podrá ser reproducida sin la autorización del Instituto Confucio de la Universidad de Piura.

© Universidad de Piura - Instituto Confucio © Universidad de Piura - Facultad de Comunicación Primera edición: junio 2015 Editado por el Instituto Confucio de la Universidad de Piura Av. Ramón Mugica 131, Urb. San Eduardo, Piura RUC 20172627421 Telf. +51 73 284500 anexo 3916 confucio@udep.pe


2 Familia Chong Shing 10 Familia Lau 16 Familia Ma San 24 Familia Ruiz 30 Familia Wong 34 Bodas a lo occidental 42 Unión familiar 50 Unión fraternal 56 La tienda de la esquina 62 Chinos fotogénicos 68 Una visión histórica y cultural 92 Un nuevo hogar 112 Presentación Institucional UDEP 113 Presentación Institucional AECP 114 Agradecimientos 115 Créditos

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